La teoría del caos
Capítulo 16: La noche más oscura
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Llame tu nombre hasta que la fiebre estalló
La noche era tan negra que la oscuridad tarareaba
Un ruido horrible llenó el aire, escuché un grito en el bosque en alguna parte
Vi unos nuevos ojos que me estaban mirando*
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Hace una semana, antes de que el grupo de Cabra se dirigiera al bosque de los suicidios a buscar comida.
Cuando Mutsuki hizó su reporte de su encuentro con Haise Sasaki y la ex prisionera de kokuria Rize Kamishiro el nuevo director del CCG Kichimura Washuu quiso saber detalle por detalle de que fue lo que pasó, ni siquiera tuvo un descanso y no trató sus quemaduras del cuello, ni los moretones de su cuerpo (que para eso su regeneración le hacía el favor).
Ambos estaban solos en una camioneta (como las que se llevan a los prisioneros) uno frente a frente que iba de camino a las oficinas principales del CCG, su compañero Aura estaba sentado a su lado callado y con heridas en el rostro, los brazos y el cuello con la mirada clavada en el suelo. Al principio Mutsuki había esperado un regaño por parte de su superior al dejar escapar a tales fugitivos, pero en cambió el director escuchaba atentamente el relato, más que enojado se veía emocionado, fascinado por cada detalle que contaba.
—Logró liberarse de mi kagune quitándose los pantalones y los zapatos cuando estaba de espaldas, no puede esquivar el toque eléctrico, quedé inconsciente por unos momentos, así fue como Kamishiro Rize pudo escapar con Sense…es decir Haise Sasaki, también me robaron mi celular—Mutsuki concluyó su relato.
El director pareció meditar un momento en silencio, para luego negar con la cabeza—.He imagino que intentaron llamar y localizar tu celular, ¿verdad?
—Si, Aura lo intentó un par de veces y no hubo resultado, probablemente apagaron o rompieron el celular.
Aura solo asintió en su posición.
—Yo volveré a intentar más tarde, bien…—El director estiró los brazos como si recién se hubiera levantado de la cama—.Supongo que nos queda el plan de respaldo.
—¿Plan de respaldo, señor?
—Si—Él Washuu sonrió—. Mutsuki y Aura, les tengo una adivinanza: ¿Cómo es que haces salir a un montón de zorros de su madriguera?
Ambos compañeros se miraron extrañados por la pregunta de su superior.
—¿Con un señuelo? —Contestó Aura.
—¿Y tú Mutsuki? —Preguntó sonriente el Director.
—Opino lo mismo, con un señuelo.
—Error—Contestó el director formando una equis con ambos dedos índices—Tienes que quemar o envenenar la madriguera desde adentro, así tendrán que salir o morir dentro de su escondite.
Los niños Oggai habían hecho su aparición luego de ser transportados por camionetas especiales para que comenzaran a barrer la zona. Mutsuki solo veía a un montón de mini Quinx haciendo el trabajo de adultos, ¿pero de donde salían tantos niños?. Le parecía alguna escena de aquella película que vio en los primeros meses del equipo Quinx, era una historia donde una pareja de casados quedaban atrapados en un pueblo escondido en unos inmensos campos de maíz donde solo vivían niños y estos estaban encargados de asesinar a los adultos que se atrevieran a entrar a su pueblo usándolos de sacrificio para un supuesto dios del maizal.
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Más tarde pasadas las 10:00 de la noche, Mutsuki acompaño al Director Washuu a varias de las casas de los empleados de kokuria que estuvieron trabajando en el tiempo en el que ingreso la prisionera 1220 y estuvo trabajando por última vez Haise Sasaki con ellos. Fueron interrogativos a agentes del CCG, conserjes, vigilantes y forenses en los que se les preguntaban si habían notado algo extraño sobre el agente Haise y la prisionera de cabello morado.
Mientras caminaban a la casa del Doctor que estaba en los turnos que Haise hacía algunas rondas, Mutsuki supó de quien se trataba.
—Esta es la última casa…—Dijo el Director mirando sonriente la fachada que lucía común y corriente—.Llevó un tiempo investigando a cada uno de los posibles traidores y tengo la corazonada de que él es el correcto.
—Director, tengo una pregunta—Preguntó antes de que Furuta tocará el timbre de la casa.
—¿Hmm?
—…¿De donde viene los Oggai?
—De varios orfanatos, sus padres fueron asesinados por ghouls ¿algo más?.
Mutuski no contestó y negó con la cabeza, se limito a observarlo, parecía muy convencido, confiado y sonriente en una situación que podía considerarse de sumamente delicada. Tocaron el timbre, en pocos segundos una mujer de poco más de treinta años de cabello corto castaño, ojos oscuros, delgada, de estatura baja les abrió la puerta. La mujer parecía sorprendida e inclusive algo asustada ya que ni siquiera los saludo.
—Buenas noches—Saludo Mutsuki mostrando su identificación del CCG—.¿El Doctor se encuentra en casa?
—Pues…—Respondió la mujer nerviosa, limpiándose las manos en el pantalón que tenía puesto.
—Iris, ¿Quién es?—Se escuchó la voz del Doctor de Kokuria distante, pero luego apareció caminado a los pocos segundos. Se les quedó viendo con sorpresa llegando a estar a lado de la mujer.
—Hola Doctor—Habló el Washuu con tono alegre—.¿Podemos pasar? Queremos que nos explique un par de cosas de Haise Sasaki antes de cometiera el atentando de kokuria.
El Doctor solo pasó saliva mientras Iris lo abrazaba del brazo intentando sonreír, una sonrisa que difícilmente podía ser genuina.
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Tiempo actual, oficinas principales del CCG.
Ahora en las instalaciones principales del CCG Mutsuki no esperaba que hace 30 minutos le llegara un mensaje que le llegaron a todos los demás agentes de confianza y los oggai. El mensaje era una ubicación y venía del agente encubierto Hajime solo algo significaba: Ya era hora de terminar con el grupo de Cabra, ya sabían donde estaba su madriguera.
A pesar de haber dejado que la ex convicta 1220 se le escapará para obtener la recompensa de tener los derechos de Haise Sasaki, hoy todo terminaba; O salía con vida o moría en combate, se llevaba a su antiguo maestro en brazos o él moría frente a sus ojos. Salió de las instalaciones con varios Oggai a su lado todos a paso firme como un ejercito, en ese momento sus hombros temblaron, no supo si de emoción o de miedo simplemente no pudo describirlo.
Esa noche era todo o nada.
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Tiempo actual. Ubicación: Base del grupo Cabra. El anochecer cobijaba aquella noche que poco a poco se sentía la incertidumbre de que algo horrible iba a suceder.
Hajime había despertado luego de 30 minutos de estar inconsciente, seguía sentado y amarrado sobre la silla, lo habían dejado solo, pero intuía que no iba a ser por mucho tiempo. La boca le sabía a sangre y la visión poco a poco se le fue aclarando, el rostro le dolía, su lengua estaba todavía un poco hinchada y tenía el amarre en la boca logró quitárselo luego de mover mucho el rostro, pero antes que nada revisó que su rastreador seguía bajo su zapato izquierdo.
Su rastreador que había estado debajo de su lengua, se lo habían colocado como si de un piercing se tratará, Kichimura Washuu le había dado dos objetivos: Localizar al líder del grupo Cabra junto con la base para recopilar datos para derrocarlos desde dentro y encontrar a Rize Kamishiro quien era la madre de todos los niños oggai. Le dieron indicaciones de que cuando fuera el momento en que él considerara una emergencia activara su rastreador presionándolo mandando su ubicación exacta.
Con el descuido en el que termino amarrado tuvo que presionar el rastreador golpeándose el rostro intentando darle al aparato mordiéndose la lengua y así poder mandar el mensaje de emergencia. En el momento en que el rastreador cayó al suelo cuando lo escupió lo oculto bajo su zapato antes de que alguien lo encontrará.
Intentó usar su kagune, pero este no se manifestó. Le habían explicado que su kagune era una copia de una copia de la portadora original por lo no tenía el poder esperado para lo que papá quería, que para mejorarlo a él y a sus hermanos necesitaban a mamá, pero en caso de tener el tiempo limitado tenían que aumentar sus células RC con un estimulo al apetito que ya tenía planeado papá, eso último era una sorpresa, pero le habían dado una pista.
Alguien abrió la puerta, él volvió a cerrar los ojos bajando el rostro (como si estuviera dormido), escuchó como alguien se le acercaba y le picaba el rostro, luego el brazo derecho con una vara de metal, su nariz detecto el olor de chocolate y comenzó a salivar, empezó a decir cosas incoherentes en voz baja como si hablará dormido, su oyente se le acercó para escucharlo mejor, solo hasta que sintió el olor dulce más cerca de él abrió los ojos y en un parpadeo abrió grande la boca como si fuera a tomar una bocanada grande de aire, quería obtener más células RC y quizás un trocito de chocolate.
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El grupo de ghouls que estaban encargados de la comida para Cabra iban caminando en dirección hacia el bosque de los suicidios, ya había anocheciendo por lo que se creía que eso podía darles cierta ventaja, estaban a una distancia considerable de la guarida de Cabra, parecía que en cualquier momento iba a nevar.
Aquel grupo eran las únicas personas que se veían, las calles estaban desiertas porque habían sido barridas por el CCG, la calma del momento era inquietante en la oscuridad y el ambiente frío, lo único que ilumina su camino eran los postes de luz de las calles.
Rize quien estaba atenta a los sonidos de repente escuchó los pasos de alguien más que los seguía parecían ser un grupo de personas. Su padre también presintió algo por lo que se detuvo en el camino junto con los otros ghouls, todos estaban en guardia quizás por el instinto o por la memoria de cómo era el olor del peligro antes de un enfrentamiento, pero quienes les seguían no eran humanos.
—¿También lo percibes? —Pregunto Rize a su padre.
Sachi miró a sus espaldas como si pudiera ver algo más allá de la oscuridad olfateo en el aire y soltó un bufido—.Rize, si algo llega a pasar quiero que corras y no te detengas.
Ella lo miró con espanto—.No me voy de aquí sin ti.
—Hazlo.
Los demás ghouls se prepararon por unos sonidos de pasos siguiéndoles cada vez más cercanos, pero no veían a nadie. Ella tomó su pistola de choques eléctricos dentro de su bolsillo de su abrigo y respiró con profundidad, los pasos se detuvieron. Todo quedo en silencio, nadie se movía.
El sonido de un arma de fuego disparándose fue lo que hizo que grupo se alertara, habían disparado una bengala al cielo color roja que comenzó a despedir una extraña neblina blanca que pronto cayó como una ligera lluvia. Rize olfateo en el aire y recordó un olor similar en kokuria, tomo por instinto la muñeca de su padre.
—¡Es gas venenoso dispérsense! —Gritó fuertemente.
Todos los ghouls comenzaron a dispersarse corriendo a distintas direcciones alejándose de la neblina venenosa. Sin darse cuenta en medio de esas calles poco iluminadas estaban agentes de la V en sus uniformes negros esperándolos mientras tenían otros agentes que los estaban persiguiendo todos usando mascaras de gas y guantes, era inevitable la pelea.
Pronto hubo un intercambio de ataques de kagunes de ghouls contra armas del CCG y para sorpresa y espanto del grupo de cabra los enemigos tenían kagunes parecidos a los de Kaneki y Rize.
"¿¡Cómo nos encontraron!?" Era lo que se preguntaba Rize mientras peleaba usando su kagune por poco tiempo contra un agente V . Su cubre bocas no iba a ser suficiente para soportar esa neblina venenosa, de hecho varios de sus compañeros habían desaparecido. Comenzó a toser, su padre no se separó de ella, cuando hubo una oportunidad, ella tomó a su padre de la mano y corrieron, lograron los dos escapar de la neblina y del enemigo ya que si se quedaban más tiempo en el combate el veneno los mataría primero, pero tenían al menos a cinco sujetos corriendo detrás de ellos.
—Tenemos que avisar a cabra—Dijo Rize mientras corría con su padre. Su cubre bocas se le cayó en el rostro en la persecución.
—No pararán de perseguirnos y se acercan más—Contestó Sachi mirando hacia atrás. Tosió un poco de sangre espantando a Rize.
Dieron vuelta en un callejón de entre dos edificios había una escalera de escape contra incendios. Rize comenzó a subir los primeros escalones jalando de la mano de su padre, pero Sachi la soltó quedándose en el suelo. Ella lo miró con espantó, estaba claro que él no iba a subir la escalera.
—Corre Rize, corre—Dijo Sachi, alejándose de ella.
—No me voy sin ti—Ella bajó de la escalera y jaló de él para que se moviera, pero su padre no cedía ni un centímetro.
—El deber de un padre es proteger a sus hijos…
—¡No, Papá por favor!—Ella gritó al borde de las lagrimas jalando de la muñeca de su padre con más fuerza y ambas manos.
—Ya te dejé más de dos años sola, no volverá a pasar, te alcanzare—Él se soltó de su hija comenzando a alejarse dándole la espalda comenzando a correr mirando hacia atrás—.¡Corre!
Los enemigos se acercaron de manera rápida, Sachi corrió hacia ellos para que no la alcanzaran primero, al correr Sachi miró hacia atrás la pelimorada subió la escalera rápidamente. Él tuvo que decirle esas últimas palabras que se fuera, le dolió verla huir, pero si no la protegía ¿cómo podía referirse a si mismo como un padre?. Años atrás su difunto amigo Yoshimura habló del dolor de no poder a estar con su hija Eto, ese sentimiento de angustia y dolor era normal al estar atado a un lazo familiar (fuera sanguíneo o no). Su kagune se manifestó comenzando la batalla de cinco hombres contra uno, entre choques y cortes de kagunes, golpes y evitar marearse por los restos de la neblina toxica, era una pelea sucia, callejera, pero él sonrió daba igual que pasará tenía que cumplir esa promesa fuera como fuera.
"Es mi deber protegerla, es una promesa…" . Pensó Sachi con la boca llena de sangre, se había acercado bastante a uno de sus enemigos como para desgarrarle la garganta con los dientes. No pudo aguantar el hambre hasta el bosque de los suicidios, pero la carne le supo a tierra mojada y cadáver, el sabor a la muerte si le preguntaran darle un nombre a ese sabor, por lo menos no sabía al veneno del ambiente.
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Rize corría velozmente saltando entre los techos de los edificios usando su kagune como apoyo e impulso, se había quedado sola, no veía a sus demás compañeros, todos se habían dispersado por la neblina y la batalla. Se detuvo en la carrera, saco su celular en un tejado con el corazón latiéndole mil por hora, intento llamar al número de Kaneki, pero nadie contestaba, presintió lo peor.
Apretó los puños sintiendo como las uñas se le clavaban en la piel, bajando la mirada y rechinando los dientes, se sentía frustrada no quería huir, tenía que detener a cuantos bastardos se le cruzaran y avisar a cabra que los habían encontrado, guardó de nuevo su celular en su abrigo.
"Papá…" Pensó Rize Corriendo devuelta bajando de los tejados con su kagune hacía donde estaba su padre, que la perdonara pero no quería correr más lejos de los problemas.
De pronto tuvo la sensación de que alguien la seguía mientras corría de vuelta se fijó en los techos y las calles desiertas unas figuras vestidas negras como si de fantasmas se trataran la seguían, la neblina toxica bajo su efecto considerablemente. Ella por el olfato reconoció un aroma peculiar familiar que la hizo desviarse de su camino ya que si su suposición era correcta esa persona no debía encontrarse con su padre ni saber donde los demás se escondían.
—¡Rize-chan!—La voz de Furuta llamándola con alegría desde la oscuridad de la noche hizo que ella corriera más rápido. El sudor corría por su frente y su corazón latió con velocidad.
Ella se detuvo en una calle a pocos metros de otro callejón, las figuras oscuras quedaron atrás y Furuta apareció iluminado por las pocas luces de la calle que funcionaban, él vestía su traje negro impecable del CCG, no tenía portafolio estaba desarmado, pero ambos sabían que él ya no necesita ninguna quinque. Furuta sonrió estando a pocos metros de ella. Rize se quedó en silencio mirando a todos lados y agudizando el oído procurando que no fuera una emboscada.
"Tranquila, si lo acabas de una vez…todo terminara, todo terminara" Se dijo a sí misma.
—A si, la niña de papá—Dijo Furuta caminando hacía ella—.Agradeceré que cooperes de manera voluntaria detestaría tener que forzarte innecesariamente.
Rize no le contestó nada solo tomó del bolsillo de su abrigo la pistola de choques eléctricos encendiéndola, mirándolo con rabia.
—Ah, es verdad Mutsuki me dijo que tenías una de esas…—Furuta sonrió estaba a pocos pasos de ella, pero no tuvo que caminar más porque Rize se acercó a él corriendo—.¡Veo que quieres jugar, si insistes te complaceré con gusto!
Ambos medios hermanos se encontraron en un duelo, Furuta saco su kagune idéntico al de la portadora original ya que el objetivo era someterla mientras mantenía la distancia de ella, pero Rize también saco su arma biológica sorprendiendo a Furuta. La pelea se había vuelto entre los dos kagunes, entre choques de las dos armas, Furuta manteniendo distancia con ella, pero Rize intentaba atacarlo con su pistola mientras él desactivaba alguna de sus extensiones por momentos breves cuando sentía la corriente eléctrica en su kagune.
En último movimiento Rize con su kagune rozó el costado derecho de Furuta haciendo que él vacilara en sus movimientos, cuando el arma biológica de la pelimorada se desactivo por su poca recuperación quiso electrocutarlo con su pistola en el lado izquierdo del pecho, pero alguien le detuvo las manos rápidamente sin que pudiera reaccionar a tiempo, sintió un piquete en el cuello y por el olor supo que eran supresores de células RC. Tres agentes de V habían concluido la pelea (dos la sujetaban de los brazos y otro le dio el piquete en el cuello con una jeringa). La pistola eléctrica cayó al suelo y Furuta la pateo lejos para que Rize no pudiera volver a alcanzarla.
—¡Bastardos!—Gritó Rize comenzando a forcejear entre el agarre de los agentes V que apretaban con más fuerza sus brazos. Pero estos la soltaron cuando Furuta volvió a sacar su kagune que comenzó a rodearla.
—Justo a tiempo…—Dijo Furuta sujetando a Rize con su kagune inmovilizándola de los brazos, la caja torácica y las caderas, alzándola mientras ella peleaba por soltarse agitando la cabeza y las piernas—.Me has roto el saco y la camisa, tendré que conseguirme otro traje por el camino, pero me alegro tanto de volverte a ver.
—¿Cómo nos encontraste…?—Preguntó Rize.
—Tengo fuentes confiables en donde menos te lo imaginas.
Él la acercó y la abrazo de los hombros mientras que Rize se retorcía y maldecía que la soltará. Inclusive ella comenzó a querer patearlo agitando las piernas, pero la abrazó con tanta fuerza que casi la quebraba, quería morderlo pero era tanta la presión en su cuerpo que el oxigeno dejaba de llegarle al cerebro. Ella seguía retorciéndose sin saber que iban a hacerle en ese momento, pero de poco a poco la fuerza se le acabo quedándose paralizada por la presión del kagune, mientras más peleaba Furuta la apretaba con más fuerza como una boa constrictor. La falta de oxigeno hizo que Rize dejara de pelear en ese momento Furuta dejo de presionarla, se sentía mareada.
Furuta no desactivo su kagune por completo, dejó de apretarla solo para sujetarla de la cintura y brazos sin dejar de sostenerla, le movió la trenza con las manos para descubrirle el cuello como si buscará algo bajo la ropa, tocándole con las manos enguantadas como si fuera medico, pero jalándole más y más la ropa.
Rize comenzó a espantarse al sentir esas manos sobre su piel que le descubrían más y más a cada segundo, aunque Furuta usará guantes un cosquilleo nada agradable crecía de poco a poco en su estomago, manos y piernas, sudaba frío con cada segundo que pasaba.
Furuta pareció encontrar algo de su interés cuando se detuvo entre el hombro y el cuello apreciando esa fracción del cuerpo de la pelimorada. Él veía unas manchas rojas con morado que ya le había notado antes en kokuria que le hicieron sentir irritación y celos.
—¿Hmm? Ahora tienes más marcas—Dijo él acariciando con la punta de los dedos el cuello de la pelimorada. Ante sus ojos veía marcas que parecía haberse hecho con la boca humana ya que vio las marcas de dientes.
Furuta desactivo su kagune para abrazar a Rize como si fuera una amante, antes de que ella pudiera darse cuenta él la mordió vorazmente como si fuera un animal salvaje entre el cuello y el hombro no solo para querer borrarle aquellas marcas si no para desgarrarle la piel y probar su sabor, Rize ni siquiera pudo gritar, solo abrió los ojos y la boca espantada, agitó la cabeza, todavía tenía algo de fuerza para resistirse, su medio hermano la sujeto de la trenza jalándola para que se quedara quieta.
Furuta sintió como la sangre tibia le manchaba la cara, sin importarle le arrancó y tragó un pedazo de piel combinada con sangre de Rize se pasó la lengua por los labios al verla como si ella hubiera sido un bocado apetitoso.
—Fascinante, creí que sabrías a caviar, vino tinto o chocolate amargo, pero sabes algo extraño ni siquiera lo puedo describir—Comenzó a reírse mientras ella seguía retorciéndose, temblando de dolor—.Alguna vez escuche, que los ghouls al casarse se muerden fuertemente entre ellos dejándose una marca como símbolo de que se pertenecen uno al otro, ¿lo sabías Rize-chan? Después de todo tú me mordiste así antes de separarnos en kokuria—Le dijo Furuta susurrándole al oído con la boca llena de sangre y con su ojo ghoul activado mirándola con locura, enfermo por ella.
Rize dejo de retorcerse al escuchar eso, con los hombros temblorosos y la mirada enojada, le respondió con tono acido mirando a los ojos—.¡Es lo más estúpido que me has dicho hasta ahora, pero si ese fuera el caso entonces yo ya estaría unida a alguien más!.
Él borró su sonrisa burlona, la miró con seriedad, pero sin desactivar su ojo ghoul—.Si es así, dame 44 minutos en la base de cabras y ya veremos si puedes seguir "unida" a un cadáver.
En un movimiento inesperado la soltó dejándola en suelo de rodillas. Rápidamente le pusieron esposas en las muñecas, para luego dejarla en posición boca abajo con el rostro contra el asfalto totalmente quieta. Furuta se agacho a su altura y le acaricio la mejilla, le acomodo un mechón de pelo detrás de la oreja, tomo de su trenza acariciándola, cuando un cuchillo paso cerca de su mejilla Rize pensó lo peor apretando los dientes, pero se sorprendió cuando Furuta tomo de la trenza y se la cortó de un tajo dejando el cabello cortó y suelto.
—¿Por qué…?—Rize le preguntó a Furuta, viendo como amarraba el otro extremo de la trenza con su pañuelo del saco haciéndolo un moño para que no se deshiciera la trenza.
—Es un regalo—Dijo guardando la trenza dentro de su saco.
En ese momento el celular de Rize sonó dentro del bolsillo de su abrigo. Furuta la levantó buscando el aparato mientras ella se retorcía ya puesta de pie siendo sujetada por los agentes V. Él tomo el celular y contestó la llamada.
—¿Aló?—Contestó Furuta el teléfono—.¡Ah, Kaneki!...¿Yo? solo he hecho mi trabajo…¿ellos? ¿ella?, tus cabras descarriladas no lo se, pero Rize está conmigo, pero antes…—Él cubrió el teléfono con la palma de la mano para que no pudiera escuchar Kaneki al otro lado de la línea—.¿Dónde está la madriguera de cabras Rize-chan?
—Vete al diablo—Ella le respondió con acidez.
—¿Hmm?, lo pondré de otro modo—Furuta apuntó a la garganta de Rize con la punta de su kagune, también puso el teléfono en altavoz—.¿Donde está la base? Voy a contar hasta tres, uno…dos…—El kagune hizo presión en el cuello de la pelimorada haciendo que un hilo pequeño de sangre corriera.
—¡Espera! —Exclamó Rize—…hablaré.
—¿Y bien?
Ella agarró una gran bocanada de aire—¡Es una trampa Ken! ¡Tienen gas venenoso, ellos vienen por ustedes! ¡Estoy en…!
Le amarraron a la boca un trozo de tela para que dejará de hablar. Furuta ya con la paciencia agotada miró a Rize con enojo.
—Creo que ya no me sirves Rize, denme una pistola, terminare esto de una vez.
—¡No te atrevas a lastimarla! —Se escuchaba la voz de Kaneki por el teléfono
Uno de los agentes de V le dio un revólver a Furuta mientras él le daba el celular, el Washuu tomó el arma de fuego entre sus manos cargando el arma mientras dos agentes V tomaban a Rize para que no se moviera.
Rize no dejo de mirar a Furuta a los ojos cuando el arma apuntaba hacia ella casi como si se prepara para recibir el disparo entre las cejas respirando con fuerza retándolo con la mirada. Pero Furuta al disparar el arma le dio a una bolsa de basura que estaba en el suelo dándole cuatro tiros, le devolvieron el teléfono y quitó el altavoz del celular siguiendo la conversación con Kaneki.
—Veo que no tenemos nada más que conversar, da igual cuantas personas mueran, al final te encontrare—Furuta colgó el teléfono para luego destrozarlo apretando el aparato con una sola mano dejando caer los trozos en el suelo.
Rize impactada por lo acaba de ocurrir fue arrastrada lejos del campo de batalla. La hicieron entrar a una camioneta especial del CCG (que usaban para llevar prisioneros) la amarraron también de las piernas con unas esposas que parecían ser de material de quinque, ella no vio a ninguno de sus compañeros o a su padre. El interior de la camioneta se ilumino y ella vio a una persona que estaba sentada en una esquina con las manos atadas, se trataba de un hombre que usaba una bata de médico y que estaba en una posición encogida como si no quisiera ser visto, Rize lo reconoció era el Doctor de Kokuria que los había ayudado a ella y a Kaneki, pero él al verla aparto la mirada apenado.
Rize tenía la ropa manchada de su sangre que inundaba el ambiente opresor de la camioneta. Furuta se sentó a lado de ella mientras los demás agentes con mascaras de gas ya puestas se quedaban fuera.
—Barran la zona, ningún ghoul debe de quedar con vida, todo hombre, mujer y niño debe ser borrado—Ordenó Furuta antes de que cerraran las puertas traseras de la camioneta.
—¡No! —Gritó Rize todavía con el amarre en la boca.
Rize quiso pararse al escuchar eso, pero Furuta la sujetó de los brazos y la obligo a sentarse de nuevo. Las puertas de la camioneta fueron cerradas y el vehículo se puso en marcha.
—No, no, no Rize-chan, tú vas a ayudarme con un último trabajo, te irá muy bien y te puedo curar, vas a estar bien—Furuta le acaricio los brazos mientras ella se resistía.
Rize intentaba hablar y las comisuras de la boca escurrían saliva al querer intentar comunicarse, Furuta le quito el amarre de la boca, lo miraba con enojo y apretaba los dientes conteniendo su rabia, dejo de retorcerse.
—…Nimura, todo esto puede terminar si me dejas ir, ¿por qué quieres seguir con todo este circo del Dr. Kanou? —Ella le habló con reclamo.
—Porque disfruto el caos y el espectáculo, descuida habrá una súper paz cuando este "circo" acabe, seremos los siguientes Adam y Eva cuando todo termine, además ¿no has escuchado la frase "Haz tu pasatiempo tu trabajo"?
—¡Estás loco!
—No, no lo estoy.
El Doctor seguía en su misma posición de miseria. Rize al verlo de nuevo notaba que el Doctor escondió más su rostro agachándose, temblaba. Furuta al notar como ella le prestaba atención al Doctor, sonrió divertido.
—¿Lo conoces?—Preguntó Furuta fingiendo sorpresa notando como se le quedaba viendo al Doctor.
—No—Contestó rápidamente Rize.
—¿Deberás? Entonces hubo otra prisionera de kokuria que ingreso a su consultorio por una operación improvisada el día que hubo la fuga de kokuria.
Rize sintió un escalofrió por la espina dorsal, el Doctor subió la mirada que lucía lúgubre.
—Déjalo ir—Rize habló con enfado—.Él no tiene nada que ver con esto.
—¿Pero que dices Rize-chan? Si él fue quien los delató, ¿cómo crees que logre seguirte la pista hasta aquí? —Furuta saco de su saco un bolígrafo idéntico al que ella guardaba en su abrigo—.¿Sabias que es muy fácil colocar un rastreador en uno de estos?
Rize se quedó boquiabierta por lo que acaba de escuchar de Nimura, pero debía ser mentira, miro al doctor, pero este se negaba verla a los ojos.
—Por favor, ya tiene a la ex convicta 1220 ya le dije todo lo que sé, ya sabe de la situación de la salud del ex agente Haise, deje ir a Iris por favor…—Suplicó el doctor al borde de las lagrimas.
—Siempre he detestado esas suplicas con el "por favor" al final, patético—Contestó Furuta sacando una mascara anti gas bajo un asiento con intenciones de ponérsela.
En un último intentó de Rize para escapar de Furuta intentó ponerse de pie, aunque tuviera que dislocarse las muñecas, romper una ventana o salir disparada de la camioneta en movimiento para salir de esa situación lo haría, pero entre los forcejeos de ambos ella termino cayendo sobre el suelo de la camioneta con Furuta sosteniéndola apretándola contra el piso de metal casi arriba de ella. El Doctor sin moverse veía espantado la escena, cuando quiso moverse Furuta lo fulminó con una mirada cuando vio que alzó las manos encadenadas.
Furuta la sostuvo de la cabeza notando que la mano se le había pintado de rojo, comenzó a cargarla a modo nupcial para acostarla en el asiento de la camioneta.
—Veo que los supresores de células RC hacen que seas más vulnerable a las heridas, pobre Rize-chan—Furuta le acarició la mejilla paso el pulgar por los labios de la pelimorada, ella intentó morderle, pero él esquivo la mordida—.No te preocupes, yo te voy a curar, te voy a proteger.
—Bastardo…—Ella susurró, sus ojos de ghoul estaban activados las escleróticas estaban negras y el iris rojo.
—Ya es hora de dormir, cuando despiertes estarás como nueva—Furuta se puso la mascara de anti gas—.Ya pueden activarlo—Dijo en voz alta a los que estaban en el asiento de piloto y copiloto.
Un gas comenzó a manifestarse dentro de la camioneta haciendo que el Doctor comenzará a sentir pánico intentando contener la respiración, pero termino por desmayarse en el asiento. Rize también intentó volver a levantase, pero Furuta seguía sujetándola, pronto una neblina se hizo presenté en la camioneta y ella sintió que comenzaba a dormirse moviéndose con movimientos más débiles, la sensación le resulto familiar como cuando entró por primera vez al quirófano del Doctor Kanou, era un olor similar.
—¿Algo que quieras decirme antes de que vuelvas a despertar? —Furuta le preguntó una última vez antes de que ella cediera al efecto del gas.
—Cuando logré escapar, solo espera a lo que haré contigo…—Ella dijo con voz susurrante, antes de caer dormida.
—Buenas noches mon cherie.
Finalmente Rize cerró los ojos y respiró con profundidad, Furuta la contemplaba de arriba abajo sin parpadear, reviso la mordida del cuello que le había hecho seguía viéndose como una herida abierta roja y palpitante que escurría todavía un poco de sangre, notó una mancha de sangre que se veía en el suelo, reviso la parte trasera de cabeza de la pelimorada la herida apenas sangraba. Sus zapatos tenían la sangre de Rize al igual que parte de su saco, su camisa y sus manos. Sonrió inclinándose para poder acariciar la cabeza de Rize manchándole más el cabello corto, no iba hacer todo el viaje con ella, porque iba de camino al evento del siglo y el lugar iba a ser la madriguera de cabras.
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¡Bang¡,! Bang!, ¡Bang!, ¡Bang! Kaneki había escuchado cuatro disparos por teléfono y en ese momento sintió como si lo hubieran golpeado el estomago por el impacto del mensaje, apenas hace unos segundos habían cortado la llamada con Furuta. Estaba jadeando fuertemente todavía con el celular en la mano pegado a su oreja con solo una pregunta en la mente:
"¿Todos han muerto?"
Ya venía el CCG por ellos. La misión de la recolección de la comida había fallado, incógnitas llegaron a su mente rápidamente desde el tiempo que les quedaba, si todo mundo estaba en sus posiciones y si tendrían suerte, debía correr a comprobar lo que había oído por teléfono, pero sus piernas no se movían.
"Es mentira, es mentira, es mentira, es mentira" Comenzó a repetirse una y otra en su mente comenzó a tronar sus dedos uno a uno sin caminar un paso. El teléfono se le resbalo de las manos cayendo al suelo olvidado, estaba en estado de shock.
La gente comenzó a correr más rápido pasando a lado de él, algunos se paraban a hablar con urgencia, sentía que lo llamaban pero no escuchaba, sentía que lo veían pero la vista se le empezó a nublar de poco a poco hasta ver solo el color negro. No fue hasta que Hirako lo tomó de los hombros llamándolo zarandándolo con fuerza, pero no reaccionaba.
—¡Kaneki! ¡Reacciona!
Kaneki sintió que le dieron un golpe fuerte en la mejilla derecha (como una bofetada) y pudo volver en si. Hirako lo había golpeado para que reaccionara. Se sintió mareado por un momento, pero por fin pudo volver a realidad.
—La misión de la comida ha fallado, me habló Furuta del celular de Rize, la han matado y no se que ha pasado con los demás…Ya vienen— Él finalmente enfoco sus ojos en los de Hirako sosteniéndose la mejilla lastimada—.Tenemos que prepararnos, y alguien tiene que ir a revisar la ruta por donde se fueron los recolectores, no todos pueden estar muertos…¿qué está pasando?
—El traidor logró escaparse, logró morderle la cara a Shio debió ser suficiente para que recuperara la energía, lo están buscando.
—No llegará muy lejos…¿Shio está bien?
—Sobrevivirá, siento lo del golpe.
—Está bien.
Pronto el sonido de una exposición hizo que la gente comenzará a gritar y correr, tanto Kaneki como Hirako vieron de donde venía la llamarada de fuego a lo lejos un niño había prendido fuego con una botella de combustible y un encendedor de plástico.
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Habían niños oggai con dos o hasta tres capas de vestimentas de civiles que escondían su olor de hibrido infiltrados en cabra, tenían encendedores de plástico con los cuales comenzaron a incendiar todo lo que fuera inflamable en el subterráneo (basura, combustible, papel, etc.). Niños que parecían demonios al tocarlos para detenerlos sacaban kagunes parecidos al del Rey de un ojo. Hinami Fueguchi quien no había visto antes a los niños que estaban causando estragos en la guarida se sorprendía por las miradas endemoniadas que daban cuando los detenían agarrándolos de los hombros o alzándolos de las vestimentas, claro, nadie quería lastimar o matar a un niño ¿verdad?.
"¿Dónde están las familias de estos niños? ¿Quién les obliga hacer esto?" Se lo preguntaba la castaña.
Tomó con su kagune (que era parecida a la ala de una mariposa) a uno de los niños traidores que intento esconderse en un callejón estrecho del subterráneo luego de arrojar una especie de bomba casera en una parte de la guarida de cabra. Ella lo tomó por la espalda alzándolo de la ropa como si agarrara el lomo de un cachorro. El niño se agitó gritándole que lo soltara mientras su kagune surgía como cuatros extensiones que se agitaban como serpientes, en la semi oscuridad del ambiente veía los extensiones del kagune que amenazaban con cortarla, gracias a su desarrollado sentido del oído podía esquivar la mayoría de los ataques por el sonido de su atacante.
Escuchó como otro niño corrió velozmente hacia ella, pero en vez de atacarla con el kagune abrió la boca y le mordió la mano como si fuera un perro rabioso. Ella casi soltó al primer niño infiltrado que logró darle un corte a su kagune y logró soltarse de la boca del segundo y sujetarlo fuertemente del hombro, pero el mero hecho de darle una cachetada o golpear a uno de esos dos niños le daba miedo, no quería lastimarlos, pero tampoco debía dejar que lastimaran a alguien o siguieran quemando cosas. El segundo niño activo su kagune haciendo que ella temiera lo peor cuando intento atacarla.
Ayato apareció corriendo para ayudarle y en un parpadeo le dio un golpe al que la mordió bajo la barbilla haciendo que el niño cayera inconsciente desactivando su kagune. Ayato había activado su arma biológica que iluminaba el estrecho callejón con una luz parecida a la de una fogata. El primer niño seguía retorciéndose, pero desactivando su kagune mordiendo el kagune de Hinami como estuviera intentando alimentarse de ella.
—¡Sujétalo! —Gritó Ayato mientras tomaban un pañuelo húmedo que tenía dentro de la chaqueta.
Ella hizo caso apretando los dientes por el dolor y observo como Ayato en un rápido movimiento cubrió nariz y boca del niño con dicho pañuelo haciendo que este gritará frenético y menos de cuatro segundos cayera inconsciente.
Hinami desactivo su kagune que comenzaba a sangrar por la herida y las mordidas que le había recibido.
—Pequeños hijos de…—Maldijo Ayato al tomar la mano ensangrentada de Hinami para luego cortar un trozo de su playera limpiando el sangrado rápidamente.
—Gracias…¿qué sustancia le pusiste?—Dijo Hinami mirando al niño que hace poco había sujetado.
—No se como se llama pero es una especie de anestesia, hará que esté desmayado un rato, era lo último que pude tomar del cuarto de medicinas.
Ambos comenzaron a avanzar para adelantarse con los demás para poder escapar, pero Hinami regresó por los dos niños que estaban noqueados en el suelo con los rostros sucios e inocentes. Ayato la miró con incredulidad cuando los cargaba con un brazo a cada uno.
—No puedo dejarlos—Dijo ella cómo si pudiera leer la mente de Ayato.
—El incendio se expande y hay un montón de mocosos infiltrados haciendo de kamikaze, ¿qué otra razón ocupas para dejarlos?
Hinami comenzó a correr adelantándose para alcanzar a los demás, Ayato la siguió corriendo a su lado.
—Mas vale que ese par de mocosos no quieran repetirlo, dame a uno—Le dijo Ayato malhumorado, llevándose a uno de los niños bajo el brazo. Por suerte no pesaban mucho.
Debían darle prioridad a las vidas de los ghouls, con el fuego siguiéndoles fueron dirigiéndose a la salidas, con suerte lograrían cerrar las entradas de acuerdo a plan de escape, pero el mayor miedo que se tenía era que precisamente esa señal de humo se filtrará y fuera la que diera una mejor pista a los agentes del CCG que no tardaban en llegar a interrumpirles el escape.
A lo lejos Hinami vio a Kaneki correr velozmente al lado opuesto de la salida, el kagune estaba activado como una serie de cuatro pétalos de hingabana despedía un aura desesperada. Ni siquiera pudo decirle nada, nadie pudo detenerlo.
"Que noche más horrible, como cuando escapamos de Kokuria o me separe de Anteiku…" pensó Hinami con el niño híbrido todavía en brazos.
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Cuando el CCG llegó comenzando a atacar a los ghouls de cabra que estaban haciendo de guardia en la entrada del escondite Kaneki ordeno que lo más importante era sacar a los ghouls, él pidió a sus amigos que sacaran a la gente que el enemigo lo buscaba a él y que no iba a permitir que nadie más muriera por su mera causa.
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Kaneki estaba tendido boca arriba sobre un charco de sangre en el suelo sucio de la entrada del subterráneo a su alrededor estaba hecho un desastre, con montones de escombros acumulados, sangre en el suelo y armas destruidas del CCG tiradas en todas direcciones. Calculó en ese momento que la mayoría había salido a la superficie dejándolo solo con los primeros investigadores que llegaron a entrar, entre todos los combates le tocó pelear con el nuevo cegador negro del CCG Juuzou Suzuya en el cual todos los investigadores les hicieron espacio y no se movieron hasta que terminara el encuentro, ya que Kaneki no les dejaría cruzar más de donde estaban.
Pero Kaneki había perdido las piernas y los brazos, la boca le sangraba de chorros, los ojos estaban inyectados en sangre y su visión amenazaba con nublarse, su contrincante estaba a unos metros sobre el suelo de cuclillas jadeando cansado con su guadaña rota en el suelo quebrada de la hoja y salpicada de sangre, rodeados de otros agentes siendo meros espectadores de tal pelea de dos gladiadores. Había otros agentes que estaban en el suelo boca abajo cubiertos de sangre producto de la pelea contra el rey de un ojo quien en palabras de algunos había peleado como un autentico demonio.
Los agentes del CCG mezclados con niños del oggai avanzaban caminando a lado de él viéndolo de reojo atraídos por la señal de humo que indicaba donde tenían que buscar a los ghouls. Kaneki Intentaba alzar la cabeza, pero el cuerpo le pesaba una tonelada.
Furuta apareció entre filas impecable en su traje, pero los zapatos estaban manchados de sangre, sobre el rostro había unas manchas rojo oscuro en las comisuras de la boca y la barbilla como si no se hubiera limpiado el rostro correctamente después de comer. Se miraron a los ojos, las palabras en ese momento no eran necesarias como si ambos supieran lo que se dirían o lo que pensaban.
Hajime apareció junto a Furuta con el rostro y la ropa salpicadas de sangre comiendo de una barra de chocolate ya a punto de acabársela, mirando a Kaneki con gracia mientras terminaba el dulce llamándolo "Señor Nugget" con burla.
Kaneki quería creer que al menos su gente saldría con el tiempo que había hecho, pero cuando él muriera los ghouls serían los siguientes en ser cazados. Maldecía en su mente ya que no quería morir. Varios agentes llamaron a Furuta para que los acompañara, pero él les sonrió pidiendo que se adelantaran.
—Un momento…tengo un regalo—Dijo Furuta.
Nimura abrió su saco y metió su mano para sacar algo de la prenda, parecía ser un mechón de pelo, Kaneki observó todos sus movimientos el mechón estaba trenzado amarrado de ambos extremos, era de color morado oscuro; Soltó un jadeo como si reconociera a quien le pertenecía el mechón.
—¿Rize?—Preguntó Kaneki con voz rasposa apenas audible.
—Veo que todavía estás consciente Kaneki…si es de ella—Furuta sonriente se agacho agitando la trenza morada frente a él—.¿Quieres saber un secreto? Cuando ocurrió la persecución no la asesine, quería ver como te traicionaba, una lastima la verdad, pero ya sabes lo que siente ¿no?
—Ella es tu hermana—Kaneki dijo jadeando con la boca llena de sangre y la mirándolo con rabia, tosiendo sangre.
—¿Oh? Ella te lo contó—Él le sonrió como si el comentario hubiera sido divertido—.Pero ¿sabes? como soy un rey justo, te regalo este mechón de pelo de ella, disfrútalo porque será lo único y último que tendrás de ella, lo demás por derecho es mío, Rize siempre fue mía de la punta de los pies hasta el último de sus cabellos.
Furuta le arrojo el mechón a la cara para levantarse y adelantarse una última frase—.Jaque mate hijo de puta.
Fue en ese momento que Kaneki al probar su propia sangre recordó que ya había estado en varias situaciones parecida en la que todo se iba al demonio, no solo cuando quiso matar a Arima en el asalto de kokuria, si no en una situación de hace años atrás en su primer año como ghoul cuando peleo contra Arima, tuvo que recurrir a un método para recuperar energía, lo que tanto negaba hacer, pero debía hacer: Alimentarse con células RC.
"Kaneki vive…" Él rostro de su amigo Hide apareció en su mente ese recuerdo que quiso siempre borrar de cómo había terminado su mejor amigo por culpa suya, devorándole la mitad de la cara.
"Aunque este mundo sea un lugar incorrecto y retorcido, solo tienes una vida", también recordó cuando se alimentó de Rize y el sonido doloroso que hizo la última vez…¿siempre tenía que terminar así?.
Los agentes del CGG comenzaron a avanzar rápidamente todos hacia una misma dirección guiados por los niños oggai como si fueran una manada de lobos hambrientos.
—¡Hora de comer mis niños, la cena de hoy: Carne de cabra!—Dijo Furuta a lo lejos.
Kaneki estiró lo más que pudo el cuello y observó a Furuta caminar lejos victorioso junto con Hajime, sintió como una de sus extensiones salió de la cintura baja como si fuera un ciempiés gigante con una dentadura humana enorme se alzó y alcanzo a Furuta mordiéndole el hombro alzándolo. Todos los demás agentes y niños del oggai se sorprendieron al ver ese acto, Furuta cortó el kagune con su propia arma biológica haciendo que lo soltará, pero dos extensiones más salieron del cuerpo de Kaneki como si del mito de la Hidra se tratará.
"Que sabor más amargo…" Pensó Kaneki en ese momento. En un grito fuerte lleno de cólera hizo que más extensiones salieran y estas buscaran más células RC la misma calidad que tenía su parte ghoul. Su kagune como un sistema de defensa comenzó a cubrir su cuerpo para evitar los ataques que no tardaron en comenzar para intentar detenerlo.
Si los demás estaban escapando les daría más tiempo. Aunque le faltaran las piernas, los brazos, los ojos o lo que fuera seguiría peleando, pero ya no morir con estilo si no para ganarse un hueco más en el incorrecto mundo en que el vivía protegiendo a las personas que quería.
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El reloj indicaba las once de la noche. Tras una noche espantosa buscando, Sachi iba caminando descalzó dejando huellas sangrientas sobre la nieve, parte de su ropa estaba rota y ensangrentada, tenía puesta una mascara de anti gas sobre el rostro que tenía uno de los cristales de los ojos rotos comenzó a quitársela tirándola en el suelo, su rostro revelaba que tenía la barba y la boca pegajosas por la sangre que había bebido y escupido. La gente corría por el pavor de algo que había surgido del subterráneo por lo que él era ignorado. Muchos civiles todavía estaban en pijama, algunos apenas se pudieron colocar un abrigo y otros llevaban valijas o mochilas que presumían llevar cosas importantes.
El olor que había captado lo llevó a un parque con una colina alta, corrió con prisa visualizando a dos personas, la primera era la niña Kurona (con quien confundió el olor de su hija) y la segunda era un hombre con bata de Doctor que él poca veces había visto en la antigua organización del Aogiri mismo hombre fue uno de los responsables de la tragedia de su hija, el Doctor Kanou que estaba apuntándose con una pistola en la cabeza arriba de la oreja derecha en lo más alto de la colina nevada. Sachi enfadado activo su kagune para impedir que se quitara la vida.
El doctor Kanou y Kurona fueron sorprendidos cuando ese kagune rápido como una serpiente surgió de las tinieblas para tomar al Doctor de la cuello de la camisa y lo alzó como un muñeco de trapo. La pistola cayó al piso sin dispararse.
—¡¿Qué haces?! —Protestó Kurona molesta—.¡Yo lo vi primero!
—Lo siento niña Kurona, debo hablar antes con él—Dijo Sachi, su kagune se pasó al cuello del Doctor comenzándolo a apretar poco a poco.
—¿Vienes a matarme? Adelante…—Dijo el Doctor Kanou con voz ahorcada, sonriendo.
—Una persona cómo tú no merece una muerte rápida, pero antes quiero que me digas a donde se llevaron a mi hija Rize y cómo se detiene el kagune de Kaneki, si no lo haces—El kagune comenzó a hacer más presión en el cuello—.Créeme que suplicarás de rodillas que te arranque la cabeza.
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Notas finales: ¡Boom! ¡Tenemos capitulo nuevo!. Queridos lectores estamos entrando a la fase final de esta historia, no les diré cuantos capítulos faltan o a que nos enfrentamos en el siguiente capítulo. Muchas gracias por su paciencia, les mando un gran abrazo, antes de despedirme aquí una pequeña referencia:
*In the Woods Somewhere de Hozier. Bien esta canción, tiene una letra y una melodía un tanto terrorífica, porque en momentos habla de estar en una pesadilla y otras de estar en un bosque tenebroso donde algo va tras de ti como si mezclara la realidad del peligro y lo tenebroso que nos puede mostrar nuestra mente en algunas ocasiones, quizás por eso en una parte de la canción dice "Recé para que mi mente sea buena conmigo" relacionado también con el recuerdo de alguien querido para el narrador de esta canción. Todo ocurre en un ambiente nocturno ya que habla de la oscuridad de la noche, la luna blanca, despertarse de repente, etc. Ya saben que me encanta Hozier.
En fin eso sería todo, nos vemos en el siguiente capitulo. Sayonara.
