Atencion: Pokemon no me pertenece.


Una niña estaba jugando con su muñeco favorito de Banette, cosa que le molestaba a la hermana mayor ya que no podía concentrarse en platicar con su novio por teléfono al estar tratando de manera inútil ignorar los gritos desenfrenados de su hermanita; jugaba con ella como si tuviera consciencia propia ese objeto inanimado.

La mayor, ya no aguantaba más tanto ruido en la casa, hasta los padres se arrepentían de haberle comprado ese juguete a su hijita pero tampoco querían arruinarle su diversión. Pero fue el hecho que se quedó dormida el día que tenía para presentar el examen final si quería salvar el semestre, ese sería el punto de no retorno.

Un día sin importancia, tenía que deshacerte de esa representación del pokémon de tipo fantasma, así que así lo hizo; tirándolo a la basura. Pero para su sorpresa las cosas nunca volverían a ser igual.

—Valla que te diviertes, pero no recuerdo haberte comprado una muñeca de Mismagius— Comento la madre la intrigada.

—Banette dice que fue un regalo de mi hermana —respondió la niña sin dejar de sujeta a sus dos muñecos con los que tanto amaba jugar.

—Hablando de ella —ya estaba acostumbrada a que su hija tratara al muñeco como si estuviera vivo— hace dos días que no sé nada de ella, creo que iré a buscarla…


Nota del autor: Espero que les haya gustado y les deseo buenas noches.