El primero de diciembre llegó. El castillo se empezó a impregnar del espíritu navideño, todos hablaban ya de regresar a sus casas para navidad, claro que ni Liam ni Jack y por si fuera poco Emma lo harían, antes no regresaron a casa por navidad por diferentes situaciones, en su primer año, Emma se quedó por qué sus padres estaban demasiado ocupados en el ministerio, y Liam se quedó también junto con Jack. Su segundo año fue un poco diferente, está vez Jack se quedaría por qué sus padres decidieron tomarse un descanso y salir de casa, naturalmente Liam lo acompaño. Este año no había mucho que impidiese a los chicos ir a casa por navidad, pero aun así no lo querían. Cómo fuera, el 1 de diciembre era sábado, así que el alumnado tenía disponible una visita a Hogsmeade.
-…y también había como una personita hablando, pero no me contestaba – les platicaba Emma a los chicos, por el camino a hogsmeade
-sí, eso es un programa de televisión – dijo Liam despreocupadamente
-es cómo lo que me contaste la otra vez? – dijo Jack sorprendido
-no, no, eso era un cine – río Liam
-y que es eso? – dijo Emma extrañada
-pues… – pero antes de que Liam continuará su extensa explicación, alguien le tocó el hombro
-Hola! – dijo Amanda saltando enfrente de Liam
-AY! Amanda! – dijo Liam exaltado – hola
-jaja, ¿qué tal? ¿Van a hogsmeade? – sonrió Amanda
-es… obvio, ¿no? – dijo Jack viendo a Amanda confundido
-aja, pues yo también voy – sonrió Amanda y tomo a Liam del brazo – hmmm, sabes qué día es hoy Liam?
-primero de diciembre – contesto Liam sin dificultad – primero del mes, así le dicen, por qué es el primero… de un mes
-y que más? – dijo Amanda con una mirada de expectativa
-y nada más – sonrió Liam – verdad?
-Nada más – dijo Jack
-sí, no hay ningún suceso importante ni nada – sonrió Emma – solo es un día normal
-ah! Liam! – alego Amanda
-jaja, lo sé! Feliz aniversario – sonrió Liam – no me puedo creer que llevemos un año
-ah, fiu – exhaló Amanda – sí, yo tampoco, en fin, hoy quería…
-Detente ahí – le dijo Liam – ya tengo algo planeado, tu relájate
-ah sí? – dijo Amanda sorprendida – bueno… y… que traes ahí? – Amanda apunto a una bolsa de tela que Liam llevaba en su otra mano
-comida – dijo Liam moviendo un poco la bolsa
-tu comida? – dijo Amanda
-Si – asintió Liam con la cabeza – ya verás, ahora disfruta de… el aire
Así los 4 chicos siguieron caminando hacia hogsmeade, Amanda quiso ir a una tienda, pero Liam la detuvo. Siguieron y siguieron hasta el destino que Liam tenía planteado, la siempre confiable Cafetería La bruja cafetera. Entraron, la campanilla de la puerta emitió el clásico tintineo, Liam fue directamente a la barra.
-nos volvemos a ver – rio Adrel – y traes más clientes, genial
-sip – sonrió Liam – mira lo que tengo – dijo y saco una cajita de la bolsa de tela
-oh, es eso no?
-sí, es pan, pensé que sería apropiado – sonrió Liam y abrió la caja
-puedo? – dijo Adrel viendo el contenido de la caja
-adelante
-a ver… este – Adrel tomo un pan, era suave y esponjoso, tenía una pequeña cobertura de chocolate y algo de azúcar a los lados – mmm, que rico, bien, lo prometido es deuda, tomen asiento, ahora les llevo la carta
Liam le entrego la caja a Adrel, la guardo debajo del mostrador y tomo unas 4 cartas con la comida disponible. Liam y compañía tomaron asiento en una mesa que estaba al lado de las escaleras que conducían al primer piso de la cafetería, en donde había todavía más mesas. Los chicos leyeron la carta y finalmente se decidieron por algo.
-…y ya – dijo Liam finalmente
-bien… ok, ya tengo todo – dijo Adrel viendo la lista, que fue escrita por una pluma que escribía sola
-oh… una pluma a vuelapluma, genial! – dijo Amanda sorprendida
-sí, la conseguí hace poco, pensé en usarla para que me entregara las ordenes, pero ha sido difícil entrenarla, tengo que ir con ella, pero hace lo que le pido – Adrel rio un poco – oh, por cierto, a ti no te conocía, ¿quién eres?
-Amanda – respondió tranquilamente
-es mi novia – dijo Liam orgulloso – hoy es nuestro aniversario!
-oh, yo pensé que… - Adrel miro a Emma – bueno, un gusto señorita Baker. Ahora les traigo su comida
-señorita Baker? – dijo Amanda confundida – yo no… ah, ya entendí
-y dices ser Ravenclaw? – suspiro Jack
-me gusta cómo suena – dijo Emma – Amanda Baker… suena bien, ¿no?
-sí, a mí también me gusta – sonrió Amanda
-todos queremos un poco de Baker – suspiro Jack – en fin
-gracias? – dijo Liam confundido
Los chicos esperaron, no tanto tiempo, su comida llego más rápido de lo que esperaban. Un buen plato de pasta a la boloñesa fue servido para Liam y Amanda, Emma obtuvo una rica lasaña y Jack estuvo contento con un estofado. Mientras Liam y Amanda hacían una referencia a una película que Liam vio de pequeño (N.A: que no puedo escribir o me demandan), la campanilla de la cafetería volvió a sonar, curiosa, Emma vio quien entraba. La puerta se cerró y ahí estaba parada una chica alta de pelo rubio, era Raine. Fue un momento bastante incomodo, en especial por que Raine fijo su mirada en los chicos, se dio la vuelta y salió de la cafetería. Jack miro a Liam.
-no – dijo tajantemente y volvió a mirar a Amanda
El día continuo, Adrel despidió contento a los chicos después de que terminaran sus alimentos, y se siguió preguntando por que alguien entro y salió tan rápido de su cafetería. Liam y Amanda se separaron un rato de Jack y Emma. Esta última decidió dejarlo pasar, al fin y al cabo, un año era mucho tiempo. De un momento a otro, Emma se dio cuenta que su comunicación con Jack se había vuelto bastante escasa, lo noto porque ninguno de los dos estaba hablando y simplemente veían las tiendas de por ahí. Pero no podía pensar en que hablar, tal vez si fueran a esa tienda de plumas se arreglaría… oh no, Emma saco rápidamente esa línea de pensamiento de su cabeza. Tampoco quería hablar de más, ni ser la más alegre de las chicas con Jack, Erika probablemente la mataría si algo sucediera. Pero después pensó, los dos eran amigos, y ahora que Erika venía a su mente, una bombilla apareció en su cabeza y rápidamente escribió un emocionante tema de conversación en su mente, pero tenía que decirlo rápido.
-y… como vas con Erika? – dijo Emma iniciando la conversación
-con Erika? Bien, supongo – contesto Jack mirando hacia otro lado
-aja… que ha pasado? – Emma estaba interesada en la parte de la historia de Jack
-cosas – suspiro
-aja… que cosas – dijo Emma expectante e intentando elevar la conversación
-pues cosas – gruño Jack
-oye, estoy tratando de conversar contigo, es tan difícil contestar preguntas? – dijo Emma molesta
-no quiero hablar – contesto Jack cortante
-por qué no quieres hablar?
-POR QUE NO QUIERO! – grito Jack
-ok, bien, no hablaremos – Emma bufo. Hubo un silencio incomodo en el que los dos no se dirigían la palabra
-ah… estamos bien – suspiro Jack – Lyra ya es cosa del pasado
-pero la vez en Cuidado de creaturas mágicas, ¿no? – dijo Emma, estaba dispuesta a intentar hablar de nuevo
-sí, pero solo somos amigos – contesto Jack – se acabó, no había mucho interés de mi parte… supongo que me odia
-no lo creo – rio Emma – pero es complicado, deberías arreglar eso
-debería – suspiro Jack – estoy intentando con Erika, pero ha sido complicado
-y con razón – alego Emma – has tomado algunas malas decisiones
-lo se! ¡Bien! Ugh – Jack resoplo – por qué mejor no me ayudas?
-sería muy fácil, no crees? – sonrió Emma
-no se vale, yo te ayudo con Liam! – gruño Jack – te cubro las espaldas
-sí? Bueno, gracias, pero ella ya lo sabe – dijo Emma sin borrar su sonrisa
-sabe que te gusta? – Jack relajo su tono de voz
-sip, lo sabe – contesto Emma orgullosa – claro que sí tú sabrías lo que piensa Erika de ti sería genial, pero es como lo que pasa contigo y Liam, por qué tu no le has dicho nada, ¿no?
-no, pero debería, así te echo a perder tu fiestecita – río Jack
-hazlo y la torre de Astronomía parecerá el lugar más bajo del que puedas caer – contesto Emma molesta
-te gusta Liam?! – dijo una chica sorprendida detrás de ellos
-eh? Y a ti que… – Emma miro hacia atrás – ¡Raine! ¡Vete de aquí!
-lo siento – suspiro Raine saliendo de detrás de un arbusto
-por qué no te vas con los de 5to o algo así? – resoplo Emma
-bueno es que no hablo con nadie de 5to… con nadie en general… – suspiro Raine – además yo voy en cuarto
-no tenías 15? – dijo Jack confundido – eso me dijo Liam
-mentí – dijo Raine con una sonrisita – tengo 14, aún que de todos modos cumplo 15 en febrero…
-ugh, pues ve, búscate a alguien con quien hablar – dijo Emma y volteo su mirada – y así quieres que Liam te perdone, que mal
-tú crees que no lo eh intentado?! – gruño Raine
-ven con nosotros – dijo Jack sin cuidado – eso diría Liam
-puedo? – Raine dibujo una sonrisa de esperanza en su cara
-no – contesto Emma
-Emma! Está bien que venga – le dijo Jack – no creo que pase nada de todos modos, vamos
Raine se acercó rápidamente a ellos, en específico se quedó cerca de Jack, por qué Emma la miraba de mala manera.
-hum… quieren… quieren cerveza de mantequilla? – dijo Raine nerviosa
-si tú pagas – dijo Emma cortante
-ok… – suspiro Raine
Los 3 fueron a las tres escobas. Era un poco extraño ver a una chica tan alta junto a unos chicos de estatura normal. Aún que de verdad Raine no fuera tan alta, la diferencia era notoria, de hecho, Denise era fácilmente casi de la altura de Raine, llegando a su nariz solamente, a diferencia de los demás, que le llegaban debajo del cuello. Pero Denise no estaba ahí, Emma extrañaba el rubio dorado de Denise, ese color amarillo le daba palmaditas de cariño a su vista, sin embargo, después veía el rubio pálido de Raine y le pasaba todo lo contrario, aparte de que el cabello de Raine se notaba descuidado, en contraste con el bien peinado y cuidado cabello que tenía hacía unos días antes de que Liam se desligara de ella. Aún que en el fondo Emma tampoco culpaba a Raine de no tener nadie más con quién hablar, si no hubiera sido por Liam, Emma seguiría el mismo camino que su compañera.
Y al parecer fue eso exactamente lo que pasó. Por qué Raine no dejo de hablar de Liam en todo el tiempo que esperaron su cerveza de mantequilla. Tampoco es como si a Emma no le gustará hablar de Liam, es más que obvio que le gustaba, pero no precisamente hablar de eso con una chica que le plantó un beso en la mejilla a Liam.
-Claro, claro, lo entiendo – decía Jack escuchando a Raine
-y luego esas raras vinieron y me colgaron! – contaba Raine con lágrimas en los ojos
-su cerveza de mantequilla – dijo la tabernera dejando las cervezas de mantequilla en la mesa
-gracias – dijo Raine sollozando y dando el dinero
-Ok, bien, ¿pero Liam te… eso? – pregunto Emma tomando su cerveza de mantequilla
-algo – sollozo – es que es tan chiquito y bonito y tierno, le gustaba mucho cuando le contaba alguna historia
-yo no diría que es así… – dijo Jack
-es tierno – dijo Emma
-Ja, le conté que una vez me enfrenté a ese tonto de Potter, y le dije que había salido victoriosa – sonrió Raine
-lo hiciste? – pregunto Jack dándole un trajo a su cerveza de mantequilla
-no… – Raine bajo la mirada – pero no podía dejar que Liamsito pensara que era una chica solitaria común y corriente
-Liamsito? – dijo Emma con una expresión de desagrado
-sí, por qué está chiquito – dijo Raine sonriendo y haciendo un gesto con su mano – está haciéndose un animago, seguro que cuando termine resulta ser un animalito bonito
-No estés tan segura – le dijo Emma – Liam puede ser muy fiero cuando se enoja y eso, ¿verdad Jack?
-sí, y le lanza Flipendo a toda potencia a lo que sea que le moleste – añadió Jack
-lo sé – suspiro Raine – me lanzo un Flipendo, pueden creerlo?
-duelen, ¿no? – dijo Emma, quién también había sufrido los estragos de un Flipendo de Liam
-bueno, podría haber una manera en la que pudieran saber cuál sería el animal en el que se convertiría Liam – dijo Raine – una vez en la biblioteca vi un libro de encantamientos, estaba puesto muy alto, pero lo pude alcanzar… ejem, como sea, ahí mencionaban un encantamiento, el encantamiento patronus
-qué es eso? – dijo Emma sorprendida
-aparentemente sirve para defenderse de dementores, los han visto en clase? Supongo que sí, el año pasado nosotros lo vimos – contó Raine
-no, le preguntaré al profesor Forker – dijo Emma curiosa
-bueno, pues eso serviría… pero… y Liam? ¿No estaba con ustedes? – Raine se dio cuenta de eso muy de repente
-Si, está con Amanda – contesto Emma
-quien es Amanda? – Raine tomo de su cerveza de mantequilla
-su novia – dijo Jack
-Liam tiene novia?! – Raine se quedó estupefacta – es… es aquella rubia?
-no jaja – río Jack – ella es Denise, Amanda es castaña y siempre usa una coleta
-oh… bueno… – suspiro Raine – a todo esto… como se llaman?
-Liam no nos nombró? – Jack miro confundido a Emma
-bueno, es que Liam no me contaba muchas cosas, le gustaba escuchar – Raine sonrió débilmente
-ya veo… - suspiro Jack – bueno, yo soy Jack Archer
-Emma Brown, slytherin, buscadora, te suena?
-sí, sí, me lo dijiste… no veo mucho Quidditch – dijo Raine – cómo no tengo con quien ir…
-vaya… - Jack se quedó viendo su cerveza de mantequilla
Mientras los chicos hablaban, Liam y Amanda estaban teniendo un muy buen día. Pasearon de aquí a haya. Amanda le dijo a Liam que esperara un momento sentado en una banca, cuando regreso ella tenía algo en las manos.
-Cierra los ojos! – le decía Amanda contenta
-ok, ok, los cierro – río Liam y cerró los ojos, de repente Liam sintió un peso en sus manos – ya?
-Si – contesto Amanda expectante
Liam abrió los ojos, en sus manos vio una bolsa de papel de color azul, aparentemente tenía un regalo adentro.
-ábrelo – sonrió Amanda
Liam quitó la cinta con cuidado, adentro vio un bonito peluche, era un gato naranja y junto había un juguete, Liam lo tomo, una cuerda estaba atada a un palo de plástico y al final de la cuerda había un cascabel.
-es para aura – sonrió Amanda – pensé que le gustaría, dijiste que no tiene juguetes
-sí, así es – sonrió Liam y ajito el palito, el cascabel sonó – jaja, si, le gustará
-oh, y también tengo otra cosa – Amanda saco otra bolsa, está vez de color verde – es tu color favorito, ¿no?
-sí, lo es – río Liam y tomo la bolsa
Nuevamente quitó la cinta, adentro había dos cosas, una bufanda roja y una carta. Liam saco la bufanda.
-pero esta es tuya – dijo Liam sorprendido
-lo sé – sonrió Amanda – pero te gusta mucho, así que ahí la tienes, yo me comprare otra luego
-ay, gracias – sonrió Liam y se puso la bufanda, todavía olía a Amanda – y esto? – dijo sacado la carta
-es… una carta… – dijo Amanda sonrojada – yo la escribí
-ah sí? – sonrió Liam
-sí, yo… la escribí… el año pasado – Amanda miraba tímidamente a Liam – al principio del segundo año, descubrí que me gustabas! Y… la escribí… quería dártela, pero me daba mucha pena, pero creo que es tiempo
-Amanda… - Liam vio sorprendido el sobre, tenía apariencia de haber sido guardado bajo un libro, abrió el sobre y saco un papel, estaba algo amarillo – puedo?
-Si, adelante – sonrió Amanda
Liam le devolvió la mirada, luego, poso su mirada en la carta, estaba algo nervioso por leerla, pero finalmente lo hizo. Decía:
"Hola Liam, sé que es algo posible que esté yo enfrente de ti mientras lees esto, pero por favor, ¡no me mires! Estaré demasiado sonrojada. Escribo esto por qué no se si tenga el valor de decírtelo, tampoco sé si tendré el valor de darte está carta. ¡El tema es, que te amo! Me gustas Liam. El primer día de clases estaba muy feliz de verte en defensa contra las artes oscuras, ¡no me podía contener de la emoción!, No sabía por qué, durante las vacaciones pensé en ti, pero en cuanto te vi de nuevo algo dentro de mi hizo click, como si no te hubiera visto durante años. Y está mañana me dijiste que te gustaba como hablaba. ¡Sentí tanta emoción! ¡Quería decírtelo ya! ¡Quería decirte que me gustas mucho! Y te quiero abrazar y decírtelo. ¡Y tampoco quiero que dejes de dormirte en historia de la magia! ¡Por favor no hagas caso a lo que te dije hoy después de la clase! Por qué siempre me pides que te explique la clase, y cuando vamos a la biblioteca y lo hago me pones toda tu atención, ¡me miras con esos ojos que me gustan tanto! Y solo estamos tu y yo, me gustaría que solo estuviéramos tu y yo. Por favor, no me odies si no me quieres como yo a ti.
Te amo
Amanda Hill
Pd. ¿Te gustaría salir conmigo?"
Liam se quedó sin palabras, vio a Amanda, efectivamente, estaba roja como un tomate.
-te dije que no me miraras! – dijo Amanda sonrojada
-jaja, si, la respuesta es si – sonrió Liam
-Sí? – Amanda miro a Liam con ilusión
-sí, me gustaría salir contigo – sonrió Liam y le dio la mano a Amanda
-ay, Liam – dijo Amanda con una lagrimita de felicidad saliendo de su ojo – te quiero
-Yo también – Liam se acercó a Amanda y le dio un fuerte abrazo, después los dos juntaron sus frentes y cerraron los ojos
Durante todo este tiempo, ni Liam ni Amanda habían tomado la iniciativa de darse un tercer beso que no fuera en la mejilla. Hasta ese momento los dos habían vuelto solamente a darse pequeños besitos en las mejillas. Pero está vez, nuevamente, sus labios se tocaron. Miles de fuegos artificiales estallaban dentro de Liam, quería acercarse más a Amanda, los dos querían eso, se abrazaron más fuerte. Sus labios se separaron y los dos se vieron a los ojos, volvieron a acercarse y sus labios nuevamente entraron en contacto.
-te amo – sonrió Liam – Amanda Baker
-voy a esperar con tantas ansias el día en el que me llame así – sonrió Amanda
Liam y Amanda permanecieron abrazados. No querían soltarse, sabían que tenían que, y que había que regresar con sus amigos. Mientras tanto, adentro de la tienda de enfrente, una señora regordeta miraba a los muchachos con su esposo al lado, un mago de su misma edad con alguna que otra cana en su cabello.
-por qué no podemos ser así Jimmy? – suspiro la señora
-claro que podemos – sonrió su esposo y la tomo de la ancha cintura – tenemos 3 hijos, creo que lo fuimos mucho jaja
-Jimmy! – río la señora
El día continuo, después de eso, Liam y Amanda tenían muchas ganas de una rica cerveza de mantequilla. Se levantaron y Liam tomo las bolsas de sus regalos en la mano izquierda, con la derecha tomo a Amanda. El cielo era azul, un azul hermoso, aún que un poco decolorado por el paso del día. Liam recibo la pregunta "y mi regalo?" de Amanda, pero él ya lo tenía previsto, le dijo que esperara a la noche. Entraron a las tres escobas, el pub estaba cálido y como siempre, había gran cantidad de magos y brujas adentro, claro está acompañados de alumnos de Hogwarts.
-2 cervezas de mantequilla por favor! – pidió Liam apenas se acercó a la barra, después empezaron a buscar asiento.
Mientras, en otra parte del pub. Raine seguía hablando animadamente sobre que quería decirle a Liam una vez le perdonará. La mesa estaba ya llena de 5 tarros vacíos, todos ellos habían sido vaciados por Raine.
-y voy a… le voy a decir una cosa – decía Raine adormilada – mmm, tú sabes cuál es?
-no… – Jack miraba a Raine con algo de confusión, repulsión y gracia
-pues le voy a decir que es un perfecto cabello, y que tiene muy bonito Hufflepuf – reía Raine
-Liam es gryffindor – le dijo Emma exasperadamente
-ah sí? Pues… hip… pues que bueno es – río Raine y tumbó su cabeza en la mesa – zzz
-La perdimos – suspiro Jack
-yo no me voy a quedar aquí hasta que despierte – dijo Emma mirando el cabello de Raine – y… mira!
-que? – Jack miro hacia donde Emma estaba apuntando – oh, bueno será un problema si ve a… ella
-sí, cállate! – susurro Emma y bajo la cabeza, ocultándose tras un tarro de cerveza de mantequilla vacío
Liam y Amanda se sentaron en una mesa algo alejada de ellos, sin embargo, tenían una vista bastante cómoda de los dos chicos, lo cual era un problema, por qué si se levantaban y se iban Liam los vería y se les acercaría, y vería a Raine dormida. O si Raine despertaba, correría adormilada a los brazos de Liam, quién no la recibiría muy bien.
-am… ñom… zzz – Raine dormía, hasta que dejó de hacerlo – mmm, que vamos a… hm, buenos días chicos
-cállate! – le susurro Emma agresivamente
-Eh? ¡Por qué me… ah! – Raine levantó la mirada y vio a lo que tenía que ver
-Siéntate! – le dijo Jack
-voy a… – pero Raine volvió a caer dormida, afortunadamente
Así que los chicos esperaron y esperaron. Hasta que finalmente Liam y Amanda se levantaron y se fueron. Esperaron un poco más y trataron de despertar a Raine, lo lograron después de unos minutos. Los dos fueron cargando a la chica de vuelta a Hogwarts, quería irse a dormir y constantemente caía sobre los hombros de los chicos.
Cuando la noche llegó, Liam subía junto con Amanda a la torre de Astronomía, uno de sus lugares favoritos para estar. Al llegar observaron el cielo, la luna ya estaba en lo alto y las estrellas brillaban como si Liam fuese su cómplice y quisieran lucirse.
-hace un año – dijo Liam después de unos pequeños minutos viendo el cielo – yo te cité aquí
-lo recuerdo – sonrió Amanda – me dijiste que…
-tú eras mi tipo de chica – río Liam y miro a Amanda – bueno, lo eres
-si jaja, eso dijiste – Amanda también volteo a ver a Liam
-y te di un saco de galletas – sonrió Liam
-me gustaron bastante – río Amanda
-gracias jaja, y… ahora – Liam saco algo de su chaqueta – te doy esto
-que… es? – Amanda tomo el regalo, era una cajita, la abrió y dentro vio un sujetador de cabello, era de color amarillo y brillaba un poco – un sujetador
-si – dijo Liam emocionado – circumrota – dijo y movió su varita, Amanda se dio la vuelta repentinamente
-oye! – Amanda se rio
-lo siento jaja – Liam guardo su varita y después puso sus manos en la coleta de Amanda, le quitó la liga para el cabello de color roja que tenía y el pelo de Amanda callo
Era la primera vez que Liam veía el cabello de Amanda suelto. Amanda se dio la vuelta sonrojada. Liam la vio, era aún más bonita con el cabello desatado.
-ahora… tienes que… – Liam indicaba torpemente a Amanda en donde poner el broche
-ya lo entendí jaja – Amanda se acomodó el cabello, se dio la vuelta y le pidió a Liam que le colocará el broche
-listo… – dijo Liam cuando el broche estuvo bien puesto, Amanda quitó las manos
Ahora Amanda tenía una pequeña coleta, que era la unión de parte de su cabello, terminando y uniéndose de nuevo al cabello suelto de Amanda
-qué te parece? No será perfecto, supongo que mañana lo haré mejor cuando me vea al espejo – sonrió Amanda y volteo a ver a Liam
-me encanta – sonrió Liam totalmente encantado – me gusta cómo te ves con el pelo suelto
-ah sí? Era divertido tener coleta jaja – sonrió Amanda
-me gustaba como iba de un lado a otro, como un péndulo – río Liam – pero… tenía algo que preguntarte
-aja… dime – Amanda lo miro extrañada
-me gustas – sonrió Liam – te gustaría salir conmigo?
-ay, jaja – río Amanda – sí, me gustaría, mucho
-genial, salgamos entonces – Liam se acercó a Amanda – estoy muy feliz de estar contigo
-y yo – Amanda abrazo a Liam – quiero estar contigo, lo quiero – dijo con lágrimas en los ojos, apretó más los brazos
-lo haremos – Liam también abrazo a Amanda
Los dos miraron a la luna, y se quedaron ahí un buen rato. Al día siguiente, Amanda llegó al desayuno ya con su nuevo estilo de peinado, claramente mejor hecho que el de la noche anterior, ah Liam le gustó aún más.
-wow, te queda muy bien – le dijo Emma a Amanda pasando sus dedos por su cabello
-gracias – dijo Amanda con una risita
Pero los días continuaron, y Emma le recordó a Amanda su plática sobre Ilvermorny. Ella quiera hacerlo, pero no estaba segura, si tan solo pudiera saber con más certeza… pero no podía saber. Al final, se lo dijo, poco antes de las vacaciones de Navidad.
-que? ¿Es… es enserio? – dijo Liam muy sorprendido
-sí, lo siento – suspiro Amanda, no podía ver a Liam a los ojos
-pero… pero… no, no es posible – Liam retrocedió – no! Es una broma, ¿no? Ja, me tienes, ¿verdad?
-no lo es – respondió Amanda – pero Liam, entiende! ¡No es mi decisión! ¡Yo no me quiero ir!
-entonces de quién es? – dijo Liam algo molesto
-de… mi padre, supongo – suspiro – mira, el ah estado muy ocupado con su trabajo en la MACUSA y no puede estar viajando de aquí a haya
-MACUSA? ¿Qué rayos es eso? – dijo Liam notoriamente exaltado
-El ministerio… de Norteamérica… pero no importa eso ahora! – Amanda dio un pequeño pisotón – Liam, te lo juro, no quiero irme!
-te… te creo, pero… enserio no hay otra opción? – Liam empezó a hablar con la voz quebrada – quiero decir, es Hogwarts, estamos casi un año aquí, él puede venir en verano y regresar, ¿no?
-lo se! Pero… no se si pueda – suspiro Amanda – de todas formas, todavía no es seguro que me vaya, puede que no lo haga
-Espero que no te vayas – a Liam le empezaron a salir algunas lágrimas – por favor, no lo hagas – se acercó a Amanda y le dio un fuerte abrazo
-hare todo lo posible por no irme Liam, voy a hablar con papá sobre eso en navidad – dijo Amanda correspondió a su abrazo
-No! ¡No quiero que te vayas por Navidad! – Liam abrazo a Amanda más fuerte – por favor quédate
-tengo que ir – contesto Amanda – no puedo decírselo por lechuza
-no quiero – lloro Liam
La pena de Liam se hizo mayor conforme pasaban los días, unos pocos fueron suficientes para que todos se fueran a casa para navidad, Liam se quedó. Aún que tenía de compañía a Emma y Jack, Liam se sentía solo, vacío, la noticia no le había hecho ningún bien. Hablo con la profesora Amelia, quién lo consoló, Liam pudo entender un poco más la situación después de eso, pero aun así se sentía muy afligido, solo quería que navidad terminará y que Amanda regresará.
Navidad llegó, Liam, apenas terminó de hacer su hechizo de todos los días, empezó a ver sus regalos, varios de su madre, unos dos de su padre… Raine le regaló algo, lo abrió, era una colección de mini-escobas de vuelo. Jack le dio un bonito gorro de color rojo que hacía juego con la bufanda que Amanda le regaló. Y hablando de ella, Amanda le regaló una agradable carta en donde le decía que su padre trataría de ver qué hacer y que la posibilidad de irse se había reducido gracias a qué un caso se resolvió, y también le regaló un libro sobre cómo hacer helados variados. Emma le regaló un bonito peluche, hecho por ella misma, de un hipogrifo. Emma tuvo que esconder las manos detrás de unos guantes, realmente le costó cocer.
-hola – dijo Liam enfrente de alguien, una chica
-eh? Que pas… ¡Liamsito! – dijo Raine sorprendida
-no fuiste a casa por navidad? – le dijo Liam con voz sería
-no, bueno, es que… papá no iba a estar… - suspiro Raine
-ten – Liam le extendió una bolsa decorada con pinos y colores navideños
-es… un regalo?
-sí, tómalo – dijo Liam mirando a Raine
-g… gracias Liam – sonrió Raine y tomo la bolsa
-feliz navidad – dijo Liam, se dio la vuelta y empezó a caminar
-yo… espera! – Raine se levantó del suelo, Liam se detuvo – gracias por el regalo, pero… me gustaría que mi regalo fuera… que me perdonarás
-No… – dijo Liam
-ok… - suspiró Raine, pero Liam volteo a verla
-No terminaste de hablarme de El dragón y el fantasma – le dijo con una sonrisa – voy con mis amigos, ¿por qué no me cuentas sobre el libro en el camino?
-oh… yo… claro, gracias Liam – sonrió Raine y se apresuró a ir hacia Liam
-ah, por cierto, no vuelas a mentirme con tu edad – río Liam
-ja, claro – sonrió Raine
-bien, creo que ya conoces a Jack y a Emma – dijo Liam y metió las manos a las bolsas de su abrigo – voy a cocinar algo, has probado el pavo de navidad?
-si – respondió Raine contenta
-genial, lo cocinare para la cena de hoy – dijo Liam contento
Así los dos fueron con Emma y Jack, quienes estuvieron muy sorprendidos al ver a Raine con Liam. Por la noche el profesor Richard organizo una fiesta de navidad, en la que Liam obviamente asistió, llevo como invitada a Emma, quién de todos modos iría. Después de eso, el año nuevo llegó, y Liam estuvo listo.
