Luffy


One Piece pertenece a Eiichiro Oda


Día 2 - Luffy llegando y posando para la alfombra roja


Luffy había bajado la ventanilla de la limusina y había sacado la cabeza para ver el sitio a donde iba.

Tenía una enorme sonrisa en el rostro, feliz por todos los puestos de comida y sorprendido por toda la gente y luces que había.

Salió de la limusina y se colocó bien el sombrero.

Levantó los brazos hacia arriba y gritó:

— ¡Yo voy a ser el Rey de los Piratas!

— Bien dicho, chico. — sonrió el espíritu de Roger sonriendo al lado de Shanks.

— ¡Sombrero de Paja! — Buggy estrujo su vaso sorprendido de verle.

— ¡Ese es nuestro Luffy! — Shanks, Benn Beckman y Lucky Roux brindaron en su honor.

— ¡Ese es mi hermano! — el espíritu de Ace revolvió el pelo de su hermano.

— ¡Así se habla, Luffy! — Sabo levantó una copa de sake en su honor.

Dragon sonrió, desde el rincón donde estaba escondido el Ejército Revolucionario.

Los flashes no tardaron en llegar.

— Luffy, el Sombrero de Paja, pose para nosotros.

— Mmm…

El capitán de la tripulación de los Sombrero de Paja miró sorprendido a todo el personal de prensa. Pero se animó enseguida, haciendo diferentes poses de combate. Apretando los puños como si fuera a dar un puñetazo. Después, se giró a un lado y alargó un brazo como si fuera a lanzar un golpe con su fruta del diablo. Por supuesto, los periodistas estaban encantados haciendo fotografías.

Luffy vio a sus amigos en una misma mesa con sus seres queridos.

— ¡Chicos! — los saludó Luffy.

Pegó un enorme salto, sujetándose el sombrero para evitar perderlo y se situó encima de la mesa de sus amigos.

— ¡Qué bien que ya hayáis llegado! — sonrió. Entonces, se fijó mejor en las otras personas que había en la mesa. — Kaya, los niños, el hombre con la cabeza de oveja, el tío del molinillo y el jefe del restaurante de Sanji y…

— Él es mi maestro, Koushirou. Estudié en su dojo durante gran parte de mi vida. — Zoro presentó a su maestro a su capitán.

— Es un placer conocerte, Luffy. — contestó Koushirou.

Luffy inclinó la cabeza y se fijó en el hombre que había al lado de Usopp.

— ¡¿Ya-Yasopp?! — casi se cae de la mesa.

— Hola, Luffy. Cuanto tiempo. — saludó Yasopp.

El capitán pirata enseguida recuperó su sonrisa y se sentó al otro lado de Yasopp.

— ¿Habéis venido toda la tripulación, Yasopp? — preguntó Luffy.

— Sí. ¿Te gustaría ver al jefe, Luffy? Debe de estar por aquí con Beckman y Lucky.

— Me encantaría, pero entonces, Shanks y yo no cumpliríamos nuestra promesa. — Luffy habló en un tono más serio colocándose el sombrero.

— El jefe dijo lo mismo.

— ¡Oye, Yasopp! ¿Usopp te ha contado cómo defendió su isla de una tripulación pirata él solo?

— ¡Ay, no, Luffy! ¡Qué vergüenza! — Usopp se tapó la cara con las manos y agachó la cabeza en señal de vergüenza. — Además, fuiste tú quien derrotaste al capitán Kuro… y Zoro derrotó a los hermanos Nyaban.

— Pero tú salvaste a Kaya y a los niños del tío hipnotizador… Y tú desde el primer momento quisiste defender a tu pueblo, antes de que nos ofreciéramos a ayudarte.

— Ay, Luffy… — Usopp se movió, rojo de vergüenza y agachó su cuerpo escondiendo la mitad de él en la espalda de su padre.

— Ay, hijo, siéntate bien. — Yasopp incorporó a su hijo y le quitó las manos de la cara. — Estoy muy orgulloso de ti. — le dijo.

Usopp se quedó sin palabras. Luffy estalló en sonoras carcajadas. Nami susurró a Zoro y a Sanji al oído:

— Jamás había visto a Usopp quedándose sin palabras.

— Es lo que pasa cuando la persona que más admiras te suelta un alago. — contestó Sanji.

— Y más cuando te dice que está orgulloso de ti. — añadió Zoro.

….

Ace se situó al lado de Luffy y le revolvió el pelo a su hermano menor antes de dirigirse a la tripulación del Sombrero de Paja.

— Muchas gracias por cuidar de mi hermano pequeño todos estos años. Ya os lo agradecí una vez en Arabasta y ahora vuelvo a hacerlo. Y os doy las gracias por estar con mi hermano pese a los comederos de cabeza que pueda daros. — comentó inclinándose ante ellos.

Rouge puso las manos en los hombros de su hijo con lágrimas en los ojos. Roger se acercó a ellos y sobó la espalda de su esposa para consolarla. Para ambos fue muy duro no haber podido estar en la vida de su hijo, excepto como fantasmas.

— ¡LUFFY! — una mujer robusta, pelirroja, con un cigarro en la boca y lágrimas en los ojos se acercó hacia él.

— ¡Dadan! — Luffy la abrazó también empezando a llorar.

— Dadan, gracias por haber cuidado de mí todos estos años y haberme amado como si fuera hijo tuyo. — Ace se inclinó ante Dadan llorando y después la abrazó a ella y a Luffy.

….

— ¿No vas a ir con ellos? — le preguntó Koala a Sabo en el rincón donde estaban escondidos los miembros del Ejército Revolucionario.

— No, no quiero poner en peligro nuestra ubicación.

Dragon, Ivankov, Koala y Sabo sonrieron mirando a Luffy interactuando con los suyos.


Espero haber hecho justicia a Luffy.

Comentad en los comentarios qué llegada a la alfombra roja os ha gustado más.

Hasta la próxima