Los personajes de esta historia pertenecen a la increíble Stephanie Meyer, la trama pertenece a la asombrosa autora CaraNo, Alepattz la tradujo, sullyfunes01 es nuestra prelectora, yo tengo el permiso para publicarla.

Thank you CaraNo for allowing us to share this amazing story in Spanish!


38 - LONDRES EN ENERO

Whistler POV

"Cariño, ¿puedes meter la mano en el bolso donde están los pasaportes?", pregunto antes de meterme tres o veinte papas fritas en la boca. Me encanta McDonalds.

Es todo lo que he estado haciendo desde que salimos de Italia; comer. ¿Qué?, soy un niño en crecimiento. Necesito alimento.

"Aquí hay ocho pasaportes", me dice con la bolsa de viaje en el regazo.

Lleva un pijama en el todoterreno, por cierto. Rosa claro... pantaloncitos cortos, y una de mis sudaderas con capucha. Chica rara. Ni siquiera me hagas hablar de las zapatillas de conejo mullido en sus pies. Cada vez que parábamos en un área de descanso para estirar las piernas, ella caminaba con sus pantuflas. Demasiado linda, te digo.

"Lo sé", me trago las papas fritas, "y ahora necesito que encuentres uno que diga Marie McCarty y otro que diga Anthony McCarty. Estamos casi en Calais y van a querer ver papeles". Entonces le doy un buen mordisco a mi cuarto de libra. "El pasa-te ti-e mar-do afue-a Anfony."

"Mastica, traga, habla".

Cierto. Siempre lo olvido.

"Muy bien, he encontrado los pasaportes", dice antes de volver a acurrucarse a mi lado. Le beso la cabeza. "Despiértame cuando lleguemos".

Me río entre dientes. "¿A Calais, Dover o Londres?"

"Calais", bosteza. "Me toca conducir después".

Testaruda.

Insiste mucho en que debo dormir un poco.

No es que haya estado despierto mucho tiempo. Diablos, después de quedarme dormido a las afueras de Cerveteri, me apagué como una maldita luz y no me desperté hasta que estuvimos a mitad de camino a través de Francia. Bella había conducido todo el camino, parando solo para cargar combustible y fumar un par de cigarrillos. Ah, y una ensalada asquerosa. Mi esposa no rechaza una buena hamburguesa, pero dice que está harta de la comida rápida. Lo sé, es rara. ¿Cómo puede uno cansarse de la comida rápida? Quiero decir... en serio. ¿En serio? Sí. Pero entonces dijo que iba a empezar a cocinar comida de verdad para mí, y... No tengo ni idea de cuándo fue la última vez que comí comida casera. Así que mantuve la boca cerrada. Porque sé -desde mis primeros días en Forks, cuando acechaba a mi chica- que tiene habilidades en la cocina.

Estoy divagando.

He dormido mucho.

Pero quiere que duerma más.

*O*O*O*

Cuando por fin llegamos a Inglaterra, no hay forma de que pueda dormir.

Tengo que decir que me emociona estar de vuelta, y hacía tiempo que no venía por aquí. Diablos, el año pasado estuve en prisión... También lo estaban Emmett y Liam, lo que significó que nuestro viaje anual al Reino Unido se canceló. Pero ahora estamos de vuelta, y no puedo esperar para ponerme al día con mi. Claro, no estamos de acuerdo en lo que se refiere a la organización, y en mi opinión es un cabrón por meterse en algunas mierdas, pero... seguimos siendo familia, y al fin y al cabo crecimos juntos.

"Bueno, esto se está llenando demasiado para mi gusto", murmura Bella mientras toma la siguiente salida. Sé que está ansiosa por salir del coche. Le dije que aquí se conduce por el otro lado de la carretera, pero se mostró testaruda y dijo que podía arreglárselas. Resulta que no puede. La autopista entre Dover y Londres estaba bien, pero ahora se está volviendo loca.

No es que la culpe. He conducido aquí muchas veces y sé cómo se conduce en Londres. Necesitas habilidad, paciencia y reflejos rápidos. Bella obtuvo su licencia de conducir hace unos meses. No quiero que conduzca por el centro de Londres, así que me voy ahora, antes de que pueda echarse atrás.

"Hay una gasolinera justo ahí", digo, señalando a nuestra izquierda. "Relájate y mira a ambos lados antes de girar".

"A ambos lados, a ambos lados", murmura, haciéndome reír mientras sus ojos están en todas partes, comprobando si hay tráfico.

"Ya puedes girar, princesa. Está despejado". Por suerte, es más de medianoche, lo que significa que el tráfico no será pesado hasta que lleguemos a las partes más céntricas. Porque en Londres, siempre hay tráfico. "Bien, y... no. No esa salida. Tenemos que dar la vuelta, porque esa es para entrar-"

"¡De acuerdo, ya lo tengo, Edward!", suelta.

No te preocupes, no me reí. Soy bastante protector con las joyas de la familia, porque quiero tener hijos algún día.

Así que... Bella en una rotonda en Inglaterra... Sí, buenos tiempos.

La rodea dos veces antes de tomar la salida correcta hacia la gasolinera.

"Ni una palabra", advierte.

Ni una palabra. Ni una palabra.

Al final, acabamos en la gasolinera... y Bella estaciona en el lado equivocado de los surtidores.

"Cambia conmigo", gruñe antes de salir del coche.

Después de cerrar la puerta de un portazo, irrumpe en la tienda, seguramente para comprar cigarrillos, porque se nos han acabado. Y supongo que ahora necesita calmarse. Pobre chica.

"¡Bella!" La llamo mientras camino alrededor del coche. Se detiene justo antes de entrar en la tienda y me mira por encima del hombro. Dios, está buena cuando se cabrea. "Cómprame una Murphy's, ¿quieres? Ah, y papas fritas. Sal y vinagre".

Me fulmina con la mirada. "Un poco difícil para mí comprar cerveza, ¿no te parece?"

Frunzo el ceño, confundido... antes de recordar que ella aún no ha vivido nada parecido en Europa. Siempre he sido yo el que compraba, al menos ahora que estamos de viaje. Y antes, siempre nos enviaban cosas.

"Aquí no tienes que tener veintiún años", le digo, llegando al lado del conductor. "En la mayoría de los países de Europa el límite es a los dieciocho".

"Huh. De acuerdo, entonces... ¿Murphy's y...?"

Sonrío. "Papas fritas con sal y vinagre".

*O*O*O*

"Edward al habla", respondo, acunando el teléfono entre la mejilla y el hombro.

"Bienvenido a Londres, primo", oigo que me saluda Liam.

Sonrío. "Sláinte, bro. ¿Dónde estás?" Doy la vuelta en Marble Arch, sonriendo a Bella, cuyos ojos están pegados a las vistas. Menos mal que no vamos hacia la derecha, porque ahí está Oxford Street. Nada de compras para mí, gracias. En vez de eso, giro a la izquierda y acabamos en Bayswater Road.

"Bueno, le dijiste a Em que nos encontraríamos en tu flat (1), así que ahí estamos. Adivina qué, la puerta está cerrada".

Me río entre dientes. "Diez minutos. Estamos en Speaker's Corner. Por cierto, ¿cuántos son?"

"¿Qué parque es ese, cariño?" susurra Bella, mirando por mi ventana.

"Hyde Park", murmuro.

Tomo nota mentalmente de llevar a mi mujer a hacer turismo mientras estemos aquí. Nunca tuvo la oportunidad de ver Roma, pero vamos a estar en Londres durante meses, así que espero que ahora tengamos tiempo. Además, quiero salir con mi esposa.

"Somos Alec, Ness, Em, Rosalie – una escupefuego, es esa - Ford, James, Adam, Eric, la pequeña Autumn, y mi propio equipo; Chris, Joseph, Mac y yo".

Asiento pensativo. "¿Y Sam?"

"Todavía en el hospital en Francia por unos días más."

Me lo imaginé.

"Vendrá un médico a revisarte por la mañana, para que lo sepas".

Bien.

Lo necesito, carajo.

"¿Cómo estamos con los coches? Quiero un coche inglés mientras esté aquí", añado, mirando por el retrovisor.

"Siete Rovers a prueba de balas nos esperan en mi garaje en Camden."

"¿Vidrios oscuros?" Pregunto.

Con el CCTV (2) en Londres, queremos permanecer tan invisibles como podamos durante el mayor tiempo posible.

El mayor tiempo posible.

"¿Por quién me tomas, primo?", se ríe.

Me río entre dientes. "De acuerdo. Nos vemos en cinco".

*O*O*O*

Tengo que reírme cuando por fin llegamos a mi flat en Bayswater. Todavía es de noche y tenemos a unas diez personas esperando en las escaleras del edificio. La mayoría de ellas, buscadas por diversos delitos en todo el mundo.

"¿Cómo está la pierna, hermano?" Em me pregunta mientras camino alrededor del todoterreno para abrirle la puerta de Bella. "Espero que te la hayas curado".

Sonrío. "Bella lo hizo. Se aseguró de que no se infectara. Por cierto, también me alegro de verte". Volviéndome hacia mi mujer, le digo: "Vamos a presentarte, ¿bueno?"

Se ríe entre dientes, cansada y feliz a la vez. Por esto último es por lo que vivo. El hecho de poder hacerla feliz con la única vida que puedo darle lo es todo para mí.

"Muy bien, ¿dónde están los otros bastardos irlandeses?" Ella sonríe.

Mi gata del infierno.

"¡Oye! Otra sexy escupefuego, ¿eh?". Oigo reír a Liam detrás de mí y le guiño un ojo a Bella. Con una mano alrededor de su cintura, me doy la vuelta para saludar a los "bastardos irlandeses". El más cabrón de todos, Liam, suelta un silbido, y yo le dirijo una mirada de advertencia. Es mía, pendejo. "Otro premio gordo para otro Cullen".

"Liam, me alegro de verte", me río entre dientes, rodeándolo con un brazo mientras me abraza. "¿Adam no sospecha nada?" le susurro al oído.

Sacude un poco la cabeza. Bien. Luego me suelta para saludar a Bella.

Con un abrazo, por supuesto.

"Querida Bella, un honor conocerte", dice, el maldito cabrón. "Estoy seguro de que mis primos te han contado todo sobre mí, ¿eh?"

"No deberías alegrarte demasiado por eso", bromea Bella, haciéndome reír.

"Ooh, peleona. Eso me gusta", responde Liam con un guiño.

Le doy un golpe en la nuca. "Cuidado, Casanova. ¿Dónde está tu esposa?"

Se encoge de hombros y suelta a Bella... por fin. "Me estoy divorciando de esa puta. Mientras yo estaba encerrado, ella encontró a otro pobre bastardo que la mimara".

Ah, sí. Buscadoras de oro. Nuestro negocio está lleno de zorras.

"Bien, entremos, ¿sí?" Em sugiere. "Podemos saludarnos todos en tu flat, hermano. Además, me muero de hambre".

¿Y quién no?

"Siempre tienes hambre", se ríen Bella y Rose.

Emmett se encoge de hombros disculpándose ante Rose, pero fulmina a Bella con la mirada.

Y sí, me río de eso.

Todavía está enfadado con mi Bella.

"Oh, supéralo, Em." Ella se ríe, obviamente notando su expresión, también. "Se suponía que íbamos a ser Edward y yo".

Emmett se limita a sacudir la cabeza. "Todavía no puedo creerlo. Me dejaste tirado, mierda".

"Te lo merecías", responde Bella.

"¿Perdón?", exclama incrédulo.

Me divierto, porque sé lo que sigue.

"¡Acabábamos de robar el maldito coche, Bella!"

No se me escapa la ironía.

"¡Me llamaste malcriada en la exposición de coches, Em!"

Y ahí está.

*O*O*O*

Cuando acabamos con todos los saludos, Bella y Rose nos convierten a todos en unos mimados cuando cocinaron para nosotros, y me alegro mucho de haberme asegurado de pedir comida para el flat.

"Ah, el camino al corazón de un hombre", suspira feliz Liam antes de empezar.

Como estamos más cerca del desayuno que de la cena, estamos todos jodidamente entusiasmados con el festín que hay en la mesa del comedor. Huevos, cupcakes, pancakes, salchichas, frijoles con salsa de tomate, waffles, tostadas, zumo, café... de todo. Y las chicas no hacen una mierda a medias.

Durante la comida, nos ponemos al día. En parte porque hacía mucho tiempo que no nos veíamos, en parte porque tenemos demasiada hambre para hablar de trabajo y en parte porque no queremos que Adam se entere de nuestros planes futuros. En realidad, esta es su última comida.

"Mierda, qué bueno está esto", gimo mientras me sirvo otro waffle. Bajo la mesa, aprieto el muslo de Bella. "Vas a hacer que odie la comida para llevar, nena".

Ella sonríe. "Ese es el plan, Whistler".

La mujer sabe cómo cuidarme.

¿"Whistler"? pregunta Liam, con las cejas fruncidas.

"El apodo de Bella para mí", respondo antes de dar un sorbo a mi café.

"Porque el jefe toca el silbato", aclara Alec, sonriendo.

Me encanta que su espíritu siga en alto.

Por desgracia, solo tenemos dos dormitorios en nuestra casa, y quiero a Eric y Autumn cerca. Así que supongo que Alec y Nessa vivirán con Liam en su flat de Camden. Emmett y Rose, por supuesto, se quedarán en su casa de Paddington. En cuanto al resto de los chicos, tenemos habitaciones de hotel reservadas para ellos. Estamos todos dispersos por las zonas céntricas de la ciudad, tal y como nos gusta.

"¿Le has contado a Bella lo de marzo, primo?", Liam sonríe.

No, no lo he hecho. Todavía.

Supongo que es un buen momento.

"Estaremos en Dublín para el cumpleaños de Alec y Nessa", le digo, viendo cómo se ensancha su sonrisa. Seguro de que le gusta viajar. "Y luego nos quedaremos para el día de San Patricio".

"¿Y tocarán?", pregunta, mirando alrededor de la mesa. Emmett asiente, al igual que Alec y yo. Incluso Liam. Toca el violín igual que su hermano pequeño, y el bodhran.

"Siempre nos reunimos diez días en Dublín", añade Emmett, y luego procede a contarle a las chicas las muchas tradiciones que tenemos en nuestra familia. Pero la mayor y más importante es, sin duda, los diez días que pasamos en Irlanda cada año. Es cuando nos reunimos todos, empezando por el cumpleaños de los mellizos y terminando con el día de San Patricio. Diez días de fiesta, música y tiempo en familia.

"Nos lo perdimos el año pasado, por supuesto", dice Nessa.

Entonces recibimos miradas acusadoras de las señoras. Bueno, Liam, Emmett y yo sí.

Ya sabes, la cárcel y todo eso.

"Idiotas", suspiraron al unísono Bella y Rose.

Liam empieza a carcajearse. "¡Primos, han elegido buenas mujeres!"

También está siendo sincero.

Y Emmett y yo somos muy conscientes de nuestras bendiciones.

El desayuno tempranero continúa; mi chica y yo, Emmett y los suyos, Alec y Nessa, Liam, Eric y Autumn... todos estamos en la mesa del comedor. Los demás están en el salón contiguo, comiendo también la divina comida que Bella y Rose han preparado.

Pero todo lo bueno se acaba...

No, es broma. Somos Cullen y Masen. Nos aseguramos de que la diversión no termine.

Sin embargo, es hora de tratar con Adam.

También tenemos planes que hacer.

"Podemos ayudarte, princesa", digo, limpiándome la boca con una servilleta mientras Bella y Rose empiezan a recoger la mesa. Pero se limitan a negar con la cabeza. "¿Estás segura?"

Tenemos mucho que hacer, pero aquí todos somos caballeros.

"Ya sabes lo que quiero que hagas, cariño", responde Bella, dejando caer un beso sobre mi frente antes de marcharse.

Y sí, lo sé. Probablemente esté tan cabreada con Adam como yo.

Así que le dirijo a Liam una mirada mordaz.

Con un gesto de comprensión, se levanta. "¡Eh, Chris y Adam!", grita a los chicos en la sala de estar. "¡Mac, tú también!"

"Cachorro, ¿por qué no llevas a tu hermana y a Autumn a la habitación que compartimos Bella y yo?", sugiero. "Pueden ver una película o algo".

Aunque estoy bastante seguro de que Autumn se va a quedar dormida. Pero eso es bueno.

Siempre puedo alzarla y llevarla más tarde a la habitación que compartirá con Eric.

"Por supuesto", responde.

Pronto estamos solos Emmett, Liam y yo en el comedor, aunque los chicos del salón pueden oírnos. Y cuando Chris, Mac y el querido Adam se unen a nosotros, Liam vuelve a sentarse. Es hora del primer paso de nuestro plan. Que Chris y Mac ya conocen.

"Necesito que ustedes tres me hagan unas entregas", les dice Liam. "Adam, he oído que eres bueno con las cerraduras y burlando la seguridad, ¿es cierto?". Adam asiente. "Brillante". Estudio a Adam detenidamente, tamborileando en silencio con los dedos sobre la mesa. "Entonces no deberían tener ningún problema para entrar".

"¿Detalles, jefe?" Mac pregunta, según el plan.

"Es una casa cerca de Canary Wharf", responde Liam, y yo reprimo mi diversión. Es el distrito financiero, lo que significa mucha seguridad. Es obvio que Adam piense que es necesario. Pero lo que no sabe es que él es el trabajo. "Tengo el expediente en mi bolso".

Bella vuelve al comedor para llevar más platos a la cocina, no sin antes entregarme un paquete de cigarrillos y un vaso de Coca-Cola con hielo. En serio, ¿acaso mi mujer no es la mejor o qué? Ella sí que sabe.

"Los refrescos aún no están fríos, así que le agregué hielo", susurra, y yo la agarro de la muñeca para acercarla. Ella sabe lo que quiero, por supuesto, y me hace caso. El beso es casto, pero incluso esos besos importan. "Avísame si necesitas algo", añade en voz baja antes de volver a la cocina.

Después de encenderme uno, le lanzo el paquete a Emmett, que a su vez se lo lanza a Liam después de encenderlo. Mientras tanto, Liam pone a los chicos al corriente de la farsa que están a punto de hacer.

Una vez hecho todo, se van.

Mac y Chris están bajo órdenes estrictas, y Adam no puede quedarse solo ni un segundo.

"¿Sabes lo difícil que fue no volarle los malditos sesos?", Liam suspira, recostándose en su silla. "Diablos, qué maldito bastardo ese".

Sabía exactamente de qué estaba hablando. Demonios, era mi maldita esposa a la que había puesto en peligro. Por no hablar de Autumn y a mi equipo.

"¿Quieres que me encargue de él mañana, Edward?" Em pregunta, siendo el hermano mayor y todo eso.

"No", digo rotundamente, exhalando humo por la nariz. "Quiero ser lo último que vea en la vida".

Emmett no ha matado a nadie. Todavía. Es solo cuestión de tiempo, porque sabemos lo que todos queremos. Pero... Adam es mío.

"He oído que el tío C mató a Siobhan", menciona Liam.

Sí, oí lo mismo. Un tiro en la cabeza después de que le confesara a papá que vendía información sobre nosotros. El problema es que se negó a dar ninguna información. Probablemente sabía que no le haría ningún bien, pero espero que Adam no sea tan listo. Espero que crea mis mentiras mañana. Aunque, una parte de mí duda que lo haga.

Cristo.

Apenas puedo creer lo rápido que han cambiado las cosas para nosotros.

Mi hermano y yo, hemos buscado lujo y adrenalina. No esto.

Así que ya es hora de que pongamos fin a esta mierda.

Al menos la mierda más pesada.

A Dios pongo por testigo de que nunca aceptaré un trabajo honorable. No está en mi puta sangre. Pero matar gente tampoco.

"Acabemos con esto, ¿bueno?" Apago el cigarrillo. "Liam, ¿qué tienes para nosotros?"

Ha estado trabajando duro en esto durante las últimas semanas, y aunque no seré de ayuda ni nada por el estilo, todavía sé cuándo escuchar. Porque el hecho es que él conoce esto mejor que yo. Joder, ha sido su vida desde que era un niño.

El garaje de Aro en Copenhague, por ejemplo. Eso es un juego de niños para él. Voló ese edificio sin ningún problema.

"Sí", dice. "Queremos derribar al círculo íntimo de Avellino y destruir su trabajo, ¿de acuerdo?". Emmett y yo asentimos. "Bien. Bueno, tenemos que ir en cuatro direcciones, y tenemos que hacerlo todo a la vez. La cuarta cosa es mi viejo".

Esto Emmett y yo ya lo sabíamos.

La familia Avellino, posee una organización llamada Volturi, tiene sus sucias manos en todo.

Así que tenemos en escena clubes que van de la mano con la trata. También hay drogas.

El transporte está relacionado con contrabando - por lo general armas de fuego y drogas tratándose de Aro.

Tenemos al círculo íntimo. Los más cercanos a Aro. Los que tienen poder, los que tienen respuestas, los que controlan a los sicarios con dedos que aprietan el gatillo.

Y, por último, pero no menos importante, está el tío Ed. Tenemos que encontrarlo.

Cuatro direcciones.

"Supongo que tú y tu equipo van por el círculo íntimo", supongo. Asiente con firmeza. "¿Y crees que papá debería mover su culo a Italia?". Vuelve a asentir y sonrío. Estamos de acuerdo. "Bien, entonces papá tendrá un equipo y buscarán al tío Ed, empezando por Italia. También deberían hacerse cargo de las listas que Bella encontró en Cerveteri. Estoy seguro de que van de la mano con el paradero del tío Ed".

"Esos serían dos frentes", reflexiona Emmett.

Sí. Son dos frentes de mierda.

"Elige", digo encogiéndome de hombros. "Pero yo elegiré primero a mi equipo".

De ninguna manera mis chicos estarán trabajando bajo Emmett o Liam. Son míos.

"Voy tras los vehículos y el contrabando", decide.

Lo que me deja con la mierda clandestina de Avellino. Esclavas sexuales, drogas, juego y mierda de los bajos fondos.

No importa. Tenemos que lidiar con todo.

Cuando suena el teléfono de Liam, se excusa para contestar, y Emmett y yo empezamos a hablar de negocios. Se encienden cigarrillos y nuestras esposas entran con cervezas para nosotros antes de hacernos saber que estarán un rato con los niños.

"Todos vamos a necesitar entrenamiento", señalo, frotándome la mandíbula. "Pero tú más que nadie. Vas a trabajar con traficantes".

Asiente pensativo. "Creo que también pasaremos mucho tiempo en Oriente Medio".

Cierto.

No quiero ni pensar en la gente con la que trata Aro para conseguir las armas, o las drogas...

"¿Llevarás a Rose?" Pregunto, esperando que no lo haga. No a esos países, al menos, y no cuando se trata de los hombres a los que estamos a punto de joder.

"No", responde, sacudiendo la cabeza y bajando la mirada. "Al menos no a los países más peligrosos".

Bien.

"Pero tenemos mucho trabajo que hacer antes de que te subas a un avión", le digo. No puedo decir que me guste el hecho de que mi hermano vaya de contrabandista, pero tampoco estoy seguro de que yo fuera capaz de hacerlo. Peligroso es una palabra para decirle a los novatos en esta situación. "Volvamos al entrenamiento". Hago girar un dedo. "¿Qué vas a necesitar?"

Se queda callado un momento y empiezo a pensar en lo que yo mismo necesitaría.

Encontrar los clubes que son propiedad de Aro no será difícil. Unas cuantas llamadas a las personas adecuadas me darán muchas direcciones que visitar. Y una vez dentro, tampoco será difícil averiguar adónde ir después. Suele haber una sala VIP, y si entras ahí, encontrarás a la gente que buscas. Entonces básicamente sigues los enlaces, las pistas, la proverbial escalera de matones.

Sería fácil matar a Aro.

Pero alguien ocuparía su lugar.

Por eso queremos jefes, subjefes y a los que llaman capos. En otras palabras, cada hombre que es responsable de un equipo en la familia Avellino. Cada hombre que sea responsable de algo más que de sí mismo.

Acabar con la trata es una misión condenada al fracaso, pero al menos mi objetivo es acabar con la parte de Avellino de este horrible negocio.

"Necesitaré más entrenamiento de combate", se ríe Em sin gracia, trayéndome de vuelta al presente. Frunzo el ceño y le doy una calada a mi cigarrillo. "Dios, con solo el trabajo para encontrar a los proveedores..."

"Quizá sea ir demasiado lejos", reflexiono. La prioridad número uno de la organización Masen es mantener a la gente con vida. No aceptamos trabajos demasiado peligrosos simplemente porque sean demasiado arriesgados. Eso no nos convierte en cobardes. Eso nos hace inteligentes. Valoramos la vida. No hay trabajo más importante que ese. "Creo que lo es. Al menos en tu caso". Ladea una ceja en forma de pregunta, así que continúo. "Solo digo que cuando se trata de armas de fuego y drogas, deberíamos dejar en paz a los proveedores. No dudarán en matar, por no hablar de torturar, a Em. Es demasiado brutal, joder, y no es nuestro estilo". Suelto un aliento. "Elimina al intermediario, pero detente ahí. Cortará la conexión entre el proveedor y el comprador, en este caso, Aro. Y", sonrío, "ya estamos eliminando al comprador".

Afortunadamente, Emmett acepta de inmediato.

"¿Y tú?", pregunta, encendiendo otro cigarrillo. "¿Por dónde vas a empezar?"

Mientras bebo un sorbo de mi cerveza, pienso en mi respuesta. Y es bastante fácil. "Aquí mismo, en Londres", le digo, asintiendo para mis adentros mientras veo que mi propio plan se asienta en mi mente. "Seguro que tiene clubes aquí".

"¿Y harás lo mismo con... um, los proveedores?" Hace una mueca, sin duda por lo que ha dicho. No se le puede culpar. Estamos hablando de vidas humanas, normalmente chicas jóvenes, y las venden como ganado.

"Sí". Sonrío amargamente. "La mayoría de las chicas son de Europa del Este, ¿verdad?". Él asiente. "Bueno, no tengo ningún deseo de ir allí. Es tentador, lo admito, pero no es algo a lo que pueda sobrevivir. Todo ese asunto está demasiado establecido. Sin embargo, pasaré con gusto cualquier dato que caiga en mis manos".

"¿A las autoridades?"

"Carajo, sí. De forma anónima, por supuesto, pero sí. Todo esto me revuelve el estómago, y si consigo información privilegiada, seré el primero en dársela a la Interpol o lo que sea."

Se ríe entre dientes. "Mírate, siendo tan noble".

Le doy la espalda. "No tienes ni idea de lo jodidamente noble que puedo llegar a ser".

Y es entonces cuando Liam vuelve a la mesa.

"Era Mac", informa con una sonrisa. "Adam está ahora a salvo, encerrado, en Canary Wharf".

Qué dulce.

"Nos ocuparemos de él mañana", digo asintiendo con firmeza. "¿Nos dividimos los equipos antes de terminar? Estoy jodidamente cansado".

Por decir lo menos.

Ni siquiera recuerdo la última vez que dormí en una cama.

"Tengo a mis chicos volando desde Chicago y Boston mañana", dice Liam. "Luego tengo a Chris, Joseph y Mac como mis más cercanos".

"Entonces, ¿cuántos te dará eso?" Emmett se pregunta.

Liam suspira y cuenta en silencio. "Unos quince, calculo".

"¿Por dónde vas a empezar?" le pregunto.

"Oh, voy directo a su villa principal en Italia". Toma un sorbo de su cerveza antes de continuar. "Si ese cabrón sigue en Cerveteri, supongo que su seguridad no es tan estricta mientras está lejos de la Toscana".

"Un cabrón con el que estás emparentado". Le guiño un ojo.

"Cállate la boca, imbécil", gruñe.

Me río. Es divertido molestarlo.

"Está bien, está bien", se ríe Em, mirándome. "Sigamos. Yo también estoy cansado y tengo que ir a Paddington. ¿Tu equipo, Eddie?"

No pierdo el ritmo. "Eric, Kellan, Sam, James y Bella". Así es. Cuento a mi mujer. "Y el propio equipo de Kellan también", añado. "Tenía tres hombres con nosotros en Italia, pero nunca los usamos". Si supiéramos que Aro sabía dónde estaba nuestra villa. Quizá no habríamos perdido a Seth. "Le diré a Kellan que los llame mañana".

"Bien, ¿y tú, Em?" continúa Liam.

"Traeré a mi equipo de Chicago. Fueron muy buenos cuando lidiamos con Caius y sus sórdidos matones".

"¿Quién es tu técnico?" le pregunto.

"Ben."

Sí, eso es lo que pensé. No es lo mejor. Ben Cheney es casi tan bueno como Eric, pero Ben tiene esposa e hijos escondidos en Arizona mientras estemos en Código Rojo, y Negro para el caso. En realidad, no estoy seguro de dónde estamos en este momento, pero creo que sigue siendo Negro para esposas e hijos.

"Que Irina y Kate ofrezcan ayuda a Angela y a los niños", le digo.

Asiente con la cabeza en señal de comprensión, y entonces, sin prisa pero sin pausa, damos por terminada nuestra reunión o como quiera que la llamemos. Nuestras camas están gritando nuestros nombres, eso es seguro.

"¿Qué tal si quedamos aquí para cenar mañana?". sugiere Liam.

Emmett y yo estamos de acuerdo. Esto le dará tiempo a Em para hacer sus llamadas mañana, y me dará tiempo para dormir.

Ah, y encargarme de Adam McKenna.

"Ustedes pueden ir a sus hoteles", les dice Liam a los muchachos en la sala de estar. "Los llamaremos cuando los necesitemos".

"Kellan, vienes conmigo mañana", le digo.

Después de despedirme de Joseph, James y Ford, Liam me entrega una pequeña botella con...

"¿Qué coño es esto?" pregunto, frunciendo el ceño automáticamente.

Tres... no, cuatro pastillas en un puto frasco.

Con mi notable cojera, no hace falta ser un genio para darse cuenta de por qué me lo dio Liam, pero yo no tomo drogas, joder. Sin contar un buen porro de vez en cuando.

"Morfina", se ríe entre dientes, dirigiéndose al dormitorio mío y de Bella. Para buscar a Alec y Nessa, sin duda. "No te preocupes, primo", dice por encima del hombro. "El tío C me dijo que te la diera para esa maldita pierna".

Oh.

Muy bien.

Probablemente no debería terminar mi cerveza entonces, ¿verdad?

Yo diría que no.

Pronto, Liam reaparece. Con dos adolescentes prácticamente dormidos.

"Hasta mañana, jefe", bosteza Alec mientras le doy un abrazo.

"Duerme un poco, cachorro", me río en voz baja antes de volverme hacia su hermana. "Tú también, cariño". Le beso la coronilla. "Y cabrea a tu hermano mayor por mí, ¿bueno?"

Suelta una risita soñolienta. "Sí, señor."

Liam me putea... todo en nombre del amor.

"Hasta mañana, muchachos." Con un gesto de dos dedos salen por la puerta.

Emmett pronto lo sigue con Rose.

Lo que nos deja solos a mí, a mi mujer, Eric, y a Autumn en nuestro flat.

Y cuando llego a la suite principal, veo que Eric ya se ha llevado a su sobrina a su habitación.

"¿Cansado, cariño?" Bella murmura, caminando hacia mí.

Tengo ganas de lloriquear como un bebé.

"Ni te lo imaginas", yo... de acuerdo, gimoteo. Y dejo que me quite la ropa. "Qué maldita semana hemos tenido".

"Por no decir otra cosa", suspira, dedicándome una pequeña sonrisa. "Entonces, ¿qué tal si le doy un masaje a mi marido antes de que caiga?"

Sí. Ah, sí. Por favor. Sí.

"Eres demasiado buena para ser verdad", le digo acunando su cara. "En serio, lo eres".

La beso sonoramente, apasionadamente... hasta que mi pierna está a punto de ceder.

Así que me obligo a hacer mis cosas. Ya sabes, mear, darme una ducha rápida y cepillarme los dientes. Mierda como esa. Y luego me tomo una de las pastillas que papá me ordenó tomar.

Unos momentos más tarde, ella está a horcajadas sobre mi culo en la cama suave, suave, tan suave, y ... oh ... mi ... Dios, sus dedos. Sus manos. Presionando, amasando, arañando, masajeando...

"Ten piedad, mujer", gimo contra la almohada.

Escalofríos me recorren mientras ella trabaja los pliegues, los nudos, la maldita tensión.

Mi polla, el cabrón insaciable, se despierta por supuesto. Pero solo a media asta, porque... Estoy jodidamente exhausto.

Mañana, se lo prometo a mi polla.

"¿Se siente bien?", pregunta suavemente, trabajando mis omóplatos.

Me estremezco violentamente. "Por decir lo menos. Mañana volveré diez veces más fuerte, princesa", murmuro soñolienta. "Te lo prometo".

Se ríe en voz baja. "No es necesario. Solo quiero que te sientas mejor".

Gimo, tiemblo, tarareo y me estremezco.

Alguien realmente bendijo mi culo irlandés.

"Oh, mierda, cuanto te amo", gimo, sintiendo sus manos a lo largo de mi columna vertebral. "Carajo, justo ahí."

"¿Te encanta esta mierda?", se ríe entre dientes.

Graciosa, eres muy graciosa.

Es lo último que recuerdo antes de que me lleve el sueño.

*O*O*O*

1. Flat: piso, apartamento, departamento en inglés británico.

2. CCTV o circuito cerrado de televisión es una tecnología de videovigilancia diseñada para supervisar una diversidad de ambientes y actividades. El de Londres es uno de los más completos y avanzados.


Este es el último de los capítulos traducidos por Alepattz