No sé lo que escribí, pero me gustó bastante y ahora existirá en internet.
Todo comenzó hace unas semanas que mi partner me enseñó esta dulce parejita y, con los tiktoks de les Swifties en el Foro Sol de pronto Roy Harper se volvió Swiftie.
Y. NO. ME. ARREPIENTO. DE. NADA.
En fin. Enjoy!
Advertencias: Mucho OoC, canciones de Taylor Swift, algunas cosas sin sentido en cuanto a la cantante y un intento de romance.
Disclaimer: Los personajes, las canciones y las letras de las canciones aquí descritos no me pertenecen. Todos los créditos a sus respectivos autores.
Love Story (JayRoy's version)
An ArsenalHood Fanfiction
¿Cuántas veces Roy Harper se había quejado sobre la música actual de Taylor Swift? Lo suficiente para que cada una de las rabietas sobre el tema fuese recordada con total claridad por Jason Todd.
Pues era un tema que salía a relucir por lo menos una vez cada semana.
Su principal molestia moraba en la idea de que había dejado de ser aquella "Dulce niña del country" iniciada en Tennessee para convertirse en una artista pop...
Una completa, exitosa y asombrosa artista del pop moderno, pero había dejado atrás las notas de guitarra que tanto le habían enamorado en esos lejanos 2006s.
Y Harper simplemente se aferraba a esa idea, esos viejos discos que le daban un poco de nostalgia con los sonidos de la guitarra de folk y la batería detrás acompañando la voz juvenil, que era decorada por un pequeño acento más parecido al sureño, de la actual estrella internacional; tal vez porque le recordaba a su vida pasada, aquellos momentos antes de Queen y después que el señor Harper, momentos precisos de su vida bajo la tutela de Bow.
Y Jason lo sabía, lo sabía incluso antes de que Roy se lo dijera, mucho antes de que su mote cambiara de "amigo" a "pareja", porque el pelirrojo podía ser un imbécil muy inteligente pero también era una persona transparente en cuanto a sus sentimientos.
También sabía que, incluso si las palabras del pelirrojo desaliñado fuesen contundentes sobre su disgusto por las corporaciones que habían hecho que la sweet country girl se volviera una enorme de la industria pop, Roy Harper seguía disfrutando de la música de la rubia de Pensilvania, lo había visto incontables veces cantando frente al espejo del baño Look What You Made Me Do durante las mañanas, en esos momentos en los que Jason pretendía seguir dormido con el única motivo de verlo actuar gracias al reflejo y la puerta siempre abierta del baño, sabía que Lover era su álbum favorito, después de Fearless, le había escuchado sollozar varias veces cada que veía el corto de All too well.
Jason había escuchado directamente la "Harper's version" de Paper Rings; en un ritmo más cercano al country folk que tanto gustaba con esa voz poco afinada que tenía, seguido de la guitarra vieja que guardaba con mucho cariño; pues se la había dedicado un día cualquiera de la semana, sin nada que celebrar, simplemente por gusto.
Y sabía cuántas veces el joven de los tatuajes había suspirado con todos esos videos cortos donde, siempre, una pareja se compromete a la mitad del concierto en el momento exacto donde Taylor cantaba Love Story, también la manera en que sus ojos brillaban cuando, habitualmente la chica de esos videos se daba cuenta como su pareja, normalmente un chico, se arrodillaba a su lado.
Y por supuesto, Todd reconocía el deseo que existía dentro del corazón de Harper por ser uno de esos dos desconocidos en un tiktok, ser el protagonista de un momento romántico donde su artista favorita, ambientase el momento y dejará una marca en sus recuerdos para siempre; combinando los dos mejores momentos de su vida, en la misma escena.
Sabiendo todo eso de primera mano, apenas la empresa responsable de las presentaciones de la rubia abrió tres fechas en Gotham City, el Red Hood no dudó ni un segundo, tomó su tarjeta de crédito y compró las entradas para el primer día, en una de las zonas más cercanas al escenario, con todos los souvenirs y amenidades que el paquete VIP decía entregar a sus compradores y solo esperó... Espero a que Harper sacara el tema de conversación.
Pues siempre era tema de conservación.
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—Buenos días, Jaybird — dos horas más tarde, cuando el reloj marcaba cualquier hora después del mediodía, el pelirrojo salió de la habitación, con el cabello completamente desordenado, una camiseta de pijama que Jason presumía debía ser suya y aquellos boxers color tinto que se ceñian a la perfección sobre cuerpo de su pareja y que le habían hecho mirar de más al contrario mientras se movía, alejándolo de su búsqueda en Tiffany's.
—Buenas tardes —corrigió tan rápido como sus ojos se separaron de la parte trasera de Harper, después de ver como se estiraba por el cereal levantando la camiseta al hacerlo y dejando el panorama en mejor vista y se agachaba innecesariamente profundo dentro de la nevera para alcanzar el cartón de leche.
—Días, tardes, noches, el tiempo es relativo pajarito —mencionó como si nada después de sacar la cabeza del refrigerador, yendo a servir su ración de froot loops y solo acercándose a la barra para comer — ¿Qué hay de nuevo? ¿Alguna misión interespacial? Tal vez debo explotar el sol con mi asombrosa puntería para salvar a la princesa perdida de alguna raza de alienígenas —habló, antes de llenar su boca con comida y esperar alguna respuesta.
Jason sólo levantó la mirada de la pantalla de su teléfono, había estado buscando algo con mucho interés, levantó una ceja y regresó su vista a la comodidad de la pantalla del teléfono.
—Deberías iniciar ahora, quizá en 300 años logres darle en el punto a tan enorme objeto —el dueño del mechón blanco soltó en un tono entre la burla cruda y una risa sincera al imaginar al pelirrojo tirado en la acera intentando explotar el sol con sus flechas.
—Ja, ja, ríete ahora —murmuró, tomando otra cucharada de comida y llenando su boca —pero en 300 años cuando Arsenal libere a la princesa de esos alienígenas te voy a dejar para casarme por el derecho que me dará ser un héroe para esa civilización —todas sus palabras salían a trompicones, entre el cereal remojado y su desesperación para dar un punto firme de sus ideas.
—Aja, como si alguien más estuviera loco para soportarte —Todd sonrió, sin apartar la mirada de la pantalla aún, tecleando algunas cosas para volver a deslizar su dedo en la pantalla, repitiendo varias veces —además, quedó claro que a los aliens les pareces adorable, pero no tanto.
—Al menos a alguien le parezco adorable, es ganancia —Harper soltó con una risita, terminando su plato de desayuno para dejarlo en el fregadero, caminando hasta el mismo sillón donde se encontraba el otro, recostado su cabeza en las piernas de su pareja, estirando la mano hacia su teléfono, que mágicamente se mantenía en la mesa de centro desde la noche anterior.
—¿Y qué? ¿Vas a llorar? —el moreno solo estiró el teléfono lejos del rango de visión del arquero, buscando una mejor posición para permitirle estar mucho más cómodo, llevando su diestra hacia el cabello despeinado contrario, acariciando con suavidad, contrastando con cualquiera de sus frases "hirientes" anteriormente utilizadas.
—Si, rompes mi corazón —soltó con el tono más monótono de todos, aquel tono de alguien que no estaba prestando verdadera atención por haber encontrado algo interesante en el timeline de alguna de sus redes sociales, comenzando con el típico bucle de 4 post, 2 comerciales, un video de gatitos o algún producto chino que sonaba más de la cuenta cuando salía del teléfono del pelirrojo.
Bucle que no solía romperse por más de 20 minutos, casi siempre.
Jason suspiró cuando escuchó por cuarta vez la "cura para la hipertensión" con la voz más robótica saliendo de un video generado por IA y que por alguna razón Harper se quedó en él esas cuatro ocasiones.
Cuando por fin deslizó hacia arriba la pantalla la escena cambió, Roy lanzó su teléfono hacia el sillón vacío más cercano con poca fuerza, pero bastante dramatismo, levantándose en ese instante mientras gruñía lo que podría haber sido una maldición ahogada, negando con la cabeza.
—¿¡Como se atreven?! —mientras giraba hacia atrás para mirar a su novio, quien únicamente bajó dos segundos el teléfono, mirándolo seriamente como si esperara que el silencio solo fuese decoración —Están lucrando con la música de mi niña...
Jason soltó media risita antes de apagar el teléfono, negando con la cabeza, acomodándose en el sillón para observar al contrario completamente, recargándose sobre el ángulo que se formaba entre el descansabrazo y el respaldo, haciendo cualquier esfuerzo para no soltar una carcajada al verlo tan efusivo.
—¿Qué sucede? —preguntó cómo si no supiera lo que sucedía con su adorable pelirrojo.
—¿Qué sucede? ¿En serio me estás preguntando qué sucede? —Harper se puso de pie, comenzando a caminar de un lado al otro, moviendo las manos de forma cómica a los lados mientras suelta sus pensamientos —¡Están lucrando con la música y personalidad de mi niña! ¡Por qué se llama "The Eras" lo que tendría que abarcar desde los inicios, desde que la humanidad no era bendecida con su música! ¿Sabes? ¡Pero no! ¡Solo van a usar dos canciones y van a usar más los éxitos pop!
El chico del mechón blanco seguía con la mirada al otro, rodando los ojos con cada una de las frases que salía del otro en referencia a la biografía y discografía de la rubia.
—¡Los éxitos pop! ¡VAN A OLVIDAR BEAUTIFUL EYES! ¡Y PICTURE TO BURN! ¡Y AAAAGH! —Harper se dejó caer sobre el sillón, metiendo entre sus manos su cara, "sollozando" de la rabia —¡No pueden! ¡Solo para hacer más dinero con el nombre de Tay!
—¿Hablamos de la misma Taylor Swift? ¿La misma que ya era rica incluso antes de ser famosa? Y ¿de un montón de datos que me sé en contra de mi voluntad? —Jason tomó aire profundamente, soltando un ligero sonido de trompetilla, luego de exhalar, estirándose frente a la mesita de la sala para tomar su taza de café, café que ahora estaba tan frío como el agua corriente del departamento.
—No. Tiene. Nada. Que. Ver. —Roy sacó la cara de sus manos, señalando al moreno, volviendo a levantarse para continuar su caminata emocionada — ¡No te veo a ti triunfando en la industria de la música solo por que eras el protegido de Batman!
—Tienes un punto —el más alto levantó los hombros para quitarle importancia a lo que estaba diciendo, tomando de nuevo su teléfono —entonces ¿te niegas a apoyar la explotación de tu artista favorita?
—¡Por supuesto! ¿¡Qué tipo de Fan, no oficial, me crees?!
—Entonces —Jason movió el teléfono para mostrarle la pantalla y justo ahí, los boletos —Pediré un rembolso.
Roy dejo de moverse de un lado al otro, corriendo hasta quedar frente al teléfono del otro para leer lo que le estaba mostrando, abriendo con sorpresa los ojos al leer los detalles de ambos boletos, con una sonrisa y un brillo en los ojos de la emoción.
Ambas cosas que Todd reconoció fácilmente.
—Que por otro lado~ —el pelirrojo soltó con una sonrisita, mientras caminaba hasta él, sentándose a horcajadas sobre las piernas de Todd, dejando algunos besos sobre una de sus mejillas —Tal vez sea una buena oportunidad para escuchar los nuevos éxitos de Swift —la diestra del arquero fue hacia el rostro contrario, acariciando lentamente sobre él.
—¿Ah sí? —Jason colocó sus manos sobre la cadera del otro, sonriendo de medio lado, estirandose para besar sobre sus labios, lentamente —¿estás seguro?
Aunque no esperó ninguna respuesta en realidad, pues sus manos subieron sobre las piernas del pelirrojo y se dedicaron a buscar debajo de la camiseta los definidos surcos de su cuerpo, delineando sobre él, olvidándose de cualquier cosa entre varios besos regalados e impregnados de la emoción de su adorable y odioso pelirrojo.
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La emoción de Harper por el concierto había escalado más rápido de lo esperado y sorprendió bastante a Todd, quien no había previsto toda la parafernalia que su invitación habría traído hacia su casa y alterado su paz... Por tanto tiempo.
Había comenzado con encontrar pintura acrílica en superficies donde jamás saldría gracias al proyecto de vestimenta que Roy habría iniciado, brillitos de alguna otra manualidad incluso en su ropa interior y en lugares de su cuerpo que, por alguna razón, brillaban debajo de las luces, hasta pequeñas letras de plástico escondidas en la comida, que por alguna razón salían de sus escondites cuando estaban todo cocinado y siendo casi ingeridas por el de ojos azules de esa casa.
"Woops, ahí está la S que me faltaba" —había sido la frase que el pelirrojo soltó cuando se acercó a retirar la letra, manchada de Chili, que Todd había escupido sobre la servilleta, limpiándola sobre su camisa y guardándola en su bolsillo, antes de volver a lo que estaba haciendo anteriormente, sin mirar la expresión de "¡Qué demonios!" impresa en el rostro del moreno después de dicho incidente.
Sin embargo, no todos los males duran para siempre y cuando menos cuenta se dio estaban ahí, afuera del estadio, con Roy Harper vestido como la Taylor de You Belong With Me, con el cabello sujeto en la misma coleta baja y unos lentes de montura negra muy al estilo tumblr de los 2012, con los brazos decorados de 120 Friendship Bracelets y un corazoncito de brillitos alrededor de alguno de sus ojos, intercambiando las pulseritas con otros fanáticos, tomándose fotos, pasando redes sociales y demás cosas para socializar.
Mientras Jason cargaba los obsequios que comprar el VIP plan les había dado a ambos, suspirando mientras revisaba el teléfono y evitaba parecer que llevaba dos horas ahí, parado, activando el modo planta. Gruñó por unos segundos después de darse cuenta de que estaba tan fuera de lugar, si bien había mucha mas gente que parecía solo acompañar a algún fanático, ninguno de ellos parecía como si lo hubieran sacado del cast de The Office.
Y recapacitaba si sus decisiones eran las correctas.
Aun así, bajó sus manos hacia los bolsillos de su pantalón, tocando instintivamente y reconociendo que aún todo lo que traía consigo seguía ahí y nadie de las multitudes que pasaban cerca de él se atrevía a tener una cita con sus puños por despojarlo de sus pertenencias.
Aunque sus pensamientos eran tontos, estaba rodeado de chicas y uno que otro chico con outfits coloridos, brillitos y muchas pulseritas en sus brazos o pegados a esos mismos atuendos coloridos. Así como Roy Harper, quien se mantenía a unos escasos 4 metros de él.
Y ese pelirrojo lleno de tatuajes, era en realidad la segunda persona más peligrosa de ese sitio, así que no debía desconfiar en realidad.
Jason volvió a ser relevante para la trama del de ojos verdes cuando este corrió a su lado, dispuesto a entrar de una buena vez al estadio, contándole el tipo de personas que había conocido en su instante de intercambio que había tenido desde hacía dos horas atrás, palabras que, si bien no eran difíciles para entender, a Jason le parecían irremediablemente odiosas, como el brillo natural en el rostro del pelirrojo, con esa felicidad que algunas veces había visto, fuera de su instinto de ser gracioso y odioso por "ser ese tipo de persona".
Y Todd volvió a tocar sobre los bolsillos de su pantalón, un par de veces asegurándose que aún estaba todo en su lugar, llamando la atención de Roy.
—Si estas buscando tu teléfono... Lo tienes en la mano, Jaybird —mencionó, levantando una de sus cejas, exactamente la del lado donde las piedritas de fantasía lo decoraban, haciendo que estas se movieran graciosamente sobre su rostro.
—¿Eh? —el moreno se sorprendió que su movimiento de inspección no fuese el más rápido y desapercibido del mundo, asintiendo con la cabeza cuando miro hacia la mano que tenía el teléfono —Si, claro... Olvidé que lo estaba usando —Jason sonrió con su naturalidad falsa cuando pretendía ser alguien más aburrido y poco interesante que Red Hood.
Actitud que sólo hizo sospechar a Harper, aunque la olvidó cuando la fila avanzó y dentro del estadio se encontraban después de apenas unos minutos.
El concierto tardó un par de horas en iniciar, aun cuando la luz del día comenzaba a desaparecer, aunque ese tiempo (muerto para Hood) había servido como momento para socializar con otras personas a su alrededor y algunos asientos más lejos. Solo haciendo que volviera a su lugar cuando todo el lugar empezó a llenarse y la gente se atiborraba en los pequeños pasillos entre los lugares.
—¡Estoy aquí! —se presentó después de saltar las filas de asientos libres detrás de sus lugares, sentándose en su lugar asignado, a un lado de Jason quien miraba sin mucha emoción a la gente enfrente de ellos, posibles hijos de empresarios o invitados de la empresa que organizaba el evento, odiándolos por tener los mejores y más exclusivos lugares de todo el estadio.
—Menos mal, pensé que te habías perdido entre tanta gente y tenía que recurrir a conseguir un clon de ti —soltó como si nada, volteando a ver a su pareja, tomando su mano por un instante, únicamente como un reflejo.
—No me molestaría que fuera un clon mío, debo aceptar que incluso así soy muy sexy —el pelirrojo río, apretando la mano del otro durante el agarre, antes de soltarlo abruptamente —¡Casi lo olvido! —de su brazo con tantas pulseras comenzó a contar hasta llegar a una en específico, sacando varias de ellas a la vez solo con la intención tomarla, sacándola con los dientes y manteniéndola sujeta así, mientras volvía a poner todas las demás, luego de eso tomo la mano del más alto para colocarsela.
—... —Jason la miró detenidamente, a diferencia de todas las pulseras de colores que todas las personas llevaban consigo, llenas de florecitas y cuentitas divertidas, esa tenía cuentas rojas y negras, unas pequeñas calaveras de plástico plateadas y esos daditos de letras que más de una vez casi se los come diciendo "Red H" —¿Gracias?
—No podías ser el único imbécil que no trajera algo referente al concierto —Roy explicó con total calma, sonriendo de medio lado antes de volver a sujetar la mano del otro.
—Eso se debe a que tú eres mi accesorio ¿en verdad necesitaba algo más que a Taylor Swift pelirroja y más fornida para encajar aquí? —contestó en un intento de regresar la pelota al campo, aunque sentía, después de mirar su mano decorada con un brazalete, que su corazoncito se llenaba de calor, un calor cómodo y feliz que parecía gustarle de más.
Y de nuevo, su mano libre volvió a tocar sobre sus bolsillos, aunque ahora en un intento de hacerlo más rápido para no ser visto por los ojos expertos en velocidad de su adorable arquero.
-.-.-.-.-.-.-.-
No iba a mentir, el concierto no era tan malo como habría imaginado que lo sería, incluso podría decir que había disfrutado una que otra canción, tarareando al conocerla de forma involuntaria por haber escuchado al pelirrojo cantarlas incluso mucho antes del mes anterior.
Sin embargo, sólo existía una canción importante en todo ese repertorio.
Y cuando las primeras notas, que siempre le habían parecido como Damian haciendo ritmo con el cencerro de su vaca se hicieron presentes, supo que era el momento.
Por primera vez se levantó de la silla, quedando a un lado del pelirrojo que había comenzado a cantar con singular alegría y fuerza la canción, con su vecina de la izquierda.
Lo podía ver saltar, gritar, cantar desde lo más profundo de su ser, sabía perfectamente que esa emoción, incluso típica de él, estaba genuinamente impregnada del anhelo de esa Julieta retratada en la canción.
Romeo, save me, they're trying to tell me how to feel
This love is difficult, but it's real
Don't be afraid, we'll make it out of this mess
It's a love story, baby, just say yes
Oh, oh-oh
Cuando ese último Oh, oh-oh sonó y la música de pronto cambio de ritmo se dio cuenta que estaba cada vez más cerca, tomó aire, el suficiente para llenar sus pulmones de este, metió la mano a su bolsillo derecho y sacó una pequeña caja de terciopelo.
Sintiendo los segundos tan lentos que incluso le asfixiaban.
I got tired of waiting
Wondering if you were ever coming around
My faith in you was fading
When I met you on the outskirts of town
And I said
En ese momento volteó solo para notar como el ánimo en Roy parecía cambiar, como si en verdad los sentimientos de la canción estuvieran lastimando sus verdaderos sentimientos y pudo notar como de pronto la ilusión parecía desaparecer de su rostro, como si sintiera que aquello solo se iba a quedar en un sueño.
Una ilusión.
Donde siempre iba a ser el espectador, jamás el protagonista.
Jason tragó saliva, no podía dejar que de pronto los pensamientos realistas que aparecían en la cabeza de Harper pudieran arruinar el momento mágico, la única razón por la que lo había traído al concierto.
"Romeo, save me, I've been feeling so alone
I keep waiting for you, but you never come
Is this in my head? I don't know what to think"
El ritmo de cencerro se volvía de nuevo rápido, sabía que estaba en el momento preciso, estiró su mano por unos centímetros para apretar sobre el brazo del otro y llamar su atención.
He knelt to the ground and pulled out a ring
And said
—Marry me, Harper! — Jason se había puesto de rodillas detrás de su novio, mientras extendía hacia arriba la pequeña caja de terciopelo, abierta, mostrando un elegante anillo de compromiso, esperando que el pelirrojo volteara, siendo iluminado por los juegos de luces que Taylor había llevado para ese momento.
Pero Roy no lo hizo.
Seguía cantando aquella parte, mientras miraba hacia algo interesante varias filas más hacia delante.
— ¡Dile que sí! ¡Dile que sí! —Roy se había encontrado con otra propuesta de matrimonio, en la misma canción, varias filas más hacia el frente, aquellos que habían quedado tan cerca del escenario que compartían oxígeno con los de seguridad, ignorando su propio momento.
Jason gruño, jalando la ropa del pelirrojo para llamar su atención, cosa que no funcionó, el arquero continuaba apoyando a los otros, de pronto todas las personas a su alrededor comenzaron a jalar, empujarlo por los hombros, tocar insistentemente e intentar llamar de algún modo la atención del ojiverde, así fuera jalando su cabello.
—Agg ¿Qué? No ven que estoy presenciando... —volteó de mala gana, hacia su lado derecho, notando como su pajarillo estaba ahí, de rodillas frente de él, intentando guardar su rostro de disgusto por el bien de la propuesta y, Arsenal estaba casi seguro de que, de no ser importante, Hood se habría levantado y jamás volver a tocar el tema —Historia...
—Si no fueras tan...
Más no lo dejó terminar, ahogó ese comentario sarcástico en un beso, uno que apenas era un toque entre ambos, para después abrazarlo con fuerza.
Abrazo que había hecho que Todd pasara sus brazos detrás de la espalda del más bajo, sin cerrar la cajita del anillo, mientras hacia algún tipo de movimiento raro para ponerse de pie y abrazarlo con mayor comodidad.
Roy se separó lentamente, podía verse como sus ojos se habían llenado de lágrimas debido a la emoción, mientras las últimas notas de la canción se hacían presentes y el público vitoreaba por la propuesta de matrimonio. Jason tomó su mano y colocó con mucho cuidado la pieza de joyería antes de volver a ser abrazado con fuerza, como si no quisiera soltarlo nunca.
Luego de eso, el concierto dejó de ser el verdadero protagonista del momento.
¡Gracias por leer!
