Hola lectores de la sección de "A song of Ice and Fire", les saludos cordialmente trayendo un proyecto que he titulado El Cuento del Lobo Negro de Fuerte Terror.
Igual ha sido un tiempo de mi última publicación referente a mi otra historia en desarrollo que retomare a su debido tiempo debido a mis obligaciones de adulto responsable con gustos bien dementes.
Hablando de la historia en este caso y su trama se enfoca un poco más de cien años en el futuro de la historia de los libros y ambientada principalmente en el Norte, el Muro y Más Allá del Muro pero esta historia se aleja completamente de mi otra historia y ocurre en otro universo alterno.
No estoy seguro cuantos capítulos sean pero disfruten de las oscuras aventuras del lobo negro de Fuerte Terror contra sus "sobrenaturales enemigos".
Disclaimer: Todo lo relacionado al universo de A Song of Ice and Fire, pertenece a George RR Martin.
Esta es la historia del Lobo Negro de Fuerte Terror que devoró a sus "sobrenaturales enemigos" en el Norte. En pleno Año 403 d. C. –después de la Conquista– y la dinastía Targaryen gobierna nuevamente sobre Poniente.
El rey Maekar II Targaryen cumple su primer año como monarca de los Siete Reinos junto a su esposa Visenya Targaryen de Harrenhal, se esfuerzan en alcanzar la tan ansiada paz en medio de disputas territoriales del continente, siendo natural entre los belicosos señores y los propios Targaryen deben confiar en sus guardianes para mantener orden de las amenazas internas de Poniente.
Maekar II decide realizar una jugada arriesgada con un joven pupilo norteño.
Lord Stark de Fuerte Terror
El norteño de ojos grisáceos tan oscuros como el acero y escoltados por dos miembros de la Guardia Real. Recorriendo los pasillos de la Fortaleza Roja hasta el salón privado del rey Maekar II lo aguardaba para charlar sobre el final de su estadía como pupilo del príncipe Daemon Targaryen de Harrenhal.
Jon Stark –17 años de edad– había pasado 9 años de su vida y prácticamente criado por dragones. Su señor padre murió luchando contra salvajes. El príncipe Daemon trabo gran amistad con el difunto señor de Fuerte Terror en su juventud y a modo de honrar su amistad tomó como pupilo a Jon, llevándolo a vivir a Harrenhal.
Daemon lo apoyo en el desarrollo adecuado de los talentos naturales de cualquier muchacho de buena familia. Lord Brandon Stark de Invernalia resintió tal preferencia por un hijo de una rama cadete de la antigua casa.
Fuerte Terror y sus tierras fueron puesto bajo la administración del mayordomo hasta el regresó de su legítimo señor.
Su tiempo en el sur llegaba a su fin y regresaría al Norte para asumir sus derechos de nacimiento como lord Stark de Fuerte Terror. Unos cuantos hombes de armas del príncipe Daemon voluntariamente decidieron entrar bajo el servicio del joven lord Stark y acompañarlo a tierras norteñas. El viaje se realizaría por el camino real hasta el Norte… y un inesperado mensaje traído por uno de los cuervos de Desembarco del Rey demandaba la presencia de joven lord para discutir ciertos asuntos de vital importancia que serían revelados en su encuentro.
Y así Jon Stark junto a sus hombres de armas; ser Odrick Blacksmith, Karl de Viejo Wyk, Odo, Luton y por último el joven maestre Martyn solicitado por el propio Jon Stark a la Ciudadela. Bajaron por el camino real hasta Desembarco del Rey y esperaron por una quincena la reunión con el rey Maekar II. El mayordomo de la Fortaleza Roja los destinos a una mansión cercana con todas las comodidades necesarias y disfrutando los días de ocios en su espera. Karl, Odo y Luton solían frecuentar la Calle de la Seda en su estadía.
Odrick y el maestre Martyn jugaban sitrang. Jon se reunió en reiteradas ocasiones con la reina Visenya Targaryen de Harrenhal y charlando por largas horas sobre asuntos concernientes entre ambos.
En el transcurso de la quincena, Jon Stark fue recibido por Maekar II en persona y pidiendo a los miembros de la Guardia Real dejarlos a solas. El rey Maekar II tenía los típicos rasgos Targaryen y luciendo una corona de oro con puntas afiladas quitándose apenas su guardia se retiro.
–¡Jon!– señalando Maekar el asiento vació de la mesa con el tablero de sitrang. –¡Visenya siempre me aplasta!– tomando lugar frente al joven norteño.
–Majestad…– dijo Jon, dudando por la invitación.
–¡Jon!... nos conocemos hace años y Visenya te quiere como un hermano– indicó Maekar. –¡Juguemos!– señaló.
Jugaron tres veces. Maekar ganó los dos primeros juegos y Jon logró en el tercer juego ganar a costa de sacrificar su pieza de dragón y vencer al dragón de Maekar.
–¡Poniente es como un tablero de sitrang!– comenzó Maekar.
Maekar lentamente ubicó determinas piezas en el tablero. Jon Stark escuchaba al rey y la explicación que surgió referente a evitar una guerra civil como sucedió hace unos cien años. La Guerra de los Cinco Reyes devastó a todo Poniente. Los Targaryen recuperaron el Trono de Hierro y en el Norte se libró la batalla por la supervivencia de la humanidad.
–Eres descendiente de Jon Stark y la princesa salvaje. Él guió a nuestros bisabuelos a través de la Larga Noche. La flecha de un salvaje décadas después puso fin a la vida de lord Stark– dijo Maekar.
–La princesa salvaje maldijo a su propio pueblo. El Stark de Invernalia y el Stark de Fuerte Terror respondieron con acero– replicó Jon.
–Ese acero nunca ha sido suficiente. La Guardia de la Noche… su misión es mantener lejos a los salvajes y un nuevo Rey Más-Allá-del-Muro se alza con mayor fuerza. Ellos eligieron regresar a sus tierras inhóspitas y otros se mezclaron con los norteños.
Maekar entregó a Jon cierto mensaje enviado por lord Brandon Stark. Él leyó mensaje en silencio y contuvo una carcajada.
–¡Que dramático!... seguramente sus perros falderos Karstark, Umber y Manderly. Puedan salir de sus madrigueras y ponerse a pelear. Maekar– dijo Jon olvidándose de la corona. –Sí, me ordenas matar a salvajes lo hare. Karstark, Umber y Manderly esperan uno que otro hueso de su amo y los matare por dejar morir a mi padre. ¡Y Stark!– dijo Jon.
–¡Jon!– exclamó Maekar.
–Lo matare por gusto– replicó Jon. –No tengo nada que agradecer a Brandon Stark. Puedo jugar a ser el vasallo obediente y escupir los juramentos que desee...
–¡Suficiente!– dijo Maekar. –No necesitó a un carnicero en el Norte. El Rey Más Allá del Muro posiblemente este conspirando con algunos lores comandantes. No sería extraño que un vasallo de Brandon Stark pueda conspirar en secreto. Lord Joffrey Lannister mantiene un ojo puesto en las Islas del Hierro y lord Brynden Arryn ha repelido incursiones de piratas.
Entregando una serie de cartas selladas a Jon.
–¿Es una broma?– leyó la primera carta sellada.
–Dispondrás de dos barcos que llevarán esos "artilugios" y formaras una compañía de unos trescientos hombres– comenzó Maekar explicando brevemente cada carta sellada. –Cuentas con hombres experimentados que podrán ser tus lugartenientes y tendrás apoyo de la familia de tu señora esposa.
–¿Esposa?– preguntó Jon.
El rey Maekar II percatándose de su error infantil.
Todas las cartas entregadas a Jon Stark de Fuerte Terror fueron discutidas y mantenida en el más estricto de los secretos dentro del consejo privado, cualquier de sus miembros podría ser ejecutado sin juicio previo y bajo el cargo de alta traición. Los miembros del consejo privado y sumado al apoyo del príncipe Daemon de proporcionar todos los medios necesarios a Jon Stark de cumplir su misión y mantener la paz en el Norte, evitando una potencial revuelta y ajusticiar a todos los traidores.
–Lord Daemon y Visenya se ocuparon en buscar una mujer apropiada. Me habló de ciertas candidatas y propuestas… se escogió a una belleza– comentó Maekar. –Visenya apoyo su elección.
Comentando que Visenya tenía la custodia de la mujer escogida para ser su esposa.
Un matrimonio concertado por aquellos que lo acogieron y trataron como un hijo. Jon Stark había combatido en dos batallas y ganado cierto reconocimiento por ser un hábil jinete y espadachín que pudo aspirar a ser caballero pero rechazó dicho nombramiento del difunto rey Aemon. El príncipe Daemon justificó su postura y habló sobre el deber que tenía el joven señor con sus tierras y su pueblo.
En su lugar, fue recompensado con un magnificó caballo de guerra procedente de los establos reales y una armadura con su respectiva cota de malla siendo un trabajo exquisito por los herreros reales. Todo por matar a un señor rebelde y su hijo primogénito. Ahora recibía órdenes de aplicar la justicia del rey en tierras norteñas.
–Serás por supuesto recompensado. Oro, plata y joyas preciosas… no vengas con toda esa palabrería sobre el honor norteño– dijo Maekar. –El Guardián del Norte necesita un pequeño recordatorio– insinuando el nombramiento de un nuevo guardián.
–Escuche un rumor. Han traído a varios caballeros del Dominio… hasta planea realizar un primer torneo en el Norte– dijo Jon.
–¡Es verdad!– contesto Maekar. –Un enviado de Invernalia solicitó una audiencia, pidiendo patrocinio y aun no he dado una respuesta– señaló.
–Un torneo en el Norte. Mis ancestros deben estar revolcándose en sus tumbas y maldiciendo a los Stark de Invernalia– bufó Jon. –Existen competiciones pero nada de justas o cosas semejantes como en el sur.
Maekar recargándose sobre el respaldo del asiento y pensado un inesperado movimiento. Posteriormente bebieron y brindaron por el éxito de lo encomendado a lord Stark de Fuerte Terror que contaba con hombres experimentados en el campo de batalla. Tenía otros asuntos en mente y llegando a los jardines de la Fortaleza Roja.
Se despieron como rey y vasallo.
Intento ordenar sus pensamientos y dio un rodeo e inquieto por las decisiones del rey. Los Targaryen lo cuidaron por ser descendiente de Jon Stark y sabía que los Stark de Invernalia se volvían cada vez más decadentes y mansos por la influencia negativa de sus últimos matrimonios procedentes del Dominio. El padre de Jon golpeo a Brandon Stark de Invernalia por su política pasiva y dejar a su suerte a muchos norteños de las hostilidades provenientes de los salvajes y piratas.
La probable corrupción de la Guardia de la Noche debía ser erradicarse de raíz. Tenía mucho trabajo por delante.
Ella estaba apostada en un pilar cercano con representaciones de animales esculpidas en la piedra. Miraba con cierta diversión la tortura mental de lord Stark de Fuerte Terror. Jon girándose en dirección del pilar y encontrándose con ella.
–El rey Maekar te favorece– dijo Serena Lothston de Torre de la Viuda de Harrenhal. –Lord Daemon y la reina Visenya te aman como un hijo y hermano menor.
–Lady Serena….– murmuró Jon, deseando estar en otro sitio y lejos de ella por terminar siempre metido en un lío infantil. –Esta algo lejos de su hogar.
–Lo mismo digo. Imaginaba que estabas en tus tierras salvajes y cazando a bárbaros– contesto Serena extendiendo su mano a Jon.
Jon besó delicadamente la mano de lady Serena. Teniendo un breve recuerdo de las ocasiones en plena infancia terminando siempre con un castigo sí ella estaba cerca de él.
–En cierto modo me da gusto verte. A pesar de las ocasiones que siempre termine castigado por tus jugarretas– dijo Jon.
–Ja,ja,ja,ja… lord Stark de Fuerte Terror que atrevido de su parte– bufó Serena, acercándose a Jon y esbozando una sonrisa burlona.
En Harrenhal, Serena Lothston nunca tuvo un pretendiente favorito y menos recibía propuestas matrimoniales constantes. A pesar de su belleza tenía un gran orgullo, terca y petulante agregando su infame herencia.
Los Lothston de Torre de la Viuda de Harrenhal, heredaron la infame reputación de lady Danelle Lothston y contaban con una herencia en parte generosa como tener el favor de los Targaryen por sus servicios a la corona. Jon Stark conocía a cada miembro de la familia Lothston y habitualmente solía recibir invitaciones para cenar en la Torre de la Viuda.
El príncipe Daemon reía por las contantes invitaciones de lord Lothston a cenar y comentaba amistosamente a Jon que pensará que los murciélagos son ratones con alas. Serena tenía una gran amistad con Visenya y desarrolló el peculiar mal hábito de meter en problema a Jon.
–Entonces…. ¿me vas a meter en problema?– inquirió Jon. –Retarme a una prueba de valor que seguramente terminare lastimado más de una forma u otra, o burlarte.
–¡Lord Stark!– exclamó Serena ofendida. –Una dama de mi posición no puede caminar sola por los jardines de la Fortaleza Roja. Esperaba que un lord norteño fuera mi acompañante en mi pequeño paseo.
–Mi señora– dijo Jon resignado y ofreciendo su brazo derecho.
–¡Que galante!... lord Stark– esbozando una sonrisa enigmática .
Pasearon tranquilamente por los jardines y observando alguna de las estatuas o efigies que representaban a figuras prominentes y otras estaban prácticamente fuera de lugar como una estatua decapitada de un rey de la regencia Baratheon con un lobo a sus pies muerto a base de saetas de ballesta. Jon Stark se sintió en parte insultado y recordaba a ese rey Baratheon…. riendo entre dientes por su tan patética muerte por el veneno en su propia boda. Su padre solía contarle esa historia del mocoso de cabello rubio.
–¿Cuál es el chiste?– preguntó Serena.
–El rey Joffrey… murió en su boda– contesto.
–¡Morir en su boda!... que rey tan decepcionante– bufó.
Continuaron otro tramo. Uno que otro guardia del castillo observaba en silencio a los dos jóvenes y seguían en sus rondas. Recorrieron medio jardín de la Fortaleza Roja y recordando ciertos sucesos anecdóticos de la infancia en ambos. Serena mayormente le gustaba ver a Jon meterse en problema por una que otra ingeniosa jugarreta de su parte que solía formular meticulosamente.
Hablaron de la ocasión que compartieron un baile por sugerencia del propio príncipe Daemon. Serena en pleno baile reconoció con gran resentimiento que Jon tenía habilidad en el baile pero comparándolo si fuera un perro parado en sus patas.
Jon Stark elogio su peinado y perfume nuevo, esa noche.
Ella se rió.
La reina Visenya observaba a una distancia sumamente prudente y oculta entre las estatuas… un lobo y un murciélago, una pareja extraña y compartían algo en común. Descendían de casas malditas y tenebrosas. La casa Bolton de Fuerte Terror había sido exterminada por el Bastardo de Invernalia y Danelle Lothston practicó abiertamente las artes oscuras en el reinado de Maekar I.
El prendedor de plata con el murciélago en la capa de la doncella se desabrocho. Jon Stark se acercó a colocar debidamente el prendedor de plata con forma de quiróptero.
–Me voy a casar, lord Stark– dijo Serena. –No te pongas celoso.
Él sorprendido por tal declaración y recordando el beso que compartieron con apenas 12 años de edad. Serena Lothston asistió a la cena de despedida y apenas le dirigió la palabra. Retirándose al terminó del festín.
–Felicidades. No creo que sea apropiado que estemos solo, lady Serena– dijo Jon.
–¡Eso no lo decidáis, lord Stark!– rezongó Serena.
–¿Quién es el afortunado?– preguntó Jon. –Imaginó que lord Lothston finalmente encontró un digno pretendiente para su hija consentida.
Serena siguió de largo. Despareciendo entre los pasillos laberinticos del jardín.
–¡Ahora no soy un niño despistado!– se dijo Jon recordando el mismo juego de infancia en Harrenhal. En cierta ocasión, Serena le arrebató el broche de plata con forma de huargo y persiguiéndola por todo Harrenhal hasta entrada la noche, fracasando y perdiendo su broche hasta hoy en día.
Recorrió en silencio los pasajes en un intento de descubrir el escondite de Serena. Dio tres vueltas y encontró una pérgola de flores que inspeccionó rápidamente. Teniendo una idea en mente…. solo debía esperar y "desaparecer". Esperó en silencio y agudizando el oído.
–¡Siempre fue astuta y conocía todo Harrenhal!– Jon en ocasiones solía perderse en colosal fortaleza. –Es la Fortaleza Roja.
Esperó y dando uno que otro vistazo. Ella hizo su aparición buscando con la mirada a su perseguidor y recuperando el aliento por moverse tan rápido le permitiera su vestido como el fino calzado en sus pies. Confiándose y riendo entre dientes por dejarlo nuevamente atrás. Él se movió lentamente hacia la doncella de cabellera rubia con un sutil brillo rojizo.
Serena suponía que su perseguidor debía estar perdido y notando los brazos que la rodearon por completo. Pudo huir nuevamente pero quería ser atrapada de una vez por todas. El jueguito de huir y ser perseguida logrando burlarse de Jon… por años y años. Llegaba a su fin.
–¡Al fin, me atrapaste!– dijo Serena. –Os juró, lord Stark. No soy esa damisela en peligro que espera un galante caballero con brillante armadura a su rescate. No soy una niñita que piensa casarse con el príncipe y ser reina de Poniente. Llevaré con orgullo el sigilo del lobo huargo de Fuerte Terror y mis hijos e hijas lucirán el lobo huargo como el murciélago en sus prendas de vestir. ¡Amor Mío!...– acariciando el rostro de Jon Stark de Fuerte Terror.
Y continuará en el siguiente capítulo, mis estimados lectores. Es un cuento para que lo recuerden.
