Eran por lo menos ya las 8 de la noche, entre la luna y las estrellas que ya se apreciaba en los ojos de cualquiera, el silencio se manifestaba y solo el sonido del bus como de sus movimientos era lo único que se apreciaba entre todos los que estaban en sus asientos, la mayoría, durmiendo y la otra únicamente mirando las calles vacías como oscuras donde transitaban, dándose cuenta que el caos había parado por no se sabe cuánto tiempo. Ena, Sarvente, Rosie, las oficiales y como pico estaban despiertos, la monja se encontraba aún en ese momento al lado del rapero quien yacía descansando con una respiración suave y con una cara sin pizca de amargura, la seguridad de su letargo era muy evidente. Aunque eso fuera bastante diferente dentro de los confines de su cabeza.
A pesar de que el caos permanecía entre las calles y el fuego visto por las esquinas como veredas, la mente del joven Hatsune no corría con la misma suerte. Se notaba que el sueño no era para nada agradable desde los posteriores 5 minutos que se manifestó, sus movimientos y murmullos eran una muestra de eso. Antes de todo eso, era nada más que tranquilidad y un aire de fingir que nunca pasó la muerte de Pompom o al menos tratar, ya que los gritos y la carne siendo rasgada aún resonaba en aquellos que seguían en pié.
Voces, una voz que reconocía retumbaba dentro de su cabeza
¿Qué pasó con tu promesa Keith?
Se que hemos pasó por mucho en el pasado, lo simple ... .tu retas, tu ganas y me salvas. Como un príncipe a su princesa…pero esta vez tú no has ganado
Esta batalla tu no has sido ganador ¿y sabes por qué?, por que estoy muerta. Y es por tu culpa, me disparates, a tu propia novia, tu eres mi asesino
Sonare dramática, me lo has dicho una infinidad de veces. Pero es la mejor forma de decírtelo, tus manos están manchadas con mi sangre, ¿por que dejastes que mi cuerpo se quemara?. La única mujer que te ha dejado huella
¿Y sabes que es lo mejor de todo?
Que la muerte no nos va separar querido Keith.
Entre el mismo vacío que se hallaba en las fauces de su misma mente, una luz entre la plena oscuridad se encendió y sorprendió al rapero en el acto quien pegó un salto y giro su cuerpo hacia atrás para ver que cosa pasaba, no había nada más que oscuridad, la luz mostraba sorprendente nada más que a la misma cherry, con la mirada hacía abajo, pero su cuerpo estaba totalmente en un estado deplorable, la sangre se deslizaba sobre su piel blanca entre brazos y pecho, una gran herida se veía desde su cuello similar a la misma parte donde la habían mordido cuando todo el infierno se desató.
Keith quiso hablar, pero se dio cuenta que estaba completamente mudo, no le dio tiempo de encontrar lógica alguna cuando vio que su amada, manchada aún en su misma sangre, levantara la mirada y lo viera cara a cara con una mirada neutra y sin gracia, la mordida se veía más en su esplendor como por la sangre que salía cada vez más. Los dos se quedaron viendo, el rapero veía con horror a su amada, quiso acercarse a ella, pero algo se lo impedía con una fuerza que no encontraba lógica alguna ante todo el páramo desolado y oscuro que no sabía de qué modo había llegado
-Keith…haz de saber una cosa…todo lo que te paso, fue más que suerte, como todo lo demás, pero ya esa suerte no te va a sonreír más. El infierno está ahora mismo y nadie escapa de ningún castigo. No creas como tantas veces que te saldrás con la tuya. Mi muerte es una muestra. Ruv murió, Pompom también, todos perecerán.
Eso era lo único que dijo la pelirroja llena de su misma sangre, sombría y sin pizca de qué va sus palabras combinaba con sus sentimientos. Hubo un silencio en donde Keith nada más se quedó viendo confundido a su amada, estresado como asustado, un silencio que duró alrededor de dos segundos hasta verse como de un momento a otro, la misma cherry dio una sonrisa muy normal, una sonrisa que luego se volvió a una más extraña y luego a una más pronunciada hasta ser propia de una psicópata, pero luego pasó a los más perturbador y extraño
Aquella sonrisa se estiro más desde sus extremos hasta ser bastante grande como para desaparecer las mejillas, sus dientes se hicieron más grandes y filosos, y los ojos de cherry pasaron de ser normales a unos distorsionados con pupilas de mediano tamaño rebasando casi al sentimiento del Valle inquietante, esto mismo iba con su voz, una risa que hacía desde el inicio se fue distorsionando hasta ser chillona y burlesca, su cara ya no parecía demostrar hermosura y feminidad. Sólo horror
Incluso esto lo aplicaba Keith quién ya no aguantaba más, y el miedo no lo dejaba como para resistir a las burlas, sus manos las tenía sobre sus oreja, tratando de no sucumbir a llorar mientras caía arrodillado. Así mismo pasó por varios segundos, creyendo que todo parecía ir en un transcurso muy extendido.
Hasta que abrió los ojos.
No sabía de qué manera podría describir todo lo que acababa de soñar o si su mente le estaba haciendo mala broma que no era para nada graciosa, Keith solo abrió los ojos de golpe y sentía que el corazón tenía todas las ganas de salir de su pecho mientras se percataba que su respiración estaba agitada además del sudor que lo bañaba casi por completó. Todo eso pasó después de que se levantara de golpe y sorprendiera a sarvente quien inmediatamente auxilio a su amigo cuando lo vio que se sostenía el pecho con su mano y trataba de respirar por el ataque de ansiedad que se manifestaba, preocupándose por la cara de miedo y melancolía de su amigo que estaba teniendo también. La chica solo veía sus ojeras y sus pupilas reaccionando a la situación
-¿K-keith, que te pasa, me estás asustando?
Decía sarvente quien trataba de hacer lo posible por tranquilizar al chico, pero este seguía tratando de respirar, sintiendo como la chica lo tomaba de ambas partes del cuerpo
-E-es ella, ella…
Respondió Keith casi entre lágrimas mientras trataba nuevamente de respirar y contener sus ganas de vomitar, hasta ese punto su cara solo presentaba estar un poco roja, el sudor desde antes ya mojaba su ropa, La oficial Martha como Rosie se dieron cuenta inmediatamente del despertar de su amigo y de su agitada condición, escuchando su manera de expresarse que para ellas era preocupante, la forma de cómo las tomó a ambas desprevenida ese tono de respirar por parte del rapero provocó que dieran un pequeño salto en sus asientos como también mantener firmes sus armas ante la latencia de una posible amenaza.
Solo se tomaron su tiempo aunque apuradas para así levantarse, Rosie colocó su escopeta en su espalda y Martha, su arma en su misma funda, de ahí solo se escucharon sus pasos mientras se dirigían hacia más atrás donde estaban sarvente y Keith, la rubia era la primera que lo vio antes que la oficial, observando en escena como la monja trataba de tranquilizar al muchacho por todos los medios sin éxito alguno, el sudor no se iba como por los nervios. Inmediatamente Rosie se agachó a la altura de las piernas de sarvente para así tomar las manos de Keith con el único fin de apaciguar su tensión y entender que el mucho tuvo un mal sueño que lo puso en esta situación
-Keith, bebe, cálmate, solo fue una pesadilla que tuviste, okey, nada más
Afirmó Rosie quien solo lo acariciaba de las mejillas como de su cabello quien no llevaba su gorra roja que tanto lo caracterizaba, aunque el calor de las suaves palabras de Rosie se escuchaban, Keith no se le quitaba en lo más mínimo su inquietud, la rubia miraba como sarvente hizo un intento por darle consuelo en un intento de calmarlo al igual que la rubia quien le acarició la mejilla y le limpiaba el sudor. La oficial Martha estaba detrás de la chica hada
-Rosie, yo la mire, la mire…
-¿A quién?
Pregunto la misma rubia quien siguió quitando un poco el sudor del muchacho, mientras sacaba de su chaleco una botella de agua para asi dárselo al peliazul, la cara de preocupación y extrañes de la chica era obvio como en todas las demás, no entendían a quien se refería
No querían ir a tal punto que provocó el comportamiento del muchacho con una sobrecarga de preguntas, ya que eso podría ponerlo más tenso con lo que ya estaba ahora, sin tanto remedio, Rosie solo abrió la tapa de la botella y posteriormente le ordenó con dulzura a Keith para que se la bebiera sin tanta prisa. Cosa que hizo sin dudarlo, aunque esté aparentemente tenía mucha sed, ya que casi dejó la botella media vacía, las tres lo dejarían tomarse su tiempo viendo en el lapso de los posteriores segundos como el muchacho apenas estaba recuperándose un poco a su respiración habitual, mirando a la nada y enfrente. Sarvente se quedó viendo a la rubia con preocupación e igualmente ella hacía lo mismo, todo fue inesperado, más de una pensaba que la estabilidad emocional y mental del joven rapero estaba al borde de caerse, teniendo mucha relación con todo lo que pasaron ese dia. Pero no podían especular, al menos no por ahora.
-¿Que ocurrió?
Pregunto la rubia con dudas a la monja, quien temerosa respondería en voz baja al igual que la chica
-No lo sé, se había dormido al menos una hora cuando recupero un poco la conciencia, y luego despertó todo agitado diciéndome que es "Ella", como acaba de decirte. ¿Pero no sé a quién se refiere?
Afirmó eso último la monja quien observó que la rubia decidió dirigir la mirada una vez más al muchacho, quién ya parecía más estable pero teniendo en la cara el miedo que quería volver a tenerlo abrazado, sin tanto rodeo, la hada decidiría hablar con calma y paciencia al muchacho para averiguar qué fue lo que pasó. Ella coloco su mano sobre la del muchacho, había dejado de tocarlo en el momento que le dio la botella con agua para que así tener algo de espacio por el que pueda respirar. Keith notaría tal acción y vería con algo de miedo a su amiga quien respondería inmediatamente cuando hizo eso
-Keith, ¿Me puedes decir que acabas de soñar y quién era "Ella? Me estas preocupando, preocupas a sarvente también
Keith levantó ambas ceja como sus ojos de la leve impresión, por como muchos dicen, cuando despiertas luego de un sueño esté puede perderse varios detalles en los posteriores minutos que te haz levantó, casi perdiendo cada recuerdo de lo que viste, pero para el rapero, ésto se dejó más como una marca de por vida al sentirlo de esa manera, ver desde una perspectiva propia de un video de Internet a su novia, con una apariencia un poco intimidante y riendo mientras se distorsionaba su voz como apariencia, no sería algo que borraría
-M-mire a Cherry…me decía cosas acerca de todo lo que pasó con ella y conmigo. Luego la miré muy lastimada, de la misma manera como murió, se reía de mi, así lo sentía. Sus ojos, su voz, sus dientes.
Parecía que le afectaba un poco volver a repasar todo lo que vio, pero inmediatamente como terminó de hablar en ese tono de voz asustado y melancólico, Rosie le habló.
-Hey, hey, cálmate, si…nada de lo que has visto es real, nada. Es tu mente, solo fue una pesadilla….
-Fue mi culpa. Yo mismo la maté, no puedo dejar de pensar en eso desde la mañana
Afirmaba Keith quién trataba de no gritar y casi romper en llanto mientras las tres féminas lo miraban con impotencia ante todo lo que acabo con el destino de la misma cherry, saber de que ella fue asesinada por el rapero con el único fin de proteger aquellos que estaban en aquella iglesia y no ser asesinados por ella al haberse transformado en una caníbal. La chica hada únicamente se quedaría callada por unos instantes para después responderle al muchacho mientras le tomaba del mentón para que así le pudiera ver a la cara
-Keith, compartimos el mismo dolor ahora mismo, te lo dije hace horas atrás. Yo misma al igual que tú, vi morir a mis amigas, seres queridos como tú novia. Ser devoradas por esas cosas hasta verles las tripas y huesos, o como la mayoría se transformaba en esas cosas. No eres el único que se le viene recuerdos de lo que pasó esta mañana y probablemente me pase lo mismo al dormir si es que tenemos posibilidad de hacerlo. Pero a pesar de eso, trato de que no me domine, recuerda lo que te hable en la base de que debes de mantenerte fuerte. Yo reconozco que eres bueno lidiando con cualquier cosa y es momento de que lo hagas, pudistes haber jalado de ese gatillo, pero incluso cherry habría querido así….se que puedes hacerlo corazón, ya te lo dije, me lo has demostrado, se que eres fuerte
-No eres el único quien perdió a alguien Keith
Decía sarvente con una mediana sonrisa aunque está desapareció instantáneamente
-Tiene razón Rosie, lo que paso con Ruv es…bueno, ya sabes. Así que no estás solo, tienes a tu madre, tu hermana y a los demás como a nosotras. Es…mucho peor que hubieras quedado solo en todo este caos, o no recibirias nuestra ayuda en este momento. Yo se que puedes Keith.
Afirmaba la monja quien solo acarició la cabeza del rapero quien por su parte miraba anonadado y preocupado a las chicas, daría un suspiro pecho mientras le daba la botella casi vacía a la rubia y se recostaba sobre su asiento viendo por el exterior de la ventana todas las estrellas y la luna en todo su esplendor al menos por dos minutos. No sabían si el muchacho estaba bien o si requería aún de su misma asistencia, Rosie intento tocar la frente del muchacho en un intento de darle algo de apoyo y así limpiarle lo que quedaba de su sudor, pero el peliazul detuvo el accionar
-Estoy bien, ya estoy bien….
-¿Seguro?
Pregunto la rubia quien vio cómo el muchacho se tomó su momento para asentir con la cabeza
-Lo estoy, solo que necesito poner mis pensamientos en orden por un momento…
-Okey, lo entiendo…
Afirmaba la rubia quien posteriores decidió levantarse pero sin tener la idea de despegarse del lugar cercano a donde estaba el muchacho, la oficial Martha únicamente retrocedió y decidió sentarse al lado de donde estaba la silla de Keith y sarvente. Mientras eso pasaba, no se daban la mínima idea de que Ena, al menos, fue mínima testigo de todo lo que pasó con anterioridad, pero la verdad de todo es que estaba más concentrada dentro de un vacío lleno de pensamientos muy caóticos que dejaban literalmente casi su cara en blanco como sus mismas expresiones que era neutrales. se miró las manos, su vista le estaba jugando una mala broma, una broma de que la sangre se escurría sobre sí misma pero desapareciendo en el mínimo instante que recapacitaba su conciencia
"Ahora ves que todo esto que esta pasando no es una broma
Tu misma la miraste, miraste como murió y ahora nosotras seremos las siguientes en ser devoradas, Taki y vanessa ya deben estar muertas.
Oye, tenemos que al menos ser un poco optimistas, ehh B-bueno, reconozco un poco lo que pasa a nuestro alrededor pero no te haz puesto a pensar que tal vez esto sea una buena broma del día de los inocentes ¡Ja,ja,ja!
Claro que no es una broma ¿Acaso una broma implica ver a monstruos comiéndose a una chica estando viva y ver su sangre en el parabrisas del auto? Ya entiende por favor….E-estamos muertas, es el fin del mundo, todo lo que conocemos se fue a la basura por todo lo malo que hemos hecho, el infierno está enviando sus muertos a la tierra. Te doy por adelantado que ese centro comercial estará más que abandonado, no hay manera de creer que saldremos de ésta
Hay por favor, A-al menos ten algo de fe, se que todo esto pasará si es que no es una broma. Nos vamos a reír algún día acerca de todo"
Sus pupilas se hacían pequeñas, el estrés se manifiesta por no se sabe cuánto tiempo, su cuerpo le temblaba, la sensación de asco y de frío apenas eran las etapas de una estrés que se hacía también mucho mayor. Tristeza y Felicidad, las personalidades que hacían y destacaban a Ena, estaban en un conflicto similar a cuando un joven niño le marca de por vida un evento que seguirá persistiendo dentro de sus recuerdos hasta que muera. Ena saboreo la realidad, tan fría como cruda, un recuerdo que no paraba de repetirse como si fuera un video. No teniendo ninguna pizca de similitud cuando creció en su mundo. Incluso felicidad, dudaba mucho de su propia perspectiva de las cosas, orillandose más a la duda que al positivismo, similar a su hermana.
-¿que clase de mundo es éste?
La chica habló, pero no habló con las dos personalidades que la destacaban. Ya para el punto que nadie le coloco la mínima atención a su estado, aquellos dos colores que la caracterizaban, el azul como amarillo, ya no eran ni visibles en ningún tipo de tonalidad ni mucho menos otra personalidad conocida por aquellos que la conocían, en su lugar, donde se supone estaría Amarillo, estaba una tonalidad grisácea no tan clara mientras que por el lado de Azul, solo se veía una tonalidad negra clara, similar al carbón, colores que en su escalera representaba nada vivo y para nada representativo. Ena no recordaba en qué momento su tono de piel cambió y que ahora casi hacía invisible su misma ropa ya que esta se combinaba, se miró los brazos una vez más, dándose cuenta que estuvo más metido en sus pensamientos que en saber ahora su estado actual.
Estaba levemente impresionada, pero no le importaba mucho, la serie de mezclas de pensamientos en su cabeza era la prioridad número uno de su cerebro. El trauma de ver a la muerte cara a cara. Felicidad y tristeza, ya no estaban más en el plano real, ahora Ena es solo Ena.
"¿Que hice para tener en la mente venir aqui?...
No valía la pena ir por el dinero"
Se preguntaba la chica bicolor de escalas grises, quien a posterior vio con preocupación la ventana y el exterior de las calles desde donde estaba sentada.
El sentimiento de silencio permaneció por al menos 5 minutos más, cinco minutos donde Rosie quiso darle espacio al mucho mientras miraba a todos lados y notaba como la mayoría dormía, notando como la oficial Martha le explica a la oficial Miranda todo el asunto que se desembocó en tranquilizar las pasiones del rapero, pero cuando ya se estaba por hacer a 6 minutos, la rubia observaría al fondo del bus como la madre de su buen amigo aparentemente estaba despertándose ya que proyectaba en la cara de aquella mujer de 40 años muecas de dolor como de disgustó, inmediatamente Rosie camino hacia ella con él fin de saber si estaba bien. Para cuando se acercó lo suficiente a ella, noto que abrió uno de sus ojos y luego el siguiente.
-Señora Kato, me alegra saber que se encuentra bien
-Y-yo ¡Y Keith!
Pregunto la mujer, angustiada por saber el estado de su hijo hasta el punto de querer levantarse, pero la rubia la detiene
-Esta bien, esta bien…no se tiene que preocupar por él. Durmió un poco y se levantó sin nada que preocuparse, la que se hace llamar Carol lo atendió. Todos estamos bien…
Afirmaba la hada con una suave voz, viendo como la mujer se incorporaba desde su asiento y viendo todo el paisaje que estaba sereno
-¿Q-que hora es? Dónde estamos….
-No lo sabemos con seguridad aun, pero son al menos la de la noche, aún no hemos usado la gasolina que tenemos, pero…creo que ya será el momento de que la usemos hasta que aquel chico diga. Tal vez quiere al igual que todos pensamos, que los demás sigan durmiendo un poco o solo alejarnos más del peligro hasta estar seguros de que esas cosas no rondan como mínimo por estas cuadras
Contestó la chica, viendo como la mujer de cabello turquesa se tomó su tiempo para así poder levantarse cosa que la rubia no la interrumpió, para cuando se levantó, fijo su mirada a todos lados del vehículo con el único fin de saber dónde estaba su hijo exactamente, no faltaba decir que estaba a escasos pasos de la fila izquierda de sillas de donde ella había dormido, viendo que estaba sarvente y la oficial Martha reunidas en ese momento, siendo que esta última había regresado luego de haber hablado con miranda. Kato, por instinto maternal que se formaba en ese preciso momento, decidió acercarse a dónde estaban las dos chicas y para su alivio cuando lo hizo, era ver a su hijo con la cara empapada al igual que su cabello.
-¡Hijo!….
Rápidamente sarvente se quitaría de su asiento para darle paso a la madre quien solo quería ver a su hijo, mirando en su cara el miedo como la preocupación. La monja solo observó una sonrisa y casi con ganas de llorar en la cara de la mujer también, viéndola como ella se sentaba en el lugar donde estaba antes, admirando como la mujer sin pensarlo, tomó a su hijo y lo abrazó para después darle besos en toda su cara sin importar cómo el chico reaccionara a eso. Sarvente vio tierno el momento y teniendo un aire de alivio ya que por una parte, reconocía que la mejor forma de consolar al muchacho luego de tal experiencia era con la única mujer que más confianza le tiene. Pero no tenía la capacidad de ponerse a pensar cómo se daría el resultado a tal acción, en cambio, la monja no miró ninguna reacción positiva en el muchacho, ni una sonrisa, ni vergüenza por cómo su madre le consentía, nada. En su lugar, la preocupación y miedo aún persistía como antes y después de haber despertado. Kato no dejaba de abrazarlo mientras lo colocaba encima de sus piernas, besándola tanta veces como le fuera posible
-Haaay hijo, me alegra saber que te encuentras bien después, no sabes lo angustiada que estaba por que te pasara algo y mírate, si tuve razón.
Aunque sus palabras fueran cautivadoras, Keith no daba respuesta ni a regañadientes, más bien, solo miraba a la mujer con indiferencia de querer apartarse de ella un poco, tal vez queriendo un poco despacio, eso mismo lo explicaría con sus mismas palabras
-Mamá, puedes…darme algo de espacio por favor, apenas me acabo de levantar y quisiera respirar un poco. Estoy bien, si, lo estoy…
Kato notaría aquella actitud propia de su hijo, desde su mismo instinto materno sabía que algo no andaba bien por cómo ella se fijaba con mucho detenimiento la mirada larga de su muchacho, en sí notaría la gran venda que le cubría y donde había un poco de sangre propia de su herida, pero todo lo demás de él se encontraba en la mejor de las condiciones. La preocupación de la mujer se iría incrementando cuando decidió obedecer a la petición de su pequeño y lo dejó en el mismo lugar que antes cuando se lo encontró, cerca de la ventana del asiento, de ahí el rapero se la quedaría viendo por unos instantes antes de suspirar y querer ver por la ventana.
Las demás sabían que no había mucho por que forzar al muchacho, sabía lo que le pasaba, así que para aligerar las cosas, sarvente habló
-Mmm Señora, ahora mismo Keith está un poco cansado con lo que pasó, está bien, no tiene por qué preocuparse por él
Afirmaba la monja con un leve nerviosismo pero volviendo a su postura de nuevo, viendo como la señora kato le devolvía la mirada con la misma preocupación de antes, pero esto no tardó como para que ella volviera a mirar a su hijo y con una inseguridad que tenía, decidió poner su mano sobre el hombro del muchacho
-Amorcito, ¿Te ocurre algo?
Es lo que pregunto la mujer, en cambio el joven, le devolvió la mirada y en su lugar no tantas palabras ni tantos sentimientos en estas al pronunciarlas como lo hizo su madre
-De verdad, estoy bien…no debes preocuparte mamá
Tomó la mano de la mujer, y se la beso mientras se la acariciaba, quiso darle una sonrisa a pesar de su cara estresada. Sus manos incluso le dieron caricias a las mejillas de la mujer quien al menos dio una leve sonrisa por el gesto de su chico, aunque esto por una parte, desde el interior de Kato, le decía que algo no andaba bien con Keith. Las demás entendían de que Keith no quería que su madre supiera de lo que le pasó anteriormente, aunque el rapero aparentara esas expresiones a la mujer, de hecho aún estaba asustado y sin respuesta acerca de aquellos sueños que eran tan inusuales que hasta el momento los recordaba, considerando que un solo sueño o pesadilla llegan a desaparecer en su totalidad luego de despertar un minuto.
-Está bien cariño, te creo.
Kato sabía de la naturaleza de su hijo, un muchacho sin tener la pizca de sentirse intimidado y con la actitud propia de heracles, sus anécdotas dadas por él y por cherry, le daban una idea de que su muchacho buscaba en ocasiones el peligro pero en otra veces no, ella no crío a su hijo como un cobarde o alguien a quien debía sobreproteger, pero para una parte entendía que la acciones pasadas del chico eran y llegarán a ser cuestionables sin importar donde lo mirara. Pero esta vez, con haberse ofrecido a buscar aquel combustible y ser testigo de cómo lo hizo, se daba cuenta que tenia la oportunidad de detenerlo ahora en adelante por casi haber muerto
"Casi hace que me de un infarto…
Pero al menos no paso a mayores como creía antes de haberme desmayado…no debí haberlo dejado ir, se que ya es un adulto, me demostró que puede valerse por si mismo cuando se mudo de la casa hace bastante tiempo. Aún pienso que la razón del por que fue con las demás aquella base militar era por tratar de protegerme a mi y a su hermana, conozco a mi pequeño bebe, hace lo que es correcto y se siente inútil cuando observa que todo está de cabeza. Es como cuando quiso hacer varias ideas de vender cosas por Internet cuando faltaba dinero en la casa, nunca se lo pedí y nunca se me pasó por la cabeza una idea así. De igual modo quiere que todo salga bien. Quiere que yo me sienta segura a pesar del gran susto que me lleve. ¿Estaré en lo correcto de dejarlo ir por una segunda vez ante todo este caos que está pasando?. Ya ni segura estoy de lo que pienso o quiero para él. Pruebas me bastan para saber que puede arreglárselas, pero él miedo me consume aún"
Su mente se avivó
La mujer únicamentemiraba con preocupación a su hijo mientras pensaba, alejada a escasos centímetros de donde estaban sentados, todo pasó rápido cuando lo medito abiertamente acerca de las acciones de su propio hijo quien yacía con la cara larga aún. Las demás notaría en los posteriores segundos hasta transformarse a un minuto como la mujer únicamente decidió acariciar el cabello de su hijo, al menos como muestra de cariño que Keith no se opuso, Rosie miró todo al pie del detalle y decidió no tomarle mucho detalle mientras decidía mirar hacia al lado derecho de la calle para posteriormente pasar al lado de la monja con el único propósito de ir directamente hacia él frente donde estaba pico conduciendo, pero antes de pudiera decirle algo acerca de cuál sería el siguiente plan, observó a lo lejos a través del parabrisas principal del vehículo lo que parecía ser una especie de obstáculo muy pero muy pronunciado
-¿Que demonios es eso?
Preguntaba Rosie en voz baja, alertando a pico quien la miró a su costado, en cambio él, hizo lo mismo que ella y vio a lo lejos y a través del camino algo que lo obstaculiza
-Es un retén, un retén militar….o eso parece
Decía pico quien a medida que se acercaban más a dicho retén, Rosie observaba que sus palabras eran ciertas. La calle estaba totalmente tapada con esos famoso muros militares con apariencia de cubos, uno apilado sobre otro siendo que en el medio de estos había una puerta de alambrada medianamente grande y teniendo arriba varias púas, desde el lado que ellos venían, a los costados de esa entrada habían trincheras hechas con sacos de arena que por su puesto, al tener ya una cercanía excesiva con aquel retén, se dieron cuenta que no había absolutamente nadie. No faltó decir que pico detuvo el vehículo cuando ya no había camino más que ir, la puerta obstaculizaba la entrada y no se arriesgaría a derribarla considerando que esta tenía púas encima, y si esta caía, las púas pincharian los neumáticos silenciosamente.
-¿Que pasa, por que nos detuvimos?
Pregunto la oficial Miranda quien rápidamente se levantó y se dirigió a dónde estaba la rubia y el mercenario, notando el pequeño muro que los obstaculizaba
-Creo que no hace falta responder por lo que ve ahora mismo
Decía pico quien sin más apago el vehículo, provocando que la atención de sarvente, kato, Keith y la oficial Martha fuera puesta a dónde estaban los demás y cerca del mercenario
-¿Qué pasa?
Pregunto sarvente quien miró como Martha se levantó
-Iré a ver que pasa, quédense aquí por el momento
Afirmaba la oficial se aspecto recio quien inmediatamente se dirigió a dónde estaban todos y vio lo que miranda presenció cuando también se levantó
-Esto es un pequeño problema que puede hacerse grande
Dijo pico quien se recostó sobre su asiento
-No hace falta decir que no podemos derribarla, esos alambres de púas que hay arriba de la valla pincharian los neumáticos
Afirmó miranda quien de la misma manera Rosie le daba la razón de lo que decía
-¿Que opción tenemos, podemos abrirla, no?
Pregunto Martha quien quiso entrar por una idea la situación
-Podríamos, pero eso seria arriesgar el maldito pellejo a que una de esas cosas nos ataque. Estamos indefenso con la poca luz que hay ahora… la única manera de abrirlo es por el otro lado
Afirmó pico quien solo se tomó su tiempo con el único fin de poner sus pensamientos en orden, cuando lo hizo, solo dio un suspiro leve para después hablar a las demás en general
-No hay otro modo, debemos bajar, alguien de aquí deberá abrir la puerta porque estaré llenando el tanque de combustible del autobús. Si tienen linternas, usenla, no queremos darnos con sorpresas
Todos permanecieron en silencio por en unos instantes para después verse como la oficial Miranda dio su palabra ante la propuesta
-Creo que me parece bien ¿Pero la idea aquí, es donde iremos? A decir verdad es bastante peligroso ir a oscuras en una ciudad llena de caníbales
-Creo…que tengo una idea.
No se espero escuchar tal voz entrar a la conversación, todos giraron hacia atrás casi a la mitad para darse cuenta de que se trataba del mismo Keith, estaba parado, ahí, con la mirada medianamente neutra mientras llevaba aún la venda sobre su cabeza. El rapero había escuchado todo lo que estaban hablando las oficiales, Rosie y pico, todo, no faltaba decir que cuando Keith se le ocurrió bajarse de su asiento, tanto su madre como sarvente se preocuparon tanto que no querían que él fuera a dónde ellos estaban, pero él, necio en su misma actitud de no obedecer a las féminas, de todos modos lo hizo. Pico, Martha y Rosie no tenían la más mínima idea de que diría el muchacho. Él hablaría después de quedarse callado por un minuto
-Podemos ir a la mansión de mis suegros, viven en el residencial HIlls Dollar Shiny, viven en la calle 3 de la casa número 5…con suerte…encontrarlos aun con vida, ellos nos ayudarían. Apuesto que para mañana aún seguirá el rescate en el centro comercial
Hubo un silencio que perduró un minuto para después mirarse como Rosie hablando casi con seriedad
-¿Daddy y Mommy? Acaso crees que nos ayudaría considerando lo detestables que son ellos dos, además de casi asesinarte. Esos par de ancianos casi hacen tu vida un infierno, por lo menos la loca que te quiso matar horas atrás casi cumplió su cometido sin tanto problema que en vez de ellos que lo hicieron tantas veces.
-Si viejo, escucha, tu plan es bueno no lo niego, pero que garantías hay que te no te puedan matar ahora o que ya estén muertos
Afirmaba pico al poco tiempo que Rosie terminó de hablar, de ahí pasaría unos buenos segundos antes de verse como la oficial Miranda diera su comentario
-Conozco a esa pareja como no lo crean, corruptos, abusivos, sucios y siempre creyendo que tienen todo sobre su poder, pero creo que todo eso ya no le sirve de mucho por todo lo que está pasando, al menos consideren que el señor Keith los conozca y pueden decirle nuestros motivos por los cuales los salvará…si es que siguen con vida o acepten, claro
-¿Enserio piensa ir?
Pregunto Rosie levantando la ceja
-¿Que opciones tenemos? No podemos buscar un lugar por aquí para tratar de dormir sin saber si hay más de esas cosas, si llegamos a despejar una zona, puede que vengan más. Conozco el residencial donde viven los suegros del señor Keith, es la zona más adinerada y más protegida de toda la ciudad. Nosotros los policías autorizamos muchas medidas de seguridad en ese lugar. Además…creo recordar que cuando todo esto empezó, muchas familias de ahí se fueron antes, no sabe si fueron los militares que los llevaron, pero considerando todo el dinero que tienen, se fueron. O tal vez me equivoque. La mansión de ellos no es tan grande como para no verse puntos ciegos, yo lo sé, la última vez que hicimos un allanamiento por presuntos conflictos de drogas, lo mire, pero no bastante como para que la comisaría recibiera un soborno de ellos. ¿No sé qué piensan ustedes?
Asi mismo, hubo otro silencio que nada más se apreciaba como cada uno se miraba a la caras para saber como tendrían sus expresiones en momento por las excusas que había dicho la oficial Miranda, no se tardó demasiado como para que pico diera un suspiro al igual que Rosie, dando a entender de que estaban de acuerdo con el plan. Era un hecho que esa zona tenía la más mínima posibilidad de que estuviera libre de aquellas bestias
-Bien, qué más da, ya no aguanto más el cansancio, pero si se pasan de listos esos vejestorios, le pondré un punto y final a las diferencias que tiene ellos con Keith. Creo que no estamos lejos de la residencia, son tres cuadras más de aquí y ya estaremos. Para ir al centro comercial son más que eso. Ni por cerca estamos
Decía pico quien suspiro para después levantarse y posteriormente presionar el botón que abría las puertas principales del autobús
-Bueno, creo que ya es tiempo que hagamos esto, pero debemos movernos rápido, cada minuto cuenta por ahora
Dio eso último para después tomar el bidón de combustible y así bajar del mismo autobús con un poco de seguridad hasta esta completamente en la acera derecha de la calle, Rosie solo desenfundo su escopeta y revisó todos sus bolsillos para asegurarse que tenía aún más cartuchos, pero se dio cuenta que no le quedaban mucho, solo 10 que eran los suficientes para su arma quien empezó a recargar con tranquilidad
-Estoy segura que tendrá cartuchos del 12 mm, o del 9 en esa bolsa ¿no?, gaste todo lo que tenía con ese idiota de la base, además necesito algunos para mi pistola.
Pregunto la rubia a la oficial Miranda quien abiertamente le respondería
-Si, tenemos solo 10 cajas nada más, revise la bolsa si guste, iré ayudar al señor picó con la gasolina, oficial Miranda acompáñame
-Esta bien….ya voy
Respondia Martha en voz baja, siendo que antes de irse, le dio una última mirada a Keith, bajo por las escaleras del autobús hasta estar en la vereda como lo había hecho la oficial Miranda. El rapero se quedó inerte mientras en un segundo dio la mirada hacía la izquierda donde estaba Rosie, aquella bolsa negra, que se posaba en el segundo asiento de la izquierda y cercana al asiento del conductor, era revisado por Rosie, buscando y buscando las municiones que la oficial le había prometido entre sus palabras, se tomó por lo menos un minuto antes de ver las cajas de municiones, eran de color verde, similares a las que se llevaron en las mochilas que Ena tenía en su poder en ese momento. La razón del por qué la rubia no las tomó de su propia reserva se debe a que quería ser lo más rápida posible antes de salir, en sí, la zona donde estaban no sabían si estaba comprometida.
La líder de la ex pandilla de las Belladonas únicamente sacó dos cajas para después abrirlas y ver en su interior los cartuchos de color verde que eran 10 en total por cada caja, ella vacío las dos y colocó la munición en los bolsillos de su chaleco táctico. Para cuando se tomó su tiempo para asegurarse de que todo estaba en orden en su equipo, observó como Keith se acercaba a ella con una cara neutra.
-Quisiera ir con ustedes, Rosie
Es lo que hablo el muchacho, provocando que la rubia levantará una ceja por lo que decía su amigo, ella inmediatamente se le vio el disgustó como a su vez de la inseguridad que manifestaba
-¿Que?, ¿Qué cosas dices? Claro que no iras, acaso se te olvidó que nos pasó anteriormente
-Rosie, enserio quisiera ayudar con ir afuera ahora mismo, escucha, tal vez pueda cruzar el muro para abrir la puerta y así pasar
Afirmaba el rapero quien demostró seriedad a la chica, no teniendo ninguna intención de echarse para atrás con su decisión
-¿Que, acaso quieres ir afuera, hijo? Aún después de lo que te paso
-¿Por que quieres ir Keith, acaso no piensas en tu estado?
Tanto sarvente como kato también no querían que él muchacho se marchara por una vez más hacia el exterior considerando los peligros que podría afrontar, la rubia solo se quedó viendo al chico quien no parecía más que exponer su seriedad y las marcas de sangre y raspones que tenía sobre sus mejillas como en la frente, Rosie entendía por buenos motivos o por el miedo que le consumía que no podía dejar a Keith salir con ella, pero aunque se lo opusiera, es probable que de todos modos él lo hiciera sin su consentimiento poniendo más en riesgo su propia seguridad. Tampoco podía decir que el rapero era alguien a quien podría llamar cobarde, al menos tuvo las agallas de enfrentarse aquel monstruos que los atacó con tal de protegerla. Un minuto, un minuto de silencio es lo que transcurrió hasta que la chica diera un suspiro
-Bien, puedes venir conmigo, pero no te separes
-¿Que, acaso piensas dejarlo ir?
Pregunto sarvente casi molesta con la decisión que había optado la hada
-Hay varios motivos para que no salga de este autobús y eso es que no lo asesinen
Respondió la monja quien se acercó desafiante a la rubia, pero en eso, Keith lo detiene a manera de palabra
-Esta bien, sarvente, esta bien, solo es abrir la puerta nada más, soy lo bastante ligero como para que Rosie me ayude a subir al otro lado, pico esta ocupado y esto tiene que ser rápido
Afirmaba el muchacho deteniendo a la chica quien por su parte solo colocó sus dos manos sobre su pecho, no estaba segura aunque las palabras del peliazul pudieran serle útiles de consuelo
-Pero…tu herida, casi te mueres.
Dijo la monja melancólicamente
-Y-yo, no sería capaz de dejarte ir, incluso tu madre lo sabe. Lo que más quiero es que te quedes, eres…lo único más cercano que tengo ahora mismo desde que Ruv….no quiero estar sola
Arrodillándose enfrente de la hada y del rapero, sarvente quiso estar a la altura del muchacho para que esté pudiera ver con todo su esplendor que sus sentires eran genuinos y que su miedo de que la muerte lo abrazara se manifestaba a manera de que sus primera lágrimas querían aparecer
-Oye, está bien, okey, estaré bien, sabes que lo estaré…esto lo hago no porque quiera demostrar que soy valiente, lo hago porque quiero protegerte a ti y a mi madre como a los demás. Rosie irá conmigo…-extendió su mano lentamente hacia las mejillas de la monja con el único fin de limpiarle las lágrimas- solo quédate aquí y cuidado de mi madre, está bien, solo será unos segundos
Con un poco de amargura que le quedaba, sarvente únicamente afirmaría con la cabeza con mucha pena luego de al menos un minuto de quedarse pensando, de ahí y sin avisar, la chica abrazó al muchacho con todas sus fuerzas provocando que el rapero le diera un leve asombro de la acción de su amiga, al principio fue así pero posteriormente respondió a su cariño hasta que se separaron luego de un minuto. La reacción de Rosie se limitó a verlos con seriedad y levantando una ceja en el acto hasta ver que la muchacha se levantara
-¿Terminaron de darse cariño?
Decía Rosie levemente molesta mientras se preparaba y en eso Keith solo se la quedó viendo
-O-oye Rosie, necesito…un arma, la que tenía se me cayó desde lo ocurrido hace horas atrás
-Ni me lo menciones, ya sabía que dirías algo como eso…
Afirmaba la rubia quien rápidamente decidió buscar entre la bolsa de donde sacó las municiones para la escopeta algo que le pudiera servir al mismo muchacho, cosa que lo encontró sin tanto tiempo y ante la vista del rapero como de la monja. Era una MP7,
Subfusil de baja potencia diseñada incluso para un tirador menos experimentado en el mundo de las armas, con un retroceso modernamente decente si se sabe usar bien
-No creo que les moleste que tomemos esto, ten, también estos dos cargadores, son 4,6 mm para que lo sepas.
Dijo la rubia quien le dio el arma al muchacho además de dos cargadores sumamente grandes donde rápidamente el rapero los tomo y los coloco por debajo de su pantalón con mucho cuidado, dejando levemente impresionada a la hada por la confianza que tenía en usar dicho instrumento y más por como Keith sacó el cargador del arma para asegurarse de estuviera cargado para posteriormente ponerlo en su lugar. Sarvente igualmente estaba asombrada por los movimientos que hacía Keith, pero esto se debía a que la monja tenía nulo conocimiento en el mundo de las armas
-Nunca me habías dicho que supieras manejar armas- miró el subfusil con detenimiento- no parece mucho a una de juguete
-Es una pequeña historia que tengo…
-Bueno, ya basta de perder el tiempo, es mejor que hagamos esto…
Rosie interpuso lo que sería una nueva conversación entre la monja el peliazul con el único fin de que el muchacho la pudiera seguir cuando ella decidió empezar a bajar por las escaleras del autobús, Keith por su parte, le hizo saber a sarvente que no tardaría mucho en lo que hacían y sin tanta dilación, siguió a la ex líder de la pandilla Belladona trayendo entre sus manos su nueva arma de fuego, un arma la cual sostenía con sus dos manos y que pasaba un poco más que una pistola convencional. Sarvente únicamente volvió a dónde estaba junto con la señora kato explicándole que su hijo estaría en buenas manos.
Para cuando sus pies pisaron el asfalto, un aire de soledad es lo que vivió en todos los sentidos al mirar sus alrededor, las estrellas se manifestaban con mayor claridad que cualquier otra noche que haya visto, pero sin las luces en los edificios y la oscuridad que acechaba por todo el lugar como por el olor a quemado, se daba una idea de que una situación como esta la había vivido en un mismo sueño, dio unos pasos hacia su izquierda donde Rosie había caminado para ir directo hacia el muro militar que le obstaculiza el paso, miró hacia la parte delantera del autobús como de su parabrisa, la sangre fresca de Pompom se escurría por todo el cristal como por la parrilla del vehículo cuando está salpicó producto de las mordeduras que recibió. El peliazul no tuvo la gracia de volver hablar con ella, la conocía, pero sabía que estaba con ellos a pesar de estar casi inconsciente
-Pobre Pompom
Dijo, en voz baja para después caminar hacia Rosie quien miraba todo el muro con mucho detenimiento, tratando de saber dónde podrían pasar
-no es muy alto desde dentro del autobús, supongo que podría hacer lo que tienes pensado, bien, creo que puedes subirte encima de mi.
Keith solo se quedó viendo el muro mientras se acercaba con un poco a su amiga hacia su derecha
-Bien, hagamos esto…
Respondió, viendo como Rosie asintió con la cabeza para después agacharse con el único propósito de que el muchacho se subiera encima de su espalda, cosa que hizo con mucho cuidado, observándose que el rapero entrecruzo sus piernas entre el cuello de la hada para así aferrarse, cuando lo sintió, la chica tomó de las piernas con sus manos al mucho para posteriormente tratar de levantarse con el único fin de que el peliazul pudiera llegar al borde del muro
-Bien bebé, ahora inténtalo…
Afirmó la rubia, viendo desde abajo como Keith dio un pequeño salto para así de una vez sujetarse del borde y posteriormente verse como intentaban escalar hasta lograrlo con éxito, aunque eso le llegara ensuciar un poco la camisa. Estando inerte y encima del muro militar que era rellenado de arena fina, pudo ver desde el otro lado de ese muro un área que estaba ligeramente despejada, viendo que únicamente habían dos camiones militares de color verde, intactos y sin indicios de combate
-¿Que es lo que ves, esta despejado?
Preguntó la hada
-Hay varios camiones, está despejado, no hay autos…
Afirmaba el rapero para después ver hacia el piso con el único fin de saber si la zona estaba despejada para que él pueda bajarse de una buena vez, la altura era moderada, pero no tenía opciones para buscar algo al cual apoyarse, al pensarlo solo por un minuto, Keith únicamente decidió saltar con sumo cuidado hasta caer perfectamente en el suelo parado aunque esto le doliera un poco sus pies, de ahí, el muchacho se propondría a ir la puerta con el único fin de abrirla de una buena vez. Rosie solo se quedó ahí, sola por un buen momento mientras que Keith estaba al tanto de la puerta, aprovechando ese tiempo, tomó un suspiro, para después tomar el comunicador de su radio. Su idea no la tenía precisa, pero no perdía nada con intentar
-Taki…taki, oye taki, responde, cambio
Hablo a secas y sería, esperando una respuesta en los posteriores segundos antes de qué volvería hablar
-Taki, me escuchas, soy yo Rosie, estas ahí, cambio
Espero una vez más, viéndose que sus esperanzas de que alguien respondiera apenas estaban empezando a desvanecerse.
-¿Rosie, eres tú?
Los ojos de la hada se abrieron levemente del asombro, la voz que venía del radio no era ni más ni menos que la de Vanessa. Instantáneamente la hada respondería junto a varias dudas
-¿Vanessa? Dónde está Taki…que pasó
-E-estamos bien, estamos bien, escapamos de la base con mucha suerte en una motocicleta, pero…Taki está herida
-¡¿Herida?! Pero como…
Pregunto la rubia impresionada como preocupada hasta que vanessa respondería luego de un minuto de quedarse callada
-Fue cuando peleo con esa cosa, aparentemente se confío y…casi la mata, si no hubiera llegado eso hubiera pasado. Había tenido varias heridas y una fractura, me pidió cuando escapamos que fuéramos a una farmacia para que así yo la pudiera atender, ella me indicó cómo. Pero…aún no sé si lo hice bien a decir verdad de mi parte
Afirmó la chica pollo con nerviosismo
-¿P-pero está bien?
-Si, esta bien…ella lo dijo, pero esta durmiendo, creo…que esta muy fatigada con todo lo que pasó…¿Como están todos, escaparon?
-Si lo hicimos, con suerte…es un alivio que estén bien las dos, sabes, quería ir, pero…sabía que Taki tal vez haría algo de diferencia considerando la pelea que le dio a esa loca que casi mata a Keith, aunque creo que al menos si le salvaste el pellejo…
De ahí, solo hubo un silencio que duró al menos un minuto y medio hasta que vanessa dijera algo
-¿Que haremos ahora?
-Eso mismo pienso…pero escúchame bien, esto es lo que harás si es que Taki puede tener la fuerza necesaria para caminar, okey. Iremos al residencial Hills Dólar Shiny, Keith comenta que tal vez sus ex suegros nos ayuden en todo esto, viven en la calle 3, casa número 5. Es una mansión casi grande, puede sernos útil para pasar esta noche, pero también como punto de encuentro para que ustedes vengan aquí ¿pueden venir, taki es capaz de conducir la motocicleta?
-Taki no, de hecho fui yo la que conduje…
Eso dejo algo impresionada a Rosie quien solo hizo una mueca
-Oh, okey…
-¿Hills Dólar shiny? Es donde vivo…yo vivo en la calle número 4, casa 1
-¿Así que no tienes problemas de venir sin que te de la dirección?
-No, claro que no. Iremos en el primer instante que Taki se siente bien, no te preocupes
Afirmaba vanessa con determinación y confianza, viéndose en la cara de la rubia un sentimiento de alivio al dar un suspiro leve
-Esta bien, informaré que se encuentran a salvo, creo…estaremos informándonos, ya quiero llegar a esa maldita mansión de los suegros de Keith. Con suerte, tal vez haiga algo bueno luego de todo este maldito día. Cuídate
-Igualmente.
Decía la rubia a través de la radio para después escucharse como está cerró la transmisión, Rosie se quedó ahí y decidió silenciar su canal por el momento mientras miraba a todos lados el desolado paisaje que se le venía encima en una noche que se hacía cada vez más fría, esto incluso le provocaba muchos escalofríos hasta el punto de abrazarse a sí mismo, no sabía por cuánto tiempo se tomó hablando con vanessa pero no era lo bastante como para que se pudiera dar cuenta que Keith se estaba tomando su tiempo.
-¡Keith, cariño, está todo bien ahí!
Ante su paso, el rapero notaba ninguna pizca de destrucción aunque hiciera todo tipo de intentos por hacerlo, en cambio, lo que había era papeles tirados y escombros de la poca destrucción de los paramos. Hasta donde su mente decía, Keith no encontraba algún tipo de lógica que pudiera decir acerca del por qué de todo lo que pasó ese día, no era la destrucción en sí, si no, la aparición de esa extraña chica que vestía elegantemente. Era la primera vez que la veía cara a cara y pudo haber sido la última si no fuera porque taki que le salvo. Nunca la conoció o tuvo la dicha de conocerla, pero si hubiera sido así, ya se hubiera apartado de inmediato, ya que de todos los seres o entidades que pudo haberse enfrentado, aquella chica parecía carecer ninguna pizca de gusto por batallar en un duelo de rap con él, en sus ojos y cara únicamente se encontraba el vacío, muerto y sin alma, además de estar fijamente interesado en él, repitiendo su nombre sin gracia alguna. Para el rapero, era la única persona que quería matarlo el cual de verdad le estaba empezando a tener miedo, Ni Tankman, ni Tricky, ni sarvente, ni nadie el cual quiso matarlo, le tuvo miedo, la única que le dio esa sensación era esa chica robot, la primera vez que ahora su modo de arreglar las cosas ya no servían para nada.
-¿Quién es ella?
Se preguntaba mientras se miraba las manos, aun llenas de su sangre como de su querida amada que ya estaba seca, ese sueño que tuvo hace minutos atrás dejaba mucho que desear, si era su estrés o algo más siniestro que no podía comprender. Para cuando estuvo sumergido en sus pensamientos y mirando a los alrededores, se dio cuenta que la voz de Rosie sonaba al aire y rápidamente contestó lo que había dicho
-¡Si, estoy bien, solo estoy viendo que si esta todo bien por aquí!
Afirmaba mientras daba un suspiro pesado, dicho miedo, no se comparaba a la vez que tenía pesadillas de niño. Su Rap ya no sirve de nada en aquellas circunstancias que casi hacen que lo maten. Sin tomar tanto revuelo, Keith decidió caminar hacia las puertas metálicas con el único fin de abrirlas, estas se encontraban cerradas por un pasador que se deslizaba a la izquierda, era casi grandes, grueso y helado cuando lo toco, sin más, él muchacho hizo un esfuerzo por abrirlo hasta que se escuchó el espacio libre que la puerta hizo como para que el rapero ahora tuviera la libertad de empujarla de una vez hacia afuera, consiguiendo así sin tanto problema la vía libre. El peliazul se movió lentamente hacia donde estaba Rosie quien se acercó un poco preocupada por el muchacho, le miraba en la cara un notable cansancio que trataba de ocultar
-Cariño ¿pasó algo?
Pregunto la rubia
-Nada, estaba viendo si había algo que pueda ayudarnos o ver si estaba todo bien, no tienes por que preocuparte Rosie
-Bueno, al menos la puerta está abierta, no hubo tanto problema como esperaba, las cosas se complican cada vez más. Me llamo Vanessa ahora mismo…se encuentra bien con taki y están ocultas en una farmacia
En eso, Keith presentó algo de interés
-¿Y qué harán ahora mismo, le dijiste acerca de lo que haremos ahora?
-Pues, si, resulta que Vanessa vive en la residencial donde vive mommy y Daddy, así que ya sabrán como ir, no hoy por que taki se siente bien, recibió algunos golpes que casi la matan, probablemente mañana vengan hasta que se sienta bien
Afirmaba la rubia quien posteriormente suspiro mientras temblaba un poco por el frío
-Esta helado cada vez más, es mejor ver que hacen tu amigo y las oficiales
Keith únicamente asintió con la cabeza y acompaño a la rubia para dar unos cuantos pasos hasta llegar a las puerta del autobús, por mera coincidencia los dos habían visto que tanto pico como las oficiales ya estaban llegando de llenar de combustible el autobús, viéndose como estaba hablando la oficial Miranda con Martha acerca de que si habría una posibilidad de que su siguiente plan llegara a funcionar, para cuando vieron a la pareja, una notable sorpresa se les vio por ver a Keith, en especial a Martha
-¿Keith, no se supone que debes descansar?
Pregunto Martha preocupada, viéndose como Rosie le hacía una mueca de disgustó y levantaba la ceja
-Estoy bien, Rosie me ayudó para que yo pudiera pasar el muro y así abrir las puertas, ustedes estaban ayudando a pico con el combustible
Afirmó el rapero tratando de calmarla a lo que la oficial Miranda solo respondería mientras daba un suspiro
-De todos modos es una buena ayuda, hasta donde sabemos no hay peligro alguno, por el momento. Bueno, hemos usado el combustible así que en teoría estamos listos para ir al residencial…
Pero antes de qué la oficial Miranda pudiera aclarar más de su monólogo, un fuerte ruido, similar a un plato roto, se escuchó a su lado derecho de donde estaba, de frente a la puerta del autobús, Rosie dirigió su mirada a su izquierda al igual que Keith, siendo testigos desde sus oídos como ese fuerte crujido se escuchó a través de una especie de tienda. Una de las tantas que habían en el lugar. Todos miraron por esa dirección y rápidamente Rosie sacó su escopeta, como las oficiales, pico además de Keith mantuvieron firmes sus armas.
Era una cafetería de esas modernas, se le podía ver que estaba intacta, sus luces desde dentro estaban apagadas, pero con la poca luz de la luna y de los postes de la calle, se notaba su interior a través de sus ventanas, su estética era similar a la de Rosie. Todos estaban listos para lo que sea que viniera encima mientras fijaban sus armas, sabía que cualquier ruido que saliera de sus alrededores era señal de mal presagio. Así estuvieron por un minuto, un minuto que hubiera sido suficiente como para que algo pudiera salir de esas ventanas y les atacara, en cambio. Nada más hubo silencio y el frío se hacía cada vez más notable. Todos entendía que algo no andaba bien
-¿Por qué no sale nada?
Pregunto Martha, así mismo se quedaron callados por unos instantes mientras trataban de mirar desde adentro si había alguno de esos monstruos, Miranda era la que mejor visión tenía
-No creó que haya sido unas de esas cosas…
-Y por que no, considerando lo confiado que hemos estado por lo que pasó en la base militar
Afirmaba pico pero viendo que la oficial Miranda en los posteriores segundos decidió bajar su arma mientras aún tenía la mirada sería, confiada de que no le iba a pasar nada
-Todos, bajen sus armas…no son esas cosas
-¿Que, por que?
Pregunto Martha quien parecía estar extrañada, únicamente Obedeció lo que decía su compañera y los demás hicieron lo mismo con dudas, no sabían que era lo que pasaba con la oficial Miranda, solo se le vio analizando la situación hasta que está habló con más claridad
-Si fuera una de esas cosas, ya hubieran salido de una buena vez, no piensan, no analizan como si fuera una especie de león acechando a su presa, son muy frenéticos y hacen las cosas sin pensarlo…así que la única cosa por la que pienso ahora, es que tal vez sean supervivientes, personas.
-¿Personas?
Pregunto Rosie a lo cual Miranda le asiente con la cabeza mientras pone firme su arma para después ir a la puerta de la cafetería la cual está tenía una ventana quien podía ver con detenimiento, de ahí se quedaría por unos instantes antes de tomar el pomo de la puerta con sumo cuidado, estaba también helado pero no le importo hasta que decidió intentar abrir el umbral con sumo cuidado para saber si este se encontraba abierto. Para su fortuna este estaba totalmente libre y sin ningún tipo de llave, posteriormente solo empujó la puerta con cautela hasta que estuviera completamente abierta, el aire frío y la luz entraron al local como las miradas de sus nuevos visitantes quienes estaban cada vez más convencidos de lo que decía la oficial Miranda, ya que no había peligro alguno, todo estaba intacto y no había modo de explicarlo.
-Entremos, busquemos si hay alguien aquí, por sobre todo, mantengámonos juntos. Yo voy a encabezar
