Como ya saben nada de esto nos pertenece, la dueña de estos personajes es Stephenie Meyer, la autora de esta hermosa historia es la autora FyreByrd y la traducción es de AlePattz, Sullyfunes01 es nuestra prelectora.
Thank you Fyrebyrd for allowing us to share this beautiful story in Spanish.
[Traducido por EriCastelo en apoyo a AlePattz]
Capítulo 40: Bebé a bordo (Outtake)
Jake POV
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Día 58
"Vamos, chico", le digo a Sam. Seth y yo estamos jugando en el patio y yo intento que Sam suba los escalones del tobogán. Se queda ahí sentado con la lengua fuera como si no me oyera.
Entonces Seth se acerca. "Tenemos que subirlo si queremos que se deslice".
"Pero pesa mucho", le digo.
"Yo me encargo de sus patas delanteras y tú de las traseras". Seth señala a Sam y me pongo detrás de él. "Ahora, inclínate y agárrale las patas. Yo pongo las delanteras ahí arriba".
Tira de Sam hacia la escalera y levanta sus patas delanteras sobre un peldaño. Pero Sam sigue sin subir. Así que Seth vuelve aquí conmigo y ambos nos inclinamos y levantamos su parte trasera. Empujamos y empujamos, pero sigue sin subir los escalones.
"No lo hará", señalo. "Y además pesa mucho".
"Bueno", dice Seth y suelta la pata que estaba sujetando. "Deja que le dé una golosina, subo y lo llamo".
"Sí, eso podría funcionar", estoy de acuerdo.
Veo a Seth correr al porche trasero y buscar una golosina para Sam. Luego vuelve corriendo y sube por el tobogán hasta arriba.
Sostiene la golosina sobre los escalones. "Toma, chico. Ven por ella". Agita la golosina para llamar la atención de Sam.
Sam levanta las orejas y se acerca, estirando el cuello para olisquear el aire. Cuando se da cuenta de que Seth tiene una golosina, se levanta y apoya las patas en un escalón.
Me acerco a su lado. "Eso es, chico. Ve por eso".
Le empujo la tola para que suba. Engancha las patas en un escalón y lo intenta. Sus patas se agitan por todas partes, pero se acerca a la golosina. Seth se desliza hacia atrás para que su boca no pueda alcanzarla.
"Ya va, Seth", le grito, empujándolo lo mejor que puedo.
"Ya lo veo", me dice Seth, riéndose.
Cuando Sam se acerca arriba, Seth deja su golosina y le agarra las patas, tirando de él hacia arriba. A medida que Sam sube, Seth empieza a deslizarse por el tobogán. Se ríe y se divierte, pero entonces la golosina se desliza a su lado. Tanto trabajo y su golosina está en el suelo.
Corro a recogerla justo antes de que Seth se deslice hacia el suelo. Cuando miro hacia la parte superior del tobogán, veo a Sam sentado en la parte plana de arriba.
Vuelvo corriendo y subo un par de escalones. "Sí, chico, lo has conseguido". Le tiendo su golosina y la engulle.
Seth se lleva la mano a la frente. "Ahora no va a bajar".
"Sí, llámalo", le digo.
Se agacha al pie del tobogán y empieza a acariciarlo. "Vamos, chico. Vamos, Sam".
Finalmente, Sam empieza a poner lentamente las patas en el tobogán. Me emociono y corro junto a mi hermano. Ambos lo llamamos hasta que empieza a deslizarse y aterriza justo delante de nosotros.
Nos levantamos de un salto, chocando los cinco porque ¡lo hemos conseguido! Hemos conseguido que Sam se deslice. Estábamos tan emocionados que no vimos a mamá y papá salir por la puerta.
"Hola, amigos, ¿qué está pasando aquí?" Papá nos pregunta con una teja levantada.
"Hicimos que Sam se deslizara", le dice Seth. "Se subió y bajó por el tobogán hasta el suelo".
Papá nos mira como si no entendiera. "Wow", dice finalmente. "Bueno, a mamá y a mí nos gustaría hablar con ustedes dos. ¿Pueden entrar y lavarse para almorzar?"
"¿Qué vamos a tomer?" Pregunto porque necesito saber si está bueno.
"Hice pizza", dice papá.
"¿La hiciste tú?" Pregunto levantando las manos. "¿Por qué no la tompras? Es lo que hacemos siempre".
Papá me frota la cabeza y me empuja hacia la puerta de atrás. "Te gustará. Hago buena pizza, ¿verdad, Seth?"
"Sí, sobre todo la de queso", dice Seth.
Papá pone los ojos en blanco. "Claro que es la de queso. Menos mal que la he hecho hoy". Se ríe mientras Seth levanta el puño.
"Muy bien, chicos, vamos a lavarnos primero", dice mamá. Siempre tiene que asegurarse de que nos aseamos antes de tomer.
Después de asegurarse de que nos lavamos las manos, nos sentamos todos a la mesa donde papá nos sirve pizza con queso. Primero veo a Seth probar un bocado y, cuando asiente por lo buena que está, como la mía.
"Mmm", murmuro con la pizza en la boca. "Está buena, papá".
Mamá suelta una pequeña risita, pero sigue pendiente de mí. "Sí, está muy buena, pero no hablamos mientras tenemos la comida en la boca, ¿de acuerdo?"
Me trago el bocado y digo: "Sí, mamá".
Cuando terminamos de tomer, papá se aclara la garganta. "Mamá y yo queremos decirles algo". Mira entre nosotros y luego a mamá.
Ella asiente y se agarran de la mano. "Nos preguntábamos qué les parecería tener un hermanito o hermanita". Nos mira por turnos a mí y a Seth.
Me encojo de hombros. "Un hermanito estaría bien". Me giro hacia Seth. "¿Qué dices?"
Él mira entre mamá y papá. "¿Cuándo?"
"Bueno, dentro de poco", contesta papá.
Seth me mira y asiente. "Sí, creo que un hermanito estaría bien".
"Niños", llama mamá, haciendo que ambos nos volvamos hacia ella. "No pueden elegir si es un hermano o una hermana".
"¿Por qué no?" pregunta Seth. "Jared y Joseph querían una hermanita y eso es lo que tuvieron".
Papá se ríe entre dientes. "Sí, colega, aunque tuvieron suerte. Cuando tienes un bebé, tienes que aceptar lo que venga".
"¿Y quién va a tener el bebé?", pregunto, porque ahora me confunden.
Mamá se levanta de su asiento, pasa entre Seth y yo y se pone en cuclillas. "Yo voy a tener el bebé", dice en voz baja mientras me mira.
Me lo pienso un segundo. ¿Quiero compartir mi habitación con otro hermano? "¿Dónde va a dormir?" pregunto.
Mamá me pasa la mano por la frente y me hace sentir bien. "Cariño, el bebé tendrá su propia habitación"
"¿Te refieres a la antigua habitación de papá?", Seth pregunta.
"Sí, colega, el bebé tendrá mi antigua habitación", responde papá desde el otro lado de la mesa.
"¿Y dónde está entonces?", pregunto.
Mamá suspira y mira a papá. Se levanta, rodea la mesa y se sienta sobre las rodillas. "Miren, chicos. Sé que esto no viene a cuento, pero nos acabamos de enterar y queríamos compartirlo con nuestros chicos". Pone la mano en el estómago de mamá. "¿Recuerdas que la tía Vic tenía a Leah en la barriga?". Asiento con la cabeza porque recuerdo que su barriga era muy grande. "Pues ahí es donde está este bebé, en la barriga de mamá".
Miro la barriga de mamá. "No es muy grande", digo.
Mamá se ríe. "No, ahora no, pero cada vez será más grande. Y entonces tendré que ir al hospital para tenerlo".
"¿Al hospital?" Pregunto porque no quiero que mamá vaya al hospital.
"Oh, cariño", dice mamá. "No será igual que cuando tú estuviste ahí. Te prometo que no me quedaré más que uno o dos días y tú y Seth podrán venir a vernos al nuevo bebé y a mí".
"Mi nuevo hermano", digo asintiendo con la cabeza.
"Vaya, amigo", dice papá. "Todavía no estamos seguros de si va a ser hermano o hermana. Recuerda que hemos dicho que no lo sabemos".
Saco los labios en un mohín, pero asiento con la cabeza de todos modos. "Bueno".
Papá mira a Seth. "¿Y tú, colega? ¿Estás bien?"
Seth se encoge de hombros. "Supongo que sí", le dice a papá y luego se vuelve hacia mí. "Siempre podemos vestirla con ropa de niño si es niña".
"Oye, oye, nada de eso", dice papá como si estuviera jugando con nosotros. "Creo que les encantará tener una hermanita o un hermanito y serán los mejores hermanos mayores".
"Oh si, podemos hacer eso. ¿Verdad Jake?" Seth me pregunta.
Lo pienso un momento y decido que puedo ser un increíble hermano mayor. Incluso mejor que Jared y Joseph. "Sí, tlaro que podemos. Aunque sea una hermana".
"Así me gusta", dice papá y me alborota el pelo. "Ahora, una cosa más. ¿Pueden guardar el secreto por un ratito?"
"¿A quién se lo vamos a decir?" pregunta Seth.
Papá pone los ojos en blanco y mamá se ríe de él porque es tonto. "Pensé que podríamos hacer lo mismo como cuando le pedí a mamá que se casara conmigo. ¿Se acuerdan? Lo mantuvieron en secreto y cuando lo planeamos, se lo dijeron".
"Sí, lo hicimos bien. Dijo que sí". Seth cierra los puños.
"Ajá," estoy de acuerdo, asintiendo con la tabeza. Ella dijo que sí y ahora están tasados.
"Lo hicieron muy bien", coincide mamá sonriéndonos a los dos. "¿Y esperábamos que pudieras hacerlo otra vez, pero para toda la familia?"
"Podemos, pero ¿qué tenemos que hacer?". pregunta Seth encogiéndose de hombros.
"Simplemente no se lo digan a nadie ahora mismo y cuando los tengamos a todos aquí para cenar o algo así, discutiremos cómo vamos a hacer para contarles", explica mamá.
"¿Ahí podemos decirles?" pregunto.
Papá asiente. "Sí, igual que le dijeron a mamá que quería casarme con ella. Pero, como entonces, no digan nada hasta que les digamos. ¿Pueden hacerlo?"
Seth pone los ojos en blanco. "Por supuesto, papá. Somos los mejores guardianes de secretos. ¿Verdad, Jake?"
"Lo somos". Asiento con la cabeza a su lado.
Mamá empieza a reírse a carcajadas y no sé por qué, pero yo también empiezo a reírme. Al poco rato todos nos reímos y papá nos envuelve a todos en un gran abrazo. "Los amo, colegas".
Cuando nos suelta, le digo: "Yo también te amo, papá. ¿Ahora nos lees? Estoy tansado".
Sonríe, se levanta y me tiende la mano. "Claro, vamos".
Le damos besos a mamá y subimos a nuestra habitación, donde papá nos lee hasta que nos dormimos.
