Esa Noche Delila esperaba con un camisón de algodón rosa adornado con un lazo pequeño en el pecho a que el alcalde Walden llegase a la iglesia para comenzar el plan para atrapar a Krueger, se movía nerviosamente de un lado a otro, caminando en círculos por el salón mientras jugueteaba con dos píldoras de somníferos en su mano derecha.

-¿cuánto tiempo va a tardar?- dijo Delila entre enfadada y nerviosa.

El reverendo miró el reloj de pulsera de plata que tenía puesto en su muñeca izquierda.

-Estará a punto de llegar, no te alteres, debes mantener la calma y preparate para lo tu misión.-

-Tienes razón...-

-¿seguro que quieres hacer esto?, puedo ir yo en tu lugar.-dijo el padre poniéndola una mano en el hombro izquierdo.

-Debo hacerlo, por tí, por mí… Y por los niños y adolescentes del pueblo.-

El timbre de la puerta secundaria del edificio sonó en la estancia retumbando como el zumbido de una abeja. Delila vio como su padre contestaba al portero y abría la puerta. Dos minutos después el alcalde se encontraba en el piso superior, en el salón, Delila tragó los somníferos y se acomodó en el sofá cama de la sala de estar. Miró a los dos hombres adultos antes de cerrar los ojos para dormir y dijo.

-Estoy lista... -

(MUNDO DE LOS SUEÑOS)

Delila abrió los ojos lentamente de la forma más tranquila posible. No estaba en las calderas, estaba en la iglesia, en su casa, tumbada en el mismo sofá en donde se había dormido, pero ni su padre ni el alcalde estaban allí, ni tampoco había rastro de Freddy. Se levantó rápidamente y empezó a caminar por la casa buscándolo, pero no lo encontró. Delila abrió la puerta y miró las escaleras de piedra que daban a la iglesia, estaba oscuro, y había un fuerte olor a hierro, Delila se llenó de valor y puso el pie derecho en el primer escalón, descubriendo que estaba pringoso y frío, manchado con algo húmedo, de repente la bombilla de la escalera se encendió, dando un pequeño susto a la chica, quien tropezó y cayó por las escaleras hasta la entrada del altar, cuando se incorporó echó la vista atrás descubriendo que el líquido que manchaba las escaleras era sangre, su camisón, sus brazos, sus piernas y su mejilla izquierda estaban manchadas de sangre.

-Bienvenida Delila.- escuchó la voz de Freddy.

La puerta de la escalera se cerró con un portazo y un rayo iluminó el interior de la iglesia, entonces apareció, frente a ella en el pasillo casi en total oscuridad, todas las velas se habían apagado y a penas podía ver más allá de la tercera fila de bancas de la sala de la iglesia. Fred se acercó a ella lentamente por el pasillo mientras sus pasos resonaban en la sala, hasta a acabar cara a cara con la adolescente.

-Ríndete Delila, cumple con tu parte.-

-¡NO! NUNCA MÁS.-

-¿no quieres proteger a tu padre y a tu amiga?-

-Eso es lo que estoy haciendo justo ahora, acabaré contigo, y mi padre y yo nos marcharemos de aquí para no volver a verte.- Freddy soltó una carcajada malévola al oír las palabras de Delila.

-Niñata estúpida, tú ya no puedes librarte de mí. ¿acaso olvidas lo que te hice la última vez que te acercaste a mí?.-Delila tragó saliva asustada.-Gracias a eso ahora estoy conectado con tu alma, tus pensamientos y tus sueños, si tú te marchas, yo me iré contigo, estaré siempre a tu lado, gracias a ti ahora podré salir de Springwood, y te acompañaré a donde quiera que vayas, estaré siempre a tu lado.- Delila notó como sus lágrimas calientes bajaban por sus mejillas, sintió las manos calcinadas de Krueger apartando a un lado su pelo para sentir el roce de su lengua por su cuello, se apartó rápidamente. -Vamos Delila.- dijo Krueger.- Sabes que es lo mejor para todos, si tú me obedeces, ni tu padre ni tu amiga sufrirán por mí, no entraré en sus sueños nunca, siempre y cuando tú dejes el Hypnocil como lo has hecho hasta ahora, y no faltes una sola noche.-

Las manos de Fred bajaron hasta su cadera y la tocó en el punto donde la pelvis y la columna se unen, provocando que a joven soltara un gemido de sorpresa debido al espasmo de su cuerpo provocado por el roce de Krueger. Involuntariamente, ella se echó hacia adelante y se agarró al suéter de Freddy, este la envolvió en sus brazos y sonrió de forma pervertida; ahora estaban en la parte trasera del coche de su padre. Los asientos traseros estaban reclinados completamente en horizontal, casi como una cama de matrimonio.

-Ya sabes que hacer.- dijo Freddy.

Ella soltó un suspiro de terror, empezó a quitarse lentamente el camisón, dejando su piel rosada a la vista del demonio, empezó a sentir calor, estaba nerviosa y asustada. Fred sonrió, y se agachó para darla un beso en la mejilla derecha, completamente enrojecida por la vergüenza, al igual que el resto de su cuerpo, Fred bajó sus manos a las caderas de Delila y la quitó la ropa interior. La joven soltó un gemido sordo al notar los dedos del demonio introducirse en su interior, acariciando delicadamente cada centímetro de piel de su interior, ella gimió y se retorció debajo de él; al cabo de unos minutos Freddy sacó los dedos del interior de la mujer y empezó a desabrocharse los pantalones. A los pocos segundos, Delila notó a Freddy introducirse dentro de ella, soltó un gemido al notar por segunda vez el enorme tamaño de Fred una vez más dentro de ella. Freddy puso las piernas desnudas de la adolescente sobre sus hombros y empezó a empujar dentro de ella, Delila estaba agotada, no podía más, su cabeza golpeaba contra una de las puertas traseras del coche mientras Freddy sellaba el trato con ella, notó como la llenaba, como un hormigueo recorría su interior y la producía calor y humedad entre sus piernas, ahora empapadas por líquidos que salían de ambos cuerpos, mientras se mezclaban con el sudor de los dos mientras se movían violentamente. Delila no aguantaba más, en poco sentiría en orgasmo, pero, de repente, algo hizo que Fred se detuviera. Él se volvió a vestir y salió del coche, que se encontraba en medio de la carretera de Elm street. Fred ya no estaba, pero...¿adónde se había ido? Delila decidió salir del coche y regresar a la iglesia en sus sueños, se sentía mareada y con náuseas, todo su cuerpo temblaba, y tuvo que hacer un gran esfuerzo para andar hasta la iglesia, cuando llegó a la puerta se encontraba débil, pero en sueños su padre estaba allí con ella, por eso Freddy se marchó, había notado que alguien más había entrado en el mundo de los sueños. En el mundo de los sueños, James estaba en la iglesia, en el altar, empezó a caminar por el lugar esperando a que algo ocurriese, hacía frío, y estaba oscuro, un escalofrío le recorrió el cuerpo, sintiendo una brisa fría en el ambiente, un sonido metálico le asustó y sacó de sus pensamientos, una de las copas de metal se había caído de la mesa, James se acercó lentamente a la mesa, estaba asustado, pensaba que en cualquier momento si se agachaba para recogerla una mano siniestra le agarraría de la muñeca para tirarlo al suelo y dejarlo indefenso. Con miedo se acercó a la mesa y recogió la copa, nada. De repente algo lo agarró de los tobillos, dos brazos carbonizados, negros y podridos que están compuestos por unos huesos negros y carne calcinada que se fusionaba con tela carbonizada que caía de los huesos como tiras de piel. Los brazos se alargaron hasta casi cuatro metros, James colgaba boca abajo agarrado por esas terroríficas manos.

-Vaya, mira quien ha venido a hacerme una visita. ¿Se te ocurre cómo matarme?- se burló el demonio.

-¡MONSTRUO! ¿Dónde está mi hija? -

-Lejos de aquí, no puedes alcanzarla, ahora te mataré y me quedaré con ella para siempre. -Ella se irá si haces eso, sin mí ya nada la ata a este pueblo al que has convertido en un infierno. -eso es mentira.- rióFreddy a carcajadas.- Estoy unido a ella para siempre.-

En ese momento las puertas de la iglesia se abrieron de golpe desde afuera, Delila estaba en el marco de los portones, con una mirada furiosa, sus ojos se dirigieron hacia Freddy y caminó por el pasillo.

-Deja a mi padre tranquilo, esto es entre tú y yo.-

-¿No es un poco pronto para que me presentes a tu padre? ¿O es que vas en serio?JAJAJAJA.- se burló Krueger.

Furiosa, Delila le dio una patada en la espinilla y otra en el estómago, derribando en el suelo. La mujer, decidida a luchar, agarró una varilla de metal que se usaba en la iglesia para abrir la trampilla del desván, estaba oxidado, y tenía un extremo puntiagudo que clavó en el pecho de Freddy, la sangre brotaba como un río, pero a Freddy no parecía afectarle, Delila se interpuso entre su padre y Frederick, pero este último la agarró del cuello, ella le arañó la mano, provocando que Freddy sangrara, pero eso no le detuvo, lanzó a la adolescente contra la pila bautismal, Delila sintió un dolor punzante en su espalda, intentó levantarse apoyándose en la pila, metiendo sus dedos ensangrentados en el agua bendita, y entonces lo vio, la sangre de Freddy, que estaba en sus uñas, estaba evaporándose mientras hervía con un agua bendita que para ella estaba fría, miró a su alrededor mientras veía a su padre luchar contra Freddy, obviamente perdiendo, el pobre hombre tenía un arañazo en el estómago, y otros cuatro en una pierna, por lo que estaba arrodillado intentando huir de Freddy, miró desesperada, buscando un arma para defenderse a ella misma y a su padre, pero solo vio la copa de la misa, tirada en el suelo, vacía.

-"vacía", - pensó Delila, ella se levantó con esfuerzo y cogió la copa, la metió en la pila y corrió hacia Freddy, lanzándole el líquido en la cara, al igual que con la sangre, el rostro de Freddy empezó a echar vapor, mientras él gritaba de dolor por ser un demonio atacado con un elemento de la iglesia, Delila agarró un crucifijo de la pared y dejó que la madera de este absorbiera tanta agua como fuese posible, entonces corrió hacia Freddy, agarrando el crucifijo como si fuera un puñal, y se lo clavó a Freddy en el pecho. Inmediatamente, Frederick gritó de dolor, no solo eso, sino que también la carne de su cuerpo que había tenido contacto con la madera empezó a desintegrarse, su corazón se desintegró y las venas conectadas a él expulsaron la sangre que recorría el cuerpo de Freddy al suelo, Freddy entonces se derrumbó frente a Delila cayendo muerto en el suelo.

No se regeneró, no se levantó, nada. Delila entonces corrió al cuerpo de su padre, muerto, por la profunda herida en el estómago, Delila gritó de rabia y dolor, no había podido salvarlo, se había librado de Krueger, pero se había llevado a su padre con él. Delila despertó, estaba en el sofá de su casa, el alcalde estaba junto a su padre, realizando primeros auxilios, pero no servía de nada, su padre había muerto.

(CATORCE SEMANAS DESPUÉS)

Delila subía al coche de su difunto padre la última caja de mudanzas de la casa, el camión de reparto que llevaba el resto del mobiliario se había marchado hace dos minutos y ella debía marcharse junto a ellos.

-¿tienes todo listo?. Preguntó Walden a la muchacha.

-Si señor, es hora de que me vaya.-

-Siento lo de tu padre, de verdad, no debí pedirle que viniera.-

-No es culpa tuya, yo también pensé que lo derrotaríamos sin problemas. Por cierto...Gracias por cubrir los gastos del entierro de mi padre de tu bolsillo Walden, te lo agradezco de verdad.-

-No es necesario, la culpa de esto ha sido mía es lo menos que podía hacer, recuerda que también tienes un documento con mi firma explicando tu situación para que el alcalde de Nueva York te dé un par de años de ayuda para pagar tus gastos en lo que acabas los estudios, por lo menos el bachillerato.-La chica sonrió y abrazó al hombre para agradecerle su ayuda por última vez.

Subió a su coche y empezó a conducir fuera de Springwood.

Transcurrió una hora de viaje cuando en el asiento del copiloto se materializó la figura de Krueger al lado de Delila.

-¿qué haces aquí?-

-Ya sabes que cuando él está dormido puedo aparecer en el mundo real.-

-No durarás mucho, cuando él esté despierto iré a un médico y pediré cita, cuando me libre de él también me libraré de ti.-

-Los médicos no te dejarán, ya es demasiado tarde, así que...¿por qué no vamos eligiendo nombres?-