CAPITULO XX:
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Estaba boca abajo, de perrito, deshecho sobre las palmas de sus manos.
—…mé-méte...
Su cuerpo siguió siendo arremetido por el moreno que resoplaba y rasguñaba su oreja con los dientes de a momentos; ni tan fuerte ni tan suave, lo preciso para hacerlo virar los ojos y lagrimear.
"cloc""cloc" "cloc"
—...to-toda...tu...polla...
Sus deseos iban en sintonía con los del otro sobre él, que planeaba partirlo en dos.
—...voy...
Un vaivén de cadera especialmente potente, casi lo despide contra la cabecera.
Felizmente, el brazo enrollado en su torso lo impidió, anclándolo en su posición mientras el grueso falo lo seguía clavando contra la cama, hondo y preciso.
—¿así? —Susurró el moreno en su mordisqueada oreja.
—...sí...assssí… ¡Po- ¡Potter!...
Una mano traviesa serpenteó desde su vientre hasta su pezón izquierdo, y jugueteo con él.
—¡nhg! —Su pequeña protuberancia fue cruelmente pellizcada y amasada.
Al rato, su pezón fue abandonado, y esta vez, la mano ascendió hasta su quijada, para sujetarla con delicadeza y girarla hacia atrás. Su boca salivante se encontró con la contraria, arrancándole otro gemido extasiado.
Harry succionó al rubio sin parar de arremeter con ferocidad, y su calentura se disparó hasta las nubes cuando Malfoy entrelazó sus lenguas, mezclando sus respiraciónes, enviando agradables hormigueos por todo su cuerpo.
Le estaba haciendo rozar el cielo.
Su trasero era suave y proporcionado, hacía mucho ruido y se adaptaba a cualquier posición con facilidad. Además, sus labios eran tan tersos que no podía parar de engullirlos a cada pequeña oportunidad.
Era intoxicante.
Ahora los "cloc" iban acompañados del chirrido del catre estrellándose de a momentos contra la pared dado que el ritmo se habia tornado mas brusco.
El anillo del mas pálido sufrió un espasmo, estrangulando su pene en extremo, así que endureció el abdomen y ancló sus rodillas con cada gramo de su fuerza para direccionar una estocada que rozara de nuevo ese punto.
El beso se rompió ahí mismo, pero no dejo ir la mandíbula del otro. Abrió bien lo ojos para no perder detalle de la borrosa expresión transfigurada de placer.
Bizqueó.
Apostaría a que su rostro estaba muy rojo y tenía el ceño fruncido. Su boca se secó al descubrir que aún podía captar diminutas pequitas brillando en el arco de su nariz y la humedad en sus mejillas.
"cloc""cloc" "cloc"
Ambos cuerpos siguieron chocando piel con piel, mientras el rubio despedía mas sudor y diminutas lagrimitas sobre las sabanas, torturado de placer.
—...mmm...mierrrr…da...—Balbuceó Draco estrujando las sabanas en sus puños sin caer en cuenta que estaba siendo observado con vehemencia.
Sintió al moreno trazar pequeños círculos en su mentón con su pulgar, a la par que su hombro era besuqueado suavemente, erizando los vellos de toda esa zona.
La mano finalmente libero su constreñido rostro, por lo que giró y dejó que su melena le cubra la frente.
Los besos en su hombro se detuvieron, y el moreno pasó a su cabeza. Lo sintió olfatear su nuca mientras trazaba una caricia en su abdomen bajo que viajo lentamente hasta su cadera, donde fue atenazado.
Otro latigazo lo atravesó cuando aquel punto fue rozado con precisión de nuevo.
Su cabeza dio vuelvas y vueltas a causa de la deliciosa sensación.
—…ahí… Potteeeer...
Eso fue lo que el otro había estado esperando.
Lo había encontrado.
—...quéd- ¡ahhh! …quédate ahí...
Fue obedecido y gimoteó mientras aquel punto era golpeado una y otra y otra vez, torturándolo.
Otra vez la mano serpenteo hasta su mentón y la acaricio.
Potter tenía algo con su quijada, no la dejaba en paz.
Bueno, no es que se quejara, la mimosidad lo ponía muy a tono.
¿A cuántos habría acariciado así? ¿Lo habría hecho también con ese tal Killi?
Mejor sería no saberlo.
Era obvio que a muchos, porque Potter en la cama era...el puto dios del sexo.
Se retorció y sus brazos temblaron mientras el glande del moreno seguía acariciando su próstata repetidas veces, hasta que, al parecer, se cansó de jugar, y redoblo la potencia.
Sin perder la trayectoria, y enrollando los dedos en la rubia nuca, Harry enderezó la postura unos centímetros y siguió bombeando calculadamente.
—M-Malfoy...
Apretó los dientes sofocado mientras su polla era tragada limpiamente y el orgasmo se anunciaba en camino.
Los calientes gemidos de Malfoy violando sus tímpanos y la presión de su canal lo estaban poniendo muy a punto.
Uno, dos, tres embestidas con la cadera y su vino copiosamente jadeando y sin dejar de arrimarse sobre el pálido cuerpo, que tembló descontrolado a la vez.
De un momento a otro, acabo desplomándose sobre Malfoy, que también se había venido y no estaba en mejores condiciones.
Los latidos de ambos en coordinación y la humedad de su sudor contra su pecho, lo sumió en una tranquilidad absoluta.
Cerró los ojos, aletargado y jadeando, con la nariz enterrada en mechones rubios desperdigados. Nunca se había sentido tan a gusto dentro de su propia cama que en ese mismo instante.
La oscuridad lo succionó de repente.
Draco resoplo boca abajo, sintiéndose muy pegajoso y acalorado.
Era la segunda ronda y había llegado a las justas.
Levantó el rostro y ladeó la cabeza. Un despeinado y desmayado Potter reposaba encima suyo con su flácido pene aun dentro de su culo, ajeno a todo a su alrededor.
Regreso el rostro y enterró su nariz en la superficie blanda, aspirando el olor del moreno, su corazón dando volantines.
Su mano tomo la inerte del ojiverde y entrelazo sus dedos.
Parpadeó con infinita pereza, acalambrado y agotado.
Cualquier urgencia podía esperar...
Sus parpados finalmente se cerraron.
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—Así que lo encontraste en el baño y lo jalaste.
Neville asintió
—No lo iba a dejar ahí.
—Debe ser triste no tener con quien echarse unas copas.
—No seas descortés, en realidad no vino solo.
—Entonces llego acompañado y se escondió en el baño.
—¡No hables de mi como si no estuviera aquí! Y para aclarar, no me escondía de nadie.
—Así que eso fue ¿Tan mal estaba tu cita?
—¿Te lo repito en señas o qué?
—Es cierto, Collin no se escondía de él.
Neville, muy tomado, no había dudado en unirse al par dado que Theo estaba más absorto en mordisquear su cuello de rato en rato sin dejar de inducirse más y más alcohol.
—Lo estaba buscando.
—¡Ya veo! —Blaise observó a Collin con fingida curiosidad y alzó las cejas—¿Te dejaron tirado?
Collin se enervó en su sitio.
—¡No fue así! él se fue por...uhm...tuvo un imprevisto, es todo.
—Te diré lo que debes hacer si eres abandonado en una cita-
—No, gracias—Alzo el dedo severamente—y no fui abandonado, grábatelo bien.
—Pues yo creo todo lo contrario.
—Como te explico que lo que creas, me va y me viene.
Neville bajo la voz y se inclinó hacia los dos.
—Apoyo a Collin, Harry no sería capaz de hacer eso con nadie, debió tener una buena razón para irse sin más.
Esta vez Theo giró el rostro hacia los tres y los repaso por turnos mientras Collin se encogía en su sitio, ardiendo en llamas.
—Gracias, Nev...
Blaise torció la boca con desagrado y recorrió el lugar con agudeza.
—¿Donde esta Draco?
—¿También está Malfoy por aquí? —Collin arrugo la frente, descontento ante la idea de más serpientes, en especial de esa.
—Estaba, ahora quedamos nosotros—dijo Neville—supongo que también tuvo un imprevisto, como Harry.
—Yo supongo que está follando con algún perdedor—Theo se encogió de hombros.
—Si —Blaise apretó la mandíbula—...es un perdedor...
Collin salto sobre su silla.
—Tú sales con Malfoy ¿No?
Blaise llenó otro vaso negando con la cabeza.
—Draco y yo no salimos.
—¡Ja! ¡Vamos! ¡Que no te de pena admitir que también te tiraron!
—¿Al fin aceptas que te tiraron? —Blaise sonrió malicioso.
Theo soltó una risa baja que se convirtió en carraspeo cuando Neville le frunció el ceño.
Ocupó su boca con más licor.
—¡Q-Que no fue así!
—Gracioso, ¿Así te engañas cuando huyen de ti?
—Cierra la boca, que nos hundimos en el mismo barco.
—No, yo vine sin cita—Se jactó—así que tú te hundes y yo te miro.
—Pu-pues yo tampoco... ¡nos-nos encontramos aquí!
—¿Es mi alucinación o todos los gryffindor no saben mentir?
—Como sea, lo que ocurra entre él y yo no te incumbe.
—No ocurre "algo" entre ustedes.
—Pero ocurrirá, ya verás ¡Tú y todos los que se burlan de mí!
—Y-yo no me burlo Collin, creo que se verían bien juntos.
—¡Gracias Nev!
—¿Sabes lo que es la "negación", pequeño gryffindor?
—Solo me llevas cabeza y media, no te creas tan alto.
—¿Te parece poco?
—Así es, y nadie está en negación.
Neville se removió nervioso.
Se estaban mirando muy feo.
—Sinceramente—Un bufido despectivo—que malos gustos tienes.
—Opina lo que quieras.
—Eso hago.
—No me importa.
—No mientas, te jode que te recuerden una y otra vez que te dejaron ti-ra-do—torció el gesto, burlón.
—¡Ya cállate! Todo lo que sale de tu boca es deprimente.
—Infinitamente más deprimente es estar en tu piel—Blaise sonrió muy sinvergüenza.
A lo largo de la vida, uno se podía topar con individuos que simplemente nunca te caerían bien. Collin lo sabía, incluso sabía que, en ciertos casos, algunos de ellos, te harían rozar el odio muy de cerca.
Él ya tenía algunos así, por ejemplo, Malfoy, que había estado en la posición número uno y se había empeñado en pincharlo una que otra vez durante el colegio y en medio de algunas redadas con Kerry.
"Había" porque ya no lo era más. Mucho más odioso y detestable que el rubio, era el hombre sonriente junto a el: Blaise Zabini lo había desplazado al estar prendido de su hombro por más de dos horas sin dejar de machacarlo.
Collin se castañeó los dientes, furioso.
—Te voy a golpear.
—N-no es necesario llegar a esos extremos—Neville miró a Blaise, buscando correspondencia—¿Verdad?
—Una pelea suena muy divertido…—Blaise cercó su boca a la oreja de Collin sin dejar de colgarse.
—Sácate—Gruño el auror intentando zafarse inútilmente.
—…pero con la cantidad de alcohol que me he zampado, prefiero follar.
Theo se levantó de golpe con expresión asqueada.
—La compañía es muy agradable y todo, pero—Jalo a Neville hacia sí—Se acabó la noche para nosotros.
—¿También quieren follar? —Blaise sonrió maquiavélico sin liberar al otro.
Theo no se molestó en responder y blanqueo los ojos girando sobre sus talones.
—Nev ¿Ya te vas? —Collin miró a Neville suplicando auxilio
Su mensaje no llegó.
—Sí, la cabeza me está comenzando a pesar—Neville hizo un gesto vago sin dejar de sonreír—¡Nos vemos! —y siguió al castaño de inmediato.
—Espera ¡V-voy contigo! —Collin lucho contra el más alto sin obtener resultados—¡Saca tu puto brazo!
Vio con desilusión cómo la pareja se perdía entre la gente.
—Déjalos en paz ¿Eres voyerista?
—¡No! y suéltame—Finalmente se zafó y brinco de la silla—También me voy, no te soporto.
—¿Tan temprano? Que aburrido eres.
—Me alegro que te aburra.
—Oh, ya la capto, tienes que ir corriendo a tu cama para lloriquear que Potter no te pela.
Collin si quería llorar por eso, pero no lo admitiría ni bajo tortura.
Frunció el ceño a prudente distancia, la bilis subiendo por su tráquea.
—No ¿Sabes quién lo hará?
—¿Quien?
—Tu puta madre.
—Lamento informar que está muerta, pero tienes un punto, fue muy puta, y de las sádicas
Blaise Zabini largo una risa fresca.
—Hasta nunca.
Collin resoplo por la nariz antes de girar.
—Presiento que nos veremos de nuevo...
El auror no llegó a escuchar lo último, ya estaba en medio del embrollo de gente, rumbo a la salida.
Blaise tomo directamente de la última botella y giró hacia la pista de baile.
Lo de follar no era broma, así que muy fiel a su estilo, no tardo ni quince minutos en levantarse una tía buenorra para quitarse las ganas.
Luego de la revolcada, se apareció directamente en el rellano de las escaleras.
Las subió y abrió la habitación de Draco.
Tal como lo suponía, la cama estaba vacía.
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Theo sujeto a Neville del brazo mientras subían la escalera a tumbos.
Ya en su ex-dormitorio de soltero, estampó al otro contra la puerta, desesperado por comérselo apropiadamente.
Había guardado el decoro con esmero, realmente se merecía un premio.
Se arrancó la ropa sin dejar de besuquear al otro, que gimió sonoramente mientras acariciaba su torso, ahora desnudo.
Las manos exploraron sus bíceps, su duro vientre y sus prominentes pectorales, poniéndolo muy caliente.
Desabotonó a Neville lentamente, sin dejar de besarlo y lo giro.
Beso su nuca y lamio su cuello.
—Ya no aguantaba las ganas de hacerte mío delante de esos idiotas.
—Theo...
Los cabellos castaños rozaron su mejilla derecha y Neville apego su nariz para olerlos.
—...Yo ta-tampoco aguantaba—Fue mordisqueado en la oreja—quiero que me folles...
Una dureza se hundió entre sus nalgas por sobre su pantalón, haciéndolo temblar contra la madera fría.
—¿Aquí o en la cocina? Aun no te he follado ahí.
—D-donde sea
Theo se separó y lo jalo fuera de la habitación.
Al fin podría cumplir sus más sucias fantasías.
Podría cogérselo por todos los rincones de su amplia mansión.
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Abrió los ojos de golpe al sentir la magia de su varita, llamándolo: Estaba vibrando en algún punto fuera de su cama.
Parpadeó mirando la pared fijamente. Estaba en su habitación, sobre alguien de piel suavecita, con mucho cabello pegado a su nariz.
Movió su mano perezosamente y lo retiro de su cara.
El cuerpo bajo el respingó entre sueños.
Elevó los mechones frente a sus ojos y fue casi cegado por las rubias y finas hebras enredadas en sus dedos. El tono era muy frio, casi parecía plateado a la luz de la mañana proveniente de la ventana en la pared contraria.
Su cabeza punzó cuando se enderezó de golpe y enfoco borrosamente.
Apostaría que el hombre de rostro ladeado, desnudo y profundamente dormido, era Malfoy.
Su vista estaba nublada, y su mente, también.
Sus lentes volaron hacia su mano de inmediato y se los puso.
Los trapecios y el erector de esa columna bajo él se le hicieron muy llamativos.
Los extremos de su boca se curvaron y su corazón latió a mil por hora, con realización.
Se deslizó fuera de la cama en silencio y gruño, tambaleándose, sus rodillas lo estaban matando.
Se había pasado con sus articulaciones la noche anterior, se había impulsado como una bestia sobre el rubio.
Pero había estado muy bien...
Se metió a la ducha de muy buen humor. Se daría un baño rápido para despertar por completo y bajar, de paso, su erección matutina.
Se rasco la nuca bajo el chorro de agua mientras los sucesos volvían a él.
Recordaba perfectamente que abrió la puerta de ese baño ¿La había abierto? y luego, había tenido una conversación extremadamente corta con él, antes de aparecerse ahí mismo, donde...había intentado decirle algo, pero el rubio lo había provocado con su ropa extremadamente ceñida y lo que sea que intentó decirle...
¡Cierto!
Tenía que decírselo, lo de Hoffman y su archivo.
Suspiró.
Pasó el jabón por su espalda y casi larga un gruñido cuando la barra rozó la piel.
Le había dolido, mucho.
Se enjuago nervioso y se miró en el espejo.
Su boca cedió.
Su espalda estaba despellejada, tenía rayones rojos de arriba para abajo y viceversa, y si no salía sangre era porque, en fin.
Un sonido fuera de la estancia lo saco de su asombro y se puso la toalla en la cadera antes de salir.
La cama estaba revuelta y vacía.
Se mordió el labio inferior para evitar reír en voz alta.
"Si, Malfoy" pensó burlón.
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Kerry estaba sentado en su escritorio, fresquísimo y listo para comenzar un nuevo día, cuando la puerta se abrió de golpe y asomo Collin ojeroso y con las cuencas llenas de venas rojas.
—Hola...—Sus ojos parecían dos pelotas—¿Estas bien?
Lo analizó detalladamente.
Había llorado o estaba enfermo, una de dos.
—Si...
Alzo la ceja ante el ronco tono y lo siguió con la vista.
—Ese es el sitio de Harry.
—Solo me sentaré aquí un rato, están subiendo el mío.
El pelirrojo lo miró sorprendido.
—Desde hoy somos tres en el equipo.
—Ah.
Bueno, había hecho lo que había podido para apartarlo de la nuca del ojiverde, pero ya no iba a ser posible.
—Bienvenido, entonces.
Se encogió de hombros y bostezo.
Jalo unos documentos pensando en hacer un poco de hora.
—Voy por un café ¿Te traigo uno?
—Gracias, Collin.
Lo vio levantarse y salir lentamente.
La puerta se abrió de inmediato, pero no era el más bajo, los del Departamento de Aprovisionamiento ya estaban metiendo el dichoso mueble.
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Harry removió su café, muy desconcertado ante la actitud del otro.
Estaba sentado al frente con la comida puesta y no le dirigía la mirada, se dedicaba a pelar sus huevos sancochados con la punta de su refinada nariz fruncida con fastidio. O lo que sea que lo invadía en ese momento.
Harry se contuvo de imitarlo.
Había intentado iniciar conversación floja, pero había sido ignorado.
¿Cuál era su problema?
Ayer había estado tan accesible, en todos los sentidos.
Luego de la ducha, muy curioso por el absoluto silencio proveniente de la planta baja, había bajado las escaleras y dado con que el rubio ya estaba junto a la puerta que daba a la calle, repiqueteando el suelo con la punta de su pie, esperando impaciente.
Había lanzado un amable "Buenos días" y el otro había rugido que la tenía linda si creía que lo iba a mangonear y raptar cuando le venga en gana, y que se largaba, ya mismo. Su respuesta fue un conciso: "No, Malfoy". Porque tenían un tema, o dos, que debían tratar, no porque quisiera retenerlo demás.
Luego le había hecho un gesto con la cabeza antes de adelantarse al comedor, esperando ser imitado cuando se canse de estar ahí plantado.
No demoró en tenerlo ahí, sentado en completo mutismo, ignorando sus intentos de amenizar el ambiente.
Y desde que le había servido la comida, esa actitud solo había empeorado.
Estaba tan agradable como un orzuelo en el ojo.
—¿Sabes? Extraño lo cooperativo que estabas esta madrugada.
—¿Te refieres a cuando me arrastraste sin consentimiento?
—No—Torció la boca en una sonrisa—a cuando te clavaba contra la cama.
Malfoy se levantó de golpe, tirando su asiento en el proceso, y se inclinó hacia él.
—Ve despertando de tu sueño, Potter, porque—Estampó sus puños contra la mesa haciendo que el café del moreno salpicara por todos lados— ¡No soy tu juguete!
Ese era el segundo tema que Harry quería tratar, lo había estado dorando mientras se vestía. Así que, ya que lo ponía sobre la mesa, iniciaría con eso.
—No lo eres, y nunca pensé en ti de esa forma—Respondió muy calmado, no pisaría el palo.
—Pues parece lo contrario—Harry tragó cuando respiró superficialmente y se puso muy rojo, parecía a punto de echar fuego por la nariz—Crees que por que dije lo que dije esa vez ¡Puedes pasar sobre mí y utilizarme a tu antojo! ¡Quién te crees para decidir por mí donde o con quien follo! por cierto ese muggle podría estar muerto...
—No fue-
Lo cortó un largo dedo que casi le pincha la nariz.
—¡No pasaré a ser tu puta de turno! ¡No vas a mangonearme!
—No fue mi intención que las cosas sucedieran así, estaba con…—Se aclaró la garganta—hablemos sobre "eso" y-
—¿"Eso" era lo urgente que no podía esperar?
—No "eso", sino "lo otro", que no está relacionado y que si es urgente.
—Entonces solo me interesa "lo otro"—siseó entre dientes estirándose cuan largo era—Largarás tu mierda ahora mismo.
Harry lo miró fijo, cavilando.
Podía empujarlo hacia el tema que más le interesaba, él no se hacía ascos para ser frontal, pero su instinto de supervivencia le estaba susurrando algo que era difícil pasar por alto.
Malfoy estaba rojo y furibundo, algo así como muy enojado.
Pero de verdad, no parecía estar jugando.
Era una pena que no pudiera pinchar su paciencia como la otra vez, porque había sido muy divertido.
Se veía a leguas que, en ese instante, no tenía nada, ni un gramo de ella.
Y ¿Qué estaba dando a entender? Para empezar, nunca planeó sacar partida sobre lo de "tener algo sin compromisos", y, para terminar, nunca pudieron llegar a ningún lado, por gracia del rubio, no suya.
¿Qué cosas habrían enfilado dentro esa aromática y rubia cabeza para llegar a la conclusión que él quería tener un "puto personal" o que había ido tras él para "utilizarlo" a su antojo?
No fue consensual al inicio, sí: hubo oposición. Pero ya tenía la mente fresca, y podía dar fe que ésta había sido tan raquítica, que no tuvo problemas en aterrizarlos en su habitación y comérselo entero.
El había gozado, demasiado, el encuentro, y por le manera que lo hizo retorcer, supuso que él también. ¿No había sido así?
No entendía un carajo de esa actitud.
Asintió cauteloso, sin intención de hacerlo explotar.
Quien sabe lo que era capaz de hacer el último de los Malfoy con tremenda habilidad para calcinar tu cerebro y dejarte como alma en pena.
—Bien—Se cruzó de manos—sucede que...—mejor sería abordar "lo otro"—Hoy se mandará...bueno lo hará Kingsley, él presentará la solicitud para incorporarte en mi caso, y tendré la respuesta más tarde.
La expresión del otro cambió a sorpresa.
Continuó, alentado.
—De ser positivo, no dudo que así será, más tarde le llegará una notificación a Zabini y te llevaré conmigo a ver Hoffman.
Malfoy resoplo burlón.
—Están en decadencia, no hay un alma calificada entre ustedes.
Decidió darle en la yema del gusto. Cualquier cosa con tal de bajar sus revoluciones.
—Pues...no, ni una.
Vio en cámara lenta cómo el pavo real que era Malfoy, expandía su cola a toda su capacidad.
—Te lo dije Potter, no hay alguien mejor que yo para esto.
—Lo sé, confío en tus habilidades, en serio lo hago.
El otro se apoyó en su cadera alzando una ceja ufanamente.
—Lo que hiciste fue increíble, y no sé qué habría pasado si no hubieras aparecido.
Ahora sus mejillas se sonrojaron.
—Yo sí sé—Torció el gesto burlón—el tipo te habría incrustado su-
—A lo que voy es—lo cortó atropelladamente—que, valiéndome de ese hecho, tu asombrosa habilidad, incluí además una condición que está directamente relacionada a la reapertura de tu archivo y necesitaba que lo sepas.
—Potter, es agua pasada, no me mueve el piso lo que haya ocurrido años atrás.
—Pero a mí sí—Los orbes grises se anclaron en el, sin pestañear—quiero que tengas una apelación formal y si las cosas toman el rumbo proyectado, habrá algo extra que deberás hacer.
No estaba seguro de nada en esos momentos, ahora su máscara era fría e impersonal.
—Al grano.
Suspiró.
—Dijiste que podías reparar ese tipo de daño…ya sabes, mental y uhm... ¿Qué tan bien lo manejas?
—¿Por qué?
Draco estrechó los dientes ¿Necesitaba que le arregle el cerebro o algo? ¿Al final sí estaba afectado? ¿Estaba teniendo algún síntoma secundario y escondiéndolo del mundo?
—Veras, hay alguien que-
—¡Idiota!
Harry saltó en su silla cuando el otro rodeo la mesa y sacó la varita que escondía todo el tiempo en su bolsillo.
—¿Te crees invencible?
Retrocedió lo más que pudo con el otro casi sobre él y sujeto a tiempo su muñeca para desviar la madera.
—Malfoy ¡No soy yo!
El rubio enderezó la postura al segundo siguiente con el pecho agitado.
—¿Tanto te cuesta no hablar por partes? —Aparto un mechón de su roja cara—Te dije que vayas al grano.
—Eso intento, hablar.
—Qué esperas, escúpelo.
Harry se relajó.
—Kingsley me comento que hay dos personas afectadas, gravemente afectadas, y no lo pueden solucionar.
—Cuando creo que no se puede ser más inútil—Malfoy torció el gesto con desdeño—sales con esto.
—¿Entonces, eres bueno con ese tipo de...cosas?
—Te sorprenderías.
El hombre rubio alzó el mentón de nuevo, con su fina nariz en lo más alto y el pecho henchido de soberbia.
Y Harry tuvo que apretar la taza frente a él con sus dos manos para bloquear el impulso de despegar una y acariciar esa fina mandíbula.
Mejor ser precavido, con el humor que se cargaba, fácil y se la arrancaba de un mordisco.
Necesitaba sus dedos.
—Por otro lado, me parece justo a cambio de la apelación.
—Eso es solo una excusa, no se trata de saldar cuentas, eso no me interesa. Tu ayuda sería realmente valiosa para mi.
Malfoy lo miró en silencio, y a Harry le hormigueo la mano de nuevo.
Carraspeó.
—Sería un alivio contar contigo.
Al principio, cuando solo podía soñar con la posibilidad de tocarlo, Draco había pensado que, de darse el caso, sería capaz de conformarse con migajas del moreno.
Pero eso había cambiado esa misma mañana, luego de despertar semi adolorido, caliente y completamente solo en su cama.
Potter no había estado a su lado, y por una vez, se había sentido como un juguete que uno podía darse el lujo tomar y tirar a placer.
Deducir que probablemente era eso, lo había hecho sentir una insoportable desolación y de paso, lo había estampado contra la realización de que no podía.
No podía conformarse con ser su culo de turno y tampoco quería ser usado de rato en rato para follar cuando le venga en gana; como a Killi y todos esos imbéciles.
No.
Se trataba de Potter.
Él quería que lo acaricie como la noche anterior y lo bese, pero todas las mañanas.
Quería todo de él, o nada.
Y por la frescura con que lo saludo en las escaleras, (como si secuestrarlo para cogérselo a capricho fuera pan de cada día) había pensado que sería nada...pero, ahora resulta que aún tenía su oportunidad, de hacer que lo viera, intentar deslumbrarlo...
Caviló mientras su estómago se llenaba de aleteos y cosquillas.
No le interesaba su tema legal, quien salga mal parado a excepción de Potter, ni las exigencias o la opinión de cualquiera que no sea Potter.
Mostraría todo lo que podía hacer, lo dejaría con la boca abierta.
—Humillarlos no suena tan mal.
Harry suspiró.
—Bien, entonces, te escribiré más tarde.
—Vale—El rubio regresó a su sitio, levitó su silla y tomó un huevo.
Harry no pudo despegar sus ojos de ese suave orbe siendo partido en dos por los dientes del otro.
—¿Mas té? —Se relamió la boca cuando pedacitos de yema quedaron en los rosados labios.
—No—Lo vio barrer la yema con su lengua.
—Vale.
Se acomodó en su silla mientras su pene despertaba y desvió la vista hacia la pared tras el rubio, intentando despejar la mente. No ayudaba que el otro estuviera enfundado en ropa tan ceñida.
Sorbió de su taza en silencio, el ambiente ya no estaba tan caldeado…
—He estado pensando en lo que dijiste esa vez...
La expresión del mas pálido cambió en el acto.
—Lo de la otra vez no significa nada y no me interesa tratarlo.
—Pero a mí sí.
—¿Porque crees que babeo por ti y me quieres hacer el favor? —siseó con irritación antes de agregar—No lo hago, aterriza de una vez.
—No pienso eso de ti ni de nadie que comparta cama conmigo, tu impresión sobre mi es errada—frunció el ceño—¿De dónde sacas todo eso?
—¿Acaso también debo opinar como te da la gana?
—Solo intento conversar contigo sobre-
—No.
—¿Por qué no?
—Sé lo que estás haciendo, tomando a cualquiera que babee a tus pies para conseguir sexo, pero conmigo te equivocas.
Harry abrió la mandíbula indignado, pero se repuso rápidamente.
—¡Yo no hago eso! ¿Cuantas veces debo repetirte que no pienso eso de ti?
—Lo haces, y también con Killi y tu cola de fans.
—Kerry y yo no nos acostamos
—Pues ¡No lo negaste esa vez!
—Pensé que no fue en serio, y… ¿fans?
—Y eso que no estamos contando algún otro condenado que sí tenga rostro, u otro desesperado, no me hagas sacarlos al fresco, nunca acabaría.
—¡Que no es así! —¿¡Malfoy creía que era gigolo o algo!?—Yo no uso a las personas, y ¡ni siquiera he follado desde-
Se mordió la lengua mientras su cara ardía en llamas.
Era un poco vergonzoso ventilar que antes de sus encuentros había estado un poco falto de sexo (no porque no haya tenido opciones, sino porque había estado muy ocupado) y, que, además, Malfoy había sido su mejor sexo hasta ahora.
El rubio se levantó.
—Claro, estas muy apurado y ya te vas ¿Cierto?
—Tan corto de entendimiento no eras, que alivio.
—Por favor, siéntate.
—Por favor párate y jala tu culo a la salida, se me hace tarde.
—¡Eres…—Harry apretó la boca mientras se levantaba, furioso—¡solo quiero conversar!
—¡Y yo estoy harto que quieras imponer tu voluntad sobre mi cuando te viene la gana!
Malfoy era un cague, un cague total.
Bueno, siempre podría interceptarlo más adelante, tendría tiempo a solas con él, de sobra. Si creía que se acababa ahí, la veía bien linda. Si era necesario, armaría el jaleo del siglo para que se abra su apelación y, además, acabe con él en la puta celda de Hoffman.
Luego, podía acorralarlo luego, y quitarle tanta mierda de la cabeza a punta de...
Rodeó la mesa mientras el otro miraba sus afiladas uñas con impaciencia, sin dejar de piquetear el suelo con la punta de su pie.
—Sígueme—No quiso, pero le salió como gruñido.
—Te sigo porque me quiero largar, no porque me lo digas.
Harry se desinflo por la nariz, medio mosqueado.
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Nos vemos prontito hehehe
