Espero que les guste mi fanfic de la historia del niño que vivió

¡Que lo disfruten! ;)


Privet Drive era un barrio típico de Londres, donde nada anormal podía pasar. En especial en el número 4, donde residían los Dursley, una pareja y su pequeño hijo Dudley, al que siempre le daban todo lo que pedía y más, ya que para ellos era un ángel que se merecía lo mejor y estaban gustosos de complacerlo.
Lo que ninguno de sus vecinos sabe es que esa familia esconde un secreto, casi todo el mundo creía que sólo habitan 3 personas en esa casa, pero la verdad es que hay otra persona que empezó a vivir con ellos. Un niño fue dejado en la puerta hace ya varios años, envuelto en una manta celeste y con una nota. El señor Dursley se negaba rotundamente a aceptar un niño con el cual ni siquiera estaba emparentado pero su mujer insistió, nadie sabe cual fue las razones pero logró convencerlo.

Muchos años habían pasado desde aquella noche, el bebé había crecido, aunque no tanto como la mayoría de los de su edad ya que era bastante delgado, usaba lentes y tenía el pelo alborotado, pero lo que más llamaba la atención de su apariencia era la cicatriz en forma de rayo que tenía en la frente. Siempre tuvo curiosidad acerca de cómo se la había hecho pero la única vez que se atrevió a preguntarle a su tía la respuesta era siempre la misma "En el accidente de auto donde murieron tus padres ¡Y ya no hagas más preguntas!"
Era la misma respuesta de siempre, cada vez que preguntaba acerca de sus padres o a que se dedicaban, sus tíos lo retaban, como si hubiera dicho algo indebido o una mala palabra. Al principio creyó que a su tía le dolía hablar sobre la muerte de su hermana, pero después de un tiempo entendió que simplemente no quería responderle, de hecho a veces se preguntaba porque vivía con ellos, ya que nunca le habían demostrado afecto alguno, sino todo lo contrario, en especial su primo quien disfrutaba molestarlo y causarle daño, pero Harry ya había aprendido a ignorar sus insultos, el problema era cuando su primo y su pandilla intentaban hacer de las suyas, pero ya sabía cómo evadirlos. Pasaba casi todo el tiempo leyendo libros en la biblioteca de la escuela o paseando por el parque donde casi siempre había adultos por lo que ninguno de los bravucones lo molestaba al haber testigos.

Al ver a los niños jugando con sus padres Harry no podía evitar sentir un poco de tristeza y envidia ya que nunca nadie había jugado con él, no tenía amigos en la escuela ya que su primo y su pandilla espantaban a cualquiera que se le acercase y los pocos momentos de paz que tenía era cuando sus tíos se iban de paseo y se llevaban a Dudley con él mientras Harry se la pasaba limpiando y ordenando la casa.

Luego de ver como la gente se iba se quedó un rato más a contemplar el atardecer hasta que vio a su primo y Piers, otro de sus amigos bravucones -Oye anormal ¿De nuevo soñando despierto?-

-¿Que quieres Dudley?-

-Uhh el nerd tiene agallas, parece que a este niñato no le han enseñado buenos modales ¡Muéstrale quien manda!- y mientras el amigo de Dudley lo agarró desde atrás, su primo le propinó un golpe en el estómago que hizo que Harry perdiera equilibrio por el dolor y quedara en el suelo .

-Que valiente atacar a alguien entre dos. Recuerdo que cuándo ese chico de séptimo Marcus te retó a una pelea fuiste corriendo a casa a llorar a tu mami para que hablara con el director-

-¡Cállate anormal!- le gritó y cuando estaba a punto de pegarle de nuevo su primo puso una cara de susto que Harry no conocía y al darse vuelta entendió el porqué de su expresión. Una serpiente con la piel negra y manchas amarillas, de las que aparecen en los documentales de televisión, salió de un arbusto acercándose cada vez más mientras mostraba sus enormes colmillos y sus agresores salieron despavoridos, mientras que Harry se quedó sentado en el suelo sin moverse.

-Adelante, cómeme. No tengo nada que perder- dijo resignado.

-¿Por qué dices eso?- siseó el reptil y Harry quedó estupefacto.

-¿Puedes hablar?-

-Claro que puedo hablar, todos los seres vivos pueden. Lo extraordinario es que tú puedas entenderme, pensé que los hablantes de Pársel habían desaparecido hace mucho-

-¿Pársel?-

-Es la lengua de las serpientes. Sólo hay pocos magos que nacen con ese don y usualmente lo heredan de sus padres o de algún ancestro-

-No existe la magia, sólo trucos e ilusiones como los que he visto en la televisión-

Esos son trucos baratos de muggles! Claro que existe la magia ¿Tus padres no te enseñaron nada acerca de eso?-

-Mis padres están muertos, vivo con mis tíos y no tengo buena relación con ellos ¿Y qué es "muggle"?-

-Significa persona sin magia, ahora entiendo por que no sabes nada acerca de tu mundo. Tienes un don excepcional niño, no deberías reprimir tu talento sino pulirlo hasta ser el mejor ¿Cuántos años tienes?-

-Cumpliré once en unos días-

-Perfecto, eso significa que los del colegio no se han puesto en contacto contigo-

-¿Hay un colegio de magia?-

-He oído que hay muchos en distintas partes del mundo, en Francia está al que llaman "Beauxbatons", al Norte de Europa está el instituto Durmstrang, Uagadou en África si mal no recuerdo. A ti probablemente te escriban del colegio Howgarts ya que es el más cercano de donde vives-

-Vaya, parece que sabes mucho de magia. De todas formas mis tíos no me dejarán ir, me dijeron que iría a la secundaria Stonewall este año-

-¿Crees que tienen elección? De todas formas si vives con muggles es probable que envíen a alguien a buscarte para que estés con otros magos y puedas instruirte con ellos-

-¡Genial! Me muero por empezar, espero que haya muchos libros en ese colegio-

-Estoy seguro que hay tantos que no sabrás por donde empezar- le respondió y Harry esbozó una sonrisa. Algo que pocas veces había hecho.

-Lo siento, no te pregunté como te llamas-

-No tengo nombre, puedes darme uno si lo deseas-

-¿Qué tal Hestia? Leí que era el nombre de una Diosa griega- (N/A es la diosa de la hoguera y del hogar)

-Como gustes amo-

-¿Amo?-

-Aquellos magos que hablan nuestra lengua tienen nuestro respeto y obediencia-

-Yo...- dijo intentando procesar todo lo que el reptil le acababa de decir -No es necesario que me llames "amo", no es algo con lo que me sienta a gusto. Puedes llamarme por mi nombre, soy Harry, Harry Potter-

-Es un honor servirlo amo Harry-

-Tampoco quiero que seas mi sirviente, pero puedes ser mi amiga. Nunca tuve un amigo antes-

-Eres un niño peculiar-

-Pues claro, dijiste que soy un mago, por eso hablo con las serpientes, debe haber muchos magos o brujas que puedan-

-No, el don no es muy común, al igual que el de poder cambiar de aspecto sin necesidad de una poción o hechizo. Aunque el don de hablar con las serpientes es algo que no es bien visto en los magos-

-¿Por qué? Poder hablar con una serpientes es lo mas cool que me ha pasado, ojalá pudiera entender a todos los animales-

-A eso me refería, no tienes prejuicios contra lo desconocido. He visto como esos niños te lastimaban y mi instinto me dice que no hiciste nada para merecer ese trato-

-Mi primo siempre me ha tratado así. Nunca supe por qué me tiene manía-

-No tienes por seguir aguantando eso. Si lo deseas puedo acabar con ellos fácilmente, mi glándula venenosa aún no se ha desarrollado pero puedo estrangularlos y que mueran asfixiados-

-¡Whoa! No es necesario que asesines a alguien, con mantenerlos alejados de mí es suficiente. Además si hicieras eso habría un gran escándalo y probablemente te encerrarían en un zoológico -

-Como gustes- siseó mientras asentía.

-¿Y que tipo de magia aprenderé en ese colegio Howgarts?-

-Los magos han logrado dominar muchos aspectos de la magia, como conjurar objetos, transformarlos en seres vivos o viceversa y también utilizan partes de plantas y animales mágicos, los órganos o piel pueden ser utilizados para fabricar pociones o varitas-

-¡Es terrible!-

-Es la ley de la jungla, los cazadores y sus presas. Es mejor si te concentras en aumentar tus poderes mágicos, dentro de poco estarás demasiado ocupado para preocuparte por mí y hablando de presas, puedo oler roedores cerca de ese árbol. Con su permiso amo Harry iré a alimentarme-

-Adelante, disfruta de tu comida- respondió haciendo un gesto amable con la mano, mientras pensaba en todo lo que acababa de ocurrirle -Magia...Esto va a ser alucinante-