MI AMANTE…

Eran las 2:25 am en el zoológico de Central Park, han pasado ya 2 semanas desde que Marlene y Skipper se habían casado, el capitán tuvo que dejar a su esposa por varios días sola, mientras se ocupaba de una misión fuera de Nueva York. Kowalski no podía dormir, miraba hacia el techo de la litera que estaba encima de el, no dejaba de pensar en lo que presencio en esa boda.

-*FlashBack*-

-¿y tu Marlene, aceptas como esposo a Skipper?

-sí, acepto.

-si hay alguien que se oponga a este matrimonió, que hable ahora, o calle para siempre.

-(vamos, ¡HABLA COBARDE!, impide ese matrimonio y dile a Marlene lo que realmente sientes por ella… ¡IMPIDE ESE MATRIMONIO!...)- decía y gritaba en su mente, Kowalski comenzó a levantar la aleta temblorosamente, pero no la levanto lo suficientemente alta, como para que el padre, los invitados y los novios, la vieran.

-bien, ya que nadie se interpone, prosigamos con esta boda.- Kowalski dejo caer su aleta en señal de derrota y mira a los novios.-… yo los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.- todos se pusieron de pie para aplaudirles mientras observaban como Skipper besaba a su mujer.

- *Fin del FlashBack*-

-¿por qué no pude interrumpir esa boda?, después de haberme dado cuenta que estoy locamente enamorado de Marlene y que lo mío con Doris no funciono, decidí buscar otro amor y muy tarde me di cuenta que ese amor… es Marlene.- dijo el teniente en voz baja para no despertar a los otros pingüinos.

El pingüino se levanto de su litera y observo como Rico y Cabo seguían dormidos, rico como siempre abrazando a Perki y Cabo abrazando a su lunacornio. Se dirigió a las escaleras de la base y Salió, así como observo a la hermosa luna acompañada de las estrellas, deseaba poder tener a Marlene a su lado. Tenía ganas de verla, mirarla a los ojos, besar sus labios y decirle cuanto la amaba .Camino hasta su habitad, entro a su cueva sin hacer ruido y la ve dormir tranquilamente, incluso hasta dormida se vea hermosa, quería acariciarle una de sus mejillas pero, ¿qué tal si se despertaba y lo veía? Pensaría lo peor de el, e incluso hasta podría perder su amistad. Salió de su habitad sin hacer ruido, se sentó en el césped que estaba cerca de su cueva y siguió mirando las estrellas, no podía quitarse ese horrible momento de su boda, solo recordaba las palabras que el padre dijo.

¿Por qué no dije nada en ese momento?, me siento completamente arrepentido de mi estúpida cobardía.- dijo el pingüino en susurros. Kowalski cruzo sus aletas y coloco su cabeza sobre ellas cubriéndose por completo su cara, en eso siente como alguien le toca la espalda, el pingüino se levanta del césped poniéndose de pie y en posición de ataque.

-jajaja tranquilo Kowalski, soy yo, Marlene.-

-Marlene, que susto me diste.- el pingüino deja de estar en posición de ataque y se vuelve a sentar en el césped.-te desperté ¿verdad?

-no, me desperté yo sola.- dice mientras se sienta en el césped.- ¿no puedes dormir?

-no.- contesta el científico con voz baja.

-¿Por qué?, ¿te tiene algo preocupado?

-sí, la verdad si… Marlene, que pasaría si alguien que es tu amigo, estuviera enamorado de ti, que no le importa que estés casada, y que con tal de estar contigo sea capaz de convertirse en… en… tu amante.

-yo… no sé qué decir… eso nunca me lo hubiera imaginado, además yo amo a Skipper y no pienso serle infiel.- Kowalski al oír eso siente como se rompe su corazón en mil pedazos, no quería perder a la nutria a si como perdió a Doris.

-Marlene yo… - el científico se quedo callado y comenzó a llenar sus ojos de lagrimas.

-Kowalski, por favor ya no me preguntes esas cosas.- la nutria se levanto del césped y comenzó a caminar hacia su cueva, Kowalski no quería perderla, sin pensarlo también se levanto del césped y miro hacia ella.

-¡MARLENE, TE AMO!.- le grita el científico dejando caer lagrimas sobre sus mejillas. La nutria al oír eso, se da media vuelta y ve de frente al científico.

-Kowalski, ¿Cómo puedes decirme algo así, cuando sabes que soy la esposa de tu líder?

-perdóname Marlene, perdóname por no evitar amarte con mi corazón, pero es algo que no pude evitar.

-¿no te parece que ya es muy tarde como para decirme todo esto?

-sí, se que ya es demasiado tarde pero… te juro por mi vida, que quería intervenir en tu boda y decirte lo mucho que te amo, pero simplemente no me atreví a hacerlo por Skipper.

-entonces, yo te pido, que respetes mi matrimonio con él, y que por favor no intentes llegar a algo más conmigo que como un simple amigo.- la nutria le da la espalda y comienza caminar alejándose de el.- se que Skipper no te cumple como marido…- la nutria al oír eso de nuevo detiene su paso y da media vuelta mirándolo de frente.- se que ni siquiera te dio una noche de bodas.

-¿nos has estado espiando?

-no, claro que no, lo sé porque el mismo me lo conto.

-Skipper, ¿te cuenta todo lo que hacemos?

-no todo, solo me conto cómo le reclamas por qué no te cumple como marido.- la nutria se quedo callada por lo que le dijo el pingüino, Kowalski sin resistirlo más, camino rápidamente hacia ella, la tomo de la cintura y acerco su pico a su boca de la nutria.-yo quiero darte lo que Skipper no te quiere dar.- la nutria lo miro a los ojos y continuo sin decir una sola palabra.-… por favor Marlene, no te quedes callada, dime algo.

-pretendes que yo te acepte como… ¿mi amante?

-si así lo quieres tomar, pues bien.- Kowalski sin poder resistirse más, besa a la nutria suave y tranquilamente, Marlene no podía hacer otra cosa más que corresponder a ese beso, esta sin pensarlo comenzó a rodear con sus patas su cuello.

Marlene se iba entregando a ese beso, en cada momento, Kowalski al sentirla así, comenzó a pasar de un beso tranquiló a uno apasionado, la nutria al sentir esa pasión, comenzó a acariciarle la espalda y para finalizar su beso, pocos segundos después comenzó a darle un beso francés. Ni Skipper la ha besado así, aun ya siendo su esposa. El científico paro el beso y la miro a los ojos.

-¿quién te enseño a besar así?- pregunta la nutria sorprendida por el beso francés. El pingüino se acerca a ella y le susurra al oído.

-*shh* el amor todo lo puede Marlene.- la nutria lo miro detenidamente a los ojos y le acaricia una mejilla.

-por favor Marlene, déjame estar contigo, yo si te voy a amar de verdad… puedo darte esa noche de bodas que Skipper, no quiso darte.

-no lo sé kowalski, no quiero serle infiel a Skipper, yo entiendo lo que tú sientes por mí, pero….- la nutria agacha la mirada y da un gran suspiro.

-al menos déjame intentarlo ¿sí?.

-…está bien, pero, solo te daré una oportunidad, y si me sigo sintiendo incomoda o una traidora ante Skipper, dejaremos esto y nos distanciaremos lo mas que se pueda ¿ok?

-sí, está bien.-el pingüino la vuelve a besar agarrándola de nuevo de la cintura.- ¿si quieres estar conmigo?-

-sí, quiero estar contigo.- la nutria y el pingüino se abrazan y ambos miran hacia arriba donde estaba la luna brillando como nunca junto con las estrellas. Marlene debía admitirlo, Skipper nunca le puso el menor atención aun cuando ya estaban casados, se sentía sola y abandonada, y ahora que el científico le había declarado sus sentimientos hacia ella, la nutria decidió darle una oportunidad.

Bien, me atreví a publicar esta historia de Rated "M" U.U y como siempre es Marski. Dejen reviews para saber que tal les parece :D por favor.