Capítulo 14: Una pequeña distracción
***Yona***
Sus manos seguían subiendo por mi estómago, sentía como arrastraba en el camino mi blusa dejando al descubierto mi piel. Sentí un poco de frío, pero eso fue rápidamente aplacado por los labios de Hak, quien besaba y lamia de una manera muy lenta mi piel desnuda. Iba subiendo poco a poco mientras que yo trataba de mantener con mucho esfuerzo el control de mi voz, además de que sentía mi rostro ardiendo, por lo mismo lo tape con mis manos. De pronto sentí sus labios en mis manos.
-¿Ahora piensas privarme de tu rostro?- Dios esa voz, ¿Cómo podría algo tan simple hacer que mi cuerpo entero se estremeciera? Mas sorprendida estaba al darme cuenta de que no había feromonas, todas estas sensaciones me las estaba ofreciendo solo él.
-No puedo creer que este haciendo esto en la oficina- solté aun con toda la vergüenza acumulada y sin retirar las manos de mi rostro. Sabia sin verlo que se estaba riendo de mí y eso solo hacia aumentar mi pena.
-¿Es ahora cuando lo piensas? Después de que te lanzaste sobre mi- claro que era así, ahora mi mente estaba tratando de volver a ser razonable. Sentí sus manos sujetar las mías y yo trato de poner una fuerza inútil para que no las quitara- Princesa, tus feromonas están comenzando a salir- cuando nuestros ojos se encontraron su cara se veía relajada aunque con cierta gracia, me imagino por la situación.
-Es tu culpa totalmente- quería llorar de vergüenza, quería seguir escondiéndome y sobre todo quería morderme la lengua para controlar a mi boca y que no terminara por pedirle más. De pronto sentí sus manos en mi abdomen nuevamente y me estremecí sin poder evitarlo.
-¿Te imaginas que pasaría si alguien entrara por esa puerta?- Los ojos de Hak comenzaban a brillar y yo sentí casi al instante como palpitaba mi corazón y mi parte baja. ¿Lo que me estaba excitando era su voz? ¿Su cuerpo? O ¿Su comentario?
-Hak…- sentí mis feromonas salir con más rapidez y aun cuando Hak lo notaba parecía no afectarle. Claro, te olvidas de que se trata de un alfa dominante Yona. Se acerco hasta mi cuello y dejo un beso húmedo, para después pasarse al lóbulo de mi oreja, todo lo hacía de una manera tan lenta que deje salir un suspiro pesado.
-La puerta ni siquiera tiene llave, ¿cierto?- ahora sus manos volvieron a viajar por mi cuerpo acariciando mi abdomen y subiendo hasta llegar a mis senos. Ahogué un gemido cuando sentí que presionado uno de ellos- Tus feromonas cada vez se hacen más densas, ¿En verdad te está excitando todo esto?- Quería golpearlo, en verdad que quería hacerlo. Pero mi cuerpo se encontraba paralizado, lo único que quería era seguir sintiéndolo.
-Idiota- logre decir, aunque a juzgar por el tono de mi voz, esa palabra está muy lejos de ser un insulto y él pudo notarlo porque de nuevo se rio en mi cuello haciéndome cosquillas.
-No te preocupes Princesa, estas vistas solo serán para mi- dijo al enderezarse nuevamente, de alguna manera el calor de mi cuerpo disminuyó un poco, aunque las partes que aún tocaba con sus manos estaban ardiendo- lo triste de todo esto es que no tengo condón- mi mente que se encontraba de nuevo en las nubes reaccionó rápidamente
-¿Cómo?- no había caído en cuenta que realmente podríamos hacerlo en la oficina, hasta que menciono eso
-Nunca me hubiera imaginado que los necesitaría en mi oficina, así que me disculpo por eso- de alguna manera se le veía a Hak muy excitado, tal vez por esa razón su actitud se había vuelto más expresiva, como cuando lo hicimos estando en su celo. Pero aún así no había ni un solo rastro de feromonas, ¿realmente las estaba conteniendo? De pronto sentí como mi pantalón y mi ropa interior estaban arrastrados, yo traté de reaccionar pero no pude ser tan rápido como él.
-¿Qué haces? Acabas de decir…- mi ropa quedó hasta mis rodillas y él se quitó el saco que llevaba puesto para después liberar su pene, se me había olvidado el tamaño que tenía, así que el miedo y el deseo de nuevo se mezclaban en mi cabeza. Aun así lo tome de la mano para detenerlo y él se dio cuenta así que me mostró una cara relajada.
-Tranquila princesa, no llegaremos hasta el final hoy- de nuevo tomo su saco y lo puso sobre mi- solo haremos esto por hoy o terminare por volverme loco- de nuevo tomo mis piernas y las junto, yo no entendía a que se refería, hasta que sentí su pene metere entre mis piernas rozando aquel botón húmedo a su paso. Tuve que aferrarme a su saco para contener un gemido, no sé si eso fue la mejor idea, ya que el saco estaba lleno de sus feromonas, así que sin poder evitarlo termine por liberar aún más feromonas. Mientras que Hak continuaba rozándonos, haciendo que el calor fuera subiendo cada vez más rápido.
Yo no podía con tantas cosas que estaban sucediendo al mismo tiempo. Era una mezcla entre vergüenza y placer, que para ser sincera, me parecía esplendido. Entre más rozaba aquel botón yo sentía mi cuerpo estremecerse, quería mover mis caderas, pero al mismo tiempo mantener la fuerza en mis piernas, ni siquiera me podía percatar del roce entre mis muslos, el cual lo más seguro me queje rato después. Yo seguía aferrada a su saco inhalando su aroma mientras que mi cuerpo seguía estremeciéndose, cuando de pronto una nueva oleada de feromonas llego a mi nariz, la cual me hizo voltear a verlo. Creo que jamás en mi vida podré quitarme esa imagen de la cabeza. Hak sosteniendo mis piernas, sus ojos cerrados mostrándome cuanto estaba disfrutando esto, al mismo tiempo de que podía notar que se estaba controlando, su respiración se había hecho aún más pesada y casi podía jurar que quería gemir. Un hombre como él me estaba ofreciendo todo esto, realmente…realmente quería creer en esto que me transmitía.
De pronto comencé a sentir ese calor conocido ir subiendo por mi cuerpo, para después los espasmos y como algo dentro de mí se contraía. Tuve que morder fuertemente el saco para contener el gemido resultante de tan orgasmo y cuando sentí que mi cuerpo dejo de contraerse lo fui soltando. Mientras que estaba disfrutando de todas esas sensaciones sentía los labios de Hak sobre los míos, ya no me besaba con tanta pasión como antes, era más bien tierno y lento. Sentí un poco como mi cuerpo aún se estremecía cuando toco mi parte baja, aunque fue algo rápido. Sus besos seguían por mis labios y mejillas mientras que con sus manos acomodaba mi cuerpo sobre el suyo, hasta quedar sentada sobre su regazo.
-¿Aun sigo siendo una idiota princesa?- me dijo después de un tiempo, no sabría decir si fueron segundos o minutos, aun así me dio un poco de risa su comentario.
-Si, lo sigues siendo- su pecho subió y bajo al ritmo de su risa y yo me acurruqué más a él, fue entonces cuando de nuevo puse atención a mi cuerpo y como mi ropa se encontraba en su lugar. Así que me enderece un poco llevando mi vista hacia abajo, la blusa se encontraba en su lugar, al igual que el pantalón, ¿Cuánto tiempo había pasado realmente?
-¿Sucede algo?- me pregunto Hak y yo aun me había quedado viendo mi ropa- ¿Princesa?- Hak tomo de mi barbilla y me hizo mirarlo a la cara
-¿Cómo…Como es que me encuentro…?- no entendía nada y al principio vi la cara de duda en Hak, para después seguir mi vista hacia mi cuerpo.
-¿Te he dicho cuanto te pierdes cuando tienes un orgasmo? Es algo magnifico de vermi mente y mi cuerpo reacciona ibanndo con más velocidad, devolviéndome mi estado racional. Así que en el momento en el que mi cerebro proceso sus palabras me levantan rápidamente de su regazo con mi cara echa un tomate.
-Yo no…- aun cuando mi mente estaba recuperando su racionalidad, mi vocabulario estaba muy lejos de hacerlo. Di un pequeño vistazo a mi alrededor y encontré el saco de Hak en el suelo, estaba por recogerlo cuando el me detuvo.
-No creo que sea una buena idea- se mostró un poco avergonzado- al no tener condón… yo tuve que…- entonces comprendí el porqué lo había puesto sobre mi estómago y de nuevo sentí los colores subir por mi rostro.
-Yo…volveré a trabajar…si no lo hago ahora nosotros…- conforme iba hablando mi voz se fue convirtiendo casi en un susurro, dándose cuenta mi cabeza de las cosas que estaba a punto de decir en voz alta. Así que rápidamente me dirigí a la puerta, obviamente Hak no se quedó en su sitio así que en tan solo dos pasos ya lo tenía atrás de mí y sosteniendo la puerta para que no pudiera abrirla.
-¿Nosotros?- su voz sonaba divertida, de alguna manera me daba gracias cuando se ponía como un adolescente. Aun así trate de que no me afectará tanto y si alguien tenía que tomar la compostura aquí podría ser yo.
-Tengo que volver a trabajar- lo encare pero aún seguía con su sonrisa coqueta, además, de que sus ojos azules brillaban con más intensidad que antes- no quiero tener problemas con mis compañeros ahora que por fin comenzaron a tratarme mejor- eso hizo reaccionar su mente y lanza un pesado suspiro antes de contestarme
-Está bien, pero esta noche yo te llevo a tu casa- mire al techo por un segundo, tratando de encontrar las palabras indicadas para decirle que no.
-No sé a qué hora terminare, sabes que no hay mucho personal- era obvio que se notaba desde muy lejos cuáles eran mis intenciones.
-Por eso mismo, yo te llevare a tu casa- di un largo suspiro sabiendo que no tenía muchas opciones- o puedes quedarte aquí en mi oficina toda la tarde, tú decide- alce una ceja al darme cuenta de su juego, juego que claramente no podría ganar- aunque no creo que hagamos algo distinto de lo que acaba de pasar- señalo de nuevo el sillón y yo sentí mis mejillas arder al recordar todo lo que habíamos hecho, después mire rápidamente el saco y pareciera que fue lo último que necesitaba para explotar de la vergüenza.
-Está bien, está bien. Me iré contigo, solo deja que vaya a trabajar-mostro una sonrisa triunfante y soltó la puerta, en el momento justo en el que alguien había dado dos toques. Yo lo empujó en dirección hacia su escritorio y casi podía escuchar cómo se carcajeaba. Me fui detrás de él para tomar los papeles por los que había venido a verlo.
- Señor Son, le traigo los informes que pidió esta mañana - en su camino hacia el escritorio había tomado su saco, para ponerlo meterlo hacia lo que parecía ser un baño.
-Adelante- dijo con su tono frío, el tono del CEO. La mujer abrió la puerta y yo ya me dirigió hacia la salida.
-Oh, Yona, no sabía que te encontrabas aquí- yo no sabía bien que responder, era como si me estuvieran cachando de alguna maldad que hice.
-Ehh… yo vine a…
-Señorita Hino, será mejor que deje de perder el tiempo con esos papeles o me vere en la necesidad de reprenderla nuevamente- yo voltee a verlo entre sorprendida y agradecida, eso era lo mejor que se le pudo haber ocurrido.
-Si, claro señor- le dedica una reverencia en un intento por también decirle gracias
-Quiero esos papeles sobre mi escritorio antes de su hora de salida- gracias a esas palabras todo mi agradecimiento se fue hasta el piso. Ahora no lo hacía para ayudarme, más bien de alguna manera lo que estaba haciendo era recordarme que no podía olvidarme de lo que habíamos acordado minutos antes.
-Así será- mi voz ya ni siquiera intento ser dulce, más bien sonaba con resignación al mismo tiempo que le lanzaba una mirada asesina aprovechando que mi compañera no podía verme.
Cuando por fin salí de su oficina sintió alguna especie de liberación, que de alguna manera se sintió extraño. Porque a pesar de que ya deseaba salir de su oficina, también sentía cierto vacío por hacerlo. Tal vez muy en el fondo no quería admitir que me hacía sentir bien el pensar que iba a verlo cuando saliera. De pronto nuevamente todas las imágenes de lo que habíamos hecho se pasaron por mi mente y sentí el calor de la vergüenza ir en aumento, no podía creer que yo había sido capaz de hacer eso. Además… ¿Había aceptado ser algo de él? Definitivamente debo de estar loca, algo en mi cabeza debía de haber sido roto para poder hacer esa clase de promesas. Aunque… a pesar de que nunca en mi vida me hubiera imaginado hacer lo que hice con Hak en su oficina, debo admitir que no me resulta del todo horrible,
-Yona, necesitamos revisar lo que acaba de pedir el CEO- me dijo Lili y yo me sobresalte al salir tan abruptamente de mis pensamientos- No es momento para distraerte con esos pensamientos, estamos en el trabajo - me susurro y yo de nuevo sentí los colores subir por mis mejillas ¿¡Como rayos hacia eso!?
-Ehh…yo no…- claramente mi cerebro seguía sus funcionar y por si fuera poco vi a Lili soltar una carcajada muy consciente de lo que había provocado con sus palabras, además de que había acertado a la perfección.
-¿Acaso debería dedicarme a la adivinación?- sabía que lo estaba haciendo para relajarme yo solo la ignore y tome los papeles de sus manos para ir a mi escritorio, ella me siguió aun con su risa
-Si sigues así te dejare sola en esto- lo dije en tono de reproche y ella tomo una actitud seria casi al instante, de no haber sido por la pose militar que tomo yo habría podido continuar con mi actitud, en cambio me uní a ella. en una risa mientras acomodábamos los papeles para poder comenzar a trabajar.
El resto del día transcurrió no muy diferente a otro, estábamos todos demasiado ocupados como para poder platicar, además de que teníamos muy consciente que necesitábamos de más manos, aun cuando vinieran de vez en cuando Han Dae y Tae Woo, no era suficiente.
-¿Piensas quedarte más tiempo? Yo estoy muerta- dijo Lili mientras se había detenido en mi escritorio, ya llevaba su bolsa y un abrigo en la mano, todo me podría decir que se encontraba totalmente derrotada, desde su voz cansada, su cuerpo protestando de dolor y sus ojos casi cerrados. tratando de ganar la batalla el tiempo suficiente para llegar a casa. Yo volteé a ver mi reloj antes de contestarle, fue cuando me di cuenta de que nuestra hora de salida había pasado desde hace 2 horas.
-Solo termino esta última página y me voy, no te preocupes. Tu ve a descansar- sabía que me estaba escuchando a pesar de estar con los ojos cerrados
-¿Cómo puedes tener ese ritmo? ¿Sera que tienes algo planeado para esta noche?- estaba muy concentrada escribiendo en mi computadora, pero cuando ella dijo esas palabras me detuve en seco unos segundos para volver a continuar- Definitivamente debo de trabajar como adivina, me equivoque de profesión
-Ve a descansar antes de que te pida quedarte conmigo- se puso recta y comenzó a caminar hacia la salida, pero antes de eso volteo a ver para todos lados, como si se estuviera asegurando de que nadie estaría cerca.
- Tal vez fuera más difícil para mí si no fueras tan evidente - voltee a verla casi fulminándola con la mirada y ella se fue con más prisa hacia el elevador- Descansa Yona, nos vemos mañana- para su suerte el elevador se abrió rápido y ella Entra sin perder el tiempo.
Cuando se fue me quede observando la pantalla unos segundos más, estaba haciendo un informe para adelantar un poco de trabajo del día siguiente, pero ¿Realmente lo estaba haciendo por eso? Volteé a ver disimuladamente la oficina de Hak y sentí un pequeño brinco en mi corazón. Había terminado mi trabajo de hoy desde hace un tiempo, pero aún así aquí estaba ¿Esperando a Hak?
-No, esto no puede ser cierto Yona- me dije a mi misma mientras que volvía a mi computadora y comenzaba a escribir de nuevo. No cedería tan fácilmente, pero aun así había algo dentro de mí que no se quería ir, esa misma parte que le había hecho la promesa de irnos juntos. Solté un largo suspiro y recargué mi cabeza en mis manos tapándome completamente el rostro. ¿Acaso yo era capaz de entenderme a mi misma? ¿Qué era lo que realmente sentía por Hak? Tal vez solo fuera deseo, al final de cuentas nuestros cuerpos se habían logrado entender casi a la perfección. Quería pensar que tal vez esa era la verdad de todo, porque de no ser así mi… mi segunda alternativa era, que él…me gustara.
-¿Qué no puede ser?- la voz de Hak tan cerca de mi cuello me hizo estremecer poniendo mi piel de gallina. Lo peor fue como reaccionó mi cuerpo después. Ya que al tomarme desprevenida lo primero que hice fue levantarme por el susto y golpear por la misma inercia su cabeza con la mía.
-Oh… lo siento- le dije mientras que los dos nos sobábamos la parte golpeada, yo además de eso tenía mi otra mano en mi cuello, donde había sentido su contacto y su aliento. Además de que sin quererlo mis feromonas comenzaron a salir.
-Vaya que tienes un buen golpe princesa- se sobaba su frente donde ya se había puesto de color rosado por el golpe- ¿Acaso tu cabeza es de piedra?- lo decía con cierto humor aunque se le veía que le causaba dolor.
-Tu… ¡Tú tienes la culpa! ¿Cómo se te ocurre hacer eso aquí en la oficina?- ya había dejado de sobarme la parte de atrás de mi cabeza, aunque mi mano seguía quieta en el cuello, tal vez aún se debía por la sorpresa.
-Lección aprendida, no lo volveré a hacer o sino mi vida dependerá de ello- sé que lo decía con humor aunque seguía sobándose su frente- Aunque no puedes decirme que no te ha gustado
-¿Cómo?- mi corazón aún latía con fuerza, aunque gracias a dios la piel de gallina ya no estaba presente.
-Tus feromonas- se podía sentir por el aire y eso solo hacia aumentar mi vergüenza
-E-eso pasa cuando sorprendes a alguien, es lo más normal- comenzó a recoger mis cosas en un intento por escapar de su mirada y comentarios. Aunque también lo hacía para tratar de calmarme y controlar mis propias feromonas.
-Princesa, huelen un deseo- a pesar de que no lo estaba viendo sentí el calor ir en aumento y yo tuve que darme un golpe mental. ¿En serio iba a ser atrapada por Hak? ¿Este era mi destino? Aun cuando fuera cierto seguí guardando mis cosas
-Debes de estar imaginando cosas, ¿No serás tú el que se siente así?- tome mi bolsa y voltee a verlo. Era mejor no haberlo hecho.
-Así es como me siento- que me lo dijera de frente y de esa manera tan tranquila solo me hacía convencerme de que estaba loco y de que no sería nada fácil salir de esta situación- ¿Acaso es malo sentirse así?- Oh no, Conocí muy bien esa mirada y esa voz calmada y un poco ronca. Tenía que huir de aquí pronto o terminaría pasando algo parecido a lo que paso en su oficina.
-¿Querías estos papeles ciertos? Aquí los tienes, así que me retiro a mi casa- le deje los papeles en sus manos y me hice a un lado, note su cara de desconcierto, la cual cambio en el segundo después, mostrando una cálida sonrisa. Se había dado cuenta que estaba tratando de huir- Nos vemos mañana joven Son- le dedica una reverencia para después caminar lo más rápidamente disimulado que podía. Aunque estaba segura de que esto no sería tan fácil. El elevador se abrió y yo entre rápidamente, llegué a sentir un alivio cuando vi que había entrado sin problemas pero justo cuando las puertas estaban cerrandose entrando Hak conmigo.
-Me imagino que una vez que me diste los papeles y tomaste el dejaste de ser la señorita Hino, ¿verdad?- aún seguía con su humor y yo sentí que estaba ante una lucha perdida- y si mal no recuerdo, prometí llevarte a casa - voltee a verlo con odio mientras que el sonreía de oreja a oreja, sabiendo perfectamente que no podía huir.
-¿Acaso haces esto para molestarme?- no vi ningún cambio en su expresión aunque sé que estaba pensando muy bien que contestarme.
-¿Acaso pretende que nuestra relación sea así todo el tiempo?- escucharlo hablar sobre nuestro futuro hacía que mi corazón se alegrara y se volviera más cálido.
-¿De qué relación hablas?- aun cuando quería sonar fría no podía hacerlo, pero aun así me gustaba molestarlo tanto como fuera posible, al menos de esa manera lo hacía pagar por lo que me hacia pasar.
-¿Ahora pretenderás que todo lo que paso en mi oficina no fue real?- de pronto me dio risa al ver la seriedad con la que me había hecho esa pregunta, al principio trato de ocultarla pero al final no pude hacerlo estallando en una risa de esas de las que hacen doler tu estomago- ¿Te estás burlando de mí?- yo no podía parar de reír, así que segundos después y una vez que pude articular bien las palabras le conteste.
-Hubieras visto lo serio que estabas diciendo esas palabras- aún sin entender bien mi cambio de humor mientras que yo limpiaba unas cuantas lagrimas que se habían formado por tanta risa- ¿Cómo pretendías que actuara después de llegar a mi escritorio y darme un beso? ? De alguna manera tenía que pagarte- pude notar su cara de alivio, aunque mientras me veía riéndome de él también había relajado su rostro, podría apostar a que también quería unirse a mi risa, aunque no supiera bien el motivo de ella.
-Está bien, eso fue mi culpa, pero en mi defensa no había nadie- el elevador se abrió mostrando el sótano de la compañía- ¿Entonces dejaras que te lleve a tu casa?- él había salido del elevador y me tendía su mano
-¿Acaso me dejaras otra alternativa?- le dije en tono de protesta aunque había humor en ello. Tome su mano y él sonriendo de lado, viéndolo de cerca Hak era un hombre simple. La visión del hombre duro, hijo único del dueño de la compañía, impenetrable, frío y un alfa dominante. Todo eso se derrumbaba cuando veías esa sonrisa, con solo verla estaba segura por todas las cosas que había pasado para aprender a ocultarla. Aunque muy en el fondo eso no le gustaba, él quería seguir sonriendo, jugando y bromeando, como cualquier persona normal. Aun cuando hubiera sido criado para lo contrario.
-¿Tu compañero de cuarto no se enojará por la hora que es?- dijo después de un rato mientras íbamos de camino a mi departamento, yo estaba viendo por la ventana, lo mismo hacia cada vez que viajaba en carro. Me gustaba ver las luces, las personas e incluso el color del cielo, todo eso me parecía relajante.
-No lo creo, comenzó su guardia esta noche, así que no regresara al departamento por al menos dos días- ni siquiera había volteado a verlo, yo seguía perdido en el paisaje.
-¿Así que estarás sola?- su tono de voz preocupado me hizo voltear a verlo, para mi sorpresa podía notar que estaba hablando en serio
-¿Acaso te preocupa que lo esté?- no podía evitar cierto humor en mi voz y sé que Hak pudo notarlo ya que relajo su rostro
-¿Tiene algo de malo hacerlo?- al decir eso entrelazo su mano con la mía y yo sentí cierta calidez, aunque me debía de parecer extraño, más bien era como si lo hiciéramos todo el tiempo.
-Tal vez no, pero, ya te he dicho que la posesividad de los alfas no me gusta para nada- me había quedado viendo nuestras manos y mi comentario lo saque casi como un susurro- así que me gustaría dejarlo en claro entre nosotros- Hak Presioné mi mano y yo voltee a verlo, sonreía de lado y aunque su mirada estaba hacía en frente de alguna manera quería tranquilizarme.
-Tu no me perteneces Yona, ni a mí ni a nadie- llevo mi mano hasta sus labios y planto un dulce beso- puedes tranquilizarte conmigo en ese aspecto- sentí mis mejillas arder, no sabía bien si era por su contacto o por sus palabras , pero me gustaba. Tampoco sabía si sus palabras eran realmente ciertas, hasta donde sabia podía ser simplemente las palabras que yo quería escuchar, mas no las que el pudiera estar sintiendo. No podía confiar al cien por ciento en este alfa, aun cuando no había ninguna señal prendida, tenía que mantener al menos una pequeña parte de mi mente en alerta. Solo esperaba poder lograrlo- hemos llegado- dijo al detenerse en frente del pequeño edificio departamental
-Gracias por traerme obligadamente- él parecía totalmente consciente de que lo había dicho para molestarlo. Me detuve antes de bajar y aunque sabía que tal vez era una mala idea decidí preguntarle lo siguiente- ¿No quieres subir?- supe que era la peor pregunta que pude haber hecho cuando vi su cara de sorpresa, así que rápidamente trate de arreglar la situación- Estoy segura de que no has cenado y yo tampoco lo he hecho, así que pensé que estaría bien…pero olvídalo- definitivamente debí de haberme quedado con la boca cerrada.
-Yona- Hak me había detenido del brazo para que no me bajara del carro. Yo voltee a verlo con cara avergonzada- me encantaría subir en serio, pero, si lo hago…- de pronto sentí sus feromonas, eran muy débiles, pero el olor a mañana fresca entró suavemente por mi nariz- No he dejado de pensar en lo que hicimos en la oficina y la verdad es que he querido terminar lo que comenzamos. Por lo mismo estoy tratando de contenerme, pero si subo a tu departamento no podía hacerlo- podía notarlo, todo lo que estaba tratando de mantenerse firme, tanto era así que las feromonas estaban comenzando a salir, señal clara de frustración.
-Yo tampoco… yo tampoco he dejado de pensar en lo que hicimos- de nuevo esa cara de sorpresa y el leve olor de sus feromonas se hizo un poco más intenso- así que si llegase a ocurrir algo no serias el único culpable- como ya no podía sostener su mirada ni el olor de sus feromonas decidí bajarme del carro, obviamente dándome golpes mentales por las cosas que le había dicho. ¿Realmente mi cabeza pensaba cuando se trataba de Hak? Porque pareciera que no era así, siempre salía lo que estaba en lo más profundo de mi mente, como si él tuviera alguna especie de hechizo sobre mí. Al sentir el aire fresco de la noche mi mente comenzó a despejarse y la vergüenza paso a ser lo único que sentía mi cuerpo.
-¿Me prometes que no te vas a arrepentir?- Hak también se había bajado y aunque no se acercó hasta donde estaba aún podía sentir un leve aroma de sus feromonas en mi nariz.
-Te lo prometo, pero tengo una condición- Hak se quedó viéndome intrigado, esperando a que le dijera mi condición- nadie, jamás, nunca de los nunca puede saber que te deje entrar a mi departamento- tal vez esperaba una condición más seria ya que al escucharme soltó una risa sincera, esa clase de risas que hacían vibrar mi corazón.
-Está bien princesa, nadie sabe nada- con su mano me hizo una señal para que me acercara y yo aun en risas lo hice- ¿Tanto miedo debo de tenerle a tus amigos?- pensé rápidamente en Kija y Shin Ah, son los más escandalosos y estoy seguro de que serán capaces de ir a buscar a Hak para interrogarlo sobre sus verdaderas intenciones conmigo. Y eso sin olvidar las caras serias pero temibles de Jae Ha y Zeno.
-No tienes idea- de pronto se escuchó un rugido fuerte de mi estómago y Hak volvió a reír
-Así que no mentías sobre la cena- lo empuje para alejarme de él mientras que trataba de ocultar mi rostro avergonzado.
-¡Pues claro que no! ¿En qué pensabas tonto?- Hak aún continuaba riéndose mientras yo decidí aumentar el paso
-Está bien princesa- le bastaron tan solo dos pasos para alcanzarme y poner su brazo sobre mi hombro- esta noche te deleitare con una sabrosa cena- de pronto acercar su rostro a mi oído- y te aseguro que vas a amar el postre- casi al instante sentí de nuevo el calor subir por mis mejillas al mismo tiempo que lo volvía a empujar y comenzaba a teclear mi contraseña en la puerta.
-Idiota- le dije mientras él seguía sonriendo, definitivamente estaba ganando y aun cuando yo podía ser aún más persuasiva que él, lo cierto era que me daba vergüenza hacerlo. Por lo pronto, solo me quedaba disfrutar de su cena y… también del postre…
***Notas de autor***
Por fin, después de mucha mucha espera hay actu! Tengo una semana tratando de actualizar, pero siempre pasaba algo que me impedía hacerlo. Al final de cuentas creo que eso ayudo ya que el capítulo se hizo un poco más largo de lo habitual. Conforme lo escribía iban cambiando muchas cosas que ya tenía para este capítulo…
Nunca me cansare de escribir de ellos dos, siento que de alguna manera terminaron formalizando sin darme cuenta jaja y me gusta la actitud de Hak con Yona, siento que se pueden ver diferentes facetas en una sola conversación…
Al menos les puedo prometer que a partir de ahora estarán actualizando una vez al mes, así que aquí tienen el capitulito de agosto jaja
Estaré como siempre atenta a sus comentarios y espero leernos pronto :3
