WINTERFELL
Daba por sentado muchas cosas. Cosas como el respeto y honor. También sabía que muchos de sus vasallos respetaban esas creencias. Sin embargo, comprender la rivalidad que algunos tenían, eso requería más paciencia de su parte.
A veces era cuestión de escuchar y juzgar con la mayor igualdad posible. Otras veces, simplemente…no sabía qué hacer.
Supuso que velar por el bien mayor, era la solución más sencilla. Si es que el "bien mayor" no hubiese cometido deshonor.
- ¡Mi Lord! ¡La Casa Karstark no tolerara más esta transgresión!
- ¿Me está diciendo que los Bolton son culpables? Dije
- ¡Es verdad mi Lord! Lo sabemos por fuentes confiables. Los Bolton hacen el transporte, secuestran a toda la gente que encuentran.
- ¿Fuentes confiables? ¿espías?
Pregunte a Harrion Karstark, hijo mayor del actual Lord de Karhold. Vestía placas de cuero oscuro con el escudo de su familia, así como una gran capa.
Mientras replanteaba sus respuestas. Puse en orden mis pensamientos. Los Bolton nuevamente…Suspire internamente.
Habían sido unos años muy tranquilos. Todo parecía bien, sin embargo, ahora teníamos un nuevo reclamo. Los Karstark acusando a los Bolton de contrabandear a su gente.
Según Harrion Karstark, los barcos Bolton anclaban en sus costas, no sabían cuántos exactamente. Pero cada vez que intentaban asaltarlos, simplemente desaparecían. Probablemente llevándose a su gente, también se dijo que aldeas completas habían sido despobladas.
- Mi lord…solo eran informantes, no espías. Respondió el Karstark
- Esta bien, está bien…sé que a veces son necesarios.
La necesidad de información era casi tan importante como las armas. Mentiría si dijo que nunca utilizo algún espía. El dilema, es que jamás imagino lidiar con estas cosas en sus tierras. Eran situaciones más propias del sur.
- Acompáñeme Lord Karstark. Dije solemnemente.
Camine lentamente con el Karstark. El aire frio recorrió mi cuerpo, el patio de Winterfell llego a nuestra vista. Las almenas daban una gran vista de los hombres, muchos aun en sus prácticas diarias, con arcos y espadas.
- ¿Sabe que Rosse Bolton intento unir nuestras Casas en el pasado?
- En los últimos años, han puesto sus términos en cada vez más asuntos importantes, mi Lord.
- Para muchos su intención sería una idea ridícula. Sin embargo, mi maestre llego a opinar lo contrario.
- Es porque el heredero Bolton aprendió de los maestres en Oldtown, mi Lord. Nuestro propio maestre lo tiene en alta estima.
Era bueno cuando se trataba de dilemas morales. Sin embargo, una idea que rondaba su cabeza, fastidio dicha responsabilidad.
Estaba tratando de encontrar un punto medio entre las diferencias de sus dos abanderados. Tenía una idea, una solución práctica, pero quizá para muchos, entrometida.
- No quiero sonar atrevido, pero tal vez buscar un acuerdo con los Bolton pueda ser una alternativa.
- ¿Un acuerdo? ¿Pueden los Bolton siquiera respetar un acuerdo?
- No necesariamente tienen que respetarlo, pero hay compromisos para todo, el que tengo en mente pueden obligar a ambas partes… ¿Cómo una unión por ejemplo?
- Lord Stark no está sugiriendo…
A juicio propio, Lord Bolton no daría su consentimiento. Sin embargo, podía hacer de casamentero. Presionarlo para que acepte. Después de todo estaban en falta, si lo que alegaban los Karstark era cierto.
- Es solo una opción, Karstark. Podemos hablar de ello después. Ahora enviare a mis hombres a corroborar la información, Dreadfort debe ser investigado tal como está la situación.
- Por lo que estaremos eternamente agradecidos, Mi Lord.
Harrion Karstark se arrodillo, supuso que estaba haciendo lo correcto.
En ese instante el maestre Luwin, algo inquieto, llego a pasos apresurados. Como siempre vistiendo su túnica y portando la cadena tan característica. En su mano un pequeño mensaje con el que siempre aparecía, cada vez que llegaba un cuervo.
- Mi lord, me temo que soy portador de malas noticias…Rosse Bolton, El Señor de Dreadfort, ha fallecido. Dijo el anciano.
Noticias inesperadas. ¿Podía el conflicto resolverse ahora? Se preguntó. Enviar un a sus hombres ahora parecía impropio. Tanto que prefería simplemente ignorar el pedido de los Karstark.
- Eso sí que fue inesperado. Va a enviar a sus hombres, ¿Verdad, Lord Stark? Dijo Harrion Karstark
- ¿Se sabe cómo murió? Pregunte
El semblante del maestre no era bueno, miro el mensaje que tenía entre sus manos. Quizá para repasar su contenido
- Al parecer…fue envenenado…algunos mercaderes son los principales sospechosos. Según tengo entendido se espera que su heredero tome el caso en persona.
- Lord Karstark, temo que no poder ayudarlo pronto. Sin embargo, tengo esperanza en que las cosas se tranquilicen, dado lo acontecido.
Suspiré tan bajo como pude. Fue una broma del destino se preguntó. Estaría de más preguntarse ¿Por qué los dioses actuaban como lo hacían? Lord Harrion Karstark aun contemplaba la nueva situación, todo cambio en un abrir y cerrar de ojos.
- Voy a proponérselo a mi padre, Lord Stark. Dijo el Karstark
- ¿Se refiere a la unión?
- Si, deseo su apoyo en su realización, yo me encargare de mi padre. En cuanto a los Bolton, cuando el heredero Bolton llegue a doblar la rodilla, puede ser un momento ideal para dirigir sus ambiciones, hacia algo menos nefasto.
- Bien, entonces, que así sea. Respondí
POV RamsayOLDTOWN
- ¿Y el nombre de la persona era?
- Domeric Bolton
Prefería la maltrecha casa de Lord Arren. Al menos en aquel lugar no había el ambiente presuntuoso. Los altos techos, los amplios salones y todos esos viejos con cadena. Deseaba salir del maldito lugar.
Habían sido semanas de intenso recorrido, hasta llegar a su destino. La ciudadela estaba más lejos de lo que imagino.
"Búscame en tres años o cuando seas útil" recordó esas palabras como si se lo hubiesen dicho ayer. Tardó mucho más en ser llamado "útil".
Según Locke solo eran "útiles" los que podían desarmarlo, o los que él pensaba que eran. Para Arren eran útiles los que acababan el "aprendizaje básico" en sus aulas. Sin embargo, en sus palabras, algunos ciervos de plata podían ayudarlo a replantear su decisión. Tuvo que contentarse con su segunda opción.
- ¿Estás buscando a Domeric Bolton?
- Si, No vio esto…el hombre desollado…
Dijo mostrando el blasón de la que consideraba su casa. El viejo maestre solo atino a levantarse. Pensó que caería en ese instante. Nunca había visto a un hombre tan viejo, aunque parecía ser la norma por aquí.
- Déjeme guiarlo. Puede estar en el hogar del conocimiento, pero es fácil perderse en sus pasajes.
El silencio y los pasos del anciano se perdieron en el ambiente.
Camino a pasos lentos, tenía que, el maestre se tomó su tiempo incluso para eso.
- ¿Y se puede saber qué asuntos tiene con Domeric Bolton?
- ¿Uhmm? Es un asunto familiar…
- Entiendo… ¿eres su hermano bastardo?
- Si. Respondió tímidamente
El anciano lo miro con suspicacia. Talvez sus rasgos le dieron una pista de su situación. Ser un bastardo no era bien visto en el norte, en el sur la situación no mejoraba. Tal vez en Dorne lo tratarían de otro modo, o eso había escuchado.
Pasado un tiempo, el viejo maestre lo condujo a una puerta. Supuso que era su destino.
- Esta es la residencia de Lord Bolton.
- Agradezco su guía, maestre.
- No tiene por qué, y tú… ¿no estas interesado en los misterios del conocimiento?
- No, soy más del arco y la flecha
- Entiendo, me retiro…lástima que no sea de familia…
Si el anciano quisiera indagar en su linaje, ya hubiera sido interrogado, el simplemente se fue. Se preguntó a qué se refería con eso último.
Toco la puerta, estaba dura y fría al tacto, tanto como las del norte. Una voz se escuchó desde adentro, pedían su nombre.
- Soy yo… ¡Ramsay!
- Adelante…
Sin contemplaciones entro. Era una habitación grande y cálida, a diferencia de los pasillos frios que recorrió. Estaba finamente decorado, al menos a sus ojos. Había una cama, cofres, alfombras, mesas y libros, muchos libros.
Miro a su…hermano, llevando algunas de sus pertenencias a un cofre.
- Llegaste en el momento justo. Dijo Domeric
- ¿Enserio? ¿Parece que te vas de viaje?
- Si. Nos vamos de viaje.
Dijo llegando a detener sus acciones. ¿Nos? Se preguntó si había escuchado correctamente. Era evidente que tenía cierta prisa, por la forma en que guardaba sus cosas. Talvez simplemente había cometido un error.
- ¿Dijiste, nos vamos de viaje?
- Si a Winterfell. Lord Stark me pidió que llegara lo antes posible.
- Lo antes posible…! ¿Winterfell?! ¡Acaso no sabes que vengo del norte?
Dije tan exaltado como pude. Domeric detuvo sus acciones. Se acercó, casi tan rápido que no se dio cuenta, frente a él su rostro reflejo duda.
- ¿Qué es lo último que sabes de casa? Pregunto Domeric
- ¿Uhmm? Si preguntas eso…creo había problemas, algunos mercaderes iban ser arrestados.
- ¿Nada más?
- Si, ¿qué ocurre? respondí
POV Rickard KarstarkKARHOLD
Habían pasado varios años. Años desde que sus tierras habían sido prosperas, pero ya no mas.
La sangre de los primeros hombres corría por sus venas. Sin embargo, los Karstark, una de las grandes casas del norte estaban rogando por intervención. "Serian ellos, los Stark, ¿Responsables por la vergüenza de su hogar?" Por supuesto que no, no parecía correcto ni posible. Un Karstark debía proteger lo que era suyo, incluso si su señor no se lo permitiera.
- Posiblemente ahora el reclamo sea pospuesto, mi Lord.
- El infame Roose Bolton murió… ¿Es esto justicia poética? o ¿Los dioses escucharon por fin mi pedio? Dijo
Un aire de melancolía recorrió su cuerpo. Roose Bolton, un buen vecino, tal vez algo sangriento, pero un buen vecino después de todo. Entonces, porque iniciar una campaña de saqueo contra sus propios hermanos. Él…sabía el por qué… "ejércitos"
"El mensaje ya ha sido enviado" Los Bolton ya no podrían seguir con sus incursiones, ya no. La tranquilidad inundo sus pensamientos. El heredero Bolton tardaría años en llevar las riendas de su casa. Para entonces la iniciativa de la casa Bolton estaría socavada.
- Maestre, envía un mensaje al Banco de Hierro de Braavos.
- Si, mi lord. ¿Cuál es el contenido?
- Otro préstamo por supuesto, diez mil dragones de oro.
Mire de reojo la reacción del maestre. El anciano tenía experiencia en ocultar sus pensamientos, le daría crédito a eso.
- El verano ha sido largo mi lord, el invierno no será corto. Dijo el maestre.
- Lo sé maestre, lo sé. Ahora porque no va y envía ese mensaje, antes que la tinta se seque y mi paciencia se agote.
Sentado en su asiento, un lugar que representaba la importancia su Casa, vio la entrada de uno de sus hombres. Parecer ser que uno de sus hijos había regresado de viaje.
Espero con ansias la entrada de hijo, Harrion Karstark. Estaba escoltado por dos de sus hombres.
El viaje a Winterfell lo había cansado. Vio el semblante en su aprensivo rostro. ¿Cabalgo toda la noche? Porque la prisa ¿No sabía que Roose Bolton estiro el cuello? Se preguntó...
Salvo por el detalle de su reunión, parecía que su hijo tenía noticias importantes…
- ¡¿Lord Stark quiere unir nuestra casa con la de los Bolton?! Dije
- Si padre, fue una opción que surgió, fomentar la paz entre nuestras casas era la razón.
- ¡Son los maldito Bolton quienes cruzaron la línea! ¡No nosotros! Reclame
Estaba mal, todo estaba mal. A sus ojos era una recompensa, más que un castigo.
Tal vez la unión tenga valor como compromiso, pero era el honor de su casa el que había sido burlado. ¿No fueron ellos los que secuestraron a su gente?
- Padre, con Roose Bolton muerto y su heredero soltero. La casa Bolton empezara a buscar compromisos.
En su mente, una idea se manifestó "El mensaje ya ha sido enviado". El "maldito" mensaje ya había sido enviado. No podía deshacer lo que había ocasionado, solo podía jugar sus cartas. Tendría que ceder.
- Entiendo, entiendo, crees que mejor con nosotros, que con los otros.
- Si, la casa Bolton tendrá que frenar sus iniciativas y sus herederos serán tus nietos.
- ¿Y Lord Stark qué papel tiene en esto?
- Lord Stark presionara el consentimiento. Cuando Domeric Bolton doble la rodilla, no podrá negarse. Además, he llegado a considerar que no es un mal pretendiente.
El compromiso podía limar esas asperezas, pero su gente seguiría en tierras Bolton. ¿El niño seguirá los pasos de su padre? Talvez podría llegar a convencerlo ¿Devolvería todo lo que su padre se llevó? Se preguntó, pero si no resultaba así…había opciones.
- Entonces padre ¿está de acuerdo?
- Si…si, por ahora.
- Entonces, se lo enviare un mensaje a Lord Stark.
Los pasos de su hijo se escucharon en las amplias salas de Karhold.
Maldijo a Roose Bolton, aun después de muerto, sus problemas lo perseguían.
Se preguntó qué pensarían sus hijos si supieran la verdad…si supieran que fue el quien acabo con Roose Bolton.
