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¡Hola nuevamente!, les pido mil disculpas por el atraso de esta actualización. Pero el trabajo me tenía realmente sin tiempo. Espero que este capítulo sea de su agrado, estoy muy emocionada escribiendo.
Nota importante: la línea temporal de este fics es en la serie del 2012 lo más general. Destructor había sido derrotado y muerto por los chicos. Y unos pequeños cambios Splinter aún sigue vivo y en el pasado Miwa si había muerto.
Renuncia: Las tortugas ninjas y todo relacionado a sus comic, dibujo animado y película no me pertenece.
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Capítulo 3: ¿Solución?
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En aquellas alcantarillas en la habitación del mayor de los hermanos quelonios, no había luz no había música, todo estaba en la oscuridad total… y estaría en silencio total de no ser por un sollozo, un sollozo que provenía de un rincón…
En aquel rincón de la habitación estaba Leonardo sentado, se abrazaba a si mismo desesperado y ocultaba su rostro en sus rodillas, se apretaba los labios para evitar cualquier sonido que se escuchara al exterior… intento detener las lágrimas pero estas salían sin control de sus ojos…
Durante los últimos 2 años debía llevar más peso que un adulto normal: la seguridad de sus hermanos menores en batallas a muerte.
Este rol se lo habían impuesto, pero él había aceptado. Desde un principio sabía que sería difícil controlar a sus hermanos, pero se sentía preparado hasta que durara esta guerra. También estaba preparado a la exigencia de su padre ante este rol que le había impuesto, Splinter sería su mayor juez si se equivocaba, por su bien y el de sus hermanos, hasta que se acabara esta guerra contra Destructor.
…hasta que se acabara esta guerra contra Destructor…
Leonardo apretó más su rostro…Destructor está muerto, ¿porque siguen en esto…?
Su padre había cambiado tanto desde esta muerte, se desesperó porque ya no tenía por qué seguir, empezó a enviarlos a batallas en las cuales no era necesaria su presencia, su venganza paso a obsesión, una obsesión que lo cegaba a tal punto de no ver los riesgos.
Arriesgar a su propia familia, sus propios hijos, quienes desde un principio no debían estar en esta guerra, pero por darles una vida, ellos fueron leales a Splinter… el de azul había confiado en que volvería a ser el mismo, tenía esperanza en que vería a los suyos nuevamente como su familia y no como sus soldados en una obsesión sin sentido…pero…todo tiene un límite.
- Yo tengo un límite – susurro –
Splinter desde que comenzó su obsesión era una sombra oscura que lo asfixiaba cada vez que le hablaba y derribaba su autoestima una y otra vez… lo dejaba sin energías y lo hacía sentir la persona más inútil en ese lugar que antes él llamaba hogar, ya no sentía la protección de un padre sino la tortura de un verdugo…
"…ya no tendrías hermanos"
Apretó más sus labios al recordar esas palabras, sintió que algo se había quebrado en él en ese momento… por lo único que seguía era por sus hermanos… no seguía por Splinter y su estúpida obsesión, ni siquiera por él mismo que ya se encontraba tan golpeado en su estima que no se sentía merecedor de algo…
- Estoy tan cansado…-
Se escucho que alguien abrió la puerta, Leonardo temía que fuera Splinter… pero se escucharon varios pasos, sin embargo, no podía levantar la cabeza ahogado en la tormenta que estaba en su interior. Sus ojos estaban fuertemente cerrados intentando en vano detener aquellas lágrimas de impotencia, cuando sintió que alguien lo abrazaba por un lado…
- Hermanito – escucho a Mike
- Todo esto fue nuestra culpa…- susurro Donatelo abrazándolo del otro lado
- Lo sentimos mucho – se escuchó Rafael delante de él, acariciándole la cabeza
- Pero como líder yo…-
- Debes afrontar todo…- termino en bufido Rafa
- Pero también sabemos que es injusto – asintió Mike
- Es normal que te enojes… cualquier persona lo haría…– señalo Don – es normal sentirse frustrado -
- Especialmente los últimos meses con la obsesión estúpida del maestro –
Leonardo levanto la mirada y a sus hermanos se les hizo un nudo en la garganta, el de azul tenía sus ojos hinchados de tanto llorar y sus labios dañados de tanto apretarlos.
- Leo…- Donnie apretó los puños de impotencia- esta guerra contra el Clan del pie acaba hoy para nosotros –
- No – negó con la cabeza Leo - esta guerra acabara cuando Splinter lo diga –
- No Leo – negó esta vez Rafael – nosotros decidimos y Splinter lo acaba de saber-
- ¿Que hicieron? – Leonardo hablo con una voz muy cansada y sus ojos reflejaban preocupación.
- Tranquilo – señalo Mike para no alterarlo – es algo que tarde o temprano se debía hacer –
- Pero…-
- Te parece si te contamos todo mientras te curo esas heridas – dijo Donatelo mostrándole el botiquín, Leo asintió.
Así mientras Donatelo vendaba a Leonardo, los tres menores contaban lo sucedido unos momentos antes en la sala de entrenamiento con Splinter.
Luego de ser atendido de sus heridas y de haberle dicho todo lo ocurrido, los chicos notaron que Leonardo estaba en un absoluto silencio.
- Leo ¿estás bien? –
Leo se sentó en la cama, se apoyó en su respaldo y miro el techo.
- Estoy cansado de todo esto - suspiro
- Se acabó la guerra para nosotros -
- ¿Y Splinter dijo algo? – Leo los miro - ¿dijo que tenían razón? –
- En realidad no… - señalo Mike – pero su rostro demostraba que había cometido un error –
- En realidad – indico Donatelo – se veía muy confundido -
- Si no entiende que su venganza terminó y que ahora lo que tiene es una obsesión venenosa – señalo Leo – Splinter seguirá…-
- Que siga si quiere – Rafael cruzo los brazos - nosotros no…-
- Rafa …- suspiro Leo- si nosotros no vamos, puede que él vaya impulsado por su obsesión…y uds…- miro a los chicos- ¿no irían en su auxilio si él está en peligro? – se hizo un silencio incomodo – eso supuse – suspiro - hasta que él no acepte la realidad – señalo Leo sombrío – esto seguirá – cerro los ojos angustiado – seguirá esta tortura…- comenzó a respirar más agitado – y a mi….-
-¿Leo?
- … y a mí me volverá a decir lo que mal que hago todo – Leo comenzó a sentirse asfixiado – lo inútil que soy – lagrimas comenzaron a salir de sus ojos – yo ya no puedo… ya no puedo soportar más es….- se tapó la cara con las manos
Donatelo se sentó delante de Leo y le tomo los hombros para calmar el ataque de angustia.
- Leo respira…-
- No Donnie… no puedo respirar…- lloraba con más fuerza – siento… siento que…me voy a morir – señalaba agitado abrazándose a sí mismo
- ¿Qué le pasa? - decía preocupado Mike, pero guardo silencio ante una señal de Donatelo
- Respira Leonardo –
- No… no…- casi no podía respirar – esta guerra…. soy incapaz… él me lo dice… - el de azul se toma la cabeza – él me lo recuerda… no podre…-
-¡Leonardo, nos tienes a nosotros! – elevo un poco el tono de voz Donatelo
El mayor lo miro agitado mientras sus lágrimas seguían cayendo por sus mejillas
-Te hemos dejado mucho tiempo soportado toda esa basura de Splinter – Don lo miro con ojos cristalinos – gracias a ti hemos superado muchas batallas, no vuelvas a decir que eres incapaz – abrazo a Leonardo con fuerza – eres el mejor hermano mayor que pudimos tener –
- Donnie…yo….- Leonardo comenzó a llorar en el hombro de su hermano, pero más calmado, necesitaba ese abrazo, necesitaba esas palabras, necesitaba contención…
- Llora Leo… te hará bien – Donataelo pudo sentir como su hermano lloraba con más fuerza, escondido en su hombro
De inmediato Miguelangel y Rafael se unieron al abrazo
- Pase lo que pase, Leo…ya no dejaremos que te trate mal–.
A la mañana siguiente Leonardo abrió los ojos pesadamente, no se dio cuenta cuando se durmió en los brazos de sus hermanos, pero ellos lo habían recostado en su cama. Noto que Mike estaba durmiendo acurrucado al lado de él y que Rafa y Donnie estaban en los pies de su cama roncando. El de azul sonrió, se habían quedado allí para cuidarlo.
Se levantó con cuidado para no despertarlos, salió de la habitación y caminó a la cocina para prepararles el desayuno. Cuando entro a la cocina, se encontró a Spliter tomando una infusión de hierbas.
- Buenos días, Leonardo – Splinter lo miro serio, mientras se levantaba para irse de la cocina
- Bue… buenos días…- señalo un poco nervioso Leo – le preparare el desayuno a mis hermanos – camino al interior de la cocina y se cruzó con Splinter.
- Supongo que tus hermanos te contaron todo lo que paso ayer- Splinter le dijo dándole la espalda.
- Así es - respondió Leo– yo los apoyare – lo miro decidido
Splinter se dio vuelta sorprendido… iba a decir algo…pero el de azul siguió…
- Quiero que entienda que no es para dañarlo – Leo se acercó preocupado- por el contrario, es por su bien, que se deshaga de esa obsesión que lo está envenenando –Splinter lo vio un poco enternecido, sea como sea Leonardo siempre se preocuparía por el bien de los demás. Sin embargo, había una parte de él que le seguía diciendo que debía seguir con esta guerra.
- No es tan fácil…- Splinter señalo sombrío.
- Pero, lo podremos ayudar…- Leonardo nuevamente estaba viendo a su padre, no al verdugo.
- Tus hermanos fueron claros ayer – indico el roedor – esto ya no te incumbe-
- Ellos solo quieren protegerme –
- ¿Protegerte de mí? – señalo un poco triste Splinter
- Maestro, ud sabe qué hace un tiempo no es el mismo y ha sido muy rudo con nosotros –
- En especial contigo – suspiro Splinter- lo admito –
Leonardo observo a Splinter y se dio cuenta que en ese momento estaba en una guerra interna. La obsesión de la venganza por la muerte de su esposa e hija lo estaba consumiendo…y la discusión con sus hijos el día anterior le había abierto los ojos, pero no es tan fácil dejar ir.
- Padre…- Leonardo le toco el hombro, este se sobresaltó y se apartó.
- No es tan fácil, Leonardo -
- El odio jamás han sido un buen camino, eso me lo enseño ud – Leo podía ver como Splinter estaba confundido, el rencor lo estaba consumiendo – Maestro…entiend…-
- ¡Silencio Leonardo! – Splinter elevó el tono de voz consumido por sus demonios internos.
- ¡Hey! no le grite- señalo Rafael entrando junto con Miguelangel y Donatello – ya le dijimos ayer – se pusieron al lado de su hermano mayor
- No chicos, no entien… – Leo intento explicar pero…
- Me quedo claro lo que me dijeron ayer – índico Splinter más serio
Su maestro se puso al frente de ellos y se inclinó un poco, los chicos quedaron sin habla ante esto.
- Les pido disculpas, este último tiempo lo han pasado mal por mi causa – se enderezo y los miro - ya no pasara más, esta guerra se acabó para uds -
- ¿Y para ud? – señalo Leonardo preocupado, pero su pregunta no fue contestada
- Sigan entrenando– señalo Splinter – estaré en meditación todo el día, les ordeno que no me interrumpan –
- Pero maestro… - Leo dio un paso
- ¡Ya ordene, Leonardo! – Splinter grito irritado – ¿O sigues sin entender una simple orden, supuesto líder? –
Leonardo dio un paso atrás y los chicos pudieron ver nuevamente el miedo y la angustia en sus ojos al volver a ver su verdugo, su padre había desparecido nuevamente. Los menores dieron un paso adelante protegiendo a su hermano mayor.
- Oiga ¿qué demonios le pasa? – Rafael increpo a Splinter- Leo se preocupa por ud y ud le responde tan mal-
- Que acaso no entendió lo que le dijimos ayer – frunció el ceño Mike.
- Créanme - Splinter se giró dándole a espalda – que me quedo muy claro lo que me dijeron ayer – sin decir más, salió de la cocina y se encerró en su habitación.
Los hermanos suspiraron y se vieron entre sí.
- ¿Por lo menos nos dejara tranquilos? – dijo Rafa
- Creo que le removimos algo – Mike se rascaba la cabeza un poco confundido
- No…- Leo preocupado miraba hacia la dirección de la habitación de Splinter - él sigue mal… está atrapado con sus demonios internos…-
- Así es – afirmo Donnie – entendió que no debe arriesgarnos más, porque no tiene sentido… -
- …pero él no puede dejar ir aquel odio por el asesinato de sus seres queridos – termino la frase Leonardo.
- ¿Que podemos hacer?-
- Nada Mike, esto es un proceso personal – señalo Donnie – proceso que se nota quiere estar solo –
- Y eso ¿justifica el grito a Leo? – se cruzó de brazos Rafael
- Esta irritable - Leo le toco el hombro a Rafa – no fue el mejor momento de hablarle – señalo temeroso.
- Y tú, bro ¿Estas bien? – pregunto Donnie al ver la mirada de temor de su hermano mayor.
- Mejor – asintió el de azul – gracias a uds, pero no es necesario que me protejan tanto – suspiro – yo soy el mayor, soy yo el que debe….-
- No empieces – lo detuvo Rafa – somos hermanos y debemos protegernos por igual –
- Ok ok – sonrió Leo, levantado las manos – no tocare más ese tema por el momento –
Los menores sonrieron al volver a ver la sonrisa natural que había perdido hace unas semanas Leonardo.
- Espero que de a poco el maestro se vaya convirtiendo en el padre que conocíamos – suspiro Donnie.
- ¿Creen que lo podrá lograr? – indico preocupado Rafael
- No lo sé, Ra… - decía Donnie
- Yo confió en que si – interrumpió Leo– yo sé que algo lo hará recapacitar –
- Y ahí está de nuevo confiando en el lado bueno de la gente – rio Rafa
- No sería nuestro Leo si no fuera así – sonrió Donnie
- Chicos… – los miro avergonzado Leo – basta -
- Si basta, no molesten a mi bro– Mike abrazo de improviso a Leo – Mejor hagamos el desayuno-
- Lo único que quieres es comer – señalo Leo aplastado por su hermano menor
- Oye, yo estaba defendiéndote – hizo un puchero Mike cruzando los brazos
- Lo se hermanito – sonrio tranquilo Leo – solo era una broma peque – le acaricio la cabeza al menor – te parece si hacemos el desayuno –
-!SIIII¡– grito Mike asustando a sus hermanos.
- ¡Mike! - empezó a seguir a Mike, molesto por el susto – ven acá pedazo de….- siguió al menor
Leonardo y Donatelo se miraron y suspiraron divertidos, comenzando a hacer el desayuno, mientras sus otros hermanos corrían por la sala de estar.
El día trascurrió como un día normal, a excepción que Splinter estuvo encerrado todo el día. Por su parte los hermanos entrenaron, comieron y jugaron un poco de videojuegos. Decidieron no hacer las rondas, para empezar de a poco a acostumbrarse a su nueva realidad. Ya entrada la noche se fueron a dormir tranquilos a sus habitaciones.
Eran las 2 am cuando Splinter salía de la guarida, miro hacia atrás y suspiro.
- Los dejare ser libres mis hijos – susurraba – pero no puedo dejar que ellos sigan en pie después de lo que me hicieron – su mirada cambio a completo rencor – no puedo dejar esta venganza, aunque signifique mi final – apretó más el artefacto que llevaba en la mano.
Y sin decir nada más Splinter salió de la guarida, dejando atrás a sus hijos y una nota en su habitación…
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¿Splinter que hará?, ¿Cómo reaccionaran los chicos?, próximo capítulo sabremos esto y mucho más…
Muchas gracias por leer mi fics, espero sus comentarios
Cloeh
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