Gabriel aprieta los ojos otra vez dejándose caer sobre la tumba de nuevo.
Belcebú le vuela alrededor zumbándole en los oídos algo que suena sospechosamente a "love."
Las espanta un poco con la mano, sonriendo.
No le dejan tan fácil. Ojos en blanco.
Cierra los ojos y vuelve a emanar una oleada de esas de afecto y a recibir una intensa de vuelta de las moscas.
—¿Ese es tu plan? ¿Hacer esto como moscas ahora? —va por su camisa.
Le rodea como una nube, zumbando.
Gabriel aprieta los ojos para que no se le metan dentro mientras se pone la camisa, habiendo guardado las alas ya. Ella le revolotea muy cerca
—¿Qué haces? Tengo que vestirme.
Por lo visto NO dejarte en paz. Él Mueve un poco más los brazos de un lado a otro."Gabrieeeel" zumba en su oído
—¿Queeeeé?
Más zumbido, solo te está fastidiando un poco por lo visto. Da una vuelta sobre si mismo y pierde el equilibrio como para caerse del ú, en su forma humana, lo atrapa antes de que eso ocurra.
—Lo sabía
—¿Q-Qué sabias?
—Que me sujetarías —sonrisa. Belcebú se sonroja.
—D-Debí dejar que te rompieras la cabeza.
Y él la abraza de cuello para besarla otra vez. Es que cierra los ojos y el maldito... afecto, pone labios de beso desde ya y sonríe además. Por si acaso todo esto no fuera ya lo bastante vergonzoso.
Así que cuando iba a hacerlo y lo nota se detiene un momento para mirarla.
Ahí está con la boquita parada y en una sonrisita, ojos cerrados.
Sonríe, esperando.
Ella espera también. Hasta que entreabre los ojos porque el beso no llega.
Se ríe un poco y entonces es que se lo da.
Ugh! ¡Las risas molestitas! Es que Belcebú se lo come en el beso.
Ya, ya... ya hemos visto que no quería irse.
De verdad lo ha intentado.
Que va a intentar.
¡Siiiií!
Admite que no.
Al menos intentó parecer muy preocupada e interesada en irse.
Mmmm... fue un intento. Vale. Uno muy vago. Muy muy vago.
¡No! ¡Fue difícil separarse!
Entonces fallo miserablemente.
Ash ¿Eso piensa él?
Nah, eso sabemos todos.
Ugh. Igualmente ella es muy feliz ahí, ojitos cerrados y un largo beso. Por una vez, no gime ni se le repega TANTO.
Aaaaaix... ¿va a ser él el que va a tener que buscar contacto con las manos bajo la ropa?
Sí. Vale es que si hace eso, ahí van los gemiditos.
Se separa un poco del beso.
—S-Solo b-besos —susurra ella.
—¿Eh?
Belcebú se echa al frente para besarle otra vez y él se lo devuelve porque lo desconcentra. Ella le besa otra vez, cerrando los ojos con cierta fuerza y con el corazón acelerado.
Pues es que sigue con las manos bajo su ropa.
No ayudas, Gabriel... tú tampoco.
No, claro que no.
Vamos, no ayudas en nada. Ella le acaricia la espalda y le mete las manos al pantalón para toquetearle el culo. Él vuelve a separarse un poco.
—Gabrieeeeel...
—¿Qué? ¿Qué?
—S-Solo b-bésame.
—E-Es que... —se sonroja un poco y saca las manos—. Sí deberías irte.
—L-Los besos s-sí se p-pueden.
—Ya, pero no son besos lo que... queremos.
Anda, ¡ahora ya es queremos!
Lo habéis notado...
—N-No, no lo es. Pero es lo que podemos.
—A lo mejor... puedo arrepentirme luego y... —¡Woh woh woh contigo! Esto NO funciona así, ¡No seas cínico!
Belcebú se acerca y le da un beso conforme con esa idea.
Aziraphale dice que si funciona así
—¡No, no, no, no, no! —se separa apanicado.
—Whaaaaat?
—No, no, no, no.
—What? Los besos sí se pueden.
—Tú eres la que me está induciendo estos pensamientos.
—¿Cuáles pensamientos?
—Pues la idea de hacer lo que quiera y arrepentirme luego.
—Yo no he dicho eso —le acaricia la cara—. Pero sí se puede hacer...
—No, lo he dicho yo porque tú me estás...
—Besando. Yo te estoy besando.
—Seduciendo.
—Besando.
—Y algo más que eso.
—¿Disfrutando?
—Si quieres decirlo así...
—Ni siquiera estoy intentando hacerte daño.
—No físicamente, pero...
—No, de ninguna forma— niega con la cabeza—. Tú también me gustas.
—Eso ya lo sé.
—Es que no puedo creer que no te parezca que estoy siendo buena contigo.
—No he dicho eso pero... sé que lo haces con malas intenciones.
Le mira un poco desconsolada con eso y procede a hacer ojos en blanco. Él le acaricia la cara con esa mirada. Es que otra vez debes sentir e AFECTO.
—Lo que tú digas, Gabriel.
—Veeeenga, no te enfades ahora.
—Es que... no voy a decirte que no lo es.
—¿Lo que quieres es que te diga que eres buena y dulce?
—¡No! No soy buena ni dulce. De hecho SÍ es con PESIMAS intenciones.
Gabriel se ríe.
—Así que vete con cuidado que en cualquier momento puedo abusar de ti.
—Nah.
—Dado que tengo tan malas intenciones...
—Aja?
—Debería tenerlas de verdad en vez de perder el tiempo.
—Perder el tiempo...
—Bueno de... de no hacerlo
—¿Qué?
—De no abusar de ti.
—¿Si no abusas de mi esto es una pérdida de tiempo?
—¿Eso crees? Porque no estaría aquí si pensara eso, you idiot.
—¡Tú eres quien lo está diciendo!
—¡Porque tú estás diciendo que yo tengo malas intenciones!
—Porque cuando te digo que eres dulce te enfadas.
—Quizás deberías solo no hablar sobre si soy buena o mala contigo, no necesito una descripción.
—Vale, vale.
—Puedes... besarme.
—Mira por dónde.
—Hazlo.
Él sonríe y se acerca a ello. Ella sonríe también taaaaaan feliz abrazándole del cuello.
—¿Por qué el ángel... Aziraphale... puede hacer eso que tú no? —pregunta un instante antes de que le bese haciéndole detenerse. Ella le acaricia la cara y los labios.
—Espera, ¿qué quieres decir?
—El ángel de Crowley... ¿qué lo hace especial?
—Pues es el rebelde.
—¿Pero por qué puede él sin que le pase nada?
—Supongo que no le importa lo que le pase.
—¿Y qué va a pasarle?
—Pues tal vez caiga.
—Si fuera a caer ya habrían caído —le da un besito en los labios.
—O no... —levanta una ceja.
—¿Crees que tengan un tiempo de gracia o qué?
—Pues... no lo sé.
—Gabriel... —Se acerca y le besa en los labios, otra vez con una oleada de afecto. Él le abraza con los ojos cerrados—. Lo que sea que crees que yo te estoy haciendo a ti... —susurra al separarse un poquito. La mira—. Tú lo estás haciendo mucho más.
—¿Yo estoy haciendo qué?
—No sé. Pero...
—¿Está funcionando?
—¿E-Eso intentas? ¿Cómo debería de funcionar? —le mira a los ojos.
—En realidad no estoy intentando nada.
—Pero preguntas si está funcionando.
—Sí.
—¿Funcionando qué?
—No lo sé, algo.
—Pues por lo visto sí.
—Eso está bien —sonríe.
—Shut up! ¡No te sientas tanto! ¡Tampoco funciona tanto!
—Sí que lo hace.
—¡No! No más de lo que funciona lo tuyo.
—Claro que sí, estás hasta siendo buena conmigo.
—¡No tanto!
Sonrisita molesta.
—Has dicho TÚ MISMO que tenía malas intenciones.
—Y tú lo has desmentido.
—No! Ugh! Eres imposible. Cállate.
Gabriel se ríe y ella sonríe igual porque... el cabrón le cae bien.
—Ven acá.
Él se acerca y ella le toma de los hombros porque además... aún está semidesnudo. Lleva la camisa abierta. Le toma del cuello de la camisa entonces... bueno de... cada lado de la camisa, acercándole a ella para besarle porque por lo visto no puede ahora estar sin besarle más de cinco minutos.
Se lo devuelve otra vez. Son tan... Ugh. Te quejabas de Aziraphale y Crowley pero estos dos no se quedan muy lejos.
Le abraza OTRA VEZ con las piernas y... y no te ha hecho lo de excitarte aún... casi.
¡Sí que lo ha hecho!
¡Una vez!
Vuelve a sujetarla.
Es posible que accidentalmente esta vez... Gabriel pierda los pantalones.
Esos accidentes...
Ya... ya. Sí. Casi que el siguiente accidente será que las partes íntimas de Gabriel estén dentro de Belcebú.
Eso vemos...
Pero no, por ahora solo está desnudo. Se le van a clavar por accidente de verdad.
Ella... me parece que no está tan desnuda como él en lo absoluto.
No, ella está completamente vestida. Pero si Gabriel ayuda... Vamos si milagrosamente ella tampoco trae ropa... Ejem. Aunque no lo digan.
Gabriel no va a hacer esto.
Ya sabemos lo que el muy mojigato va a decir. Exactamente. Pues hala, ella hace todo. ACCIDENTALMENTE.
Cuantos accidentes.
Sí. La vida es peligrosa. Uno no sabe nunca lo que puede pasar.
Mucho y más alrededor del príncipe del infierno.
Exacto. Ya si A en B... eso va a ser culpa de Gabriel.
Que nooooo.
Entonces nada de A en B, pero...
O sea es que no puedes estar sobre él abrazándole con las piernas abiertas, lo dos desnudos y que A no esté al menos... un poco cerca de B.
Ah... cerca si está, sin duda. MUY cerca. Peligrosamente cerca. MUY muy cerca.
Probablemente tocándolo.
SEGURO... De hecho no quiero ser brutalmente... ehm... específica, pero seguramente... humedeciéndolo.
Resbalándose hacia dentro. Otro accidente más a la lista...
Quizás.
Muérete.
Es el príncipe del infierno. Vamos, es que alguna artimaña mañosa debe hacer. Esto es tú culpa, Gabriel.
¿Su culpa?
¡Lleva horas jugando con ella metiéndole las manos bajo la ropa!
So... Holy A in Bloody B.
Cursed B. Espero que no esté además bloody
A Belcebú no le gusta tener la regla, chica lista.
Ni la tiene. Punto. Que de ser por el infierno la tendría todos los días.
Ningún huevo, entonces.
Eso... Es otro asunto que a Belcebú aún no se le ocurre.
Más vale que acabe lo que tiene que acabar pronto porque el otro es bastante rápido y cuando se entere, fin de la fiesta.
¿Va a moverse?
Sí... un poco, mientras funcione en automático.
Belcebú... está un poco tomada por sorpresa porque de veras que es un feliz accidente. Hace lo posible para moverse ella.
Eso ayuda a que se mueva más... Si hay algo que a los ángeles se les de maaaaaal.
¿Resistirse? La verdad Belcebú ve la meta cerca después de una maratónica carrera.
No... Eso solo es a Aziraphale. Lo que se les da mal es el sexo.
Seis mil años y ahora se le da mal ¡No se les da mal el sexo! (¡Es Aziraphale aún el que chilla!)
He visto cosas que se les dan mejor.
¿Es Crowley el que opina eso?
Somos todos. Gabriel, no, claro... pero se equivoca.
Ohhhhhh! no le gusta hacer eso con éeeeel.
No ha dicho que no le guste.
Belcebú está de acuerdo con todos, sinceramente. Con lo BIEN que podría hacerlo Gabriel de decidirse a ello y dejar de moverse erráticamente.
Pero es que además ellos (Aziraohale y Crowley) no lo hacen (ojos en blanco).
¿Qué no hacen?
Sexo.
Hacen el amor.
Ooooooooojos en blaaaaaaaanco.
Vale, bien bajando ese balón.
Belcebú pide treinta segundos de foco, please. Un poco en modo salvaje, moviéndose como DESESPERADA contra Gabriel.
Y es que... siiiiigue el afecto y Gabriel que es COMPLETAMENTE egoísta pues no está intentando que ella... nada más que él.
Ah, maldito, sí, eso lo imaginamos
Y no está pensando porque como piense... parará.
¡No! La verdad es que Belcebú intenta... terminar ella a como dé lugar, con secretamente un poco la fantasía de que... una vez que lo hagan bien a ella se le pasará esto porque no va a admitirlo pero si está un poco preocupada de lo muy colgada que está de Gabriel. Así que quizás si deja de estar frustrada esto deje de ser tan importante. Por ahora, esto... es casi una experiencia religiosa a pesar de las torpezas de Gabriel.
Bien encontrado el símil.
Porque, además, Gabriel... está tan cerca y... ella no sabe sentir estas cosas como él pero es imposible pensar que esto no le está gustando mucho y con las cosas que ha dicho además parecería que... le tiene afecto sincero
Créenos que lo único ÚNICO que hace que esto esté pasando es justamente que le está gustando mucho.
La única cosa es que... Sin saberlo, si está... bañándole de afecto.
Eso también ayuda. Desde luego.
Mira que tiene un montón de súbditos que suelen bañarle de "amor incondicional" pero esto de Belcebú es... diferente. Ella dice que no es amor, es puto afecto.
Los súbditos le tiene terror incondicional, que se parece, pero no es del todo lo mismo(Eso opina Crowley, señor de las plantas)
No lo es, Gabriel. Ni Crowley. Y por más que quiere prolongar esto ETERNAMENTE, no confía en Gabriel.
De hecho ahí esta Gabriel acabando ya y deteniéndose.
Así que termina metiendo la mano entre ambos para ayudarse un poco a sí misma y terminar esto lo antes posible. Vete a la mierda, NO.
Sí.
Ugh. Se mueve más. Vengaaaaa... cinco segundos.
Gabriel parpadea un poco volviendo en sí.
Es que va a tener que... ¡todo ella!
Sí.
Va a hacerlo ahí mismo aún con él y su... miel en su sitio. Termina mucho más insatisfactoriamente de lo que habría podido de haberse movido el diez segundos más.
Lo siento, es frustrante.
Eso... le juega un poco a favor. La traerá loca para siempre.
Podría... tiene potencial para convertirse en el de tus fantasías, de verdad.
Ojalá.
Pero... no. No lo es. No aun, al menos.
Mierda. Igualmente le aprieta un poco contra sí, aun temblando y... viendo venir el drama.
En realidad... él está un poco paralizado, mirándola.
Pero la verdad... es que por ahora solo nota que podría decirle fácilmente que le quiere en estos momentos. No lo hace. Menos mal. Aún tiembla contra él.
Él la abraza contra sí y saca las alas para hacerla un capullito. Eso... lo agradece más de lo que crees.
—¿Estás bien? Estás temblando.
Noledigasquelequieresnoledigasquelequieresnoledigasquelequieres. Asiente suavecito, hundiéndole la nariz en el cuello.
—Thank you —susurra... y la verdad más tarde va a hacerse todo el día los ojos en blanco por esto y a sonrojarse y darse de golpes en la cabeza.
Él sonríe un poco y la aprieta más contra sí.
Aun así eres un desastre, Gabriel. Ni te creas tanto. Belcebú le hace cariñitos con la nariz en el cuello.
Y tras unos segundos... aprieta los ojos porque acaba de acostarse con ella otra vez.
—Fuck.
—Shh...
—Nada de shh... acabo de... otra vez.
—Y fue fantástico.
—Ugh... no ayudas, demonio.
—Ah ¿no?
—No. Ya sé que fue fantástico, pero estuvo mal.
—¿Te ha parecido fantástico? —Ella sonríe un poco porque ni de puta broma fue fantástico.
—No, me ha parecido un horror. Una abominación que nunca debió suceder. Pero entiendo que a ti te lo haya parecido.
—No te ha parecido un horror.
—Nunca debió pasar.
—Pero pasó.
Él la mira, ceño fruncido y ella traga saliva porque aunque parezca que no, es bastante sensible.
—No te enfades tú ahora —le acaricia un poquito el costado.
—Pues es que otra vez has hecho...
—Me gustas.
Gabriel se sonroja de golpe, saliendo de sus pensamientos.
—No sé por qué. Pero lo haces.
—P-Pues...
—Eres brillante, iluminas todo lo que tocas —sonríe de lado. Él sonríe un poquito—. Hasta lo más oscuro que hay.
—¿Tú eres lo más oscuro que hay?
—Casi. Only... Satan —se le esconde en el cuello.
—Entonces la oscuridad no da tanto miedo.
—Eso es... porque tú no la conoces.
—No sé cómo podría yo conocerla más a fondo.
—Tú no puedes, Gabriel. Iluminas todo lo que tocas, ya te lo he dicho.
—Mmmm... Estaba hablando de ti.
—Si estás aquí... me iluminas. Como a todo —Belcebú diciendo las cosas más cursis de su vida.
—Y eso te hace menos oscura, claro, pero me oscurece a mí un poco.
—Sí... —estira la mano hacia él y le acaricia la mejilla.
—Ahí está el problema —suspira. Ella suspira también.
—No creas que para mí es bueno ser menos oscura.
—¿No? Venga, siempre es bueno...
—Tengo un infierno que controlar, lleno de demonios que no son, en lo absoluto, brillantes —niega con la cabeza.
—A lo mejor tú los iluminas un poco más a partir de ahora.
Belcebú se ríe haciendo los ojos en blanco.
—Más bien creo que tendré que... ser más cruel o creerán que pueden matarme.
—¿Por?
—Porque el infierno... no es el cielo, cariño.
—Siempre te sales con la tuya cuando intentan matarte, ahora no te hagas.
—Pero si estoy tonta como me pones...
—Vas a estar tonta —sonrisita. Belcebú sonríe un poco igual.
—Solo un poquito pensando en esos... labios.
—Un poquito —repite y se le acerca.
—Muy poquito... —le mira los labios.
—Muy muy muy poquito —vuelve a acercarse.
—M-Mucho... —susurra.
—Muchísimo —sonríe.
Se estira y le besa, él se ríe en el beso.
—Shut up —protesta ella en el beso, riendo también y él la besa de vuelta. Belcebú sonríe más con eso volviendo a disfrutar esto bastante...—Mmmmm... ¿Ves?
—Veo como poco.
—¿Poco? —le acaricia la nariz con la suya.
—Sí, como es muy muy poquito
—Eso es lo que yo te digo... casi nada.
Belcebú se separa un poquitín, mirándole a los ojos de nuevo.
—¿Vas a estar bien?
—A mí nadie quiere matarme.
—Hmmmm
—Pero necesito ir a la iglesia.
—¿A qué? —le pasa las manos por el pelo para despeinarle un poquito.
—A bloody confesarme, Belcebú.
—No hiciste nada malo, Gabriel. ¿Te parece que darle luz a un demonio es malo?
—Oscurecerme a mí mismo es malo, no importa cuánto trates de convencerme.
—A veces hay que hacer sacrificios... tú mismo deberías saberlo.
—No puedo sacrificar mi santidad por...
—Mí —completa la frase.
—No, no... No por ti como tú, pero solo por un poco de... luz.
Belcebú suspira con eso.
—Es un sacrificio demasiado grande.
—Yes, yes... ¿Nos vemos el martes entonces?
Asiente.
—¿Bajas al infierno?
—Vale, vale...
—Podría pedirte que seas discreto o... —Sonríe de lado.
—¿Que sea discreto?
—Que no bajes como la última vez. Así en medio de todo mundo. Como para que TODO el mundo parara de hacer lo que hacía y te viera.
Le mira con intensidad y ella sonríe de lado porque esa mirada... de regaño.
—Así que el plan es que venga... a escondidas por la ventana de tu cuarto.
—Si tuviera un cuarto con ventana... si, sería un poco esa idea.
—Ya... ¿Cuáles son las normas entonces? Nada de besos en público... nos mantenemos siempre a un mínimo de un metro... No se puede tocar...
—¿Querrías besarme en público? —se humedece los labios.
—Mmmm... No lo he pensado como posibilidad, supongo que ahora ya mejor no lo hago.
—Ni siquiera te atreves.
—¿Y tú sí?
—Of course! Más que tú, seguro.
—¿A caso me estas retando?
—No. Estoy asegurando que no te atreves, punto.
—En fin... ¿Algo más? —Sonríe de lado, vencedora.
—No —chasquea los dedos y vuelve vestirse.
—Well... —le mira de arriba a abajo, sonrojándose un poco y haciendo lo mismo.
Él se arregla la corbata un poco como si acabaran de terminar una reunión normal de negocios. Ella se ajusta un poco la ropa, mirándole de reojo.
—Yes?
—Esto...
—¿Aja?
Se le acerca un poquito, se pone de puntas y le da un beso en la mejilla, sonrojándose y vale, vale... vale... bastante torpe. Él la mira.
—Creo que quien debe pedirte que seas discreta soy yo a ti.
—Wh-What?
—La discreción... creo que tengo que pedírtela yo a ti.
—Coward.
—No es cobardía.
—¿Es vergüenza?
—No. Es decoro.
—Decoro —repite ella haciendo los ojos en blanco—. Ya, ¿cuáles son las normas entonces? Nada de besos en público... nos mantenemos siempre a un mínimo de un metro... no se puede tocar.
—Eso he propuesto yo.
—Era una burla... yo te aseguré que el que no quería nada de eso eras tú.
—Pues di tú —ojos en blanco.
—Nada de ninguna muestra de... nada en público. Dijeras tú... business as usual.
Asiente.
—Well... goodbye, then.
Gabriel le tiende la mano para estrechársela y ella se la mira, arruga la nariz.
—Goodnight.
Sonríe con una sonrisa de esas postizas y se la pasa por el pelo.
—Oh, come the fuck on —protesta un poco—. Parece que tengo que hacer todo aquí, bloody hell!
La mira, sonríe y ahí va el rayo con el que siempre aparece... y desaparece.
—Ugh! —protesta FRUSTRADA porque iba a besarle de despedida.
Lo sabe, lo sabe.
Ahora se va a quedar con las putas ganas. Lo ha hecho a propósito.
Exacto. Un poquito.
¡Ugh! la verdad, la verdad... Es que va a ir a hacerse bolita a su escritorio con sonrisa tonta y ojitos de corazón porque esto está yendo muy bien... Y...
Mientras él se va a la iglesia desesperado otra vez.
Pobre hombre. De hecho, no. Esperen. Va a hacerse bolita ahí en la almohadilla que ha puesto Gabriel en la tumba y... a sonreír como tonta con ojitos de corazón y a pensar qué coño hace Crowley para evitar que...
Espera... espera. Un momento. ¡No tiene que pensar una mierda! Solo tiene que ir a buscarle y preguntar directamente.
No, no, no, no, nooooo
Oh, sí.
Nonononono.
