18
Edward
Estos últimos días he estado haciéndoles saber sutilmente a Eric y a Heidi que ahora yo soy el jefe y que, en verdad, tienen que obedecerme. Son unos cabezotas. Aunque disfruto más el concepto de liderazgo que el de trasero mandón.
Ellos no han comentado nada al respecto (al menos en mi presencia) y estoy aliviado de que hayan cambiado su chip luego de la borrachera de la noche del miércoles. Eric parecía reseteado el jueves de cualquier forma. Luciendo verdoso y oliendo horrible.
Heidi incluso limpió el pizarrón y trazó un tablero Kanban ahí. Sabe que yo planeo mi trabajo con antelación y es una buena señal de que ellos estén dispuestos -y sean lo suficientes buenos amigos- como para adaptarse a eso.
—Listo, Jefe, dispara—dijo, lanzándome los post-its.
—Es "Sr. Cullen"—Eric comentó gimiendo, su rostro pegado a su escritorio.
Pero Victoria estará ahí el lunes y eso me pone ansioso. Puedo lidiar con Heidi y Eric, he estado trabajando con ellos por años ahora, pero no conozco a esta chica nueva. De cualquier forma, tengo que ponerme firme.
Me paso una mano por el cabello, enredando un mechón en mi dedo. Necesito un corte.
—Estás pensando demasiado otra vez—Lauren murmura, dirigiéndose al baño.
—Sólo estoy nervioso.
—No lo estés. Gobierna con puño de acero—ella incluso hace el puño y lo golpea en su palma.
—No lo entiendes—comento, alcanzando mi ropa interior.
—Si lo hago. ¿Olvidas que estoy a cargo de las nuevas en el spa? Sólo tienes que…—ella definitivamente está hurgando en mis cajones—. Sólo tienes que conocer a tu equipo, sus necesidades y luego motívalos a partir de eso.
Me apoyo en la puerta del baño y le entrecierro los ojos.
—¿Dónde aprendiste eso?
—En un libro. El otro día dejé un labial aquí, ¿dónde está?
—Ah, en el gabinete. ¿Cómo se llama el libro?
—Se llama "Deja de darle vuelta a las cosas" por Lauren Mallory—ella encuentra su labial (que no estaba en el gabinete) y luego toma un condón—. ¿Puedo tener esto?
Le ruedo los ojos.
—Leeré un libro de todas formas. Y no—le quito el preservativo de las manos, lanzándolo de vuelta al cajón—. Tu novio puede conseguir los suyos.
—Como sea—rezonga.
La hago a un lado y entro a la regadera.
Arrojo mis boxers al piso y me coloco debajo del chorro de agua. Ella sigue hurgando en mis cajones.
—¿Por qué ya no tienes protector solar?
—Porque lo terminé y no vivo en la playa.
—¡Ugh! Sabes mejor que eso. ¿Lo ves? Si usaras bloqueador solar, la mayoría de tus problemas se arreglarían.
La ignoro.
Cuando termino mi ducha ella no está por ningún lado, pero su bolso sigue ahí.
—¿Lauren? —la llamo luego de un rato, mientras me pongo los calcetines.
Ella aparece un momento después y está comiendo una paleta de hielo. Lauren nunca ha tenido problema alguno en hacerse sentir como en casa.
—Conocí a tu vecina—anuncia.
La miro rápidamente. Me siento extrañamente asustado. Se siente raro haberme besado con Bella y tener a Lauren aquí, pero Bella… ella terminó conmigo, ¿cierto? Me evitó por días y me mandó a la friendzone luego de eso… ¿cierto?
—¿Qué?
—La vi desde el balcón—explica, con hielo en su lengua—. Estaba haciendo yoga, pero creo que ya terminó.
Me sacudo la imagen mental de Bella haciendo yoga y continúo con mi tarea de calcetines. Lauren se sienta a mi lado y deja el palito de paleta en mi buró.
Besa mi mejilla con labios fríos.
—Será mejor que me vaya, debería estar en el spa justo ahora.
Asiento, frunciéndole el ceño.
—¿Tu madre sabe que vienes aquí cuando te desapareces?
—No y será mejor que así se quedé. Usualmente Fred la entretiene lo suficiente para que no lo note.
—Genial.
Fred, su molesto hermano menor. Ese niño debería estar en un internado, tal vez en una escuela militar.
—Mamá cree que no terminará la preparatoria—Lauren dice—. Tiene una novia ahora y ella no se decide sobre darle la charla o condones.
Resoplo una risa.
—Creo que los condones funcionarán mejor.
—Es lo que yo le dije—concuerda y rodea la cama para alcanzar su bolso—. De acuerdo, me voy. No queremos enamorarnos de nuevo, ¿verdad?
No le respondo, en su lugar me río y ella sonríe desde arriba, con ojos suaves. Se inclina y vuelve a besarme, metiendo sus dedos en mi cabello.
—Me avisarás cuando llegues, ¿verdad? —pregunto.
Ella frunce el ceño ligeramente y vuelve a darme una sonrisa.
—Claro—deja otro beso en mi boca y finalmente sale de la habitación.
Ugh, ¿Por qué dije eso? Algunas veces la línea entre estar saliendo y no estar saliendo se vuelve confusa.
Bella
Me pregunto si Emmett está al tanto de las cosas que puedo llegar a hacer por él.
Y esto no tiene nada qué ver con granos o con pagarle la fianza para que Eleazar y Carmen no se enteren.
Esto es sobre conducir por el puto bosque para ir a encender una vela a una cabaña remota que, muy posiblemente, no encontraré.
Estoy siendo cautelosa y muy observadora con mis alrededores. Deseo haber echado una hilaza roja a mi bolsa para atarla a los árboles y trazar mi camino. El GPS no ha dado otra indicación desde hace rato y, a pesar de que hay un camino muy bien trazado, no puedo evitar sentirme nerviosa.
Echo una ojeada al asiento trasero. La comida y las flores están perfectamente y huele delicioso. Me está haciendo sentir hambrienta y romántica.
¿Sería tan malo ir a casa y comer su comida?
Deslizo mi dedo por el GPS para tratar de ver más al norte y me alivio de ver que hay un giro más adelante.
Estoy pensando en salir a cenar, ya que, una vez más, Ángela y Jessica están ocupadas. Jessica acomodando flores en una boda y Ángela cuidando a su madre enferma.
Subo el volumen de la música y cruzo los dedos para llegar a la cabaña lo más pronto posible.
No necesito el GPS cuando me estoy acercando a la cabaña porque hay un gran claro y acelero. El lugar es de madera oscura, con grandes ventanales y sigue luciendo pintoresca a pesar de la modernidad de su diseño.
Rodeo la cabaña, aparcando la camioneta en la parte trasera para evitar que Rosalie se lleve una sorpresa al verme aquí. Rebusco la llave en el tapete y entro. Todo está impecable y huele a madera y a limpiador de pino.
Voy hacia las puertas traseras y las deslizo, abriéndome espacio para descargar la camioneta.
Emmett incluyó velas aromáticas en su pedido y las sitúo sabiamente en las esquinas del área del comedor. Tengo instrucciones claras por parte de Emmett, así que aparto cuatro velas para la habitación.
Mmm, es extraño arreglar todo el asunto para que mi primo, que es como mi hermano, tenga sexo. Y perturbador.
Y luego voy por las flores, dejando un jarrón en el centro de la mesa y echando pétalos de rosa, de una manera nada romántica, sobre el suelo, trazando un camino. Ese idiota incluso quiere que haga un corazón en la cama, como si fuera buena dibujando o haciendo algo similar.
Es la parte difícil, así que me subo a la cama y lo miro desde arriba. Dudo que se den cuenta que un lado es más ancho que el otro, ¿a quién rayos le importa? ¡A mí no! Y ciertamente a mi solitario culo tampoco.
Pero me siento orgullosa de mi trabajo, así que tomo fotos.
Entonces continúo con la mesa, colocando servilletas dobladas en forma de cisne y cubiertos sobre un mantel rojo.
Espero que Rosalie esté usando algo lindo. No hice todo esto sólo para ella esté usando pantalones de yoga.
Me siento en un taburete mientras caliento la comida en el horno, deslizando mi dedo por la pantalla de mi celular.
Reviso Instagram y descubro que a edwardcullen le gustaron varias de mis fotografías hace algunos días. Me siento valiente por un momento, pero mi dedo duda sobre esa fotografía preciosa de él en su habitación. Podría bombardear su bandeja de notificaciones al picar el corazón debajo de cada una de sus fotos, pero decido no hacerlo. No ahora. Así que salgo de su perfil y pierdo tiempo en mi feed.
Emmett: Estamos llegando.
Pego un brinco y corro a encender las velas del comedor.
Bella: ¿Debería encender las velas de la habitación?
Emmett: Definitivamente.
Ciertamente las velas no estarán consumidas para cuando ellos vayan a la habitación, ¿cierto? No tengo idea, pero obedezco a Emmett y apenas alcanzo a encender el motor de mi camioneta cuando ellos llegan. Espero que no hayan escuchado eso.
Mi trabajo aquí está hecho. Emmett sólo tiene que colocarse en una rodilla, Rosalie dirá que sí y luego ellos podrán disfrutar de mi corazón deforme.
xxx
Arby's contradice mi exhaustiva rutina de yoga de hoy.
Y Arby's no es, para nada, un lugar para ligar.
Pero lo estoy haciendo.
El chico de la mesa de enfrente me sonríe y le regreso el gesto porque es guapo. Tiene espectaculares ojos azules y cabello ondulado. Luce como el príncipe Eric.
Lo que es bueno porque no se parece en nada al tipo con el que "terminé" hace tres días.
Y mis rodillas tiemblan a pesar de estar sentada.
Entonces él se acerca.
Su nombre no es importante.
Creía que lo era, pero ahora que estoy saliendo por su puerta principal concluyo que no lo es.
¿Porque me siento culpable a pesar de que estoy demasiado soltera y no estoy intentando nada con nadie? Porque no es él con quien quiero pasar el rato. Yo sólo quiero a mi vecino.
Ah, Bella Swan, ¿cuándo aprenderás? Deja de convertir en tu vida a cosas que son sólo una noche, carajo.
