Aziraphale que una vez que encuentra a Gabriel le escribe a Crowley en plan "aquí está y creo que sí ha bebido..." es arrastrado por Gabriel del cuello hasta CERCA del estrado. Genial. Justo para estar de manera más visible... no conforme con echar amor y afecto como fuente, ahora hay que estar cerca de todo para que nos vean.
Supongo que Crowley le ha visto cuando se han acercado.
"No os pongáis tan cerca, os va a oír"
"¿Tú crees que me hace algún caso? ¿Dónde estás tú?"
"Soy el único que va de blanco" Levanta un poco la mano como quien ni quiere la cosa.
"Voy hacia ti" Y que Gabriel se mate solo.
Traga saliva, pero vale.
Ahí va Aziraphale mordiéndose la lengua para no decir "disculpa" "Disculpa"
Crowley sonríe un poco sin poder evitarlo.
—Te odio.
Cuando le ve cerca es que nota a más detalle la pajarita, que de verdad es... debe ser SU pajarita, se ríe bajito con ese comentario, relajándose un poco.
—¿Mucho?
—Más que a nadie en el mundo, no puedo creer que esté yo aquí.
—¿Tú? YO no puedo creer que esté yo aquí, sinceramente este es tu trabajo, pero no el mío.
—Convengamos que ninguno de los dos debería estar aquí —sonríe y se acerca más apoyando una mano en la pared junto a su cabeza. Aziraphale sonríe dentro de su bolsa.
—Eso... definitivamente.
—¿Entiendes ahora por qué no quería traerte a esto?
—Lo que no entiendo es por qué Gabriel... no se contiene ni un poco. Luego dicen que yo... —levanta la mano y muy sutilmente le toca el abdomen—. Por cierto, al fin estás vestido como una persona decente.
—Ja-ja, creo que solo faltabas tú por hacerme un chistecito.
—No es un chistecito.
—No, claro.
—Es en serio.
—Ya, ya...
Ella sonríe otra vez con eso y él le hace un cariñito aun con la capucha y le mira con unoooos ojooooos.
—Aunque hasta el peor infierno es considerablemente mejor contigo.
—Qué ridícula...
—Te parece ridículo... me dirás que no es igual para ti.
—No...
—¿No? Ni siquiera te parece un poco mejor —otro cariñito al abdomen.
Crowley inclina un poco la cabeza y se acerca más. Aziraphale traga saliva y le pone una mano en el pecho
Es que... lo que quiere...
No le va a detener.
Pero los demonios sí. A golpes, porque hay demasiada gente aquí. O empujones, vamos.
Ugh, Aziraphale le abraza un poco asfixiada.
—Ugh, este sitio... —protesta, ahogada. Crowley también, pensando si podría llevársela a un rinconcito.
—¿E-Esto suele pasar?
—¿El qué?
—Este tumulto.
—Sí, siempre.
—Ugh... ¿No hay a dónde ir? ¿A la oficina de Belcebú?
—Pues... —se sonroja sinceramente sin saber cómo responder a eso. Ella se le acerca al oído.
—Sí, tienes que decir que sí.
—Ehm... sí.
—Vamos —Aziraphale sonríe.
—Vamos —Crowley asiente.
Le toma la mano y espera que le lleve a donde sea que vayan. Y ahí va a guiarle fuera de la reunión.
Aziraphale le aprieta la mano, nerviosita y le mete a cualquier puerta aprisionándole contra ella con los brazos, porque lleva la capucha.
Aziraphale traga saliva con la respiración y el pulso acelerados
Le quita la capucha lentamente como si levantara el velo de una novia en el altar.
(Temática alternativa: Y no es Aziraphle)
Chan chan chan.
Aziraphale tiembla un poco, porque esto es sexy y peligroso y... Ahí le tienes, pelo negro, ojos oscuros y delineados, labios negros.
Crowley sonríe.
—Hello.
—Hello.
—Sweet mother of God... —susurra pensando que está tan cerca... Él le acaricia la cara otra vez—. K-Kiss me —sí, ELLA no hubiera esperado seis mil años. Tiene la fuerza de voluntad de una almeja.
Y ahí va el demonio. Cierra los ojos y le devuelve el beso casi como si no se hubieran acostado hace horas, muchachos, HORAS. Pero esto es peligroso y en un lugar feo y... peligroso.
Ella le mete las manos al pelo rojo y corto que lleva porque le gusta y si pudiera hablar le volvería a preguntar si realmente le parece que no hace del infierno un lugar mejor.
Naaah no lo preguntes.
Aun así, no pasa mucho tiempo cuando se empiezan a oír unos lamentos horrendos provenir del cuarto en el que están y la verdad, Aziraphale en un principio piensa en si será Crowley con unos nuevos y un poco raros soniditos a sexuales.
Crowley no hace caso y Aziraphale se concentra unos segundos más... pero después de unos largos segundos abre los ojos. Crowley se separa un poco.
—¿Q-Qué... e-es... ?
—¿Eh?
—¿Estás bien?
—Sí.
—¿P-Por qué te quejas? —poca sangre en el cerebro por lo visto.
—No me quejo.
—Pero si estás lamentándote horriblemente...
—¡Que va!
—¿No te oyes?
—¡No soy yo!
Aziraphale levanta las cejas, Crowley se gira y debe haber un par de almas en pena encadenadas o algo horrible en la línea.
—Ugh... tendríamos que subir a la tierra.
Aziraphale se asoma de tras él y... traga saliva, asustándose.
—S-Sí... Pero... no... Gabriel...
—Joder.
xoOXOox
Y podríamos ir a ver el desastre que está haciendo el Arcángel fucking Gabriel... No le va a pasar nada, insiste Crowley, pero vamos.
Igualmente ya está debajo del foco. Pues ahí está, en mitad del círculo con todos señalándole.
Belcebú se le acerca, de mal humor, ceño fruncido.
—What the hell es tan bloody gracioso?
Se humedece los labios, mirándola. Ella le mira de arriba a abajo y es que... el puto uniforme además. Ja-ja. Hace un zumbido impaciente.
—Un asunto... que tengo entre manos. Si me permites... —se vuelve a su teléfono escribiendo.
—Oh, vaya... ¿te interrumpo? —pregunta sarcástica
—La verdad es que sí.
—¿Te traigo algo? ¿Una silla para que te sientes? —se cruza de brazos frente a él y ya se le están parando los pelos de punta del enfado. Alguno da un pasito atrás.
—Supuse que tendríamos algunas en algún momento —sigue escribiendo.
Chasquea los dedos y aparece una silla llena de picos al lado de ellos, él deja de escribir y mira la silla.
—No me extraña que estés siempre de malas si eso lo consideras una silla.
Y es que... habla de una forma excesivamente... familiar. No la voz, la forma de hablar.
—Esa silla es para ti. Es donde vas a pasar sentado los próximos cien años como no dejes de escribir y te hinques pidiendo clemencia.
—Precisamente —le da a enviar al mensaje. "No creo que sea buena idea de todos modos."
Y suena a la vez en la mano de Belcebú, que parpadea y no puede evitar levantar la mano para leerlo no importa cuán enfadada esté.
Gabriel sonríe.
Ella deja caer los hombros con el mensaje y un poco la cabeza, bufando un poquito. La verdad, aún no hace del todo la conexión.
No tiene por qué hacerla, es una coincidencia.
O sea ella le sigue imaginando en el cielo, entre nubes.
"Sí lo es" le responde, ignorando de repente bastante al demonio y... a medio infierno que le mira.
Gabriel aprovecha eso para volver a mezclarse entre los demás.
Maldito.
"¿Es buena idea?"
"Sí"
"Incluso AHORA MISMO."
"Ahora mismo es complicado, estoy en la fiesta de Halloween... pero mañana o pasado mañana o cualquier otro momento es buena idea!"
"¡En la fiesta de Halloween! ¿Y qué haces? ¿Atormentar a alguien?"
Levanta la cara para atormentar al demonio, en efecto. ¡Levanta las cejas al ver que se ha ido! Mira al primero que tiene cerca y chasquea los dedos para sentarle en la silla volviéndose al teléfono.
"Sí."
"¿Cómo?" Sonríe de ladito por ahí detrás. Mientras el pobre demonio sentado pega un buen grito.
"Sentando a alguien en una silla con picos... por imbécil"
"¿Imbécil? ¿Qué ha hecho?"
"Reírse a carcajadas como estúpido."
"¿Ahora resulta que te molesta que se rían? No bromean con lo de infierno."
"Sí así cómo es él y cuando lo hace él."
"¿Por qué? Tienes algo contra este en concreto."
"Nah, pero me has distraído y se ha logrado escapar."
"Vaya por Dios."
Belcebú se ríe un poco con esa respuesta y decide que vale, es hora de empezar el festejo de Halloween.
"Ahora vamos ha empezar la parte corporativa que es aburriiiiida" decide contarle a Gabriel yendo hacia el trono.
"¿La parte corporativa de que va?"
"Oír los logros del año y los planes del otro..."
"Apasionante."
"Tú debes hacer lo mismo en esas fiestas que tienen en diciembre" Belcebú es unas cuantas instrucciones a gritos que seguro solo escuchan los que están más cerca haciendo que el resto tenga que preguntar «¿qué dijo» y al final se haga un murmullo enorme en la sala.
"Probablemente más ordenadamente."
"Y aburrida" asegura ella ordenándole a alguien que baje las luces y pidiendo que pase el primero de los príncipes del infierno, ya que hablan más o menos por jerarquías, o mas bien a bloody codazos.
"El orden no es aburrido."
"Eso lo dices tú, que eres... un aburrido" sonríe de lado pensando que no lo es.
"Ahora resulta que soy un aburrido."
"Buff... no lo eras, hasta que empezaste a serlo"
"Vaya, ahora resulta."
"Casi hasta pareces ofendido con la idea."
"No voy a dignificar eso."
"Quizás serías menos aburrido si fuéramos a una cita mañana."
"Ya te he dicho que no."
Belcebú suspira con eso, apretando los ojos. Esta vez tarda más en contestar, la verdad, pensando qué decirle o a donde invitarle o... cómo hacer que diga que sí
El primer demonio en salir es Leviathán, explica algunas tentaciones así medio me las he inventado a última hora medio las he hecho de verdad y luego lo de seducir ángeles.
Belcebú se sonroja un poco con la seducción de ángeles, pero le pregunta sobre el tema así medio distraídamente, que a quien está seduciendo...
Y por supuesto, no está seduciendo a nadie aun pero sus planes...
Belcebú le mira con cara de aburrida, frunciendo el ceño.
—Anda, dime a quién
—Al... Arcángel Gabriel...
—Th-The bloody... what?!
—Pues es... Como lo más...
—No más WHAT?
—Ehm... creo que sí lográramos someterle a él sería fácil que el resto le siguiera.
—El Arcángel Gabriel no es doblegable ni sometible, idiota.
—Bueno, no he dicho que sea fácil —se encoge de hombros.
—No hablo de facilidad, hablo de que el Arcángel Gabriel es... incorruptible. ¿Entiendes? Es una pérdida de tiempo intentarlo
Gabriel levanta las cejas con todo eso. Alguien silba por ahí y Belcebú hace los ojos en blanco.
—Hay millones de ángeles, elige a otro —le hace un gesto con la mano a Leviathán.
—Pero Gabriel es...
—What? Gabriel es fucking what?
—Creo que... una buena opción.
Belcebú hace los ojos en blanco otra vez.
—Anda... inténtalo. Pero si fallas, voy a pedirle personalmente que te de un baño en agua bendita, por tonto.
Hay unos cuantos murmullos generales y se va.
Belcebú levanta las cejas, vacilando antes de mirar su teléfono. Shitshitshit.
"What about..." escribe a Gabriel.
"Yes?"
"Una salida amistosa."
"Qué implica eso?"
Sube Mammón y la verdad es que su discurso es parecido.
Belcebú medio le hace caso, pero ya se lo imaginaba... es que toooodos los años en los que da una idea es la misma cantaleta.
"Nada de... ninguna de las cosas que hemos estado haciendo últimamente. Solo... hablar"
"¿Hablar de qué?"
"De... nada en particular. ¡De... cómo estamos?"
"¿Cómo estamos?"
"¿Me estás diciendo que no te interesa pasar tiempo conmigo a menos que hagamos... eso?"
"No, te pregunto cómo estamos. No sabía que tú estabas interesada en... pasar tiempo conmigo"
"UGH, Gabriel"
"Tú lo estás diciendo."
"¿Quieres o no?"
Van pasando unos cuantos demonios más a decir lo mismo y Belcebú sigue haciendo os ojos en blanco, maldita sea. ¿Todos con Gabriel?
Aamón no, él dice a eh... Raguel. Carraspeo, carraspeo, sonrisita de ladito.
—Si saben que hay otros bloody ángeles y arcángeles y mierdas, ¿verdad?
—Pero si he dicho a Raguel. No es el mismo que Gabriel… Si es que Rapunzel algún día se atreve a salir de su torre —añade un poco para si mismo.
—Ya, ya... ¿y qué quieres? ¿Un premio? —se queja porque Belcebú se queja. Gabriel entrecierra un poco los ojos con ese comentario del demonio y que además conozca a Raguel que hace como… una eternidad que no baja ni a la tierra. Pero bueno.
—Pero era el plan, ¿no? Hacer esto con todos los ángeles —gesto vago.
—Pues con todos, no con Gabriel —fulminación.
—Pero si yo he dicho Raguel —repite poniendo los ojos en blanco.
"Me están llegando algunas otros proposiciones, ¿sabes qué es lo que está pasando?" escribe Gabriel sonriendo.
—Vale, vale, ve a... —hace una pausa.
Aamón la mira.
"What?! Proposiciones de que?!"
—Eeeeh... señor?
"Citas"
Es que el aura se le oscurece a Belcebú.
"NO aceptes NINGUNA de ellos!"
—BLOODY hell con todos ustedes!
"¿Por qué no?"
"What?! ¿Quieres aceptar una cita con otro demonio pero no quieres aceptar una conmigo? JODER!"
"Pues es que tal vez ellos no tengan los malos pensamientos que tienes tú."
"Fuck off"
—Bloody hell! —protesta en voz alta también y Gabriel la mira de reojo desde su sitio.
"Van a tener peores, no me... ¿sabes? Vale, haz lo que quieras, me da lo mismo."
"¿No eres tú el peor demonio del infierno?"
No le responde, tan picada. Al menos por unos minutos y él la mira a ver qué hace.
Berrinche. La verdad, lo que hace es berrinche.
"¿Estás celosa?"
—NEXT! —grita al siguiente antes de mirar su teléfono. Sí, lo está. No le contesta. CELOSA Ahí va el próximo demonio.
—Habla —refunfuña Belcebú, mirando otra vez el teléfono de reojito sin poderse creer que el idiota de verdad vaya a aguantar a algún otro demonio. A Asmodeo quizás, o a Crowley, que ya tiene pareja... no piensa que pueda aguantar a ningún otro.
El demonio vuelve con el asunto de Gabriel.
Bloody hell.
—SHUT UP! ¿Alguien tiene algún plan que difiera al menos un poco de la misma mierda?
"Lo estás!"
"Déjame en paz"
"Vaya..."
"¿No tienes otros demonios con los que irte?"
—¿¡NADIE?!
Asmodeo camina entre los demonios hasta acercarse al frente, con cierta cara de desagrado porque odia estar aquí, sinceramente
—Lord Belcebú. Compañeros...
Crowley (que ya ha vuelto con Aziraphale porque las bloody almas atormentadas les ponían los pelos de punta) y Gabriel le miran. Belcebú le mira con cara de aburrida, aunque habitualmente estas presentaciones, la de él y la de Crowley, sí que al menos salen de lo convencional.
—Sinceramente —abre los brazos y se gira, dirigiéndose a todos—. Me parece que este año merezco un bono, Lord Belcebú, porque efectivamente mis tentaciones han llegado a cada uno de ustedes... y a las de algún ser celestial.
Belcebú levanta una ceja. Crowley entrecierra los ojos, seguro de que es un farol.
—Como saben, la Lujuria es mi especialidad... y puedo sentirla en la punta de los dedos, especialmente si hay mucha a mi alrededor. Le aseguro, Lord Belcebú, que no hay un alma aquí hoy que no haya teñido pensamientos lujuriosos en este último año. Especialmente con seres celestiales.
Belcebú se sonroja un poco con eso y hace los ojos en blanco.
—Si esta es la misión que se nos ha encomendado, le aseguro, Lord Belcebú, que he jugado también un papel primordial en sembrar la lujuria en seres celestiales.
—Nadie parece haber hecho demasiado, Asmodeo... de hecho todo parecen ser planes.
Crowley frunce el ceño pensando que qué bloody lujuria, si lo único que hizo fue reñirle a él por aparentemente se demasiado amoroso y demasiado poco lujurioso.
—Bueno, algunos casos que ya han pasado los sabemos, como el de Crowley con el ángel. Pero hay otros... Otros que no, no atreven a pararse aquí.
Gabriel inclina un poco la cabeza sin saber a qué se refiere. Belcebú se sonroja, frunciendo un poco el ceño.
—Por ejemplo, Lucifer...
Entrecierra los ojos. Lucifer pega un buen grito en donde quiera que esté.
—¿Ve? Es un buen ejemplo de que, Quienes han hecho ya un movimiento, están en más sombras sin decirlo.
Aziraphale se le acerca a Crowley.
—Miguel. Lucifer y Miguel se traen un rollo —le explica. Crowley le mira de reojo.
—¿Qué?
—Lucifer le va detrás y ella actúa toda jijijijojojo.
—Lucifer... ¿con quién? —pregunta Belcebú.
—¿Lucifer actúa jiji jojo? —pregunta Crowley en susurros.
—No! ¡Miguel!
—¿Qué os pasa a todos de repente? —protesta un poco Crowley.
Aziraphale levanta las cejas sin esperar ser incluido en ese grupo de ángeles desviados.
—Lo que pasa es que es un poco raro que todos a la vez de repente empecéis a... esto.
—Ya, ya... no me parecía a mí que fuera tan de repente esto nuestro. Quizás si es culpa de Asmodeo.
—¿Crees que él ha sido el que os ha... influenciado?
Aziraphale le mira in creo du la.
—No sé a ellos pero CLARAMENTE a mí me ha influenciado alguien más.
—Es lo que está diciendo.
—Bueno, quizás Gabriel o a Miguel. A mí no.
—Pero se lo dirá a todos.
—Ugh.
—¿No le oyes?
—No sé si eso aplique para ellos, pero para mí no aplica.
Gabriel frunce el ceño porque ni siquiera ha estado cerca de Asmodeo, que sonríe de lado a la pregunta de Belcebú.
—Eso que se lo cuente Lucifer, Lord Belcebú. Solo quería ejemplificar cómo he hecho bien mi trabajo y voy a seguir haciéndolo si esas son sus órdenes.
Lucifer protesta un poco a eso, saliendo de entre la multitud. Asmodeo le sonríe un poco.
—¡Sea lo que sea que insinúes sobre mí, tú no has tenido nada que ver!
—Mmmm, but darling, yo soy el encargado de diseminar la lujuria.
—¡Igualmente!
Asmodeo sonríe y mira a Belcebú, que está teniendo un poco el mismo conflicto que Lucifer, pero en silencio, pensando que... ella es lo bastante capaz de tener lujuria sola, sin necesidad de que Asmodeo disemine nada.
—¿Has estado en contacto con el cielo, Asmodeo?
—Lo bastante cómo para diseminar lujuria entre ellos, desde luego.
—¡Es mentira! —protesta Lucifer. Belcebú frunce más el ceño solo de pensar que... pudiera ser Asmodeo el que le diera lujuria a Gabriel. Mira su teléfono de reojo.
—Venga, pero el resultado es el mismo —insiste Asmodeo que no está teniendo la respuesta esperada a todo esto. Gabriel parpadea un par de veces.
—¿Estás diciendo que el éxito que los demonios hayan tenido con un ángel no es de los demonios... sino tuyo? —pregunta Belcebú frunciendo el ceño.
—Considerando que yo soy el Demonio de la Lujuria... es... un éxito compartido.
Belcebú mira a Lucifer, no pudiendo estar más de acuerdo con su indignación
"¿Crees que va a escribirme el demonio Asmodeo?" Escribe Gabriel. Solo para ver.
Malditoooooo. Belcebú traga saliva.
—Solo hay una forma de saber si tú has o no tenido alguna influencia —determina Belcebú mirando peligrosamente a Asmodeo, que traga saliva dando un pasito atrás. Lucifer la mira interesado—. Vamos a ver cómo nos va unos días sin tu presencia —el chasquido.
Esto es culpa tuya, Gabriel. Todos levantan las cejas. Más aún Asmodeo, con un grito desgarrado.
"No" responde Belcebú.
"¿No?"
"No. Tú eres mío"
"¿Tuyo?"
No responde otra vez, sonrojándose más
—¿Alguien más? ¿Lucifer?
—¿Eh? —vacila él
—¿Algo que quieras compartir?
—Yo voy a... Intentar esto con el Arcángel Miguel.
—Vaya... ¿y desde cuándo este interés?
—No es como dice Asmodeo.
—¿Cómo es entonces?
—Podría probar con el arcángel Gabriel también si fuera necesario, le llevamos a una cita Mefistófeles y yo como ya sabe.
—N-No es necesario —responde ella—. ¿Cómo fue esa cita?
—Pues usted apareció...
—Menos mal.
—Pero accedió.
—Ya, ya... pero no puedes ir tras Gabriel.
—¿Por qué no?
—Porque YO me encargo de Gabriel.
Los CUCHICHEOS. Belcebú se sonroja.
—Pasen los que hacen falta al frente que ya quiero terminar con esto.
Así que ahí van en romería porque faltan unos cuaaaantos entre duques, condes y marqueses variados.
Aziraphale mira a Crowley de reojo pensando si podría saltarse esta actividad y Crowley pensando en lo que tiene que decir.
—¿Si no pasó lo notaran? —le pregunta en un susurro mientras otros demonios ya empiezan a decir sus cosas.
—No lo sé, es probable
—¿Qué vas a decir tú?
—Aun no lo... he decidido.
—Yo no voy a decir que voy a seducir a un ángel
—¿Entonces?
—Pues yo que sé, ¡otra maldad!
—¿Cómo cuál?
—Como... yo que sé, una plaga nueva o algo así
—Una... plaga... nueva
—Pues yo que sé, herpes o algo así. Lo que tú sueles decir. O puedo inventarme algún virus así como... parecido a la gripe que en realidad no haga mucho pero que cause pánico a todos los humanos por que sea súper contagioso. Podría empezar en algún país asiático con mucha gente y luego expandirse rápidamente.
—¡Herpes! o el chinovirus.
—¿No te gusta?
—¿Esas son la clase de preguntas que quieres responder? ¿Sobre Herpes?
—No...
—Pues es que...
—¿A quién voy a decir que quiero seducir? ¿A un ángel cualquiera?
—Es que te van a decir que qué clase de herpes y que como piensas contagiarlo.
—Pues yo qué sé, a todos los que se acuesten... ángeles y demonios. Habrá muchos por lo visto.
Crowley se ríe.
—Podrías enseñarles tus corazoncitos.
—What? ¡No!
—O sea, tu plan es acostarte con un ángel, pegarle herpes y que este se acueste con otro demonio y este con otro ángel... etcétera, etcétera.
—Es genial, ¿no?
—Y cómo vas a conseguir tal abanico de lujuria, desenfreno y especialmente... infidelidad en el cielo.
—Por lo visto es algo común.
—¿La infidelidad?
—No, la lujuria y el desenfreno. Lo de la infidelidad desconozco si se consiga o no, pero... pues quizás pueda acostarme con más de uno, ¿no?
—Ah, vas a ser tú el infiel... y ¿con quién planeas acostarte?
—Con... bueno, vamos a decir que yo sí se nombrar a ángeles particulares... no como cualquiera de ustedes.
—Vale, vale, pues dile eso.
—¿Y si me pregunta más cosas?
—Pues respondes.
—¿Y si no se la respuesta?
—O te lo inventas o evades la pregunta.
—¿Y si... me lo invento mal o pido disculpas o algo? —Aziraphale aprieta los ojos, nervioso.
—No lo hagas. Ya te he dicho que no pidas disculpas.
—Lo sé, lo sé, perdona.
—Ugh, Angel!
—Shhhh! No me llames así aquí! —sonríe igual
—Whatever... Ni me sé tu nombre, demonio —le mira, nervioso de que alguien le haya oído, mirando alrededor y de repente alguien grita que él no ha hablado y lo empujan hacia ahí sin poder protestar, casi.
Aziraphale le mira un poco angustiado tratando de seguirle un poco a empujones hasta adelante, solo quiere ver lo qué pasa, sinceramente.
De todos modos ahí sacan a Crowley. De hecho, Aziraphale se detiene antes de quedar demasiado cerca, pero... donde ya puede ver lo qué pasa. Nerviosa.
—Oh... ya me parecía a mí que quizás te habías fugado —comenta Belcebú.
—Eh... N-Nah... solo... bueh —se encoge de hombros. Belcebú hace un gesto para que empiece.
—Ehm... Pues... creo que es sabido por todos qué es lo que he hecho yo...
Aziraphale se tensa, mirando a ver si encuentra a Gabriel entre la multitud.
—Hmmm... —Belcebú le mira no muy convencida ahora de que eso que ha hecho haya sido una enorme maldad si acaso se parece a lo que ella misma ha hecho con Gabriel. Pues eso es justo—. Bueno, dado que eres el único que parece haberlo hecho de verdad quizás sea momento de que expliques lo que implica.
—Pero... usted ya sabe lo que implica.
Belcebú le mira fijamente.
—¿N-No?
—No precisamente —se revuelve.
—Ehm... ¿En qué sentido? —mira a Aziraphale de reojo
—Quizás sería bueno que todos supieran qué esperar... Es decir, las cosas que... pueden pasarles, pueden esperar y cómo no dejarse engañar por las cosas que hacen los ángeles.
—La verdad... puede pasarles de todo. Los ángeles se con imprevisibles y bastante caprichosos... y difíciles de entender a veces.
Aziraphale hace los ojos en blanco dentro de su capucha. Gabriel inclina un poco la cabeza.
—Sí, eso es seguro... sin embargo, hay manera de manejarles de manera segura, ehm... ¿no?
—Ah, ehm... sí, sí, claro. Hay hum... cosas que siempre funcionan. Pero son diferentes para cada uno.
—Te escuchamos.
—Pues... hay que... cada uno tiene que descubrirlas, aunque estoy bastante seguro que todas las propuestas sobre tirar al pozo sin fondo o quemar hasta la muerte a Gabriel son muy tentadoras... no creo que a él le gustaran. O tal vez sí, porque ¿quién no ha pensado que le va el sado?
Belcebú abre la boca un poco en shock. O sea... ¿e-el sado? Vamos, que sí un poco... pero era más de besitos y de cositas suaves, ella lo sabía.
—Deja a Gabriel fuera de... ugh —medio protesta mientras hay algunos murmullos que asienten porque más de alguno si ha pensado lo del sado.
—Ejemplifica con TU ángel —insiste Belcebú.
—Eh... Nadie está interesado en... mi ángel.
—Y ya les dije que yo me encargaré de Gabriel.
"Así que... ¿ahora tengo prohibido ir con otros demonios?"
Belcebú se gira a mirar su teléfono... y levanta las cejas, confundida. What the... Mira a Crowley.
"Sí..." Y piensa que seguramente esto lo ha interpretado Gabriel de que ha dicho que Asmodeo no va a contactarle, verdad?
—Así que ejemplifica con alguien más.
—Bueno, era solo un... en resumen es eso.
"Eso va a ser un problema."
"¿Por qué te va a parecer un problema? ¿Conmigo te sientes muy culpable pero con otros demonios no?" Belcebú frunce el ceño con esa respuesta de Gabriel
—A-Aja... —agrega distraídamente Belcebú para Crowley.
"Lo que hago contigo es lo que me hace sentir culpable."
—En definitiva... Ehm... Yo, personalmente necesito estudiar más el caso en un ambiente privado y tranquilo.
—Aja...
"Y con ellos no? Bloody hell!"
"Pues no espero que pase con ellos. Si no tendría que pasar contigo."
—Esa es la... conclusión.
"¿Insinúas que todos los demonios que me están escribiendo es para que haga eso con ellos? ¿Qué les estas contando de mí?"
"¡No! ¡Ya te dije que eso es SOLO CONMIGO!"
"Pero en cambio tienes celos de que lo hagan, así que esperas que lo hagan."
—¿Y qué vas a hacer? —pregunta Belcebú distraída, sonrojándose al leer esto último
"¡No tengo celos! ¡Y no se te ocurra!"
—Seguir investigando y ahondando en el tema —no sonrías así al decir "ahondar"
"Sí que los tienes y a la que se te ocurre es a ti. ¿Qué pasa si alguien ya lo ha hecho"
—¿Cómo? —pregunta antes de que llegue el mensaje otra vez, distraída, distraída, distraída
"Si alguien te toca, Gabriel, que no sea yo, te aseguro que no verá la luz de un nuevo día"
"No he dicho que lo haga, he dicho que ya lo ha hecho."
—Pues cómo hasta ahora —carraspeo, carraspeo.
Creo que hasta se oscurece el cuarto, y mira que es grande. ¿Estaba Gabriel queriendo decir que ya se había acostado con alguien más? con otro DEMONIO además.
De hecho estaba presentándolo como algo hipotético. Pero de todos modos nota como el cuarto se escurece, la verdad es que los demonios en general se callan un poco y Crowley decide que hasta aquí su presentación, gracias a todos por venir, ahorraos los "Wahoo".
Ya, ya... Belcebú en el multi-tasking la tiene compleja.
"¿Y tú querías?"
"¿Eso importa?"
Hace el universo de diferencia, piensa ella. Si quería, va a romperle el corazón, pero... si no quería... va a ir a matar a quien le haya tocado.
"Yes"
"Pongamos que... no."
"Gabriel"
"Yes?"
"¿Me estás diciendo que un demonio te violó? ¿O que 《no querías》 como no querías conmigo?"
"Estoy preguntando qué pasaría si así fuera."
"¿Por qué me preguntas eso? Tú terminaste... cualquier cosa que teníamos, ¿no? Por qué te importa?" Toma aire profundamente porque eso es considerablemente distinto.
"Bueno, porque me estás diciendo que quieres exclusividad..."
Belcebú se humedece los labios. Quizás Gabriel hacía esto con más demonios comúnmente... se revuelve.
—M-Muy bien, Crowley... ven.
Crowley que ya estaba yendo a buscar a Aziraphale otra vez, se queda congelado.
"¿Y tú quieres acostarte con otros demonios?"
"Claro que no."
Belcebú frunce el ceño porque tampoco quería acostarse con ella, esperando a que venga Crowley. Ahí va, carraspeando un poco.
—¿El ángel se ha acostado con algún otro demonio? —susurra Belcebú.
—¿C-Cuál? —levanta las cejas.
—El tuyo.
—Ehm... no, no lo creo —la verdad, mira a donde está Gabriel, que no es muy lejos, de reojo. Belcebú frunce el ceño.
—Gabriel... es que no sé qué quiere.
"¿Puedo ir yo a acostarme con otros ángeles?"
—¿De qué?
"No creo que ellos te dejen" responde acercándose un poco más para escuchar.
—Me está diciendo que qué pasaría si se acostara con alguien más.
"Si tú te dejaste ellos se podrían dejar"
Crowley vuelve a mirar a Gabriel de reojo.
"Si no quiero que me lo hagas a mí, claro que no voy a querer que se lo hagas a mis compañeros."
"¿Pero tú si puedes hacérselo a todos los demonios?"
"Si no quiero que me lo hagas tú, ¿por qué iba a querer que lo hiciera otro?"
"¡Tú eras el que lo estaba diciendo!" protesta y mira a Crowley, que vacila volviéndose a ella.
"Era una hipótesis"
—¡Esto es bloody cruel! —protesta Belcebú.
—¿Cruel?
—Me ha dicho que se había acostado con otro demonio y ahora me dice que es una hipótesis.
—Ehm... ¿no estará... molestándola? —es que vuelve a mirar a Gabriel notando su sonrisita. Belcebú aprieta los ojos.
—No entiendo qué quiere, no ha querido una cita, quería que subiera al cielo AHORA MISMO, no ha querido vernos mañana, dice que está recibiendo propuestas de muchos demonios, me ha preguntado por Asmodeo... what the fuck!?
—A lo mejor podría preguntarle quien es ese demonio y le hace salir a hablar. A lo mejor es Asmodeo —propone. Belcebú se humedece los labios.
"¿Quién es el demonio que hipotéticamente irá a... eso?"
Gabriel se humedece los labios mirándolos a los dos y Crowley gira la cara, pillado.
"Braginsky" ok, Gabriel, this is getting weird.
—BRAGINSKY!
¡El grito! Todo el mundo da un paso atrás y a ver ahora quien es Braginksy... esperemos que sea Gabriel.
De hecho, todo el mundo reza para no ser Braginsky, tal vez incluso algunos miran su número de la rifa a ver si por casualidad, o les preguntan a sus compañeros "yo no me llamo así, verdad?"
De hecho, si había algún Braginsky, ahora ha pasado a llamarse Bansky, ese demonio de la capucha le ha dicho que el nombre estaba disponible porque su jefe es IMBÉCIL.
En efecto... Aziraphale, ojos en blanco.
Finalmente Braginsky da un paso al frente. Belcebú le mira y frunce el ceño.
