El Ascenso de un Científico Loco

¡Descubriré como Funciona el Mundo!

De Vuelta a la Academia

"¿Estás seguro de que Rozemyne no recuerda nada?", me preguntó Laurenz, no por primera vez desde que finalizó el festival de la cosecha.

"Ella sabe de mí, Shuu. Sabe que tengo recuerdos de otro mundo. Me hubiera dicho."

"¿Pero esto…?"

Antes de que comenzara nuestro entrenamiento obligatorio de ese día, Rozemyne les había dado a sus asistentes un brazalete prototipo, al igual que a mí.

Era una variación de una herramienta de evita de escuchas. Podías hacer una llamada con una o dos personas mientras que tu brazalete tuviera el maná de tu interlocutor.

Aparentemente Alerah le dijo que Laurenz era mi mejor amigo y que ambos lamentábamos no poder hablar de forma casual, así que a mi linda novia se le ocurrió hacer esto. Aún no entendía de donde sacaba el tiempo para hacer tantas cosas.

Usar el brazalete resultaba más conveniente, ya que podías guardar el maná del otro.

Lo había nombrado 'Blatand' diciendo que era un dispositivo de comunicación directa. Podía entender la incertidumbre de mi amigo, después de todo, el nombre de la tecnología había surgido de ese nombre.

"Básicamente es una llamada bluetooth", me dijo Laurenz en japonés mientras esperábamos la indicación para iniciar, el combate simulado, "Con esto podemos hablar sin sostener la herramienta o sin estar en la misma habitación."

"No, si tenemos que estar en la misma habitación, no es como un teléfono. Si te alejas mucho de mí no te escucharé."

"Rozemyne dijo que lo estaba preparando para que funcionara como un teléfono. No con esas palabras. No te daré la explicación completa. Pero básicamente, esto se convertirá en un teléfono sencillo."

"¡Peleen!", gritó el instructor.

Levanté mi espada en el momento exacto en que Laurenz saltó para atacarme. "¡Oye, tranquilo!", lo reñí cuando su espada se dirigió a mí con demasiada fuerza, obligándome a usar mis mejoras de maná para que no pudiese tirarme. La fuerza sobre su espada aumentó con cada estocada. Su mandíbula estaba apretada y su agarre pareció apretarse sobre su manablade.

Desvíe su golpe y salté hacia atrás para esquivarlo.

"¡Cálmate!" repetí cuando volvió a apuntarme "¡Solo es un practica!", le recordé.

Una nueva estocada se dirigió a mí, obligándome a concentrarme un poco más.

"¡No, no quiero calmarme!" me gruñó dándome una respuesta al fin mientras lanzaba otra estocada. Laurenz estaba en un nivel superior a mi ahora, algo que yo normalmente compensaba con maná para poder mantenernos al mismo nivel, razón por la que ahora me encontraba a la defensiva.

'Tengo que entrenar más de ahora en adelante.' Pensé.

Me alejé para recuperar un poco de aire y pensar. Laurenz no parecía molesto antes, por lo que estaba un tanto confundido debido a su enjundia a la hora de comenzar la práctica.

"¿Qué te sucede?", pregunté retomando el control de mi mismo, fortaleciendo mi cuerpo con maná para igualar el campo de juego… algo que debí haber hecho al inicio, pero no hice debido a la sorpresa inicial.

"¡Me robaste el placer de vivir!", gritó de pronto, confundiéndome. "¡¿Por qué tenías que decirme que Rozemyne y Urano son la misma?!"

"Yo no te lo dije", respondí con calma bloqueando su espada mientras lo pateaba para alejarlo, "Tú lo descubriste."

"¡Si tan solo me dejaras ayudarla a que sus recuerdos surjan!" protestó golpeándome en el estómago con el pomo de su espada, "¡No lo soporto! ¡¿Tienes idea de la tortura que resulta no poderles seguir el juego?!" me cuestionó distrayéndome lo suficiente para poder golpearme, "¡Si ella recordara no me estaría poniendo en esas situaciones para tratar de arreglarme!"

"¿De qué hablas?" pregunté luego de recuperar el aire, mirándolo con el ceño fruncido debido a mi confusión.

"¿De qué? ¡¿De qué?! ¡Ellas piensan que me rompiste! ¡Y si me rompiste!", me gritó antes de comenzar a explicar con lujo de detalle, acompañando cada una de sus palabras con un nuevo golpe de su espada. Como siempre después de negarse a continuar más allá de las caricias para investigar el flujo del maná, Rozemyne preguntaba si debería teñir a Alerah, o como Alerah la abrazaba diciéndole a su novio que observara para averiguar si dos mujeres pueden teñirse entre ellas.

"¡Shuu!"

"No es como que realmente hagan algo, solo insinuaciones. Incluso Alerah tiene sus límites. Nunca tocaría a su señora como si fuera su amante… solo simulan que lo harán… creo."

"¿Por qué dudas?"

"Porque Milady me dijo que si te decía algo sobre eso me haría desaparecer", dijo con amargura, deteniéndose al fin. "Pero eres mi mejor amigo… no puedo no decírtelo."

"Mataré a tu novia, Shuu, te juro que…"

"Ferdinand, ¡Eres un candidato a archiduque!", me regañó de pronto Ayame trayendo la atención de mis compañeros.

"Ferdinand, ¿qué está pasando?" preguntó mi padre adoptivo quien era nuestro instructor del día en el templo.

Suspiré.

"Estaba hablando con Laurenz mientras probábamos una herramienta diseñada por Rozemyne, padre adoptivo. Pero Ayame consideró que estábamos siendo muy casuales."

"La maestra de mi maestro pretendía que mi maestro y su prometido, que es el mejor amigo de mi maestro, pudieran hablar de forma casual", finalizó Narsil en lugar de Laurenz.

"¡No es correcto ser tan casual!", reprendió Ayame.

"¡Estaban siendo discretos!", gritó Narsil. "Solo se enteraron porque tú hablaste."

'Vivo en un mundo de fantasía, ¿Cómo puedo sentir algo irreal…?', me pregunté mientras escuchaba a las espadas discutir.

.

El día previo a los bautizos de invierno, Aub Adelbert nos citó en su oficina. Zent vendrían a Eisenreich para dictaminar el castigo para Gloria. Debido a esto, después de encarcelarla un caballero leyó su memoria, para conocer el alcance real de sus crímenes.

Mi novia le ordeno cooperar, por lo que la mujer no pudo resistirse a contestar las preguntas y todo fluyó fácilmente desde ese momento.

"¿Realmente tengo que escuchar esto?", preguntó Rozemyne a su padre.

"Si, Rozemyne. Tú sobre todos tienes que saber esto."

Me acerqué a mí novia, apoyando mi mano en su hombro para obligarla a mirarme

"Lo necesitas."

"Muy bien, muy bien. Escucharé."

Según lo que se encontró, después de que Rozemyne llegó al ducado, Gloria quería ayudar a su señora evitando que la bautizaran, mostrándola como una niña enfermiza o siendo una joven inadecuada para la vida noble. Aunque en realidad no entendieron de donde salió esa idea.

La mujer de pronto lo decidió.

Mi padre sospechaba que la idea le surgió del hecho que su propio hijo estaba en el templo. Pero no era definitivo. No existía nada más haya que el deseo de proteger a Lady Verónica.

Después del bautizo de Rozemyne como una candidata sin madre, redoblo sus esfuerzos para que se le abandonara en el templo. Mi novia ya era la sumo obispa en ese momento, un título que no pertenecía a los nobles.

Uno de los motivos por el cual Rozemyne estaba apegada a Shikikoza en un inicio fue por cortesía de Gloria, lo cual la sorprendió a ella y a todos.

En alguna ocasión, la primera vez que colocaron flores venenosas en su dormitorio, Gloria pidió a su hijo que le prestara alguna doncella gris para darle un regalo a la suma obispa, diciéndole que era una sorpresa. El difunto sacerdote, al ser un niño se acercó a Rozemyne y comenzaron a interactuar.

Mi prometida confesó que en un inicio se sentía celosa de lo muy amado que era Shikikoza por su madre pese a estar en el templo y que, al estar con él, cuando el niño le hablaba de su madre, ella podía recordar a su propia madre, calmando un poco su soledad.

Por otro lado, Gloria no entendía porque los venenos y las drogas dejaban de hacerle efecto a Rozemyne, pero aquellos que la servían subían la imponente escalera. Fue por ese momento que la idea de que ella era dañina comenzó a asentarse en su mente junto a la idea de que era la misma Rozemyne quien se desasía de sus asistentes, después de todo, ¿cómo una niña de siete años podía seguir viva después de una porción entera y una adulta morir por una probada?

Pero algo parecía no tener sentido…

"No lo entiendo, ¿por qué darle afrodisiacos a una niña?", preguntó Brunhilde haciendo eco de mi pensamiento. "Si quería hacerla pasar por enfermiza y débil, los venenos eran suficientes."

"Concuerdo con Brunhilde. Pero también, ¿cómo consiguió que las mujeres sirvieran los venenos y afrodisíacos? Ellas debían sentir los efectos también."

"Me hice inmune a los venenos", habló Rozemyne, sus ojos fijos en su taza de té, "supongo que mis asistentes también ganaban cierto nivel de inmunidad", su ceño se frunció un poco, como si estuviera recordando algo. "Es una práctica antigua, pero cada vez más ajado… quiero decir más abandonada. Gloria no es una erudita, ella solo me daba venenos sin medir, cuando me daba una dosis letal sin saberlo, mi asistente moría… cada vez que una nueva asistente me era asignada, el veneno cambiaba. Claro, al inicio no lo noté, pero incluso aprendí a identificar los sabores…"

Todos los ojos estaban fijos en Rozemyne ahora, mirándola con horror. Ella estaba hablando de algo que ocultó toda su vida. Algo que le resultaba cotidiano, pero que también la hizo casi ir a los dioses en más de una ocasión. A pesar del tormento que le supuso, hablaba de ello como si fuera un nuevo postre que comió el otro día.

Alguien murmuró entonces que ella era realmente amada por los dioses si seguía viva. Mi novia siguió hablando sin percatarse de su entorno. Sus ojos no nos miraban a nosotros, tampoco parecía estar viendo realmente su té.

"Con los afrodisíacos debió pasar algo similar. No lo pensé antes porque solo lo acepté, pero en verdad, ¿por qué drogarme con eso?" preguntó, levantando la vista al fin. "Gloria me llamó Flor más de una vez, pero de alguna manera, siento que era más un insulto que otra cosa."

"Eso… quizás fue mi culpa", murmuró Lady Verónica para desconcierto de todos.

"Fue durante mi primer año en la academia. Gloria estaba en su cuarto año."

Vi a la primera dama detenerse y suspirar antes de retomar su historia.

"Hubo un caso en la academia. Un señor de Ahrensbach intentaba cortejar a una dama del en ese entonces segundo ducado, Werkerstock. El señor era un Ewigeliebe fuera de temporada, como estaba en su sexto año, y la joven en quinto, bueno… incrementó su cortejo. Le daba flores, dulces, cualquier cosa que se le ocurriera… pero cerca del torneo interducados, cuando convenció a la joven de acompañarlo a la glorieta de la diosa del tiempo a tomar el té, él…" su gesto se torció, la vi tomar su té para relajarse antes de continuar.

"En fin. Los dulces estaban contaminados con distintos afrodisiacos… cuando mi padre lo investigó, descubrió que planeaba que la joven se deshonrara a sí misma ofreciéndosele o tocándolo, también se descubrió que todos los obsequios y dulces que le dio tenían de su maná, para acostumbrarla a su toque. Él planeaba ofrecerse a casarse para ocultar su 'defecto', pero… la joven era de una rama cercana a la familia archiducal… la joven fue colocada en el templo, aunque años después descubrí que solo fue temporal, en tanto el joven y toda su familia fue purgada."

Lady Verónica hizo una pausa para refrescar su garganta y yo tuve que mirar en derredor. Todos estábamos en shock. No era algo que hubiésemos escuchado en la Academia, por lo cual, el asunto debió manejarse con toda la discreción posible.

"El señor era hermano mayor de Gloria… yo ya tenía su nombre cuando su familia fue purgada, por lo que se salvó del castigó. Ingenuamente pensé que ella debía conocer el motivo por el cual su familia fue purgada. El padre del señor fue quien le recomendó a su hijo hacerlo, y lo instruyó asegurando que su tercera y segunda esposas fueron adquiridas de ese modo."

Rozemyne dio a su madrastra una mirada comprensiva cuando la historia terminó.

"No fue su culpa, Lady Verónica. Esa familia era un trombe. Gloria solo tardo más en mostrar sus colores." Aseguró para desconcierto de la primera dama. Ahora era fácil olvidar que Rozemyne tenía una naturaleza amable. "¿Qué pasa con el último intento de envenenarme?" Preguntó de inmediato. "Ese último intento no fue velado en absoluto. Solo fue cuestión de tiempo para vincularla. Si realmente quería matarme, tuvo muchas más oportunidades cuando era una niña."

"En un inicio, solo quería enfermarte, que te consideraran débil para ser una noble." Explicó mi padre adoptivo "Gloria comenzó a despreciarte cuando despreciaste a su hijo. Comenzó a odiarte después de que Shikikoza murió. Fue por ese momento, que decidió matarte. No antes."

"Entiendo. Si, tiene sentido."

El murmullo comprensivo de mi novia descolocó a más de uno en la habitación, yo incluido. Su reacción fue la misma que la de un niño que dice comprender cómo funciona la fórmula estándar para sistemas de ecuaciones lineales.

Apreté el puente de mi nariz para suprimir el dolor de cabeza que su escaso sentido común y de la auto conservación me provocaba.

Esa noche la invite a mi habitación. Necesitaba corregir algunas cosas, sin embargo… la conversación se estancó.

Ella no entendía, en serio no entendía porque todos reaccionaron como lo hicieron y yo no encontré la forma correcta para explicarlo. Para que lo entendiera.

Mientras la observaba regresar a su habitación mi cabeza comenzó a trazar algunos planes de contingencia para ella, un plan A, B, C… todo al alfabeto. Pero tal vez, ahora que estaba bien, quizás era momento de que Lady Verónica volviera a tratar de educarla.

La mañana siguiente finalmente fue momento de los bautizos y los debuts de invierno, pero también fue el momento para el compromiso de mi hermana adoptiva. Que su prometido fuera Sumo Obispo en Dunkelfelger dejaba pocos momentos libres.

Escuchaba los murmullos de asombro y admiración desde el lugar en el que estaba esperando. Cuando salí, comprendí el alboroto. El salón estaba decorado de una forma encantadora, irradiaba belleza.

'Rozemyne se lució con la decoración.' Pensé mientras la veía sonreír sentada en una mesa, observando con orgullo a Brunhilde.

A petición de mi hermana, yo me hice cargo de dirigir la ceremonia. Werdekraft se las arregló para cultivar un raffel en mi hermana, quien, a diferencia mía, no lo negó cuando se lo cuestioné. Me alegraba que ella también pudiese vivir un matrimonio lleno de amor.

Con el compromiso finalizado, los eruditos se movieron para acomodar el salón de actos y Rozemyne subió al escenario, usando ahora sus hábitos blancos, saludo con voz fuerte y dirigió los bautizos y debuts de los nuevos hijos de Eisenreich.

El primer día en la sala de niños, al fin conocí a los mellizos. Fue divertido porque eran como el Yin y el Yan. Uno tenía ojos negros y cabello blanco en tanto el otro tenía cabello negro y ojos blancos, o al menos parecían blancos, los niños bautizados como Volker y Süssmann respectivamente, entrarían a la academia ese año como caballero y asistente, respectivamente, aunque claro, como todos nosotros, llegado el momento tomarían también el curso de eruditos. Como Freida, ellos fueron bautizados como mednobles. Aunque según me dijo Rozemyne, poco les faltó para alcanzar el rango de archinoble. Además, en su ceremonia de protección divina consiguieron obtener cuatro colores cada uno.

Mis días avanzaron con las ultimas preparaciones para volver a la academia

Durante la cena, después de que los estudiantes de primer año llegaron, mi prometida se levantó dando una fuerte palmada y mirando a los estudiantes antes de hablar.

"Estoy un poco decepcionada con ustedes", comenzó su discurso y vi a varios alumnos ponerse blancos. "Han tenido acceso a materiales educativos, diseñados tanto por Ferdinand como por mí, pero sus calificaciones dejan mucho que desear, también su tiempo de respuesta…"

Intenté tomarla de la mano y volver a sentarla sin entender que pasaba de repente con su declaración.

"Así que, los dividiré", anunció de pronto. "Formaran equipos con su especialidad. Primero y segundo serán grupos aparte. El primer grupo que termine las clases recibirá una recompensa. ¿Qué les parece un postre nuevo que no he presentado y no presentaré si no hasta el próximo invierno?", inquirió.

Su sonrisa se esfumo luego de permitir que el silencio se extendiera por varios momentos, estaba muy seguro qué muchos comenzaban a imaginar ese postre no presentado.

"Por otro lado… el último grupo en finalizar recibirá un castigo." Eso pareció encenderlos más que la recompensa prometida. Sentí los ojos de todos sobre nosotros, algo que mi novia también notó. "Mis sacerdotes y doncellas estarán todos ellos en un grupo aparte, después de todo, toman dos o tres cursos. ¡No sería justo para ningún equipo si tuviesen que esperar a que terminaran uno para comenzar otro!"

La desesperación en algunos alumnos era palpable ahora.

"Ah, antes de que lo olvide. Si alguno de los grupos finaliza antes que mis sacerdotes y doncellas, les daré una recompensa de dos oros a cada miembro del equipo ganador."

Los estudiantes entonces se apresuraron a terminar sus cenas y se dividieron en grupos, recordándome de pronto la tensión provocada por los exámenes finales en la preparatoria y en la universidad.

"Lamento haber llegado tarde, Milady."

Clarisa. La joven castaña que abandonó Dunkelfelger para vivir como una doncella del santuario en Eisenreich estaba de pie frente a mí. Con todo lo que pasó en el año, me olvidé por completo de la joven.

Rozemyne la trató solo como una doncella más, como tal no estaba dentro de las jóvenes de su sequito, no podía tratarla de ese modo, pero la joven perseveró pese a todo y ahora estaba de vuelta en la vida secular. Temía que mi prometida lo pospusiera más tiempo o que Clarisa no cumpliera con sus expectativas, fue un alivio ver que no fue el caso.

"Me alegra ver que llegaste bien, ¿qué sucedió? ¿La gracia de Dregarnuhr no fue suficiente? ¿…o quizás Glücklität te visitó?", la preocupación de Rozemyne por la joven parecía genuina, algo que conmovió a la castaña, aun si ocultó sus emociones bajo una perfecta mascara noble.

"Lamento profundamente haberla preocupado, Milady, yo traté de volver a tiempo, sin embargo, conseguí algo de información de último momento sobre varios de los ducados altos de improviso. No podía dejar pasar la oportunidad sabiendo que le será de gran ayuda dentro de poco. Le informaré más tarde, cuando la ayude a cambiarse para la noche."

Cuando los adultos interrumpieron para enviarnos a dormir, Rozemyne se aseguró de informar que el grupo con peores calificaciones también sería castigado.

.

Tres días después, llegó el momento de la reunión de confraternidad.

Rozemyne estaba un poco nerviosa, ya que se perdió la reunión de su primer año, sin embargo, apenas los saludos iniciaron, y Eglantine nos felicitó por nuestro compromiso, se tranquilizó.

Cuando terminamos los saludos a la realeza y a Dunkelfelger, nos sentamos y recibimos los saludos de los demás ducados. Nadie ocultó su interés en Rozemyne, algunos incluso insinuaron un cortejo con ella como segundo o tercer consorte. Algunas candidatas hicieron lo mismo conmigo. Pero por alguna razón, en ambos casos, después de las primeras palabras, se ponían lívidos y se disculpaban.

"Lo bueno es que no tienes una rifa por mi hermanita", masculló Sylvester antes de comenzar a comer.

Al regresar al dormitorio, después de la reunión, los estudiantes volvieron a dividirse comenzando sus estudios con más animo que nunca. Me moví junto a mis compañeros del templo a una sala lateral, sorprendiéndome cuando vi a mi novia seguirme. Con ella venían Conrad y los mellizos.

"Rozemyne", la llamé cuando se sentó junto a los mellizos y Conrad en una mesa "¿no deberían ustedes cuatro quedarse con los grupos de primero y segundo?", pregunté por curiosidad.

"¿Por qué lo haría?" preguntó en cambio. "Hacerlo solo dará una ventaja, no se trata de eso. Se trata de que se pulan a sí mismos."

Entendía su posición. Ella era muy buena detectando las debilidades de los demás, así que, si participaba, guiaría irremediablemente a segundo a la victoria.

"Conrad, Volker y Süssmann son tan hábiles como ustedes en sus primeros años. Lo que llevaría a ambos grupos a obtener ventaja sobre los otros equipos." Dijo ella mirándome con seriedad. "Lo dije antes, los miembros del clero son un equipo independiente. Yo misma soy la Sumo Obispa… además, usaré la competencia para buscar posibles asistentes", me dijo de pronto. Sentí un poco de tranquilidad antes de que su sonrisa se profundizara un poco más, "y para medir a los estudiantes que ya seleccioné." Finalizó encogiéndose de hombros.

.

"Rozemyne, ¿por qué no aceptas?" preguntó Sylvester entrando de pronto. Descolocándome.

"Querido hermano, estoy muy segura de que Ferdinand o Brunhilde te darán asesorías o ayuda si lo solicitas, pero primero son sacerdotes y doncellas, eso no cambia."

"¡Sin un grupo no puedo competir!" se quejó.

"Ya que no tienes un grupo, tengo una recompensa especial para ti. Si obtienes un puesto como estudiante de honor, te daré una receta especial a ti, algo que puedas usar para ayudar a tu prometida cuando se mude a Eisenreich. Si obtienes el mejor, te daré lo que quieras… de hecho, ¿no querías mi método de compresión?"

"Si… si, pero… dijiste que no lo darías libremente."

"Y lo mantengo. Pero si obtienes el mejor, te lo daré gratis y la oportunidad de compartirlo con tus prometidas. Claro, solo deberán pagar por el contrato nivel país de no divulgación… o jurar a la diosa de la luz. Lo que decidas."

Vi a mi primo asentir antes de retirarse a estudiar por su cuenta.

Nosotros mismos nos dividimos en asistentes, caballeros y candidatos, según nuestro curso principal. Primero y segundo también estaban estudiando por su cuenta.

Cuando fue momento para un descanso, me senté junto a mi prometida. No sabía que estaba pensando vender su método de compresión.

"No planeaba hacerlo, pero… estoy preocupada por el jardín de los dioses, por lo que me parece que es necesario."

"¿Estas bien compartiendo tu método?", le pregunté preocupado.

"Estoy bien. Cuando lo desarrollé era un instinto de supervivencia. Si lo veo como un medio para aumentar el maná en el jardín, es más fácil para mí." Me miró un momento antes de desviar la vista y pasarme una herramienta antiescuchas. "No puedo aceptar estar dos años sin hacer nada para mejorar el ducado."

La mire antes de ocultarla en mi capa y robarle un beso. Aprovechándome de que no había adultos ahora, ya que estaban preparando té y bocadillos.

"Además, puedo venderlo incluso a los adultos", siguió como si no la hubiese interrumpido, pero con sus mejillas sonrojadas, "Alerah comenzó a usarlo. Aun no puede sentir a Laurenz, pero está segura de que su nivel de maná aumento."

"¿Cómo está segura?"

Mi novia sonrío. Alerah se volvió su favorita en algún momento y por algún motivo que no alcanzaba a comprender.

No podía decir que me alegrara. Y odiaba reconocerlo, pero era gracias a esa… asistente que Rozemyne comenzó a abrirse a nuevos asistentes.

"Le enseñé a comprimir. Aun no puede sentir a Laurenz, pero ahora puede sentir a varios archinobles que antes no podía. Ella ya es adulta, su periodo de crecimiento finalizó, así que estaba un poco desanimada pensando que nunca podría alcanzarlo. Después de todo, ella es una mednoble en el rango inferior, Laurenz es un archinoble en el lado más fuerte, cercano a la casa archiducal." Recordó. "Fue en la socialización de invierno que lo notó. Su nivel actual es el de un archinoble en el rango inferior. En fin. Freida me ayudó a elegir un precio justo para vender mi método. Un oro y una plata grandes para los archinobles, un oro grande para los mednobles, y tres oros pequeños y cinco pequeñas platas para los laynobles. Creo que es justo. Son los laynobles quienes más lo necesitan."

"¿Alerah pudo pagar eso?", sabía que la chica tenía dinero ahorrado, pero desde que cortó con su familia y se unió al templo el dinero que recibía del ducado era menor.

Si bien un oro grande no parecía demasiado, considerando que tenía otros gastos, no podía imaginar que se desprendiera de un gran oro con facilidad.

"Está en proceso de adquirir una fortuna, solo necesita terminar de crear las bases para su empresa. Pero no, no puede pagarlo. Tampoco se lo cobré."

"Rozemyne, ¿segura que es un costo justo?", pregunte después de un momento. Yo tenía mi propia fuente de ingresos, pero la mayoría no tenía tanto dinero para gastar con libertad. Una familia de cinco como la mía, tendría problemas para dar esa tarifa.

"¡No te preocupes por eso!" desestimó divertida. "Solo pido una tercera parte del total para enseñarles. Tendrán todo un año para pagar el resto. La mayoría se concentrará en comprar primero el método para sus hijos y después para ellos. También puedo dar trabajo a los hijos para costear parte de su total. Y aquellos que se unan al templo como sacerdotes y doncellas reciben un descuento del diez por ciento."

La miré en silencio hasta que los adultos entraron con té y bocadillos. Era en momentos como este que recordaba que mi novia puede ser una japonesa reencarnada, pero no tiene los recuerdos de su vida pasada, más allá del conocimiento.

Sus luchas internas son por completo diferentes a las mías.

"¿Sabes? Creo que cuando Alerah al fin logre poner su empresa, vas a ser muy feliz. Le prometí ser su primera clienta."

Estaba a punto de preguntar, bastante desconfiado al tratarse de esa mujer desvergonzada cuando los adultos comenzaron a servirnos y Rozemyne, convenientemente, cambió el tema a nuestras empresas y su emoción porque yo presentara mi tabla periódica este año.

Para cuando quise retomar el asunto de Alerah, Clarissa ya estaba junto a nosotros, esperando para llevarse a Rozemyne arriba para cambiarla y ponerla a dormir, dejándome con la duda.

'Tendré que preguntarle a Laurenz… aunque tratándose de Laurenz, no estoy tan seguro de querer preguntarle nada.'