Capítulo 6
Azize cerró los ojos no bien él se separó de ella y sintió la respiración agitada de él sobre sus labios.
-Azize…- dijo él, tratando de recuperarse y ella abrió los ojos y se perdió en los de él.
Cevdet quiso seguir hablando, pero lo único que pudo fue gesticular, como buscando palabras que nunca llegaron a sus labios…
-¿Qué? - preguntó ella para darle la oportunidad y ante su silencio, se quedó mirando sus labios.
Él rompió el contacto visual, estaba nervioso, era la primera vez que ella lo veía así…
-Cevdet…- dijo ella y lo tomó de la barba un momento, para que él volviera a mirarla.
-Lo siento… soy un incapaz en los temas… en estos temas… y no quiero cometer errores… no contigo…
-Bien… te lo agradezco…- le dijo ella. Estaban cerca, no se habían alejado ni un milímetro.
-Simplemente… me dejé llevar… no sé qué más decirte…- dijo y volvió a bajar la vista.
-Entiendo…- dijo ella con algo de desilusión, ella sabía muy bien lo que ambos habían sentido, pero evidentemente él tenía dudas y Azize consideró que no era el momento para decirle todo lo que ella había sentido, que era muy real…
-Disculpen… ¿es usted Azize, la periodista? - dijo un joven con una sonrisa algo tímida.
-Hace siglos que nadie me llama así…- dijo con una sonrisa sincera ella y se separó de Cevdet.
-Yo… disculpe… ¿podemos tomarnos una foto? Yo… la admiro mucho… su trabajo es increíble...
-Muchas gracias…- dijo ella y el joven tomó su móvil y encendió la cámara para sacar una selfie.
-Soy fotógrafo… mi deseo es cubrir eventos bélicos… soy un fanático de sus informes, señora…
-Te lo agradezco muchísimo… ¿cuál es tu nombre? - le preguntó luego de la foto.
-Turan…
-Encantada… espero que puedas conseguir lo que deseas en esta carrera que es bastante complicada pero igual de apasionante…
-Muchas gracias… fue un honor conocerla…
Azize sonrió y se quedó mirando al joven mientras se iba…
-¿Volvemos a casa? - preguntó Cevdet, que ya se había recuperado.
-Sí… por supuesto… si voy a hacer esa prueba, quiero estar preparada…
-Así es…- dijo él y luego de pagar la cuenta del bar, la acompañó y subieron al auto.
Cevdet encendió la radio y se distendió un poco cuando vio que ella tarareaba por lo bajo un par de canciones que se escucharon. Parecía distendida, no contrariada u ofendida por los besos que habían compartido…
Un rato después, llegaron y ella subió las escaleras, él la observó desde abajo…
-¿Puedo usar el estudio? - le preguntó.
-Es todo tuyo…- dijo y ella sintió que su cuerpo reaccionaba levemente a su voz.
Azize asintió y cuando desaparecía de su vista, él insistió.
-Si quieres puedo grabarte así te ves y sacas conclusiones… por si quieres cambiar algo…
-Creí que tendrías cosas que hacer… si me ayudaras te lo agradecería…- dijo ella y él sonrió y subió para ir al estudio con ella.
Mientras Cevdet preparaba la cámara casera y la colocaba en el trípode para poder grabar su lectura, ella buscó entre las cartas para elegir una que no hubiera leído antes…
Cuando estuvo lista, sentada en uno de los silloncitos frente al escritorio, con la carta entre sus manos, miró hacia la cámara y asintió, para que Cevdet comenzara a grabar…
-"Levent, mi héroe: siguen pasando los días y no tengo noticias tuyas. Mi corazón se achica de dolor con solo contemplar la idea de no poder volver a verte, escuchar tu voz, dormir entre tus brazos luego de entregarnos al amor…- dijo y levantó la vista hacia la cámara y por supuesto, hacia él- nuestros hijos te echan de menos, tu madre vive preguntándome si tengo noticias tuyas, muchos perdieron las esperanzas, pero yo no las pierdo porque ansío volver a sentir la dulzura de tus labios en los míos… te necesito tanto…"- terminó y cuando volvió a mirar hacia la cámara, Cevdet notó que lloraba.
Dejó de grabar y vio que ella se secaba la cara, aún algo sentida.
-Creo que ya te lo dije… pero es increíble escucharte…- dijo él con sinceridad y ella sonrió algo inhibida.
Azize asintió y terminó de recomponerse. Miraron la grabación juntos y ella asintió.
-¿Lo ves?- le preguntó él.
-¿Crees que debería subir el volumen de mi voz?
-Así como lo leíste está perfecto… tiene el volumen adecuado y la intención clara, conmovedora… no cambies nada…- dijo él y ella se perdió en sus ojos.
-Bien… lo haré así…- dijo ella y se acercó a la ventana.
-Te ves cansada…
-Lo estoy…
-Tómate la tarde libre… haz lo que tengas ganas…- dijo cuando se detuvo a su lado, también observando por la ventana.
Azize estuvo a punto de pedirle que la acompañara, pero lógicamente se reprimió.
-¿Puedo usar tu auto?
-Sí, por supuesto… ¿necesitas a Yakup?
-A no ser que no confíes en mis aptitudes para manejarlo…
-No es así… solo es una cuestión de comodidad… puedes usarlo cuando quieras…- dijo y ella asintió.
Caminó por el jardín hacia el lugar donde siempre guardaban el auto y sintió que se escapaba…
Charló un momento con Yakup, que se sorprendió un poco cuando ella le pidió las llaves del auto y le ofreció llevarla…
-No te preocupes, sé donde voy y por supuesto, tengo GPS en el móvil por si surge alguna duda…
Azize se subió al auto y se encaminó hacia la ciudad. La realidad era que no se había llevado demasiada ropa y se sentía incómoda usando siempre la misma.
Un rato después estacionó en un centro comercial y se dedicó a comprar algunos artículos que creía necesarios, además de ropa, por supuesto…
Antes de regresar, pasó por el "Dante Kafe" y tomó un té mientras observaba el devenir del mar sobre las rocas y la arena de la costa…
Cerró los ojos al recordar lo que había ocurrido tan solo unas horas antes en ese mismo lugar y tocó sus labios, evocando el momento…
Decidió volver cuando comenzaba a oscurecer y llegó justo antes del atardecer. Le pidió a Yakup ayuda para que le llevara todo lo que había comprado a su habitación.
Lo encontró a Cevdet en el mismo lugar que el primer día, sentado, observando la puesta del sol.
Se acercó en silencio, él estaba tan absorto observando que no la escuchó…
-Me pregunto si los amaneceres aquí son tan bellos como los atardeceres…- dijo en voz baja y él no se sobresaltó, a pesar de no haber notado su presencia, de alguna manera la presintió.
-Siéntate aquí…- le dijo y palmeó el lugar a su lado.
-¿Qué pasa? - le preguntó ella luego de sentarse.
Cevdet giró su cabeza y la observó justo en el momento en que el sol se desaparecía
Azize lo miró luego y sonrió.
-Si quieres podríamos despertarnos mañana temprano para que descubras si el amanecer logra opacar en algo al atardecer…- dijo y Azize asintió.
-Por supuesto…- dijo.
-Bien… golpearé tu puerta a las 5:30, unos minutos antes…
-Te esperaré…- le dijo ella.
Un rato después, decidieron que cenarían temprano para poder descansar suficiente y se quedaron intercambiando ideas sobre el documental… Azize interesada en un nuevo rumbo que iba tomando el que ella creyó sería un documental corriente…
-La verdad es que la guerra y la Independencia fueron contadas innumerables veces… he visto distintas versiones, pero este documental, contado desde la gente común, vivenciando todo lo que ocurrió, las idas y vueltas, los amores, la felicidad trunca en algunos casos, el deseo de superación… me encanta la idea…
-Gracias…- dijo él.
Antes de ir a dormir, él la acompañó hasta la puerta de su habitación, como hacía siempre y ella se despidió de él levantando la mano sonriente.
-Estaré aquí antes del amanecer…- le dijo y ella asintió antes de cerrar la puerta.
Azize se cambió y se recostó en la cama. Tardó un poco en dormirse y lógicamente, volvió a revivir los besos con Cevdet… se sentía una tonta por no poder animarse a decirle que se moría de ganas de volver a besarlo, sentirlo cerca, perderse en sus ojos con esa especie de complicidad que se había generado entre ellos… ¿a qué le tenía miedo él? ¿a su rechazo?
Se quedó dormida y se despertó con los golpecitos de él en su puerta. Abrió los ojos y demoró unos instantes en despertarse y tomar consciencia.
Se levantó y se puso la bata. Abrió la puerta y se encontró con un par de ojos tan azules que le quitaron el aliento…
-Buenos días…- dijo adormilada y él sonrió.
-Técnicamente, aún no…- le respondió y estiró su mano para tomar la de ella.
Azize lo siguió y supo que lo hubiera seguido hasta el fin del mundo. Sintió que su corazón se aceleraba cuando él la llevó y traspasó la puerta de su habitación.
Pasó al lado de su cama deshecha y siguieron rumbo hacia la terraza que se ubicaba a continuación, y que daba a la parte trasera de la casa…
Cevdet apuró el paso y llegaron hasta el balcón. Azize creyó que él soltaría su mano, pero eso no sucedió.
Algunas nubes tapaban un poco el lugar donde el cielo había comenzado a aclarar.
Son las ventajas de vivir en un lugar alto y sin mucho alrededor… suelo decir que el atardecer tiene el mar, que es un marco invalorable… espero tu opinión sobre el amanecer…
Azize alzó las cejas y ambos miraron hacia el horizonte cuando el sol apareció entre las nubes, iluminándolos…
Entrecerró los ojos para observar mejor y apretó la mano de Cevdet, que estaba casi pegado a ella…
Se quedaron un momento en silencio, contemplando el espectáculo y luego ella giró la cabeza y lo miró.
-Es verdad… falta el mar… los atardeceres son muy bellos… pero el amanecer desde aquí no tiene nada que envidiarle…
-Me alegra que lo hayas disfrutado…
-Lo hice…- dijo ella con una sonrisa y cuando él le devolvía otra idéntica, apoyó su mano en la barba de él y miró sus labios.
Cevdet sintió que su corazón se aceleraba y ella no le dio demasiado tiempo a reaccionar. Sus labios lo acariciaron con suavidad y lo hicieron suspirar.
Él la acercó a su cuerpo instintivamente y el beso se profundizó un poco. Azize quiso reír a carcajadas, pero solo se limitó a disfrutar de ese pequeño arrebato.
Ella misma interrumpió el beso luego de un momento y bajó la vista. Pero volvió a mirarlo, agitado, con los ojos entornados, tratando de controlarse…
-Lo siento… creo que yo también me dejé llevar…- dijo en voz baja y sonrió al verlo sonrojar- buenos días…- le dijo y él balbuceó una respuesta.
Inspiró hondo y luego de torturarlo un momento más con su mirada cargada de complicidad, caminó hacia la habitación, se mordió el labio al pasar otra vez por la cama de él y salió, buscando la protección de su habitación… y sintiendo que le había dejado más que claro que ella sentía lo mismo que él…
Espero que estén disfrutando esta historia tanto como yo! Gracias por leer! Nos vemos en el próximo!
