—¿¡Que pasa?! —pregunta Miguel.

—Pregúntale a Belcebú —suelta Gabriel.

—¿Queeé teee pasa? —protesta Belcebú.

—Nada en lo absoluto, ¿qué te pasa a ti? —protesta él.

Belcebú bufa y le hace los ojos en blanco pensando que ya no va a hablar, que a ella que le importa todo este lío.

—Anda, vamos a tomarnos un descanso —decide Gabriel también.

Belcebú se levanta y se le acerca a Gabriel conciliadoramente. Él pone los ojos en blanco.

—¿Estás bien?

—Sí. ¿Y tú?

—Siiii….

Miguel saca su teléfono y vacila un poco antes de mandarle un mensaje a Dalquiel.

"Hola"

Dalquiel... se va a tardar un rato con esto porque... estamos un poco ocupados aquí arriba y... como se ha puesto la armadura no sé si el teléfono de Dalquiel le ha importado mucho y... además es un teléfono distinto al suyo ¿Y cómo coño funciona?

Funciona bien en comparación al tuyo.

Probablemente eso es porque a él siempre le tocan mierdas viejas de alguien o teléfonos robados. Igualmente, sí conoce a los ángeles y sabe que no llevarlo es raro, así que...

"Hey, ya no te oigo gritar, ¿enmudeciste?"

"Me he ido, obviamente. ¿Qué haces en el cielo?"

"Nada tan divertido, really. Some deeds here and there. No te pierdes de mucho, no te sientas mal"

"No me siento mal, no seas idiota. Tú, ehm…"

"¿Cómo te va a ti en tu junta de Arcángeles? ¿Te van a permitir venir a cortarme la cabeza? ¿Ya les has convencido de liderar el ejercito del infierno?" no se puede decir que no te conozca...

Ugh!

"¡Esto no va a durarte mucho tiempo! Disfrútalo"

"Mientras tus amigos sigan con planes así de brillantes... GABRIEL les ha escrito a todos quien soy... me ha costado tres minutos que creyeran que era Belcebú intentando suplantarle y mermar nuestras buenas relaciones. Brillante, de verdad"

"¡¿Y te han creído?!"

"Pues claro que me han creído, son ángeles"

"No me pongas "Son ángeles" así como si fuéramos idiotas"

"¿Te han hablado de los sinónimos?"

"No somos idiotas, idiota."

"Algunos más que otros. Claramente"

Miguel bufa, como siempre.

Dalquiel sigue a Raziel por el pasillo laaaaargo y blanco e inmaculado que lleva a la sala del libro de los secretos ya han pasado por varias puertas de seguridad y les quedan unas cuantas más porque esto parece la introducción de súper agente ochenta y seis. Va mirando el teléfono de reojito y sonriendo como un idiota de un chiste que nadie le ha contado, prestando menos atención a los sistemas de seguridad de lo que debería, sinceramente.

"Otros lo único que saben hacer es insultar. No sé ni para que te escribo…"

"Lo dice que la que no parece saber más palabras que 《idiota》"

Raziel le hace pasar por un lector digital, de retina, de esputo, de lengua, de pies...

"Estoy viendo vuestros sistemas de seguridad de mierda. Muy impresionantes, muy inefectivos. Hay hasta uno de voz... ¿sabes lo que les pasa a la voz de los ángeles cuando un demonio les quita su flor?"

"¿Qué les pasa a la voz de los ángeles?"

"Pídele a tu amigo Gabriel que te cante."

Miguel parpadea con eso y mira a Gabriel.

"¿Qué va a pasar? Ya no van a… ¡No voy a hacer eso que me van a pedir cantar a mí!"

"O sube aquí y..." deja ese mensaje sin enviar... hasta que la idiota de Raziel tiene que dar un paso atrás quien sabe para que y le da un golpe en la mano haciendo que lo mande.

"Has eliminado este mensaje"

Uuuuuhhhhhh

"Pues cántales, a estas alturas ya qué más da."

"Has dicho que suba."

"Era... un mensaje para alguien más" Miente sonrojándose e ignorando las explicaciones de Raziel sobre que este es el punto más cercano al que se puede acceder y que de todos lodos el libro se escribe él solo y que es en tinta invisible y en un idioma incomprensible.

"Oh…" Miguel heartbroken as usual.

Ojos en blanco de Dalquiel. Pero Raziel insiste, pues que así es, no es como que... es... esto es lo que hay.

"¿Para quién?"

"No te voy a contar a mis planes a no ser que planees espiar para mi."

"¿Ahora quieres que espíe para ti? ¿A cambio de qué?"

"Pues contraespionaje, Miguel, no van a ser besos a no ser que insistas."

"Nadie ha pedido absolutamente ningún beso."

"Salvo tú, el otro día, en el apartamento de Londres."

Miguel frunce el ceño porque... joder, Lucifer. Pues lo hiciste.

"Tú me lo diste, así que... estamos tablas."

Ojos en blanco.

"No te imaginas lo bien que me sienta tu armadura de comandante general del ejército celestial" Asegura y piensa que... debería hacerse una selfie con la armadura puesta. Y piensa que quisiera verse como si mismo y no como el idiota de Dalquiel, así que debería ir a encerrarse a algún lugar donde nadie pueda verle modificar su aspecto... a ver si puede volver a salir de la caja de seguridad ridícula esta que tienen e ir a su despacho.

Es probable que en unos veinte minutos consiga escaparse de ahí y hacerlos sin haberse enterado de nada del libro de los secretos que igual parece algo bastante inútil. Se hace unas cuantas... menos de doscientas, digámoslo así, porque el señor Soberbia... es complicado, no creo que le haga mucho caso en un buen rato.

Cielos. ¿Pero ha llevado su cuerpo?

No, pero puede cambiar el aspecto de Dalquiel a base de chasquidos. Si el despacho está bien cerrado y los vidrios se vuelven translucidos un ratito. Sospechoso, pero... son ángeles y parecían bastante convencidos del asunto de Belcebú.

Si, si que es sospechoso, pero son ángeles. Maldita sea.

"¡Que te va a sentar bien MI armadura! ¡Es mía!"

—Bueno... ehm... porque no terminamos esto ya, ¿eh? —protesta Gabriel de repente para todos—. Cuanto más tiempo esté ese imbécil en el cielo, más en peligro van a estar todos los ángeles.

Gabriel todo enfadado.

¡Pues es que, Belcebú!

No debería estar tan enfadaoooo.

A lo mejor podrías habértelo llevado a un rincón discreto y convencerle que los labios ardientes son los suyos.

Pues eso estaba intentandoooo.

Vaaale, vale. Igualmente hay que darse prisa con esto.

"Un poco de información a cambio de un poco de información siempre ha funcionado bien y favorecido tanto al cielo como al infierno..."

Ahora se está haciendo selfies... es como la peor actividad que podías ponerle a hacer.

Ojos en blancooooo.

—Bueno, Miguel... ¿has pensado en la carta en el descanso? —pregunta Raguel, sentándose otra vez y tomando la pluma.

—Yo creo que deberías firmarla como "Señora de Morningstar" —comenta Uriel, que eso es lo máximo que se le ha ocurrido.

—Ugh. Pues… es que podría dictarles algo pero va a empezar a quej… whaaaat?

—"Prometida", quizás, así haríamos implícito el pacto verbal en un documento escrito —secunda Gabriel.

—Ugh… en realidad, cada vez pienso menos que él quiera hacer esto.

—Pues querer no va a querer igual que no queremos el resto —Leviatán se encoge de hombros.

Los OJOS que le echa Azrael y Belcebú se aclara un poco la garganta.

—Tampoco podéis reprenderle por tener algún criterio —comenta Aamón sobre Lucifer.

—¿Pero porque dices eso? —pregunta Remiel a Miguel.

Miguel suspira, porque siempre termina pensando que... Lucifer... bueh. Ugh. Y no creas que no te oímos, Aamón… tú y tu odio infinito. Lo ignoramos, PERO ACTIVAMENTE. ¡Ningún criterio!

—Bueno, esto es para ayudarte, Miguel, justamente. Así matamos dos pájaros de un tiro —comenta Gabriel.

—Pues porque no estoy segura de que le merezca... esto.

—¿Por qué no? —sigue Remiel, incomodito con esto.

Miguel mira el teléfono de reojo.

—A momentos parece que… fuera el de siempre. Y a veces… es como que fuera un ente completamente diferente.

—¿En qué sentido? —Remiel le toma las manos, para confortarla.

—Es imposible confiar en él... Un día parece una cosa y al día siguiente parece que lo único que quiere es... engañarme y tomar el cielo.

—Bueno, es... un demonio... A eso se dedican.

—Lo que hace difícil pensar que hay que CASARSE con ellos.

—La señal fue muy clara, Miguel —replica Gabriel.

—¿Y no podría ser...? —empieza Remiel y mira a Raguel—. ¿Y si nos hemos equivocado y el demonio de Miguel es otro y Lucifer es el de... Sari, por ejemplo?

—Ay, por favor... —protesta Leviatán poniendo los ojos en blanco—. Todo el infierno sabe que Lucifer moja las bragas con esta idiota. Hace seis mil años que nos burlamos de él con esto. ¿En serio sois TAN DENSOS?

Miguel parpadea y mira a Leviatán. SONROJÁNDOSE. Venga, alguien le tiene que preguntar algo así como... "¿Seguro? Pero ¿por qué lo dices?" ella... no se atreve pero ALGUIEN debería preguntarle.

—Bueno... en realidad sí parece la pareja más obvia —asegura Uriel.

—Claro que lo parece, porque lo son. O sea, ¿estos dos? —Leviatán señala a Aamón y a Raguel—. Por lo visto llevan como dos mil años y nadie sabía ni mierda. Pero Lucifer... es que parecéis tontos.

Es que Miguel no se atreve ni a moverse

Aamón pone los ojos en blanco, porque no piensa ayudar a la idiota de Miguel en esto.

—Pues es que considerando la historia que tienen ellos... —comenta Sariel un poco de acuerdo con Uriel.

—Pues justamente, no creo que haya discusión al respecto —Gabriel se encoge de hombros porque tampoco entiende del todo porque Miguel sigue dudando.

Raguel se humedece los labios porque es que... a ÉL le parece que no hay mejor pareja de Ángel/Demonio que él y Aamón. O sea, no existe la más minúscula oportunidad de que alguna otra pareja pueda... ser siquiera remotamente mejor. Ni siquiera Miguel/Lucifer.

—Mira, de verdad no sé qué esperas de él, parece que no le conoces. Belcebú te lo ha dicho y ahora te lo digo yo. No puedes esperar de él que venga y te lo aclare por las buenas. Se lo come el orgullo antes que hacer eso, pero es que de verdad que aun estemos en este punto hasta deja de ser divertido —sigue Leviatán para Miguel. El rapapolvo. Resumen: Miguel, espabila.

—E-Es que... l-las señales... —balbucea estúpidamente miguel.

—¿Qué señales?

Le va a llegar ahora el selfie porque por lo visto Miguel necesita un poco de... está frente al espejo, guiñando un ojo y con la lengua metida entre dos dedos mientras con la otra mano se sujeta la faldita de la armadura.

—De que no le g... —mira el teléfono, vacila un segundo y SE SONROJA muriéndose de la vergüenza. Otra vez... ¡el calor entre las piernas!

—¿Qué? —pregunta Uriel al notar que no acaba la frase y la verdad, al notar que está mirando el teléfono va a intentar quitárselo.

UGH. Miguel por lo visto nunca termina sus frases.

—¿Ese es él? ¿Te está mandado selfies AHORA? —pregunta Uriel intentando ver.

—No me está... ¡No me está mandando selfies! —chilla Miguel, intentando quitarlo del alcance de Uriel bastante torpemente.

TODOS los demonios ponen los ojos en blanco, porque... todos aquí haciendo el idiota y Lucifer mandándole selfies a Miguel!

—¿A ver? —pide Leviatán, porque no parece que ningún ángel vaya a tener algún tipo de curiosidad nunca jamás en la vida.

—¡N-No! —chillonea un poquito

Leviatán chasquea los dedos y ahí está el teléfono de Miguel en sus manos, se lo muestra a cualquiera que quiera verlo a su alrededor.

—Ehhh! —chillonea Miguel pero la muy idiota no se lo quita con un chasquido.

Así te va a volver a mandar Selfies, di que sí.

Ugh.

—Vengaaaa —Miguel sí se le echa encima a Leviatán para quitárselo.

—En serio, si esto no te parece una insinuación sexual... —Leviatán la deja que se lo quite, tampoco va a pelear con MIGUEL por esto.

—Hace rato me dijo que si subía... y luego borró el mensaje —se lo guarda igual, queriendo verlo con DETALLE más tarde.

—¡Pues sube! Tienes que subir, Miguel —exclama Gabriel considerando esto la opción perfecta.

—Pero ¿cómo va a saber el que subo a eso y no a... otra cosa?

—¿Por qué no ponemos eso en el mensaje? —propone Remiel.

—¡VÍSTETE para ESO! —chillonea Belcebú, empezando a impacientarse con esto.

—Por ejemplo. Incluso insinuarlo en el mensaje —asiente Aamón.

—Y si todo eso falla, lo desnudas a él —Leviatán se encoge de hombros.

—¿Y-Yo?

—Pues no querrás que estemos todos ahí contigo cuando esto pase... —le asegura Leviatán.

—N-No, no. NO. P-Pero...¡¿YO DESNUDARLE A ÉL?!

—No es difícil, fíjate —Leviatán chasquea los dedos y desnuda a Azrael, por supuesto.

Cabrón. ¡El grito! todo varonil.

—Es posible que obtengas esa reacción, es perfectamente normal —sigue Leviatán mirando a Azrael, porque tampoco es tonto y se va a perder el espectáculo.

Azrael se cubre las... regiones angelicales. La verdad, los demás también están mirado a Azrael.

Gabriel levanta una ceja con media sonrisita porque no se puede decir que no tenga gracia cuando se lo están haciendo a Azrael.

—Ugh! Leviataaaaaán! —protesta Azrael, sonrojándose.

—¿Lo ves? Lo que viene a continuación depende de ti. No puedo hacerte una demostración, porque yo ya estoy bastante en la cuerda floja últimamente, pero pillas el punto —sigue Leviatán para Miguel.

"No puedo hacerte una demostración porque no eres Gabriel" Piensa Azrael con voz de Leviatán "Ni piidi hicirti ini dimistriciin pirqui ni iris Gibriil"

No es eso lo que ha dicho, pero sí se gira a él con una de esas SONRISAS.

Igualmente aunque no sea lo que ha dicho es lo que él ha entendido que ha dicho en su celosa mente.

—E-Estás pidiéndome que... c-casi casi... asalte a... Lu-Lucifer.

—Puedes verlo de este modo... O... tú eres un ángel, lo que haces es el bien. Esta es la manera de humillarle donde más le duele. Herirle el orgullo es peor que cortarle la cabeza si lo piensas detenidamente —sigue, relamiéndose de la envidia de Azrael.

Ojos en blanco de Aamón con eso.

—No entiendo cuál es la manera de humillarle…

—Si consigues seducirle exponer sus verdaderos deseos...

—¿Esa es la manea de humillarte a ti?

—No, yo soy muy abierto en cuanto a mis deseos y no dejo en lo absoluto que ello me avergüence. Pero por lo visto él sí es así.

—Es sospechoso que digas eso así —asegura Azrael sin creerle.

—Todo lo que yo digo es sospechoso para ti —Ojos en blanco de Leviatán.

—Pues un poco, sí.

—Bueno, volviendo al asunto. Yo no creo que sea Miguel la que tenga que hacer eso —replica Uriel.

—¿Y quién quieres que lo haga? —pregunta Belcebú.

"¿Quieres que lo haga yo?" Pregunta Asmodeo en la cabeza de Uriel.

—¡P-Pues Lucifer es el que tendría que hacerlo!

—¿Sientes que así pienso yo? —susurra Raguel a Aamón, mirándole de reojo.

—¿Cómo?

—Que yo pienso que tú tienes que hacer todo…

—Pues la parte de... esto, sí.

—¿Aún?

—Bueno, no tanto. Aunque sí creo que te sientes más cómodo si no lo haces tú.

Raguel le sonríe un poquito igual.

—Yo también creo que Lucifer debería hacerlo él, ¡si va a llevarse ESTO mío! —chilla Miguel.

—También vas a llevarte tú esto suyo... Más o menos. La verdad, siendo tú primera vez, esperaría que él te ayudara un poco y fuera delicado, pero entonces no puedes tomarlo como una estrategia de humillación —sigue Leviatán.

—¿Más o menos? ¿A qué te refieres?

—Pues... él no es virgen.

—Ya... ya. En realidad me refería más a lo más que a lo menos.

—Si me estás preguntando con quien se ha acostado, es la ventanilla de allá —señala a Belcebú.

—Oh, ¡venga ya! —protesta Belcebú porque esto no ayuda en nada más que en poner más celoso a Gabriel aún, si eso es posible y a que Leviatán se relama.

—Pues a ver, no es como que los demás no... pero tú eres la que lo ha hecho más veces con él.

—En serio... PARA —protesta Belcebú.

—Bueno, si tu no invitas a nadie a tomar algo es tu asunto, darling... —Leviatán sonríe.

—Claro... poneos cómodos, como no —responde Aamón con sarcasmo de nueeeevo.

—Que tu no consumas...

Ojos en blanco de Leviatán y luego se gira a Miguel.

—Bueno, ¿y qué le has dicho de la selfie?

—Ohh! La selfie! —ahí se va ella a ponerle algo y es que como hay gente y tiene un poco de prisa y... le da vergüenza..

"Te ves muy guapo"

Dalquiel le manda un emoticono de una ceja levantada, porque quince horas más tarde.

"Te ves horrendo, quítate mi armadura ahora"

"O sea que te ha gustado..."

Miguel hace los ojos en blanco!

"No!"

Elige otra de las cuatrocientas que ha hecho en la que lleva la faldita, el pecho descubierto y la armadura al hombro. Miguel se sonroja UN MONTON.

"Más?" Pregunta Lucifer.

"VALE" a Miguel se le escapan las mayúsculas por error.

—Ehm... —Gabriel carraspea porque además TODOS están ahí pendientes de ella—. ¿Algo... interesante?

—Ehm... N-No en realidad. No. E-Estaba... la... carta. Hay que escribirla.

—Mentís TAN mal —comenta Aamón. Raguel se ríe con eso un poquito.

—Ugh —Miguel se persigna apretando los ojos y pidiendo solo un poco de perdón por la mentira.

—Ay, Miguelita, que mal se te da esto —se ríe Leviatán y vuelve a quitarle el teléfono con un chasquido—. Uuuuuh. PORNOGRAFÍA —se burla al ver la foto.

—Noooo! —protesta sin saber que ha pasado ni quien se lo ha quitado. Se gira a Leviatán y frunce el ceño.

Leviatán sonríe malignamente y le muestra el teléfono con la foto.

—"No podrías estar más sexy, capullito de Alelí" —narra fingiendo escribir.

Miguel produce una espada de... algún lado. La que aún tiene la sangre de Asmodeo en ella.

Azrael saca las alas y se le pone enfrente, deteniéndola milagrosamente.

—Eeehh!

—Aaaw —susurra Leviatán con ese movimiento de Azrael, a su espalda, sonriendo, porque por un momento sí se ha acojonado y... manda el mensaje. Sin el "capullito de Alelí"

—Ughhhh! —protesta Azrael queriendo MATARLE.

Ella le abraza un poco por la espalda, rodeándole de la cintura y se le acerca a la nuca con la boca.

Ufff... Azrael tiene un escalofrío inmediato. Ella mueve las manos por su pecho si sigue medio desnudo.

—Demoniooooo... —protesta Azrael.

Leviatán sonríe con eso y le da un besito en la nuca sin dejar de tocarle, provocándole otro escalofrío.

—¿Sabes? Creo que... —Raguel mira a Aamón de reojo—Creo que le va a venir bien al cielo unos días con Lucifer.

Aamón levanta las cejas y hasta se gira en su silla más hacia él, para mirarle con cara de absoluto "WTF?" Raguel diciendo las cosas más escandalosas es una de sus versiones favoritas del Arcángel de la Justicia.

—Al cielo no le va a pasar nada —sigue Raguel—. Los ángeles aprenderán que echarnos del cielo es mala idea y es un riesgo. Los Arcángeles... aprenderán a organizarse y a trabajar con los demonios en equipo. Y Lucifer... quizás incluso él aprenda algunas cosas.

—¿A hacerse Selfies? —Aamón sonríe de ladito.

Leviatán le gira la cara a Azrael hacia sí, acercándose a sus labios.

—A acercarse a Miguel —corrige Raguel.

Azrael, que no esperaba un beso, levanta un segundo las cejas antes de PERDERSE en sus labios.

—La verdad, sí creo que lo necesita un poco —Aamón chasquea los dedos y separa a Azrael y Leviatán así con mala sombra. Como si fuera Minerva McGonagall separando alumnos acaramelados en los pasillos de Hogwarts.

Azrael se cae de frente y Leviatán cae de culo en una silla al otro lado de la sala.

—Uy... —suelta Raguel y Aamón le sonríe con eso como si no hubiera sido él. Como si no hubiera suficiente con que estén todos aquí como para que además empiecen a ponerse melosos.


Esto... solo informaros a todos de que ya hemos visto la segunda temporada, no va a haber spoilers aquí porque aun estamos en el trauma y estoy publicando capítulos escritos antes de que la viéramos pero no prometo nada para dentro de como 10 o 12 capítulos. Tampoco va a ser nada demasiado exagerado porque esta historia no coincide con el canon nuevo (obviamente) de todos modos, si alguien quiere compartir traumas o teorías estamos en los dm