Me disculpo, he estado muy ocupada este último mes, por eso he traído el capítulo tarde. Realmente lo siento, es más tengo que añadir que tuve que dividir el capítulo, no solo por comodidad, sino que hahaha sonara chistoso pero me volvi a exceder con la cantidad de páginas. Como sea es bueno porque eso quiere decir que lo que me falta por escribir puedo tomarlo con más calma, además que son eventos más complejos que requieren mi atención. Bueno no les aburro más, para eso están las notas finales, así que nos vemos abajo donde presentaré una explicación detallada de este asunto. POR FAVOR RESPONDER LA PREGUNTA QUE ESTA AL FINAL.
CAPITULO 9 – PARTE 1 — NEKO MIMI —
Luego de dos horas de entrenamiento, me dije que habían tenido suficiente, así que relaje mi postura y contemplé el paisaje a nuestro alrededor, quedando satisfecha por el resultado del encuentro. Incluso si no se comparaba al panorama que usualmente dejaba cuando entrenaba, era bastante sorprendente lo que veía. El suelo bajo nuestros pies se había vuelto inestable, lleno de resquebrajaduras y pedazos de tierra elevada, producto no solo de mis golpes, sino que, en medio de la refriega, Midori en un intento por golpearme había demostrado que su naturaleza de chakra era la tierra; así que al final había solo aumentado el desnivel del terreno, dándome la ventaja por experiencia al poder moverme entre los estrechos tramos y tomarlos desprevenidos más de una vez. Otra evidencia de nuestro entrenamiento eran las marcas de quemaduras en el suelo, añadidas evidentemente por el Uchiha al intentar en dos ocasiones, cerrar mis escapatorias, donde trató de combinar su jutsu junto a Midori y Naruto; ayudando este último a rodeándome con sus clones de sombra. Lástima que el producto de esta combinación fue un fracaso al yo sustituirme sin problemas, para a continuación caer con mi puño extendido sobre ellos, rompiendo no solo el suelo, sino que también su equilibrio y defensa, lo que los terminó arrojando varios metros más allá.
A pesar de su fracaso intentando golpearme —y evidentemente tratando de evadir mis ataques—, estaba satisfecha de que después de una hora y media, finalmente habían avanzado un paso, consiguiendo lanzar ataques en conjunto, aunque el tiempo de ejecución estuvo mal planteado, permitiéndome escapar sin problemas y dejándoles sin chakra suficiente como para moverse a tiempo y evadir mi ataque. Actualmente los tres estaban en el suelo, cada uno presentando síntomas diferentes por agotamiento, pero ninguno tan mal como para no poder volver a casa. — Bien, es todo por hoy —anuncié con una amplia sonrisa adornando mi rostro — No consiguieron golpearme, pero me alegro de ver que los últimos dos planes trataron de hacerlos en conjunto.
— ¿Eso es un alago? —balbuceó la joven desde su lugar, mientras forzaba a su cansado cuerpo a levantarse y salir de entre los pedazos de tierra en los que había quedado enredada — Debería ser más, terminé embarrada y sudada por tu culpa.
Sabía que en su debido momento yo tuve una actitud similar, o bueno, eso fue antes de mis primeros exámenes de chunin, donde aprendí que cuidar de la belleza por un muchacho no era lo más importante; de hecho, esto fue desplazado a un objetivo terciario en mi cabeza, y en cambio fue remplazado por la búsqueda de poder, pero del tipo con el que deseaba proteger y apoyar a quienes me importaban. Aunque sabía esto, no pude evitar enarcar una ceja, cruzarme de brazos y soltar un pequeño comentario al respecto —: Si los ninjas estuvieran para verse todo el tiempo lindos, limpios y bien arreglados, seguramente tu apariencia sería desastrosa, sin embargo, los Shinobi estamos para proteger la aldea y hacerla crecer a través de misiones; para eso el ninja debe ser fuerte y útil, por ello debe entrenar duro. Como bien sabrás entrenar involucra sudar, despeinarse, ejercitar los músculos hasta que duelan y pasar horas puliendo tus habilidades, así que no creo que debas quejarte mucho por actuar como un ninja real. — La mirada furiosa de la chica no se hizo esperar y con ella nuevamente trató de replicar mis palabras.
— ¿En serio? ¿Entonces por qué tú te vez tan fresca? Si en verdad…
— ¡Oh! ¡¿Qué no es obvio?! ¡Es porque Sakura-chan es fuerte! — Le interrumpió Naruto.
— La respuesta correcta idiota es porque sobre pasa nuestro nivel — Sasuke aunque magullado se había puesto de pie y caminaba en pasos lentos pero firmes hasta mi lugar, sin apartar su mirada de sus dos compañeros. — En la actualidad solo hay algunas personas que pueden hacer que tome la descripción que dio.
— Hay muchos ninjas que pueden Sasuke-kun, y no dudo que, en un futuro, si siguen esforzándose llegaran a darme problemas. El asunto actual es que necesitan más experiencia, entrenamiento y trabajo en equipo. — Respondidas las inquietudes resultantes de nuestro encuentro, levanté mi mirada al cielo para hacer una aproximación de la hora.
Tomando como primera referencia la línea fronteriza que marcaba el horizonte, y como segunda el actual ángulo del sol, que estaba en un ángulo de 35 grados sobre el oeste, podía determinar que estábamos a solo una hora y media del crepúsculo y solo a unos minutos de que comenzara el cielo a cambiar de tonalidad. — Bueno, se está haciendo tarde, así que es momento de decir adiós por hoy —dije mientras regresaba mi atención sobre los tres niños.
— ¿En serio no puedes venir a comer hoy a Ichiraku? —cuestionó Naruto con un puchero.
Negué a su pregunta causándole pesar, así que decidí añadir —: Lo siento Naruto, prometo que iremos mañana luego de las misiones ¿De acuerdo? — El rubio no parecía muy contento, pero al final aceptó mi propuesta, algo que me hizo suspirar internamente de alivio. — Bien, en ese caso es hora de que Sasuke-kun y yo nos marchemos; a no ser que quieras quedarte un rato más con… — no conseguí terminar mi oración cuando ya tenía a Sasuke tomando mi muñeca y jalándome en dirección hacia su casa.
— Adiós idiota, Midori —se despidió el pelinegro sin dedicarles otra mirada a sus compañeros.
Sasuke mantuvo su agarre sobre mí hasta que salimos del campo de entrenamiento y apareció la calle que nos guiaría hacia las afueras de la aldea; allí cambió su postura por su siempre relajada combinación de manos y bolsillos, mientras que se acomodaba a mi lado despreocupadamente. El comportamiento de Sasuke a mi alrededor había cambiado desde hacía unos años, mostrándose mucho más cómodo y abierto, dos aspectos que creí imposibles cuando llegué a esa realidad, pero que ahora disfrutaba con gran alegría; lo único que siempre podía sorprenderme era ese extraño impulso de llevarme con él tomándome de mi mano o brazo. La acción era tan esporádica que cuando ocurría, solía preguntarme por unos minutos ¿Qué era lo que él había pensado al hacer aquello? Nunca llegaba a una respuesta que me complaciera lo suficiente, y ese día tampoco fue diferente, por ello cuando comenzamos a perder de vista los edificios continuos y comenzaron a aparecer ocasionalmente uno que otro, dejé el asunto en paz y me concentré en repasar los hechos del día mientras disfrutaba de la hermosa tarde.
— Sakura —me llamó Sasuke cuando finalmente el distrito Uchiha estuvo a la vista.
— ¿Qué pasa Sasuke-kun?
Dirigí mí mirada al niño mientras atravesábamos las puertas que daban inicio al barrio Uchiha, y detallé su expresión, que, aunque trataba de mostrarse tranquila podía notar con facilidad que estaba luchando contra las palabras que quería decir. La vergüenza de Sasuke era un detalle lindo en él, pero para evitar incomodarlo contuve la sonrisa que quería aparecer en mi rostro y esperé. — Bueno… yo… quería decir… que… — se detuvo en sus palabras y le vi fruncir el entrecejo antes de enfrentarme directamente, clavando sus ojos directamente sobre los míos y mostrándome la expresión más seria que tenía. — Es bueno tenerte de vuelta en el equipo.
Estaba un poco sorprendida por su declaración, tanto que me detuve en medio de la calle sin importarme que cualquiera de los que en ese momento pasaban por allí pudiera vernos, solo me quedé observando la intensidad de esos ojos ónix, trayendo hacia mí recuerdos de las otras veces que había visto hacia ellos, siendo todas tan parecidas y a la vez diferentes. El día en que todo ese lío se había desatado, había deseado que nunca hubiera estado en el equipo siete; Ahora mismo él estaba diciéndome que era bueno que estuviera de regreso, incluso si solo fuera para evaluarlos y ayudarles con su pequeño problema. Por algún motivo mientras observaba los inocentes ojos del niño de 12 años, también pude ver los del adolecente de 16, todo en una superposición que me hizo sentir un nudo en el estómago, donde no sabía si sentirme feliz o triste.
— Yo me alegro de poder volver a estar con ustedes. Aunque ahora es un poco diferente a cuando eran niños, pero eso lo hace más interesante, podré ver de primera mano cuanto han avanzado hasta genin. — Opté por darle una amable y cálida sonrisa — Al menos tratemos de dar lo mejor mientras estemos juntos ¿De acuerdo?
Los ojos de Sasuke como si fuera posible se oscurecieron un poco más, cambiando parcialmente el tipo de palabras silenciosas que transmitían; al mismo tiempo sentí un pequeño escalofrió recorrerme y una sensación de vértigo se instaló en mi estómago. No comprendí que pasaba en esos momentos, pero casi me vi tentada a encarar al niño como si estuviera tratando con mi viejo compañero; de no ser por el repentino agarre sobre mi cuello y el peso que se cargo sobre mi espalda hubiera visto al pequeño Uchiha con otros ojos, unos con los que no lo había visto desde que le vi en las ruinas.
— ¡Vaya que las coincidencias existen! — Shisui que había sido el autor de la interrupción en la incómoda atmosfera, me mantuvo sujeta a él en un abrazo casi asfixiante, — Que raro verlos juntos a esta hora.
— Shisui… —gruñí lanzándole un golpe hacia su babilla, pero él lo detuvo en un solo movimiento. Había perdido toda concentración sobre Sasuke, pero en gran parte me alegraba; no me había gustado en lo absoluto la sensación tan extraña que se había formado y que ahora, gracias al mayor se había disipado.
— La agresividad no es buena Sakura-chan. — Su lengua enredada en el honorifico solo me provocó escalofríos. No me llamaba así desde que salí de la academia, de hecho, podía afirmar que rara vez lo hizo, en el pasado tenía la manía de llamarme así algunas veces, pero rápidamente se olvidaba del honorifico y usaba mi nombre como tal, por ello ahora era muy raro escucharlo por parte de él.
— Es tu culpa por llegar por detrás de esa forma ¿Qué no te enseñaron a saludar normalmente? — Su sonrisa de burla se amplió y lentamente se retiró, dándome el suficiente espacio.
— Quería sorprenderlos, ya que me encontré que estaban muy distraídos en medio de la calle. — Su mirada era suspicaz, y rápidamente me percaté de la intensión tras sus palabras, haciéndome rodar internamente los ojos. — ¿Por cierto cómo estás Sasuke? ¿Disfrutando tu vida como genin?
El joven ninja, quien ahora parecía enfurruñado y casi haciendo el mismo puchero que hacía de niño cuando Itachi no iba a jugar con él; respondió lentamente mientras se daba la vuelta para emprender de nuevo el camino, — He estado bien Shisui-san. — Ambos observamos por unos momentos al menor que se alejaba lentamente de nosotros, antes de seguirle.
— Entonces ¿También iras a cenar hoy? —pregunté a Shisui.
— De hecho, me mandaron a buscarlos. Mikoto-san estaba preguntándose si llegarían a tiempo para la cena. — El Uchiha parecía estar aclarando alguna idea, porque su mirada estaba perdida en un punto indefinido al frente y al mismo tiempo mantuvo una expresión de completa concentración.
Atendiendo a la solicitud no presentada de mi amigo, permanecí en silencio y me dediqué a observar nuestro alrededor, sin realmente observar algo en particular. Desde que el conflicto se apaciguo entre el clan y la aldea todo era tan pacifico ahí, que a veces me preguntaba si no era un sueño. El ver a las personas caminando tranquilamente por allí, a los niños jugando despreocupadamente, los comerciantes vendiendo o abasteciéndose; todo eso con el orgullo del clan aun impreso, pero siendo más suave, prácticamente mostrando de lo que eran capaces esas personas si se interactuaba debidamente con ellas. Curvé mis labios en una sonrisa y respiré profundamente disfrutando de ese momento, llenándome de los pensamientos alentadores y los buenos momentos que siempre había pasado recorriendo esas calles; si bien en ocasiones fui sola, muchas más estuve acompañada de Sasuke, Shisui e Itachi; incluso en una ocasión había acompañado a Mikoto a comprar y en el proceso nos entretuvimos dando un paseo por allí, antes de detenernos a beber un poco de té en una de las tiendas de su clan. — Es casi irreal si lo pienso demasiado —me dije mirando hacia la espalda de Sasuke.
Él había estado tan solo en el pasado que verlo ahora rodeado por su familia, teniendo amigos sin el tener que preocuparse por su venganza, compartiendo en ocasiones con su hermano y consiguiendo ser parte de un equipo, sin otra cosa que pensar aparte de cumplir sus misiones como se debía y crecer como ninja, era prácticamente milagroso. Quizás para mí aún era un poco doloroso el enfrentarme a la realidad de que, para verle feliz tuve que perder el lazo de compañeros que teníamos y remplazarlo por otro, más alejado de lo que antes estuvimos; todo esto puyaba un poco en mi pecho, pero no era nada comparado con la felicidad de lo que ahora había a nuestro alrededor, por eso ya no importaba realmente si yo tuve que enfrentarme sola a las consecuencias egoístas de su pedido, si tuve que aprender a caminar y volver a iniciar con temores; todas las dificultades, momentos de soledad, tristezas, desilusiones, todas y cada una de esas problemáticas habían sido superadas lentamente y con la ayuda de aquellos que vieron a través de mí y me ayudaron a levantar, los que limpiaron mis lágrimas y rodillas raspadas, para luego tenderme la mano que me llevaría a acompañarlos.
— Ya no estamos solos —pensé mientras por mi mente se pasaba la imagen del equipo siete, la que alguna vez tuve en mi habitación y aprecié tantas noches incluso después de que Sasuke se fuera. — Incluso ahora podemos sostenernos entre nosotros. — Había ayudado a Naruto, librándolo de su infancia solitaria y dándole un empujón para conseguir a su mejor amigo antes de tiempo; yo misma me encargue de acompañarlo en su crecimiento, procurando cuidarlo y brindándole una mano que lo pudiera levantar cuando cayera dolorosamente, así que el sacrificio valía la pena.
Como si Shisui hubiera leído mi mente, colocó una mano en mi cabeza para llamar mi atención, así que me giré a mirarlo, para encontrarme con su amable sonrisa, aquella que conseguía calentar mi corazón y hacerme sentir en familia. — Los esfuerzos valieron la pena, aunque aún no haya acabado el proceso, aún necesitamos avanzar —murmuró para mí y yo asentí confirmando sus palabras.
— Shisui-san ¿Planeas seguirnos a casa? — La voz de Sasuke nos sacó de nuestra pequeña y casi muda conversación, así que nos dirigimos al joven. Tal parecía que no había escuchado a Shisui cuando había mencionado la petición de su madre para buscarnos.
— Así es, tu madre fue tan amable de invitarme a cenar también. Tal parece que está algo ansiosa porque hace mucho no cenamos todos juntos. — El mayor se encogió de hombros antes de que sus ojos destellaran, trayendo un pensamiento que seguramente estaba por compartir. — Hablando de cosas, no pude evitar que venían los dos juntos cuando los encontré ¿Estuvieron la tarde juntos?
— Algo así. — Me adelanté a contestar — Estuve entrenando con el equipo siete.
— ¿En serio? ¿Decidiste entrenarlos? ¿O es simple curiosidad para ver cuanto a avanzado Sasuke? — La pupila oscura de Shisui se contrajo levemente al aumentar su concentración sobre mí, mientras que al mismo tiempo sus parpados se estrechaban unos milímetros.
— Es una misión, el tercero me pidió que les diera una mano con su trabajo en equipo —dije tratando de sonar desinteresada, pero sabía que el mayor no estaba muy a gusto, un sentimiento que me hizo debatirme si reír o golpearle por sus injustificados celos. — Kakashi pidió que les ayudara, después de todo ya anteriormente he trabajado con Sasuke y Naruto.
— Que considerado de parte de Kakashi-san. — Arrastrando las palabras el Uchiha me lanzó un pequeño reproche; pero decidí ignorarle, ya que estaba siendo infantil con sus palabras.
— Es una de las mejores ideas que se le ha ocurrido —gruñó Sasuke, pero poco después se puso rígido, al darse cuenta de lo que sus palabras desencadenarían a continuación.
Con una sonrisa ahora un poco malvada, Shisui se acercó a Sasuke y colocó su brazo alrededor de los brazos del muchacho, asegurándose de que no pudiera escapar. — Tus palabras suenan tan hermosas. Dime ¿Has desarrollado otra afición por Sakura? Porque si mis memorias no me fallan antes hubieras preferido tenerla lejos, así que ¿Qué cambió? ¿A caso comienzas a apuntar a chicas mayores? — El joven Uchiha cada vez se veía más incómodo y molesto; y no era para menos, sin embargo, por mi parte no pude evitar disfrutar brevemente la escena, diciéndome que era bueno que Shisui encontrara a alguien más para ser su enfoque directo de bromas diarias.
El interrogatorio entre los dos Uchiha continuó el resto del camino, probando la paciencia del menor, hasta que finalmente Shisui consiguió sacar a Sasuke de sus cabales cuando estábamos justo en la puerta de su casa. Fue divertido ver como el niño trató de huir del agarre del mayor, pero en su intento de soltarse y de abrir la puerta tropezó y cayó directamente de cara contra el recibidor. A pesar de mis ganas de mantener la sonrisa en mi rostro, me obligué a correr al lado de Sasuke y asegurarme que estaba bien, pero él simplemente rechazó mis cuidados. Cuando se puso de pie, soltó un gruñido avergonzado y molesto, y se apresuró a internarse en su casa, desapareciendo completamente de la zona. — Vaya sí que ha de ser inmaduro. Solo tenía que responder — Shisui se hizo a mi lado mientras retiraba sus sandalias; acción que solo imité luego de soltar un suspiro.
— Eres un dolor de cabeza Shisui… ¿No podías dejarlo? Sé que te incomoda que esté asignada a su equipo, pero solo será un mes. — Terminados de descalzarnos, comenzamos a caminar hacia la cocina.
— Un mes es mucho tiempo Sakura. — El hombre suspiró y adoptó ahora una actitud más seria, un tanto más acorde a su edad, pero sin llegar a verse demasiado severo. — De todas formas, déjame permitirme hacer de vez en cuando un berrinche. No siempre puedo disfrutar este tipo de cotidianidades sin involucrar algún tipo de misión.
Eso era cierto, de hecho, desde que habíamos crecido, sus bromas habían aumentado y disminuido en diversas circunstancias; un ejemplo claro son las misiones que habíamos tomado en los últimos dos años. Cuando éramos niños, sin importar que el momento fuera crítico, él hubiera soltado algún tipo de comentario listillo para mantener la tensión abajo; pero lo que había visto la última vez, fue la seriedad que siempre adoptaría con cualquier otro escuadrón. — Sasuke-kun no lo verá de la misma manera, pero al menos no será a mí la que dirija sus miradas asesinas. — Una sonrisa burlona apareció en mi rostro y luego añadí — Oh y ya sabes cómo se puede colocar cuando está molesto con alguien.
— No me preocupa —respondió justo antes de detenerse en uno de los baños auxiliares e indicarme que tomara el primer turno para lavarme, acción que ejecuté en menos de un minuto y luego le cedí el lugar. — Siempre que trate de hacer algo puedo desaparecer en menos de un segundo.
— Shunshin no Shisui —dije rodando los ojos y luego dedicándole una sonrisa — Siempre muy rápido para escapar de los problemas.
Él soltó una suave risa y luego retomamos nuestro camino, avanzando lentamente entre los pasillos de madera, que daban una agradable y relajante sensación de frío en la planta de los pies. — Yo le llamo reposición estratégica. — Ambos mantuvimos nuestra sonrisa luego del comentario, pero no hubo necesidad de comentar nada más al respecto, en cambio terminamos nuestro recorrido y nos embriagamos con el delicioso aroma de la comida recién hecha. Mi boca se hizo agua en pocos segundos y mi estómago comenzó a gruñir por lo bajo, compartiendo su ansiedad por probar los manjares que seguramente Mikoto había hecho.
— Vaya, ya han llegado —comentó casualmente la pelinegra cuando estuvimos a la vista — Los estábamos esperando, así que tomen asiento, la cena ya está servida.
— Gracias Mikoto-san —respondimos los dos antes de corregir nuestra dirección y seguirla hacia el comedor, donde efectivamente la mayoría de los miembros de la casa ya estaban allí, exceptuando al menor que seguramente estaría terminando de limpiarse en sus habitaciones.
—Buenas tardes Fugaku-san, Itachi-kun — Saludé a la par con mi amigo, con el cual, poco después aprovechamos para sentarnos, quedándome tranquilamente al lado izquierdo de Itachi y el derecho de Mikoto; mientras que Shisui se sentó justo en frente de mí, dejando el lugar al lado derecho de Fugaku desocupado para Sasuke. Pasamos cerca de dos minutos en un incómodo ambiente antes de que el menor se hiciera presente en el lugar y ocupara su puesto; acciones que finalmente nos permitieron iniciar con la cena que había planeado la mujer Uchiha.
La explosión de sabores en mi paladar, como siempre me hizo sonreír y alejó cualquier tipo de pensamientos oscuros que pudieran habérseme pasado por la cabeza; lo único que quedaba registrado en ese momento, era la comida y que aún estaba rodeada de Uchihas; que, si bien con tres de ellos interactuaba, solo con dos podía relajarme completamente, por eso mis modales y postura se mantuvieron en su lugar. — ¿Qué tal van las misiones Sasuke? — Estaba tan sumergida en mis pensamientos que me había perdido parte de la conversación que como siempre había iniciado el patriarca del clan; pero gracias a la mención del nombre del menor, mi consciencia se trasladó nuevamente a la mesa, prestando cuidado a lo que estaban diciendo.
Sasuke gruño por lo bajo, pero respondió entre dientes —: No van como deberían. — Lo dicho parecía no haber agradado a Fugaku, ya que su entrecejo se frunció y se abstuvo de comer el bocado que había estado sosteniendo.
— ¿Siguen llegando quejas? ¿Qué no pudieron colocarte en un mejor equipo? A este paso te quedarás como genin o terminarán siendo asesinados en una misión. Lo mejor es que hable con el Hokage para que te reasignen.
— No es todo mi equipo —protestó Sasuke — Solo la chica es un problema; pero no tienes que preocuparte, el tercero ya se ha encargado de poner una solución en la mesa.
— ¿Así? ¿Y cuál es? Porque espero que sea muy buena. — la mirada reprobadora del hombre no disminuyó.
— Han asignado a Sakura temporalmente a nuestro equipo. Kakashi y el tercero dicen que como ha trabajado con nosotros antes, puede ayudarnos mejorar las relaciones entre nosotros. — La atención de toda la mesa cayó sobre mí, así que me vi obligada a interrumpir el bocado que planeaba llevar a mis labios y esperar a ver quién sería el primero en hablar, aunque lo más seguro es que fuera el más interesado en la conversación.
— ¿Crees que puedas ayudarles? — Fugaku me miró directamente a los ojos, manteniendo toda su atención por mi respuesta tanto física como verbal ante su escrutinio. Quizás pensaba que de ese modo podría intimidarme y no poder ocultar nada de su vista, pero para su infortunio ya me había acostumbrado a su presencia dominante; por ello, me tomé el tiempo para responder.
— Estoy segura de que lograremos de que funcione de algún modo. Sasuke-kun tiene talento y junto a Naruto son un dúo casi imparable; si conseguimos que su compañera se acople a ellos, apuesto que en un futuro sus misiones serán mucho más sencillas. — Mientras hablaba pase un momento mi mirada por el joven Uchiha y le sonreí, convencida de lo que decía, o al menos por ellos.
— Sé que eres una Kunoichi talentosa, pero no sé el alcance de tu destreza para solucionar este tipo de problemas. Será interesante poder verlo —dijo Fugaku ahora dedicándome una expresión que mediaba entre el desafío y la curiosidad. — Sasuke aprende todo lo que puedas.
— Si padre —respondió el menor con un gruñido.
A pesar del creciente malhumor de Sasuke, la cena me parecía tan familiar que me hizo dar una punzada de nostalgia al recordar a mis padres; así que mientras Fugaku intercambiaba algunas palabras más con su hijo, me fue inevitable quedarme pensando en que hacía algunos meses no sabía de ellos; lo último que había escuchado era que su misión probablemente ese año concluyera y regresarían, pero que no había nada confirmado aún. — Espera entonces ¿Esta es la primera misión de Sakura-chan desde que fueron ustedes tres…? — Nuevamente fui sacada de mis pensamientos, esta vez por Mikoto que en esos momentos mostraba en su rostro una expresión de sorpresa por la información suministrada.
— Oh eso es porque ha estado ocupada con otras cosas ¿No es así Sakura-chan? —sonrió Shisui divertido tras su vaso té.
Estreché mi mirada con sospecha mientras tomaba otro bocado de comida ¿Qué estaría planeando para molestar ahora? — Hum… sí, he tomado algunas responsabilidades nuevas, pero que se mantendrán en suspensión mientras que termino mi misión. — Parpadeé y luego me dirigí a la mujer con una suave expresión — Hokage-sama me pidió que me encargara de esto y bueno… no pude decir que no, después de todo se trataba de Sasuke-kun y Naruto; por ello no me importa aplazar el encargo. — Especialmente porque si no tenían un buen equipo, lo más probable es que fueran asesinados en los próximos exámenes chunin.
Esta vez no participaría con Naruto y Sasuke, por eso para asegurarme de que las cosas no se torcieran como la última vez, y que el Uchiha menor no terminara siendo perseguido y reclutado por un psicópata con complejos de científico loco roba niños, me había apuntado para supervisar la seguridad de los exámenes. — Cuidado Sakura, dicen que muchas tareas te pueden hacer envejecer antes de tiempo, oh, pero si eso es lo que buscas pues… — Estreché mi mirada y la clavé sobre mi amigo mayor, lanzándole la muda promesa de que cuando pudiera lo golpearía; sin embargo, él aprovechó esto para añadir más leña al fuego — Si miras así por una broma puedes estarte despidiendo de conseguir marido, porque lo más seguro es que le espantes.
— ¡Shannaro Shisui! —Proferí enojada y avergonzada por lo dicho.
— Un punto débil —añadió.
Aumentando mi ira quise responder a sus provocaciones, pero antes de conseguirlo sentí una presión en mi hombro derecho, así que volví mi atención hacia Itachi, quien miraba a nuestro amigo con una clara expresión de molestia. — Shisui, estas actuando como un niño, creo que sería conveniente que dirijas tu interés de bromas en otra dirección. — Los ojos del mayor brillaron y justo después curvó una pequeña pero astuta sonrisa; era una expresión que había visto en sus ojos muchas veces, del tipo en que analizaba a profundidad las implicaciones a futuro y cuál sería su movimiento más prudente para conseguir lo que deseaba.
Aunque la mesa estaba tranquila y el ambiente familiar no había cambiado, fue inevitable que la atención del resto de los presentes cayera sobre nosotros tres, esperando a ver como se desarrollaba nuestra pequeña discusión. — Es probable que sea cierto —concedió el mayor con calma — Pero es porque ustedes dos siempre serán como mis hermanitos menores, eso no es ajeno a nadie aquí. En fin, nosotros tenemos aún unos asuntos que solucionar ¿No es cierto?
Vimos como Shisui se levantó y dirigió su atención hacia Mikoto, dándole las gracias por la cena y luego se dirigió hacia mí, dándome la mirada de "Es hora de nuestra charla". Soltando un suspiro agotado dejé mi taza de té vacía sobre la mesa, al mismo tiempo que Itachi colocaba las manos sobre la superficie de madera y se impulsaba hacia arriba. — Gracias Mikoto-san, todo estaba delicioso. Fugaku-san, como siempre un gusto. Sasuke-kun nos veremos mañana. — Los tres nombrados se despidieron a su modo, siendo la mujer la más espontánea y los dos varones simplemente con un vago monosílabo.
— Volveré más tarde —dijo Itachi para a continuación seguirnos hacia la puerta.
Inicialmente nos quedaríamos en esa casa, pero luego de meditarlo conjuntamente decidimos que para asegurarnos de que nadie escuchara por accidente alguno de mis relatos, lo mejor sería ir a un lugar más tranquilo, por ello tomamos como centro de reuniones provisional la casa de Shisui —Y en ocasiones la mía—; Ese día por lo menos lo más seguro es que no fuéramos a salir del complejo, así que la opción más cercana era la casa del mayor. Con personas aun transitando por las calles y el sonido que hacían ellas mientras comerciaban entre ellas o simplemente caminaban, caminamos en completa tranquilidad, o al menos esa era la apariencia exterior de los tres, porque realmente podía sentir que el mayor aún quería seguir molestando, pero se contenía seguramente porque Itachi, con su sola presencia estaba lanzando mudas advertencias sobre su comportamiento; y bueno por mi parte aunque parecía tranquila, realmente estaba preparando un golpe para mi amigo si se atrevía a decir algo inapropiado.
A medida que avanzamos, dividí mi atención, pensando en lo que hasta ahora les había contado sobre mí, y lo que aún faltaba. En la mayoría de casos Shisui siempre había mostrado gran interés por conocer cuál había sido la historia tras mi verdadera infancia y como me llevaba con los chicos en esa época, aunque no había mucho de esto último que rescatar, aparte de lo que ya sabían. Como sea las charlas siempre se tornaron agradables, con los comentarios aledaños que introducía mi amigo, y también los pequeños análisis que prodigaba Itachi. — Familia es familia, incluso si no es de Sangre —me dije mentalmente, recordándome que en el pasado o ahora siempre había contado con ello; Equipo siete antes y ahora… aunque no teníamos un título definido para nosotros, éramos un equipo… una familia.
— Lastima que no todos sean afines entre ellos ¿No es así? —comentó casualmente Kakashi a mi lado mientras observábamos como sus pequeños subordinados iban tras una banda de ladrones, tratando de cazarlos.
Era la tercera semana desde que ingrese a su escuadrón, tres semanas que habíamos empleado en el control y coordinación como equipo, dos cosas que medianamente ahora rendían sus frutos, pero que aliviaba un poco las preocupaciones sobre su seguridad grupal. Mientras los genin estaban maniobrando en la parte inferior del bosque, con Kakashi los vigilábamos, ocultos entre las ramas de los árboles y listos para intervenir en el momento indicado. — Me sorprende que no confíe un poco más en su combinación Sensei, ellos son niños capaces, lograrán solucionarlo de algún modo —dije mientras apartaba suavemente una de las ramas que desde hacía un momento obstruía mi visión y me provocaba cosquillas sobre mi nariz.
— Hm. Pienso que les falta mucho para ello —respondió él, pasando la página de su libro pervertido. — Sin embargo, desde que llegaste Midori ha estado particularmente competitiva.
Sonreí por el comentario y entorné más mirada sobre los jóvenes; Naruto acababa de usar sus clones para distraer a los bandidos, mientras que Sasuke preparaba una trampa desde arriba y Midori parecía estar formando sellos para un Jutsu de tierra. — Bueno, como sabe nuestros chicos han estado ocupándome en los entrenamientos, y como ella se ha percatado de nuestra buena sincronización ha optado por no dejar que le gane su lugar en el equipo; lástima que ella no sepa que ese puesto no lo tengo que ganar, ni tampoco me lo darán de regreso. — El único ojo de Kakashi me observó con abatimiento, muy seguro por mi tono despreocupado al admitir mi desligue con el equipo.
— Hay cosas que por mucho que parezcan cambiar no lo hacen. Incluso si luego te irás de nuevo, el lazo que tienes con ellos dos no desaparece ni se altera, eso es algo que incluso esta realidad no puede cambiar —comentó casualmente cerrando el libro y permitiendo que su mirada se quedara fija sobre los dos varones del equipo. — Lo sé porque lo has demostrado en estos días, te restringes en ciertos tratos habituales que tenías con ellos, pero mantienes el mismo parámetro para convivir con ellos.
— No niego aquello, sin embargo, usted y yo sabemos que las misiones que tomemos juntos serán esporádicas. Soy un compañero de Konoha, una amiga, pero ya no pertenezco al equipo siete, al menos no ahora. — Me enderecé y ajusté en mi lugar cuando noté que otro grupo de ladrones se dirigía por la parte trasera de los genin, tratando de emboscarlos. — Como sea es un asunto que luego discutiremos Kakashi-sensei.
Sin esperar respuesta di un salto entre los enemigos y los menores, cayendo con mi pierna extendida hacia abajo, golpeando el terreno y frenando su avance. Una nube de tierra se levantó bloqueando la vista, pero yo ya había fijado las posiciones enemigas, así que lo siguiente que hice fue moverme rápidamente hacia adelante, justo frente a uno de los ladrones, que sorprendido retrocedió dos pasos tratando de alejarse de mí; pero fue inútil, puesto que mi puño ya había salido disparado hacia su rostro, estrellándose en su mejilla izquierda y lanzándolo en dirección contraria hacia uno de sus compañeros. La nube aún no se había disipado cuando el ataque de un tercer ladrón me sobrevino por la espalda, sin embargo, yo consciente de esto esperé al último segundo esquivar hacia la derecha, girando sobre mi pierna derecha y apoyándome en la izquierda que quedó más atrás, dejándome bien posicionada para poder golpearle con mi otra mano sin que él pudiera o tuviera tiempo para reaccionar.
Sacudiendo mis manos miré mi obra satisfecha; tal como lo había planeado la tierra había sido resquebrajada por el impacto de mi entrada, solo lo suficiente como para permitir el desequilibrio en mis oponentes y darme la pantalla de humo que necesitaba A unos diez metros de la zona de impacto los primeros dos ladrones de los que me encargué, se encontraban en medio de dos árboles derribados, rellenados de ramas, tierra y algo de sangre, aunque por mi diagnóstico superficial no era nada que pusiera su vida en riesgo, así que luego de atarlos correctamente podría sanar lo que considerara necesario. Por último, el sujeto que acababa de golpear había terminado estrellado contra una roca, y esta a su vez se había partido, dejando probablemente algunos fragmentos enterrados en su espalda.
— Bueno… esto definitivamente simplificó las cosas. — Kakashi cayó a mi lado con aire despreocupado, e inspeccionó el lugar — Los otros tres también terminaron con los suyos.
— Lo sé —respondí iniciando mi camino para apresar a los hombres en el suelo. — Si ellos no hubieran logrado su cometido, seguramente usted seguiría allí.
Fui primero por el hombre incrustado en la roca, al cual, luego de asegurarme de que estaba fuera de combate, tomé por la parte de atrás de su cuello y lo incliné hacia adelante, dejándolo reposar en una perfecta curva en mi brazo izquierdo; Asegurado ahí, le levanté y luego de un salto lo llevé junto a Kakashi, donde lo dejé boca abajo para luego sanar algunas de sus heridas más serias y asegurarme de que no muriera en el proceso. — Sakura-chan —dijo Naruto cuando llegaba hasta nosotros, acompañado de cerca por el Uchiha.
Ambos menores estaban cubiertos de una capa de sudor que perlaba sus frentes, además de ello su piel y ropas estaban llenas de tierra, hojas y un poco de sangre, esta última siendo de algunos cortes en sus manos, pero nada de qué preocuparse. — Buen trabajo ustedes, lograron emplear bien sus habilidades para capturar a esa parte de los bandidos. — Terminando mi trabajo, retiré mi chakra, saqué una soga y rápidamente até al hombre de manos y piernas. Me erguí lista para ir por los otros dos, pero antes les di una pequeña mirada a los dos muchachos, asegurándome de que vieran mi sonrisa de orgullo.
— Pero aún nos falta mucho —soltó Sasuke apartando el rostro y secando parte de su sudor con el protector que llevaba en su brazo derecho.
— Sí, Sakura-chan los acabó en unos pocos segundos, con un ¡Bam! ¡Push! ¡UGH! — El último sonido que soltó el rubio fue de dolor, al recibir un coscorrón por parte de Sasuke. — ¿Por qué me golpeaste estúpido Sasuke?
— Porque te movías como idiota.
Me reí de las ocurrencias de los niños mientras iba por los dos enemigos restantes, a los cuales les hice el mismo proceso que le hice al primero. Cuando terminé mi trabajo me estiré y volví a enfocarme en los genin; esta vez a la ecuación se había sumado Midori, llevando al equipo a una de sus muchas confrontaciones, en las que Naruto y Sasuke olvidaban sus diferencias y ponían una barrera entre ellos y la chica. — ¡Dejen de idolatrarla! Mi madre me lo dijo, ella solo se ve buena en esto porque tiene experiencia, si estuviera trabajando con alguien de su misma edad probablemente quedaría abajo. — Las mejillas de la joven kunoichi estaban rojas, sus ojos destellaban frustración, irritabilidad y enojo.
Suspiré agotada de sus quejas, pero sobretodo resignada en tratar de explicarle a ella los conceptos de un buen trabajo en equipo, había estado esas tres semanas tratando de que se diera cuenta de que los errores que cometía eran principalmente por su testarudez. — ¡Eso es porque nunca la has visto en acción! — Protestó Naruto — estos bandidos no eran nada.
— Hn. Sakura ha llevado acabó misiones más peligrosas —apoyó Sasuke — y en compañía de buenos ninja.
— Lo siento Sasuke-kun, pero puede que ella solo hubiera estado presente en esas misiones, que haya aportado algo a ellas es algo que no se puede saber, después de todo no la viste allí, así que es una información no verídica. — Midori me miró con un aire de superioridad e ira, dos combinaciones que ignoré completamente al dedicarme a observar la copa de los árboles, pendiente de cualquier eventualidad que pudiera presentarse.
— Eso no es real Midori, en este equipo si hay alguien que la ha visto pelear en una misión real, trabajando en equipo con más compañeros, e incluso de mayor edad que ella. — Kakashi llegó cargando al resto de los enemigos, y luego los dejó junto a los que yo ya había detenido.
— ¿En serio? ¿Quién? — Esta vez fueron Naruto y Midori los que cuestionaron aquello, mientras que Sasuke nos miraba suspicazmente.
— Yo —contestó el mayor — Y solo para que dejen de una vez esta charla sin sentido. Creo Midori que deberías saber que fui yo quien recomendó a Sakura, y eso es porque antes he trabajado con ella; la he visto emplear sus habilidades desde una temprana edad. Ahora aclarado esto necesitamos llevar a estos bandidos de regreso, así que apresúrense y comiencen a hacer su trabajo en vez de cuestionar las decisiones de sus superiores al mando.
Con la mirada ofendida y avergonzada de la chica quedó el tema cerrado, y entonces dimos comienzo a la parte final de la misión. Cada uno tomó a un ninja, exceptuando a Kakashi que en vez de encargarse de llevar alguno, invocó a dos de sus perros ninja para que le ayudara a llevar el peso muerto. El camino de regreso a la aldea fue inicialmente silencioso e incómodo, especialmente porque el hombre que llevaba colgado al hombro olía infernal; su hedor era una combinación enfermiza entre alcohol barato, tabaco, sudor, tierra, colonia y lo que parecía agua estancada; sin embargo, eso solo era un pedazo del pastel, ya que ese día en especial el clima era bastante caluroso, lo que aumentaba el gasto de energía y que inevitablemente el sudor apareciera mientras nos movíamos, por ello no me fue extraño que pronto mi ropa comenzara a pegarse a mi cuerpo, y que mi piel, desde la cabeza hasta los pies estuviera húmeda, llegando a ser pegajosa e incómoda mientras me movía. La única fortuna era que nuestro punto de entrega estaba cerca de las puertas de la aldea, siendo exactamente uno de los nuevos cuarteles fronterizos de la policía militar.
Gracias a los acuerdos, cerca de cada entrada se había establecido un pequeño cuartel con tres escuadrones de cinco hombres. Las funciones de ellos aparte de reforzar la seguridad de estos puntos era el procesar e interrogar los criminales, antes de ser trasladados a la sede central donde se daría el debido castigo para cada uno. Los Uchiha habían estado encantados cuando les autorizaron la supervisión más allá de las zonas civiles, un movimiento que había beneficiado no solo al orgulloso clan, sino que la aldea había mejorado también su seguridad no solo a nivel interior sino también exterior.
Cuarenta minutos luego de iniciar la marcha, las puertas de la aldea aparecieron a la vista, cinco minutos después estábamos aterrizando frente a la puerta de la sede Uchiha, donde el comandante a cargo nos recibió, luego ordenó a sus subordinados que tomaran en custodia a los criminales que habíamos traído. — Gracias por traerlos Kakashi-san. Nosotros nos haremos cargo ahora —dijo el hombre a cargo.
— No fue nada. Les agradecemos que terminen el trabajo, nosotros nos reportaremos con el Hokage. — Dándose correspondiente una cordial despedida el albino nos indicó que le siguiéramos, esta vez fuimos a un paso más moderado, pero sin dejar de correr hacia nuestro destino.
— ¡Al fin! No entiendo porque teníamos que cargar a esos sujetos —se quejó la joven. — Pudieron mandar a alguien para que los trasladara.
— La misión se ejerce hasta el final. No hay personal suficiente como para pensar en sustituir a los ninjas en cada parte de la asignación. Todos deben encargarse de completar los requisitos necesarios para asegurar la aldea, de esa forma el resto de los Shinobi tendrán las manos desocupadas para cumplir con más responsabilidades y cubrir un mayor número de asignaciones —respondí dando un salto más amplio y cayendo en un tejado cercano.
Quería con urgencia un baño para quitarme el sudor y cualquier aroma extraño que se hubiera quedado en mis ropas, pero no me quedaba más remedio que esperar, ya que aún teníamos que dar el informe preliminar de la misión y al mismo tiempo recibir nuevas instrucciones, así que la sensación pegajosa en mi cuerpo permanecería por un rato más. — Sakura tiene razón, tu trabajo no es en estar cómoda. Los ninjas solo cumplen con su misión y eso es todo, no hay quejas al respecto. Si lo que querías era confort debiste escoger otro tipo de profesión Midori. — Nuevamente las palabras despectivas de Sasuke entraban en escena y con ello una nueva mirada de molestia y vergüenza que se dibujaba en las facciones de la chica.
— Terminen las discusiones ahora, en este momento necesitamos informar —intervino Kakashi antes de que se desatara otra ronda de protestas por parte de la peli verde.
En pocos segundos la torre del Hokage se alzó a nuestra vista, y con ella cualquier posible nueva discusión quedó en el olvido. A pesar de que no estaba cien por ciento agotada, si estaba deseosa de un descanso y quizás una ronda de entrenamiento para despejar cualquier tensión producida. Una vez aterrizamos en la puerta principal del edificio nos dirigimos mecánicamente hacia el despacho del Tercero, donde finalmente allí el control de Naruto se rompió y comenzó a gruñir.
— Terminemos con esto para que puede ir a cenar —dijo el rubio cruzándose de brazos mientras Kakashi daba dos golpes sobre la superficie de madera.
—Todo a su tiempo Naruto —solté mostrándole una mirada seria.
No recibí respuesta del menor, ya que en ese momento nos dieron la autorización de ingreso. Como de costumbre el anciano estaba sentado tras su propio escritorio, observándonos desde debajo de su gorro blanco y fumando con parsimonia su pipa. — Llegaron antes de lo esperado ¿Asumo que les fue bien? —preguntó el Hokage con una pizca de suspicacia en su mirada.
— La misión fue un éxito, aún hay algunas cosas que ajustar, pero en general consiguieron acertar algunos golpes en conjunto. — Kakashi luego de esto procedió a Narrar los hechos, estimando en detalles, desde el momento en que localizamos a los fugitivos, hasta que intervine.
— Entiendo. — El tercero nos dirigió una mirada antes de sonreír de medio lado — Kakashi espero un informe completo de la misión antes de que salgas en tu próxima asignación. En cuanto a ustedes cuatro. — Nos enderezamos cuando plantó su atención para nosotros — Mañana irán a una misión rango A.
— ¿Rango A? — Cuestioné confusa —No es normal que se asigne una misión de tan alto grado a genin.
— ¡Al fin reconocen nuestras habilidades! ¿De qué es viejo? ¿Una súper ultra mega misión de rescate en medio de un ejército de ninja? O quizás sea liberar a un pueblo entero de las garras de un dictador… O tal vez… — El parloteó incesante de Naruto fue detenido por un fuerte golpe en la cabeza por parte de Sasuke, quien ya irritado decidió poner fin a sus dolores de cabeza.
— Cállate idiota —gruñó molesto, volviendo a enfocarse en el anciano e ignorando la mirada asesina que le prodigaba el rubio.
— ¡TEME! — Naruto trató de lanzarse de lleno contra el Uchiha, pero antes de que consiguiera dar más de un pasó lo agarre por la parte trasera de su chaqueta, deteniéndolo en un brusco tirón.
— Naruto —le llamé con voz sedosa, misma que empleaba cuando quería dejar en claro que mi paciencia estaba en el borde, sentimiento que le transmití con éxito y que le hizo congelarse antes de girarse a verme — compórtate. — Complementé con una sonrisa.
— S-si Sakura-chan —balbuceó para a continuación colocarse completamente derecho en su lugar.
Una pequeña risa escapó por parte de los otros miembros de la habitación, pero no se comentó nada más allá del tema, en cambio yo misma me encargue de retomar el tema anterior —: Hokage-sama podría explicarnos los detalles de la misión. — El hombre asintió de acuerdo y se aclaró la garganta.
— En realidad el contenido de la misión alcanza para ser rango C, eso si fuera en unas circunstancias normales, sin embargo, según reportes y a petición del cliente mismo se pidió que esta asignación se tomara con seriedad; es por eso que decidí conceder dos ninja que puedan o alcancen el rango jonin, así la integridad de la misión estará asegurada.
— Pero usted dijo que Kakashi-sensei tiene su propia misión, en ese caso solo iríamos con… Haruno-san. — La intervención de Midori por una vez no fue conflictiva, en cambio parecía genuinamente confundida.
— Es cierto que Kakashi será asignado en otra misión, pero eso no quiere decir que no vaya a colocar a otro a cargo.
— ¡Espere! ¿Por qué Sakura-chan no dirige la misión? Ella es lo suficientemente capaz para hacerlo, ¿Por qué decirle a otro que lo haga? — La queja de Naruto hizo sonreír a su compañera y mirarme con burla, claramente insinuando que no me creían a la altura; sin embargo, ignoré por completo su intención, en cambio continué atenta para escuchar la respuesta que daría el tercero.
—Sakura es supervisora, se supone que debe ayudarles con su trabajo en equipo, para ello se mantiene en la posición de subordinada, de esa forma pueden ver su manera de trabajar desde su mismo lugar. Otra de mis razones es porque el cliente de esta misión es especial, por ello enviaré a alguien que conoce y ha tratado antes con el cliente, de esa manera será más fácil el desarrollo. — El hombre se inclinó hacia atrás y nos observó detalladamente — ¿Alguna otra pregunta?
— ¿Dónde nos reuniremos con nuestro líder y a qué hora? —terminé por cuestionar.
— A las seis en el puente habitual donde se reúnen, allí él llegará y les compartirá la información —asentí conforme con la respuesta y los genin me imitaron. — Bien en ese caso, equipo siete se puede retirar, Sakura tu quédate un rato más tengo algo de qué hablar contigo.
— Espere viejo ¿por qué solo Sakura-chan tiene que quedarse? ¿No puede decirnos lo que sea de lo que…? — Tapé los labios de Naruto y suspiré agotada.
— Naruto… hay asuntos personales de misiones pasadas que son confidenciales, asuntos de los que siendo genin aún no deben preocuparse, así que es normal que me llamen para estas cosas. — El niño hizo un puchero, pero antes de que se le ocurriera protestar, Sasuke lo tomó por el cuello de su chaqueta y lo jaló hacia la salida.
— Vámonos idiota, apuesto a que tu cerebro le hace falta esa enfermiza comida tuya para usar las dos neuronas que aún te quedan. — A pesar del insulto impreso en las palabras del pelinegro, fue una sorpresa que el iniciara la marcha a Ichiraku, —aunque fue evidente que lo hizo para alejar al rubio y dejar la vía libre— pero aún con esto el brillo que se posó en los ojos de Naruto fue inevitable, junto con el arrastre al que poco después sometió al muchacho.
— ¡Haberlo dicho antes Sasuke! ¡Nos vemos mañana Sakura-chan! — Con algunos improperios por parte del Uchiha, los dos niños se perdieron tras la puerta, dejándonos con una sonrisa divertida a Kakashi, el tercero y a mí misma, y a Midori con un puchero al no verse invitada a la movida, aunque seguramente por el brillo en su mirada, les seguiría.
Cuando finalmente se marcharon los miembros restantes del equipo siete, el Hokage aprovechó para soltar un suspiro y tomar una bocanada de humo de su pipa, luego, lentamente la exhaló, llenando la habitación del típico aroma a tabaco. — Me sigue sorprendiendo como puedes llevarte de bien con esos dos. A las únicas dos personas aparte de ellos que he visto que te tratan con tanta familiaridad son Itachi y Shisui, pero siendo amigos desde hace tanto es evidente la relación tan estrecha que tienen. — Una sonrisa amable se dibujó en el rostro del anciano — Si hubieras sido de su promoción seguramente te habría puesto en su equipo.
Solté una pequeña risa nerviosa por su declaración, sintiendo claramente la ironía — Creo que puedo ver aquello. — Me detuve por unos breves momentos en el pensamiento pasado de verme con ellos, pero pronto descarté el recuerdo y me enfoqué en lo importante, — Pero de todas formas Hokage-sama, creo que no es ese el motivo por el cual me pidió quedarme ¿O me equivoco?
—No, tienes toda la razón. — Repentinamente el hombre se vio más cansado y me observó con compasión, dos combinaciones que me ponían en alerta. — Son dos cosas que tengo que advertirte, la primera es sobre la misión de mañana. Como ya sabes la misión puede que llegue a presentar dificultades, pero esto no es una simple corazonada del cliente, de hecho, afirmó por fuentes confiables que lo más seguro es que ocurra un asalto contra ustedes, por eso voy a recomendarte lo mismo que a la persona que asigné para liderar mañana, que si ven que la situación es agravante, mantengan a los genin al margen.
— Entiendo, me aseguraré de que estén a salvo si algo ocurre. — Normalmente se pensaría que siendo ya ninjas la situación había que enfrentarla sin importar nada, pero de ser posible se evitarían perdidas innecesarias — ¿Cuál es la segunda cosa?
El anciano intensificó su mirada cuando pregunté y mi atención se duplicó, — Hace unos días mandé a Shisui a una misión de reconocimiento, tenía que averiguar sobre algunos rumores que se estaban esparciendo por la zona, algo que tenía que ver con la misión que tuvieron juntos la última vez. — Mi entrecejo se frunció con la información que estaba recibiendo. Tenía mis sospechas sobre a donde desembocaría el tema, pero permanecí en silencio esperando a que el hombre terminara — Hace unas horas, antes de que llegaran ustedes presentó un informe, en él notificó que se había topado con Hayato, pero que además de ello le sacó alguna información que quizás te interese, ya que has estado tan cerca de Kazumi, es por eso que he dado mi autorización para que él comparta los detalles de lo que encontró.
—Ya veo, así que aún está causando problemas — En cierto modo escuchar que estaba bien me significaba un alivio y una preocupación más — Lo siento, debí detenerlo antes.
Observé con detenimiento los ojos oscuros del Hokage, tratando de transmitirle toda mi honestidad con mi declaración, y esperando algún gesto que delatara mi error anterior al posponer la captura de mi viejo compañero de equipo, pero en cambio solo recibí una expresión neutra, cansada y preocupada. — No es necesario, eventualmente lidiaremos con lo que esté haciendo Hayato, por el momento es mejor que te enfoques en ti misma. Dejando eso de lado, será mejor que busques a Shisui, lo que quiere decirte es importante.
Tomando sus palabras con un poco de sal, asentí de acuerdo con su sugerencia, así que sin argumentar nada en contra, hice una reverencia, me despedí del hombre y salí de la oficina. Cuando estuve en el pasillo y comencé mi marcha hacia afuera, mis pensamientos recayeron en toda la información recibida, tratando de verificar si había algo de lo que me estuviera perdiendo, porque tenía la sensación de que la reacción del tercero hacia lo que tenía que ver con Hayato era demasiado tranquila, ¿O quizás no quería angustiarme? Esto último tenía lógica considerando que siempre se había mostrado preocupado cuando tocaba el tema, siempre parecía querer evitar que tuviera una confrontación directa con él y siempre preguntaba por cómo me tomaba las cosas. Suspiré y pasé mi mano entre los cabellos de mi frente; era una manía adquirida con la que expresaba mi frustración, esta vez por ser tratada con tanta delicadeza, aunque en cierto modo también agradecía la atención. Como fuere seguiría el concejo y me concentraría en lo que tenía al frente, y lo primero en la lista era encontrar a cierto amigo escurridizo.
La amplia explanada rodeada del bosque, junto a la cascada que desembocaba en el profundo acantilado que daba la continuidad al río Nakano, era una visión a la que estaba acostumbrada desde pequeña; siempre me traía muchos recuerdos y una profunda paz cuando llegaba a pisar esos terrenos. Era el lugar que acostumbraba frecuentar con los muchachos, y donde por lo general nos reuníamos para entablar conversaciones serias, por eso era uno de los primeros lugares en los que siempre buscaría a alguno de los chicos. Ese día en particular, el claro se veía bellamente iluminado por los rayos de la tarde, mientras que la brisa cepillaba la copa de los árboles, el verde césped bajo mis pies, el cabello de Shisui y el mío.
No había tardado mucho tiempo en determinar el lugar a donde tenía que ir, por eso en solo media hora de camino —que era el tiempo de desplazamiento entre la torre y el claro si usabas el shunshin—, me posé en la entrada de nuestro campo "secreto", donde rápidamente localicé a mi amigo. El Uchiha estaba de espaldas a mí, sentado sobre una roca cercana al borde del abismo, justo en frente de la caída de la torrencial fuente de agua; lucía por primera vez en mucho tiempo su ropa de civil, solo que esta vez omitió las mangas en su camisa, su kodachi, su porta shuriken en la pierna y lo que podía decir fue su protector ninja. A pesar de su apariencia relajada y que parecía ignorante de su entorno, era bien sabido que él era un ninja muy peligroso que nunca bajaba la guardia, por eso lo más seguro es que me hubiera sentido llegar incluso antes de que pudiera salir de la protección de la arboleda.
Con pasos tranquilos me acerqué hasta el joven adulto, hasta que estuve a solo un metro de distancia. — Parece que recibiste mi mensaje —dijo con calma, sin apartar su mirada de la caída de agua y mostrando en su perfil una expresión tranquila, casi aburrida pero que ocultaba una regia concentración.
— Imposible no hacerlo, después de todo, fuiste muy enfático con el Hokage para hacerme llegar la razón. — Una pequeña sonrisa cruzó los labios del chico antes de finalmente dirigirme una mirada.
— Es importante, de lo contrario hubiera esperado. — Mientras hablaba se giró hacia mí, dándome toda la atención requerida.
— Y por tu expresión siento que en estos momentos solo quieres ir al grano. — El asintió respondiendo a mi afirmación.
Eran raras las veces que el abordaba un tema así de rápido, lo que significaba que la gravedad de lo que tenía que decir era lo bastante significativa como para llevarlo a no irse con rodeos. — ¿Alguna vez han hablado con Shin sobre la relación que tienes con él? ¿Qué tan conectados están? ¿O por qué de entre todos solo tú puedes hablar con él en un espacio diferente a la realidad? — Abrí los labios para responder de inmediato, pero me detuve antes de que saliera cualquier palabra, pensando detenidamente las preguntas que me acababa de hacer; ¿Realmente por qué? Sabía que como decía Shisui, Shin y yo compartíamos un vínculo provocado por el usó de mis sentimientos como base para alterar toda esa realidad y cumplir sin represarías los deseos de Sasuke.
— No, realmente nunca hemos hablado al respecto de eso, siempre que trato de preguntar él evade los detalles y terminamos hablando de trivialidades. ¿Por qué lo preguntas Shisui? ¿Acaso averiguaste algo?
— No precisamente; más bien extraje la información que ya se había adquirido —dijo dedicándome una mirada, con la que caramente me transmitió el nombre de la persona a la cual le había sacado lo que sabía.
— ¡¿Hayato?! ¿Por qué…?
— Como habrás escuchado del Hokage me lo encontré en mi última misión. — Su interrupción me hizo callar y sentarme lentamente sobre el césped, algo me decía que para escuchar las noticias debería estar segura de que no caería al suelo. — Extraje de él toda la información que pude y si tengo que decir algo, en resumidas cuentas, es que tu excompañero estuvo averiguando sobre Shin y sobre ti, cosas que no creo que sean muy alentadoras.
— ¿De qué se trata? — Cuestioné apretando los puños sobre mis rodillas.
— Bueno si tengo que iniciar diría que lo que Shin nos contó a medias sobre él es cierto, pero también hay un dato que se le escapó decirnos y es que realmente él no murió cuando le sellaron. — Parpadeé confundida pero no dije nada, puesto que sabía que él notaría mi confusión interior y respondería a mis dudas no formuladas — Parece ser que el sello que emplearon para separar su cuerpo y alma no era letal, o al menos esa era la intensión principal. El punto es que su alma es lo importante, es su vida misma, así que simplemente mientras se mantenga existiendo puede recuperar su cuerpo eventualmente, o al menos eso es lo que averiguó Hayato, no hay detalles del cómo podría hacer tal cosa, pero era claro que el sello, aunque lo mantiene pendiendo de un hilo también le da la posibilidad de librarse… al menos como él dijo, con condiciones específicas.
— Sin embargo, Shin mencionó que el cuerpo que había en el ataúd era historia, y ya debes saber que, aunque no tiene un cuerpo que pueda usar todo el tiempo en nuestro plano, él…
— Soy consciente de que su estado es algo extraño, demasiado, a decir verdad, y eso lo hace aún más preocupante. — Mordí mi labio inferior, pensando detenidamente en la inquietud de mi amigo; si era honesta conmigo misma, también me había preguntado la razón por la cual Shin tenía un cuerpo cuando era evidente que antes se lo habían arrebatado ¿Cómo lo había recuperado? En la cripta había afirmado que su cuerpo original ahora era innecesario, por ello los esfuerzos de nuestros enemigos habían sido inútiles. — dejando de lado eso, tu conexión con él es lo que más me preocupa en estos momentos, ya que te pone una diana directamente en la espalda para cualquiera que busque su poder y además te está involucrando en los errores… no, no creo que deban ser descritos como errores, más bien los crímenes que cometió antes de que le pararan.
— Espera ¿Por qué me involucraría? Él solo me usa como puente… —traté de refutar sus palabras, pero me interrumpió con un dato que no me esperaba.
— Sakura, lo tuyo no es simplemente ser un "puente", tu relación no se queda como una mera conexión, es totalmente erróneo llamarlo así cuando la realidad es que en el sentido literal de la palabra él está viviendo dentro de ti. — Mis labios habían quedado abiertos y mis palabras murieron en el fondo de mi garganta, incapaz de salir mientras procesaba la información y la mezclaba con la que sabía. Como midiendo mi confusión Shisui agregó un detalle más que me despertó de mi estado de Shock — Más o menos con los datos que recolecté se entiende que él hizo una especie de nido junto a tu alma, de esa manera parece mantenerse al margen pero al mismo tiempo está enterado de todo.
— Espera si eso fuera de esa manera, sería como Naruto con el Kyubi, entonces su poder…
— Es por eso que no te afectan cosas externas que tengan que ver con el tiempo Sakura, su influencia te mantiene a salvo de eso, pero en peligro de todos los demás que quieran obtener esa fuerza; pero como dije no es todo, ya que es probable que aquel que quiera o quiso erradicar a Shin vaya detrás de ti. — Ahora entendía la repentina reunión y su urgencia; no era por compartir la información, eso era solo de segundo plano, lo que realmente quería hacer Shisui era advertirme del peligro y las implicaciones de todo eso.
— En ese caso mantener el secreto de Shin es una prioridad, buscaré llegar a una forma de ocultar su poder si llegara a manifestarse, también le pediré que me diga todos los riesgos —respondí.
— Me parece bien, pero aún no terminamos Sakura, esta solo era la primera cosa de los temas que quiero tocar con respecto a él. — Los ojos de mi amigo se estrecharon un poco, cambiando el ambiente entre nosotros, poniéndose de alguna forma más tenso. El silencio se extendió por algunos momentos mientras que al mismo tiempo una fuerte ventisca pasaba sobre nosotros, agitando con fuerza los árboles a nuestro alrededor y moviendo nuestros cabellos. Como si hubiera estado esperándolo, el Uchiha no habló hasta que el viento se detuvo y nuestro alrededor se asentó en el silencio. — La falta que mencionó Shin, aquella por la que lo sellaron, no fue "una", de hecho, fueron varias, pero una de las que se resaltó sobre las demás fue la erradicación de su propio clan.
Me congelé unos segundos mientras la sangre se enfriaba en mi cuerpo y una oleada de incredulidad aparecía en mi cabeza. — Espera… ¿Cómo que erradicó a su clan? Yo misma vi a Kazumi, tu probaste y viste su poder en acción así que… —balbuceé. Era un hecho de que luego de conocerle por tanto tiempo algo como aquello se me hacía difícil de concebir; él no se veía como el tipo de persona que arrasaría con su familia, de hecho, estaba tratando de protegerla. Shin era un idiota, pero era uno tranquilo y por algún motivo mantenía un aire sabio a su alrededor, su preocupación por Kazumi también era genuina; las dos veces donde la seguridad de la chica estuvo en peligro siempre se mostró demasiado protector, y completamente dispuesto a enfrentar lo que sea como para rescatarla.
— Sakura, no olvides de que este es un mundo completamente diferente al original, ha sido cambiado, pero al mismo tiempo preserva ciertas cosas que no pueden ser borradas. Hayato parece ser que encontró viejos papiros donde relataban por fragmentos la historia de Shin, no todos estaban claros y no pude ver mucho por falta de tiempo, pero lo que rescate fue suficiente para enterarme de que él los eliminó del plano existencial. Actualmente parece ser que consiguió de alguna manera traerlos de regreso, pero… ellos no son de esta época, de hecho, se puede decir que los sacó de un pasado de siglos atrás y los trasladó hasta la época contemporánea.
No podía refutar su argumento, de hecho, no supe porque no había pensado en ello antes, después de todo, sabía bien que hacía años, cuando había visto el lugar completamente diferente a las ruinas que encontramos con Naruto, me había quedado estupefacta y confundida, cuestionándome el por qué el lugar estaba así, si se suponía que era un lugar desolado.
Mordí mi labio inferior y enfoqué mi atención en un punto indefinido de la hierba. Había tantas cosas de Shin que no sabía, que eran detalles importantes y que probablemente no solo me pondrían a mí en riesgo sino también a los que quería; Debería haber indagado más, preguntar más, insistir más y mantener una estrecha vigilancia sobre las circunstancias, sin embargo, todos esos años él albino me había ayudado a su manera, lo que me hizo confiar en él, una decisión que no sentía que fuera incorrecta, pero si imprudente. — ¿Shin busca redención? Me usó para corregir su metida de pata en el pasado, pero al hacerlo me dejó involucrada en sus asuntos. ¿Realmente es eso? — Murmuré.
— No lo sé. Eso es un tema que solo tu amigo podría resolvernos, sin embargo, de ahora en adelante tienes que tener cuidado con cada persona externa que sepa sobre Shin, especialmente con Hayato. — Retomar el tema de mi viejo compañero, me ayudo a salir de mis caóticos pensamientos y concentrarme en una pregunta que había surgido.
— ¿Qué hiciste con él? Mencionaste que no lo eliminaste así que… — Shisui bufó, impidiéndome continuar con mis palabras y llevándome a levantar la vista hacia su rostro. Mi amigo había mostrado su molestia en un gesto enfurruñado, viéndose bastante infantil y consiguiendo con su actitud que sonriera burlona.
— Logré sellar la información con un genjutsu, así que no podrá compartirla con nadie, pero antes de poder capturarlo, recibió refuerzos y escapó. — No dudé en mostrar mi sorpresa por su breve explicación; Shisui casi nunca finalizaba una misión a medias; el que Hayato haya escapado solo significaba que la situación se había desenvuelto de forma inevitable. — Hay pocas cosas que me sorprenden, pero tengo que admitir que Shiratora tiene mucha suerte, siempre tiene una salvaguarda que lo mantiene a salvo, en ocasiones me pregunto si es simple coincidencia o tendrá que ver con algo más.
No tenía como responder a ello, porque en ocasiones me había hecho la misma pregunta, especialmente luego de la última vez que lo había visto. — Como sea, si se marchó, solo me queda tener cuidado como dijiste y esperar alerta por si viene por mí para llegar a Shin. — Mi amigo asintió e hizo un ademán de levantarse, pero se detuvo cuando el aire tuvo un ligero cambio, trayendo consigo la repentina presencia del albino.
— Dudo mucho que se atreva a hacerlo, y aunque lo hiciera no le serviría de nada. — abruptamente me levanté de mi lugar y me giré para encontrarme cara a cara con Shin.
El hombre estaba parado con una postura relajada, manteniendo las manos dentro de los bolsillos y los ojos parcialmente cerrados. — ¿En qué momento…? —dije sin poder creer que solo bastaron unos segundos para que apareciera de la nada.
— Desde el principio, solo que no puedes sentirme porque siempre estoy contigo ¿Qué acaso no escuchaste a tu amigo?
— Así que después de todo lo admites —gruñó el Uchiha — Aunque me gustaría iniciar una larga discusión sobre tus motivos para todo este enredo primero preguntaré a que te refieres con lo anterior.
— Me refiero exactamente a lo que dije. Aunque ellos me buscaran en Sakura, sería estúpido que lo hicieran y de hecho solo se condenarían a sí mismos. — Shin levantó la mirada hacia el cielo, reflejando el cielo en sus ojos y mostrándoles más azules que antes. Su mirada suspendida mostraba que se encontraba recordando algún detalle del pasado.
— Siempre mantienes las cosas enigmáticas, creo que para variar puedes aliviar nuestras dudas —reprendí acercándome al albino y tratando de encontrarme con su mirada, situación que conseguí luego de algunos segundos.
— Supongo que puedo, al menos lo que se me está permitido — El albino levantó su mano que pronto brillo de un tono azul violáceo, muy parecido al color de sus ojos. — Antes de responder realmente a su pregunta, les contaré una pequeña anécdota. Bien como dijo Shisui, hace años cometí el más horrible crimen y terminé con las vidas de toda mi gente, llevándolos a desaparecer del plano existencial, esto pasó cuando mi poder me cegó por completo; Fue en ese momento y sin demora en que recibí mi castigo. El ser que me selló se aseguró de cubrir cada forma de escape que pudiera tener, pero al mismo tiempo me dio libertad ¿Por qué? Eso fue algo que no comprendí hasta la primera vez que casi desaparezco cuando traté de salir de su control; Entonces descubrí que, si bien podía escapar, la forma en que lo hiciera desencadenaba un evento en consecuencia, sea bueno o malo siempre tiene una repercusión en mi forma.
— Eso lo habías explicado antes con otras palabras —comentó Shisui.
— Sí y no. Porque antes mencioné las repercusiones de mi liberación, pero incluso ahora sigo atado bajo otras cadenas, las cuales no son visibles a no ser que las toques. Si bien recuperé una forma de cuerpo y puedo materializarme en el plano normal, solo se puede dar por ciertas condiciones y nunca por mucho tiempo. La primera es en mis tierras, el lugar donde habita mi clan, la segunda se dio cuando Sakura se acostumbró a mi presencia dentro de ella; claro que digo esto, pero realmente mi unión con Sakura es como si fuera una sombra, conviviendo con ella, pero siendo ajeno de igual forma. Ahora aclarando esto puedo decirles que incluso si permanezco ligado a ella, mi influencia se limita a un poco de chakra que evita que el poder del tiempo de mi clan le afecte, otras acciones son inútiles, incluyendo el que traten de extraer más de mi poder de ella, esto no funcionará de ningún modo porque soy una entidad aparte de ella, incluso si compartimos espacio, y aunque consiguieran hacerlo siempre queda una línea de defensa demasiado amplia como para que la atraviesen.
— ¿Existe algo así? —cuestionamos.
— Sí, es un sello especial que se puso como medio para evitar la tentación de cualquier incauto, que si alguien trata de atravesarlo terminará con un juicio personalizado y probablemente un castigo similar al mío o peor, todo depende del rango de su falta — Se detuvo un momento y sonrió amargamente — Es frustrante en varios puntos, pero tengo que admitir que dejó cubiertos varios posibles escenarios, solo por si se tenía que ocupar de otros asuntos.
— Eso quiere decir que por el momento estoy a salvo. —Shin asintió en confirmación y luego enfocó su atención en Shisui.
— Igual hay cosas que no deseas decirnos, así que no creas que no seguiré indagando.
— Me parece justo, de hecho, es admirable que ustedes dos sean tan unidos, y por ello mismo es apreciable la preocupación que sientes por Sakura. No diré que no busques más pistas, es más, sigue haciéndolo, así me evitas tener que explicar más de estos temas, aunque te advierto que tengas cuidado, hay otro tipo de ojos que puedes llamar si no caminas con cuidado. — Terminadas sus palabras Shin se acercó hacia el acantilado, y se quedó observando la caída del agua, volviéndose a sumergir en sus pensamientos.
Miré a mi amigo, pensando preguntarle si comprendía en su totalidad las palabras del albino, pero al ver como se había sumergido completamente en sus pensamientos, mi impulso inicial para cuestionarle aquello quedó en el olvido. La advertencia de Shin solo auguraba nuevos problemas en un futuro, era como si a cada paso de desear conocer la historia del albino nos estuviéramos adentrando en un pasado lúgubre y asfixiante que posiblemente podría llegar a consumirnos. — Shin, ¿hay algo más que quisieras decir? — Las palabras salieron repentinamente de mis labios, impulsada por la repentina inquietud sobre su aparición ¿Solo había venido a explicarnos o había algo de tras fondo? Sentía una pequeña espinita que me incomodaba lo suficiente como para preguntar aquello.
El nombrado no respondió de inmediato, pero pude notar que sus hombros se habían tensado y sus dedos se enroscaron parcialmente. Su reacción fue un fuerte indicativo para levantar mis sospechas sobre que algo había ocurrido. — No es nada de qué preocuparse, solo estoy algo cansado. — Girando su rostro parcialmente hacia mí, Shin me observó aparentando aburrimiento, sin embargo, su intento de hacer que no pasaba nada solo me hizo sentir mayor inseguridad y desconfianza — Claro que, si quieres recibir una advertencia más, supongo que puedo decir que tengas cuidado con tus sueños, nunca se sabe que puedas terminar soñando.
Enarqué una ceja confundida por sus palabras, aunque luego de ver que curvaba una sonrisa de medio lado, casi burlona solo pude tomar sus palabras como una fanfarronería. — Tu… ¿Podrías tomar algo enserio? — la risa de él me hizo inflar mis cachetes en un puchero de molestia.
— Lo digo muy enserio Sakura. Yo solo vine ahora para aclarar algunos puntos, ya que no quisiera que vivieras caminando por este mundo con temor, o incluso que tus amigos terminaran volviéndose paranoicos y más sobreprotectores de lo que ya son. No es conveniente mostrar el miedo o desconfianza abiertamente, de lo contrario podría ser contraproducente es por eso que vine aquí, para calmar las dudas abiertas. — Finalmente Shin se dio la vuelta en su totalidad y miró hacia Shisui; mi amigo le devolvió la mirada con precaución, pero luego de algunos segundos finalmente se relajó.
— Te agradezco la aclaración —dijo Shisui — Tendremos cuidado con tus advertencias. Ahora supongo que te marcharas de nuevo ¿No es así?
— Bien deducido Uchiha. — El albino sonrió — Tengo algunas tareas que hacer y solucionar, así que como dices me marcho por el momento. Suerte en tu misión Sakura, estaré fuera un tiempo en mi propia casa así que no te acompañaré en esta ocasión.
Sin esperar respuesta Shin se desvaneció en una ráfaga de viento, dejándonos a Shisui y a mí solos en medio del claro, con el sonido del agua al caer y el susurro de las copas de los árboles. — Me pregunto cuanto es de fiar —comentó mi amigo apartando la mirada del lugar donde había estado hacía un momento el albino y dirigiéndola hacia mí — Parece muy amable, pero a veces me da escalofríos su forma de aparecer y desaparecer.
— ¿Crees que tenga algo que le impida hablar de sí mismo? Siempre que se le pregunta algo importante hace una expresión como… dolorosa o molesta, luego da respuestas vagas o simplemente no lo hace. — Mi amigo medito mis palabras un momento y poco después respondió. — cabe la posibilidad de que eso ocurra, sin embargo, eso solo significaría que la información que pueda dar es peligrosa y el averiguar al respecto solo nos indicaría que es peligroso indagar demasiado.
— Pero tenemos que hacerlo porque la situación lo amerita ¿cierto? — Completé sus palabras, y a cambio recibí una sonrisa de medio lado.
— Siempre puedo jactarme de lo lista que eres Sakura. — Mi amigo finalmente se estiró en su lugar y en un movimiento grácil se acercó en un paso hasta mi lugar, para a continuación acariciar mi cabeza. — Definitivamente serás una Uchiha admirable.
Sin esperar mi reacción y manteniendo una sonrisa astuta, Shisui comenzó a marcharse, dejándome con el comienzo de un fuerte sonrojo, que pronto se propagó por todo mi rostro. — O-Oye… ¿qué quieres decir con eso? ¡Shisui! —proferí girándome hacia él, pero al estar de espaldas a mí solo pude escuchar su risa divertida mientras avanzaba. Apretando los puños y tratando de mantener mis nervios abajo me apresuré en seguirlo, decidida a que hacerle explicar sus palabras… poco sabía que sería una tarde bastante infructuosa y cargada de un par de bromas más.
El lugar regular de reunión del equipo siete; el puente sobre el rio, junto a la solitaria puerta tori que custodiaba la entrada y donde usualmente Kakashi se paraba al llegar tarde; este era el escenario solitario que encontramos Sasuke y yo al llegar temprano en la mañana, un poco antes de que el sol saliera completamente y media hora antes de la hora propuesta. Mi silencioso compañero de camino cuando finalmente nos detuvimos en medio del puente, se recostó como de costumbre contra la baranda y cruzo los brazos frente a su pecho, mientras que yo simplemente me mantuve de pie en el otro lado, esperando pacientemente el momento en que llegaran el resto de los integrantes del equipo. Mirando hacia los árboles que rodeaban el camino que habíamos recorrido y por el que esperaba que llegara Naruto, repasé lo que sabía de la misión y me mentalizaba para trabajar en equipo con la persona que enviaran como líder de escuadrón; no podía dejar que la situación fuera superior a mí, tenía que trabajar bien con quien quiera que asignaran, de lo contrario todo el trabajo que habíamos hecho hasta ahora sería igual a nada.
— Espero que no se decidan tardar —pronunció Sasuke como primeras palabras desde que nos habíamos encontrado para llegar al punto de encuentro, — No sería conveniente comenzar la misión tarde.
Con cuidado observé la postura casi desinteresada del menor, hallando en ella un pequeño tic en sus dedos, lo que indicaba una leve ansiedad, además sobre sus ojos cerrados, una traviesa ceja derecha se movía en pequeñas contracciones, lo que me hizo deducir que igualmente estaba un poco molesto ¿El motivo? Solo él lo conocía. Con una sonrisa condescendiente concordé en parte con sus palabras, pero al mismo tiempo difería, debido a que aún quedaba tiempo para que llegara la hora acordada. — Estas un poco más impaciente de lo usual ¿Pasa algo? —cuestioné.
La mirada oscura del joven se posó sobre mí mientras reacomodaba su postura, enderezándose y bajando sus brazos hasta que pudo meter las manos dentro de los bolsillos de su pantalón corto. — No pasa nada, solo no quiero terminar esperando. — Su respuesta me sonó poco convincente, así que estreché mi mirada y lo observé con más detenimiento, hasta el punto en que le incomodé por mi acción. — ¿Qué?
— Sasuke-kun, no estas siendo muy honesto —le contradije volviendo a adoptar una postura más tranquila, pero manteniendo la mirada fija sobre él.
— ¿A qué te refieres? —gruñó, pero agregando cierto interés en las profundidades de su tono.
— Te conozco desde hace años, así que en ocasiones puedo leerte muy bien. — Su mirada se estrechó por unos milímetros, pero no comentó nada, en cambio su intensidad aumentó, dejándome como señal que deseaba escuchar cuales eran mis suposiciones. — Lo más probable es que hablaste con Fugaku-san esta mañana sobre la misión, por eso desde que nos reunimos en el camino has estado más inquieto y centrado que de costumbre, quieres hacer esta misión pronto y bien hecha para evitar una confrontación verbal más tarde ¿Cierto?
La tensión en su cuerpo aumentó, confirmando mis palabras antes de que él pudiera hacer la mueca de fastidió que acostumbraba cuando había sido descubierto. Mis labios se apretaron en una línea, y mis dedos entrecruzados al frente se apretaron. Pocas veces pensaba en la carga que Sasuke cargaba en sus hombros, pero este tipo de momentos me recordaba que, aunque el niño finalmente había conseguido vivir con su familia, aún era acechado por otro tipo de problemas, que si bien, no eran tan graves como el odio y oscuridad que le había rodeado en el pasado, si le producían grandes momentos de estrés, frustración y soledad. Ser el hijo menor del líder de un clan tan antiguo, el tener un hermano mayor que era prodigio en las artes ninja, tener un equipo actualmente en periodo de prueba, estas cosas y más eran fuente constante de los malestares del menor, lo que usualmente le llevaba a tener siempre ese deseo irremediable de sobresalir, incluso si a veces se llevaba a rastras a otro. Afortunadamente, así como tenía esos eventos que alimentaban sus emociones negativas, así mismo tenía un polo a tierra que le recordaba el valor de apoyarse de vez en cuando en los demás y que incluso se podía crecer rivalizando con alguien.
La oscuridad de Sasuke solo podía ser manejada por una luz intensa y cálida, y aunque yo no lo era, siempre había tendido mi mano para observar y acompañar al menor en los momentos cruciales, del mismo modo que seguía haciéndolo con mis amigos.
— No hay nada de malo con querer hacer las cosas bien, al menos una vez sería bueno que el equipo funcionara como debe —dijo el chico.
— Los imprevistos nos hacen crecer mejor como ninja. — Finalmente aparté mi mirada y la enfoqué en la línea de árboles que bordeaban el camino. — Sería ideal que todo saliera como el mecanismo de un reloj, que los equipos desde el principio estuvieran tan bien alineados como los engranajes y trabajaran tan fluido como cuando está bien engrasado el sistema; sin embargo, la realidad es completamente diferente Sasuke-kun. Las misiones siempre van a tener imprevistos que retrasen o adelanten el funcionamiento, por ello es importante que la diversidad en el equipo complemente las falencias del otro, cubran los puntos muertos y unan sus voluntades para que la asignación salga adelante; el problema es que para ello tienes que borrar de tu cabeza la ilusión de control e individualidad, comenzar confiar ciegamente en que tu compañero cubrirá tus espaldas y al mismo tiempo tu estar dispuesto a arriesgarte para defenderle; esto es algo que solo se consigue luego de varios tropiezos, entrenamientos, misiones complicadas, peleas, convivencias, observaciones y sin fin de cosas molestas, pero que finalmente te lleva a conocer las fortalezas y debilidades propias y de los demás. Sé que no debo recordarte que cuando iniciaste a entrenar con Naruto, ustedes dos no podían poner juntos un pie delante de otro sin caerse, tampoco llegaron a coordinarse, ni a conseguir rápidamente los objetivos de los ejercicios; les llevó tiempo acoplarse a la personalidad del otro y aprender a combinar sus movimientos; y gracias a eso es que ahora juntos han llegado a superar dificultades que harían sudar a un chunin.
Sentí el movimiento de él frente a mí, pero no volteé en cambio permanecí en la misma posición, disfrutando de la mañana y permitiendo a mis recuerdos vagar libremente entre los momentos más significativos que compartí con Naruto y Sasuke como miembro del equipo siete. — ¿Llegaste a ese entendimiento con tu equipo genin? Porque de ser así ¿Por qué les separaron? — La pregunta me sorprendió y me tomó con la guardia baja, lo que permitió que mi rostro mostrara el flujo de emociones que me provocaban esas preguntas.
— No llegamos a ser una entidad tan unida y me pregunto si alguna vez llegaríamos a ello; pero, puedo afirmar que en las misiones solíamos coordinarnos bien, incluso si en algún momento hubo algún tipo de descuido, mientras estuvimos juntos conseguimos acoplarnos lo suficiente. — Cerré mis ojos y al instante pasaron breves imágenes de mis palabras, sin embargo, no pude sumergirme demasiado tiempo en ellas, ya que antes de ello o de que Sasuke se decidiera preguntar algo más, un ruidoso bostezo llamó nuestra atención.
Naruto había llegado caminando con pasos lentos y perezosos, mientras que al mismo tiempo se frotaba los ojos con el dorso de la mano. Balbuceando incoherencias incomprensibles, terminó de acortar la distancia, deteniéndose en medio de ambos y dio un último bostezo antes de enfocar su mirada zafiro sobre nosotros. — Buenos días Naruto —saludé suavemente, intrigada por la falta de energía que presentaba el niño a esa hora.
— Buenos días Sakura-chan, Sasuke —respondió como un autómata.
El Uchiha y yo cruzamos miradas un momento, intercambiando la misma duda sobre la repentina falta de euforia. — Oye idiota ¿Acaso dejaste la mitad de tu voluntad en casa? —soltó Sasuke como un intento de prender la sangre del rubio, acción que pronto dio sus frutos en un brusco movimiento de cabeza, en el que Naruto aprovechó para mostrar con su expresión lo ofendido que estaba por el comentario.
— ¿Qué dijiste estúpido? Entre todos nosotros yo soy el de mayor voluntad aquí. — Suspiré cuando anticipé la habitual lucha verbal, aunque agradecía que la intervención de Sasuke hubiera mostrado la energía oculta del chico.
— Lo que Sasuke-kun quiere decir Naruto es si dejaste tu energía en la cama. — Mi intervención vino acompañada de un suave toque sobre la coronilla del rubio, quien giró su rostro en mi dirección y me observó con un puchero. — ¿De casualidad de trasnochaste ayer?
— No lo hice apropósito, simplemente soñé cosas raras que me despertaron en medio de la noche —respondió, adquiriendo en el proceso un sonrojo sobre su expresión enfurruñada.
— ¿Cosas raras? —repetí confundida.
— A puesto que fueron esas cosas pervertidas que siempre te metes en la cabeza —opinó Sasuke con una sonrisa de medio lado.
— ¡No fue nada de eso! —gritó Naruto antes de mirarme a mí con una expresión nerviosa — En serio Sakura-chan no fue nada de eso.
— En ese caso ¿Qué fue tan extraño que te hizo desvelarte? — Me crucé de brazos y esperé pacientemente a que hablara.
El joven Uzumaki dudo un momento, abriendo y cerrando la boca un par de veces hasta que frunció el entrecejo y se mostró molesto, confundido y un poco avergonzado de lo que diría. — Bueno… no recuerdo la mayoría, pero sé que uno de ellos fue sobre la misión con el viejo Tazuna. — Atentos, Sasuke y yo nos quedamos esperando a que continuara y revelara la razón de sus múltiples emociones — Digo… parecía como si estuviera recordando lo que pasó, pero… había algunas diferencias, aunque la mayoría no las recuerdo bien; solo sé que en mi sueño Midori no estaba en nuestro equipo, en cambio de ella Sakura-chan estaba trabajando con nosotros.
Me tensé en mi lugar, pero traté de que mis emociones no volvieran a mostrarse en mi rostro, en cambio busqué mostrarme un tanto divertida por la anécdota. — Eso es halagador Naruto —dije lentamente, buscando aplacar mi agitación interna.
— Fue raro pero familiar ¿Quizás sea una señal que nos diga que debes quedarte en nuestro equipo? — Olvidando su incomodidad inicial, su humor cambio radicalmente a uno lleno de entusiasmo, gesto, que agradecí para mis adentros, porque se llevó los segundos de tensión que había provocado. — Así como en mi sueño puedes aplastar de un golpe a los malos, mientras que el idiota de Sasuke y yo les rematamos con nuestras súper técnicas.
— ¿A quién llamas idiota, perdedor? Se nota que has de haber comido algo raro anoche —gruñó Sasuke, estrechando la mirada.
— No soy un perdedor, idiota. ¿Acaso quieres pelea? — Nuevamente Naruto se giró hacia Sasuke y se remangó, listo para lanzar el primer golpe de ser necesario.
— No necesito gastar mis energías tan temprano barriendo el piso contigo.
Suspiré aliviada de que el tema se desviará con tal prontitud, pero me apresuré a detener a Naruto por el cuello de su camisa antes de que iniciaran una pelea absurda, donde seguramente terminarían malgastando fuerzas. — ¡Sasuke-kun! — El repentino grito del miembro faltante del equipo siete hizo callar a los dos menores, quienes al unísono soltaron un gruñido de molestia.
Midori llego corriendo, agitando violentamente sus dos coletas de lado a lado mientras se acercaba con toda la intensión de abrazar al Uchiha, quien, previendo el movimiento, en saltó grácil le esquivo, cayendo con la suavidad de un gato sobre la barandilla de madera. — que malo —dijo la chica haciendo un puchero y cruzándose de brazos.
— Eres realmente un dolor de cabeza —respondió el moreno, volviendo a saltar y colocándose a espaldas de Naruto y a mi lateral derecho, lo suficientemente cerca como para que percibiera su calor.
La muchacha torció la boca en un gesto de molestia, pero no dijo nada contra las palabras del joven, en cambio finalmente nos dedicó a Naruto y a mí, un poco de su atención. — Hola Naruto, Sakura-san. — mi nombre salió de sus labios en un tono despectivo, pero al ser costumbre ignoré aquello.
— Buenos días Midori-chan —respondí, mientras que al tiempo soltaba la chaqueta de Naruto y le permitía moverse con libertad.
Hubo unos incomodos segundos de silencio entre los cuatro, que fueron rotos cuando repentinamente el rubio exclamó — ¡Ahora que recuerdo! Ustedes dos — se giró y nos señaló al Uchiha y a mí, que pronto nos mostramos algo confusos y sorprendidos por su arrebato — Estaban aquí desde antes.
— ¿Y eso que tiene que ver? —soltó Sasuke en un gruñido molesto — Si no te diste cuenta antes no es nuestro problema.
— No es a lo que refiero idiota —replicó Naruto —Lo que quiero decir es que ustedes dos llegaron antes, eso quiere decir que volvieron a venir juntos.
La atención de la chica fue llamada con la declaración de mi pequeño amigo, y en el Uchiha y en mí, solo provocó aún más desconcierto. ¿Por qué importaba aquello? Era normal que de vez en cuando nos reuniéramos en el camino o incluso yo le esperara frente a mi casa para acompañarnos, así que la sorpresa o reclamo no debería existir. — Si lo hicimos, pero ¿Por qué es tan importante Naruto? —cuestioné.
— El idiota de Sasuke te está monopolizando —respondió el chico.
— Yo no hago tal cosa, simplemente nuestras casas quedan cerca, así que es normal que nos encontremos para venir. — Asentí de acuerdo con el Uchiha, quien antes de que Naruto pudiera añadir alguna replica, cambio drásticamente de tema — Lo que importa ahora es ver quien dirigirá nuestro equipo. Solo quedan cinco minutos y aún no aparece.
— Espero no sea como Kakashi-sensei y nos haga esperar —dijo Naruto cruzándose de brazos, cerrando los ojos y frunciendo el entrecejo.
— Lo que hay que esperar a ver es como ella trabaja con otra persona. — Midori sonrió con sorna, una actitud que crispó los nervios a los dos varones, pero antes de que pudieran decirle algo al respecto, la presencia de la persona que faltaba, junto con su voz se hicieron presentes, haciéndonos callar a todos.
— Eso es solucionable.
En un movimiento rápido levanté mi vista hacia la puerta Tori. Allí sentado con toda la frescura característica de su familia, estaba Itachi, quien cuando se aseguró de que lo hubiéramos visto, bajó de un saltó de su lugar y cayó a solo metro y medio de nosotros. Mis mejillas se pintaron de un suave rosa, e inevitablemente mis labios se curvaron en una sonrisa al comprender la razón de la que él estuviera allí. — Itachi-kun —exclame acercándome un par de pasos a su persona — Debiste decirlo.
— No estaba de más el querer dar una pequeña sorpresa —respondió, devolviéndome una amable sonrisa antes de enfocarse en el grupo de genin.
Como era de esperar los tres estaban sorprendidos, la diferencia era que los dos varones salieron rápidamente de su asombro; en cambio Midori, siguió confundida e intrigada por la nueva presencia. — Itachi-nii-chan ¿Acaso hoy vas a ser nuestro capitán? — La amplia sonrisa de Naruto apareció con rapidez en su rostro, junto con el característico brillo de euforia que adoraba sus facciones.
— Si —respondió tranquilo antes de volver su mirada por unos segundos hacia Sasuke, antes de decidir a presentarse formalmente. — Sé que la mayoría me conoce, pero seguiré el conducto regular. Mi nombre es Itachi Uchiha y seré su capitán por hoy, espero podamos trabajar sin problemas.
Los tres menores le observaron en silencio, siendo la mirada de Midori la única que mostraba curiosidad, la de Naruto en mostraba entusiasmo y finalmente la de Sasuke estaba estudiando con cuidado a su hermano; podría decir que estaba determinando las ventajas y desventajas de tenerlo liderando la misión, claro que eso eran solo mis suposiciones, ya que el joven Uchiha podría estar analizando otro tipo de aspectos. — ¿Eres un pariente de Sasuke-kun? —preguntó la joven, mostrando abiertamente el interés que le causaba ver a mi amigo.
— Sí, pero eso no viene al caso ahora. — Mi amigo poso su atención sobre mí y me tendió un pergamino con la información que se me había prometido; Sin necesidad de una confirmación verbal, y solo siguiendo el comando oculto en su mirada, fácilmente comprendí la tarea que tenía en esos momentos; por ello aceptando el rollo me aparté un momento para leer y analizar los datos.
En el interior del pergamino estaban bien organizada la información sobre nuestros posibles atacantes; siendo un pequeño, pero potente grupo de cinco, reconocidos como criminales clase A; mercenarios que vendían su alma por dinero, pero que eran buenos en su trabajo como recolectores, llegando a ser una molestia para ninjas de rango chunin y unos poco jonin. Según la información, el escuadrón contaba con tres ninjas que manejaban jutsus elementales, correspondiente cada uno a fuego, viento y rayo, una combinación poderosa si se empleaba de la manera adecuada; los otros dos, pero no menos hábiles, según la ficha, eran usuarios de genjutsu y expertos en combates a media y corta distancia, que valiéndose de su primera habilidad solían aprovechar la abertura que dejaban en sus enemigos, para matarlos rápidamente.
Parecía que el panorama negativo de la misión no era alentador, pero al menos con Itachi al frente, siendo el capitán, las circunstancias pintaban una esperanza de éxito mucho más amplia, en comparación a si hiciera equipo con alguien completamente desconocido, donde debería haberme acoplado a estrategias desconocidas, y si bien, podría llegar a superar las pruebas, el margen de respuesta entre movimientos sincronizados, aumentaba lo suficiente como para hacer que la misión fuera más peligrosa, especialmente con tres genin detrás.
— ¿Entendieron claramente? — Mientras me había sumergido en la lectura y análisis de datos, Itachi se había dedicado a explicar los detalles bases de la misión, la formación que emplearíamos para el desplazamiento optimo durante y después de esta, las precauciones a tener en caso de emboscadas o complicaciones, igualmente, y siendo una de las últimas cosas, enfatizó especialmente en el seguimiento de las ordenes —esto último asegurado por las constantes disputas por el dominio que solían tener los tres, rayando en el olvido absoluto de los problemas que podrían llegar a causar por un movimiento egoísta— y el pensamiento crítico sobre las circunstancias.
— Sí —respondieron los tres menores, aunque por la expresión de Naruto pude deducir que la mitad de las cosas habían quedado volando en el aire para él.
— En ese caso estamos listos para partir. — Mi amigo me miró y yo asentí, sellando el pergamino en el proceso y devolviéndoselo. Sin mediar más palabras, juntos nos encaminamos a la salida de la aldea, donde comenzamos nuestro viaje.
Di gracias al cielo cuando finalmente entramos al desértico paraje, donde la vieja y aparente abandonada ciudad apareció a la vista. Incluso si el viaje no llevaba más de cuatro horas de camino, los chicos habían conseguido hacer que el trayecto se tornara molesto cuando comenzaron a discutir por banalidades. Solo al final de la última hora había logrado hacerles callar de un grito y una amenaza explícita, donde aseguré darles un entrenamiento espartano, que les llevaría a no levantarse de cama en una semana.
— ¿Es este lugar? — Midori no sonaba muy alegre de ver el descuidado y asfixiante lugar; y no era para menos, considerando que todo daba la sensación abrumadora —desde que se veía, hasta cuando se ingresaba—, de que estábamos siendo vigilados.
— Encontraremos a nuestro cliente adentro. — Itachi respondió la pregunta sin necesidad de entrar en un dialogo directo, algo que solo hacía cuando realmente estaba irritado y deseaba poner fin rápidamente a una conversación no iniciada.
Los niños ante el comando silencioso de nuestro capitán no comentaron nada, de hecho, podría decir por sus expresiones que habían entendido muy bien que la paciencia del pelinegro estaba cerca del límite, y que cualquier acción imprudente finalmente les llevaría a enfrentar una mirada peligrosa y seguramente un peor castigo que el mío. Quien conociera por primera vez a Itachi podría pensar que era un hombre paciente, pero realmente él simplemente tenía un buen control sobre sus emociones, siempre apoyado por su lógica inquebrantable, su buen análisis de las circunstancias y su corazón amable, lo que le llevaba a mantener continuamente ese semblante neutral y que aparentaba tranquilidad; sin embargo, la realidad que se ocultaba tras esa máscara bien puesta, era la de un hombre que sentía como cualquier otro, llegando en ocasiones a ser bastante volátil cuando se enojaba, era leal, amable y amoroso con su familia, claro que esto último solo lo demostraba pocas veces y cuando estaba completamente cómodo con las circunstancias, el resto del tiempo se presentaba como alguien cordial.
Dejando mis pensamientos y observaciones sobre el comportamiento del equipo, volví mi atención a nuestro entorno. La ciudad era un lugar en el que anteriormente ya había estado junto a Naruto y Sasuke, solo que aquella ocasión solo yo la podría recordar; como fuera, el lugar no difería en lo absoluto a lo que había visto aquella vez. Líneas de abandonados, bloqueados y maltratados edificios se repartían en una amplia explanada que seguía a unos pocos kilómetros. Las calles, si bien tenían inicialmente una proporción normal, al ser rodeadas por las deterioradas estructuras daban una sensación de inseguridad y casi de peligro, haciendo que la tensión al caminar por ellas solo fuera aumentando; igualmente uno de los detalles más notables, aparte de la pintura corroída, el polvo que cubría cada esquina, los vidrios rotos de varios departamentos, los estrechos y oscuros callejones, los cables de luz cortados y varios postes caídos, era el horrible aroma que rodeaba el lugar, un claro factor que terminaba por desvanecer los deseos de entrar de cualquier incauto.
Cualquier persona que no fuera versada en conocimiento sobre la ciudad, o que fuera su primera vez en pisarla, estaría notablemente incómodo por el solo hecho de pisar el lugar; un claro ejemplo era Midori, que desde que empezamos a recorrer las calles hasta la entrada subterránea, mantenía siempre una mueca de molestia. — ¿Realmente esto es una ciudad? —preguntó Naruto, observando con cuidado el estrecho pasillo que nos llevaría hasta nuestro cliente. —Parece más bien que fuera aparecer un fantasma de la nada.
Una sonrisa curvo mis labios al escuchar al niño. Tal parecía que Naruto no era afectado por toda la apariencia del lugar, de hecho, podía estar segura que su propia personalidad distraída y volátil, lo llevaba a enfocarse solo en el detalle que más significado tuviera para él, en este caso su miedo hacia los fantasmas. — Lo es —gruñó Sasuke en respuesta — Se llama sora-ku.
— Parece que sabes mucho al respecto Sasuke-kun ¿Has venido antes? —preguntó la femenina del grupo, esta vez mostrando abiertamente su pura curiosidad, sin coqueteo detrás, algo que era de admirar, considerando sus constantes intentos para acercarse al pelinegro.
— Mi clan consigue sus armamentos en información en esta ciudad, así que conocemos bien la zona —declaró el muchacho sin realmente prestar atención a sus compañeros, en cambio mantuvo todo su enfoque por enfrente de su hermano, quien se había detenido abruptamente y se había quedado mirando exactamente el mismo punto que Sasuke.
Si bien los rostros de Naruto y Midori mostraban su abierta confusión cuando nos detuvimos, no preguntaron nada, en cambio solo se quedaron lanzando miradas confusas entre los dos Uchiha y mi persona. Yo había sentido lo mismo que los dos Uchiha, por ello me mantuve serena y no me sorprendió cuando repentinamente una voz chillona salió de las profundidades del pasillo.
— Parece que tenemos visitas-nya.
— ¿O serán intrusos-nya?
— Buenos días Denka, Hina. — Antes de que nuestros anfitriones siguieran con sus apresuradas conclusiones, la voz tranquila de Itachi se hizo presente, mostrando un tono amigable mientras pronunciaba los dos nombres.
— Oh, pero miren quien es… definitivamente amigo. Ha pasado tiempo, Itachi-nya. — Bajo la mirada sorprendida de los dos genin, la pasiva de los Uchiha y mi propia mirada divertida, apareció un gato de color café claro, con manchas más oscuras en patas, orejas, cola y mejillas; igualmente, en su frente había un kanji. Iba vestido con una camisa de malla y sobre este un yukata azul, sostenido por un obi blanco.
— También vino con tres cachorros, entre ellos está también el pequeño Sasuke-nya. — Naruto no pudo evitar soltar una pequeña risa al escuchar a la compañera del primer gato, que apareció segundos más tarde. En esta ocasión una gata de color beige claro se hizo presente, manteniendo solo un par de manchas en su frente y mejillas, y vistiendo casi exactamente igual que su compañero, solo que su yukata era de color rojo.
Un bufido salió de los labios del Uchiha menor, y consigo un puchero de molestia se posó en sus jovenes facciones aristocráticas, clara referencia a que el comentario de la minina no le había hecho gracia. Una corta sonrisa se formó brevemente en mis labios, pero desapareció con la misma rapidez con la que Naruto habló luego de que su risa se calmó —: ¿Nuestro cliente es un gato?
— No son gatos cualesquiera Naruto —respondí mientras miraba a Itachi sacar una pequeña botella de su bolsa — son gatos ninja, así que te sugiero mantener el respeto si no quieres una hermosa marca de garras en tu rostro. Y por cierto no, ellos no son los clientes.
— Como siempre muy listo-nya. Gracias Itachi-nya —dijo Denka dando un salto y tomando la pequeña botella que le ofrecía el Uchiha mayor — Sigan nos-Nya, Neko-baa está esperando nya.
El camino por el que nos guiaron los pequeños felinos, viro dos veces entre derecha e izquierda, pero siempre mantuvo el mismo panorama de un pasillo viejo, oscuro y estrecho, al menos hasta que frente a nosotros apareció una puerta de madera, la cual Itachi abrió y atravesó, dejándonos a nosotros para seguirle a través de ella y la cortina de color naranja pastel y huellas de gato, que colgaba en la parte superior de la entrada. La tienda era un cuarto de proporciones medianas, lleno de gatos de todos los colores y formas; rodeado de varias estanterías donde descansaban libros, pergaminos, cajas, placas ninja sin ninguna marca, flechas, paquetes de sellos explosivos y otra gran cantidad de artículos que no pude descifrar. En las paredes colgaban repisas con todo tipo de armas, kunai, Tantō, kodachi, katana. Shuriken y muchas otras que si bien conocía, serían demasiado para incluso mencionar en mi cabeza. El lugar olía a gato y a polvo; incluso si era una tienda activa, no era posible evitar que parte del desértico lugar de afuera no quedara impreso dentro de las paredes del lugar.
— Oh, los estaba esperando. Me alegro de verte de nuevo tan pronto Itachi. — Posamos nuestra atención a la mujer que saludo al Uchiha. Nuestra vista quedó posada en una anciana corpulenta, de ojos pequeños, cabello largo, grueso y grisáceo, recogido hacia atrás en un moño que le daba la apariencia de una melena de león; sobre su cabeza, casi como si fuera una parte más de ella, descansaba una diadema negra de orejas de gato, lo que le hacía aumentar su apariencia felina. En su rostro arrugado y de aspecto severo, poseía la pequeña particularidad de una nariz pequeña y pintada de negro, lo que daba hincapié a pensar, que al lado de esta existirían los gruesos bigotes que poseían los felinos; sin embargo, esto era algo que quedaba faltando en la imagen de la mujer. Vestía con una bufanda de color rosa pálido, una bata naranja con bordes verdes y pantalones grises.
— También ha venido con tres cachorros, Sasuke incluido entre ellos, y una jovencita —dijo Hina saltando sobre una de las mesas cercanas a la anciana.
— Ya veo. — La mujer nos miró a los recién ingresados — Sus nombres ¿Son…?
Ahorrándonos en tiempo Itachi fue quien respondió a cambio de nosotros —: El equipo de mi hermano menor. Él es Naruto Uzumaki y Dasoyo Midori — Hizo una corta pausa antes de prestarme atención a mí — Ella es Sakura Haruno, esta como apoyo para la segunda parte de la misión y es supervisora actual del trabajo del equipo.
La mirada de la anciana nos recorrió a todos hasta caer sobre mí, quedándose un par de momentos más antes de que una sonrisa pequeña se formara en sus arrugados labios. — Así que tú eres Sakura, ya era hora de que estos dos te trajeran a la tienda — Mi mirada de confusión ante el conocimiento de ella sobre mí, pareció reflejarse bastante bien, porque automáticamente añadió — Itachi y Sasuke me han comentado algunas cosas sobre ti en las visitas que cada cuando me hacen.
Me dirigí hacia ellos, pero solo me encontré con miradas perdidas en cualquier punto del lugar, fingiendo clara demencia por las palabras de la anciana. — Así que es eso… —comenté arrastrando las palabras y enfocando la mayor parte de mi atención en el mayor de los dos Uchiha, quien ahora parecía estar bastante interesado en ver como un gato se bañaba con su lengua. No es como si me molestara que hablaran sobre mí, de hecho, en parte me sentía alagada, pero por otro lado se me hacía algo incómodo no haberme enterado antes de que en sus viajes de compras solía ser tema de conversación.
— Mencionaron que eres su amiga de la infancia —nuestra atención fue nuevamente desviada hacia una nueva persona, siendo en esta ocasión una chica de cabello corto de color castaño, que vestía con una camisa sin mangas, una pantaloneta corta de color vinotinto, mallas de un gris casi transparente y botas negras.
— ¿Has traído lo que te pedí Tamaki? —preguntó la mujer.
— Si abuela — La chica de mirada amable y alegre se acercó, y le entregó una caja Neko-baa.
— Imagino que ya conocen los detalles de la misión ¿No es así? —trató de confirmar la anciana.
— Lo básico, pero sería mejor si nos comentara los detalles para evitar que se nos pase algo por alto —respondió Itachi, retomando con facilidad su actitud de liderazgo.
— Bueno. Hace unos días un grupo de soldados me encargaron hacer algunas armas con un mineral que encontraron, a mi parecer de muy alta calidad y de difícil acceso; sin embargo, luego de confirmar el pedido, los clientes perdieron el mineral ante un grupo de gatos ninja. Se rindieron en ir por él y se marcharon, sin embargo, me han dejado con el trabajo extra de recuperar sus cosas. Denka y Hina han logrado rastrear al grupo de gatos hasta una de las fortalezas adyacentes a la pequeña ciudadela donde vive Nekomata.
— ¿Eso quiere decir que tenemos que entrar y quitarle el mineral a un grupo de gatos? —dijo Midori, mostrando claramente su molestia cuando hablaba — Eso suena fácil ¿Por qué no ir ustedes?
Itachi giró levemente su rostro para observar a la niña, y sin alterar ni su rostro ni su tono de voz contestó —: Si subestimas a un oponente por su tamaño puedes terminar gravemente herida, este grupo de gatos no son como las mascotas que acostumbras, si bajas la guardia terminarás seriamente lastimada. Y respecto a porque Neko-baa no manda a Denka y Hina es porque afectaría al negocio. Los gatos suelen ser rencorosos y el entrar en una confrontación directa solo les traería problemas futuros. Somos ninja, no críticos de misiones, así que solo nos corresponde el hacer y cumplir las asignaciones que nos delegan, no entrar en un debate abierto con el cliente.
La ignorancia no es un pecado, sin embargo, era claro que el desafío imprudente que había enviado la joven podría habernos traído problemas si Itachi y Sasuke no tuvieran una conexión comercial con nuestro cliente. — Bueno… en ese caso tenemos que infiltrarnos y buscar a la pandilla ¿no? —intervino Naruto — si es necesario podemos transformarnos en un gato, no sospecharan nada.
— No funciona de esa manera —denegó la mujer — Transformarte no te ayudará a entender el idioma de ellos y eso a su vez revelará tu intento de engañarlos.
— ¿Entonces qué hacemos?
— Tranquilos, para ese problema solo necesitaran de estas. — Neko-baa extrajo del interior de la caja cinco diademas esponjosas de color blanco, cada una de ellas con un par de orejas de gato en la parte superior.
— Con esas cosas podrán entender el idioma de los gatos sin problema, y hacerse pasar por uno sin malgastar chakra en transformaciones sin sentido-nya —dijo Deka con un pequeño tono burlón.
— ¿es así de fácil? En ese caso ¿Qué esperamos? — Sin ningún tipo de vergüenza o impedimento, tanto Naruto como Midori se colocaron la diadema en el instante en que la tuvieron entre sus manos; caso contrario a Sasuke quien se quedó observando el accesorio con profunda irritación e incomodidad.
— ¿Qué estas esperando Sasuke? Vamos, colócate esas cosas de una vez —riño Naruto, una acción que me causó gracia en el menor, especialmente porque solo hizo aumentar la molestia del pequeño Uchiha.
— Cállate perdedor —contestó Sasuke girando el rostro para tratar de evitar que se viera su sonrojo.
— siegue el ejemplo de Itachi-nii, hace siglos se las puso. — Tal declaración nos hizo girar tanto a mí como a Sasuke en dirección del mencionado, encontrando efectivamente el hecho descrito por Naruto.
Un fuerte sonrojo se apoderó de mis mejillas al ver sobre la cabeza de Itachi las pequeñas y esponjosas imitaciones de los apéndices gatunos; le quitaban cualquier rasgo intimidante a su persona, mientras que, al mismo tiempo, en combinación con sus facciones aristocráticas y aspecto sereno y seguro, le daban un toque atractivo. — ¿Sakura-chan? — Me sorprendió lo cerca que sonó la voz de Naruto, así que inevitablemente di un respingo en mi lugar mientras que apresuradamente me colocaba la diadema y apartaba la mirada de mi amigo.
— ¿Q-qué sucede Naruto? —pregunté mientras intentaba regular el nerviosismo en mi voz.
— ¿Estas bien? Tienes la cara roja. — Maldije interiormente al niño cuando la atención de todos los presentes cayó sobre mí.
— Bueno… repentinamente sentí calor —murmuré mientras que apartaba la mirada y me enfocaba en observar una pequeña decoración del gato de la fortuna que reposaba sobre una repisa.
— Bueno, ya que estamos listos, es mejor partir ahora. — Itachi se giró ahora a Neko-baa —traeremos el mineral pronto.
— Confío en ello Itachi. — Con este intento de despedida, todos nos dimos vuelta y siendo guiados por Denka y Hina, partimos.
Tardamos cerca de hora y media en llegar a la fortaleza, y en todo el camino estuve reprendiéndome por mi reacción previa, sin embargo, eso también me ayudo a volver a enfocarme en la misión presente. — bien, ¡vamos a buscar a esos gatos! — Naruto iba a emprender la marcha hacia la entrada principal, pero fue detenido por Sasuke, quién leyendo bien la expresión de su hermano, comprendió de inmediato que él tenía algunas cosas de las cuales hablarnos.
— Espera perdedor.
— ¿Ahora qué? —gruñó Naruto, mostrándose claramente molesto.
— Escuchen con atención — Intervino Itachi antes de que pudieran desatar una de sus tantas batallas campales. — La fortaleza es como una zona de paso, tanto para gatos viajeros como para gatos mercenarios, así que nuestro argumento para entrar será una excusa para divertirnos, sin preocuparnos de que cualquiera nos siga. Cuando ingresemos nos dividiremos en dos grupos. El equipo siete irá hacia el este, Sakura y yo oeste, revisaremos e investigaremos todo lo que podamos y nos comunicaremos a través de radios de largo alcance.
— ¿Por qué Sakura-chan no viene con nosotros? Después de todo está supervisándonos —dijo Naruto con curiosidad pura.
— Incluso si estoy a cargo de verificar su desempeño, el que les acompañe aumentaría el número de integrantes, lo que disminuiría su ventaja táctica. Siguiendo este orden de ideas y considerando que efectivamente necesitan aprender a trabajar juntos es mejor que vayan por su cuenta —expliqué con calma, dedicándome a darles a cada uno una mirada, tratando de asegurarme que estuvieran comprendiendo lo que significaba aquello.
— De acuerdo —aceptó Sasuke en nombre de su equipo, aunque por la tensión en sus hombros podía decir que no estaba muy de acuerdo.
— Si todo está claro, en marcha. — Finalmente Itachi dio la orden y los cinco, luego de colocarnos las radios inalámbricas y configurarlas, nos dirigimos a la entrada de la fortaleza, donde tres gatos con armadura y lanza a la mano, hacían guardia.
— Alto ahí ¿Quiénes son y que asuntos vienen a tratar aquí-nya? — Cuando fuimos visibles para ellos, los tres felinos saltaron en sus puestos y se pusieron en guardia, amenazándonos cada uno con su propia lanza. Sin detenerse por la amenaza, Itachi se acercó ofreciéndoles una botellita similar a la que les había dado a Denka y Hina, y luego dijo —: Venimos de paso, solo a divertirnos un poco en un sitio seguro y libre de humanos.
— Pues conocen bien las reglas para entrar-nya —dijo un gato blanco mientras tomaba lo que Itachi le ofrecía. — De acuerdo entren, y como sugerencia les recomiendo el bar cascabel que está en el centro, es perfecto para conocer otros gatos y pasar un buen rato.
— Gracias-nya —contesté regalándoles una sonrisa.
Sin más impedimentos, nos abrieron paso al interior de la fortaleza, donde lo primero que nos recibió fue una pequeña plaza circular, rodeada de farolillos con formas de garras que custodiaban el paso a los diferentes caminos que iban al resto de barrios de la pequeña ciudad gatuna; en el centro como forma de adorno y representando su orgullo había un gato levantando en su pata derecha un pescado, del cual salía un chorro de agua. La decoración era bonita, pero en vez de quedarnos a contemplarla más de lo necesario, buscamos un punto ciego en el sitio, para asegurar nuestra privacidad sobre cualquiera, pero especialmente de los tres gatos de la entrada. Una vez encontramos el lugar preciso y estuvimos lejos de la vista de los guardias, con una última mirada intercambiada con los niños, los cinco nos separamos y finalmente dimos inicio a la misión.
Honestamente no sé como me extendí a tanto. He pasado semanas… días mejor dicho tratando con este capítulo y no conseguí terminar todo el tema en concreto, faltan partes que espero finalizar pronto.
Ahora, el mes pasado y el inicio de este he estado… muy ocupada y enferma, no se preocupen ya estoy bien, pero siento que debo explicar mi retraso (de nuevo). No me fui de vacaciones el mes pasado, estaba en otra ciudad ayudando a mi familia con unos asuntos, más que todo haciendo de hermana mayor (porque no me considero niñera de nadie) Amo a esos dos pequeños que me correspondió cuidar *risas*. Como sea fueron dos semanas donde escribía en las noches o tiempos medianamente libres que tenía, sin embargo, muchas veces estaba agotada, así que no avanzaba mucho.
Al volver pues me regalaron mi propio pc así que ahora puedo escribir sin interrupciones. El problema fue que enfermé de gripa el mismo día al regresar así que se imaginaran.
Cuando finalmente me recuperé pasé por un… momento desagradable, asuntos que duele decir y que me llevaron a una situación donde una amistad de años se vio comprometida. Todo esto y presión por parte de mi padre me llevaron a irme otros tres días a un campamento (la pase bien), era un retiro así que no había forma de conectar con nada. Al volver (hace semana y media) enfermé del estómago por cuatro días. Así que bueno… cuando me recuperé adelanté todo lo que pude, pero me di cuenta de que me llevó más páginas de las planeadas, así que decidí dividir el capítulo de orejas de gato en 2.
En fin, esa es mi historia. Les agradezco los comentarios, me han animado mucho hahaha y bueno, les doy bienvenida a los lectores nuevos ;3 lamento demorarme tanto, pero a mi edad los deberes llaman. Como sea iniciaré a responder comentarios:
Between White and black: Me alegro que el capítulo te gustara. En un principio no quería separar a los chicos de Sakura, hahaha tengo mis motivos para ello, pero quería darle drama, claro que no soy del drama extenso, lo odio de hecho, tanto en mi vida como en mis historias, por eso voy al punto XD. Oh gracias, realmente crear a Shin es… complicado, su personalidad es buena, pero hay que saber darle los debidos matices en las circunstancias, por eso muchas veces me peleó con él hahaha, mostrar y no mostrar, ese es el tema con él. Dar una pequeña vista a su pasado sin llegar a mostrarlo todo para poder ver más adelante. Me alegro que sientas el amor (yo tengo el corazón roto actualmente hahahaha, así que no tengo idea de cómo le hago). Hmmm no se si ya publicaste, lo siento, como menciono arriba mi vida ha sido algo… difícil hahaha así que leer fics poco, o bueno como que se me pasa (como cierta lista que tengo que entregar desde hace dos meses y no la he impreso). En fin revisaré y esta vez buscaré comentar bien! Lo prometo, pero será luego de descansar, quiero dedicarme a un par de cosas antes.
Tenshin anime: Agradezcamos a mi corazón medio bueno y malo que odia el drama. Hahaha sin embargo, les di de que preocuparse ¿o no? Oh el grito de Sakura también es mi favorito, escribirlo fue un deleite *.* dije como "al carajo ella también puede molestarse con él, no va a ser una chica pasiva que no le plante cara cuando él esta por embarrarla". La pasividad no es lo mejor siempre hahaha. Quería hacer el paralelo, cuando despierta abrazando a Itachi y luego entre los dos. El primero como el sentimiento de "amo a…" y el de "familia". Shisui e Itachi en el fic, ante todo, con ella son como familia, es por eso que sus momentos tienen relevancia y ternura (me estresa no escribirlos juntos hahaha, lo noté en la última parte de este capítulo XD).
Creo honestamente que hay unas respuestas a tus preguntas, claro que aún falta tiempo para que se revele más sobre Shin y quien le selló y las circunstancias de aquello. Este fic es largo, por ello no hay duda de que tardaremos en saberlo, pero los capítulos tienen pistas significativas. Buajajajaja Inicialmente Midori está planeada para ser el karma del equipo siete, no es porque diga "Sakura es la única que puede ocupar el lugar", sino por castigo al deseo de Sasuke, es como "tenías algo y lo perdiste ahora sufre" hahaha, así que sí el personaje no es para simpatizar demasiado.
Ohhh no has visto nada, el próximo capítulo creeme que pasarn cosas más interesantes con estas orejas de gato buajajajaja ¿Te esperabas que Itachi formara parte de la misión?
Dulcecito311: Imagínate para mí, quiero tener todo escrito, pero la paciencia hace las buenas obras. Ya dije todo lo que me pasó así que no entraré en detalles, pero diré que sufrí mucho por no poder publicar el mes pasado, es doloroso y además odio atrasarme, pero así es mi vida T-T
Faltan recuerdos, estoy decidida a mostrar más de ellos, como equipo, Hayato como sabes es un personaje que tiene trascendencia en la historia, así que veremos más de él y las cosas que pasaron en los años de genin de ambos, sin embargo, eso será en el otro capítulo (si hay añadiduras). Antes no lo había especificado, pero ahora quiero que todo quede sobre la mesa, que es como debió ser en un principio.
La escena del abrazo luego de la charla es nueva hahaha ambas de hecho, pero no puedo negar que no disfrute de escribirla también (inserte risa malvada), me imaginaba las caras de algunas personas, si yo salto con algunas historias, vosotros también tienen que hahaha.
Daliapvperez: Me alegro que te gustara, veremos más cosas como estas pronto.
Noemitg-chan: ¡No les abandonaré, terminaré esta historia, aunque me cueste! Aunque si tardaré en publicar *inserte alma fuera del cuerpo* Eso me desanima un poco, pero solo me queda continuar, tengo que encontrar la forma de que el fic prospere!
Rayos que quiero salir con la historia ya hecha me desespera ver que no avanzo y como estoy también en proceso creativo donde hay un bloqueo de pensamientos, entonces termino estancada en ocasiones. Tengo que mejorar algunas cosas y desechar otras, así que por eso también me demoro. Sin embargo, me alegro de escribir en esta plataforma, es mejor para mí y puedo contarles mucho más de lo poco que antes podía.
Sentía que Sakura se estaba quedando corta con Itachi, muy voluble, así que la hice estallar hahaha era lo mejor. Este capítulo no tuvo tanto de aquello, pero es porque no esperaba que me comiera ¡36 páginas! Digamos que es como una introducción hahaha, veremos más Itasaku en la segunda parte, además de añadidos especiales.
MysticWM: Gracias, seguiré esforzándome para continuar con la historia.
Yaleth: Suele pasar, mírame a mí hace rato que no subo capítulo y eso me deprime T-T. En fin son cosas de cosas.
Siempre trato de ser lo más fiel a sus personalidades, creo que es necesario y me gustan como son por eso me siento a pensar como reaccionan o como no, los escenarios, reacciones y demás, es importante para mantener una coherencia, por eso cuando me di cuenta que a Sakura le hacía falta un "bum", me vi obligada a dárselo hahaha.
Mikoto… pienso que antes no le di mucha relevancia, ahora quiero que se muestre a Mikoto como una madre sí, pero también como una kunoichi, así que en cierto modo también tiene que infundir miedo hahaha. Difícil, Mikoto hace todo con un propósito amoroso, no de mala persona así que no creo colocarla en una situación así; pero además porque ella es astuta, una planeadora mejor que su esposo (hey de algún lado Itachi debió sacar su perspicacia).
Para los que conocemos a Hayato tendremos más de él, después de todo no falta tanto para que vuelva a aparecer en nuestras vidas.
Hahahaha Shin el personaje misterioso y demasiado denso, es normal desconfiar de alguien como él, no te culpo por ello, de hecho, así está diseñado el personaje, para que deje sospechas de como actua.
Ale: Gracias, estoy contenta de que los personajes e historia te gusten :D
Tsuki-chan: ¿En serio? Vaya, agradezco que hayas vuelto y lo siento si demoro en actualizar, no es como si quisiera, pero las circunstancias son abrumadoras para mí.
Gracias por esperar, rayos, que es horrible, pero tengo que hacer algo con mi problema, no puedo permitirme no actualizar seguido, me estreso yo y se lo que es esperar.
Ouuu si, definitivamente quería algo así, donde ellos mostraran su afecto, donde se diera la impresión de una familia difícil de separar, y que donde el lazo que formaron fuera evidente para cualquiera que mire; por eso las escenas estaban planeadas de esa forma, sin embargo, siempre hay cositas por hacer aún.
Hmm ¿Eso crees? Hayato es un personaje raro hahaha, al menos por el momento, sus intenciones se irán desvelando con el pasar de los capítulos, sobretodo porque no es un personaje secundario, contrario a eso, es un personaje que tiene relevancia en la historia, por consiguiente sabremos más de él, aunque pasará un tiempo para que vuelva a aparecer definitivamente.
Tendrás esos capítulos, créeme y no será uno sino varios, pero resumiendo considerablemente todo el primer arco, sin embargo, aún hace falta para ello, primero deben pasar ciertas cosas para que el impacto sea mejor.
Cosas de cosas, la profundidad en ciertos temas no es lo mío, pero la catedra para con los personajes parece que si.
Amixia: Hmmm ¿puede que lo haga? No sé hahaha cada uno puede amar una historia de diferentes formas, pero me anima saber que te gusta tanto, especialmente por el tipo de historia que es, no es fácil sobresalir en el mundo del paring crack, aunque, parece ser que lo estoy haciendo bien y a mi gusto, dando una historia con un poco de todo.
Ne, me gusta el drama pero para romper la amistad entre ellos hace falta más que un secreto. Los ninja de Konoha son bien conocidos por sus vínculos hoho, así que es complicado que se separen.
¡Sí! No me gusta que el romance sea de la noche a la mañana, hay problemas y cosas que solucionar antes.
Gorrionfantasma: ¡Gracias! Es bueno saber que mi historia llega tan alto en tus estándares.
Fangirl1266: Parece que salgo de un lio para meterme en otro hahaha, pero bueno.
Ufff, menos mal que el capítulo fue bueno en cuanto a romance, estoy realmente trabajando en ello, incluso si este no pone en profundidad aquello, tengo mis motivos *sonrisa malvada* pero bueno, el otro capítulo si vamos a tener muuucho de nuestra parejita, en este quería mostrar más que todo al equipo siete (tiene que tener relevancia).
Sí, Hayato es raro *risa sádica* y es un personaje que seguirá apareciendo, cosas de la vida, pero esperemos a ver para mostrar su linda carita de nuevo. Por el momento serán parte de recuerdos aquí y allá de parte de Sakura y alguna soltada de información.
Reitero, Shisui, Itachi y Sakura son unos buenos amigos, así que se cuidan entre ellos.
Sí, anteriormente no había mostrado ese lado de Mikoto, pero pensé que ella es una Kunoichi después de todo, así que puede hacer la de la cara amable, pero sabe reaccionar como una leona cuando algo le molesta, claro que su técnica es más sutil que la de cualquier otro ninja.
Para eso está el personaje, para intrigar. Ya viste parte del inicio de la misión, la segunda parte va a ser más emocionante. Espero subir pronto, quizás una o dos semanas (Aunque como están las cosas es dudoso).
Sandwichdepollo: Dios es que tenía que hacerlo, no podía quedarme de brazos cruzados sin poner algo de drama con esa parte. Yo igual me esforcé por hacerlo emotivo, pero bueno, no soy de que los problemas nublen el juicio, soy emocional así que se como se sienten las despedidas de ese tipo, sin embargo, a mí me falto la circunstancia y carácter para hacer lo de Sakura hahahaha.
Sí, quiero que el equipo siete mantenga un lazo, aún hay mucho que ver con ellos, pero tendrán su momento preciso para hacer lo que corresponde. Bueno, Mikoto es una kunoichi muy capaz, así que su rostro lindo y amable oculta bien su carácter, algo que heredó su hijo mayor, así que ambos son perspicaces y suaves con sus movimientos, pero si les llegas ha hacer enfadar… correr sería la mejor opción.
Hayato y Shin… hahaha parece que Shin aquí ha ganado mucha sospecha, no es como si no quisiera eso, el personaje debe ser así, después de todo su pasado es lúgubre y cometió pecados que llevaron a un castigo peor que la muerte, un juego de voluntades. Hayato por otro lado parece que luego del último capítulo recibe bastante sospecha hahaha, antes solo escuché odio por él, XD Ahora es algo como ¿Qué esconderá?
Respuestas:
Proteger, eso significa. Incluso si no es explicito o dicho con palabras claras, ellos se están protegiendo. Sakura, Shisui, Itachi… cada uno muestra sus emociones y arman un tipo de barrera para cuidarse entre ellos, tanto física como emocionalmente.
Soy fan del Sasusaku, los apoye con ganas desde siempre. De hecho la mayoría de parejas canon son lo mio, Ino y Sai me parecen tiernos, amo el Shikamaru u Temari, siempre me causa gracia. Naruto y Hinata… me parece pobre en algunos puntos pero su relación también me da ternurita, especialmente por Naruto. Karui y Chouji… ni idea de que pensar sobre ellos, pero me cae bien su hija.
Un fic. Hace años, leí uno que me hizo enamorar de la pareja, no finalizo y era corto, pero habían partes que llenaron mi corazón, y repentinamente me vi escribiendo Itasaku. No sé el concepto de Itachi que es tan maduro y misterioso, me gusto cuando giró alrededor de Sakura, que es una bomba corazón, llena de determinación y al mismo tiempo nobleza para querer a las almas oscuras.
Honestamente cada que puedo T-T, mes, mes y medio, todo depende de los eventos que se me presenten y la libertad para escribir que tenga, sin embargo, trato de hacerlo lo más rápido que puedo. Me gusta tu nombre, me dan ganas de comer un Sándwich.
Respuesta pd: Me regañan, mis amigos y familia cuando me ven que digo que estoy colgada con la actualización o que estoy respondiendo comentarios, siendo que eso aumenta el tiempo para actualizar, algo como "no te pagan, puede hacerlo como quiera, no es necesario que respondas y demorarte lo que quieras", pero valoro a cada uno de los que se toman el tiempo para dejarme su opinión, ya que yo sé lo que es comentar y no hacerlo, por ello no escatimo ni en espacio ni tiempo para responder. Quiero a mis lectores, porque también me tienen paciencia.
No te preocupes me gustan los comentarios largos ;3
Maryori: ¡Trato! Pero no me permite el tiempo T-T Claro que doy gracias por la espera. Siempre responderé, a no ser que pase algo extraordinario que no me lo permita.
No tienes idea, faltan muchas papas a esta sopa y el pollo ni siquiera ha sido comprado. (lindas mis analogías). Sin embargo, todo a su debido tiempo resolverá las dudas.
Bueno vez que hay cosas que faltan, el otro capítulo será el que cuente mejor lo que pasará y tendrá más escenas buajajaja lindas escenas. Sin embargo, hay quien dice que esperar solo hace que la emoción se acumule. Además, por eso los hago largos, para que los disfruten por mucho tiempo.
Ari isa: ¡No se puede subestimar la nueva versión! Yo dije que a esta le estaba poniendo más cositas, incluso si tardo más, lo capítulos son más largos y he quitado lo que siento era innecesario, añadiendo detalles y profundizando en los esquemas del lugar e historia, creo que eso ayuda a comprender mejor el entorno y los misterios que se desvelarán más adelante.
Bueno, es genial que las costumbres se mantengan, lastimablemente hasta que no adelante lo que debo no tengo planeado hacer especiales, no creo que sea justo. Uff descuida yo mejor que nadie entiendo lo que se siente que un fic se reinicie de esa forma, sin embargo, prometí que haría que las cosas fueran más pasables para ustedes, considerando los eventos dados, así que estoy en procesos creativos para mejorar los momentos de oro y aumentarlos, así puedan divertirse más.
Yo buscaré como, en serio tengo que prever los hechos y anteponerme a ellos, sin embargo, también se me complica cuando tengo que pensar considerablemente en la redacción, ahora que he decidido cubrir mis falencias como escritora. El siguiente capítulo va a ser la bomba buajajajaja ya sabemos que viene, pero lo pondré más interesante, buscaré hacer la segunda parte más emocionante y con nuestros momentos favoritos detallados.
Kazuyaryo: hahaha ya llego ya me fui, a ver cuando subo otra parte.
Solem: Leí parte del fic que me recomendaste y casi muero cuando Shizune descubrió el cuaderno. Es que en verdad ¿Por qué salen de un problema a otro? Finalmente estaban dándose besitos, hahaha, en serio mi pobre corazón no aguanta tanto, pero admitió que el fic es bueno. También leo fic en ingles actualmente uno que se llama…"Sacrifice for peace" "sacrificios para la paz" pero esta en ingles así que no lo busques en español, es algo así Itasaku y es muy bueno *.* además actualizan seguido y es ambientado en la época de las guerras entre clanes y los inicios de la aldea de la hoja, así que aparecen Madara, Hashirama y compañía.
Es que no soy buena con el romance, hahaha aunque me defiendo ¿No? Prefiero entrar en detalles de personajes e historia, sin embargo, a cada cosa le doy su lugar.
En el otro fic me di cuenta que la había hecho voluble con Itachi y me dije "ella no puede ser así, tiene que plantarle cara" así que las situaciones se dan con ella esforzándose, después de todo Itachi no es Sasuke, así que la relación igual debe ser diferente. Otro punto es que las relaciones tienen sus problemas, que ellos no peleen o tengan dudas es algo antinatural, por eso me dije que debían incluso tener una discusión por ello. La diferencia y lo que hace que se pueda manejar una relación como la de ellos es que Itachi es el pensador lógico, así que antepone la situación a sus sentimientos, por ello puede escuchar más fácilmente (en especial si le amenazan con golpearlo si no lo hace). Sasuke contrario a su hermano es más emocional, evoca sus sentimientos sobre la razón, así que solo piensa con el corazón, es por eso que cometió tantos errores y se dejó consumir por el odio, algo que no ocurrió con Itachi a pesar de que Danzo mato a su mejor amigo, y se vio obligado a masacrar a su clan. Sin importar el dolor, ira y deseos de acabar con el estúpido anciano, no lo hizo, después de todo eso no ayudaría a nadie y solo empeoraría la situación para los Uchiha.
En fin, me gustó escribir las escenas, me dieron un corazoncito para ello y me inspiré en varias partes, además de eso quería hacer consciente de que los chicos igual pensaron en los sentimientos de ella y las implicaciones que conllevó el guardarse todo eso.
Shin… más de él se sabrá con el tiempo, aunque solo soltaré los detalles muuuuucho más adelante, pero igual esta vez habrá pequeños flashes, *risa malvada* como siempre hay que agregar cosas hermosas al fic.
Por supuesto que sospechan, pero no saben que está mal con las circunstancias, claro que ese es el chiste, la separación por memorias que aprovecha Shisui para tener ventaja sobre ellos y teme por igual.
Pchan05: Nee, inicialmente, la primera vez que escribí ese capítulo lo pensé, es más alcancé a colocar una declaración, pero no me parecía fluido asi que esperé, y no me arrepiento de mi decisión. Sí, es una escena para enternecerse, igual cumplí con el objetivo si les gustó tanto y eso es lo que importa :D
Ya veremos que nuevas aventuras les depararán a estos pequeños, mientras tanto… habrá que disfrutar.
Bueno, y eso es todo por ahora, hahaha, como ULTIMO MENSAJE, Quiero ver que tan participativos es tan, así que dejaré una pregunta que me rondaba por la cabeza últimamente. Para las personas SOLO para las personas que no han leído el fic completo. ¿Cómo se imaginan a la persona que sello a Shin? Tengo la duda existencial, espero resuelvan mi duda. Luego haré preguntas en general para todos, pero quienes ya leyeron pues son mis complices en el fic buajajajaja.
Sin más que agregar les mando un abrazo y espero poder leernos pronto.
