¡SAN VALETIN!
Aunque ya ha pasado casi todo el día. Lo siento estoy que me caigo del sueño, a penas si puedo mantener los ojos abiertos. Además hoy solo diré que he visto sus comentarios y les agradezco, en serio quiero responder pero no tengo energía si quiero subir el capitulo.
Solo por hoy no dejaré notas finales, no tengo energía para ello, pero espero me informen de que les ha parecido el capitulo, uno de los más… Dramaticos que he hecho.
Espero lo disfruten y les deseo feliz noche
CAPITULO 18 PARTE 2 — LAGRIMAS —
La conclusión del combate fue menos que desastrosa en más de un sentido, no solo por el hecho que mi cabeza estaba dando vueltas preguntándose qué era lo que había pasado, sino que de igual forma observaba inquietaba la mirada asesina que se estaban dando Itachi y Hayato desde que él le había mostrado la prueba de nuestra victoria. ¿Por qué parecía como si en cualquier momento el Uchiha fuera a cortarle la garganta? Era algo que no tenía respuesta y tampoco tenía ánimos para pensarlo, en esos instantes en que escuchábamos a Tsunade hablar sobre el resultado del entrenamiento, lo único que quería era regresar a casa y darme una larga ducha.
— Aunque fue un ejercicio simple parece que lo han dominado bien al separar a sus contrincantes. Ustedes dos no tuvieron que permanecer todo el tiempo luchando juntos para actuar como un equipo. Mantuvieron la unión en los momentos importantes, y aunque se sabe que si la batalla se hubiera prolongado probablemente estarían en desventaja, supieron aprovechar los recursos para acabar el combate. Creo que han aprobado la prueba, aunque les hace falta mejorar su trabajo es un buen inicio —dijo la mujer con una sonrisa satisfecha, mientras Shizune aún se mantenía curando a Izumi, quien, aunque había recobrado el conocimiento aún no decía ni una sola palabra, solo miraba a nuestra nueva Hokage, como si tratara de descifrar lo que pensaba.
— Bueno, nunca hemos sido de los que pelean al cien por ciento en equipo —declaró Hayato cruzándose de brazos.
— Creo que nuestro trabajo en equipo era cubrir la espalda del otro y solo alinearnos en los momentos precisos. Confiamos en la fuerza del otro… —seguí yo.
— Y nos adecuamos a nuestros enemigos según nuestras habilidades y probabilidades —completó mi compañero.
No era muy diferente a un trabajo real en equipo, pero donde la mayoría iba en conjunto con ataques sincronizados como muchas veces habíamos hecho con Shisui e Itachi. En el equipo cinco al no poder ponernos de acuerdo por quien iba adelante, ideamos una técnica más sencilla. Cada uno podía ver y aprender de nuestro oponente y con nuestro análisis al final conseguíamos adaptarnos de la mejor forma para nuestra formación. Enlazar nuestras habilidades solo era requerido en momentos justos, nunca se hacía una norma en nuestra formación, especialmente donde las personalidades que más destacaban en un principio eran tan dominantes, así que como un sonido armonizado a base de esfuerzo duro conseguíamos sacar nuestras mejores técnicas por separado y concertarlas en el punto justo.
—Bien, pronto les será asignada una misión. Por hoy es todo, pueden retirarse —ordenó la mujer, antes de girarse y con Shizune, y el tercero, que nos dio una sonrisa complaciente se retiraron.
Di un suspiro y luego me giré a ver a Hayato — Buen trabajo encontrándolo —dije con una sonrisa — Aunque tardaste más de lo que esperaba.
— Tus probabilidades fueron un desastre, dos de tres estaba guardando la distancia y uno para encontrarlo en el punto.
— Oh, pero tuve razón ¿no es así? — Me burlé — Kakashi esperaba que atacáramos Juntos.
— Bueno tengo que admitir que mediste bien mi estrategia, no esperaba que Hayato supiera que deje la piedra con uno de los clones de Naruto — El albino se acercó a nosotros — Atacarlo descuidadamente haría que este se desvaneciera y además de ello la piedra podría perderse en el bosque, asi que hubieran fallado la prueba. Pero estimar donde estaría y atacar en un movimiento fue bastante listo.
—Bueno de algo ha servido conocerte todos estos años —respondí — Aunque admito que pensé que también la llevarías encima.
— ¡Eso es injusto Sakura-chan! — Finalmente Naruto se acercó corriendo — Solo nos permitían ser un obstáculo, la próxima vez…
— Lo sé, iras en serio ¿no? Lo entiendo Naruto. —Sonreí conforme con el resultado. No pelear con ellos en un ejercicio y poderme enfocar en Shisui, Itachi e Izumi había sido lo mejor, de lo contrario una lucha de dos frentes como habíamos previsto sería increíblemente difícil si los dos niños entraban en una confrontación, ya que seguramente Naruto hubiera estado obligándose a usar todo por el todo y Sasuke le seguiría como siempre, lo que hubiera sido un dolor de cabeza.
— Todo fue bastante calculado a pesar de que hace mucho no trabajaban juntos —declaró Sasuke que tenía una expresión irritada, seguramente por su orgullo herido.
— Siempre hemos trabajado así… — Hayato me miró un momento antes de añadir — desde que hicimos la prueba de genin.
— Oh recuerdo aquello — mi mirada se elevó al cielo y apreté mis labios en un puchero casi desinteresado — Tú y Tenryu se negaron a escucharme y se fueron de cabeza contra Ken-sensei, también me acusaron de querer quitarles la oportunidad de ser genin, también me toco rescatarles de perder contra sensei y luego persuadirlos para que pudiéramos tener medianamente un trabajo en equipo decente.
La mirada de Hayato se oscureció con reproche mientras que las risas repentinas de Naruto y Shisui, quien no había dicho nada, pero estaba pendiente de la conversación, surgieron con mi declaración. — Tú… aun… ¡eso pasó incluso antes de que pudiéramos realmente comenzar a trabajar como equipo! —gruñó mi compañero haciéndome sonreír con más picardía por mi comentario.
— Mencionaste que desde el principio…
— Hablas en todo el sentido literal de la palabra Sakura, es evidente que para ello tuvimos que pasar por el asesoramiento de Ken —refutó Hayato irritado, haciéndome reír.
— En verdad hay formas de tocar tus puntos sensibles. — Mientras reía mi compañero parecía querer iniciar una batalla, pero se contuvo, en cambio sonrió de medio lado y declaró —: Sigue burlándote de mí, pero luego no vayas a lamentarlo.
— ¿Cómo? — Pregunté — Honestamente si piensas molestarme como antes debes saber que no somos niños.
Ahora fue Hayato el que comenzó a reír, aunque su risa era un poco más oscura, lo que me hizo estremecer, especialmente cuando nuevamente hizo alarde de su velocidad para estar a solo unos centímetros de mi rostro, incluso con todas esas personas observando, los ojos del pelinegro brillaron, al tiempo en que gentilmente tomaba mi mentón para levantar mi rostro hasta que nuestras miradas se encontraron. — Tienes razón en que ya no somos niños Sa-ku-ra —mi nombre se deslizó por sus labios como si fuera miel, y me provocó un inevitable sonrojo, ademá,s de que repentinamente había olvidado a nuestro público, por mi cabeza solo pasó la mayor incredulidad y desconcierto, que terminó por sacudirme por dentro, al menos, así fue hasta que repentinamente, así como inesperadamente inició, todo terminó con una abrupta separación. Mientras que en un momento estuve en manos de Hayato, al siguiente para mi sorpresa había sido tomada en brazos por Itachi que me puso detrás de él, pero manteniendo un agarre gentil sobre mi muñeca mientas que Shisui había tomado lugar justo frente a nosotros.
— No te pases de listo —gruñó Shisui que ahora parecía tan erizado como un gato montés.
— Ha llevado demasiado lejos su broma invadiendo el espacio de Sakura —dijo esta vez Itachi con un tono oscuro.
— Hey pervertido ¿Cómo te atreves a hacerle eso a Sakura-chan? — Naruto quiso saltar al frente, pero fue detenido por Kakashi que para mi sorpresa de igual manera estaba sosteniendo a Sasuke por el cuello mientras que él temblaba con el sharingan activado. — No te metas en esto Naruto y tú tampoco Sasuke —murmuró Kakashi, aunque su voz sonó contenida y más fría de lo usual.
Ahora la burla de Hayato había desaparecido y ahora miraba a todos con una sombra sobre sus ojos café, además su sonrisa casi parecía cruel mientras miraba a mis amigos. — ¿Pasarme de listo? Creo que no he hecho nada parecido a eso —finalmente respondió Hayato dando un paso al frente — Además… ¿Acaso acaban de recordar como pararse frente a Sakura? ¿Cómo aquella vez? Creo haberles dicho que ustedes ahora no tienen ese derecho.
— Sakura es nuestra preciada amiga, es normal que si vemos a alguien intentado tomar ventaja de ella nos paremos al frente —respondió Shisui — Además ¿Qué rayos pasa con esa actitud…?
— ¿Qué tiene de malo que vaya tras Sakura? No le he faltado al respeto en ningún momento, además ella puede decidir sola con quien estar. Al menos yo puedo apoyarla y no la deje atrás como si repentinamente… me hubiera olvidado de ella. — Me tensé inmediatamente porque era evidente a donde se dirigía esa indirecta y parecía que el aludido también ya que sentí como su mano parecía apretar ligeramente más mi muñeca y la espalda que me resguardaba al frente se tensaba. — O tratarla como si fuera un mero reemplazo — Esta vez su mirada se dirigió a Itachi — Es por eso que me sorprende que hayan reaccionado tan… veloz en su supuesto rescate.
La verdad tenía sentido sus palabras en que no era coherente que repentinamente Itachi se lanzara al frente como un león; Eso era normal en Shisui pero… Itachi quien había estado todo ese tiempo aparte y dejó en claro que no deseaba tener nada que ver conmigo era algo inaudito, a no ser que estuviera aparentando lo que encajaría perfectamente con la situación. Para mantener las apariencias seguiría a Shisui en sus reacciones, lo cual no sería completamente ilógico considerando que el hijo mayor de Fugaku era especialista en adaptarse a circunstancias adversas y un excelente mentiroso cuando la situación lo requería, así que con el objetivo de mantener las apariencias se había visto en la indudable necesidad de seguir la corriente. El solo pensamiento me causaba nauseas, pero sería lo que explicaría su repentino arrebato, porque de algún modo era improbable que hubiera recordado algo ¿no? De lo contrario habría dicho algo, aunque… su comportamiento de por si ese día era inusual ya que incluso cuando estábamos en el combate, él había tomado mi cuerpo contra el suyo en un gesto tan familiar que era doloroso…
— Que alguien exterior tenga esa impresión ya que no conoce las bases interiores de nuestra propia relación es completamente normal, pero al tiempo es inútil pensar en ello. — Esta vez la voz de Itachi fue la que se defendió de la indirecta, sorprendiéndome un poco y casi haciendo que mi corazón mendigara por mantener una esperanza que cerré al instante — Independientemente de las circunstancias, es normal proteger a alguien cercano ¿no es así?
— Que divertido ¿lo dice por una pelea ficticia? O ¿Por qué simplemente dicta que sus palabras salgan de esa forma? Su convicción es más que dudable Uchiha, porque a raíz de hechos desafortunados solo ha olvidado algo preciado… si es que lo fue para usted antes de pasar por esta inexplicable… ¿Cómo le llamaría de mejor manera a la realidad? — Señales de advertencia, además de las miradas confundidas de nuestros acompañantes me hicieron estremecer, eso era cruzar una línea delgada — "falta de memo…"
— ¡Hayato! — Esta vez intervine antes de que pudiera dar más pistas a quienes no tenían que ver con todo eso, además algo me decía que si seguía por ese sendero era probable que en su emocionalidad les regalara algo que tuviera que ver con Yoru, incluso si era mínimo Shisui lograría armar las piezas lentamente y tendría un indicio que nuestro tiempo de espera con el guardián estaba al límite, y aún recordaba su "recomendación" que más preciso de nombrar era una orden para mantener esto entre nosotros — Te estás pasando demasiado, solo han sido unas situaciones extrañas en este tiempo pero nada que no se pueda tratar. Los motivos son como dice Itachi-kun; simplemente saltas al frente a defender a un camarada ¿no? Tu harías lo mismo si hubieras visto lo mismo ¿no es así? Además…
— No con cualquiera Sakura. — Su repentina interrupción me sorprendió, pero más aún al ver que su mirada conmigo se había suavizado — Otras personas me dan casi igual, son pocos los que me importan y tú eres una prioridad. Un ejemplo sería si viera a la Uchiha que está allí tendida pasar por lo mismo, no movería un musculo, es su problema, pero tú eres importante, eres parte de mi equipo y no tengo reparo en decir que no te veo bajo la misma luz que cuando éramos niños. Sabes que mis circunstancias me dejaron fuera de juego un tiempo, pero también procuro guardarte la espalda, algo que algunos parecen solo obviar cuando les conviene.
Mordí mi labio interior porque en parte sabía a donde se dirigía, pero tenía que sacarlo de allí así que suspiré y me arriesgue a ir por otra carta para ver si podía sacarnos de esa situación —Lo sé y lo aprecio. También sé que no llegarías lejos, de lo contrario no hubiera aceptado la petición del tercero de recibirte en mi casa, —como un animal abandonado— cuando regresamos ese día, aunque de igual forma te hubiera hecho dormir en el hospital si hubieras intentado una tonteria — agregué previendo la reacción de Shisui que al instante se había girado a verme, lo que no pude predecir fue el espasmo de Itachi y su mirada engañosamente impasible sobre mí.
— Vaya —murmuró Hayato que ahora estaba sorprendido — tu sola te has echado la soga al cuello.
— Espera ¿Qué? ¿Él se quedó…?
— Si Shisui. No tenía donde quedarse así que el tercero me pidió que lo recibiera en mi casa, además recuerda que viajamos juntos así que estuvimos en la misma posada por algunas noches y descansando a la intemperie; Hayato aunque suele hacer comentarios y tener acciones que se ven inapropiadas nunca ha cruzado la línea —aclaré buscando soltarme del agarre de Itachi con la misma suavidad con la que me había tomado inicialmente — Además si la forma de molestarme tiene mucho que ver con el acoso entonces yo misma me encargaré de vengarme a mi modo.
— Sería interesante tener un combate para ver quien le gana a quien —dijo Hayato ante mi provocación, aunque su sonrisa burlona decía que no hablaba del todo en serio, no iniciaríamos una batalla allí.
— Sakura. — Shisui me miró con algo de súplica en sus ojos, entonces recordé la conversación de ayer y un sentimiento de vértigo se alojó en mi estómago, sin embargo, no podía permitir que siguieran con esa lucha sin sentido.
— Esta bien Shisui —Avancé hasta mi amigo y le sonreí amablemente — Estaremos ocupados por un tiempo, pero será como siempre… en su mayoría.
Lo último lo dije dedicándole una rápida mirada a Itachi que no me había quitado los ojos de encima, y aunque no pude descifrar lo que ocultaba su mirada oscura por la tensión en sus músculos podía saber que estaba incómodo — ¿Entrenamos otro día? Hoy prometí darle un recorrido a Hayato —añadí para Shisui, aunque realmente iríamos a buscar a Ken-sensei a quien no veíamos hacía mucho.
Mi amigo no parecía convencido, pero no me retuvo, en cambio miró a otro lado y en medio de un suspiro añadió solo para mí —: me dejarán sin alientos, pero espero que así sea. — Con ello no pude evitar que mi corazón se retorciera por el mayor a quien sin importarme los demás abracé con fuerza, como cuando de niña conseguía hacer una técnica que me enseñaba y no podía evitar emocionarme y rodearlo por la cintura, solo que esta vez mis brazos pasaron por su cuello mientras lo acercaba a mí.
— Tonto hermano —le respondí también solo para él cuando me alejé — Me lo dijiste ayer ¿no? Y te prometí que no daría un paso atrás.
Su mirada se suavizó y pareció conforme con mi respuesta, porque al instante asintió y se apartó un par de pasos — Estaré al pendiente de nuestro encuentro. — Mientras yo sonreía por su respuesta él alcanzó a Itachi y yo seguí con Hayato a quien dediqué una mirada de reproche, que más por su acción impulsiva que desató la batalla, fue por la información que estaba soltando tan tranquilamente. Por su parte mi compañero se encogió de hombros restándole importancia a su "resbalón".
Restando mi despedida con Shisui, el resto se veía más incómodo de lo que pudiera estimar, sin embargo, ahora con el primer problema resuelto, sentía que se vendrían más situaciones incómodas, solo esperaba que no afectara más nuestro entorno y además ¿Cómo podría balancear mi vida entre Hayato y los Uchiha? Definitivamente quería regresar con mis amigos sin causarle a Itachi incomodidades, pero al tiempo no quería dejar a mi compañero de equipo solo, no me iba a permitir dejarlo nuevamente atrás, tenía que darme el tiempo para balancear cada una de mis relaciones si quería conseguir darme mi lugar en ese mundo.
-0-
— ¡¿En qué estabas pensando?! — Regañé a Hayato esa tarde luego de que habíamos almorzado — Creo que Yoru mencionó que no quería que se revelara nada…
— No es como si hubiera dicho más de lo que ya sabemos, además tampoco es como si fuera a decirles que Yoru está cerca — vi como su expresión se tornó un poco malvada, con una sonrisa burlona cruzando su rostro — Será más interesante que se enteren cuando aparezca repentinamente.
Suspiré frustrada por su inclemencia con mis amigos; era cierto que lo que más deseaba era decirles la verdad, pero la misma restricción que me había puesto el guardián me hacía detenerme. La noche pasada cuando estaba hablando con Shisui había tratado de insinuarlo, solo para probar si era cierto lo que había puesto en su carta, pero con cada intento que daba para que las palabras salieran de mis labios, siempre había algún tema que se interponía o simplemente olvidaba de lo que hablaba y me iba por otra hilera de pensamiento, realmente había hecho algo cuando abrí esa carta, eso quería decir que sus habilidades iban mucho por encima si podía usar trucos tan distantes.
— Otra vez tienes esa mirada de miedo, relájate un poco, Yoru no es despiadado como piensas y si bien tiene sus motivos para que tus amigos no se enteren de inmediato, también creo que es por capricho que lo hace. — Hayato se cruzó de brazos.
— Le conoces por lo que has averiguado, pero ¿Qué tanto? — Pregunté girando por una calle hacia el norte, directamente hacia las afueras donde estaban ubicados los campos de entrenamiento más frecuentados por el resto de equipos.
— Lo suficiente. Aunque admito que Yoru es alguien complejo en varios aspectos, pero sé que ha estado desde hace mucho tiempo. Incluso desde que se fundaron los clanes Uchiha y Senju, solo que en la historia no ha compenetrado con ninja, solo pude encontrar pistas, diarios, ruinas… y aunque cada uno era complejo a su modo también había algo curioso en su estructura que creo que es lo que caracteriza a nuestro guardián. — Le observé brevemente al ver que sus ojos parecían brillar con sus recuerdos.
— ¿Qué cosa?
— Si bien sus trucos son complejos siempre deja formas para escapar del laberinto, paso a paso, prácticamente te guía lentamente, sin romper reglas hacia un final, claro que las consecuencias de desviarse de su línea también son desastrosas — Hayato sonrió con amargura — Bueno quizás fue muy pronto para decir que no era despiadado, pero la mayoría de circunstancias siempre parece que entreteje una cantidad de opciones para salir de los mismos problemas en que los detractores se meten; un ejemplo es Shin a quien aplicó un castigo en el cual, dependiendo de quien consiguiera su contrato estaría su vida en juego. Mientras tanto él podía decidir si cumplir los deseos egoístas de quien llegara, consiguiendo un poder momentáneo que si se empleaba egoístamente lo mataría lentamente y como las personas que van tras el manejo del tiempo por lo general son egoístas… eso quería decir que era más probable que se desgarrara lentamente si continuaba por ahí… pero aún con todo esto le dejó un escape minúsculo.
— Eso no suena muy amable —dije honestamente, de hecho, toda la historia, aunque conocía sus bases, escucharlo por parte de mi compañero me hacía temer más por el tipo de mentalidad que tenía el guardián.
— Si, Yoru puede ser aterrador, pero luego de que hablé con él y vi sus notas, la forma en que hace las cosas, sé que tiene algo bajo la manga; nunca hace cosas al azar, y sé que si no ha intervenido de forma drástica es porque no lo considera necesario.
Quería creer en sus palabras, pero me era difícil cuando lo único que tenía eran muestras de su aterradora fuerza; aunque por ahora, de lo que iba a hacer caso a Hayato, era de que no servía de nada preocuparme por eso en esos momentos, cuando llegara ese momento en que estuviera frente a frente a él, en ese instante sería el momento en que tendría que reaccionar. — A todo esto ¿A dónde vamos? — Preguntó mi acompañante dando por terminado el asunto.
— Oh, al campo de entrenamiento dos —respondí.
— ¿Por qué? ¿Quieres otra batalla?
— No, el motivo por el que vamos a allí es porque, tu mencionaste que querías que te acompañara a visitarlo ¿no? Para que puedas hablar personalmente con él. — Deteniéndome en medio del campo señalé al frente, y él siguiendo con su mirada a donde apuntaba, se quedó quieto — Siempre entrena a su equipo a esta hora, eso es una de las pocas cosas que logré recaudar de él, aunque hace tiempo tampoco le visito.
— En verdad tu… —murmuró, aunque pude detectar cierto tono de nostalgia en su voz.
Sabiendo que él no haría nada diferente a quedarse allí de pie, di un paso al frente directamente hacia el hombre de cabellos grises que hablaba animadamente con un trio joven de Chunin que le observaban casi con admiración y un poco de reproche. — No ha cambiado nada Ken-sensei ¿Ya les tiene aburridos en el entrenamiento de hoy? — De forma juguetona me introduje en el pequeño mundo en el que estaban ellos.
Ken se giró casi al instante para mirarme y entonces pude vislumbrar una mirada de sorpresa que hacía mucho no veía en él — ¿Sakura? — Declaró girándose completamente hacia mí.
— La misma… ha pasado tiempo ¿no es así? — Terminé de dar unos pasos más al frente hasta que estuve a solo dos metros del hombre y sus pupilos que me miraban curiosos.
— Si… lo último que escuché de ti fue tu actuación en los exámenes Chunin, escuché que lograste salvar a Uchiha Itachi. — El hombre sonrió con nostalgia — Si que has crecido Sakura.
— Oh, no soy la única. — Miré hacia los jóvenes que estaban detrás de él eran apenas un año y medio mayores que Naruto y Sasuke, de la promoción de Neji, uno de los únicos grupos que habían aprobado el año pasado.
— ¿Quién es? —murmuró la chica del grupo una bonita rubia de cabello trensado, de ojos violeta que me inspeccionaban con curiosidad.
— Sensei menciono el nombre "Sakura", creo que es ella, ya saben la que denominan "el cerezo del clan Uchiha" —el murmullo de uno de los chunin me distrajo, fue uno de los dos varones, uno de ojos color miel, cabello corto de color negro y lentes que me observaba con asombro. Me habían llamado por muchos apodos, pero esa era la primera vez que escuchaba ese.
— ¿En serio? — El último de los tres, quien esta vez tenía el cabello de color rojo oscuro y ojos azules saltó en su lugar y pareció maravillado con las palabras — No pero… ¿Qué haría alguien como ella hablando con Ken-sensei?
Miré interrogante a mi viejo maestro quien ahora estaba con toda su atención sobre sus pupilos que se habían vuelto más parlanchines detrás de él — Lo siento Sakura-chan, solo un momento. Ustedes tres, ¡Kotaro, Izami, Mio! Lo que están haciendo es una falta de respeto ¿Además que es eso de, "por qué está hablando con Ken-sensei"?
— ¿Por qué? Pues está claro — declaró el de cabellos negros, el que luego me enteré era Izami — Una celebridad como ella hablándole a usted ¿Qué asunto tendrá?
Casi podría haber reído por la expresión depresiva en la cara de Ken-sensei, pero no era el momento — Oh, simplemente quería ver el rostro de mi viejo sensei y hablar con él sobre una pequeña cosa —respondí al tiempo que me acercaba a su lado — Puede que no lo haga a menudo, pero me gusta saber de él de vez en cuando.
Los tres pares de ojos que antes estaban concentrados en su líder, ahora me observaban con otro tipo de sorpresa, más rayando a la incredulidad — Espera ¿Eres la misma Haruno Sakura? O ¿Estamos hablando de otra persona? — Dijo la rubia de nombre Mio — La misma ninja médico que lucha en un equipo con los mejores Uchiha y que…
— ¿Quién dicen es el tesoro guardado del clan Uchiha? — Completo el pelirrojo.
— No tengo idea de eso de "tesoro del clan Uchiha" o el apodo de "el cerezo del clan Uchiha" pero sí, soy Haruno Sakura, sí he trabajado con los Uchiha desde hace mucho, pero, realmente…
— ¡Es ella! ¿Cómo es que dices que Ken-sensei te entrenó? Si eres toda una prodigio —refutó Kotaro.
— Aunque les sorprenda sí, Ken-sensei fue mi líder de escuadrón cuando era Genin —contradije soltando un suspiro y mirando al hombre que parecía irritado — ¿Qué hizo para que estos tres lo tengan en tan poca estima?
— Absolutamente nada, ellos siempre son así, aunque con Tenryu y Hayato era algo similar, siempre tuvieron los humos arriba al ser tan fuertes —una pequeña sonrisa de nostalgia cruzó sus facciones — claro que ellos me respetaban más.
— Me pregunto aquello —dije mirando hacia atrás donde Hayato, aún sin revelar su presencia nos observaba entretenido, aunque aún no parecía dispuesto a acercarse. — Como sea, de hecho, venía también porque alguien deseaba hablar con usted.
El hombre me observó curioso y yo le sonreí con algo de amabilidad — digamos que… ¿podremos tener un pequeño reencuentro como el equipo cinco? — Aún confundido por mis palabras Ken no reaccionó hasta que yo dejé que mirada viajara hacia mi compañero que finalmente dio unos pasos al frente.
La expresión de nuestro viejo sensei fue la combinación entre la sorpresa, el terror, la incredulidad y la confusión, aunque no dijo nada imprudente frente a su grupo que estaba expectante y ahora más curioso al ver que Hayato se acercaba, aunque él no le prestó ninguna atención a los tres muchachos, en cambio sonrió amablemente y declaró al hombre —: Debo sentirme alagado si he conseguido que coloque una expresión de esa calidad o quizás debería preocuparme un poco, como sea es un gusto verlo bien, Ken-sensei.
— Shiratora Hayato —murmuró el hombre casi sin creerse sus palabras.
Consciente de que esa sería una charla que no deseaba que escucharan los menores me dirigí hacia ellos con una sonrisa y declaré —: Asi que… ya que ven, me llevaré a su sensei para que podamos tener una charla. Lamento quitarles el tiempo con él.
— ¿He? No podemos ver como son el viejo equipo…
— Lo siento, pero esta es una charla privada con mis viejos estudiantes. — Esta vez la voz del hombre sonó firme y tensa, aunque de esto solo nos percatamos Hayato y yo — Hace mucho tiempo que no nos reuníamos los tres, asi que nos veremos en otro momento. ¿Y ustedes dos? — Esta vez se dirigió a nosotros — ¿A dónde quieren ir?
-0-
Fue difícil iniciar a explicar a Ken-sensei la verdad, pero mientras Hayato le hablaba con calma de lo ocurrido y luego yo le confirmaba los hechos bajo mi propia misión, el hombre que nos había educado como equipo, no dijo una palabra, en cambio nos observó en silencio mientras terminábamos de narrar los detalles simples de la historia, sin profundizar en verdades escabrosas. Como sea al concluir el hombre suspiró y bebió un sorbo del té que tenía delante, aún sin decir palabra, más bien parecía meditar la información. Mientras tanto yo golpeaba suavemente la madera de la mesa y Hayato permanecía en silencio mirando al hombre, que cuando finalmente dejó su taza en el mueble, habló —: Siento como si repentinamente estuviera en un sueño, pero… me alegro — Una pequeña sonrisa apareció en su rostro y luego nos miró — Sé que no fui el mejor Sensei para ustedes, pero cada día me sentía orgulloso de ver cuánto avanzaron como equipo, todo el talento que tienen, todo lo que les falta por desarrollar. Cuando Tenryu murió… creo que los tres sabíamos que no sería lo mismo, pero tenía esperanzas de que al menos ustedes dos pudieran seguir adelante, por eso cuando Hayato se fue pensé que había fracasado para que pudieran tener un lugar.
Nuevamente su mirada se dirigió a la taza de té — No quería que Sakura también quedara sola, así que permití que fuera con Uchiha-san, y que el tercero le permitiera estar en un equipo que pudiera formarla, aunque siempre giró en torno a ellos, pero yo quería que volvieran a brillar como antaño, por eso, ahora que has vuelto Hayato en serio deseo que puedas cuidar de ella como su amigo y compañero. — Cuando sus ojos retornaron a nosotros una amable mirada con una sonrisa se posaba en sus facciones cansadas.
— Es lo que pretendo — Admitió mi compañero inclinando su cabeza frente al hombre — Lamento haberlo preocupado tanto.
— Estabas ayudándonos en las sombras, el que más ha sufrido creo que has sido tu mientras estabas lejos, así que aprovecha esta oportunidad. — Mi sonrisa al ver la reunión entre los tres no podía explicarla, pero pensar en aquellos tiempos en los que éramos cuatro y luego tres me trajo un sentimiento agridulce, había cosas que podían mejorarse, cosas que podíamos hacer, y aunque ahora éramos los dos, reconciliarnos con nuestro pasado fue algo que no había pensado que debiéramos hacer, pero ahora entendía que había sido necesario.
Luego de la charla incómoda una serie de anécdotas surgieron entre los tres, tiempos en que Ken-sensei soltó los comportamientos vergonzosos de Hayato, Tenryu y yo misma, las misiones donde más se preocupó que volviéramos en una pieza, los entrenamientos agotadores, nuestra terrible sinergia al principio; cada una de sus palabras nos llevó a protestar, reír e incluso abrazar aquellos momentos como si hubieran sido el día de ayer, casi como si el tiempo congelado hubiera sido restablecido; era una extraña sensación que nos envolvió esa tarde en aquella tienda de té, pero que sabía que recordaría por siempre.
Cerca de la hora de la cena, finalmente habíamos salido de allí y nos encaminamos en el último tramo de nuestro recorrido antes de empezarnos a separar. El primero en marcharse fue Hayato, quien alegó estar cansado y además tenía que prepararse para el día siguiente que era cuando tendríamos nuestra primera misión juntos; así que luego de verlo marchar, Ken-sensei y yo caminamos por las calles que comenzaban a ser iluminadas. — Es casi como un sueño ¿no? — Comentó con las manos dentro de los bolsillos — Siempre rece para que pudieran llevarse bien a pesar de la diferencia de edad, pero ahora que puedo verlo se siente tan irreal.
— Sí —admití — Es casi como un hechizo repentino.
El hombre a mi lado asintió y luego suspiró — Hayato ha pasado por mucho… su familia, nuestro equipo, la soledad que debió sentir; Honestamente siempre pensé que si él no seguía en un escuadrón terminaría en Anbu, pero me alegra que encontrara un lugar aquí y que estés ahí para él — Sus ojos de repente parecieron serios — Temía que tu relación con los Uchiha lo alejara de ti.
— ¿Por qué? — Cuestioné. El hombre pareció perturbarse por unos instantes pero respondió —: Siempre has tenido una relación tan cercana a ellos, y Hayato como sabes los odia, y claro tiene sus motivos para ello, pero por algún motivo nunca la tomo directamente contigo, sin embargo, puso una barrera para no llegar lejos, siempre se alejaba cuando alguno de tus amigos estaba cerca y es entendible, la mayoría de la aldea aún nos cuesta adaptarnos a los Uchiha, pero tú lo haces tan natural que me preocupara que te viera como uno de ellos, pero nunca ha sido así.
— Que me lleve bien con ellos no quiere decir que sea de ellos, y Hayato lo sabe —dije, aunque por lo pronto esto era en cuestión de hablar de propiedades no de voluntades — ellos son importantes para mí.
— Oh, no me mal interpretes Sakura, pero realmente la aldea te ve de esa forma asi que es difícil sacarte de allí — Le miré confundida y el hombre añadió con una sonrisa — Ya oíste a mis chicos ¿no? Hay muchos en la aldea que te reconocen por tus hazañas y exteriormente quizás tengas los apodos más destructivos, pero, aquí tu reconocimiento también va ligado a tu permanencia con los Uchiha, siempre estar rodeada de alguno, de hecho, muchos han comenzado a pensar que eres miembro de su clan o que terminaras casada con alguno de los hijos de Fugaku-san o quizás con Shisui Uchiha.
Casi tropiezo con mis propios pies y mi cara se tornó roja — Espere ¿De dónde saca eso? ¿C-cómo voy a terminar casándome? además Sasuke-kun es menor e Itachi-kun… — Ken-sensei sonrió por mi tropiezo y antes de que pudiera seguir balbuceando me interrumpió — Sakura, ¿Por qué piensas que las personas están estimando que te cases con uno de ellos? Itachi es tu mejor amigo desde que eran niños al igual que Shisui, los tres tienen una sinergia compenetrarte, muchos dicen que el clan Uchiha te ha tenido cerca también para que seas parte de sus filas, casi como cultivarte con cuidado para que escojas a alguien dentro del clan. Por eso los apodos, te faltaría un Sharingan o casarte para que oficialmente estuvieras reconocida como una Uchiha.
— Eso no es cierto —declaré, aunque por su mirada sabía que no me creía — En serio, Itachi-kun… no me ve de esa forma y Shisui es como un hermano mayor, además no creo que el clan me tenga en… ¿Cómo dijo? Quiero decir no creo que me estén cultivando o guardando cerca por eso. De hecho, hace años fui yo la que propuso ser su médico personal y he estado con ellos todo este tiempo porque los aprecio, son amigos de confianza y Fugaku-san y Mikoto-san me han cuidado mucho desde que mis padres se marcharon, asi que… yo no creo…
— Sakura, entiendo, pero así es como se ve al exterior, eres una Kunoichi y mujer impresionante, por supuesto que hay ninjas que se percatan de eso y se sabe que serás alguien excepcional no solo como un añadido excelente a su clan sino como una esposa o una madre, una combinación de tres en uno, algo que muchos no consiguen. El punto es que tu vínculo con los Uchiha es algo que muchos no se han atrevido a tocar, si es por respeto miedo o simple derrota, no lo sé; a lo que me refería con todo esto es que a pesar de lo último y lo que los demás piensen, Hayato es diferente, eres como un polo a tierra para él y al mismo tiempo creo que la única persona que ha conseguido acercarse lo suficiente — El hombre se detuvo cuando la calle que me llevaría a casa iba apareciendo —Te será difícil, pero sé que conseguirás tener un balance entre tus amigos y Hayato.
Ya más tranquila, aunque de igual modo expectante asentí a sus palabras y le di una pequeña sonrisa — Lo intentaré lo mejor que pueda. Ha sido un gusto volver a verlo Sensei.
— Siempre que lo necesites, aunque estaré ocupado con esos tres —respondió antes de darme una señal con la mano y finalmente despedirse, dando por concluida nuestra reunión.
-0-
La cabeza me daba vueltas luego de llegar a casa, había sido un día agotador, por eso el resto de mi rutina la realicé en piloto automático, asegurándome de preparar algo para la cena y organizar mi pijama, además de preparar las cosas que seguramente necesitaría al día siguiente en caso de salir de misión. Fue cuando finalmente había terminado todo y me disponía a preparar un baño caliente cuando llamaron a mi puerta cerca de las 11:00, así que ahogando un suspiro de frustración cerré la llave de la bañera y fui a la parte de abajo preguntándome quien sería a esa hora de la noche.
Antes de abrir traté de sentir algún tipo de presencia al otro lado, pero no encontré nada amenazante, lo que me extrañó es que tampoco sentía ningún tipo de presencia, lo cual era inusual, así que me pregunté si realmente había escuchado algo; entonces, como si quien estuviera al otro lado hubiera deducido mis pensamientos volvió a llamar, esta vez el tono sonó más controlado, suave. Casi sin plantearlo mi mano se dirigió a la perilla y abrí la puerta solo para encontrarme frente a una figura alta y encapuchada que me observaba desapasionadamente con un par de ojos rojos. — Y yo no me esperaba que fueras tan lenta para abrir. — Mi cuerpo se sintió un momento letárgico, pero pronto reaccione, tensándome por completo y por poco tiro la puerta a mi inesperada vista, pero este como previendo mis intenciones impulsivas colocó una mano en la puerta en un golpe seco. — Vamos, yo de ti no haría eso, aparte que vine a visitar vas a cerrarme la puerta en la cara, eso no se hace —su voz que fingía estar herido por mis acciones era estremecedora, incluso más que cuando lo había visto en ese sueño.
— Tsukino… ¿Qué estás haciendo aquí? — Di un paso atrás al tiempo que él entraba en mi hogar y cerraba detrás de él, insegura de cómo reaccionar ¿A que venía? O una mejor pregunta era como podría detenerlo si intentaba algo, tenerlo frente a frente era diferente a verlo a un sueño, su presencia era diez veces más potente, casi podía imaginar que sería tener a Yoru al frente.
— Que manera de hablar —dijo ignorando mi pregunta y cruzándose de brazos antes de mirar alrededor — Al menos no vives en una pocilga.
Sin pedir permiso el hombre entró directo hasta mi salón y observó todo con cuidado. Podía ver que el hombre era al menos dos cabezas más alto que yo, y aunque no podía ver toda su figura por sus brazos, que se habían descubierto cuando detuvo la puerta, pude ver que no era musculoso como una mole pero sus brazos eran firmes y tenía manos duras, seguramente un golpe, incluso si era suave dolería como el infierno; su capa que recubría su cuerpo no era simplemente de viaje, era de un material fino, no era simple tela para viajar, esta era gruesa y parecía casi aterciopelada con pequeños destellos en su costura y un rebordeado en dorado en las puntas, casi como la ropa que usaría un rey, a lo que asumí que si esa era realmente su capa de viaje no me imaginaba lo que llevaría debajo. — Seré breve Haruno —su voz profunda me regresó al presente y entonces le vi sentarse con la gracia de un león en uno de mis asientos, recostándose hacia atrás y apoyando su rostro en los nudillos de su mano izquierda — He venido a traer buenas noticias para ti.
— De ser de ese modo ¿Por qué estas sentado tan cómodamente? ¿A caso no serás breve? — Me acerqué con cautela, pero él parecía divertirse con esto.
— Sí y no. — Era evidente la burla en el fondo de su voz — Yoru ha estado… digamos que haciendo algunas cosas para evitar que el error de tu amigo recaiga en ti, ha hecho lo posible para evitar que haya interferencias, así que puedes estar tranquila en que no parecerá algún loco por tu puerta reclamando entregarte o exigiendo que les des respuestas sobre el paradero del imbécil de Shin, que si me está escuchando apreciaría que se tragara una espada en su pequeño mundo a ver si nos evita las molestias.
— Honestamente no tengo idea de lo bueno o malo del asunto, si bien parece que Yoru-san es más sensato, no le conozco, no sé cuál es mi posición en todo esto, y además de eso, considero que la última vez me amenazaste así que tampoco veo alentadora tu presencia. — Los ojos rojos brillaron antes de que repentinamente apareciera frente a mí.
Casi parecía que mi comentario lo había divertido porque sus ojos se estrecharon, su cuerpo se estremeció y escuché una pequeña risa de fondo. — Son tan delicados, nunca aceptan unas palabras alentadoras. — definitivamente se estaba burlando de mí. Honestamente que fuera un ser tan fuerte era exasperante, tener que andar con cuidado con lo que decía, sin ser honesta del todo, solo expresando un poco de mi molestia… todo era irritante.
— ¿Alentadoras? Que te amenacen de muerte no es "alentador" —repliqué — No sé dónde quedó el diccionario o la definición en tu lenguaje, pero definitivamente eso no es lo que sentí cuando mencionó que si lo consideraba necesario podía deshacerse de mí, no sé qué tipo de guardianes son, tampoco sus reglas, pero todo me parece demasiado agresivo para ser realmente agradable, no tienen real empatía.
La habitación repentinamente se sintió pequeña y como si hubiera habido un apagón todo se oscureció, casi podría pensar que la Luna lo había hecho y solo me hubieran consumido las sombras, dejándome con el hombre frente a mí. No podía ver su rostro, pero este se alzaba sobre mí a unos pocos centímetros, dejándome ver el iris de sus ojos, donde el rojo no era realmente el color que rellenaba la totalidad de su mirada, era un color granate combinado con un dorado profundo cerca al borde del iris, y más hacia al centro, en la pupila, el color levemente se acentuaba en azul oscuro hasta perderse en el negro, que se había encogido. Temblé y tuve deseos de defenderme, pero mi cuerpo no se movía, era como si cuerdas invisibles estuvieran atándome. — Lamento no ser un tema de consuelo, pero créeme que si deseara que estuvieras muerta ya lo estarías Sakura —su voz era tan suave que era aterradora, — Aunque la misión que tengas no tiene importancia en el momento, quizás encuentres algo interesante mañana, solo asegúrate de que la oscuridad no los devore.
— ¿Por qué…? — Logré decir antes de que sintiera su mano pasar por mi cuello y que me acercara a él, reduciendo todo el espacio que quedaba entre nosotros antes de colocar su rostro junto al mío. Su toque era suave, no parecía haber intención de lastimarme, pero eso no redujo mi miedo, tampoco su aroma a agua fresca y a césped en la noche.
— Hay varios tipos de guardianes niña, Yoru y yo creo que somos los más complacientes, pero eso no quiere decir que trabajemos igual —dicho esto, y así como llegó se marchó, desapareciendo en la oscuridad y regresando la luz a mi hogar.
Con el cuerpo adormecido por el terror caí de rodillas y respiré agitadamente. No fue como las conversaciones anteriores, tampoco fue larga y seguía sin entender que había ido a hacer allí, pero sentía que su presencia no había sido por capricho. Temblando aún, froté mi cuello donde él había tocado y entonces me sorprendí al sentir algo frío y delgado, así que bajando la mirada y tomando el objeto desconocido me enfoqué en lo que llevaba puesto y descubrí una pequeña cadena dorada con una pequeña llave de plata al final. Sorprendida palpé el objeto y sentí un estremecimiento profundo, esa llave no era normal, pero por algún motivo al tocarla mi miedo había desaparecido ¿Ese guardián había ido hasta allí solo para darme eso? No entendía nada, pero por algún motivo me sentía avergonzada de mis palabras, como si no estuviera realmente viendo debajo de lo de debajo y me estuviera dejando llevar por mis miedos infantiles. Como fuere, si lo que había dicho tenía relación con la llave que ahora pendía de mi cuello, eso quería decir que sería necesaria en lo que sea que nos fueran a asignar.
Con esto en mente y sin darle más rodeos a mi visita, me puse en pie y caminé hasta mi ventana donde un rayo de luz de luna entraba por esta, mañana lo sabría…
-0-
Subiendo la cumbre de los Hokage la oscura figura de Tsukino, se deslizaba entre las sombras sin dejar que la luz de la luna iluminara su figura, su sola presencia daba la sensación de que era un espectro salido de la noche que iría a cobrar su venganza. Algo no tan alejado de la realidad considerando los pasos austeros que daba, en dirección a la última figura que esperaba sentada al borde de la cara del primer Hokage, casi resplandeciendo bajo la luz que el guardián se negaba a dejar que lo tocara. — Sabías que estaría allí ¿no? — Gruñó Tsukino cruzándose de brazos cuando finalmente estuvo tras la figura.
— Te metiste a mis dominios sin consultarlo, pero es evidente que lo sabría —respondió con burla la figura que acomodó su abrigo y la capucha sobre su cabeza y luego se puso en pie — Al menos me alegro que no hayas hecho algo por lo que termináramos peleando, detestaría tener que explicar el desastre.
Una sonrisa sin humor se dibujó en el rostro escondido de Tsukino — Sí, como olvidar los viejos regaños por nuestras batallas pasadas, es cosa buena que eso haya terminado ¿no Yoru? — El nombrado se encogió de hombros y camino sin rumbo por la cabeza del viejo Hokage mirando sobre este la aldea que en su mayoría dormitaba.
— Tu humor al respecto es todo menos divertido. — Declaró finalmente Yoru antes de detenerse en el borde de la cabeza y girar a mirar a su compañero — la última vez fue casi tan mala como para considerar rehacer todo. Como sea ¿Le diste mi recado?
Tsukino bufo y respondió —: Sí, aunque no sé porque tanto misterio al respecto, simplemente podrías decírselo y ya. Además, ella está demasiado prevenida con mi presencia, incluso más que con la tuya, y eso que soy el menor de sus problemas.
— Tu sola presencia causa desconfianza entre los que no te conocen — declaró — Además no está en mis planes intervenir en todo como si fuera un dios todo poderoso. Mi plan es que ella vea todo con sus propios ojos y tome sus propias decisiones, además, esto le dará el impulso final a él. — Yoru aparto la vista y retiró su capucha, liberando sus largos cabellos albinos que danzaron junto con el viento de la noche mientras repentinamente comenzaron a cambiar de color en las puntas hacia arriba, al igual que sus ojos azules empezaron a oscurecerse. — Solo un poco más de tiempo… por el momento puedes decirle al concejo que volví a desaparecer, no les extrañará, ya que es solo una vieja costumbre.
Terminadas sus palabras los cabellos que antes eran albinos habían quedado atrás, oscurecidos como la misma noche y los ojos anteriormente azules habían pasado a un color oscuro, casi perdiéndose en la noche por la luz. — Bien, espero que tengas suerte con tu pequeño encargo, solo espero que tu tiempo entre mortales, no te cobre lo mismo que antes.
— No lo hará —respondió Yoru — El tiempo para nosotros es fácil de doblar, tanto como los eventos que se acercan.
-0-
No era una misión difícil, de hecho, casi podría decir que el reconocimiento había sido exclusivamente para nosotros una bendición, de no ser porque el presentimiento que había mantenido desde la noche en que había aparecido Tsukino se había hecho realidad, y de eso ya llevaba tres días. Tsunade nos había enviado a unas ruinas entre la frontera del país del fuego y el mar; una construcción deplorable donde se decía se habían escuchado fantasmas en ella cuando surgieron de la nada hacía unas semanas, pero ahora que las veía me recordaban un poco a las Ruinas de la tumba de Shin.
Nuestro trabajo solo era investigar si había posibles amenazas y reportar, sin embargo, entre más la observaba me parecía que el motivo de su aparición en la superficie era más explicable al hecho de que estas tenían algo por decirnos personalmente. Luego de los ruegos de las personas y los miles de supersticiones que encontramos a lo largo de nuestra búsqueda por información sobre las ruinas, llegamos finalmente hasta un hombre que medianamente conocía algo que parecería nos sería de ayuda.
Tal parecía que las ruinas habían sido anteriormente una biblioteca que colindaba con el mar, que decían que tras una fuerte tormenta donde dos dioses lucharon había terminado sumergida por las aguas. Las personas habían olvidado su existencia, pero en la región rememoraban la batalla, ya que, aunque no habían visto a tales seres, podían escuchar en el rugido del mar embravecido y los rayos, los gritos de dos bestias y el choque de sus armas que juraron eran los mismísimos rayos al chocar. El conocimiento que allí se guardó fue destruido en solo una noche y el pueblo sumergido en tinieblas por tres días luego de eso, se había jurado olvidar todo al respecto de ese lugar que antes consideraron preciado, ya que decían que la misma persona que lo había construido era quien había provocado tal desastre al deshonrar a los dioses con tal blasfemia, la ignorancia para ellos se consideró una bendición luego de aquello, pero aquel hombre decía que era todo lo contrario, esa falta de deseo por saber era lo que tenía a su pequeño pueblo condenado en la miseria; como fuera nadie podía entrar, las puertas parecían haberse sellado para siempre o eso fue lo que parecía.
— ¿Crees los relatos de esas personas? — Preguntó Hayato cuando la estructura estuvo frente a nosotros y solo nos separaba una puerta.
— Creo que hay más de lo que parece en esa historia, pero mi pregunta es ¿por qué ahora ha sido levantada del fondo? — Dije en un susurro mientras observaba el arte estético que adornaba el lugar. El ornamento de la puerta era impresionante, un tallado en un mineral de una tonalidad plateada pero casi traslucido, que convergían entre patrones orgánicos que finalmente rodeaban el centro donde se suponía debería haber una cerradura enorme, pero solo había un espacio en el centro con un relleno en oro completamente liso. La piedra de granito puro que había levantado el lugar en antaño tenía una coloración verdosa pero que le daba cierto aire imponente, pero no tanto como los impresionantes cortes que estaban tallados en la piedra, mostrando claramente que a las afueras de esta construcción efectivamente se libró algún tipo de batalla terrible.
— Bueno, algo me dice que si logramos entrar lo sabremos, ahora el tema es ¿cómo? — Hayato trazó con sus dedos el mineral que para mi sorpresa reaccionó a su tacto y brilló suavemente, como dándole la bienvenida, no obstante, no fueron las puertas lo qué reaccionó, sino la llave que colgaba de mi cuello, que soltó un pequeño resplandor antes de levantarse por sí sola. — ¿De dónde sacaste eso?
— Si te lo digo no me creerías… o quizás si — murmuré antes de tocar el pequeño objeto que al instante desapareció y fue reemplazado por un objeto redondo con la marca de una hermosa flor en el centro, parecía el sello de alguien. — Como sea, digamos que he recibido una visita muy extraña hace unos días.
Aunque no estaba viendo el rostro de mi acompañante, sabía que tenía el entrecejo fruncido, sin embargo, solo comentó —: Tiene el mismo tamaño que el agujero del centro y aunque parezca un mal chiste, supongo que esa es la llave que tanto necesitamos. — Estaba de acuerdo con él por ello no dudé en colocar el objeto en el centro.
Sin previo aviso y en solo un instante, que ni siquiera me dio tiempo para embargarme de miedo por el cambio abrupto, fuimos absorbidos por una luz azulada. Tuve que admitir que no me esperaba que en vez de abrirse la puerta fuéramos literalmente tele transportados dentro, desgraciadamente no fue un salto donde simplemente apareciéramos de pie en medio de una sala, no, ya que tan repentinamente como habíamos sido jalados caímos con fuerza contra la roca dura con la que habían construido el suelo. Irremediablemente ambos soltamos un quejido y casi pude estar segura de que Hayato había maldecido por lo bajo — Por todos los… ¿Tenía que ser así? Definitivamente esto es de Yoru, su forma de guardar secretos, a los que no dejará que nadie más acceda, es tan poco amable y dolorosa, tiene un serio problema con su hospitalidad.
— ¿Dices que siempre es así? — Pregunté al tiempo que mi mano se dirigía a mi espalda y mitigaba el dolor de ella antes de levantarme.
— Sí, la mayoría de los lugares a los que entré tenían un mecanismo similar, solo que, como en ellos no me habían dado permisos, terminaba a punto de ser ensartado como brocheta, o quemado vivo y otras cosas que no quiero mencionar. — Su relato sonaba demasiado escabroso para mi gusto, pero al menos en esos momentos no parecía que nos esperaba nada de ello, no obstante, por seguridad miré a mi alrededor.
Estábamos en medio de una amplia habitación circular, rodeada de antorchas y una que otra estantería vacía, donde una solitaria puerta era lo único que difería del monótono diseño. — Creo que no tenemos de otra más que avanzar —dije señalando la puerta, no obstante, aunque sabía que era nuestra única opción Hayato hizo una mueca de disconformidad.
— Apuesto que nos encontraremos con algo problemático. — Soltando un suspiro Hayato abrió la puerta que nos mostraba un pasillo oscuro, apenas podíamos distinguir el piso de la entrada, ya que el resto había sido tragado por un manto tenebroso que me estremeció profundamente.
Dando un paso al frente Hayato me tendió la mano, su mirada café me dio la confianza para dar el paso hacia lo desconocido, así que tomé su mano para evitar separarnos y nos internamos en la oscuridad. Las luces no se encendieron y como me lo imaginé no podía ver ni siquiera a medio metro, solo sabía que mi acompañante seguía a mi lado, por sus pasos resonando por el pasillo y su mano sosteniendo la mía.
— ¿Cómo sabremos a dónde ir? — Pregunté luego de lo que me parecieron fueron horas de estar caminando. — No siento que cambie nada.
—Parece ser un pasillo infinito, pero que no te engañe la percepción, cuento que apenas hemos estado aquí cinco minutos. — Su mano apretó un poco más la mía, y le escuché respirar, tal parecía que no era el único intranquilo.
Seguimos con esa dinámica, caminando sin un destino fijo, solo esperando que algo apareciera en nuestro camino, pero nada vino por un buen tiempo, tanto que me había preocupado tanto de permanecer en esa infinita oscuridad por siempre y no poder salir de allí. El miedo escaló desde mi estómago hasta mi garganta, mis piernas comenzaron a sentirse pesadas, imposibilitando el movimiento fácil que había estado llevando, lo único que me daba algo para pensar en seguir, era la mano de Hayato, su compañía, pero entonces tan simple como sonaba mi mano quedó sosteniendo a la nada y el silencio reinó a mi alrededor. Fue cosa de segundos, el pánico tomó posesión de mí, y aunque no podía ver nada trate de sentir algo, grité desesperada el nombre de mi compañero desvanecido, pero ni siquiera escuchaba el eco de mi propia voz, ni mis pasos, era como si repentinamente hubiera perdido mis sentidos, no podía oler, tocar, oír ver o degustar, incluso busque morder mi labio, pero era como si mi mente me jugara una mala pasada porque no sentía. ¿Dónde era arriba? ¿Dónde era abajo? ¿Si quiera estaba viva?
Pensé correr, hacia al frente, incluso si no sabía si lo estaba haciendo, era lo único en lo que pensaba, sin embargo, esto no mitigó mi pánico, al contrario, solo me hizo sentir peor, tanto, que estaba segura que estaba llorando en ese preciso momento. Quería luz, quería verla, la oscuridad era dolorosa, era aterradora, era como simplemente no existir. Cuando me sentí desfallecer, si es que podía hacerlo, una fuerza monstruosa me imbuyó, como si tirara desde mi centro y en una espiral me hiciera zambullirme en un mar de agua helada, fue la primera sensación que tuve antes de finalmente escuchar algo.
— Sakura —una voz familiar me llamaba, y la seguí, desesperada por finalmente salir de allí.
Fue siguiendo esa voz que repentinamente la luz llegó con un destello enceguecedor que me hizo doler los ojos, los cuales tuve que cerrar con fuerza — Oye Sakura ¿Estas despierta? — Gruñí, adolorida y aún sin reconocer del todo la voz que me hablaba, respiré profundamente antes de volver a intentar abrir mis ojos en donde, cuando conseguí enfocar la mirada me encontré con unos ojos oscuros que me observaban aliviados — Finalmente despertaste, estabas repentinamente gritando y te veías desesperada que pensé que habías entrado en colapso.
Parpadeando confundida, miré a mi alrededor y me reconocí en el hospital de Konoha, la cabeza me dolía al igual que mi cuerpo, como si hubiera recibido una paliza repentina. — Yo… — Mi voz salió ronca, y al igual que gran parte de mi cuerpo, me dolía, como estuviera resfriada — Shizune-san ¿Qué paso? Yo estaba…
— Oh, por favor no te levantes aún. La paliza que recibiste de Sasuke fue bastante aterradora, aunque según Tsunade-sama fue admirable como aguantaste su ritmo y protegiste a Naruto, pero sí que fueron imprudentes y por supuesto Tsunade-sama y Kakashi-san están molestos por su decisión impulsiva. — La mujer rodeó mi cama y se acercó a la mesa donde reposaba una jarra de agua, entonces sirvió un vas. Mi cerebro se sentía letárgico pero las palabras de ella estaban causándome un tipo diferente de molestia en mi interior, las cosas no cuadraban ¿Por qué mencionaba a Naruto y Sasuke?
Todo era confuso en mi cabeza así que hice un gran esfuerzo por concentrarme en lo último que recordaba, y aunque reconstruir los hechos me causaba pánico conseguí hilar nuestra infiltración en la biblioteca con Hayato y luego ese endemoniado pasillo oscuro ¿Dónde estaban Naruto y Sasuke en esa historia? Un estado de agitación me embargó, pero esta vez causado por otro motivo, no obstante, me obligué a tranquilizarme y a tratar de sentarme en la cama en la que estaba apoyada. La morena acercó un vaso con agua, el cual tomé sin protestar y me bebí rápidamente, sentir el agua fría recorrer mi garganta fue un alivio que finalmente me permitió formular una pregunta más sustanciosa. — Disculpa Shizune-san, aún estoy algo adormilada y no puedo recordar bien, pero ¿Qué pasó en mi última misión?
Una mirada compasiva ante mi aparente inocente pregunta fue lo que recibí, antes de que la respuesta que me dio me hiciera sentir un frío completamente diferente al agua que había bebido. — Bueno, tu equipo, Kakashi, Naruto y Sai fueron al templo de los monjes, entre la frontera del rayo… parece ser que el que robó el templo fue Uchiha Sasuke. Tú y Naruto desobedecieron las ordenes de Kakashi cuando les dijo que no iban a ir y a pesar de las advertencias fueron por él. Dice Kakashi que cuando los encontró, Naruto y Sasuke te tenían en sus brazos, parece que al final consiguieron hacerle entrar en razón, pero tu terminaste muy mal herida, así que tuvieron que correr para poder salvarte. Has estado fuera de combate por dos semanas.
Yo… ¿estaba soñando? Era una ridícula broma ¿cierto? Eso no podía ser, la realidad ¿Qué era real? No pude evitar sonreír forzadamente y aunque Shizune asumió que era una de esas sonrisas autocompasivas lo cierto es que estaba abrumada, sintiendo que tenía que de alguna forma averiguar que rayos había pasado realmente, si todo ese tiempo realmente había estado soñando. El miedo que tanto había conservado en mi interior estaba en manifiesto ahora. — Vaya, debo haberlos tenido preocupados a todos —me burle de mi misma — Que patética haber sido la única así… ¿Y Tsunade-shishou ya sabe…?
— Supongo que faltas tu por el regaño, pero descuida no creo que la tome contigo, al menos no tan fuerte como lo hizo con Naruto y Sasuke. Por ahora descansa, luego tendrás visitas así que por el momento trata de tratar de recuperarte — Ella me miró sonriente y yo traté de devolver la sonrisa, pero fue casi imposible, solo quería estar sola en esos momentos.
Una vez la mujer abandono la habitación, mi expresión bajo control se rompió y repentinamente me puse en pie, aunque mis piernas temblaron sobre mi peso me acerqué a la ventana y busque mi reflejo. Lo que vi me terminó por romper, mi apariencia de 16 años, mis cabellos cortos, mis ojos verdes, no había sello en mi frente, usando una bata de hospital y donde mi figura demarcada, causada por los días fuera de combate. Mis ojos se humedecieron y caí arrodillada, temblando mientras sostenía mi mano contra mis labios para que nadie me escuchara sollozar, en esos momentos cuando mi corazón se partía y mi alma gritaba aterrorizada, buscando pensar que al salir encontraría a Shisui o Itachi, pero sabía que no sería así.
-0-
— Sí que nos habías tenido preocupados frente. — Me había retraído y aunque, percibía que habían pasado dos días desde que había salido del hospital, realmente no los había sentido, era como si repentinamente solo estuviera caminando con Ino y Hinata quienes me habían comentado cosas respecto a lo que me había perdido.
Fingía una sonrisa, pero me sentía desconfiada de todo y vacía, no me reconocía allí, incluso si me alegraba verlas, hacía falta algo, era como si una parte de mí se negara a aceptar lo que estaba viendo, sintiendo, después de todo era tan confuso. También había tratado de contactar con Shin, pero era como si jamás hubiera existido, pero eso no tenía sentido, yo sabía lo que había vivido ¿O realmente solo había sido un sueño de una vida en dos semanas? Como sea los cambios temporales que sufría en ese momento, en los que no sabía ni me importaba el tiempo que pasara lo atribuía a mi propio estado de negación respecto a la realidad. — Aunque fue muy valiente lo que hiciste Sakura-chan —dijo Hinata con hilo de voz y regalándome una amable sonrisa — Naruto-kun nos lo contó.
— Cierto, el Tarado aún no ha hablado contigo ¿no? Ni Sasuke-kun —soltó Ino — Ese par de idiotas.
Solo escuchar sus nombres me hacía sentir peor, y era cierto, no había escuchado nada de ellos en ese tiempo, aparte de que Naruto estaba intercediendo por Sasuke y este último se había calmado, ¿Qué había sido de sus acompañantes? Eso era un misterio que no había resuelto y tampoco me importaba resolver en esos momentos. — Ya tendré tiempo… sin embargo el regaño de Tsunade-shishou sí que fue impresionante —comenté tratando de cambiar de tema, lo cual funcionó a mi favor por un tiempo más.
Las anécdotas de Ino eran como siempre, demasiado enérgicas, aunque yo no tenía ni ganas ni ánimos para responderlas todas, así que solo asentía o soltaba uno que otro comentario para tratar de fingir normalidad, aunque incluso si no lo hacía, ellas atribuían que mi estado se debía a un sentimiento de impotencia —lo cual no era tan errado, pero no tenía nada que ver con el motivo real. — Esa tarde por mi salida, habían hecho que nos reuniéramos casi todos, por eso cuando las tres llegamos a nuestro destino, fui recibida por una horda de comentarios de felicitación por salir del hospital, abrazos, palmadas en el hombro. Era una escena nostálgica el ver a cada uno de los novatos allí sonriendo, jugando como siempre, tratándome como uno de los suyos.
Era injusto, para con ellos y para mí misma, pero no tuve el corazón para ser indulgente con lo que sentía, por eso solo asentí, sonreí y busqué actuar como siempre, aunque era difícil tratarlos como en los viejos tiempos, había una barrera que no sabía que existía, no poder confiar en alguien que crees conocer pero ya no reconoces… era un sentimiento extraño, y sabía que aunque no quería tratarlos indiferentemente, no podía evitarlo, no quería lastimar sus sentimientos pero al mismo tiempo no podía dejar de ahogar la verdad, por eso la cordialidad se mantuvo como la barrera invisible que sabía que ellos percibían con claridad y con la que quizás los estaba lastimando, pero nuevamente me era inevitable.
Naruto y Sasuke, no se hicieron presentes en la velada y la noche comenzaba a caer sobre nosotros, entonces mientras más deseaba marcharme para seguir pensando en las cosas, el tema finalmente surgió. — Escuché que al final lo has conseguido Sakura —menciono Tenten con una sonrisa, lo cual me confundió,
— ¿El qué? —Giré mi cabeza confundida y quizás mi tono fue un poco duro, puesto que la hizo vacilar, no reparé en ello.
— Bueno… escuché que Sasuke mencionó que había cambiado de parecer por ti. Bueno técnicamente se supone que mencionó que él iba a buscar corresponder tus sentimientos. — Lo último sonó más como un balbuceo, más que otra cosa, entonces la mesa quedó en silencio.
No sabía cómo tomar esas palabras ¿Acaso debería creerlo? ¿Estar feliz? Ni lo uno ni lo otro sentía, mi corazón estaba sepultado bajo tierra junto al hombre el cual creí conocer, o que estaba segura conocer y que había muerto en una batalla contra su hermano menor, pero nuevamente ¿Si todo había sido un sueño por qué tenía que mantener esos sentimientos? Y si era un sueño lo que había vivido ¿Qué tipo de sueño retorcido era el que me haría enamorarme del hermano de mi primer amor? — No he escuchado tal cosa, ni siquiera he intercambiado una palabra con Sasuke-kun desde que desperté —dije rotundamente y aunque traté de suavizar mi tono, el comentario me había hecho enfadar — Además es complicado, después de todo en nuestra batalla el no dudó en atravesarme, así que si lo quiere hacer como una retribución por eso creo que no estoy interesada.
— Oye Sakura, sabemos que fue duro, pero tampoco seas tan mala con él, sabes que Sasuke-kun no es ese tipo de persona. Sobre todo, por culpa de la masacre de su clan él se volvió así, si alguien tiene responsabilidad de ello fue Uchiha Itachi, a quien por cierto es un alivio que ya no este. — Mis puños se apretaron al igual que mi mandíbula por el comentario de Ino y la admisión de ellos ¿Quiénes se creían ellos para hablar así de Itachi?
— Sasuke-kun, tomó sus propias decisiones, nunca le bastó con Naruto ni conmigo, así que él tuvo elección de escoger, no podemos culpar a otros de sus decisiones y sobre todo si solo podemos ver la perspectiva externa, sin saber porque pasaron todas esas desgracias —declaré con firmeza antes de ponerme en pie — Agradezco la comida, pero tengo que irme ahora.
Ignorando las palabras de protesta y algunos comentarios para tratar de detenerme de salir del restaurante de barbacoa, caminé con pasos firmes sin detenerme a mirar a nadie, con mi frustración creciendo por segundos y sin importarme a donde me dirigía. Fue cuando mi temperamento ya estaba por los bordes cuando lancé un grito al aire y me volví para plantar un puñetazo a un árbol ¿Cuál no fue mi sorpresa cuando este no se partió? No obstante, tampoco me dolía la mano. Fue extraño, pero me hizo volverme para mirar a mi alrededor. Me sorprendí al encontrarme frente al distrito clausurado del clan Uchiha. Con mis pulsaciones disminuyendo me acerqué a pasos lentos al lugar, sin importarme si alguien llegaba allí y me regañaba, lo único que me importó fue ingresar.
El sitio era un pueblo fantasma, y donde estaba acostumbrada a ver a los sonrientes miembros del orgulloso clan, solo quedaban puertas destrozadas, manchas de sangre secas y algunas cubiertas por los años, el susurro del viento sin que nadie lo escuche. Sin controlar mi propio cuerpo caminé por las calles desoladas donde casi creí escuchar los gritos agónicos de la masacre que había tenido lugar allí, donde el alma del que aún consideraba mi amigo, sin importar realmente si había cierto o no, había sido destrozada al tener que acabar con cada mujer y niño de ese lugar. Mis pies me hicieron detenerme frente a una construcción abandonada y la cual parecía que era la única que no había sido tocada en esa parte de la calle; la casa de Shisui no lucía su típico aire alegre y tranquilo, ahora solo era un lugar desolado y frío, con la maleza escalando por sus paredes. ¿Así era como todo se veía realmente cuando estaba allí? Era una visión dolorosa, así que continué caminando hasta llegar a la última casa que iba a visitar esa noche.
Está a diferencia de las otras tenía la madera envejecida y oscura, no obstante, era la que parecía no había sido tocada a diferencia de las otras. No pude evitar acercarme y abrir la puerta, donde un recibidor abandonado me recibió, al igual que una capa de polvo gruesa que recubría el suelo y la oscuridad que rodeaba las paredes abandonadas del lugar. Con pasos dudosos, y con mis piernas temblando, entré como siempre lo había hecho y recorrí los pasillos oscuros, sintiendo la suciedad pegándose a mis plantas. Todo era como lo recordaba, otro dato curioso, porque un sueño no hubiera podido recrear tan bien algo que nunca había visitado, así que solo me quedaba pensar que todo se había restablecido a como era ¿no? Esa sería la única explicación, eso significaba que ese lugar había sido una trampa para arreglar todo.
Cuando llegué al jardín solo me encontré con una gran cantidad de maleza que había crecido alrededor y recubierto el estanque de Koi que ahora estaba vacío. Casi podía rememorar los tiempos en que me había sentado allí a tomar el té o cuando simplemente veíamos las estrellas con Itachi y Shisui; se me partía el corazón, pero no fue nada en comparación al momento en que llegue al cuarto donde había ocurrido la tragedia, donde las líneas blancas que marcaban la posición macabra en la que los cuerpos rotos de Mikoto y Fugaku habían quedado luego de que su hijo mayor acabara con ellos, inevitablemente mis lágrimas salieron y me fue imposible detenerlas, solo pude apartarme de allí y llegar a mi último destino.
El cuarto no había cambiado mucho, y casi podía oler un pequeño resto del aroma del muchacho, aunque lo atribuí más a mis memorias al sentimiento real de que estuviera allí. En medio del lugar me senté en el suelo, y abracé mis rodillas mientras lloraba en silencio, tratando de pensar que en cualquier momento él abriría la puerta y me despertaría de esa pesadilla, incluso si solo fuera para regañarme por estar allí, incluso si no me recordaba, incluso si solo me trataba como su conocida, todo era mejor que haberlo perdido para siempre, de haberlos perdido a todos. — No me importa, solo quiero que vivan, solo quiero que estén aquí, pero por favor no… no quiero esto, no otra vez sentirme sola, Shisui, Itachi-kun, Mikoto-san, Fugaku-san… Hayato —dije por lo bajo mientras mi voz aumentaba lentamente y finalmente golpeaba el suelo con el puño, no era justo estar estancada.
—Un poco de entendimiento mutuo y la sinceridad del corazón, en un sacrificio donde encuentras la respuesta que buscas. — La voz fue casi interna, pero logró hacerme levantar la mirada y mirar alrededor.
Incomprensible había sido aquello, pero eso no fue lo que mantuvo mi atención, lo que lo hizo fue un marco de fotos que reposaba sobre la cómoda, uno que antes no había estado allí y que reconocí con anhelo. Entre traspiés me levanté y me acerqué hasta tomar el objeto, allí mi sonriente sonrisa se resaltaba, mientras mantenía de un brazo a Itachi y en el otro a Shisui, ambos sonriendo a su modo ante mi euforia. Esa foto había sido tomada luego de nuestra graduación, yo había mantenido una copia al igual que mis otros dos amigos… y era real, lo que significaba que no había sido un sueño.
Como si mi cuerpo supiera que hacer salí corriendo de allí con el marco de fotos, como si fuera lo más preciado, era mi única conexión y no quería perderla, tenía que conservarla de alguna forma no quería que desapareciera, por eso me fui de esa casa y corrí por las calles vacías, aferrándome a los recuerdos. Cuando finalmente había salido de allí y me internaba en el bosque, repentinamente sentí algo sobrevenirme encima, así que me giré para enfrentar lo que sea que estuviera allí, probablemente algún guardia me había visto y me iba a regañar por profanar ese lugar, pero poco me importaba, no me iban a arrebatar algo preciado para mí. Fue cuando me disponía a luchar que frente a mí cayó un anbu, lo que me hizo ponerme rápidamente en guardia y buscar llamar mi chakra, pero nuevamente parecía que este no respondería a mi llamado, lo que me angustió.
— Imaginé que eventualmente vendrías aquí ¿Cuánto tiempo planeas hacernos quedar? —La voz fue reconocida por mí, entonces me detuve, insegura si había escuchado bien.
— ¿Hayato? —Murmuré, al tiempo que el Anbu se retiraba su máscara.
En efecto era mi compañero, pero su apariencia era diferente, sus ojos cafés eran más afilados, más fríos de lo que lo conocía, su cabello era igualmente más largo, tomado en una coleta alta que caía hasta el inicio de sus hombros, no había cicatriz en su rostro, contrario a eso sus brazos descubiertos si tenían pequeñas cicatrices. — El mismo ¿Tienes idea de cuánto tiempo te he buscado en este lugar? — Su mirada pareció suavizarse un poco, pero su aspecto intimidante no se retiraba, de hecho, podía ver cuantas historias podía contar solo con ello, definitivamente el hombre frente a mí era diferente al que acostumbraba; Kakashi había tenido razón.
— No comprendo ¿Qué quieres decir y qué está pasando? — Volví a balbucear.
El pelinegro suspiró con algo de molestia y revolvió sus cabellos — ¿No te has dado cuenta? Esto no es real — Mis ojos se abrieron y la esperanza surgió de nuevo, y él como leyendo mis pensamientos aclaró — El pasillo, buscaba desenredar algo en nosotros, yo pase por mi propio calvario antes de llegar a este punto, lugar en el cuál tú misma estás viviendo tu propia pesadilla.
— ¿Estás diciendo que esto es provocado por mis miedos?
— Acertarte niña lista —declaró sin sinceridad, un poco más brusco de lo que acostumbraba, pero con el mismo tono — Si no llegabas a un acuerdo contigo misma no aparecería lo que tienes en tus manos, y cómo íbamos juntos yo he quedado igualmente atrapado en tu pasado de pesadilla, nuestro pasado. No he aparecido antes porque tú misma tenías que resolverlo y porque rastrearte ha sido más difícil que acabar con mi propia oscuridad.
El alma volvió a mí y al tiempo que lo hacía el marco brillo intensamente y así como había iniciado todo, fuimos nuevamente tragados sin previo aviso por el destello.
-0-
Esta vez cuando desperté la suavidad de algo acariciaba mi mejilla y la calidez se envolvía a mi alrededor; Unos segundos más tarde descubrí que esto era provocado por una alfombra peluda que recubría el centro del nuevo recinto y la chimenea encendida del lugar. Cuando me levanté me alegré al comprobar que mi cabello volvía hacer largo, mi ropa era la misma de siempre y sentía mi chakra en mi interior, además de ello a mi lado Hayato se levantaba como siempre con su forma tranquila, completamente diferente a lo que habíamos visto — Bueno finalmente estamos aquí. Asi que para habernos hecho pasar por eso has de tener un buen motivo ¿No es así Yoru? — Cuando mi compañero pronunció aquello dirigí mi mirada al frente donde una figura oculta por una capa estaba sentada al frente de un escritorio con un libro entre sus manos.
¿Realmente ese era el guardián? Me estremecí, no había presencia alguna, pero al mismo tiempo se me antojaba peligroso, como si mi cuerpo lo intuyera, y me aterraba pensar que pudiera hacerme realmente regresar al lugar del que acababa de salir. La mirada azul que se ocultaba debajo finalmente se levantó de su lectura y nos observó — Tu mejor que nadie ha de saber que siempre tengo un motivo. — el sonido del libro al cerrarse se me antojo doloroso, pero quizás fueran mis nervios lo que lo provocaban.
— Enviaste a alguien a entregar la llave de este lugar a Sakura, nos hiciste vivir una pesadilla a cada uno. Quiero saber el propósito de esto.
Yoru parecía evaluar si responder o no, pero al final estrechando los ojos de forma divertida se levantó y rodeó la mesa para detenerse frente a ella, más cerca de nosotros — Un poco de empatía, comprensión hacía falta, de lo contrario lo que venga más tarde será difícil para ustedes dos. Sobre todo, como bien le dije a Sakura cuando estaba diciendo lo que deseaba, ha encontrado su respuesta real de a dónde quiere pertenecer. — Mis ojos se abrieron.
— Tu… buscabas enseñarme una lección al respecto…
— No solo eso —me cortó abruptamente antes de mirarme seriamente — Hay algo que creo que entendiste cuando estuviste allí ¿No es así? Estar frente a gente conocida, saber que los quieres, pero ser imposible de abrirte a ellos, actuar tan alejada de los que consideras muy en el fondo amigos ¿Te suena? — Como midiendo mi respuesta le vi parecer sonreír, aunque realmente no lo sabía — Has estado molesta, consciente o inconscientemente, tratando de ser empática pero siempre hay algo que te impide dar el paso realmente a la comprensión. No es lo mismo, pero cuando viste a Hayato sentiste alivio de ver una cara familiar con quien compartir y apuesto que si hubieras seguido allí junto a él se hubiera vuelto tu confidente, independientemente de que estuvieras rodeado de aquellos en los que confías, no podrías ser del todo honesta.
— Asi que… algo así es con Itachi-kun —murmuré sintiendo un peso diferente.
— No es lo mismo, pero sí, después de todo, al recuperar sus recuerdos los que tenía de ti fueron opacados, pero, así como tu necesitaste un poco de tiempo y probablemente hubieras buscado más, él de igual forma necesita tiempo ¿no? Así que la decisión que tomaste inicialmente, no dudes que fue la correcta, incluso si ha sido dolorosa. Por otro lado, les reuní aquí porque quiero advertirles a ambos, incluso si aún es temprano para ello.
Mi mirada se volvió a enfocar en la figura que esta vez miró hacia las llamas — Y de eso también trata del porque hice que Hayato pasara por lo mismo. El tiempo y pasado nos tocan a todos de varias formas y los misterios inconclusos alrededor de ustedes dos van a tener una respuesta, pero estos podían ser mortales asi que prepárense muy bien, porque lo que podría venir puede ser peor de lo que acaban de experimentar. — Con una respuesta tan vaga no podía dejar de pensar que alarmarnos de esa forma solo podría ser peor.
— Bueno, me honras que nos lo digas personalmente. Imagino que eso significa que pronto mostrarás realmente quien eres —respondió Hayato.
— Quizás, pero eso lo sabrás después pequeño polluelo —se buró la figura antes de dar vuelta — Eso es todo lo que tenía que decir. Esta vieja biblioteca volverá a hundirse, asi que pueden respirar tranquilos, por el momento los enviaré de regreso.
— ¿Puedo preguntarte algo antes? —me adelanté a cuestionar, no obstante, lo que me sorprendió fue que Yoru contestó mi pregunta antes de que la hiciera.
— Mi propósito no es dañar lo que existe sino corregirlo, así que respira tranquila Sakura, sin embargo, no bajes la guardia porque en un instante podrías terminar en el lado equivocado. — Sin permitirnos cuestionar nada más repentinamente fuimos arrojados y como todo en ese día con la luz o la oscuridad, fuimos nuevamente transportados a otro lugar.
-0-
Como prometió el guardián la biblioteca desapareció del mapa nuevamente y aunque aún me quedaban muchas dudas con respecto al propósito de ese ejercicio, la verdad, me había hecho darme cuenta que tenía razón y además se me hizo mucho más sencillo comprender un poco mejor los sentimientos de Itachi, algo que aunque me afligía, me dio la tranquilidad como para estar en paz con mi decisión. Por su parte Hayato había estado un poco gruñón, y había despotricado de la forma de Yoru para dar lecciones, mencionó algo de técnicas más amables y métodos no tan traumáticos, algo en lo que tuve que estar de acuerdo, la sola visión de un mundo sin Itachi y Shisui o los Uchiha era algo que no quería concebir, además me gustaba más esta versión de mi compañero.
— ¿Qué piensas que quiso decir que necesitábamos esta experiencia? — Pregunté esa noche junto a la fogata mientras un par de peces se asaban contra el fuego.
— No lo sé, pero estar en el cuerpo de mi yo pasado se sintió raro y verte con esa apariencia tan floja fue demasiado irreal. Como sea no me esperaba ese tipo de escenario viniendo de ti, pensé que tendrías otro miedo.
— No. —Respondí recordando la sensación asfixiante — Antes no sabes lo que significa no tener algo a lo que ahora acostumbras, pero desde que todo esto cambió, ya no puedo retroceder, incluso si alguna vez desee tener la posibilidad de ver a todos otra vez, ahora temo que todo vuelva a cambiar de esa forma, volver a quedar sola.
Mi acompañante no mencionó nada inmediatamente, pero le escuché romper una pequeña ramita antes de arrojarla al fuego. — No tengo idea de cómo era mi antiguo yo, pero lo que sentí al estar en ese cuerpo fue frio, era como estar congelado y no desear tener contacto con nadie. No era un sentimiento del todo agradable ¿Me pregunto cómo sobreviví tanto tiempo allí? — Me encogí de hombros, pero me preguntaba lo mismo, ¿Qué tipo de persona había sido Hayato antes?
Toda esa misión había sido un lio extraño, y aún me estremecía recordar aquel mundo de sueños, me hacía desear no cerrar los ojos otra vez por temor a que volviera allí, pero sabía que necesitaba descansar o de lo contrario la vuelta a casa sería complicada, así que me acomodé en el suelo y me arropé con mi manta encogiéndome para conservar todo lo posible el calor. — ¿Recuerdas cuando éramos niños? — Abrí los ojos y los dirigí hacia mi compañero que estaba junto a mí, su mirada estaba dirigida hacia la luna, pero sus ojos reflejaban las llamas de la fogata.
— De tantas cosas ¿A qué momento te refieres?
— Esa misión, de las tortugas y el zorro ¿Te acuerdas? — Una sonrisa cruzó mis labios, porque sabía de qué misión hablaba.
— Fue una de las últimas, pero la recuerdo —respondí cerrando los ojos — Tu y Tenryu cayeron al rio esa vez mientras trataban de sacar al zorro de encima de la tortuga, y la verdad nunca supimos porque había una tortuga allí.
— Yo sigo pensando que esos dos confabulaban, nos hicieron seguirlos rio abajo.
— Bueno, nuestro objetivo era llevar al zorro de regreso porque había escapado del zoológico, así que no me extrañaría que hubiera sido de esa forma. — Aun recordaba los gritos frustrados de los dos muchachos mientras salían del agua empapados. — Recuerdo también que al final conseguimos atraparlo porque cayó al agua.
— Solo entonces saltaste a sacarlo —dijo Hayato luego de soltar un bufido, entonces le escuché acomodarse mejor.
— Iba a ahogarse y como ustedes dos aún eran torpes para caminar sobre el agua. — Sonreí al pensar en ello — Al final todo salió bien.
— Ciertamente lo hizo. — Hizo una pausa y luego añadió — Era más sencillo y era divertido, además a pesar de ser disfuncionales nuestro equipo era unido. Puede que no lo recuerdes o lo sepas, pero cuando te quedabas dormida por el cansancio siempre cuidamos de ti; Tenryu solía decir que eras como una marmota perezosa pero siempre era quien te arropaba o vigilaba que no pasaras frío.
Su voz era suave y cálida, trayendo los recuerdos y calmando mis preocupaciones con sus palabras, lentamente el sueño venía por mí. — Noches como estas me gustaría que las cosas hubieran sido más fáciles entre nosotros. Pero esta bien, aún podemos cultivar algo mejor que antes. — Quería responder que sí, pero el letargo me tenía sujeta, así que solo extendí mi mano y atiendas busqué tomar solo un poco de su ropa, haciéndole saber con esto que le había oído.
No tuve recuerdos luego de eso, ya que finalmente el cansancio me venció, quizás mis emociones habían sido demasiado fuertes, porque desde que había salido de allí tenía la horrible sensación de pesadez en mi cuerpo, como si me hubiera estado moviendo de un lado a otro sin descanso, pero el mismo terror me había mantenido moviéndome, ahora con la certeza de que mi acompañante estaba allí finalmente me pude permitir ceder a mis deseos y fundirme en la inconciencia.
-0-
— Al final lo has hecho ¿Qué has conseguido con ello? — Cuestionó Tsukino mientras veía a su compañero estar allí sentado, nuevamente sobre las cabezas de los Hokage. — Pudiste simplemente dejar las cosas así.
— Una forma tan brusca no deshará todo esto y lo sabes, además, solo le estaba dando un empujón a ambos. Sakura tiene que tener una convicción fuerte de ahora en adelante si quiere mantener la cabeza sobre su cuello —respondió Yoru — Es una lástima por sus amigos del otro lado.
— Bueno, con eso has logrado traumarla por siempre ¿Le dejarás pensar que fue un sueño?
— Es lo mejor. Si supiera que la trasladé al mundo original que está en una especie de sopor no hubiera aguantado realmente. Estaría más aterrorizada que antes. — Los ojos azules de Yoru regresaron a hacer un examen en la aldea — Un espejo de la realidad, es interesante ver ambas versiones superponerse como fantasmas.
— Y tu dices que no eres cruel. — bufó con gracia el guardián de la oscuridad — Tan sencillo que sería arrancar todo de raíz.
— Y sin embargo conoces las consecuencias de hacer eso ¿O lo olvidas? — Respondió.
— No lo olvido, sin embargo, cada día la realidad de los dos mundos interviene en su vida un poco más. Me pregunto si esa chica sabe realmente los riesgos.
— Bueno, para eso estamos aquí ¿no es así? — Casi había humor en la voz de Yoru — Y con respecto a tu acotación de que soy cruel, sabes que lo que hice fue por su bien, y le ayudará en su relación, así que está bien.
— Y por el momento tú has terminado de hacer los preparativos… ¿Cuánto tiempo les dejarás tranquilos?
— Ya veremos —respondió con simpleza antes de sonreír realmente — Cuanto tiempo se tardan en darse cuenta. Por el momento seguiré echando un ojo al revoltoso que metió la pata.
— Dirás molestándolo. Al chico no le agradas en lo absoluto.
Esta vez una alegre carcajada se le escuchó a Yoru quien levanto el rostro permitiendo que se viera una alegre sonrisa — es cierto, y será divertido también irritarlo ahora, ese es mi propia manera de castigarle por su estupidez.
— Bastante blando castigo, ojalá la otra mitad de tus encargos hayan tenido un castigo así —respondió Tsukino.
— Él es un idiota, pero no ha hecho que tenga que tomar medidas drásticas. — Tan rápido como llegó la risa se marchó y esta vez la mirada se oscureció — Y espero no tener que tomarlas nuevamente, al menos no en un futuro próximo.
-0-
Habían pasado algunas semanas desde que nuestra misión, en las cuales la primera parte se había derivado en algunas pequeñas misiones más que realizamos con presteza entre los dos, pero desde hacía una semana y media finalmente Tsunade había solicitado que ayudáramos con los grupos genin. Hayato había refunfuñado por un tiempo así que al final la rubia había decidido darle otro tipo de misión para matar el tiempo mientras tanto, yo me encargaba de aquello; después de todo los Jonin habían sido asignados a otras misiones, así que necesitaban que alguien mantuviera un ojo sobre los más jóvenes cuando no estaban de misión, por eso me había estado rotando de un lado a otro entre los equipos, lo que me había imposibilitado tener realmente tiempo libre, asi que no había hablado demasiado con lo que era Shisui, aunque si le había visto un par de veces cuando aparecía frente a mi puerta, lo que me había hecho sentir alivio, aunque también me había dolido un poco al pensar que también me sentía un poco sola sin la compañía de él e Itachi, quien a este último no había visto en todo ese tiempo, de hecho casi podría decir que por mi propia cuenta le había estado tratando de evitar como la peste misma, ya que deseaba que realmente pudiera pensar las cosas, aunque ¿Por cuánto tiempo? No sabía realmente cuanto tiempo darle, pero por el momento tampoco tenía forma de evitarlo.
Como fuere, en ese día en particular había estado haciendo un análisis de mejoría entre los genin antes de terminar entrenando finalmente con el equipo siete. — Con esto hemos terminado —dije al tiempo que veía caer a Naruto contra el césped mientras respiraba con dificultad, aunque con una sonrisa en el rostro.
— Al fin…
— Te cansas muy rápido perdedor —acotó Sasuke, aunque él no estaba en mejores condiciones que el rubio, ambos estaban sudando y sus ropas estaban hechas un desastre, aunque tenía que admitir que lo habían hecho bien. El Pelinegro se giró a verme y luego dijo —: No pareces muy satisfecha.
— Más bien estoy pensando en que han mejorado tanto que la próxima vez tendré que ponerme seria a partir de ahora, de lo contrario me superarán en poco tiempo —respondí cruzándome de brazos con un puchero en mis labios, especialmente por sus sonrisas satisfechas ante mi admisión.
— Sakura-chan. — Miré al rubio y esperé a que continuara con lo que quería decir — Es una promesa, algún día seremos tan fuertes que, te superaremos y nosotros te protegeremos.
Sonreí nostálgica por sus palabras, pero me apresuré a corregirlo —: No dudo que serán muy fuertes, pero no quiero que me protejan, sino que deseo que luchemos hombro con hombro.
— Así será Sakura-chan — Sentándose en el pasto el rubio me mostró una de sus inigualables sonrisas.
Entonces un ligero viento pasó junto con el comienzo del atardecer, que precedía la noche. Pronto sería momento de separarnos, aunque estar con ellos había sido agradable, y aún quedaban algunos días de entrenamiento con ellos. — Pronto comenzará a anochecer, así que es hora de ir a casa —dije repentinamente.
— ¿Irás a cenar a casa? Mamá ha estado preocupada porque hace tiempo que no vas —soltó Sasuke repentinamente, sin embargo, no miré en su dirección inmediatamente.
— No lo creo. Tengo que presentar el informe de mi misión, hasta ahora como está marchando todo. Pero pronto iré — finalmente mi mirada se posó sobre el pelinegro — Lo prometo. Por lo pronto nos veremos mañana.
No parecía muy satisfecho con mi respuesta, pero no discutió, así que simplemente me giré para a continuación marcharme de allí directo hacia mi hogar. Caminé por el centro de la zona comercial en silencio y a pasos lentos, pensando, recordando y disfrutando el aire que me rodeaba, agradeciendo cada instante en que pasaba allí. Las luces de la calle comenzaban a aparecer lentamente, iluminando los diferentes puestos de comida y los callejones circundantes. Lentamente la vida nocturna iba apareciendo y con ella la zona del distrito central se quedaba atrás a mis espaldas, mientras salía de allí y entraba las calles que finalmente me dirigirían a mi hogar. Estaba girando por una de las calles deshabitadas, centrada en mi misma que sin darme cuenta choque contra alguien, haciéndome retroceder dos pasos antes de enfocarme en lo ocurrido — Lo siento, no veía por donde iba —dije de forma automática al tiempo que levantaba mi mirada para mirar con quien me había cruzado; solo para encontrarme frente a Itachi que aún no me había mirado, pero mientras movía sus labios en una respuesta su cabeza giró hacia mí.
— Esta bien… — Cuando sus ojos se encontraron con los míos le vi congelarse y sus ojos casi podía decir que se habían abierto un poco más en señal de sorpresa.
Un silencio incómodo se formó entre nosotros, silencio que me pareció como si durara una eternidad, hasta que desperté de mi estado de aturdimiento y forzando una sonrisa declaré —: Uchiha-san, vaya, sí que soy torpe que hasta sin proponérmelo le he molestado. ¿Ha estado bien?
Pareció un tanto incómodo, pero no podía culparlo, sin embargo, lo que si me sorprendió fue que al instante sus emociones desaparecieron y su actitud serena retomó, junto con el tenor profundo de su voz —: Lo he estado, Sakura.
— Me alegro mucho —dije ignorando completamente la forma en que llamó y en cambio añadí — Y descuide, no tiene que llamarme por mi nombre si no lo desea, mientras estamos en privado puede usar mi apellido. Como sea es una hermosa noche, pero tengo que irme, tengo trabajo que hacer y… bueno no quiero incomodarle por más tiempo. Que tenga buena noche.
Las palabras me salían forzadas, era difícil cambiar la manera de hablarle a alguien de la noche a la mañana, especialmente si esa persona era alguien a quien acostumbrabas de toda la vida a llamarle por su nombre de pila, pero me esforzaría por él. Hice una corta reverencia e iba a rodearle para marcharme, no obstante, no había dado más de cuatro pasos lejos de élm cuando repentinamente mi muñeca fue tomada por su agarre de hierro, pero sin llegar a lastimarme. Me tensé por el repentino contacto y un dolor en mi pecho surgió como un montón de cuchillas — ¿Qué pasa Uchiha-san? ¿Me necesitas para algo? — Cuestioné al tiempo en que buscaba la forma de soltarme sin parecer muy grosera.
Incluso si no podía ver su rostro en esos momentos, pude sentir su mano temblar, sin permitirme marcharme, y también pude percibir que se había acercado a mí. Estaba tan cerca que podía percibir la calidez que irradiaba su cuerpo a mis espaldas —Hace mucho no te veía Sakura, tampoco has aparecido por los alrededores de mi casa, mi familia pregunta por ti… — Temblé al escuchar su voz tan cerca de la mía, justo a mis espaldas, tan suave y tranquila como siempre lo había sido conmigo justo antes de que él recuperara sus recuerdos, era doloroso.
— Lo siento, he estado ocupada. Supongo que eso te ha causado problemas para mantener a todos tranquilos —fingí una suave risa antes de girar a verlo y decirle con mi mejor expresión sonriente — Puede decirle a sus padres que me asignaron cuidar a los genin y que cuando quede libre pasaré a verlos… lamento si se ha tenido que molestar en esto Uchiha-san. Si no es más… ¿Podría pedir de vuelta mi brazo por favor?
Pensé honestamente que me soltaría, pero, aunque su expresión no cambió y su agarré disminuyó, fui sorprendida cuando repentinamente me vi frente a él a solo una distancia de diez centímetros y siendo sostenida delicadamente por mis hombros. Sorprendida mi mirada quedó atrapada por la suya, y entonces todo a mi alrededor pareció desaparecer, solo podía verlo a los ojos en ese momento solo podía sentir su calidez, la fuerza de sus manos al sostenerme, el mensaje oculto que parecía querer transmitirme con esa expresión indescifrable pero que por algún motivo me hacía pensar que estaba molesto por algo. Estaba tan hipnotizada por su mirada que no me percaté de que nuestra distancia se había reducido, incluso si mis manos inconscientemente descansaban en su pecho y podía ver el pequeño reflejo azul en las profundidades de su iris oscuro. Entonces abrió los labios para decir algo y apretó un poco mis hombros; por lo pronto tenía mi corazón saltando por saber qué era lo que diría a continuación… entonces todo a nosotros se derrumbó al repentinamente escuchar un grito que me nombraba.
— ¡Sakura-san! — Como si hubieran roto un hechizo, repentinamente me aparté del agarre de mi amigo y me giré para tratar de localizar a quien me llamaba, ignorando completamente la reacción de Itachi.
— ¡Lee-san! Es una sorpresa verte por aquí ¿Pasó algo? — Fingí que no había pasado nada, solo me dediqué a darle una sonrisa amable al chico, no obstante, él estaba enfocado en Itachi que estaba detrás de mí.
— ¿Quién es usted? — Me sorprendí de que me ignorará y en cambio buscara al Uchiha, mostrándole una mirada desafiante.
— No veo porque responder a esa pregunta. — La respuesta de Itachi fue anticlimática, de hecho, nada tenía que ver con la siempre controlada forma en que hablaba, en cambio sus palabras iban cargada de ira.
— Tiene que, usted estaba molestando a Sakura-san —soltó el niño dando un paso al frente, algo que me alarmó, asi que al instante di un paso al lado y me coloqué entre los dos varones, acercándome un par de pasos a Itachi y contradiciendo la afirmación del genin — No, te equivocas Lee-san Itachi-ku-san no me estaba molestando, solo estábamos hablando.
Los ojos del niño viajaron de mi amigo hacia mí y luego me dio una mirada incrédula —pero la tenía en sus brazos y usted no se movía.
— No veo como eso puede afectarlo a usted —declaró Itachi sin reducir su molestia ni en sus palabras o en su actitud.
— Claro que me incumbe, Sakura-san es la persona que he decidido proteger con mi vida… ella es la persona que amo —afirmó el niño, haciendo que yo soltara un suspiro, que se quedó a medio camino cuando la presencia dominante de Itachi se duplicó a mis espaldas, provocando que los cabellos de mi nuca se erizaran por la sensación y parece que la expresión le hizo sacar otras conclusiones erradas al niño porque al instante añadió — Usted tiene sentimientos de amor por Sakura-san… por eso…
— ¡Alto! — Solté antes de que pudiera seguir haciendo sentir incómodo a Itachi — Lee-san, te equivocas, nosotros somos amigos de la infancia, Itachi-kun solo es un poco protector es todo, no es nada de lo que se imagina, además es imposible que él tenga ese tipo de sentimientos románticos por mí, solo somos como familia, además a él le gusta otra persona…
Todo lo dije tan rápido y tomando mi corazón herido en mis manos al soltar lo que pensaba y sonriendo incómoda, buscando la forma de escapar de esa conversación vergonzosa — Además con este interrogatorio solo le causamos problemas y ¿No venías a preguntarme algo? — Aunque aún se mostró confundido por mis palabras, la mención de lo que había ido hacer allí parece que lo trajo de regreso al propósito por el que originalmente nos había interrumpido de forma tan brusca.
— Oh sí, necesitaba tu ayuda, es que Neji en el entrenamiento de hoy… — No necesitaba más explicaciones, así que hice una señal con mi mano para interrumpirlo.
— Entiendo, iré contigo — Entonces me volteé levemente y con una expresión de disculpa declaré — Gracias por transmitirme el mensaje de su familia, lamento si fue incómoda la cantidad de preguntas, prometo que trataré de que no le moleste nada más. Luego nos veremos Itachi-san.
Sin esperar a que me detuviera nuevamente me fui con Lee. Me llevó casi al otro extremo de la aldea, en donde quedaba uno de los campos de entrenamiento más amplios, y en donde en uno de los árboles del lugar se encontraba recostado Neji, quien observaba al cielo y junto a él estaba Tenten quien parecía cuidarlo, hasta que me vio, entonces se puso en pie e hizo una reverencia — Sensei, es que… — Le sonreí para darle a entender que no necesitaba explicarme nada.
Conociendo a ese equipo me imaginaba que se había sobre esforzado aprendiendo una técnica nueva, fue por ese motivo que mientras los dos compañeros hablaban de cómo había quedado así, yo fui quien me encargué de restablecer las energías del Hyuga, que cuando se sintió lo suficientemente animado se introdujo en la conversación.
— Mañana tiene entrenamiento con nosotros ¿no? — Comentó el castaño, posando su mirada platinada sobre mí.
— Así es — Admití para luego añadir — Eso si se recupera por completo para mañana, por lo cual le recomiendo dormir mucho esta noche.
— ¿Sakura-san estará trabajando con nosotros mañana? — Reí ante la sorpresa del pelinegro y el gesto de cansancio de Tenten.
— Es lo que acabo de decir Neji — Le reprendió la joven — Eres como siempre un despistado.
— Bueno, con eso es suficiente, al menos con esto podrá llegar a su casa y realizar algunas actividades más antes de dormir — Me puse en pie y le tendí la mano, que para mi sorpresa fue aceptada por el orgulloso chico.
— Gracias sensei, nos aseguráremos que llegue a casa sin problemas — Dijo la castaña y yo asentí.
— De hecho… yo quería hablar con ella de algo antes — Me sorprendió escuchar eso de Neji, pero noté que parecía importante, así que asentí.
— Yo lo llevaré a casa, después de todo me queda de camino. Ustedes vayan a descansar que mañana no les daré cuartel — Dije y aunque el resto del equipo de Guy me observó un tanto incrédulo aceptó luego de unos momentos.
— Neji, mi rival… antes de que te marches, quiero decir que yo fui el primero en fijarme en Sakura-san, así que seré solo yo… — Vi aparecer un tic en el rostro del Hyuga.
— ¿De qué rayos hablas Lee? — Cuestionó molesto el castaño.
— Que yo seré algún día el hombre de Sakura-san, así que espero no rivalices ahí conmigo, pero si tratas prometo que ganaré — Suspiré con cansancio, pero no pude evitar soltar una suave risa.
— No necesito hablar con ella por ningún tipo de interés romántico Idiota — La molestia de Neji solo me hacía reír más, y de repente sentí que mis tensiones se marchaban junto con mi risa despreocupada.
— Vamos, no discutan. Lee-san, por favor deja de ver a cada hombre que quiere hablar conmigo como tu rival de amor — Pedí amablemente.
— ¿Eso quiere decir que nadie más compite conmigo por su corazón? — Entendí el significado de esas palabras y mi sonrisa se tornó algo triste.
— Lo siento, pero… yo ya tengo a alguien a quien amo Lee-san — Mis palabras parecieron desanimarlo un poco, pero al instante volvió a cambiar de expresión para luego proclamar — No se preocupe aún no me rindo.
Vi a Tenten tomar al chico de su traje verde luego suspirar — Ya déjalo Lee. Lamentamos las molestias Sakura-sensei, nosotros nos retiramos. Nos vemos mañana Neji — Luego de esto se llevó a su compañero dando tumbos mientras lo reprendía entre gritos.
— Lamento eso… Lee es… — Vi al joven frotarse las sienes con algo de impaciencia.
— Está bien, no importa. ¿Vamos? — Cuestioné con una sonrisa mientras comenzaba a caminar, y él me siguió.
En un principio el camino fue silencioso hasta que me decidí preguntarle — ¿De qué querías hablarme? — Neji me observó unos instantes antes de responder — Es sobre Hinata-sama — No podía decir que no me sorprendía el tema de conversación, pero bien sabía que él se preocupaba a su manera por la pelinegra.
— ¿Qué pasa con Hinata? — Cuestioné fijando mi mirada en los ojos del joven.
— Tengo entendido que ya tuviste la supervisión con ellos — Yo asentí y esperé a que continuara — Bueno… ¿Cómo ha estado ella?
— Te preocupa su salud por lo de los exámenes — Concluí con una sonrisa y él simplemente apartó la mirada algo avergonzado — Ella está bien, no quedaron efectos secundarios, así que no tiene problemas con los entrenamientos.
— Ya veo — Yo entendía que él se encontraba arrepentido por lo que había hecho, y además se preocupaba si había repercusiones.
— Neji, creo que es bueno que hayas reflexionado sobre lo que pasó, pero el futuro es otra cosa, así que te aconsejo que ayudes a Hinata con sus entrenamientos. Ten paciencia con ella, y se delicado, después de todo nunca sabemos cuándo perderemos a las personas que nos rodean — Me detuve a algunas calles de la que sería la mansión Hyuga — Aquí nos despedimos, descansa.
— Gracias — Fue su respuesta y luego de esto simplemente nos marchamos de allí, por caminos diferentes. Y yo que ya no tenía nada que me entretuviera me quedé reflexionando sobre el comportamiento de Itachi esa noche, pero al no encontrar respuesta una desesperante inquietud se apoderó de mi corazón, ¿Por qué había actuado así? ¿Qué había querido decirme entontes? Eran preguntas que quedarían sin respuesta, ya que no deseaba sacar conclusiones por mi propia cuenta, después de todo podría ser malinterpretado.
-0-
Tres días después de lo ocurrido finalmente crucé las puertas que separaban el resto de la aldea del complejo Uchiha, con el corazón latiendo fuertemente contra mi pecho, y saludando a las personas que sorprendidas por el camino me preguntaban cómo había estado, y aunque me encontraba mejor desde la última vez que había estado allí, tenía que admitir que estaba nerviosa en esos momentos. Aunque el motivo por el que estaba allí no era meramente un paseo por el parque, y era más de un objetivo preciso, podía aprovechar para tener de excusa para así ver a Itachi y Shisui, donde el primer nombrado aún mantuviera mis pensamientos confusos por la actitud de hace unos días, haciéndome desear verlo con fuerzas incluso si no podía aclarar lo que había pasado quería verlo.
— Finalmente, Sakura-chan. — El fuerte abrazo que Mikoto me prodigo fue suficiente como para hacerme sonreír incluso si sabía que la mujer me reprocharía a continuación — ¿Dónde habías estado? Hace mucho tiempo que no vienes por aquí.
Dándome un espacio la mujer me dejó entrar a su hogar, así que luego de retirarme las sandalias ingresé mientras respondía — Lo siento, me han tenido muy ocupada; tanto que ni siquiera he podido hablar bien con Itachi-kun y Shisui.
Los ojos oscuros de la mujer me evaluaron con cuidado, no obstante, fui lo suficientemente cuidadosa como para guardarme lo que pensaba de su mirada escrutadora. — Espero no te estés sobre exigiendo, porque, aunque comprendo que nuestra situación requiere que todos trabajemos, no quiere decir que tengas que descuidar tu salud; incluso si no podemos bajar la guardia. — Sabía que ella se preocupaba mucho por mí, incluso apostaba que podría llegar a jugarme una treta como la de hace años, pero esta vez no estaba exhausta y tampoco me dejaría engañar, incluso si era por mi bien.
— Es cierto, aunque puede estar tranquila, ya que no me he excedido, incluso su he tenido mucho trabajo de por medio —respondí al tiempo que le daba una sonrisa amable.
Satisfecha con mi respuesta la mujer me devolvió el gesto antes de declarar —: Supongo que vendrás a ver a Itachi, él esta…
— Oh, lo siento, incluso si aprovecharé para saludarlo hoy no vengo por Itachi-kun —le interrumpí al tiempo que hacía un gesto de disculpa. Sorprendida, la mujer me miró y ladeó la cabeza esperando a que me explicara — Hoy vengo por Sasuke-kun.
— ¿Sasuke?
— Sí… bueno, resultó que los genin decidieron hacer una pequeña reunión y me invitaron como agradecimiento por estas semanas que estuve a cargo de ellos; de hecho, hasta fueron con Tsunade-sama para librar mi agenda un rato. Con Sasuke-kun acordamos ir juntos y prometí venir por él así que… aquí estoy —expliqué de una forma más sensata, ya que realmente cuando los doce genin me arrinconaron el día de ayer, sonaba más a un secuestro que a una invitación.
— Ya veo —dijo la mujer con una sonrisa un poco triste — Hace tanto que no vienes a ver a Itachi que supuse que esa era la razón, ya sabes siempre has venido por él sin importar cuan ocupados estén.
Apreté mi mandíbula porque sabía que mi actitud había sido sospechosa, así que rebuscando en mi mente alguna excusa traté de combinar un poco de verdad con mentira. — Digamos que… tuvimos un pequeño desacuerdo hace unas semanas. — Sorprendida la mujer me observó con cuidado, y no era para culparla, rara vez nosotros discutíamos, por ello era extraño, pero no imposible por eso decidí continuar hilando la mejor mentira a medias que se me ocurrió —Luego de la operación fui un poco pesada con su salud y bueno él estuvo un poco más cerca de Izumi esos días, así que supongo que también un poco me sentí celosa de Izumi, eso fue más difícil para él, así que luego de una conversación que no terminó muy bien y que por coincidencia se conectó con la disolución temporal de nuestro grupo, nos separamos un poco, él me pidió algo de tiempo para pensar, así que lo hice.
— ¿Y no has hablado con él en todo este tiempo por eso? Me parece que es mucho —argumentó la mujer.
Hubiera sido mejor tener esa conversación bebiendo té en vez de un pasillo, ya que, aunque fuera algo a medias, aún era difícil de decir. — No, por supuesto que no es que no intentara hablar con él, es solo que al día siguiente de esto me fue asignada una misión que… solo yo podía hacer, así que estuve fuera una semana —dije mientras jugaba con el dobladillo de mi camisa. — Y claro dirá que luego de eso podríamos haber hablado, pero… el asunto es que mi misión digamos que fue como un impedimento.
— ¿Por qué lo sería? — Mikoto se cruzó de brazos, casi juzgándome con la mirada, y no podía culparla, casi parecía que estuviera admitiendo que era más importante algo "trivial" que su hijo, el asunto era que Hayato no era alguien trivial.
— Bueno, trajo sal a la herida —suspiré y levanté mi vista para enfocarla en los ojos oscuros de la mujer, que eran tan parecidos a sus hijos — Mi misión fue traer a mi viejo compañero de equipo de regreso, él estaba siendo espía de Konoha entre ninjas renegados, así que el tercero decidió que su misión había acabado y como yo lo conozco mejor me envió a traerlo, y bueno como sabrá Hayato tiene cierta aversión…
— Con nuestro clan —complementó Mikoto, esperando a que continuara.
— Sí. Si hubiera sido simplemente ir por él y no se hubieran encontrado estaría bien. Pero fui asignada a la supervisión de Hayato, y bueno el día luego de que llegamos a la aldea nos encontramos y como sabrá no terminó en los mejores términos. Honestamente todo fue un desastre. Izumi me reclamó por no hablar con Itachi-kun y afirmó que solo lo había usado, yo busqué defenderme, pero ella se excusó en el silencio de él asi que todo se tornó aún más difícil y bueno luego apareció Hayato y todo se fue abajo, además que somos compañeros de equipo ahora así que se imaginará como esta Shisui con el asunto y desde ese día hablar con Itachi-kun ha sido casi imposible, así que solo me saluda cordialmente y bueno todo simplemente parece un rompecabezas que…
Sin esperarlo, la mujer me rodeó con sus brazos tan rápido que me quedé en silencio — Entiendo… —murmuró ella acariciando mi cabeza — Los hombres de esta familia son un poco difíciles ¿no?
Ella se separó con una amable sonrisa mientras pasaba sus pulgares por mis mejillas, limpiando las lágrimas que no me di cuenta que estaba derramando — No creas que Fugaku no tuvo sus altibajos, siempre son un hueso duro de roer, cuando son tercos, pero nosotras siempre encontramos el método de entrar en sus corazones y sé Sakura que Itachi te quiere mucho, así que su pequeña riña sin arreglar no durará mucho tiempo, así que no te rindas con él. — Las palabras de una madre amorosa, de una mujer, de una amiga, sus palabras eran lo que había buscado en alguien que no fuera un chico, y fueron tan reconfortantes que no pude evitar sonreír.
— Nunca odiaré a Itachi-kun, incluso si me olvida, o no quiere saber de mí, o si decide estar con otras personas, para mí siempre será alguien importante. Por supuesto que velaré por su felicidad, incluso si solo soy una espectadora, y siendo honesta espero algún día encontrar a alguien tan bueno como él.
— ¿Por qué no él? ¿Te gusta no? — Me interrogó, a lo cual solté una pequeña risa nerviosa y sin humor, era lógico que lo había visto, así que, aunque el rojo cubría mis mejillas no me atreví a negarlo.
— Sé que me aprecia, pero no me ve de esa manera, se nota que probablemente su tipo sea más como Izumi. Bueno es que él mismo dijo que estaba más comodo con ella y yo… solo le he causado dolores de cabeza últimamente. También lo se por su actitud, siempre lo menciona como soy buena, pero como una amiga.
— ¿Él ha dicho eso?
— No con esas palabras, pero su actitud lo demuestra —declaré convencida.
De lo que no me percaté fue de la mirada pensativa y un poco en la mujer, quien suspiró antes de sonreírme — Bueno, es pronto para declarar eso, como sea, si puedes hablar un poco con él ahora creo que sería de mucha ayuda en su situación.
— Lo haré todo lo que pueda —dije con una sonrisa — Odio estar de esta forma con él.
Asintiendo la mujer me despidió y yo emprendí, con el corazón latiendo fuertemente en mi pecho, el camino hacia su habitación. En mi estomagó sentía una incómoda sensación, como si las abejas estuvieran picando en lo profundo y revolviéndome las entrañas, pero esto no evitó que cuando estaba frente a su puerta, llamara y entrara cuando recibí la autorización de adentro — Disculpe la intrusión —solté al deslizar la puerta.
Adentro encontré a Itachi sentado al borde de su cama y al lado contrario de esta estaba recostado Shisui en ropa civil con los brazos cruzados frente a su pecho, que al verme entrar abrió los ojos y se enderezó en su lugar — ¡Sakura! — Declaró.
— Hola Shisui —respondí con una sonrisa, justo antes de tenerlo frente a mí mirándome con reproche. — ¿Qué pasa?
— Tú… mira que desaparecer por tanto tiempo, es injusto — gruño.
— Me lo has repetido cada vez que puedes… te he dicho que he estado ocupada, no es como si no quisiera aparecer de vez en cuando. — Me cruce de brazos antes de levantar la mirada hacia Itachi, que nos observaba, no obstante, antes de que pudiera saludarlo mi amigo mayor dijo —: ¿Has estado con Hayato?
— No, él tiene una misión aparte porque no quiso ayudar con el cuidado de los genin —respondí dándole una mirada exasperada — Además ¿puedes de ser tan celoso? No ha hecho nada malo, además me ha ayudado mucho con mi pequeño problema, mientras están lejos; es increíble, pero sabe mucho de esto.
— No me agrada —dijo mi amigo con incomodidad — Pero… es cierto que sabe mucho más que nosotros. Como sea ¿Viniste a vernos?
— Solo paso a saludar un poco —respondí con honestidad, incluso si hubiera querido saber un poco de lo que pasó la noche anterior.
— Así que esta vez no somos tu prioridad de visita. — Me sorprendí que fuera Itachi quien interviniera en esta ocasión, pero sobre todo porque su tono pareció controlado, como si buscara modular su voz por algún motivo. — Entonces, ¿qué te trajo hasta aquí?
Abrí mis labios para responder, pero antes de conseguirlo, el motivo de mi visita se hizo presente, interrumpiendo nuestra conversación — Imaginé que estarías aquí a pesar de que vamos tarde. — Sasuke entró con pasos pausados al lugar, ganando la atención de los dos mayores al instante, las cuales el fingió ignorar.
— No es mi culpa, yo he llegado a tiempo… por otro lado ¿Estás listo? — Comenté dándole una pequeña sonrisa.
— Hmp. Desde hace mucho, por otro lado, como dije vamos tarde. — Su actitud gruñona me hizo reír, pero decidí no molestarle mucho, así que solo me giré hacia los dos pelinegros para decir — Lo siento, me tengo que ir, hoy los más pequeños me han decidido tomar.
— No somos pequeños Sakura —refutó Sasuke molesto justo antes de tomar mi mano — Como sea adiós Nii-san, Shisui-san.
— Eres un amargado… luego nos vemos Shisui… Itachi-kun — Lo último casi fue murmurado antes de darles la espalda y seguir al niño, que me jaló por los pasillos sin soltarme.
No había podido tomar la oportunidad de hablar con él, aunque dudaba que sirviera de algo en esos momentos, solo tenía que esperar, aunque ¿Por cuánto? No lo sabía, pero en esos momentos sentía que no era la hora. Sin que alguien nos detuviera por más tiempo fuimos con Sasuke por las calles hasta el centro de la hoja, solo entonces el niño soltó mi mano y enterró las propias en sus bolsillos. Pocos minutos después llegamos al restaurante de barbacoa, donde ya nos esperaban los otros genin. El equipo de Kurenai, Asuma, Guy y finalmente el de Kakashi; finalmente estábamos todos reunidos, aunque yo presentaba unas condiciones especiales y las circunstancias eran diferentes.
— Disculpen la espera —dije con una sonrisa saludándolos a todos.
— ¡Sakura-chan! Llegas justo a tiempo… ¿Cierto que sería mejor ir a comer ramen todos juntos? — No me fue sorpresa esa bienvenida poco natural de Naruto, y tampoco me sorprendieron las miradas asesinas de otros más o que cada uno parecían estar en su mundo.
— Para de una vez con eso Naruto, tus neuronas ya están muertas por tanto ramen —profirió Ino en un gesto de regaño.
— Esto es problemático — Mencionó el genio y seguido de él hablo Chouji — ¿Ya podemos comer?
— Que arda la llama de la juventud, Sakura-san que me gusta — Luego de las palabras del aprendiz de Gai un golpe por la femenina de su grupo fue dado — Te he dicho que dejes a Sakura-sensei en paz.
Hinata y Neji se mantuvieron callados, la primera porque no sabía que decir y el segundo no parecía cómodo con estar en una situación tan extraña, por otro lado, Kiba gritaba algo sobre perros y Shino se mantenía siendo ignorado por la mayoría — Montón de raros — Le escuché a Sasuke y yo reí — La verdad me trae recuerdos — Murmuré por unos instantes y luego añadí — Este ambiente se me es cálido ¿no crees?
Los ojos oscuros se posaron sobre mí y pude ver satisfacción en su mirada para luego cruzar una sonrisa de medio lado — Como en un principio debió ser — No pude preguntar a qué se refería porque al instante Ino gritó junto con Chouji incitando a todos a entrar de una vez, asi que inevitablemente terminé olvidando el comentario del pelinegro.
-0-
Inevitablemente casi escupo mi bebida cuando fue repentinamente sorprendida por la pregunta de Ino. Todo hasta el momento había ido bien, risas, anécdotas de los menores, unas cuantas discusiones divertidas, Naruto haciendo el tonto o molestando a Sasuke… sí todo había ido bien hasta que finalmente la rubia demostró su inevitable curiosidad, rasgo que casi me había perdido de ella de hace tanto tiempo. — ¿Qué? — Solté mientras dejaba mi jugo en la mesa y miraba con los ojos abiertos a la joven Yamanaka y trataba de ignorar las miradas expectantes de la mayoría, que incluso Sasuke se había detenido a mirarme.
— Pregunté si Sakura-sensei tiene novio —volvió a decir la niña con una sonrisa perversa.
Con las mejillas en llamas y maldiciendo la hora en que había aceptado ir respondí —: No, no tengo alguno.
— Pero ¿cómo no va a ser posible? Siendo tan hermosa… además ¿No se rumorea que sale con alguno de los dos Uchiha… Sasuke tu sabes ¿Sale con tu hermano o con su amigo?
El nombrado frunció el entrecejo y miró a Ino con frialdad — Ninguno, ellos solo son amigos de la infancia —declaró con firmeza.
— Sasuke-kun está en lo cierto, solo somos amigos de la infancia —confirmé — Shisui es como un hermano e Itachi-kun es mi mejor amigo, nos llevamos bien, pero eso es todo.
No parecían muy convencidos, pero así que esta vez fue Tenten quien intervino — ¿Y qué hay del otro? El hombre de ojos café y mirada afilada y arrogante con el que a veces está, parecen muy unidos. — Internamente rogaba al cielo en esos momentos que hubiera un milagro que me sacara de allí.
— Él es mi compañero de equipo, estaba fuera de la aldea por ciertos motivos, pero hemos trabajado juntos desde nuestro equipo de genin. Nos llevamos bien, pero como sea, no veo el caso de discutir mi vida amorosa. — Me crucé de brazos y miré severamente a Ino, a quien sabía se le estaban ocurriendo algunas preguntas más.
— Causa un poco de intriga —respondió Naruto con una sonrisa.
Casi solté un gruñido por su respuesta, pero antes de hacerlo, por la puerta del local entro Shisui, quien llamó mi atención ya que hizo un escaneó de la zona hasta encontrarme; entonces se acercó con una expresión en blanco para los demás, pero por sus ojos supe que estaba desesperado. — Lo siento chicos tengo que irme —dije poniéndome en pie sin que mi amigo hubiera pronunciado palabra — Fue una agradable tarde, pero el deber llama.
— No es justo te pedimos para nosotros hoy — declaró la rubia, pero yo la corté con una sonrisa forzada.
— Un ninja va donde le mandan, y soy una de las pocas personas que pueden hacer ciertas cosas — Sin esperar una contestación por parte de ellos me fui con mi amigo que me esperaba de pie junto a la puerta.
Mi corazón latió con fuerza y miedo al pensar lo peor, pero solo me atreví a abrir los labios cuando estábamos saltando sobre los tejados y donde ya nadie nos escuchaba — ¿Qué pasó Shisui? — Su expresión era grave y no me miró cuando respondió, especialmente porque sus palabras solo me hicieron aumentar la velocidad.
— Itachi colapso de nuevo, le dejé con un clon, luego de que conseguí alejarlo de casa. — Dando una bifurcación, nos salimos del camino y nos dirigimos al viejo lago, igual que la noche donde tuvo su primer ataque.
Esta vez el chico estaba recostado contra un árbol, retorciéndose sin soltar quejido, pero mostrando su expresión de dolor, uno tan profundo que me partió el corazón por segunda vez, así que dando el último salto caí a su lado y lo hice recostar en mis piernas, luego coloqué mis manos en sus sienes y dejé que mi chakra actuara. — Shisui, sabes lo que necesito para cuando despierte, — todo era similar a la última vez.
— Lo sé, no tardaré. — Solo tan rápido como podía ser mi amigo desapareció, al igual que su clon, que cumpliendo con su deber se desvaneció a mi lado.
Incluso si no lo era, me culpaba por el sufrimiento de él, me dolía que él tuviera que pasar por eso ¿Qué acaso no podría ser diferente? Mi corazón sangrante ya había pasado, por tanto, su indiferencia por las memorias, el no poder estar con él, la distancia, los celos, su dolor que lo apropiaba como el mío, el miedo de perderlo, el querer cuidar de él… todo era una vorágine de dolor que me hacía pensar que realmente lo amaba demasiado, tanto como para permitirle vivir sin necesidad de que supiera de mí, pero que él viviera feliz. Convocadas por el propio sufrimiento de mi amado, mis lágrimas se resbalaron por mi rostro, y siguieron cayendo incluso cuando su rostro mostraba tranquilidad y ya mi chakra había retrocedido. —"no quiero que estés solo nuevamente, quiero que me confíes tus penas, y sufrimientos, quiero que sepas cuanto te amo y ser la persona que te levante cuando caigas, pero si esto te va a lastimar, prefiero guardar todo esto en mí y llevarlo lejos" — murmuré en una suave tonada antes de que en un arrebato me inclinara sobre él apoyando mi frente contra la suya y abrazando su cabeza.
Sin que me percatara, al estar sumida en mis propios pensamientos él se movió, despertando de su incómodo sueño. Solo supe que estaba despierto cuando sentí su mano en mi mejilla y dijo —: ¿Sakura? — se notaba su esfuerzo para hablar, se escuchaba su garganta seca, aunque aún permitia percibir el tono de duda en su voz.
— Lo siento —dije irguiéndome rápidamente y permitiendo que él se sentara, mientras secaba mis lágrimas — Lo sé no debí hacer eso, es solo que… no importa, Shisui no tardará en volver, asi que ahora te daré tu espacio Ita… Uchiha-san.
Intenté ponerme en pie, pero antes de conseguirlo, mi antebrazo fue apresado y fui regresada a mi posición a su lado. Confundida miré en su dirección — Uchiha…
— No —me interrumpió, esta vez firmemente, silenciándome en el acto y para mi sorpresa jalándome hasta que choque contra su pecho y sus brazos se envolvieron a mi alrededor, haciendo que mi corazón casi se detuviera en el acto — Es suficiente de que uses mi apellido… en un principio nunca debiste empezar a usarlo, después de todo, hace tiempo te dije que podías llamarme por mi nombre.
De forma renovada, las lágrimas se asomaron nuevamente por mis ojos y mi pecho dolió, pero esta vez fue algo diferente — ¿Itachi-kun? ¿Tu…? —murmuré al tiempo en que me aferraba a su camisa, sin realmente saber si realmente era cierto o un sueño.
— Perdóname —dijo apretándome un poco más contra él y entonces añadió — Te lastimé y te hice esperar demasiado.
Mi cuerpo tembló al tiempo en que mis brazos esta vez lo rodearon con fuerza y ocultaba mi rostro en su cuello — Bienvenido de vuelta Itachi-kun, Itachi-kun… Itachi-kun — No podía creerlo, mientras mis lágrimas caían desbocadas y no sabía qué hacer, solo podía sentirlo, desear que fuera cierto, que no me jugaran una mala pasada mis sentidos.
— En verdad lo siento —susurró al tiempo en que se separaba lo suficiente para que viera su rostro arrepentido, al tiempo en que su expresión había dureza, pero no era dirigida contra mí, por primera vez en mucho tiempo podía ver a través de él, aunque aún parecía haber una neblina en su mirada, podía decir que si no había recuperado todos sus recuerdos al menos habían sido los suficientes — Te traté como una extraña, te alejé cuando solo querías ayudarme, no te protegí cuando debía, dije cosas que solo te lastimaron…
— Ya ni importa —le interrumpí mientras negaba por sus duras palabras — Si bien me lastimaste, y fue muy duro, sabía que también era duro para ti, por eso… solo por esto, si puedes vivir feliz, de algún modo está bien, si ahora estas bien, yo soy feliz, y lo que pasó podemos luego hablarlo con calma, pero no te guardo rencor. — Sin que me diera permiso volví a acurrucarme en sus brazos y apoyé esta vez mi cabeza en su pecho escuchando su corazón, latiendo más rápido de lo normal pero que ahora me parecía la mejor melodía del mundo. Finalmente, a pesar de todas las lágrimas, él estaba cerca, estaba allí conmigo de vuelta, solo esperaba que continuara de ese modo.
