¡Feliz 2 de Agosto!

Un mes largo sin aparecer pero se debía a que estaba muy ocupada, pero finalmente pude tomarme un respiro la semana pasada y me dio tiempo para adelantar todo esto.

Este capitulo es Laaaargo, muy largo en serio, hahaha pero el propósito es que lo puedan disfrutar por todo el retraso que ha tenido la publicación y lo que puedo tardar en el siguiente. No obstante espero lo disfruten y les cause un agradable día lleno de emociones (si algo quiere decir a las que escucharon la lectura ayer :3)

Nos veremos al final del capitulo mientras tanto disfruten.


CAPITULO 22 — SENTIMIENTOS —

Sin darme cuenta los tres días habían pasado y sus padres finalmente estaban en nuestra casa, esperando a que ella terminara de empacar para volver a su propio hogar. No había pasado muchos días en nuestra residencia, pero en solo ese tiempo la comodidad que se había formado a nuestro alrededor me hizo desear mantenerla, aunque fuera un poco mientras durara.

Quizás fuera eso lo que me tenía allí ayudándole a guardar sus últimas cosas mientras que ella distraídamente hablaba, aunque cuando terminó de guardar el último libro ella levantó su mirada y con una sonrisa enorme declaró — Bueno, ha sido divertido. Exceptuando las molestias que cause a tu hermano, me alegró poder compartir este tiempo con ustedes. También... Gracias por entrenar conmigo Itachi-kun, he aprendido bastante.

Miré su rostro, parecía un poco decepcionada, algo que curiosamente compartía con ella. No quería que las cosas volvieran a la misma rutina antes de que llegara, así que, aunque no tenía nada que ver con lo que usualmente haría declaré —: Podemos seguir haciéndolo. — Ella abrió los ojos sorprendida y pronto su expresión cambió a una indescifrable para mí, algo que me hizo sentir inseguro de mi interpretación anterior así que añadí —: Esta bien si no quieres.

Como si le hubiera asustado ella saltó en su sitio y rápidamente se apresuró a decir — ¡No! Claro que eso no es cierto, por supuesto que quiero seguir entrenando contigo Itachi-kun, es que solo… como lo digo me has tomado por sorpresa porque… bueno yo quería pedírtelo también, solo que no sabía si te iba a molestar, porque ya sabes…solías entrenar solo así que pensé que estabas siendo considerado porque estaba de visita, así que si no era molestia yo quería pedirlo. Pero te me has adelantado así que… bueno yo quiero decir, en resumen, gracias y sí, me gustaría seguir entrenando contigo.

Inevitablemente me vi sonriendo ante su honestidad y palabras atropelladas. Esas eran las pocas veces que la veía reaccionar de esa forma, eran los pequeños momentos donde mostraba que en verdad era una niña. — Entonces supongo que no habrá problema —declaré mientras extendía su maleta hacia ella, la cual recibió con una brillante sonrisa.

— No lo habrá. ¿Mañana en el campo de Shuriken? — Repentinamente se había puesto un poco tímida al respecto.

— Creo que podemos concretar los detalles a la hora del almuerzo. — Ella se mostró aún más feliz de escuchar esto y a mis palabras respondió —: Entonces es un trato. Mañana hablaremos Itachi-kun.

Sin detenerse nuevamente ella salió de allí casi dando brincos por el pasillo, situación hilarante para mi punto de vista. No me esperaba poder conseguir una compañera para entrenar, ya que siempre lo hacía con Shisui o me enfocaba en mi propio crecimiento, pero esos días, habían sido bastante fructíferos. Sakura era una pensadora realmente interesante, tenía una facilidad para abordar temas bastante avanzados de forma puntual e inteligente, además de ello, aunque ciertamente aún estaba un poco detrás de mí en algunas habilidades, había demostrado su valía sorprendiéndome en más de una ocasión con tácticas que me hacían replantearme algunas estrategias.

Shisui iba a la cabeza y aunque nos entendíamos bien, sabía que aún me faltaba para alcanzarlo. Con Sakura, aunque sabía que yo iba adelante siempre podía encontrar cosas nuevas en mi perspectiva, era un ambiente relajante que me atraía por momentos a una comodidad pocas veces experimentada.

Conforme con el termino de nuestra conversación volví a mi habitación donde me recluí en una lectura profunda hasta que fue la hora de la cena, donde fue el momento en que mi madre nos llamó a comer. Como siempre todo comenzó en un cómodo silencio, que luego Sasuke alteró cada pocas veces con anécdotas de su día, hasta que mi padre interrumpió sus divagaciones volviendo su atención hacia mí — ¿Ha cambiado algo la academia? — desconcertado por su elección de pregunta dejé mi taza en la mesa y giré mi rostro hacia él, buscado que era lo que quería insinuar, pero como siempre mi padre era el maestro de las expresiones que no regalaban nada si no lo deseaba.

— Nada en particular, todo ha ido bien como siempre —respondí, pisando con cuidado los terrenos desconocidos que él me presentaba, sin embargo, él aparecía imparcial a mi respuesta, por ello no vi venir la siguiente pregunta —: ¿Qué tal es Sakura? Me refiero académicamente.

Parecía que quería escuchar algo particularmente interesante, pero ¿Qué quería que dijera? Realmente aún no la conocía lo suficiente como para dar una descripción totalitaria de la persona que creía que era, aunque en realidad ¿Ya no tenía una impresión? No sabía que buscaba mi padre con la respuesta que parecía ansioso de escuchar, sin embargo, por el momento no era de mi incumbencia.

— Ella es… Brillante.

Mi respuesta parece que no le dejo satisfecho ya que frunció levemente el entrecejo y añadió — ¿En cuanto a qué? — Esta conversación a cada momento se estaba tornando más confusa, no conseguía saber a dónde nos dirigíamos con todo eso.

— Sus habilidades superan el promedio, en puntería, fuerza, velocidad, análisis, también es muy lista. Ella destaca en todas las asignaturas sin excepción —declaré tratando de ver a través de mi padre, pero solo me recibió una sonrisa orgullosa que me confundió aún más, ya que sabía que lo hacía por Sakura, pero ¿Por qué? Ella era alguien diferente, pero ¿Qué intenciones guardaban sus preguntas y sonrisa?

— Es bueno de oír. ¿Podrías decir que alcanza tu nivel? — Le vi tomar una porción de su comida y a Sasuke poner toda la atención sobre nosotros, al igual que mi madre. ¿Qué estaba pasando con mi familia y Sakura?

— Diría que lo suficiente. — Realmente no sabía cómo catalogarla porque a veces parecía contenerse, pero igualmente era muy buena tanto para darme problemas si entrenábamos combate.

Repentinamente y soltando un gruñido previo Sasuke dejó los palillos sobre la mesa y dijo —: Eso no es posible, Nii-san es el mejor, ella no puede ser igual que tú. — Sonreí ante el berrinche infantil de mi pequeño hermano, su admiración era algo tierno.

— Sasuke, Sakura-chan es una chica que ciertamente hay que tener en cuenta, es algo de lo que pude percatarme en estos días, no es una niña cualquiera, seguramente tendrá un futuro muy grande como ninja. — Mi sonrisa se desvaneció y pensé en las palabras de mi madre, ella como un ninja real. Por algún motivo la idea me causaba sentimientos encontrados como si quisiera ver aquello y al mismo tiempo no lo deseaba, sin embargo, esta última emoción no sabía que la provocaba.

— Ciertamente, será interesante ver su crecimiento. — Por algún motivo las palabras de mi padre me recordaron el infierno del campo de batalla, entonces dejé de escucharles sumiéndome nuevamente en mi realidad. Aún éramos una familia ninja, aun luchábamos por sobrevivir y aún la muerte era nuestra amiga más cercana, incluso siendo nosotros pequeños, al nacer allí, nuestro destino estaba trazado para ser acompañado por ella.

-0-

— Oye Itachi, ¿Estas escuchando? — Aparté mi vista del horizonte donde había estado mirando y la enfoqué en mi amigo.

Shisui había regresado recientemente de una misión y habíamos decidido entrenar esa tarde, así solo por esa vez en las últimas dos semanas le dije a Sakura que ese día no iría con ella a entrenar. La niña al principio había estado sorprendida por mi declaración, pero aceptó rápidamente que necesitaba mi espacio propio, pero ahora que finalmente había terminado mi entrenamiento y nos pudimos detener a descansar en la cima del acantilado sobre el que pasaba el rio Nakano, se sentía extraño. No me quejaba de mi amigo, pero comenzaba a darme cuenta de que me estaba acostumbrando a la compañía de Sakura más de lo que anteriormente me había permitido percibir.

— Mencionaste que esta noche estarías también en una reunión de clan —respondí — Y tu padre igualmente ha estado preguntando por ellas.

Mi amigo suspiró y me dio una melancólica sonrisa — Bueno, si estabas escuchando —murmuró al tiempo en que volvía su vista hacia el bosque que rodeaba el campo de entrenamiento que siempre usábamos. Era rara la vez que Shisui mostraba algún tipo de emoción triste, pero incluso él podía bajar la guardia un poco cuando estaba conmigo — Yo creo que no durará mucho tiempo, quizás otros seis meses, pero… cada día es un poco más difícil.

— Shisui ¿En serio está bien para ti?

Sus ojos brillaron y su sonrisa se amplió a pesar de que su estado de ánimo parecía no variar — Bueno, era de esperar. Haré lo que pueda mientras estén aquí. Por otro lado, escuché un rumor extraño. — No era de extrañar su cambio de tema, él nunca se permitía más de algunos momentos de algún tema personal, quizás eso era lo que más me había costado aceptar en él, ya que era confuso poder tener una conversación lineal sin que repentinamente se convirtiera en algo más.

— ¿Qué rumor? — Pregunté casi sin interés.

— Bueno… — Vi a Shisui balancearse hacia atrás y luego recostarse sobre sus brazos arqueando levemente la espalda hacia atrás mientras enfocaba su mirada en el cielo con ojos pensativos, pero casi infantiles ¿Ahora con que saldría? — Escuché que has hecho un amigo nuevo.

Miré fijamente a mi amigo, que parecía estar intentado aparentar ignorancia al respecto, sin embargo, sus ojos y expresiones eran claras para mí, realmente estaba demasiado interesado en mi acercamiento nuevo. Por algún motivo me irritaba un poco que tratara de aparentar algo que no sentía — No se si somos amigos, pero al menos es… una compañera de entrenamiento aceptable —respondí ahora siendo yo quien fingía.

— ¿Una compañera? ¿Izumi? —Shisui ahora fue evidente con su interés, no obstante, enarcó una ceja — Pensé que te sentías incómodo con ella.

— Y lo hago. — Suspiré y pensé en Sakura, ella era diferente, aunque de igual modo me sentía en conflicto — No es Izumi, es una compañera de la academia.

— Compañera… me pregunto si la traerás alguna vez —dijo Shisui.

— Quizás cuando vengas con tu amiga —respondí realmente sin la verdad, no obstante, Shisui soltó una fuerte carcajada que atrajo mi atención de inmediato.

— Bueno, puede que lo haga, de hecho, quisiera que los dos se conocieran. — Realmente cuando vi esa alegre sonrisa en sus ojos mi sorpresa se reflejó en mi rostro. No me esperaba esa reacción tan sincera de su parte, sus ojos eran diferentes al igual que su sonrisa… parecía que quien fuera esa persona era muy importante para él.

— Parece ser buena si puedes ser tan honesto —declaré ahora más interesado. Usualmente no tendría tales emociones, pero la mirada tranquila que se reflejaba en Shisui era casi como si ella fuera un escape especial. Muchos dirían que mi amigo era siempre alegre y se mantenía con una sonrisa, pero yo había visto a través de él en el poco tiempo que nos llevábamos conociendo.

— Ella es diferente Itachi, siento que me puedo relajar a su alrededor, es casi como cuando estamos juntos. Además, tiene una determinación y fragilidad que no concuerdan, es divertido pasar tiempo con ella —declaró él poniéndose en pie mientras se estiraba — Es una niña… prodigio.

Esto llamó mi atención aún más ¿Una prodigio? — ¿Qué quieres decir? —La mirada socarrona de mi amigo apareció y supe que no quería compartir más de eso, no diría nada de lo que yo quería saber.

— Cuando te la presente lo sabrás, por ahora creo que es mejor regresar, se hace tarde y seguramente tus padres estarán esperando con la cena.

Inevitablemente, aunque ambos tuvimos que bajar del acantilado, mis mejillas permanecieron infladas por la falta de respuestas; pensar que él ocultaba algo para sí mismo, ¿o quizás porque era una respuesta? No sabía, pero no me gustaba la sensación y tampoco quería mantenerla por mucho tiempo, sin embargo… ¿cómo descubrir su secreto? No tenía idea en lo absoluto de cómo lo iba a hacer.

-0-

— Itachi-kun ¿Estas bien? — Levanté mi mirada del libro que había estado leyendo y me encontré con la mirada casi gris de Izumi.

Había estado tratando de evitar al resto de la clase por un rato del día. Ya había terminado la práctica y como sabía que pronto los otros chicos de la clase me seguirían había decidido ocultarme de los curiosos, pero sorprendentemente la niña frente a mí me había encontrado. — Estoy bien Izumi. — Cerré mi libro al tiempo que le respondía — ¿No tenías clase de kunoichi?

Ella sonrió por mi pregunta y luego hizo un moflete, simulando molestia — Estábamos en ello, pero Sensei pidió que buscáramos a Haruno Sakura ¿La recuerdas no? Ella…

— ¿Qué pasa con Sakura? —Interrumpí rápidamente, haciéndola detenerse en secó y mirarme algo sorprendida, pero rápidamente borró tal expresión y sonrió un poco.

— Sakura-chan volvió a saltarse la clase, Sensei está cansada así que pidió que la buscáramos para reprenderla… hoy nos tocaba arreglos florales —terminó ella.

Yo me quedé un momento en silencio, pensando en la niña de cabellos rosa. Si bien era normal que se saltara las clases, era raro que la buscaran ya que curiosamente siempre aparecía al final del día y entregaba perfectamente los trabajos de la clase, era por eso que no había un problema específico cuando se ausentaba así que ¿Por qué ahora? — No la he visto aún, aunque probablemente entregue el trabajo como siempre ¿no? — apreté mi libro y me levanté — Probablemente esté haciendo el trabajo por su cuenta como siempre.

— Si, pero este tema es un tanto más complejo, no simplemente puede presentar cualquier cosa… ¿A quién no le gusta un buen arreglo floral? — No es que fuera mucho mi problema de hecho sentía simpatía por Izumi que parecía ahora genuinamente indignada, pero conociendo a Sakura probablemente ese fuera el menor de sus problemas. — Siendo así el caso, deberías volver y pedir la clase, no pueden retrasarse por uno, si la veo se lo diré —dije comenzando a caminar, pero entonces me detuve al escuchar una pregunta de parte de ella que me desconcertó un poco —: ¿Ella y tu son amigos? Nunca te veo con nadie, pero con ella últimamente parece que se han acercado demasiado… casi nunca están separados, incluso hay días en que se marchan juntos. — ¿Amigos? Ella era una excelente compañera de entrenamiento, amable y desde hacía tres meses había comenzado a frecuentar el mismo campo de entrenamiento, pero ¿amigos? No creía que ella lo tomara así, aunque...

— Es una compañera confiable —declaré sin dar más detalles — Puedo intercambiar puntos de vista y es una buena compañera de entrenamiento.

No quise ver la expresión de Izumi quien en ese momento pensé que probablemente se vería confundida… aunque ese fue un error de mi parte, porque al no hacerlo nunca pude ver el oscuro brillo en sus ojos o la tensión en su cuerpo, en ese momento solo me enfoqué en caminar, aparentando no tener dirección, sin embargo, tenía un destino en mente.

Hacia la parte trasera de la academia había un camino que llevaba hacia un pequeño campo, sospechaba que antes había sido usado para entrenar, pero ahora estaba abandonado en su mayoría, y decía en su mayoría porque recientemente había descubierto que había otra persona que conocía su existencia. Pasando de los arbustos que cubrían el camino me adentré hasta el pequeño claro rodeado de flores, donde en medio de todas ellas estaba la peli rosa que Izumi había estado buscando. Su rostro metido en un libro mientras sus cejas juntas demostraban que estaba enfrascada en un análisis complicado. A su lado un pequeño arreglo floral descansaba, siendo la protagonista una hermosa flor azul rodeada de pequeños dientes de león de color blanco y algunas otras hojas verdes entre ellos, que caían como cascada, rodos ellos cuidadosamente ubicados en la mitad hueca de un trozo de bambú. — Otra vez te saltas la clase —declaré acercándome a la niña que deteniéndose un momento parpadeó y levantó la mirada confundida.

— Itachi-kun —murmuró antes de cambiar su expresión a una de sorpresa — ¿Qué haces aquí?

Ella cerró el pesado volumen que sostenía y giró el rostro confundida — Te han estado buscando en la clase de Kunoichi —declaré sentándome a su lado y volviendo a abrir mi propio libro — Creo que sería bueno que fueras, aunque sea para entregar eso.

Ella miró su obra de trabajo cuando la señalé, pero no parecía realmente verla, repentinamente sus ojos parecían suavizados y nostálgicos mientras que una sonrisa triste cruzaba su rostro, dato que me hizo replantearme empezar a leer, no obstante, así como llegó la emoción se marchó de su rostro. — No creo que sea aún momento, además mientras los demás reciben la teoría y luego van a la práctica de algo que sé, creo que puedo aprovecharlo en otras cosas que aun ignoro. Con tal haga mi parte… — Ella señaló el arreglo que tenía a su lado y luego volvió a abrir su libro.

Tenía sentido para mí, porque yo muchas veces me sentía de igual forma, como si lo que estuviera esperando por mí no fuera suficiente y esos momentos podría aprovecharlos de otra forma. Quizás por eso era agradable encontrar a alguien igual. Siguiendo su ejemplo saqué mi propio libro para sumergirnos en un tranquilo silencio que solo era interrumpido por las paginas al pasar y el viento que movía los árboles a nuestro alrededor.

Cerca de una hora después finalmente escuché a Sakura cerrar su libro y comenzar a guardar todo, entonces levanté la mirada y vi como tomaba su arreglo floral junto a su mochila y se ponía de pie ¿Ya era la hora? — Bien, solo queda entregar esto antes de que la sensei piense que me perdí completamente la clase —murmuró al tiempo que se daba la vuelta y me daba una sonrisa.

— Creo que no lo pensará porque seguramente ya lo hace. Después de todo te perdiste la clase —declaré a lo cual ella se sonrojo e inflo sus mejillas.

— Tecnicismos —declaró — El punto es entregarla ¿no?

Sus mejillas estaban rosadas y aunque su expresión parecía molesta por algún motivo no pude evitar que me causara gracia, y que una pequeña sonrisa se deslizara de mis labios. Ella se percató de esto y pareció un poco más irritada, lo que curiosamente me trajo a la mente a Shisui; él con una sonrisa burlona seguramente hubiera dicho algo para mantener esa expresión ¿Así era como se sentía cada vez que decidía soltar algún comentario tonto? Honestamente no lo sabía, pero no iba a adoptar sus hábitos, por el momento estaba bien así. — Te acompañaré —declaré volviendo a mi expresión tranquila, al tiempo en que me levantaba.

Sakura instantáneamente abrió un poco más sus los ojos, mostrando un semblante de sorpresa — ¿No te meterás en problemas? — Por su postura sabía que no se oponía a mi idea, de hecho, cuando empezamos a caminar juntos no trató de detenerme, pero mantuvo su atención sobre mí, tanto que me preocupó que no viera por donde caminaba.

— A diferencia de tus circunstancias yo terminé los ejercicios antes, este es mi tiempo libre —respondí dividiendo mi atención entre el camino y ella, que afortunadamente hasta ahora se las había arreglado para evadir posibles tropiezos o golpes contra los árboles.

— Si, si ya sé que eres muy bueno —comentó volviendo a su expresión de reproche — Y que yo hice las cosas al revés… ¿Pero puedes culparme? Esas clases toman casi todo el tiempo explicando teoría que no es muy relevante… al menos no para mí en estos momentos. Te aseguro que ahora mismo cuando vayamos hasta hace unos momentos les habrán permitido ir a escoger sus flores. Dependiendo del arreglo puedes tardar y el trato que le des a las flores es igual de importante, escoger el orden y cuál será la principal entre ellas junto con sus acompañamientos es importante para equilibrar el arreglo… es demasiado trabajo para unos minutos, tiempo que se pudo usar en la explicación y luego en otras cosas.

Esta vez yo me vi interesado, ya que si bien sabía que Sakura tenía la practica en sus manos, hablaba de ello como si realmente fuera un caso de mucho cuidado, no obstante, lo que ella había hecho era hermoso y no creía que hubiera tardado mucho tiempo en ello; Además… ¿No estaba hablando como una profesional en ello? — Pudiste terminar rápidamente, la prueba está en tus manos —declaré — Aunque parece que tienes la teoría bien aprendida.

Nuevamente ella pareció perturbada por unos segundos, pero cuando respondió su voz no titubeó —: Una niña de las flores me enseño — sus ojos ahora fueron al frente, pero realmente no estaban allí, lo que me parecía extraño era que parecía estar reteniendo algo, pero no lo dejaba ver fácilmente — Ella era muy buena en eso y aunque no lo creas yo no era diestra en esto, pero aprendí muy joven, por eso… puedo hacerlo con mayor agilidad. Pero lo que yo hago no se compara a sus arreglos.

Quizás motivado por la nostalgia que parecía rondar sus ojos me vi diciéndole —: Incluso si no son iguales muestran la personalidad del que lo ha hecho, el tuyo, aunque no sea complejo parece hermoso es por el trabajo que tiene, parece que cuando lo hiciste estabas pensando en realmente hacerlo, no simplemente completar la tarea; demuestra cuán dedicada eres en lo que haces Sakura. — Repentinamente ella se detuvo, haciéndome también dejar de moverme y mirarla.

Fui sorprendido por una expresión que parecía querer sonreír, pero al tiempo era nostálgica y triste; parecía como si terminaría derramando abundantes lágrimas. Preocupado intenté añadir algo más, pero ella finalmente se decidió por una expresión suave y una sonrisa — Gracias Itachi-kun, en serio lo apreció mucho. — Sentí un cosquilleo en mi abdomen y un fuerte sonrojo cubrió mi rostro obligándome a apartar la mirada. La vergüenza me había atacado con fuerza y aunque no me arrepentía de lo que había dicho, me fue inevitable mirarla en ese momento.

Si ella lo notó no dijo nada, tampoco me presionó por apartar mis ojos, lo que poco a poco me hizo retomar el control de mis propios pensamientos y la expresión en mi rostro, así que para cuando llegamos junto a la sensei y el resto de las niñas que estaban luchando por hacer sus propios arreglos, mi rostro había vuelto a su semblante tranquilo. Sakura me dio una sonrisa y guiño su ojo antes de acercarse a la sensei, quien al verla parecía que iba a reclamar el descaro de saltarse la clase, pero al ver que llevaba el trabajo del día se detuvo a media palabra y en cambio pareció tomar la decisión de cuestionarla al respecto, quizás medir sus conocimientos.

Por mi parte sabía que no tenía nada que hacer allí pero aun así me quedé de pie, esperando ¿A qué? Ni yo mismo lo sabía, pero me quedé allí aferrándome al libro que mantenía en mi mano, mientras que al tiempo observaba alrededor. El resto de las niñas estaban corriendo de un lado a otro mientras reunían materiales, pero como dijo Sakura parecía que para ellas no era sencillo hacer algo del calibre que había hecho mi compañera, aún estaban aprendiendo, así que lo que alcancé a visualizar fueron arreglos a medio a terminar y que aunque trataban de mantener cierto cuidado mientras eran acomodados, varios de ellos tenía un error en particular y era el detalle, además no se sabía cuál era la flor principal y las pocas que tenían una estructura carecían de una visión agradable. Fruncí levemente el entrecejo, el nivel de Sakura aparecía como un pulgar doloroso en medio de ellas, casi como si la experiencia de años se mostrara en las hábiles manos de la niña de cabellos rosa que ahora mismo parecía enfrascada en una discusión casi practicada con la Sensei quien en su rostro dejaba en claro su sorpresa.

— ¿Itachi-kun? —Aparte mi mirada de ellas y me fije en mi otra compañera. Izumi parecía sorprendida de verme nuevamente, pero igualmente me sonrió. — ¿Qué haces aquí? ¿Te interesa los arreglos florales?

— No realmente —respondí inmediatamente — Solo vine a acompañarla.

Ella giró su rostro y fijo ahora su atención sobre Sakura que estaba haciendo una corta reverencia a la maestra, mientras esta se quedaba con el arreglo entre sus manos. Pocos segundos después Sakura se irguió y giró sobre sus talones para a continuación acercarse a nosotros. — Realmente se llevan bien ¿no? — Su tono estaba apagado, así que la miré de reojo y me percaté que sus ojos parecían vacíos, aunque sonreía mientras veía a Sakura acercarse. No me produjo una buena sensación, y repentinamente quise pararme frente a la niña de cabellos rosa, pero ¿Por qué? Esa duda me mantuvo arraigado en mi lugar.

— Sakura-chan — Llamó la castaña cuando la niña finalmente llegó.

— Izumi —respondió ella devolviendo la sonrisa — ¿Vas bien con el trabajo?

Era una pregunta inocente, sus mismos ojos curiosos de color verde mostraban que sus palabras no tenían intensiones oscuras, pero parecía como si hubiera revuelto las entrañas de Izumi, ya que sus labios se apretaron con fuerza. — Bueno, siento que está quedando bien, esperemos a ver que dicen en la calificación —respondió ella.

— ¿Necesitas algún concejo? —Cuestiono Sakura — He terminado el mío y la sensei me ha eximido de la clase por algún tiempo.

— ¿Eximido? Sakura-chan no me digas que por faltar te ha castigado.

— No, para nada —respondió ella — Simplemente me preguntó el programa entero de las próximas sesiones, y como he respondido correctamente me dijo que no era necesario que viniera a esta clase por algún tiempo, me da tiempo para entrenar.

— Ya veo… Eso es genial. — Izumi colocó las manos tras su espalda y dio una sonrisa, pero nuevamente la sensación de ponerme en frente me llenó, sin embargo, antes de poder moverme la misma Sensei apareció.

— Señorita Uchiha, ¿Ha terminado con el arreglo? — Al instante la nombrada saltó en su lugar y se sonrojo por las palabras de la mujer mayor, quien se acomodó sus gafas de montura circular.

— Lo siento Sensei, no, solo… quería saber dónde había estado Sakura-chan, ahora mismo regreso a mi trabajo.

— Bien. Ahora lo que menos importa es donde estuvo su compañera de clase, ya me ha mostrado que al menos mientras estuvo fuera, lo hizo aprovechando el tiempo — Una mirada severa se dirigió a Sakura quien sonrió nerviosamente y se acercó un poco más a mí. — Como sea, puedes irte ahora, es la última clase para ti así que haz lo que consideres.

— Por supuesto, gracias — La pelirosa hizo una reverencia y luego se giró hacia mí.

Siguiendo su ejemplo me incliné levemente ante la mujer mayor en señal de despedida y luego fui caminando con mi compañera de regreso al salón donde estaban nuestras cosas. Aún era temprano para nosotros, y aunque ella estaba eximida de la academia por el resto del día, de mi parte solo había recibido permiso para faltar el resto de la lección, así que supuse podría sentarme a terminar mi propio libro. — Gracias por esperarme Itachi-kun, al menos ahora podremos regresar a casa —declaró ella repentinamente — Podríamos comer algo y luego ir a entrenar.

Enarqué una ceja ante su propuesta, pero ella no pareció notarlo así que dije —: Creo que de mi parte no tengo la autorización para irme aún.

— Pero no tienes nada más que hacer ¿Aun así te quedarás? No suena como algo que harías —rebatió ella para a continuación añadir — Claro que si prefieres quedarte está bien, podría esperarte en el campo de entrenamiento, mientras tanto estaré entrenando.

Escucharlo me provocó una sensación extraña, no quería que se adelantara, incluso si sabía que nuestras habilidades distaban un poco sabía que ella corría con todas sus fuerzas hacia adelante y, aunque aún no había ganado un combate contra mí si había conseguido darme problemas así que permitirle ir sola… era como dejar que buscara cerrar la brecha. Usualmente solo sentía aquello con Shisui, pero realmente no quería perder contra ella, solo pensarlo era tan inaceptable como emocionante. — Iré cuando consiga el permiso, primero pasaré por casa —dije apretando mi libro — No tendrás mucho tiempo para entrenar en solitario.

Sakura me miró fijamente antes de mostrarme una expresión que casi rayaba en la arrogancia, pero era más una sonrisa retadora que otra cosa — Entonces asegúrate de llegar pronto. — Por supuesto que no la dejaría, pensé mientras también provocaba en mí que le diera una pequeña sonrisa de su misma naturaleza actual.

-0-

— Espera Itachi. — Mi mano se detuvo justo cuando iba a terminar de abrir la puerta de mi casa y me giré a ver a mi madre quien se acercaba — Vas a entrenar con Sakura-chan ¿verdad?

— Sí —respondí automáticamente, no obstante, me detuve en el pensamiento, había algo que me inquietó de mi propia respuesta y pregunta de mi madre.

— Genial, entonces llévate estos y compártelos con ella, creo que ambos los disfrutarán —dijo al tiempo que me entregaba un paquete. — A ella también le gusta lo dulce ¿no?

Realmente no lo sabía, pero mi madre sí, aunque ella solo había ido una vez a la casa ¿Cómo podía saberlo? Pensé un segundo en ello y entonces caí en cuenta que en los últimos meses siempre terminaba entrenando con ella, y aunque lo anunciaba como un evento cualquiera en mi casa, mi madre lo había notado, de hecho ¿No había estado mandando bocadillos desde hacía un mes? ¿Por qué lo había pasado por alto? Estaba enfrascado en mis pensamientos mientras caminaba hasta nuestro punto de encuentro, luego de despedirme de mi madre, que poco me daba cuenta de mi alrededor, quizás por ello se me hizo el camino tan corto, como fuera era un evento que no había estado notando, algo que había estado hundiéndose en mi vida sin que me percatara ¿Desde cuándo Sakura era algo normal? No podía aún llamarla cercana pero ahora pasaba mucho tiempo con ella, pero solo sabía cosas básicas, como sus padres y que era muy buena en control de chakra.

— No creo que sea de esa forma ¿Además no habías dicho que de algún modo te costó alcanzarlo? — La voz de mi compañera me sacó de mis pensamientos, así que levanté la mirada y la vi señalando hacia arriba en un árbol, como reclamando a quien quiera que estuviera allí. — Oh no hagas esa cara, sé que lo sabes.

¿La estaban molestando? No parecía el caso, sus hombros estaban relajados y aunque no podía ver del todo su expresión parecía estar luchando con las ganas de sonreír. Estaba un poco sorprendido que ella hablara con alguien más, que tuviera una conexión con otra persona diferente, tanto que me detuve confundido, solo dispuesto a verla en otro entorno, compartiendo con otra persona. — No dije que me costó, dije que fue un reto —reconocía esa voz, de hecho, un cosquilleo ligero me recorrió ya que era demasiado familiar.

— No puedes ser perfecto, todos tenemos nuestros puntos débiles y fuertes. — Ahora, luego del reclamo de la chica vino la risa familiar.

¿Podría ser posible? No creo que pudiera ser tanta coincidencia. Enfrentándome a una inquietante ola de nerviosismo que no había sentido jamás me acerqué justo cuando ella declaraba con voz potente una exigencia hacia su acompañante —: Baja de ahí Shisui, muéstralo nuevamente.

Me detuve al instante, en medio del claro a solo unos pasos de ella y con mi vista levantada hacia arriba donde efectivamente sentado con tranquilidad y una sonrisa amplia, estaba acomodado mi amigo con una rodilla flexionada hacia arriba y su antebrazo reposando sobre esta. Como si los hubiera llamado al verlos juntos, notaron mi presencia en solo unos segundos, el primero fue Shisui quien apartó la mirada de la niña para posarla sobre mí mientras su mirada se suavizaba un poco más, no obstante, la persona que me llamó no fue él.

— Itachi-kun has llegado. — Antes de apartar la mirada de mi amigo noté que en sus ojos se dibujaba la sorpresa, pero no me quedé mucho a reparar en ello, en cambio deslicé mi mirada hacia los ojos verdes de Sakura quien con una amplia sonrisa me daba la bienvenida — Comenzaba a pensar que no llegarías.

— Mi madre me detuvo un momento —respondí, aunque aún no me acerqué — ¿Qué… estaban haciendo?

Ella giró la cabeza con confusión, pero antes de que pudiera responderme el mayor saltó desde lo alto del árbol y cayó cerca — Esperen un momento ¿Se conocen? — Shisui parecía ligeramente alterado, pero no en mala forma, de hecho, casi parecía estar controlando su emoción, pero no estaba haciendo un buen trabajo porque sus mismos ojos destellaban parte de sus emociones.

— Creo que es evidente —contesté a su pregunta con calma.

— Itachi-kun y yo estamos en la misma clase, aunque nos conocemos desde… bueno ese día del ataque del Kyubi, nos brindamos compañía —comentó Sakura acercándose para borrar casi toda la distancia que nos separaba.

Por un momento nos rodeó el silenció, de mi parte no quería decir nada al respecto incluso si sentía curiosidad por saber cuál era la historia de ellos dos, por parte de Shisui, por su expresión un poco tranquila pero pensativa sabía que estaba asumiendo la declaración de la niña para si mismo, tratando de ir más allá de las simplezas de la declaración, o al menos así fue por unos momentos hasta que se cruzó de brazos y repentinamente sonrió ampliamente— Bueno, en ese caso yo gano ¿no? Te conocí antes que él.

— ¿Desde cuándo es una competencia? — Replicó Sakura suspirando — Se supone que eres el mayor, ¿no deberías ser más maduro?

Shisui hizo una expresión adolorida, aunque realmente no sentía aquello — Me ofendes Sakura, soy como un hermano mayor, siempre te cuido. — Ella giró su rostro y sonrió de forma burlona, lo que me sorprendió. Nunca la había visto hacer esa expresión, parecía como si entre ellos no hubiera una barrera, la confianza entre ambos era palpable, quizás fruto del tiempo en que se conocían. Por algún motivo me molestó, era como ser excluido de su mundo.

— Me pregunto al respecto.

— ¡Sakura!

Cuando mi amigo soltó su nombre ambos dejaron caer poco después sus expresiones y soltaron una carcajada, al menos por un buen rato hasta que Shisui colocó su mano entre los cabellos rosados mientras los revolvía — Solo bromeaba, pero, realmente me decepciona que se conozcan, realmente quería ser yo quien te presentara a Itachi.

— No puedes obtener todo lo que quieres Shisui —declaró ella debajo de su mano.

— Aunque ¿No te sorprende que Itachi y yo nos conozcamos? — Esta vez la pregunta era interesante, ya que ella parecía ser la menos asombrada de la revelación.

— ¿Por qué tendría? Son del mismo clan, es normal que exista la posibilidad de que se conozcan además siempre mencionabas a un amigo valioso, menor que tú y con bastante talento… si bien no niego que existan otros así, no creo haber conocido a otra persona que concuerde con esa descripción mejor que Itachi-kun —Ella hablaba enserio mientras me daba una mirada brillante — Además pensaba que si fuera el caso serían una excelente dupla.

Esta vez el silenció provocado fue por el impacto que provocaron sus palabras en nosotros. De mi parte revolvió algo en mi interior, la comprensión más profunda, y la realidad de sus palabras, era como si nuevamente un fragmento del vidrio se rompiera y entrara un poco más de luz. — Ahora somos tres —dijo repentinamente Shisui, entonces lo miré y vi ese destello cálido que procuraba tener cuando hablaba de su amiga que ahora sabía que todo el tiempo fue ella — Tu también entras en el grupo.

Lo decía abarcándonos a todos y aunque era precipitado no me molestó que nos rodeara con sus palabras, era de hecho casi natural, pero ¿cómo lo tomaría ella? Los Uchiha eran un clan fuerte, pero intimidaba en muchos aspectos, una cosa era conocernos, pero afirmar empezar a formar parte de un pequeño círculo podría ser diferente, la mirarían de otra forma. Era molesto pensar el simple hecho que le pudiera disgustar, por eso tarde un poco en mirar cómo había reaccionado, pero no fue lo que me esperaba, su expresión que ahondaba entre el anhelo y el dolor me hizo estirar mi mano y tomar la suya consiguiendo atraer su atención, solo para darle un asentimiento al estar de acuerdo. No sabía porque hice aquello o porque tenía la sensación de que lo que sea que le hizo poner esa expresión dolorosa era algo que no mostraba por completo la herida, pero de algún modo quise calmarla, darle algo, por pequeño que fuera, si mi toque podría darle la seguridad…

— Entonces estaré a su cuidado y por supuesto espero también acepten mi cuidado — La sonrisa que nos dedicó mientras apretaba de vuelta mi mano, nunca la olvidaría porque por un instante todo mi mundo tuvo un completo destello de luz… de esperanza.

-0-

La graduación, era algo que, aunque esperaba con ganas no me esperaba que la propusieran cuando cumplí los siete. Por su puesto esto fue sinónimo de gran alegría en mi familia, quien solo declaraban la hazaña de mis actos y por supuesto que esto era típico de mí, incluso Sasuke parecía emocionado y solo hablaba de lo que hacía su hermano mayor. De mi parte no era sino otro paso para mi sueño o para mi condena, como fuera no sentía que una u otra cosa fuera diferente, quizás distorsionado y opaco, pero siempre algo me decía que sabía cómo iba a terminar mi camino, por ello solo podía seguir caminando para llegar al final. No era la sensación más alentadora, pero era la única presente cada vez que veía a mis padres hablar de ello esa misma noche.

Mi mente estaba llena de aquellos pensamientos turbios hasta que repentinamente el tono de molestia de mi madre me atrajo —: No creo que sea justo, Sakura-chan también debería ser promovida, si vieran realmente su talento lo más seguro es que se lo hubieran propuesto.

Dejé mi plato en la mesa y fruncí el entrecejo tratando de recordar si no lo había mencionado a ellos, aunque por las expresiones de los tres parece que por una vez se me había saltado brindar algo de información al respecto, había estado tan centrado en mis propios problemas que no había procesado que ella también se había parado a mi lado esa tarde en que nos dieron la noticia, ella también… estaría en el mismo mundo que yo. Era extraño, pero también me animaba un poco el saber que estaba allí, luego de tantos meses que nos habíamos estado hablando era casi normal así que como mi Madre decía, hubiera sido raro si no lo hubieran notado.

— Si ellos no lo hicieron ahora lo harán pronto, de lo contrario la administración está más ciega de lo que esperamos —declaró mi padre dejando el vaso sobre la mesa con calma, aunque sus ojos contaban otra historia.

Decidí entonces sacarlos de la ignorancia, de nada servía mantenerlos en la oscuridad ya que eventualmente se enterarían. — Ella también tiene la opción. — En el momento en que salieron esas palabras de mi boca gane la atención de los tres.

— ¿Qué dices Itachi? —Dijo mi padre con más intensidad de la que esperaba, sin embargo, no me deje intimidar por ello y con un tono tranquilo repetí — Dije que ella también tiene la opción de graduarse, a ambos nos la ofrecieron.

No pensé que las sonrisas se mostraran, o al menos no en mi Padre y bueno luego de conocerlo tanto tiempo comenzaba a ser un poco evidente cómo reaccionaría, así que no fue sorpresivo que su mirada mostrara complacencia y orgullo, casi del mismo modo que había mostrado cuando le comenté de la propuesta que me habían extendido. De parte de mi madre si fue evidente la alegría, sonriendo soñadoramente y mostrando abiertamente lo mucho que le importaba.

— Debiste decirlo antes, definitivamente era muy extraño que no le dieran la misma opción a ella —comentó mi madre tomando su taza de té y comenzando a beber con suavidad.

— Es lo que se esperaba de ella —secundó mi padre ahora volviendo su atención a la comida.

Estaba acostumbrándome a su extraña fascinación por Sakura, y aunque no la entendía del todo si podía admitir que ella era alguien especial, y esto en el sentido de que no era común encontrar a alguien fuera de un clan mayor con habilidades sobre el promedio, incluso si eran listas. — Tal vez deberíamos invitarlos a Cenar a puesto a que Kizashi y Mebuki estarán encantados y querrán celebrarlo. — La idea de mi madre me parecía exagerada, pero su idea no pareció desagradar a mi padre quien inmediatamente aceptó —: Apuesto a que ellos estarán de acuerdo.

No debería seguir impresionándome, pero lo hacía, porque no había manera de saber que pensaban ellos de Sakura o porque habían decidido mantener ese tipo de relación con esa familia, su interés en ocasiones era alarmante y desconcertante, pero también quitaba la nube oscura que se posaba allí cada vez que iban los subordinados de mi padre a casa. — Entonces creo que iré en un rato, probablemente sea repentino, pero entre más pronto es mucho mejor ¿Quieres venir conmigo Itachi? — Mi madre me dirigió una expresión alegre mientras preguntaba.

— No gracias —respondí tranquilamente.

Afortunadamente no hubo insistencia de su parte y con todo dicho el almuerzo terminó de forma tranquila, lo que me permitió ir a mi habitación para reflexionar; allí me senté junto a la ventana con uno de los libros sobre política en general, aunque realmente no tenía pensado leerlo, al menos no nuevamente ya que sus hojas habían pasado por mis dedos más veces de las que podía en ese momento desear contar. El empastado solo me fue una excusa para mí mismo, quizás tener algo al alcance mientras mi mente vagaba por los últimos meses y las implicaciones que vendrían a continuación con mi nuevo rango. La vida de un genin era relativamente sencilla a los ojos de los mayores, pero eso no quería decir que carecía de peligro, por ello el papel que desempeñara tenía que ser en todo punto perfecto, no podía permitirme retrasarme o incluso dudar. No podía dejar que el mundo en el que vivíamos me aplastara como tanto deseaba.

Mi entrecejo se frunció mientras mis ojos miraban sin interés el contenido del libro sin realmente verlo. La oscuridad nuevamente a mi alrededor acechaba, pero había algo diferente, siempre que me llenaba esa incertidumbre siempre me sentía asfixiado, pero en esta ocasión podía ver roturas en el mundo gris que me rodeaba, como si la sensación de ansiedad repentinamente estuviera perdiendo su fuerza. No me había librado por completo, pero me sentía como si viera y no lo hiciera al mismo tiempo, como si luchara contra la fuerza aplastante con más fuerza que antes, pero esta se negara a ceder.

— Hermano… —Mi mirada se levantó sobre mi libro y la posé en Sasuke quien había entrado en mi habitación. Su mirada en el suelo con un pequeño toque de ansiedad en sus facciones y postura ¿Qué le pasaba?

— ¿Qué sucede Sasuke? — Cuestioné suavizando mi voz para él, no quería que cualquier cosa que lo estuviera inquietando se alentara.

Aunque mi tono no había dejado nada para que aumentaran sus nervios parecía que él no estaba muy seguro de iniciar esa conversación, ya que sus pies se movieron en su lugar y sus manos se retorcieron frente a su camisa apretándola al tiempo que sus labios se abrían para luego cerrarse con fuerza. Su comportamiento era raro, asi que traté de pensar que sería lo que podría colocar a mi hermanito de esa forma, un tema que deseara hablar conmigo en privado… solo se me ocurría algo resiente que siempre traía un poco de inquietud sobre su joven ser, y que siempre me había hecho cuestionarme el porqué.

— ¿Quieres hablar de Sakura? — Cerré mi libro y enfoqué toda mi atención sobre mi hermano quien me confirmó mis sospechas al mostrar su inquietud al sobresaltarse, sin embargo, parecía que había roto con esto el nudo que no le dejaba decir lo que quería decir.

— Ella… no es tan fuerte, Entonces ¿Cómo…? ¿Cómo puede alcanzarte? —declaró en un murmullo molesto. — Sé que es lista pero aparte de eso…

Por algún motivo su pregunta me irritó un poco, quizás en nombre de ella o de mí, realmente no me importó demasiado en ese momento, pero en vez de responder concretamente su pregunta le dije devuelta — ¿De dónde sacas que ella no es fuerte? — No pretendía que mi voz mostrara emoción, no obstante, un pequeño rezago de mi molestia se deslizó por mis labios — Nunca la has visto en un entrenamiento.

— Si pero…— Ahora parecía confuso pero resoluto en las palabras sin fundamento, realmente era interesante en un aspecto que ahora mismo no sería de indagación, primero estaba la respuesta de él —Solo lo sé.

— Juzgar solo con la vista es una debilidad en el ninja Sasuke, subestimar a un oponente puede ser tu derrota, incluso si llegas a ser más fuerte que esa misma persona —afirmé. Yo mismo había juzgado ligeramente sus habilidades antes de que me las mostrara y la sorpresa que me llevé casi me costó la victoria una vez. Aunque la brecha entre los dos existía no podía negar que ella lograba equilibrarla bastante bien como para dar una batalla que me diera problemas, incluso Shisui había afirmado que ella podía explotar su talento hasta darnos inconvenientes a ambos cuando creciera; por ello que Sasuke hablara de ella sin haberla visto antes en acción era un poco molesto en sus propios términos.

— Pero ella…

— Deberías algún día a vernos entrenar —ofrecí un tanto cansado de sus dudas, quizás si él la veía podría ver lo que Shisui y yo habíamos visto.

Él pareció dudarlo, pero al final dejando caer la tensión de sus hombros declaró —: Algún día iré — No me preguntó más, solo se giró sobre sus talones y salió tan silenciosamente como entró.

No es como si realmente estuviera enfadado con Sasuke, de hecho, mi hermano siempre había tenido esa aversión por la niña, pero ahora mismo, luego de haber pasado tanto tiempo con ella podía indignarme en su nombre. Pero… ¿Qué tipo de relación teníamos? Creo que eso lo sabía, ella era mi amiga, no era una simple compañera, aunque ¿Ella me veía de la misma forma? Aún no la conocía del todo, y aunque sabía que se había negado a irse de mi lado a pesar de las amenazas de otras personas, aún en mi mente dudaba de lo que sentía ella, de mi parte al menos la consideraba como mi amiga, al igual que lo hacía con Shisui, incluso con mis reservas eso era lo que sentía.

-0-

Fue una sorpresa, no podía haberlo dicho con palabras en esos instantes en que miraba las hojas de bambú en mis manos mientras las dejaba sobre la cómoda de mi habitación. Hacía solo unas horas había estado pensando en nuestro tipo de relación y ahora me sorprendía con un pequeño obsequio, que en sí podría no significar nada, pero yo lo supe mejor al ver su sonrisa cuando me había tendido el paquete; ella había visto a través de mí, me mostraba que no solo me consideraba un conocido. Sabía que Sasuke estaba detrás de mí observándome dejar el paquete, pero como él no había dicho ni una palabra yo tampoco lo hice, de todas formas, estaba tratando de entender ese sentimiento cálido y porque metafóricamente los bordes de mi visión parecían torneados de una nebulosa.

— Hermano ¿Qué es eso? — Finalmente cuando iba a salir Sasuke preguntó.

Sin poder evitar que mi sonrisa se dibujara en mi rostro, incluso si era pequeña respondí —: Un pequeño obsequio de Sakura, por la graduación. La cena esta lista así será mejor que te apresures.

Mi hermano no dijo nada, y tampoco mostró reacción emocional al respecto solo se quedó en silencio por unos momentos, así que asumí que en unos instantes llegaría con el resto, por ello continué mi camino hasta el comedor, donde los adultos ya habían comenzado a hablar emocionados. De mi parte tomé asiento Junto a Sakura que me dio una sonrisa alegre, mostrándome claramente su comodidad. La cena inició cuando Sasuke finalmente se hizo presente en el comedor y entre la charla alegre de nuestros padres la mayoría de la cena transcurrió sin incidentes, no obstante, fue un tanto inquietante la prontitud con la que los adultos comenzaron a opinar de nuestras vidas como ninjas. Fue entonces que sentí la mirada de Sakura sobre mi persona, así que puse mi atención sobre ella solo para recibir una propuesta para salir de allí por un tiempo.

Al parecer ella también se había sentido abrumada, así que con un asentimiento ambos nos pusimos en pie y salimos hacia el jardín donde nos sentamos en el rellano de madera y nos sumergimos en el silencio, al menos por unos instantes. Con mi vista clavada en el cielo repentinamente deseaba saber su opinión, yo sabía lo que sentía, pero ¿Qué había de ella? Estábamos en el mismo barco, pero ¿Se daba cuenta en lo que nos estábamos metiendo? El repentino peligro en el que nos sumergiríamos, mancharnos en medio de ese mundo oscuro. — ¿Qué opinas de todo esto? — Solté repentinamente incluso sin despegar mi mirada del cielo, pero pendiente de su reacción y respuesta.

Ella pareció meditarlo por unos instantes momentos antes de que dijera —: Bueno… es una buena oportunidad para avanzar, y en cierto modo estoy feliz, pero… ¿Cómo decirlo? Me ha comenzado a tocar los nervios, es como si repentinamente recargaran un gran peso en mis hombros, esperando que lo lleve sin problemas.

— Entiendo —respondí asintiendo. Al parecer… ella se sentía similar eso quería decir que no era tan ingenua de lo que nos esperaba, ella también podía ver el mundo podrido y las expectativas que se recargaban en nuestros jóvenes cuerpos. Me sentaba mal pensar que ella podría perder esa luz, eso cálido que la rodeaba cuando se mostraba firme en sus decisiones. Nuevamente la presión y miedo de la perdida me rodeaba mientras la voz más oscura dentro de mi mente murmuraba que era inevitable, que ella también se marcharía, "No te quedará nada" "No mereces nada". Eran estas palabras que se repetían una y otra vez mientras que todo caía, junto con la voluntad, solo un instante, ella solo estaría un instante. Lo más seguro es que luego de la graduación nos separáramos, ella estaría con su equipo, ya no entrenaríamos tanto o nada, ella estaba fuera del clan no era como Shisui con quien podría compartir, ella se alejaría. Fue una sensación aplastante y frustrante pero que había aceptado en ese instante, no hacía bien cambiarlo —Después de todo la oscuridad siempre ha prevalecido a mi alrededor— pensé.

Como si todo se hubiera cristalizado otra vez a mi alrededor quería decirle que esperaba le fuera bien, tomar nuestra breve amistad y conservarla de algún modo guardada con aprecio, sin embargo, antes de que siquiera mis labios pudieran moverse mi mano fue apresada con fuerza y mi mirada se dirigió automáticamente hacia ella. Verde… la profundidad de sus ojos verdes parecía haberse intensificado hasta el punto de parecer que quemaba como las mismas llamas en un frondoso bosque, pero en vez de consumir parecía hacerlos crecer, era un espectáculo que hizo que mi mundo se estremeciera y se congelara. — Itachi-kun, hagamos una promesa —declaró con voz potente, impidiendo que siquiera pudiera pensar en preguntar o hablar, ella notaba mi agitación, pero sus intenciones no vacilaron — Prometamos que nos vamos a esforzar por hacer lo mejor. Si tienes problemas o dudas, puedes venir que yo estaré aquí para ayudarte, no trates de cargar con todo tu solo. — Ella lo decía en serio, ella quería decir que podía confiar en que estaría para mí, no me dejaría solo, cargaría con lo que yo cargaba.

No supe porque sus palabras fueron tan impactantes, pero fue como un golpe directo, uno de sus puñetazos que se estrellaban contra el cristal y repentinamente, en vez de agrietarlo lo destrozó. El calor subió a mi rostro al igual que los colores vivos aparecieron tras ese muro derribado, y ella estaba parada al otro lado del muro extendiendo su mano. — Promételo… —dijo finalizando su discurso.

No sabía que pasaría y en ese instante en que los vidrios habían quedado en el suelo y ella era la única al frente, deseché completamente mis pensamientos anteriores, y aparté por unos momentos la mirada mientras calmaba mi agitado corazón y controlaba la sensación de euforia que repentinamente me había inundado, solo entonces, cuando estaba seguro que no estaría pareciendo alguien ridículo levanté mi mano izquierda y extendí mi dedo meñique — Tú también —dije volviendo mis ojos hacia ella.

No sería protegido, al menos no solo yo, si quería volverme tan fuerte como para parar las guerras, como para ponerme de pie en medio de un campo de batalla y destruir la batalla misma tenía que ser capaz de igualmente protegerla como ella lo afirmaba, eso sería un trabajo en equipo hasta que alguno de los dos decidiera retroceder. Hasta que ella se decidiera quedar, porque no la ataría si ella no deseaba estar allí.

Sus ojos brillantes y su sonrisa aparecieron tan rápido que fue casi sorprendente. No había duda en sus facciones y tampoco cuando enredó su propio dedo con el mío, entonces los dos, al mismo tiempo declaramos — Lo prometo, y si miento me tragaré mil agujas. — Con nuestra promesa cerrada también pareció que un acuerdo firmado de nuestra amistad se había manifestado, incluso si ninguno había pronunciado las palabras aún, era evidente.

Cuando finalmente separamos nuestras manos ella pareció radiante, se inclinó hacia atrás con una sonrisa en sus labios aún mientras se apoyaba en sus manos tras su espalda — Sería genial si quedáramos en el mismo equipo —dijo ella.

La observé, de reojo y luego nuevamente a la noche que nos rodeaba ahora como un manto cálido y tranquilo, algo que no había sentido nunca. Era increíble que hacía un momento me hubiera estado asfixiando en ese ambiente y ahora… todo lucía diferente. — Puede que exista la posibilidad, pero creo que no será, al menos no si desean balancear bien los equipos.

Ella pareció bufar justo antes de recostarse por completo en su lugar, en silencio mientras miraba igualmente al cielo infinito solo en compañía de ella, esa noche me parecía especialmente brillante. — Desde aquí las estrellas se ven mejor Itachi-kun, deberías recostarte —murmuró ella con calma.

Incluso si se veía tentador, no era algo que fuera hacer por voluntad propia, así que negué ante su sugerencia. Sakura rodó los ojos desde su posición, pero no discutió solo volvió al cómodo silencio, por ello yo también retorné adentrarme en la calma que repentinamente me sonreía y me rodeaba. Sabía que no duraría, pero al menos la esperanza de que podría luchar contra las voces que me habían perseguido toda mi vida se había asentado en la última acción precipitada de mi acompañante. Necesitaríamos aumentar nuestros entrenamientos ahora que salíamos de la academia, estábamos a mediados de otoño y solo hasta la primavera sería la promoción, por lo que intuía que si no nos mezclaban con los de cursos superiores por un tiempo dedicaríamos nuestros entrenamientos por tutoría, ya que dudaba que nos dejaran a la deriva tan fácilmente. Quizás eso también lo pensaban nuestros padres ya que a lo lejos lograba escuchar que sus voces, aunque mantuvieron su tono animado también parecían discutir algo más importante, parecía sobre nosotros.

Me estaba interesando saber que estarían diciendo cuando repentinamente el movimiento a mi lado junto con la calidez de otro cuerpo chocó contra mi flanco derecho, por ello aparté completamente mi atención de lo demás y me fijé en Sakura. Allí estaba ella, habiéndose girado de lado al haberse quedado dormida con una expresión tan tranquila, con su mano izquierda rosando la mía, mientras la otra descansaba sobre su costado derecho y cayendo sobre su estómago, sus piernas flexionadas y acercándose a su cuerpo.

Nunca la había visto tan vulnerable a mi lado, era evidente que confiaba en mí y en mi familia como para quedarse dormida allí de esa forma, sin embargo… aunque fuera una tierna escena, eso no quería decir que no era un tanto tonta, ya que estando a mitad del otoño el frio ya había comenzado a refrescar las noches, si se quedaba así se enfermería. Solté un suspiro silencioso con una sonrisa acompañando mis facciones mientras me ponía en pie y con cuidado la levantaba desde los hombros y debajo de sus rodillas. Ella realmente era pequeña, y fácil de llevar, lo que era un punto positivo, ya que de lo contrario hubiera sido complicado poder llegar hasta mi habitación y depositarla sobre mi propio futon. Con el cuarto de invitados sin alistar y con nuestros padres aún en medio de una conversación que probablemente se asentara por horas, esta era la opción más viable, además no me molestaba si ella dormía allí mientras tanto.

Asegurándome que estuviera bien cubierta, decidí marcharme para dejarla descansar, pero antes de alejarme lo suficiente su movimiento brusco hizo que mi atención volviera sobre ella. Su rostro pacífico se había contorsionado en una mueca dolorosa y se había empezado a remover entre sueños, mientras murmullos acompañaban su agonía. Siempre había visto a Sakura como una luz sin manchar, y aunque fuera un poco tonto siempre pensé que no podría tener horribles pesadillas como las mías, pero al ver que repentinamente su cuerpo se tensaba y el dolor se manifestaba ahora en lágrimas, me sentí idiota y preocupado. El sueño parecía horrible, tan terrible que me hizo cuestionarme que sería tan agobiante como para hacerla reaccionar de esa manera como si estuviera conteniendo su propio dolor en su pequeño cuerpo; sea lo que fuera no me sentaba bien verla así que, seguí mi instinto.

Retiré las cobijas con las que la había cubierto y me recosté a su lado, luego volví a cubrirnos y la abracé acercándola a mi cuerpo y enterrando mi cabeza en su hombro comencé a acariciar su espalda con suavidad — Tranquila Sakura, solo es un sueño —murmuré tratando de consolarla.

No quería verla sufrir… era la primera vez que sentía algo tan potente dentro de mí como para llevarme a aquello, especialmente con alguien que no era de mi familia, pero ella me hizo sentirlo, por ello continué susurrando que todo estaría bien mientras seguía acariciando su espalda, solo luego de unos momentos dejó de sollozar para cambiarlo por un fuerte agarre en mi camisa. Ella inconscientemente se acurrucó más contra mí y sorprendiéndome un murmullo salió de sus labios, pero para mí fue tan claro… — Por favor… no te marches, no quiero que vuelvan a desaparecer. — Sus temblores continuaban incluso si eran menos fuertes que cuando me recosté a su lado, pero sabía que era miedo.

Algo me recordó a mí mismo, esa pesadilla no era común era algo más. La resolución se activó en mí como una llamarada y entonces la abracé con más fuerza para hacer la segunda promesa de la noche — No me marcharé, no lo haré Sakura… me quedaré a tu lado y no desapareceré.

Cuando finalice mis palabras los espasmos se detuvieron y lentamente su cuerpo se relajó, sin embargo, su agarre sobre mí prevaleció como el acero. Me quedé en silencio a su lado sin detener mis pensamientos ahora turbulentos y algo protectores sobre la niña en mis brazos ¿Qué había sido eso? Nunca la había visto así tan vulnerable como si fueran a romperla de la nada. Ella no era débil, ella era de hecho una de las personas más fuertes que conocía, pero justo en ese momento se mostró tan frágil que me estremecía. Ella parecía ocultar algo profundamente, ¿Qué tanto? Quizás fuera peor que lo que yo cargaba, pero siempre se había mostrado tan feliz, tan llena de vida… era difícil imaginar que podría ser. Había visto destellos antes de cosas, pero nunca las revelaba, siempre buscaba estar calmando a los demás mientras se guardaba todo el dolor por sí misma, lloraba… quizás sí, incluso si era la primera vez que lo había visto, era probable que fuera tan emocional, pero dudaba mostrarse como tal. Sea lo que fuera, en mí nació el sentimiento de descubrirlo, algún día quizás podría ver tras de ella. Con esto en mente finalmente cerré los ojos y me permití caer en el abismo del sueño, junto al rostro tranquilo que me acompañaba.

-0-

La nieve raras veces había caído con tanta fuerza, y aunque inicialmente cuando llegamos la capa de nieve nos rodeaba las rodillas empapando nuestros pantalones de invierno no nos había disuadido de entrenar, así que por eso ahí estábamos jadeando y con un campo remodelado, donde los charcos de agua se habían acumulado a nuestros pies y caía como riachuelos en los pedazos deformes de la tierra. El vaho de nuestro aliento salía en nubes blancas mientras respirábamos con fuerza, al tiempo que ambos usábamos nuestro chakra para regular el aire frío que pudo habernos quemado los pulmones si no manteníamos el flujo constante.

Sakura estaba de rodillas mientras yo aún permanecía de pie, aunque me temblaban las rodillas por el esfuerzo que tuve que mantener en nuestro combate mientras esquivaba sus ataques. Había mejorado su velocidad, tal parecía que Shisui se había dedicado esta vez a darle entrenamientos extra para poder asegurar que pudiera mejorar la precisión de los mismos junto con su constante fuerza. Si llegara algún día a ponerse al día, no creía que los entrenamientos fueran tan fáciles, tendría que buscar más formas de romper sus jutsu, aunque eso también era interesante.

— Eso fue rápido —murmuró ella al ponerse de pie entre trompicones, pero manteniendo la sonrisa — Parece que te di más problemas de los usuales Itachi-kun.

Se estaba burlando, incluso si había perdido y sabía que estaba frustrada ella estaba jugando para relajar el ambiente, aunque eso no evitó que frunciera levemente el entrecejo e hiciera un puchero de irritación. — Solucionable con algunas sesiones más —declaré volviendo a tomar dominio de mí y acercándome hasta donde ella estaba para ofrecer mis dedos en señal de reconciliación.

— Oh no dejaré que aumente más nuestra brecha, estoy trabajando duro para alcanzarte —dijo aceptando mi señal.

Aunque eran palabras de reto ambos sonreímos abiertamente, listos para regresar para el almuerzo. Ese día en particular habíamos decidido entrenar en uno de los campos estándar del clan ya que Shisui estaba de misión, así que no estábamos muy lejos del complejo, en donde probablemente nos detuviéramos unos minutos para beber algo caliente. Al menos ese pensaba que sería nuestro plan porque antes de que empezáramos nuestro camino de regreso ambos nos percatamos que habíamos estado siendo observados, así que nos giramos hacia el bosque, listos por si era una amenaza lo que se ocultaba, pero cuál no sería mi sorpresa de ver ahí cruzado de brazos a mi padre.

— Fugaku-san —declaró Sakura mostrando la sorpresa por los dos, ya que yo traté de mantener mi rostro en blanco. — Que sorpresa verlo.

Aunque mi amiga se decidió ser cordial inmediatamente, mi padre tardó un momento en evaluar el campo de entrenamiento antes de dirigirse a nosotros con una misteriosa mirada, —Sentí que había movimiento cercano, así que decidí mirar que era lo que pasaba. ¿Desde hace cuánto están aquí? — Realmente no habíamos estado entrenando mucho tiempo, el mismo frio era insoportable en nuestros pulmones si no manteníamos el chakra fluyendo como una corriente por nuestra vía respiratoria, calentando el aire, por ello nuestras reservas disminuían con rapidez, así que no pudimos estar allí mucho más tiempo.

— A lo largo de dos horas y media Padre —respondí con suavidad.

El volvió a mirar el campo y asintió —: Ya veo. — Aún parecía meditar sobre lo que veía por lo cual nos miramos de reojo con Sakura, ella preguntaba con la mirada si podría decir algo de lo que pensaba mi Padre, no obstante, estaba tan desconcertado como ella, no tenía idea de que esperar de él o que haría, pero lo cierto era que su sola presencia había desatado un ambiente incómodo. — ¿Cómo terminó el campo así?

Sacándonos de nuestra conversación silenciosa volvimos a mirar a mi padre, tal parecía que había llegado para el final del entrenamiento. Por su parte Sakura adoptó un tono rosa en sus facciones seguramente le avergonzaba pensar que la regañarían por dejar el campo remodelado, sin embargo, valiéndose de su propio coraje a pesar de las implicaciones declaró — Fue un choque… Itachi-kun derritió la nieve y bueno… yo me disculpo fui la causante de que el campo quedara así. — Ella se inclinó al terminar, pero los ojos del adulto frente a nosotros no parecían recriminar su afirmación, de hecho, parecían curiosos por la declaración y casi escépticos, pero decía casi, porque se combinaba con fascinación.

— ¿Cómo?

Sakura levantó el rostro mientras ajustaba sus protectores en los brazos, en un acto de nerviosismo — Yo… con mis manos —respondió.

Antes de que mi padre siguiera cuestionándola me adelanté a explicar —: Sakura tiene un buen control de chakra, es capaz de manipularlo para soltarlo en un estallido y causar destrozos de este tipo, su principal campo de acción es el Taijutsu. — Ahora volviendo su atención hacia mí la expresión había cambiado a una de sorpresa, que duró unos instantes antes de curvar sus labios en una pequeña sonrisa.

— Entiendo, la próxima vez que vayan a entrenar, deseo acompañarlos. — Esta vez ambos no pudimos evitar mostrar nuestra sorpresa, pero especialmente los ojos de Sakura estaban brillando.

— ¿No está molesto? Destruí el campo —comentó ella aún sin creer que mi Padre solo pareciera interesado más en el entrenamiento, aunque si lo planteaba desde su perspectiva posiblemente no fuera realmente tan sorprendente.

— El campo esta para entrenar, si ambos pueden crecer así lo destruyan no importa, me interesa ver qué tipo de técnicas tienes bajo la manga para enfrentar a Itachi. — Si ella no tuviera, aunque sea un mínimo de control sabía que terminaría abriendo su boca, pero lo máximo que llegó fue a una expresión de shock que solo desapareció hasta que le di un pequeño empujón con el hombro.

— P-por supuesto, será un gusto —declaró ella ahora con el rostro sonrojado.

A veces Sakura podía llegar a exagerar en sus reacciones con mi padre, era evidente que la ponía incómoda seguramente porque no sabía cómo reaccionar realmente, pero en vez de retroceder medía sus palabras y cordialmente respondía, era como si deseara ser lo más respetuosa que pudiera sin bajar la cabeza, y al mismo tiempo no dar la impresión de que su situación de nerviosismo se derivaba por algún acto discriminatorio, de hecho, creo que podría decir que mi amiga respetaba tanto a mi Padre que esto causaba su reacción. — Ya que han terminado ¿Por qué no aprovechamos para tomar algo caliente? —Ofreció mi progenitor midiendo las reacciones de mi acompañante que al instante saltó en su lugar.

— Yo… no quisiera molestar —balbuceó.

— No es molestia, por eso estoy ofreciendo, creo que un poco de té y tus dulces favoritos serian excelentes para este clima — Esta vez me miró.

— Sakura, vamos, después de todo necesitamos algo para calentarnos si no queremos enfermar —declaré con calma y tomando su mano para llamar su atención. Mi intención era relajarla y aunque fue evidente que lo conseguí cuando ella relajo sus hombros, el que terminó con una sensación extraña en la boca del estómago fui yo, cuando ella levantó sus ojos de color jade y los posó sobre mí y, con un sonrojo causado por el frio me sonrió.

— Entonces, acepto con gusto Fugaku-san — Ahora miró a mi Padre quien asintió conforme y entonces se giró esperando que lo siguiéramos.

Solté su mano al instante y ambos nos dirigirnos a un espacio bajo los árboles donde habíamos dejado nuestras pertenencias, entonces nos envolvimos en la cálida sensación de la bufanda y los guantes antes de alcanzar a mi padre que nos esperaba más allá con un semblante imperturbable. No intercambiamos palabras inmediatamente, pero podía decir que al ya no ser objeto de la intensa mirada de mi padre Sakura se había relajado con agrado porque ahora miraba con calma hacia el cielo mientras mantenía sus manos detrás de su espalda. Entonces de la nada dijo —: Creo que si pudiéramos juntar de algún modo mi choque con tu técnica de fuego podríamos tomar a Shisui con la guardia baja. — Giré mi rostro sin comprender y ella notándolo continuó — Ya sabes, si pudiera conseguir hacer que perdiera el equilibrio, podríamos tomarlo por sorpresa, aún no he conseguido hacer que se mueva demasiado, pero si lo conseguimos.

— ¿Una trampa de shuriken? —Aporte a la conversación pensando en la restricción de movimientos que podríamos intentar con el mayor.

— Podría ser, pero me preocupa que él teniendo el sharingan puede ver demasiado nuestros lanzamientos — Ella pareció meditarlo un momento — No genjutsu, velocidad…

— Puede que si conseguimos distraerlo puedas mejor golpearlo, podría intentar detenerlo —declaré, pero Sakura parecía hundirse un poco.

— No es mala idea, pero quisiera conseguir algo conque poder dar un soporte mayor, ya sabes no solo mi fuerza —murmuró ahora mirándome de reojo.

Lo había estado pensando y tenía razón, aunque ella y yo podíamos sincronizar golpes en conjunto había algo que faltaba para que las piezas del rompecabezas encajaran cuando se trataba de luchar con Shisui; aún había muchas brechas entre nosotros por lo cual solo restaba intentar llenarlas de algún modo, pero encontrar el punto de todo eso se llevaba a una mera cuestión de técnicas que parecían no existir aún de su parte o quizás de mi parte. — Técnicas elementales —dije llamando su atención.

— No… no se nunca he probado con alguna, y… bueno tampoco se quién podría enseñarme —Ese era un punto, pero igualmente no perdíamos nada con probar.

— Técnica de fuego, podríamos ver si es posible si puedas usarla. — Ante mi declaración no solo llamé la atención de ella sino también de mi padre que sabía que nos prestaba atención, aunque aún no había dicho nada al respecto.

— Creo que no soy compatible con ella —admitió — No perdemos con intentar, pero siento que si tengo un elemento no es el fuego.

— Si tienen dificultades con ello quizás aprender a manejar armas para cubrirse las espaldas sea lo mejor por ahora. — Los dos levantamos nuestros rostros y miramos a mi padre que, aunque había retomado su mirada al frente aún esperaba nuestra respuesta.

— Puede que sea bueno, en tiempos como estos ayudaría a regular la cantidad de chakra que usas —mencioné consciente de lo que había querido decir mi padre con su apunte repentino.

— Será bueno comenzar con ello, nunca he empuñado un arma que no sea una Kunai o shuriken. Además, Shisui con su velocidad junto con su kodachi… es verdaderamente peligroso —Nuevamente pareció abarcar sus pensamientos de forma reflexiva.

— Pasado mañana a medio día. — Puntualizó mi Padre como un comando, alguno que seguramente podría haberle dado a alguno de sus subordinados, pero ahora lo dirigía a nosotros; claro que por el contenido de las palabras era fácilmente deducible lo que pensaba al decirlo.

Sakura también pareció entenderlo ya que al instante sonrió y pareció emocionada al respecto — ¿Qué necesitaremos? —preguntó, entonces parecía haberse olvidado de sus reservas y dio un paso al frente para poder ver a mi padre al rostro.

—Llevaré lo necesario. — Declaró con simpleza cuando finalmente salimos a la calle principal del barrio Uchiha. Algunos saludaban a mi padre y a nosotros como siempre mientras caminábamos, pero no hubo retraso hasta la pequeña tienda donde nos refugiamos.

El cambio en el clima fue un bien apreciado, estando el interior tan cálido un escalofrío fácilmente nos recorrió, y pronto en la entrada nos sacudimos el exceso de nieve en nuestras botas. — Bienvenidos, oh Fugaku-sama, es un gusto verlo — El hombre a dentro y quien sabía era el esposo de la señora que siempre nos atendía, sonrió ampliamente mientras rodeaba el mostrador, y se acercaba a mi Padre, — ¿Qué desea?

— Nos sentaremos a comer algo, primero deseamos un poco de té, ya ordenaremos el resto — Haciéndonos una seña tomamos nuestro lugar en uno de los lugares más cercanos al mostrador, donde el calor era mayor.

— Como guste, ¿Jazmín, té verde?

Él nos miró y casi automáticamente respondimos los tres —: Verde — Fue una sorpresa que nuestra respuesta fuera sincronizada, pero la única que soltó una tímida risa fue Sakura quien mantuvo su alegre expresión un momento más. Luego de eso fue más sencillo que cada uno pidiera algo, de parte de mi padre solo mantuvo su taza de té humeante, en cuanto a mi amiga solicitó un cuenco de anmitsu y yo mis dangos favoritos.

La cara de felicidad que Sakura dio a cada bocado era casi irrisoria, ya que siempre acostumbraba a comportarse de forma compuesta, pero en ese momento su expresión infantil era tan clara que era evidente que ella también era un infante, realmente era reconfortante hasta cierto punto — Muchas gracias Fugaku-san —dijo ella cuando iba por la mitad de su plato — Esto realmente ayuda.

Miré a mi padre quien parecía que se había sumergido en sus pensamientos, pero cuando escuchó a Sakura la observó directamente. — No hay problema, en primavera probablemente ambos estén ocupados, así que es una buena oportunidad —respondió. Sus ojos parecían no regalar nada, pero lo presentí él quería realmente ver que sería… que podíamos hacer.

-0-

La expresión de mi padre cuando entró al campo de entrenamiento aquella mañana y nos encontró luchando a Sakura y a mí fue una que quedaría grabada en mis memorias por mucho tiempo, ya que aunque él era difícil de impresionar, no pudo evitar mostrar una expresión de sorpresa cuando el pequeño cuerpo de 6 años de Sakura se movió en un instante justo antes que con las manos desnudas, al intentar golpearme destrozó como un mondadientes un alto roble del campo y luego imbuyendo chakra en sus pequeños brazos levantó el mismo y lo giró en mi dirección, pude haber salido lastimado, de no ser porque me apresuré a agacharme a tiempo para que pasara frente a mí el tronco maltratado.

De mi parte había aprovechado los segundos en que estuvo cerca para colocar un pie sobre la corteza y adherirme a él, de esa forma pude colocarme sobre su tronco para poder usarlo de impulso y atacar a mi compañera de entrenamiento, quien alcanzando a ver mi movimiento soltó su arma improvisada y se preparó para detener mi golpe, sin embargo, al impactar contra ella la fuerza fue demasiada para que mantuviera el equilibrio, por lo cual terminamos dando un par de giros por el suelo antes de poder separarnos. Al menos la cubierta de nieve había servido de aconchado porque seguramente ese golpe nos hubiera dejado con más de una lesión.

Poniéndonos en pie ambos respiramos agitados, habíamos estado luchando desde hacía un rato y aunque solo había sido mientras esperábamos a que mi padre apareciera, habíamos vuelto a exagerar. Lo que me llamaba la atención era la tenacidad de Sakura que, aunque sabía que su chakra parecía a veces ridículamente bajo conseguía explotarlo de forma perfecta, controlando las raciones para mantenerse en el juego. — Bueno, ambos caímos… —dijo ella barriendo la nieve de su ropa y dándome una sonrisa.

Comenzaba a imaginarme que entre más creciera su fuerza sería peor, y su control de chakra podría ser aprovechado de otras formas. Antes de continuar con la conversación mi Padre se acercó a nosotros, su rostro había vuelto a su estado de siempre pero su mirada no, había puro interés en la forma en que Sakura luchaba, pero si esperaba saber hasta cuanto podía hacer, no lo dijo en esos instantes, al contrario, al llegar a nuestro lado sin mucha introducción sacó de su chaleco un pergamino del cual invocó dos kodachi. — Como parece que ya han calentado, creo que podemos ser breves. — Extendió una para cada uno de nosotros esperando a que las tomáramos.

Sakura tardó un poco más en tomarla, pero igualmente la recibió sin protestar. No eran muy ornamentadas y tampoco vistosas, eran lo justo que se esperaría de un arma para el entrenamiento, el punto es que fuera funcional. — He visto sus movimientos, de ambos, y si tienen velocidad y resistencia, pero, Sakura, tu juego de piernas falla cuando te mueves en un aumento de chakra, si no fortaleces tu equilibrio te será difícil ponerte al día. Itachi te hace falta fuerza y control. — Lo sabía, pero era impresionante que él pudiera determinarlo solo con una mirada, por supuesto yo no era perfecto, aún me faltaba mucho para adquirir la fuerza que deseaba por eso entrenaba, e incluso sabía que no era lo único que tenía que pulir en mis habilidades.

— S-si —dijo Sakura, nuevamente nerviosa bajo el escrutinio de mi padre, pero nuevamente él no dio importancia.

— Lo que van a aprender les ayudará con eso — Cruzándose de brazos, en un aparente estado de severidad señaló el centro del campo.

— Primero quiero que sostengan la kodachi, sientan su peso y se mentalicen que ahora esta será una parte de su cuerpo y muéstrenme como la sostendrían. — No era un misterio, tampoco una instrucción superficial, pero después de ver a Shisui tantas veces tenía una idea de cómo mantenerla, por ello no dude en sacar el arma de su funda y colocarla frente a mí.

Considerando el peso, este era mayor de lo que usualmente podría haber esperado, y era incómodo en un principio, pero no dudaba que me acostumbraría, di unas vueltas a la hoja y estiré el brazo simulando una tajada limpia en el aire. Ahora estando extendido podía notar las diferencias y el peso que involucraba cargar un arma así, para conseguir perfeccionar la técnica me llevaría también aumentar la fuerza de mis brazos. Giré mi rostro para ver a Sakura, quien a diferencia de mí parecía tener problema al empuñarla, aunque su agarre era firme, estaba cerca del final de la empuñadura, pero no parecía tener problemas con el peso.

— Parece que se han percatado una de las primeras cosas que tendrán que trabajar. — La voz de mi padre resonó antes de acercarse primero a Sakura quien era la que tenía los primeros errores para corregir.

Incluso con su voz severa, con la cual esperaba que ella se pusiera nerviosa y tímida, me sorprendí de ver que cuando se trataba de entrenamiento la actitud de mi compañera cambiaba radicalmente. Sus facciones se endurecieron como alguien más maduro y su concentración se enfocó solo en lo que decía mi padre, parecía como si estuviera acostumbrada a los ambientes cargados. Era una contradicción ¿Cómo podía simplemente actuar nerviosa en circunstancias normales y no cuando las expectativas estaban puestas sobre ella? Era evidente que mi padre había sugerido eso para saber más de sus habilidades, no solo quedarse con la referencia que teníamos, pero esto no parecía turbarla, al contrario, corregía cuanto podía con los concejos de mi padre.

Era una rareza — Ahora intenten chocar sus espadas. — Saliendo un momento de mi estado de estupor miré a mi padre y ahora a mi compañera que estaba frente a mí mirándome con la kodachi en línea recta hacia mi, lista para seguir las indicaciones; así que yo mismo me posicioné en mi lugar.

En un momento, cuando vimos que mi Padre se apartó ambos nos movimos al instante y blandimos nuestras armas. El golpe fue estremecedor y aunque no perdí la kodachi sentí el doloroso impacto en mis brazos y la corriente directa que se extendió por mi cuerpo haciéndome flexionar las rodillas. Casi pude sentir perder el control sobre el arma, se notaba que no tenía la fuerza para resistirlo, no aún, era diferente a empuñar una kunai, era más pesado, necesitaba otro tipo de movimientos para repeler, para aguantar. Miré a Sakura nuevamente y aunque ella parecía mantener la firmeza en su arma era un caso diferente su postura, la cual se había roto y parecía tener dificultades en mantener el equilibrio, para ella el impacto era una ruptura en su defensa.

— Eso es lo que se siente al chocar espadas, necesitan mejorar sus fuerzas, postura, respiración… — Ambos miramos al adulto junto a nosotros, era una oportunidad, se sentía más hacia el paso que teníamos quedar adelante.

— Por favor… enséñenos —dijo Sakura haciendo una reverencia — Fugaku-san.

Orgullo se desplazó por la mirada oscura de mi padre antes de asentir ante la petición de ella — No se los dejaré fácil —declaró.

— No esperamos que sea de otra forma Padre —dije igualmente haciendo una pequeña inclinación. Shisui seguramente se llevaría una sorpresa cuando regresara, pero lo importante ahora era alcanzarlo, si queríamos ir a la par.

-0-

Fue frustrante, era realmente molesta aquella sensación que se había establecido en mi estómago desde que nos asignaron equipos y no sabía por qué; la mayoría del tiempo lograba ignorarla sin problemas, enfocándome en mis propios asuntos, las misiones, entrenamientos, pero en tiempos como estos en que lo único que tenía que hacer era regresar a mi propio hogar luego de estar fuera todo el día, me era inevitable pensar. No es como si me disgustara mi equipo, simplemente éramos aliados, compartíamos armas y batallas, pero nuevamente estaba algo irritado. Siendo el menor era subestimado o tratado como un niño genio, no había un lazo profundo con ellos, aunque Shinko trataba de hacer que nos lleváramos bien con Tenma, era en esos momentos que pensaba que no hubiera habido tal necesidad si Sakura hubiera terminado en mí mismo equipo.

Y ahí iba mi otro punto de inflexión, desde ese día en la academia hace dos meses solo habíamos podido concordar para entrenar cuatro veces cada mes, en los cuales pude percatarme de que ella parecía crecer al lado de sus compañeros. Su nivel de adaptabilidad era mejor de lo que esperaba y aunque ella insistía en que teníamos que intentar encontrarnos era difícil. El último entrenamiento exhaustivo fue el que nos proporcionó mi padre, pero, aunque habíamos aprendido lo básico, Sakura se había decidido a usar la kodachi solo en momentos específicos, afirmó no ser su arma de regular uso, así que pocas veces entrenábamos con ella, incluso si sabía que seguía practicando de vez en cuando.

— ¿Qué pasa que estas en las nubes? — Repentinamente la voz de Shisui se escuchó a mi lado sacándome de mis pensamientos.

Ahí mi amigo con una sonrisa cansada se presentó ante mí, mientras que a nuestro alrededor se movían el resto de aldeanos — ¿Acabas de regresar? —dije ignorando inicialmente su pregunta y revisando por si tenía daños, pero no había nada, no obstante, su burbujeante felicidad estaba ligeramente apagada.

— No precisamente, estaba arreglando algunas cosas y ahora me disponía a regresar. Tú ¿Acabas de terminar las misiones? — Asentí en confirmación a su pregunta. — Ya veo ¿Cómo ha ido todo con eso?

— Normal, mi equipo… es complicado.

— Me imagino que la diferencia de edad y habilidades te deja en una mala posición —declaró dándome una sonrisa comprensiva.

Nuevamente confirmé sus palabras con asentimiento. Ese día Shisui tenía algo raro, aunque no parecía que fuera a compartir lo que sea que fuera, ya que su expresión se mantuvo en la mayor neutralidad que pudo, pero… luego de conocerlo desde hacía un tiempo podía decirlo, pero si no quería contar o decir algo sería complicado poder ayudarle. — Ha sido un poco diferente desde que termino la academia y los entrenamientos se han tornado repetitivos. Tampoco ha habido tiempo para poder pedirle a Sakura que entrene conmigo —dije, en un intento de desviar su atención hacia algo más, algo que le hiciera relajarse, sin embargo, el nombre de nuestra amiga solo pareció ayudar un poco porque su sonrisa apareció solo unos segundos.

— Si, ella realmente ha estado ocupada, aunque esto siempre ocurre cuando los equipos se forman, las misiones solo dan tiempo suficiente como para intercambiar algunos saludos o unos pocos momentos de tiempo. — Ahora cambiaba su expresión a un semblante más animado, pero era falso, sabía que se estaba forzando ¿Qué le ocurría?

— Shisui… tu…

— Hablando de Sakura ¿no es ella? —Antes de que pudiera completar la frase dirigí mi mirada hacia la dirección que señalaba mi amigo.

Tal y como decía ella estaba caminando unos pasos más allá de nosotros, arrastrando los pies con cansancio, también su ropa… esta se veía raída y rota en algunas partes, además de un par de cortes aquí y allá en su piel. ¿Qué había estado haciendo? Como si ambos nos hubiéramos hecho la misma pregunta aceleramos nuestro paso hasta que solo estuvo a un palmo de nosotros. Cerca de ella la escuchamos mascullar palabras como de queja, casi parecía molesta. — ¿Sakura? — Llamó Shisui al instante, también curioso por el estado en que estaba.

Como si fuera un interruptor ella se irguió, dejando de caminar y se giró hacia nosotros. Seguramente su rostro hacia unos momentos no mostraba la mirada sorprendida que ahora tenía, pero fue increíble que tan de repente pudiera brindarnos una expresión más viva. — Shisui, Itachi-kun —dijo ella segundos antes de sonreír ampliamente — Es una sorpresa verlos, y juntos, hacía algún tiempo que no era posible.

— Eso es cierto —afirmó nuestro amigo mayor — ambos han estado ocupados, así que ha sido duro. Pero supongo que ya estarán tomando el ritmo con sus equipos.

Sorpresivamente el suspiro irritado de Sakura nos sorprendió a ambos parecía amargada de solo pensarlo — Eso es una vil falacia —gruñó ella sin contener su molestia, algo raro de su parte. Esa expresión era nueva, parecía realmente irritada y la sensación de peligro se extendió pronto, poniéndonos la piel de gallina ¿Qué rayos había pasado?

— ¿S-Sakura? —Preguntó Shisui ahora realmente retomando su compostura habitual.

— Esos dos… —parecía que tenía muchas cosas que decir.

Dándonos una mirada Shisui y yo acordamos silenciosamente que podríamos tener un tiempo para los tres después de mucho, incluso si estábamos agotados, parecía que el fuego en la mirada de nuestra amiga más joven era suficiente motivo para impulsarnos a tomar cartas en el asunto.

-0-

Fue una sorpresa que ella aun ahorrara tanta fuerza a pesar de que claramente habíamos visto como caminaba agotada en medio de la calle, pero sin importar esto y las pequeñas heridas que mantuvo en su cuerpo, pudo luchar mano a mano contra nosotros, si bien aún no conseguíamos atrapar a Shisui en algunos instantes en donde el enfado de Sakura era evidente en sus ataques, ella se volvía ligeramente más veloz, como exprimiéndose al límite para alcanzarlo; solo en esos momentos logro rozarlo y hacerle soltar a Shisui un par de sonidos sorprendidos. Ahora finalmente los tres estábamos tendidos en el suelo de nuestro campo de entrenamiento favorito mirando hacia el cielo que estaba empezando a cambiar a una tonalidad naranja, pronto anochecería, y el atardecer comenzaba a mostrarse.

— ¿Y bien? ¿Qué fue lo que te molesto? — Shisui quien era el más compuesto de los tres se sentó y miró a Sakura con una sonrisa tranquilizadora, no obstante, ella tenía el entrecejo fruncido, pero esta vez no parecía molesta, al contrario, parecía meditar. — ¿Sakura?

— Lo siento Shisui, pero… quiero redirigir esa pregunta hacia ti. — Inmediatamente como salieron esas palabras de sus labios, el ambiente se tornó frío, quizás por el shock de escucharla soltar la pregunta que me había estado rondando, o porque nuestro amigo nunca se la esperó, realmente no lo sabía, pero si me quedó claro que especialmente al miembro más viejo de nuestro equipo estas fueron el equivalente a un cambio de carácter. — Y antes de que quieras negarlo, tengo que decirlo, no estabas concentrado, eso se notó al permitirme acercarme tanto; además hubo algunas cosas que pudiste haber esquivado de forma más rápida, tal y como siempre lo has hecho, pero… no lo hiciste, había duda en tus movimientos, algo te estaba retrasando. — Sakura se sentó con esfuerzo, pero prestó toda la atención a nuestro amigo con una firme mirada.

No parecía que Shisui fuera a decirlo muy pronto, pero… yo también pensé que no se podía quedar eso así, por ello imitándolos a ambos me levanté hasta quedar sentado y dije —: Shisui, siempre estas evitando preocupar a los demás, pero podemos verlo, yo también quiero saber. Déjanos… apoyarte esta vez.

Ahora la mirada oscura de él se posó sobre mí por unos instantes antes de suspirar y por sí mismo revolver sus cabellos casi con desesperación antes de reírse tristemente — Definitivamente a ustedes dos no se les escapa nada ¿Cierto? — Sus palabras sonaban amargas, pero al mismo tiempo tan neutrales. No estaba enfadado, pero no parecía que fuera sencillo para él decirlo, entonces, arrastrándose sobre sus rodillas Sakura tomó lugar a su lado y colocó sus pequeñas manos sobre su rodilla, en un silencioso asentimiento de apoyo, sin palabras o presión sobre él, solo una cálida y paciente mirada para nuestro amigo. Finalmente, Shisui se movió, tomando con su mano libre una de Sakura, y entrelazando sus dedos, solo fijándose en la unión de ambos, entonces nuevamente su voz resonó en el claro destrozado — Mi padre murió ayer en la tarde… y mi madre está cerca de lo mismo, ella se encuentra en el hospital en estos momentos.

Fue como un balde de agua fría, especialmente porque no había tristeza, no estaba regalando nada con su voz o rostro, lo único que denotaba que estaba sintiendo algo por todo esto era el apretón que mantenía con Sakura y su mirada perdida en este. No sabía que decirle, incluso si era evidente llegaría el momento, ya que su Padre había estado enfermo por un largo tiempo, tres años eran demasiado y su Madre con el tiempo se había consumido con la enfermedad de su compañero; no obstante, ahora que había llegado la hora, no había algo que pudiera decirle.

— Shisui… —Sakura tampoco parecía segura de que decir, sin embargo, demostró lo que quería expresar al finalmente recostar su cabeza en el hombro de nuestro amigo y pasar su otro brazo detrás de su cuello, en un abrazo incómodo.

Solo entonces las palabras vinieron — Ven a cenar esta noche —Me levanté finalmente y terminé de reducir el espació entre nosotros — No hay mucho que podamos hacer, pero al menos estamos aquí.

Sakura levantó el rostro y le dio una sonrisa amplia — Itachi-kun tiene razón, si tienes que estar molesto o deprimido, puedes hacerlo, no siempre tienes que ser el lado humorístico. Aquí, entre nosotros no somos ninja, solo somos nosotros. — Shisui se sonrojo antes de finalmente reír como siempre y para mi sorpresa, violando todo espacio personal, y con su siempre característica velocidad a ambos nos tomó y nos rodeó con sus brazos en un abrazo casi asfixiante e incómodo.

— Oye... — gruñí, inseguro de cómo reaccionar.

— Gracias — solo dijo antes de levantarse con nosotros dos hasta finalmente soltarnos. — Tomaré esa invitación a cenar, pero también… deseo que dejemos el tema aquí, sé que querrán estar allí y lo apreció, sin embargo, no quiero que se depriman, estaré bien.

— ¿Quien habló de deprimirnos? estaremos contigo —Nuevamente esa fogosa mirada en Sakura se levantó — Incluso si solo es un instante, solo tienes que extender la mano y la tomaremos ¿Cierto Itachi-kun?

Asentí de acuerdo con ella, incluso si teníamos responsabilidades, así como él no nos daría la espalda no podíamos dársela a él. — En serio tengo a los mejores amigos de mi lado — declaró Shisui — Bien, pero si alguno de ustedes llora automáticamente recibirá un castigo.

— Bien, ya verás solo dinos cuando — No sabía que planeaba Sakura, pero sr determinación me decía que si se le cruzaba un muro lo destrozaría sin dudarlo.

— Mi padre será enterrado pasado mañana, pero sé que ustedes…

— Estaremos allí, tu solo espera y veras —le interrumpió Sakura — Es una promesa.

— Oye… ¿Qué planeas hacer? — Ahora los dos estábamos expectantes, curiosos por saber que haría. De mi parte sabía que podía de alguna manera conseguir un permiso ya que Shisui era miembro de nuestro mismo clan, no sería difícil convencer a mi padre, pero Sakura era alguien externo, no importa lo buenos amigos que eran del clan.

A pesar de la pregunta ella solo sonrió confiada y dijo enigmáticamente —: solo… desataré el infierno. — Era algo extraño, pero fue emocionante ver esa mirada en ella, y también reconfortante.

Repentinamente la presión inquieta que había estado sintiendo en esos días se había reducido solo con su declaración, ella no nos había dejado de lado, sabía que ella cumpliría la promesa que había hecho antes de convertirnos en genin.

-0-

El día del funeral fue curiosamente soleado y anticlimático, ya que, aunque Shisui no estaba riendo ante la pérdida de sus dos padres, habiendo su madre fallecido la noche anterior, su expresión tranquila, además de los comentarios fáciles que soltaba cada vez que alguien le daba las condolencias lo hacía lucir normal, la auténtica templanza de un ninja. Solo había un momento en el que su expresión vacilaba y era cuando buscaba con la mirada a Sakura, quien había prometido ir ese día y aunque las probabilidades eran pequeñas aun así ambos confiábamos en ella, además aún no había comenzado la ceremonia. Quizás estuvimos demasiado concentrados en ella que por eso ambos fuimos sorprendidos cuando sorpresivamente ella apareció al lado de Shisui, tomando su mano, sin que ninguno de los dos la hubiéramos visto llegar.

La sonrisa que le dedicaba a mi amigo cuando apretó su mano para llamar su atención fue una en la que no había pesar, o lastima solo apoyo total a la situación. — Te dije que vendría —murmuró ella. Vestía un sencillo kimono negro y su cabello estaba recogido en un moño alto con una cinta oscura, sin embargo, el color de su cabello y ojos, en medio de la maza oscura que nos rodeaba, rompía cualquier tensión que pudo haber albergado mi amigo antes, y para mí era el recordatorio constante de que ella, sin importar donde estuviera tendía a hacer lo mismo, ya que por su propia esencia había roto el mundo oscuro en el que siempre había vivido, llenándolo de otros colores.

— Lo hiciste, y ahora estoy más intrigado por saber cómo lo conseguiste —respondió Shisui con cariño — aunque por ahora solo te agradeceré.

Ella asintió antes de soltarlo y luego ir a mi lado para dar espacio al resto de las personas que dieran sus condolencias. La ceremonia dio inicio media hora después, y ya que Shisui era el único miembro directo de su familia estaba destinado que estuviera solo en la primera línea, sin embargo, luego de haber ido a hablar valientemente con mi padre, Sakura consiguió sentarse a su lado, alegando que ya que no tenía tíos o abuelos, al menos alguien debería estar con él, de mi parte igualmente solicité poder acompañar a Shisui al frente y al ser mi único amigo, se me permitió con más facilidad de lo que lo había hecho nuestra amiga. Así que ahí nos encontramos los tres con el más viejo de nosotros en medio.

Todo pareció correr con relativa rapidez y más pronto de lo que imaginamos, en un instante habíamos estado en la ceremonia y en el siguiente los ataúdes estaban siendo depositados bajo tierra. Con las condolencias aún resonando mientras se marchaban, los últimos que se quedaron para hablar con Shisui fueron mi padre, Sakura y yo mismo; mi hermano y mi madre no habían asistido, más por evitar que el primero se aburriera en la ceremonia o terminara demasiado cansado. — ¿Cómo conseguiste venir? — Pregunté mientras veía a mi padre acordar con Shisui algunas cosas.

Sakura me miró de reojo antes de volver otra vez la vista hacia Shisui — Di todo en el entrenamiento, y… hable con el tercero pidiendo que nos aplazara cualquier misión, aunque sea por un día, claro que eso quiere decir que mañana saldremos a primera hora para cumplir una de rango C. Hayato y Tenryu no están muy contentos, pero no podrán reclamar nada, porque les puse en su lugar; no me importa si tienen un problema con ello, Shisui… era primero —respondió con una mirada firme.

— ¿No les va bien como equipo? — Pensaba que ella habría conseguido más avances.

— Somos un desastre… son pocas las veces que podemos ponernos de acuerdo. Hayato es demasiado arrogante y Tenryu solo lo provoca porque se siente inferior, además a ninguno de los dos les agrado. — Nuevamente ella suspiró y mostró esa expresión cansada — No me disgustan, pero creo que ser tan pequeña y con mucho talento pueden sentirse amenazados.

— Serán tontos si no pueden verlo —murmuré.

— ¿Ver qué? — Ella se mostró curiosa de mis palabras y aunque las había pronunciado por mi propia voluntad me di cuenta de que no sabía a qué me refería con ello, sea como sea, la irritación de antes había desaparecido un poco y en cambio el deseo que permaneciera todo un poco más así se mantuvo. — Itachi-kun… por favor dime ¿Qué quieres decir con eso?

Sus grandes ojos verdes me observaban expectantes y con un pequeño puchero, no obstante, fui incapaz responder, en cambio le di una sonrisa antes de caminar hacia nuestro amigo mayor. Sabía que ella deseaba insistir, pero evadiría la pregunta que hasta esos momentos no podía responder…

-0-

Me había descuidado, era una tontería, pero había bajado la guardia de forma miserable y era por eso que había pasado eso, y aunque sabía que no tenía toda la culpa de lo sucedido no podía evitar pensar que, si hubiera sido más fuerte, si hubiera comprendido la verdad detrás de aquello Tenma no hubiera tenido que sacrificar su vida. Apreté los puños con fuerza justo antes de que en mis manos en un movimiento aparecieran ocho kunai y me moviera para lanzar las armas contra los objetivos del campo, cada uno clavándose en un sonido sordo, que llenó pequeño lugar de entrenamiento en solitario que había estado usando. Como siempre cada uno terminó en el centro, pero… ¿De qué me servía ser tan talentoso? No pude salvar a uno de mis compañeros, porque por unos instantes, el terror me invadió, porque, aunque sabía que no podíamos ganar no impedí que él fuera hacia su muerte directa.

Una vida se había perdido, y en ese instante mis ojos se habían transformado. Mi padre había felicitado que finalmente mi sharingan había surgido, pero… ¿A qué precio? ¿En verdad valía la pena alegrarse por la muerte de un camarada solo porque la línea de sangre de mi clan había despertado? Era estúpido, no era momento de halagos o de comentarios fáciles.

Apoyé mi espalda contra uno de los troncos del campo y me deslicé hasta sentarme en el suelo, con la mirada perdida ahora en el cielo. Aunque me había impactado sabía que ese día había estado particularmente ansioso, era algo que no pude decirle a Shisui cuando habíamos hablado hacia unos días, pero realmente tampoco podría explicarlo, ciertamente había momentos en que la voz en mi cabeza volvía y me susurraba que todo iba a un puerto sin retorno, quizás era por eso que la muerte de Tenma me había significado un peso más grande que cualquier otro, aunque habían pasado dos semanas mi equipo se había roto por completo y ahora estaba solo nuevamente, a la espera de que se me fuera asignado otro escuadrón. No podía hablar de esto con mis padres, Sasuke era demasiado pequeño para comprenderlo y tampoco quería manchar su alma con mis problemas; Shisui, aunque fue por un breve periodo de tiempo tuvo una charla conmigo al respecto y si bien sus palabras suavizaron mi corazón, la sensación era asfixiante a veces, imposible reconciliarme conmigo mismo, y por último Sakura, todo lo que sabía de ella fue hacia dos semanas y media cuando fue la última vez que hablamos, justo antes de que partiera a una misión con si equipo.

Ahora la ansiedad se asentó en mi pecho ¿Estaría bien? Pensar en ello no me ayudaría y aunque volviera, ella ya hacía demasiado como para también cargarla con mis propios asuntos, ella era una persona libre fuera del clan. Pensar en ello me sentaba mal, pero, aunque quisiera verla tenía que ser lógico, la amistad que estábamos manteniendo podría continuar y al mismo tiempo terminar con el tiempo tan limitado que teníamos, pero por el momento se había mantenido sin problemas, sin embargo, no podía asegurarla. Cerré los ojos y traté de no pensar en ello, solo me hacía sentir peor.

Pasé unos segundos más de esa forma, solo en silencio conmigo mismo hasta que mis sentidos detectaron pasos, parecía una carrera apresurada, pero era demasiado silenciosa para tratarse de una persona normal, así que lo único que podía ser era un ninja, además entre más cerca estaba podía detectar una pequeña firma de chakra. Mi mano se dirigió a mi porta shuriken y saqué lentamente un kunai, así cuando finalmente lo sentí a mi lado, me levanté en un brusco movimiento, activando mi sharingan y apuntando a la persona que se había asomado por el lado del árbol. Tan veloz como lo había sido, me detuve al igual que la persona que ahora se reflejaba en mi mirada y que al igual que yo mismo se vio sorprendida por mi reacción. Ahora que lo pensaba, había sido estúpido de mi parte, ya que incluso si estaba siendo precavido con todo no quería decir que lo hiciera de forma indiscriminada, sin embargo, no sabía si mi sorpresa era precisamente por mi reacción o porque frente a mí, con un aspecto sudoroso y cansado estaba la persona que había querido ver.

— Itachi-kun —pronunció Sakura.

Saliendo de mi momento de sorpresa relajé mi postura y guardé mi arma, entonces detallé su figura. Llevaba una venda en su brazo izquierdo, justo en medio del hombro y el codo, lo que me decía que había sido herida anteriormente, aparte de eso su ropa mostraba signos de desgaste, con cortes aquí y allá algunos por el corte de algún arma y otros parecían por fricción, su piel usualmente blanca estaba entre un tono rosado y gris, aquí y allá junto con una capa de sudor recubriéndola; su cabello rosado estaba desordenado, quizás por su carrera resiente. Todo su aspecto gritaba fuertemente que acababa de regresar a la aldea.

— Bienvenida a ca… —esperando apartar mi resiente desliz estaba buscando mostrarle que me alegraba de verla, pero ella, sorprendiéndome en el acto rodeó mi cuello con sus brazos delgados y me atrajo a un abrazo.

— Lo siento — fue lo primero que dijo dejándome helado en mi lugar — Escuché lo que pasó… lamento no estar cuando ocurrió.

Así que lo sabía, parecía que las noticias se movían rápido incluso si ella acababa de volver a la aldea. Volviendo a mi expresión imperturbable traté de evitar que se sintiera triste, intentando ocultar lo que pensaba realmente al respecto, por eso con mi tono desprendido dije —: Está bien, ya todo terminó y por ese evento ahora tengo el sharingan. — Intenté quitarle importancia, realmente sabía que mi tono había sido perfecto, no había nada de mi sufrimiento en él, sin embargo, nuevamente quedé desconcertado al sentir como ella negaba con la cabeza y sentía como mi camisa se empapaba, justo en el lugar donde su rostro estaba oculto.

— Deja de mentir… no trates de ocultarlo Itachi-kun no está bien — su voz quebrada me estremeció al igual que sentí como se apretaba más contra mí sin lastimarme.

— Sakura…—Murmuré, justo antes de apartarla un poco para verla, pero casi me arrepentí al ver sus ojos de color esmeralda inundados de lágrimas; esa imagen hizo un nudo a mi garganta y mi corazón se sintió pesado. Ella pareciendo notar mi repentina angustia fortaleció su mirada, incluso si aún se mostraba triste me manifestó su determinación tras de ella. — Entiendo que no quieras que te vean llorar o que no puedas, pero… al menos se honesto, dime cómo te sientes… hicimos una promesa Itachi-kun, si tú no puedes llorar yo lo haré por ti, pero… no sufras en silencio, no está bien, confía en mí, apóyate en mí, puedes ser honesto conmigo.

Ella no estaba cumpliendo solo porque sí, su presencia me decía que le importaba realmente, mi estado de ánimo, yo mismo, todo… su estado sus palabras. Entonces supe que no podía ganarle no ahora, ella realmente solo tenía que aparecer para desarmarme, pero ella tenía razón no podía simplemente llorar, eso ya lo había hecho y no me había servido de nada, asi que solo, agotado de mis propias emociones me dejé caer en su bondad y recosté mi frente en su hombro mientras la rodeaba con los brazos, esperando poder liberarme de algún modo. — Fue frustrante… —dije finalmente y comencé con una voz suave a contar todo, mis pensamientos, mi ira, el dolor la culpa, todo se derramo como un rio que busca encontrar el mar para finalmente dejar de recorrer un camino marcado, incluso si había modulado mi voz y escogido palabras exactas para no ser tan evidente, sabía que lo había entendido.

— Incluso si lo digo sé que no sentirás que no es tu culpa, pero… si quiero que sepas que tienes que empezar a dejar de pensar que tienes el deber de hacerlo todo por ti mismo —respondió ella mientras frotaba en círculos mi espalda — Para eso estamos tus compañeros, e incluso aunque no estén frente a ti te dejan con más que un simple par de ojos nuevos, te dejan experiencia y una voluntad.

— Sin embargo, tengo la fuerza y no pude hacer nada —repliqué.

— Y ahí es donde te equivocas — Ella se apartó para que pudiera verla a los ojos. Había dejado de llorar, pero aún podía ver comprensión y dolor, pero no era necesariamente por lastima, ella solo estaba allí haciendo justo lo que decía — No podemos salvarlos a todos y tomar la responsabilidad por completo., solo nos hará daño, si te lastima entonces solo levántate y hazte más fuerte para protegerlos la próxima vez. Nunca he escuchado de un ninja que haya sobrevivido sin equivocarse o sin perder a alguien cercano, incluso el primer Hokage perdió a muchos, pero se hizo más fuerte para poder parar con ello, confió en sus camaradas y en los que fueron sus enemigos y gracias a eso ahora tenemos la aldea en la que vivimos y nos pudimos conocer, pero todo se debió a que él quería cambiar algo. Ahora, si también quieres cambiar algo no confíes solo en tu fuerza, deja que yo sea tu apoyo, te aseguro que haré todo lo que este en mis manos para ayudarte a avanzar también y caminaré a tu lado para que cuando te tropieces yo pueda ayudarte y de igual modo… espero que puedas hacer lo mismo por mí.

Sus palabras fueron como un detonante, algo en mi interior se removió de forma contundente y la sensación brillante nuevamente apareció en mi pecho, ella tenía razón, si esto dolía solo tenía que ser más fuerte para evitar que se repitiera, aprender del pasado para avanzar al futuro. La niebla que no me dejaba ver un poco más allá se había disipado nuevamente y lo que veía más adelante era la mano extendida de mi amiga que sonriente esperaba. Siguiendo mi propio instinto levanté mi mano derecha y, justo como lo había hecho Shisui coloqué mi mano sobre su cabeza antes de acercar mi frente y colocarla contra ella — Gracias Sakura.

Un lindo sonrojo apareció en su rostro, pero fue acompañado por una brillante sonrisa, y aunque parecía querer decir algo, una tos intencional rompió el pequeño ambiente que se había formado a nuestro alrededor, así que, habiendo sido tomados con la guardia abajo levantamos nuestros rostros hasta la rama donde habíamos escuchado el sonido, solo para encontrarnos con Shisui, sentado sobre ella — parece que su relación cada día es más estrecha —dijo nuestro amigo antes de suspirar y finalmente saltar de su lugar y caer a nuestro lado.

— Shisui —pronunció Sakura antes de sonreír ampliamente, gesto que le fue devuelto por él. — Bienvenido.

— Estoy de vuelta, aunque tendría que decir lo mismo para ti Sakura ¿Dónde te metiste para terminar hecha girones? — Al instante la vergüenza se mostró en su rostro junto con un ceño fruncido y un puchero.

— No es importante, además estando de misión siempre llegas rápido así que no trates de criticarme — dijo mientras ella trataba de quitarse un poco de sudor y lágrimas del rostro con el dorso de su mano, pero solo consiguió un manchón de tierra sobre sus pómulos.

— Pero no llego hecho polvo. Además, tu misma lo dijiste acabo pronto, así que decidí buscar a Itachi ya que deseaba saber cómo estaba, pero parece que terminamos teniendo la misma idea y te has adelantado, aunque en ello evitaste tomar un baño antes de buscarlo —declaró cruzándose de brazos con una sonrisa astuta. — Eres realmente adorable.

El rostro de Sakura pasó de un sonrojo a adoptar un color escarlata que estaba completamente bañando sus facciones y parte de su cuello al tiempo que comenzaba a mover las manos en un gesto nervioso — Era más importante esto, el baño no se moverá a ningún lado, en cambio… quería saber si Itachi-kun estaba bien, no podría hacer otra cosa sabiendo que alguien importante para mí probablemente está sufriendo.

Ante la declaración mi pecho se sintió cálido y un pequeño sonrojo bañó mi rostro, aunque afortunadamente ninguno lo notó; por su parte Shisui amplió su burla en sus facciones y también el interés en su mirada antes de preguntar —: Es interesante, pero ¿Cómo sabías donde estaría Itachi?

Sakura parecía aún más avergonzada, pero valiéndose de todo su coraje no retrocedió ante las palabras burlonas de Shisui, en cambio levantó la cabeza en alto y declaró —: Yo, pensé que haría en su situación, si hubiera perdido a alguien de mi equipo; mi respuesta fue que no me quedaría quieta o tranquila, si bien podría estar recriminando mi debilidad buscaría moverme, así que mi respuesta concluyente es que estaría entrenando — Esta vez nos dejó a ambos sin palabras, y ante nuestro estado asombrado ella se vio notablemente nerviosa — ¿Qué? N-no me miren así… yo solo pensé lo más lógico, Itachi-kun no es de piedra, aunque muchos piensen que lo es no es así, siempre ha tenido un fuerte sentido de responsabilidad, incluso sobre lo que no le corresponde.

— Sakura… es impresionante como funciona tu mente — Una suave expresión apareció en el rostro de Shisui antes de que fuera reemplazado por una sonrisa bromista — Creo que tendrás que tener cuidado Itachi, puede que Sakura te esté espiando.

No es como si creyera aquello, pero me fue inevitable enarcar una ceja por su comentario sacado del sobrero — ¡Yo no lo estoy espiando! —Refutó ella, casi parecía entrar en pánico de la sugerencia del mayor, a pesar de que yo no había mostrado señal de que considerara las palabras de nuestro amigo — Solo que… después de conócelo tanto tiempo, ya sabes… solo pensé que sería así.

Su expresión avergonzada, además de sus balbuceos ahora casi sin sentido que continuaron luego de sus últimas palabras terminaron de sacar cualquier tipo de molestia en mi pecho, en verdad esos dos eran una influencia mayor de la que me gustaría admitir. — Sakura, descuida nunca he considerado como ciertas las palabras de Shisui —me adelanté a decir para tranquilizarla, ya que parecía que el mayor solo parecía disfrutar de su expresión. Ambos me observaron finalmente y entonces aproveche para darle mi propia sonrisa agradecida — Shisui, Sakura, gracias por todo.

Ambos volvieron a actitudes más tranquilas y amables, olvidando las bromas anteriores que habían estado intercambiando entre ambos —Aunque era Shisui el único que se estaba burlando—, y poco después tomándome por los hombros Shisui declaró — Sabes que cuentas con nosotros, no te traicionaremos o daremos la espalda.

— Eso es cierto, puedes contar con nosotros Itachi-kun. — Sin dudarlo, sabía que sus palabras eran ciertas, ahora mismo no podía negarlo y esperaba nunca tener que perder esa comodidad, incluso si las sombras que se ocultaban detrás intentaban decir lo contrario, yo quería protegerlos, así como ellos lo estaban haciendo.

-0-

Normalmente nunca me permitiría caer de una forma tan descuida sobre mi cama, pero estaba frustrado y de mal humor, ni siquiera comprendía que era lo que había ocurrido para sentirme así. No era la misma sensación de hacía unos meses, era más intensa y aun así incomprensible para mí y no podía quitarme de encima la sensación. El techo parecía burlarse de mi estado y comenzaba a pensar si no había perdido la cabeza, incluso si era por un breve periodo de tiempo ¿Por qué me había comportado así? Apreté el protector que aún estaba en mi mano derecha y lo levanté hasta la altura de mis ojos observando el gravado de la hoja en él.

— Sakura — murmuré antes de suspirar y cerrar los ojos y volver a dejar caer mi mano.

¿Qué me había pasado? Hace meses cuando ella había llegado cargada por ellos, me había preocupado que hubiera salido seriamente lastimada y me molestó que ellos quisieran monopolizar su atención, ellos no tenían el derecho de hacerlo, ella podía escoger con quien estar y era por eso que los sentimientos posesivos de mi clan se habían encendido como una chispa ¿Cierto? Ya había llegado a la reconciliación de que haría lo que estuviera a mi alcance para que su decisión fuera permanecer con nosotros, no importaba si ella fuera una persona externa ella se había convertido en parte de nuestra familia. Desde entonces que fuera de misión con esos dos no me había sentado tan mal, pero esa mañana… no había sido lo mismo, solo recordarlo hacía que mi sangre hirviera y mis ojos picaran.

Ese día había estado en una misión de bajo rango, a veces me eran asignadas para romper la rutina, quizás el tercero pensaba que eso me ayudaría con mi estado mental, aunque realmente no era de gran importancia en esos momentos, gracias a mis dos amigos me había sabido recuperar y ahora mismo los entrenamientos se habían vuelto casi mi vida cuando no estaba en misiones, solo descansaba unas pocas veces a la semana y principalmente era un poco de tiempo para hacer recados o pasar un poco de tiempo con Sasuke. Como fuere esa mañana había terminado rápidamente mi labor con el gato Tora, a quien supe que no sería la primera vez que alguien tuviera que ir a buscar.

Mis pensamientos habían estado llenos de las nuevas técnicas a aprender en mi camino de regreso, eso hasta que la voz familiar me había sacado de mis cavilaciones y había hecho que dirigiera mi atención hacia donde la había escuchado. Lo que vi fue lo que me dejo congelado en mi lugar, solo unos segundos antes de que la sensación ardiente en mi pecho se desatara y apretara mis puños de forma inconsciente.

Sakura… ahí estaba con su amable expresión mientras hablaba con su compañero de equipo, que bien recordaba que se llamaba Hayato, quizás no fuera nada, de hecho, sabía que no era nada del otro mundo a simple vista, pero yo lo había percibido en el instante en que el chico se sonrojo y ella inocentemente se acercó a él preocupada de su estado. Viendo lo que se estaba desarrollando mi cuerpo se movió por su cuenta y con pasos seguros me acerqué hasta donde ellos se encontraban, tratando de controlar mi agitación interior.

Cuando él se había apartado, pero parecía dispuesto a decir algo más intervine, llamando a mi amiga por su nombre y acercándome todo lo que pude a ella fingí lo mejor que pude, sin embargo, tan pronto como me aseguré de que ella estuviera atenta a mí miré a su compañero. Pude verlo, aquel odio intenso en su mirada junto con sus intenciones previas a mi interrupción, casi parecía amenazarme de continuar allí, pero se equivocaba que con un intento tan pobre podría disuadirme de permanecer al lado de Sakura, en cambio yo mismo respondí a sus silenciosas palabras con mi propia amenaza. No iba a retroceder solo para darle vía libre para que se la llevara, podía ser complaciente con muchas cosas, pero Sakura no era una de ellas.

Finalmente, el chico con una gruñona respuesta se retiró dejándonos solos y yo pude lentamente bajar la guardia, hasta finalmente relajarme suficiente para mirar a mi amiga que parecía curiosa por el intercambio, pero si la alertó o incomodo de alguna forma no lo demostró en sus facciones, en cambio me sonrió y mostró su alegría mientras me preguntaba por si finalmente regresaba luego de mi misión.

Me tranquilizaba tenerla cerca y cuando ella simplemente se ofreció que camináramos juntos de regreso, pensé que era tan normal en ella hacer aquello. Pero mientras caminábamos mi propia reacción al respecto me extrañó, esta vez no había estado Shisui para impulsarme a tener esas emociones tan complejas así que ¿Por qué? No había arrepentimiento, pero eso no significara que no me enfrentara a mis propios sentimientos y acciones, aunque no iba a detenerme allí.

Nuestra conversación fue hacia mi misión y su entrenamiento, hasta que habló sobre el trato con sus compañeros con quienes de algún modo aun parecía quererse llevar bien ¿Acaso no sabía que los dos nos habían declarado la guerra? Ellos ya la consideraban parte de su equipo, ya anteriormente se habían levantado para intentar mantenerla. Fue intentando cambiar de tema que mi resolución se volvió un tanto petulante. —¿Quieres ir a comer algo antes de regresar? — Había preguntado repentinamente para intentar animarla.

Pude ver como su expresión cambio repentinamente y una brillante sonrisa se dibujó en sus labios mientras que sus ojos brillaban con emoción apenas contenida; era realmente un espectáculo para disfrutar cada vez que ella podía hacer eso. La comodidad que podía compartir con ella me tranquilizaba y me ayudaba a bajar la guardia sin preocuparme por tecnicismos, por ello cuando habló de que anteriormente había propuesto a sus compañeros ir a comer helado, pero no le habían tomado la palabra, su rostro se torció en una triste mirada, y yo resuelto en mis convicciones tomé su mano y declaré —: Es probable que algún día deseen acercarse, pero también es probable que… para entonces ya no desees estar con nadie más.

Recordar eso hizo que mi rostro enrojeciera ¿De dónde había sacado aquello? Si bien era cierto que esto era lo que esperaba, que ellos fueran tan idiotas como para dejarla marchar, nunca me creí capaz de siquiera poder decir algo como eso o si quiera lo que le había dicho después, nuevamente no tenía idea de donde habían salido las palabras ¿Frutos? ¿Florecer? Solo el repentino sentimiento de querer hacerla sonreír de ser honesto de lo que pensaba había surgido con fuerza y me había dejado desarmado. ¿Qué pensaría ahora? No sabía, pero lo que, si estaba claro en mi cabeza era que tenía que controlarme, no podía permitirme tales acciones, ella era mi amiga, no quería incomodarla, pero… ¿Y si no trataba de mostrarle mi agrado por su presencia y Hayato con su otro compañero lo hacían? El solo pensamiento me molestaba.

— Parece que tienes algo en la cabeza — La voz de Shisui desde mi ventana atrajo mi atención, allí con un semblante tranquilo estaba mi amigo quien estaba saludando con su mano izquierda mientras demostraba una amable expresión.

— Shisui — Pronuncie su nombre al tiempo que me sentaba en mi cama y esperaba a que dijera a que había venido.

— Me preguntaba si querías ir a entrenar y ahora que veo esa expresión de tormento creo que será lo mejor así podrás desechar lo que sea que te haya puesto de mal humor —ofreció — Aunque si quieres hablar de ello también escuchare.

Shisui quizás podría ayudarme a aclarar lo que sentía, tenía que admitir que de los dos él tenía mejor idea de las emociones, especialmente las que giraban en torno a nuestro clan, así que seguramente sabría porque tenía esa sensación. — Espérame en la entrada iré de inmediato —declaré.

Por su parte mi amigo sonrió antes de desaparecer; mientras tanto yo me aseguré de tomar algunas herramientas y me puse ropas más adecuadas para entrenar, en vez de las que siempre llevaba de misión, luego me apresuré para alcanzarlo en la entrada, y tal y como se lo había pedido allí estaba él de pie esperando por mí. Cerrando la puerta no perdimos tiempo en marchar hasta nuestro de campo de entrenamiento favorito y una vez allí, sin perder tiempo nos lanzamos en un feroz entrenamiento que duró hasta el crepúsculo, que fue el momento en que finalmente las fuerzas mermaron y con él como vencedor nos dispusimos a sentarnos al borde del acantilado que daba al rio Nakano.

— ¿Y bien? ¿Me dirás que es lo que te ha perturbado toda la tarde? — Preguntó respirando entre cortado, ahora mismo con la fuerza que había adquirido podía darle una pelea que lo perturbara, pero con todo lo que me abrumaba no era algo que me importara demasiado en ese momento.

— También me lo pregunto —respondí, mirando a la nada por un momento — Esperaba que me lo pudieras decir.

— Bueno no puedo decírtelo si no me dices que fue lo que ocurrió —respondió Shisui lanzando una piedra al aire para luego atraparla tres veces antes de finalmente detenerse y lanzarla contra el peñasco de en frente.

Frunciendo levemente el entrecejo y luego dando un suspiro cansado, intenté organizar mis pensamientos con cuidado antes de comenzar a narrar los hechos de esa tarde, paso por paso, emoción por emoción, y aunque omití algunas palabras de mi conversación, las referí como halagos, aunque no dudaba que él lo entendía muy bien sin necesidad de que entrara en detalles. En todo momento me escuchó con un semblante atento y una mirada perspicaz, que no apartó de mi hasta que terminé de hablar, solo en ese momento sus ojos se desviaron al cielo.

— Entiendo —comentó con una voz suave al tiempo que una sonrisa diminuta y que casi parecía triste cruzaba sus facciones — Sí que estas creciendo rápido.

— Por tu expresión siento que sabes que es.

— Por supuesto y no es nada malo Itachi, solo que decírtelo es ser demasiado evidente, tú mismo debes descubrir porque te provocan esos sentimientos esas escenas, pero no estas sintiendo nada malo, no es anormal es a lo que me refiero — Su semblante tranquilo me desconcertaba un poco porque de algún modo lo sentía un poco antinatural.

— ¿Entonces es normal qué me sienta tan molesto solo porque Hayato este cerca de ella? — Aún me costaba creer que eso fuera normal, pero Shisui simplemente soltó una suave risa por mi duda.

— Por supuesto —afirmó convencido mientras me miraba con una amplia sonrisa— Después de todo Sakura es especial para ti e incluso a puesto más de lo que te gustaría admitir. Siempre dices que no importa si ella toma la decisión de irse de repente, pero sientes ansiedad de que lo haga, temes que pueda reír al lado de otros y aun así deseas que sea feliz, sientes una opresión en el pecho el solo imaginar… que no eres tan importante como ella lo es para ti. Todas esas emociones son normales y solo necesitas un poco de tiempo para comprenderlas realmente Itachi.

Sus palabras tenían un tinte personal, era como la experiencia hablando ya que había descrito perfectamente cada una de las cosas que me hacía sentir, incluso algunas que no había pensado pero que al mencionarlas me estremecieron. — Lo dices, pero ¿Cómo sabes que lo provoca? — Pregunté interesado, pero esta vez en saber porque podía decirlo de esa forma.

— Bueno… — Nuevamente su rostro cambió a un aspecto pasivo antes de responder — Eso es porque lo he sentido. Esa sensación de ira y preocupación se conoce como celos Itachi, solo que debes saber que la provoca.

— ¿Qué lo provoca? ¿No es por mi sangre? Los Uchiha somos posesivos con lo que consideramos nuestro, parte de nosotros ¿no es simplemente una ilusión?

— ¿Quién dijo que era una ilusión? — Shisui casi parecía escandalizado por mi afirmación — Es cierto que los Uchiha somos unos posesivos, pero es porque nuestros sentimientos son más fuertes, no somos tan frívolos como para pensar en "me pertenece", al contrario, podemos ser tan testarudos para proteger lo que queremos, pero también somos tercos para aceptarlo, sabes que protegemos nuestros corazones. Hay diferentes tipos de lazos, pero los que nosotros formamos son supremamente fuertes, por eso solo nos unimos a personas que puedan mantenerlos tan estrechos, porque de lo contrario saldríamos lastimados, he ahí la mentalidad arcaica de nuestro clan de solo dedicarse internamente al clan, porque es algo que no abandonas sin motivos.

— De ser el caso, recuerdo que te molestaste con el equipo de Sakura antes así que ¿También estabas celoso entonces? ¿Por qué? — Algo pico en mi pecho y un pequeño escalofrío me recorrió cuando lo pensé, entonces la respuesta de Shisui era muy importante.

Me pareció que se tensaba un momento, quizás había sido mi imaginación, realmente no podía afirmarlo porque casi en el momento suspiró frustrado y se giró a verme con una expresión casi agotada y burlona. — Me ofendes con esa pregunta, por supuesto que me pongo celoso, Sakura es como mi hermana menor, no quiero que unos idiotas la lastimen o la lleven lejos, la quiero mucho porque ha estado para mí. Obviamente el pensar que nos la pueden arrebatar es duro y hace que me hierva la sangre.

No sé porque sus palabras me sonaban casi ajenas, no obstante, aumentaron mis dudas sobre mí mismo, él decía con claridad que era lo que provocaba sus sentimientos, pero ¿Y los míos? Él decía que algo activaba mis celos y que necesitaba pensarlo con cuidado… ¿Veía a Sakura como una hermana? No creía, la sola idea me daba una sensación pesada en mi estómago y no era adecuada… no es que no pudiera considerarla como tal, pero, no era correcto y solo me molestaba que siquiera pudieran sugerirlo de forma libre, ella era algo diferente para mí. — No te enfrasques ahora Itachi, podrás descubrirlo con el tiempo, pero intenta mantener esos sentimientos para ti, darles la oportunidad de crecer.

— Si tú lo dices —respondí con un suspiro, justo antes de que él me diera una suave palmada en el hombro.

— Cambiando de tema, tengo una noticia. — Sus ojos brillaron con picardía con sus palabras y por algún motivo me hicieron presentir que lo que sea que diría no sería bueno.

— ¿De qué trata? — Ahora cuestioné con recelo a lo que él me dio una mirada de sorpresa antes de reír y decir —: Deja esa expresión, no es nada malo, solo quiero decirte que dentro de tres días tú, Sakura y yo tendremos una misión juntos.

Ahora estaba confundido, no habíamos tenido una misión juntos, al menos no tan visible, no obstante, sus ojos decían con claridad que esta sería la primera significativa, y que fuéramos los tres era algo más nuevo, el punto era ¿cómo había conseguido apartar a Sakura? Quizás… no fuera una misión mala, si íbamos los tres tendríamos tiempo juntos, algo que desde hacía mucho no teníamos. — De acuerdo, la esperaré con ansias —respondí finalmente, ahora un poco emocionado, lo cual era raro, pero tenía el presentimiento que esto sería algo memorable.

0-SHISUI-0

Nos habíamos separado tarde, y aunque estaba contento de haber podido ayudar a mi mejor amigo con sus sentimientos confusos, ahora que finalmente estaba solo y podía dejar caer mi máscara mis propias emociones turbulentas me aquejaron. Había cerrado la puerta de mi casa hacia solo un par de segundos, pero no tuve la fuerza para adentrarme más allá en mi pequeño lugar, en cambio me dejé caer sentado en el suelo mientras hundía mi cabeza entre mis rodillas flexionadas y suspiraba.

Lo había imaginado, de hecho, lo había visto venir antes de que ocurriera, pero aún era difícil simplemente aceptarlo porque, aunque yo mismo había mantenido cierta distancia y había trazado una línea, una parte de mí había deseado con fuerza que no ocurriera. — Hablando de celos —murmuré pensando en la cara confundida de Itachi esa tarde.

Lo había visto incluso antes de que me lo dijera, lo confuso que era para él todo ese asunto, la inexperiencia, pero madurez para intentar comprender algo que aún estaba un poco lejos de su alcance para solo verlo con los ojos de un niño, aunque no era raro, de hecho, aunque él no se hubiera dado cuenta antes yo lo sabía, que los sentimientos de él por Sakura siempre habían sido un poco más allá que amistosos. Quizás antes, cuando recién se conocían no era así, incluso pudo desarrollar un poco de competitividad con ella, pero… siempre que la miraba, o ella decía algo, él terminaba cambiando su expresión, de forma tan sutil a veces, para él al igual que para mí Sakura se había vuelto una pequeña luz, pero sabía que para Itachi había sido más contundente, ella había quitado esa sobra de sus ojos, aquella que siempre le había perseguido incluso antes de que formalmente me presentara a él.

No debía intervenir, de hecho, no quería intervenir entre ellos, de corazón deseaba que pudieran tomar ambos su mano y avanzar juntos, que los dos se hicieran crecer hasta finalmente que sus sentimientos florecieran, porque lo sabía mejor que nadie, ellos dos tenían cierta afinidad. Incluso cuando Mikoto y Fugaku lo sospecharon no podrían ver que tan profundo había cavado Sakura en él e Itachi en ella, porque gracias a su rivalidad la mirada temerosa e insegura había retrocedido, solo era cuestión de tiempo para que Sakura también viera a Itachi con otros ojos y era en ese momento en donde yo quería poder estar ahí para apoyarlos, porque conociéndolos los dos se quedarían quietos si ninguno de los dos se movía.

Levanté finalmente mi vista y la posé en la oscuridad de la casa, pensando en lo silenciosa que era, en lo solitario que estaba desde que mis padres habían partido al otro mundo; en ese entonces pudieron ver a través de mí y aunque solo deseaba llenar ese lugar con cálidos recuerdos en vez de los dolorosos y duros que lo habían habitado, sabía que tenía que aguantar. Me lo había prometido esa tarde cuando Itachi pregunto, yo no sería un obstáculo para ellos, yo cambiaría, yo podía realmente convertir esa pesada sensación en sentimientos reales y fraternos, porque, aunque era doloroso, no los había dejado ir mucho más allá del no retorno. No obstante, por esta noche podía ser indulgente ¿No? Sabía que era tarde, pero… quería verla, aunque sea por unos momentos, así que la noticia de la misión que podría darle mañana simplemente podía servirme de excusa ahora.

Me levanté de mi lugar y tan silenciosamente como entre me marché, ahora corriendo por las vacías calles del lugar, y evadiendo con facilidad a los centinelas, con mi mente solo en un lugar al que tenía que llegar. La noche era cálida y tranquila e incluso si sabía que ella estaba dormida cuando llegué, no me impidió tocar un par de veces en su ventana, no obstante, al no recibir respuesta y soltando un suspiro me deslicé en silencio en su habitación.

Sakura siempre había sido bastante femenina a su modo, pero igualmente para tener ocho no tenía juguetes en abundancia, en cambio una gran cantidad de libros habían invadido la mayor parte del espacio, no obstante, había una que otra decoración y accesorio femenino en alguna esquina. Me hizo sonreír ligeramente, antes de dirigir mi mirada a la durmiente peli rosa que ahora se apretaba contra las almohadas de su lecho mientras mantenía una sonrisa satisfecha. Verla de esa forma era casi divertido, ya que, aunque siempre era brillante y alegre, cuando dormía parecía otra persona, más tranquila y ajena.

Quería protegerlos, a ambos. Ahora mismo no importaba realmente si me dolía, solo ver que ambos estuvieran felices y bien bastaba, pero solo por esa noche me dejaría ser un poco egoísta, como una última vez. Fue por eso que, aunque Sakura se despertó alterada y casi me sorprende con un ataque directo, no pude irme y en cambio saque bajo mi manga la excusa que había estado pensando desde que había salido de mi solitario hogar y que, aunque eran real la misión sabía que pudo haber esperado al día siguiente para decírselo.

La molesté un poco, haciendo que sus ojos pasaran desde la incomprensión hasta la ira y luego a la sorpresa. Ella era una persona bastante expresiva, algo que en el ambiente Uchiha no se veía casi nunca, incluso si no eran piedras llegar a mostrar tantas emociones era casi un evento paranormal, pero con ella era refrescante, la única amiga de los Uchiha, y quien permanecía tanto tiempo en el complejo que ayudaba a librar de su mente los problemas internos que había y seguramente a muchos otros, ya que su propia expresividad con todos era rica en más de un sentido. Quizás, si los otros de afuera pudieran acercarse, si no hubiera barreras entre los aldeanos y ellos, podría haber más, pero las restricciones los ataban y la única que parecía dispuesta a no juzgarnos realmente era una niña pequeña con puños de acero.

— ¿Por qué solicitaste una misión ese día? ¿No es más sano celebrar su cumpleaños como las personas normales? En vez de provocarle estrés ese día. — Su réplica junto a sus brazos cruzados y su puchero me recordaron porque me parecía encantadora a su modo.

Ella era una persona que pensaba en los demás y nos trataba "normal" pero tristemente en un clan ninja y siendo ninja no había espacio para la "normalidad" que mantenían los civiles, era curioso que ella pudiera siquiera pensarlo un poco, pero era su forma de cuidarnos a nosotros, darnos algo que nos sacara de nuestro pequeño mundo oscuro. Sin embargo, este no sería el caso, si ella estaba involucrada con nosotros también un poco de nuestra vida tendría que tocarla, por eso no dudé en desechar su idea clasificándola como "cliché" y argumentando la falta de la familia completa de Itachi. Sus ojos verdes parecieron perturbados y aunque yo mismo descartaba la idea su personalidad decidida nuevamente obraba maravillas, ya que intentó descartar mi comentario, optando por apelar al resto de la familia.

— Por una vez que lo robemos no pasará nada, además pueden celebrarlo cuando regresemos. Vamos Sakura coopera conmigo te prometo que no pasará nada. — Finalmente con mi promesa sus propias convicciones parecieron vacilar, hasta que finalmente suspiró derrotada y concedió mi capricho.

Definitivamente, no quería perderlos, ya había perdido demasiado como para permitir que ellos también, así que mientras pudiera ayudarles a fortalecerse haría lo que estuviera en mis manos, incluso si tenía que unir sus manos y quedarme atrás cuidándolos como mis propios hermanos no importaba, después de todo no era un destino demasiado cruel, no mientras ellos estuvieran vivos y bien.

-0-

Irritante. Incluso con mi buen control sobre mis emociones tenía que decir que Shisui había encontrado una buena forma para conseguir llevar mi paciencia al extremo con esa misión de escolta; como bien se decía las apariencias engañan y por eso mi expresión fue inamovible la mayoría del tiempo mientras estuvimos cuidando a esos dos pequeños, primero primaba la misión sobre las emociones, claro que eso no parecía importarle a Sakura quien como siempre no dudó en mostrar su frustración, incluso si fuera solo con palabras contundentes o seños fruncidos.

Tenía que decir que ella y Shisui eran la única parte agradable hasta ahora. Saber que íbamos los tres juntos fuera, en una misión real era algo que nunca habíamos hecho y que él lo hubiera conseguido suponía que era una hazaña en sí misma, aunque no era algo que fuera a expresar con palabras, ya que lo más seguro es que se le subiera a la cabeza si lo mencionaba.

Como sea tendría varios recuerdos memorables, tanto para hacerme fruncir el entrecejo como para replantearme la cordura de nuestro amigo mayor. Entre ellos fue el trato de los dos niños por Sakura, quién, aunque no dudó en mostrar su enfado e intentar defenderse de los comentarios hirientes fue el objetivo de la mayoría de ellos, no obstante, mi paciencia llegó a su límite cuando el niño de nombre Akane jaló uno de sus mechones rosados. Sin pensarlo demasiado, aparté a la molesta niña y tomé a Sakura de la cintura, para luego en un movimiento suave acercarla a mí en un intento de resguardarla de ellos, — No la toques —pronuncié con un tono helado que hasta a mí me hubiera sorprendido de no ser porque la ira era de una forma más dominante que cualquier otra cosa en ese momento.

En esos instantes pensaba en las palabras de Shisui, ¿De qué forma me importaba Sakura? Por ahora no me importaba responder aquello solo deseaba que las sucias manos de ese pequeño, y de todos los que quisieran lastimarla, se mantuvieran lejos. Coloqué a Sakura detrás de mí y seguramente tenía una expresión aterradora porque ambos niños retrocedieron al paso, sin embargo, poco me importaba en ese momento — Si insisten en molestarla no duden que habrá consecuencias —declaré. Siempre mantenía la compostura, pero en momentos específicos yo también podía romper mi férreo control.

Solo luego de que Sakura agradeciera que la defendiera y me diera su siempre amable sonrisa pude relajar mi semblante y respirar nuevamente en control, no obstante, inicialmente no me había acercado a ellos por aquello, había algo en el aire, un presentimiento de peligro que luego fue confirmado cuando nos atacaron. Nos conocíamos desde hace tiempo, podíamos comunicarnos con pocas miradas, e intuíamos que pensaba el otro, pero aun sabiendo aquello no pude evitar sentir un profundo orgullo cuando conseguimos sincronizar nuestros ataques para alejar a nuestros enemigos y poder escapar con los niños. Necesitábamos reagruparnos y poner a los niños a salvo, por eso no seguimos luchando, además sabía que Sakura había sido herida allá atrás, incluso si mantenía una expresión neutral podía ver el pequeño corte en su pierna.

— Desde que Shisui mencionó esta misión sabía que no iba a ser de ensueño. — Escuché que decía ella cuando finalmente nos detuvimos.

Mientras ella hablaba sentí a nuestro amigo faltante llegar así que incluso si entendía que era inevitable no pude evitar sentirme irritado por sus trucos, por ello no tuve reparo en responder —: Él tiene la fea costumbre de hacer este tipo de cosas ¿No es así Shisui? — Nuestro amigo salió de la espesura del bosque, pero curiosamente no estaba sonriendo en cambio había adoptado su semblante de seriedad, algo raro en él, pero que no disminuyó la preocupación destellante en sus ojos cuando nos revisó rápidamente.

Con los reclamos de Sakura por sus decisiones y las explicaciones rápidas de nuestro amigo mayor, al parecer al final llegaron a un mutuo acuerdo, sin embargo, aún quedaban ninja renegados por ahí, por ello, luego de asegurarnos de que Sakura protegería a los menores, nosotros partimos inmediatamente a buscar a los ninjas faltantes. Estaba preocupado por ella, pero tenía que confiar en su fuerza, por eso me obligue a seguir adelante, y eliminar los peligros que vendrían.

La batalla fue rápida, Shisui había iniciado lanzando un genjutsu para los ninjas que se acercaban por nuestro frente el cual surtió el efecto esperado haciendo que ellos cayeran al suelo, lo siguiente para ese primer grupo fue simple, solo tuvimos que acercarnos para acabar con sus vidas.

Pocos segundos más tarde, y conscientes de que había algunos más entre los árboles, tuvimos que movernos para esquivar un ataque a base de shuriken, hasta que al final nos colocamos espalda con espalda observando nuestro entorno, aunque con nuestro Sharingan fue fácil encontrar las firmas de chakra, por ello luego de un leve asentimiento de nuestra parte comenzamos el contra ataque. Mi amigo mayor desapareció en un segundo al tiempo que yo lanzaba hacia nuestros atacantes una tanda de kunai que chocando entre ellas sacaron a nuestros enemigos de sus escondites al intentar esquivarlas, gracias eso de forma tardía se dieron cuenta cuando Shisui apareció detrás de ellos para a continuación cortar sus cuellos con un movimiento de su kodachi; solo en uno de ellos tardó un segundo más, ya que se aseguró que el hombre mirara hacia sus ojos, muy seguramente para sacar información respecto al ataque.

Justo en esos momentos el retumbar de la tierra y la explosión de chakra de Sakura nos alarmó a ambos, y aunque solo fue un par de segundos la pequeña distracción me hizo percatarme tarde del ninja detrás de mí, lo que me costó una herida en mi pierna al esquivar el embate, no obstante, aprovechando el acercamiento repentino giré mi muñeca y clavé la única Kunai que tenía a la mano en su yugular presionando hasta que sentí la carne desgarrarse y mi oponente caer inmóvil.

— Parece que ese era el último —declaró Shisui al tiempo que caía a mi lado y observaba el desastre a mis pies — Quiero confirmar que pasó con Sakura, parece que tuvo su propia batalla.

Estaba de acuerdo con él, por ello no perdimos tiempo en regresar a su lado. Había estado preocupado, pero cuando llegamos solo encontramos un enorme agujero en el suelo donde había un ninja en sus últimos momentos agónicos, algunos cables de acero rodeando el lugar y rastros de agua en el suelo. Por su parte Sakura estaba sonriendo a los niños de forma tranquila mientras esperaba a que ellos se relajaran en su presencia nuevamente. Su propia aura amenazante se había reducido a la nada y aunque se notaba por sus ropas y el pequeño chorro de sangre seco en su pierna que había estado en batalla, no podía ver que estuviera abierto como se esperaría, de hecho, no sabía si mis ojos me jugaban una mala pasada pero la línea de la herida se veía como si llevara varios días allí ya llegando a ser solo un fino recordatorio rojizo de que había estado abierta su piel.

Luego de que el mayor intercambiara algunas palabras con Sakura su mirada finalmente se dirigió hacia mí y en lo que pareció una fracción de segundo sus ojos me recorrieron deteniéndose especialmente en mi pierna, entonces sus ojos se oscurecieron un momento y una expresión preocupada se dibujó en su rostro — Itachi-kun —dijo mientras se acercaba y, aunque sabía porque lucía esa mirada, me sentí incómodo, no quería que se preocupara, por ello clasifiqué mi herida como algo sin relevancia, pero, parecía que mi negativa a su preocupación provocó que la chispa de la irritación apareciera en su rostro.

Actuando como siempre que algo no estaba dentro de su margen de discusión me tomó de la mano y me hizo sentarme sobre una roca. Allí fue cuando pude ver un lado de ella que nunca había visto, algo nuevo y que sentí me revolvió mis entrañas de una forma extraña. La expresión de Sakura había adoptado una seguridad de hierro mientras trabajaba en sanar mi herida, sin que sus manos dudaran ni por un segundo lo que estaba haciendo de forma automática, no obstante, y aunque ya la había visto limpiar en ocasiones mis cortes lo que me hizo quedar sin palabras fue cuando acercó su mano hasta mi pierna y su chakra se prendió en un resplandor verde.

Era cálido, y no invasivo, solo parecía reparar con precisión de un costurero el corte, estimulando las células para que se multiplicaran y finalmente unirse hasta que la piel quedó completamente lisa. Fue Shisui quien habló mientras me estaba tratando cuestionando sus habilidades, entonces ella como si hubiera estado soñando pareció percatarse de lo que estaba haciendo, y pronto adquirió un color rojizo en su rostro antes de responder en un tono bajo. Ella afirmó haber estado practicando en solitario y leyendo del tema, y si bien era cierto que la había visto con varios libros al respecto, era un poco sorprendente que simplemente y de la nada adquiriera tales virtudes, esto venía desde antes, algo me lo decía pero… en esos momentos no importaba, solo me dediqué a esperar y cuando finalmente había completado mi tratamiento le sonreí sinceramente, pensando que en serio ella era sorprendente, dando algunos pasos más de los que se esperaría y siempre tendiendo su mano al frente para ayudar.

Con la sensación que revoloteaba en mi pecho la misión concluyó como se esperaría y pronto regresamos a la aldea, siendo el crepúsculo cuando recibí la última sorpresa del día. Ambos, habían preparado obsequios que habían cargado con cuidado a lo largo de nuestra misión, y al final los entregaron mostrando cada uno sentimientos diferentes. Shisui casi pareció burlarse de las circunstancias, al presentar a Sakura con el pequeño obsequió, pero la caja con mis dulces mostraba lo cuidadoso que había sido para asegurar que su interior no fuera dañado; por su parte mi amiga de cabellos rosa me presentó dos obsequios, con el que entendí claramente su intención para cuidarme.

La foto era un recuerdo preciado de las personas que más me importaban, y los suministros médicos junto al libro eran una clara preocupación por mi estado de salud. Al final, aunque no considerara esa fecha como algo particularmente especial, ellos dos hicieron que se sintiera diferente de alguna forma y aun que nunca lo pensaba por unos instantes desee permanecer así, al menos un poco más, sin necesidad de escuchar las sombras que solo susurraban promesas de un futuro desastroso donde todo se rompería.


¿Este capítulo es deprimente no? Bueno no en su mayoría, pero sé que es igual de duro e incluso revelador para quien no haya estado en discord en las conversaciones sobre Shisui.

Esto tiene de todo lo que contrarresta mucho con el original porque resumí escenas que consideré no eran necesarias y agregué partes donde se ve más la interacción de Itachi y Sakura como él comienza a notar su presencia, pero sobre todo los momentos de duda.

Los Uchiha, la aldea, todo tira de un hilo que era complicado para poder entender y siempre los sentimientos quedaban dentro de las paredes del clan y bueno Itachi es el tipo de persona que mira hacia su objetivo y aunque sea muy listo y elocuente en ciertos momentos específicos, siempre ha tenido una reserva con lo que siente, por ello no vi mal que se sienta confundido con lo que empieza a sentir por Sakura.

Para lo que en tumbrl hayan leído los epeciales sabrán a ciencia cierta que es lo que pasa realmente entre ellos, porque hay ciertas partes que ciertamente solo es mejor señalar.

Por otro lado si, algunas personas me han dicho la posibilidad de subir los especiales a FF pero aun me lo planteo, no se creo que por el momento los especiales seguirá donde están hasta que haga algo de portada para esto.

Ejem quiero aclarar algunos puntos de los sentimientos de Shisui y esto que coloqué en un especial específico hace tiempo y respondí en una sesión de preguntas en Discord. Shisui sí, cuando eran pequeños amaba a Sakura y no como una hermana, él realmente la quería de forma romántica, y de hecho lo expresa muy bien aquí. Esto básicamente lo incluí y nunca lo dije por una razón específica que por su puesto explicaré a continuación.

Inicialmente cuando escribí el fic, Cuando pensé un "rival" para Itachi que no fuera Sasuke en mi mente surgió Shisui, sin embargo, descarté la idea luego de seguir escribiendo sobre ellos y me dije "demasiados pretendientes" y "no quiero arruinar su relación a algo incómodo", por ello nunca en la versión anterior vieron ningún atisbo de esto. Sin embargo, en esta nueva versión, en consideración a mis ideas iniciales dije ¿Por qué no? Deja como lo que antes pensé al respecto antes de que su relación se volviera exclusivamente familiar.

En la actualidad Shisui efectivamente ya no conserva los mismos sentimientos y realmente los considera como hermanos, pero eso no quiere decir que no haya sufrido antes.

El personaje de Shisui siempre me ha parecido demasiado maduro y desinteresado, no es egoísta, siempre piensa en los demás y su nivel de auto sacrificio es admirable, asi que no sería raro que hiciera algo así en el pasado. He ahí para los que leyeron el especial con Yui cuando ella dijo "cambiar un sentimiento por otro".

Bueno es todo lo que hablaré. Me encantaría tocar estos temas en una conversación más extensa, pero será otro día. Y bueno solo lo puedo hacer por Discord de manera más directa así que, por el momento disfruten. A continuación, responderé los comentarios del capítulo anterior y haré la mención a algunas personas que me apoyaron en los últimos.

PD: Me pregunto como sería un capitulo donde todos comentaran, seria interesante cuantas personas permanecen pendientes de la historia, aunque claro eso es un sueño Xd No todos tienen el tiempo o algo que decir, asi que por ahora seguiré siendo feliz con quieres se mantienen ahí.

alesosasa: Gracias, el punto era hacerlo de esa forma, suficientemente oscuro como para ser de su vida

Lulytaaaaa: Lo intento, mantener la coherencia es un verdadero reto para poder hacerlo.

ItaSaku99: Thank you, you are my first review in English. I understand the language but I still problems with the speak and write way, so I apologize if my answer is so basic.

I'm so glad to have a follower to speak another language. And now about the chapter, this is the second part of this arc about Itachi's Pov. His thoughts are so important for the next part so the next three or four chapters will have more of this. Please enjoy it and have a good week.

UchihaSaku1: Gracias, me alegro que te guste la nueva versión, y espero sinceramente que te siga gustando los añadidos que he colocado, harán la historia un poco más coherente que antes y me ayudará a cubrir algunos espacios vacíos

Himeno Sakura Hamasaki: Me alegro te guste, nuestro pequeño Itachi tiene mucho que aprender y por supuesto esto es lo que deseo que se note en lo capítulos, después de todo el no es un sabelotodo en cada cosa, también es humano asi que tiene sus propios problemas.

Robin Murasaki: Hola Robin! Seas bienvenida a la zona de comentarios, me alegro de conocerte y saber que piensas tan bien de la historia, tanto para estar ansiosa por la continuación, siempre es un gusto poder brindar momentos de alegría a mis seguidores, y aunque últimamente esta práctica la he perdido, siempre leo y mentalmente respondo a cada palabra que colocan en los capítulos, solo que mi tiempo y la ansiedad de publicar me retienen.

Ahora, se de lo que hablas con respecto al cambio de personalidad de los personajes, es como decirlo… diferente, por supuesto que me pasa lo mismo con los fic, y quería mantener todo lo que pudiera la esencia de los personajes porque es lo que ellos harían quienes eran y mantiene parte del encanto de si hubiera pasado, por eso me alegro que reconozcan esa parte del esfuerzo, porque es difícil quitar tus impresiones concebidas y darles forma.

Por supuesto que hay cosas que hay que mantener para seguir la historia. La perspectiva de Itachi, la primera vez que la hice me consumió y aun así siento que quedó floja. Esta es la segunda vez que la trato y pensaba que como él también estaba del otro lado, podía tener presentimientos de su vida anterior de manera oscura, he ahí los pensamientos oscuros que lo rodean y que, aunque en el libro maneja de una manera menos radical aquí le susurran un futuro alterno que puede ocurrir. Sakura que es lo que rompe la cadena por eso se muestra como una luz brillante que él no comprende, pero con quien se comienza a sentir cómodo, e igualmente en la interacción con lo que fue Yashiro, inabi y Tekka Uchiha, el mismo dijo que porque se mostrara tranquilo no quería decir que así fuera, así que todo eso gira dentro de nuestro niño que siempre se muestra tranquilo y solo en ciertos momentos muestra sus emociones. Eso también vemos que él solo se mostraba o revelaba con personas de gran confianza como Shisui, asi que no creo este mal, el reflexiona lo suficiente sobre todo incluso sin revelarlo, eso aprendí en el libro que no he terminado de leer xD.

Me gustan los reviews largos que expresen todo lo que piensen sobre la historia, son mis favoritos, incluso si aprecio los "gracias y me gusta", pienso con honestidad que los que dicen exactamente lo que piensan son los que más me suben el ánimo porque me inspiran a sacar más cosas, asi que siente la libertad de expresar lo que pienses, por el momento dejaré esto aquí y espero poder leer un comentario tuyo pronto.

DULCECITO311: Dulce, dulcecito extrañaba responderte pero no te he olvidado mi fiel seguidora, que desde tiempos antiguos al igual que algunas personas has estado aquí lo cual aprecio mucho y como dije nunca olvido.

Entendiste bien el propósito del aro oscuro que lo rodea, y eso me alegra, se nota que eres fiel seguidora y comienzas a comprender mis trampas oscuras, eso es bueno porque será lo que puede que hagas que descubras el truco al final de la historia, quien sabe ¿Qué deparará a nuestros héroes? Como sea, siempre es un gusto saber de ti.

Maribalza: Espero este también lo hayas disfrutado y si el pecado es leer algo emocionante o que cambie el día creo que estaría mal descrito, creo… igualmente me alegro que lo disfrutes tanto.

Rhaenyss: Me alegro, siempre es un gusto poder traer algo que les alegre espero este capitulo haya sido igualmente de tu agrado.

IleyBriseo: Si, se que demoro un poco pero estuve supremamente ocupada el mes pasado, los que estaban en discord lo saben, tuve un cambio brutal en mis horarios y me quedaba hasta más tarde en el trabajo además últimamente sufría de migrañas asi que tuve que pedir unos días antes de volver a la carga.

Con respecto a Itachi, de hecho si, el libro lo muestra como tal y eso es algo que quería mantener, el tenía su lado ingenuo antes, al ir siempre hacia adelante, y comienza a perder eso cuando su equipo se separa, se vuelve más realista de la situación, por eso limita sus opciones, no obstante, dando un cambio con Sakura se vuelve más maleable en ciertos aspectos.

Espero esta vez no perderme tanto tiempo, gracias por tener presente la historia y sí seguiré actualizando hasta donde pueda.

CitlaliUchiha02: Me alegro que finalmente llegara, hay cosas nuevas y más emocionantes que mirar ahora, pero siempre serán de los mejores

Manu: Honestamente nunca me lo he planteado y no sé cómo me iría, necesitaría una chispa de inspiración y honestamente me he estado conteniendo de empezar algo nuevo porque me conozco y sé que no termino la primera por prestar atención a la segunda. Otra cosa es la trama que podría manejar. Naruto y Karin… hmmm tampoco me he planteado ese tipo de historia, y si sé que son del mismo clan, parientes lejanos como se dice. De hecho, soy una loca de Naruto así que conozco casi cada detalle del arco antes de Boruto porque… no me gusta mucho este último, solo miro algunas cosas sobre la familia Uchiha o cosas simples que me interesen. No diré que no, pero tampoco prometo hacer algo así, como dije escribo con inspiración o algo que me haga planteármelo y ahorita con esta historia consumiendo mi tiempo no creo iniciar otra.

Guest: Ya llego la conti

guadalupe1992: Es lo que cambia su perspectiva normal después de todo las personas cambian nuestras vidas de apoco, Itachi no es diferente, Shisui fue una marca, Sasuke otra, ahora en mi fic Sakura se involucra en su vida y tiene parte de lo suyo porque carga con el legado del equipo 7 así que es una frescura para algo del mundo ninja que los aqueja.

gatovoladora: Es un gusto nueva lectora, me alegro que te guste el fic, por supuesto vendrán cosas más interesantes en el transcurso y siempre se será un placer poder traer nuevas cosas, gracias por tu comentario, anima mi vida :D

HeeniUch: Con mucho gusto siempre es un placer poder traer algo para sus vidas.

karensuukas: Oh eso no es todo, las cosas que se vienen probablemente reafirme el deseo de muchas personas por matarme, aunque digo, no me arrepiento de nada xD

Estefana: El día en que leí tu comentario estaba estresada en el trabajo, y honestamente me hiciste sacar una sonrisa lo cual agradezco, por supuesto, esto solo son pequeñas partes de lo que vendrá creeme pero es importante colocar esto para lo que vendrá después y comprender el porque de ciertas cosas.

Anonimo: No dije que lo dejaría, solo que mi trabajo me consume pero espero te gustara este capitulo

Maria Camila818: Lo sé y lo siento, como dije mi trabajo me consumió pero por eso traje este capitulo largo porque lo vale para que tengan algo que leer.

Alex: Ya llegó por quien lloraban, espero lo hayas disfrutado.

Ahora se que no lo he hecho antes pero sí, leo a cada una de ustedes. Los últimos comentarios no los he respondido porque he estado destrozada en cuerpo y alma, pero no es que les olvide, asi que de forma especial incluso a chicas a las que acabo de responder y a las que no lo he hecho gracias. Se que me han seguido en las sombras y es desalentador que no le respondan a uno pero a todas ustedes a continuación e incluso a las que me faltan colocar porque solo tome los nombres de comentarios de los últimos tres capítulos les dedico este capitulo por ser quienes me apoyan y siempre comentan lo que piensan, realmente muchas gracias.

saraikcuicas ; guadalupe1992 ; EmiretFG ; Sameht ; Kimberlyda43 ; Ariadna ; Mishi Lulytaaaaa ; zayhana ; Luan Dayne ROJAN IRIS ; lizsa21 ; Desiree's Wishes ; Liz Uchiha1 ; Polala0 ; arashiyume ; alesosasa ; Between White and Black ; Orla Cecy Mara jos ; PrincesaxAkatsuk ; Marcela Mendoza ; Fangirl1266 ; pchan05 ; Baezzealy ; Girl chan01 ; mariusagitakano ; zayhana ; Didi