Luego de una semana entera de haber corregido el cap me aparezco, pero tengo un buen motivo, aunque pensé en actualizar el Lunes, lo cierto es que uno me ocupe y dos… bueno al final les comento la situación.
Feliz año a los que no me siguen en discord, se les ha pensado n.n/ y por supuesto espero que este capítulo les ilustre mejor sobre la vida de Hayato.
CAPITULO 32 — TRAUMA —
Mi consciencia fue regresando gracias el sonido continuo de un golpeteo, así que lentamente comencé a recobrar la sensación en mi cuerpo iniciando por la textura áspera debajo de mí y el aroma a tierra, entonces comencé a parpadear y abrir lentamente mis ojos recibiendo el sol de la tarde. Al principio todo lo que vi estaba borroso y la sensación de mareo y entumecimiento me impidieron moverme, pero sobre todo ¿Qué había pasado? ¿cómo había llegado hasta allí? Intenté recordar lentamente lo último que había pasado, lo que venía a mi memoria era que habíamos salido de la aldea y fuimos al hogar que había sido de Shin, luego… al día siguiente nuestra misión inició con la patrulla, Hayato se me confesó y… el acantilado. Mis ojos se abrieron por completo y la adrenalina subió por un instante, fue solo esto lo que me permitió sentarme con rapidez, sin embargo, mi cuerpo se quejó de mi movimiento repentino, haciendo que la vista se me nublara y cada centímetro de mi cuerpo doliera, así que me detuve y cerré los ojos con fuerza, respirando profundamente para mitigar gran parte de mi malestar, solo cuando estuve segura de que podía controlarme un poco use mi chakra directamente para reducir la conmoción que seguramente me había causado con la caída.
Cuando el mareo desapareció volví a abrir mis ojos y miré a mi alrededor, estaba al final del acantilado, y el inicio de un bosque donde era seguro que los árboles habían mitigado la caída, siendo la evidencia las ramas partidas junto a mí, además de ello la pared alta del risco muestra algunas malformaciones junto con las rocas que habían caído al desprenderse la ladera, parecía que aún estaban frágiles e incluso la base de este podría romperse, así que no era seguro quedarse allí. Estaba resuelta a levantarme cuando un dolor punzante y desgarrador se presentó en mi mano derecha al intentar apoyarla, había sido una tontería como médico no revisarme antes de moverme, así que el dolor era un buen recordatorio de mi descuido.
Ahora mi atención se centró en ese punto y me sorprendí al ver que mi mano estaba ensangrentada un poco más allá de la muñeca subiendo por un espiral hasta la palma, el guante también había sido cortado y la sangre seca se había asegurado de mantener algunos pedazos fijos allí; lo único intacto era el brazalete que me había dado Tsukino, como si ni la sangre pudiera alcanzarlo. De todas formas, eso entre los fragmentos de mi mente me lo había ganado al intentar frenar la caída tanto la de Hayato como la mía, ya que había lanzado algunas Kunai al acantilado con un cable de acero, pero el peso mío y el de mi compañero había ejercido suficiente presión como para desgarrar y cortar la piel, no obstante, había valido la pena, ya que eso freno la caída lo suficiente antes de estrellarnos contra los árboles. Tenía que sanar eso, pero primero revisé si tenía alguna otra herida, así que me hice un examen rápido, afortunadamente fuera de algunos moretones y raspones estaba ilesa.
Entonces me giré a mi alrededor hasta que encontré a mi compañero tendido a mi izquierda, en principio, Físicamente se veía bien, pero estaba pálido, sudaba como si hubiera estado corriendo y estaba inconsciente. — Hayato —pronuncié al tiempo que me moví con intención de acercarme, sin embargo, solo intentarlo me produjo gran dolor por todas partes, era evidente que mi cuerpo gritaba por las lesiones, asi que antes de poderle ayudar primero tenía que arreglarme yo misma. Lo primero que hice fue sacar de mi mochila trasera agua, la cual usé para lavar mi herida en mi mano y quitarme el guante que se me había adherido a mi piel gracias a la sangre seca; la herida realmente lucía peor debajo, pero no era nada que no se pudiera manejar, así que lo siguiente que hice fue desinfectar y usar mi chakra para cerrar la herida; arreglado eso puse mi atención en mis heridas del cuerpo, la mayoría eran músculos resentidos así que no tarde mucho en reducir el dolor lo suficiente como para finalmente moverme.
Era una suerte que el loco del hermano de Shin no nos hubiera seguido, y considerando que parecía que ya era más de medio día había estado fuera de mi por algunas horas quizás, una o dos, pero era por esto mismo y con más motivo que no podía permitirnos quedar allí, así que me levante y acerqué a mi amigo para examinarlo. Su expresión era de dolor, jadeaba y su frente estaba perlada por el sudor, pero por lo demás no parecía haber sufrido de heridas serias, lo cual me alivió ya que podría moverlo sin problemas, así que reuní toda la fuerza que tenía primero, tome su brazo izquierdo y lo pase sobre mi hombro, y luego lo impulse de un tirón sobre mi espalda dejando que su cabeza descansara en mi hombro, Por último aunque sin menos dificultad inclinándome hacia adelante con todos su peso sobre mí, alcancé rápidamente la parte posterior de sus piernas y lo subí al mismo tiempo que me forzaba a levantarme sobre mis dos pies. Me tambaleé un par de pasos antes de poderme estabilizar, pero cuando finalmente lo hice y estuve segura que Hayato no se caería de mi espalda comencé a moverme.
Fue difícil moverme bajo su peso, especialmente porque estaba adolorida, y mis piernas casi gritaban en protesta por el esfuerzo a las que las estaba sometiendo, no obstante, nunca me planteé detenerme y seguí avanzando por el bosque, intentando ir en dirección a donde sabía estaba la aldea, escuchando de vez en cuando algún quejido de mi compañero inconsciente. El camino para mí se hizo más pesado, especialmente porque mi cuerpo cansado comenzaba a ser más difícil de mantener, incluso con mi chakra recorriéndolo para aumentar mi resistencia, el aliento me faltaba y el sudor me recorría desde mi frente, hasta mis pies, haciendo que me sintiera no solo molesta por el dolor sino incomoda por la sensación pegajosa de mi ropa y el protector pegándose a mi cuerpo.
Estaba agotada y necesitaba un lugar para descansar pronto, porque sabía no llegaría muy lejos a ese paso, así que desesperada busque un lugar para quedarme pronto — Mira a tu derecha —me detuve cuando escuché la voz susurrarme en mi interior, pero se me hizo raro porque sentía haberla escuchado pero al mismo tiempo la desconocía, ya que sonaba infantil y pequeña, sin embargo, hice lo que me sugirió, entonces vi un pequeño refugio natural entre las rocas, lo que me impulsó a acercarme tan rápido como podía para poder descansar allí. Me aseguré que no hubiera un animal a la vista dentro y solo entonces me permití bajar con cuidado a mi compañero, asegurándome de acomodarlo correctamente en el suelo antes de tomar un sorbo de agua de mi reserva.
Luego priorizando a mi compañero saque un pedazo de tela de mi bolsa lo mojé con agua y, retirando el protector de su frente comencé a limpiar su rostro con cuidado, luego acerque la botella a sus labios y deje caer un pequeño chorro entre ellos, solo lo suficiente para remojar su boca ya que comenzaba a mostrar signos de deshidratación. Al menos el agua paso sin problemas, pero estaba preocupada ¿Qué podía hacer para ayudarle? No sabía que había hecho Zen o como solucionarlo ¿Y si moría? Repentinamente me atacó una sensación de terror al solo recordar cómo había muerto Tenryu, ¿Terminaría igual? Acabados por el mismo sujeto, y yo sin poderles ayudar.
No, eso no podía ser, Hayato era fuerte, él no se dejaría morir por algo así, podría salir de eso, tenía confianza en mi amigo, o al menos intenté convencerme de aquello ya que cuando lo estaba pensando, repentinamente vi lagrimas comenzar a correr su rostro lo que me llenó de terror ¿Por qué lloraba? Nunca le había visto llorar y eso solo me significaba un mal augurio, ya que ni siquiera cuando nuestro compañero murió había llorado, por lo tanto, significaba que lo que sea que estuviera ocurriendo era lo suficientemente grave como para que una debilidad nunca mostrada apareciera. Mi corazón dolió, y la desesperación hizo que mis propias lágrimas aparecieran en mis ojos, por impotencia, miedo e incertidumbre ¿Por qué había ido allí? De que servía todo mi entrenamiento si no podía ayudarle a un amigo en batalla ¿Por qué ocurría aquello?
— ¿Quieres salvarlo? — La misma voz infantil resonó en mi cabeza. No era la voz de Shin como acostumbraba, ni siquiera sabía a quien pertenecía y probablemente debería desconfiar de ella, pero de algún modo deseaba creer en ella.
— Yo deseo hacerlo… —respondí apretando mis manos sobre mis piernas — No quiero que muera.
No hubo una respuesta inmediata contrario a eso sentí un pequeño dolor de cabeza que me hizo marear y caer hacia un lado debilitada, me sentía repentinamente mal y la sensación de sueño me estaba atacando ¿Qué estaba pasando? — Relájate —esta vez la voz profunda si me sonó familiar, entonces vi un pequeño destello en la pulsera que me había dado Nox ¿Qué era eso? Lentamente la oscuridad me envolvió hasta que no pude sentir nada, quizás había caído inconsciente aunque no lo sabía, pero como sea en esos momentos había dejado de doler todo, no obstante mi preocupación no había desaparecido, solo me sentí más ansiosa ahora que no podía ver nada y probablemente nos había dejado desprotegidos, pensé en salir, y busque si me era posible expulsar mi chakra, pero antes de conseguirlo una mano se posó en mi hombro al tiempo que las formas aparecieron a mi alrededor.
— ¿Quieres calmarte ahora? No empieces a desperdiciar energía de la nada. — Me giré sorprendida y con rapidez encontrándome frente a mí al guardián que menos esperé que apareciera.
— Tsukino… —dije lentamente mirando a sus ojos casi carmesí que me observaban sin ningún tipo de expresión por ahora — Tu… el brazalete.
— No le digas a Yoru que lo que te di tenía dos funciones en vez de una, si lo mencionas te aseguro que haré tu vida un infierno viviente —declaró con clara amenaza sin explicarme realmente a que se refería.
— De acuerdo… aunque no comprendo que quieres decir, pero asumo que tiene que ver con esto —declaré señalando alrededor y luego a él.
— Me alegra que no seas estúpida. Como sea ¿Realmente quieres salvar a tu amigo? — Asentí segura y sin dudar, aunque tenía muchas preguntas en ese momento no creía que el hombre las respondiera y tampoco pudiera hacerlas sin perder el tiempo.
— Bien. Normalmente no me metería en los problemas de Yoru y es por eso que necesito mantengas la boca cerrada sobre esto. Te ayudaré con tu problema, pero para ello tendrás que estar consciente que tendrás que acceder a ese pequeño problema que tienes guardado —dijo mientras me señalaba el pecho y se inclinaba hasta que nuestras miradas se encontraron.
— Si te refieres a lo que me dejo Shin, aunque no quisiera si puede ser usado para salvar a Hayato lo haré —respondí con confianza.
— Solo espero que no se te suba a la cabeza —declaró él asintiendo — Bien ahora te ayudaré a vincularte con tu amigo, está perdido en el pasado sin poder salir de allí.
— Espera, ¿si es de esa forma porque no hay alguien más en su cuerpo? Shin mencionó que cambiaban de lugares entre el pasado y el presente —dije acercando mi mano a la suya cuando el extendió la propia.
Su mano se envolvió sobre la mía, justo donde reposaba el brazalete que me dio y que resplandecía en un tono carmesí —: Hayato jugo con la sangre de la gente de Shin ¿Recuerdas? Misión o no hay restos de lo mismo en él, así que al igual que a ti las técnicas del tiempo no le afectan como al resto, o al menos no de la misma forma —empezó a explicar mientras sentía que desde donde me tocaba se extendía hacia arriba una sensación helada, casualmente estaba muy tranquilo y casi parecía amable mientras explicaba, algo no antes visto en él, fue por esto también que me quedé callada obedientemente mientras el continuaba con lo que sea que estaba haciendo y la explicación solicitada —: Zen intentó introducirlo dentro de su técnica pero las dos fuerzas chocaron y ha dividido su consciencia en el pasado y el ahora… algo similar a lo que te ocurre cuando pasas a mirar el lugar donde están las consciencias de tus amigos, en el mundo pasado. Tu cuerpo queda en un sueño profundo, detenido en el tiempo, pero tu amigo aquí tiene su alma estirándose entre el pasado y ahora, de ahí que este como en una pesadilla y lo exprese vívidamente en su inconciencia. Si continua así se terminará partiéndose, así que es ahora o nunca para sacarlo de allí. Lo que me lleva a que deberás revivir memorias que no tienes de este mundo y sacarlo de allí tu misma, encuéntralo en medio del caos.
—Creo que comprendo, entonces ¿Cómo lo haré?
La mirada del hombre que había estado sobre nuestras manos se levantó y me observó directamente a los ojos. — Cierra los ojos, primero que todo y concéntrate en lo que te diga. Como nunca has usado la fuerza del tiempo para moverte a voluntad es como una herramienta inútil que no puedes usar con facilidad, así que yo me encargaré de moverla por ti, lo único que necesito es que pienses —su voz bajo una octava como si quisiera arrullarme, pero personalmente me lo tome casi como un depredador que va lento para no espantar a su presa.
Tenía un poco de reservas para hacer lo que me pedía, pero tome la decisión de seguirle la corriente y confiar en que no terminaría lastimándome, así que cerré los ojos como me pidió, poniendo mi mente en blanco para concentrarme solo en su voz que repentinamente se sintió más cercana —: Bien, necesito que te visualices como una niña de aproximadamente entre tres a cuatro años, solo visualízate de esa edad, no necesito que pienses en nada más. — Asumí que se refería que no deseaba que pensara en mis recuerdos fijos, los que tenía del mundo pasado, así que hice lo que me pidió.
— Lo tengo —murmuré mirándome como una niña pequeña en el interior de mi mente.
— Bien, estaré vinculado a tu consciencia, mientras estas en este viaje, considéralo parte de la ventaja de mi obsequio. Te advierto que no podrás controlar del todo tu cuerpo, será una sensación casi instintiva, aunque estarás despierta de forma consciente los hechos no cambiarán porque solo es para poder encontrar a tu amigo.
— De acuerdo, quedo a tu cuidado Tsukino. — Probablemente si no hubiera tenido los ojos cerrados hubiera visto la sonrisa satisfecha y el brillo de arrogancia en su mirada, como un amo que ha entrenado bien a su mascota; pero para mí cualquier cosa que hiciera en ese momento el hombre me tenía sin cuidado o lo que pensara de mí, lo que me importaba era ayudar a mi amigo, así que incluso cuando repentinamente sentí un tirón de mi consciencia y la sensación desagradable de estar corriendo hacia atrás sin ver a dónde vas en la oscuridad, no desconfié de él.
No supe cuánto tiempo estuve así, solo caí en consciencia en el momento en que como si siempre hubiera sido así me encontré mirando una lona de color café en medio de un espacio rusticó donde solo se destacaba un revoltijo de mantas en el suelo que simulaba la función de una cama y una mesa a mi lado de donde estaba sentada. Fue inicialmente desconcertante la vista, pero no fue nada comparado cuando no solo la vista fue lo que percibí, sino que los aromas, sonidos y sensaciones en mi cuerpo se activaron, dándome una sensación de vértigo, que luego se combinaron con las emociones que para en ese momento mi cuerpo estaba experimentando.
Fue la experiencia más extraña para describir, incluso entre las muchas que había tenido antes, sin embargo, como dijo Tsukino aún tenía mi consciencia intacta que era lo que consideré importante. — Mamá, Papá…—me encontré murmurando con suavidad, al tiempo que mi cuerpo pequeño volvía a temblar y se encogía en su lugar abrazando sus rodillas.
A fuera de la tienda de campaña, que ahora reconocía como una que se empleaba en medio de las guerras, escuchaba los sonidos de explosiones, el tintineó de las armas al chocar, los gritos de órdenes y de sufrimiento en el exterior hacia que la piel se me pusiera de gallina, tanto físicamente como mental, ¿Dónde rayos me encontraba? ¿Eso lo había vivido antes de recuperar la consciencia? No tenía nada que ver con mi vida pasada.
— No están, ellos no están También Haya-kun se fue… estoy sola —la voz resonó en mi cabeza haciéndome retroceder ¿Era mi voz joven?
— Claro que lo es, te dije que estabas vinculada con el pasado sin poder alterar, considéralo como una experiencia de inmersión completa— Esta vez fue la voz de Tskino quien se escuchó como un susurro — Antes de encontrar y salvar a alguien, tienes que ver donde está metido.
— Espera, pero ¿está también aquí? —Cuestioné un tanto incrédula. Mi respuesta fue un suspiró irritado frente a mi pregunta, confirmando que para él era ridículo siquiera intentar cuestionar aquello. — No tengo recuerdos de nada de esto así que…
— Soy consciente de ello, y tómalo como por fortuna o mala suerte de tu parte de que se conozcan desde hace tanto tiempo… como sea atenta esto está por continuar — Su voz se calló abruptamente, al tiempo que una fuerte explosión cercana resonaba y hacía temblar todo, al instante mi joven cuerpo se levantó con miedo y miró hacia el telón de entrada donde percibió voces que no reconocía y que según lo que decían no parecían aliadas.
Asustada retrocedí algunos pasos antes de girarme hacia el otro extremo de esta y levantaba el telón lo suficiente como para deslizarme por debajo, saliendo del lugar, cuando se terminó de deslizar escuché claramente las voces amenazantes — ¡Vacío! Asegúrense de encontrar a todos los de la hoja y acabar con ellos. — Si antes pudiera llegar a tener alguna duda ahora era seguro que no eran aliados los que estaban allí, así que asustada mi cuerpo se adentró en el bosque que colindaba con el campamento asegurándome de no mirar a atrás, tal como me habían dicho mis padres si llegaban a haber personas malas cerca en el campamento.
— ¿Dónde está Haya-kun? Dijo solo que quería ir por agua… — las lágrimas picaban mis ojos mientras torpemente mi cuerpo se movía esquivando las ramitas y piedras, hasta que finalmente en medio del cansancio de mi joven cuerpo tropecé y caí golpeando mi rostro contra la tierra y raspando mis manos y rodillas. Quería llorar de miedo y dolor, pero aun en medio de mi frustración sabía que no debía hacerlo.
Tan rápido como podía me levanté con las piernas temblando y me dispuse a avanzar, pero en ese momento escuché ruidos detrás de mí, al mismo tiempo que una voz — Miren aquí hay algo interesante, una niña —temblando me giré y vi a dos ninja de la roca mirándome, sus ojos crueles y ropas cubiertas de sangre, además una espada en su mano izquierda, donde también se encontraban rastros de sangre.
Retrocedí asustada pero mis rodillas flaquearon y caí sobre mi trasero —: ¿Cuántos años tendrá? No pasa de los tres años ¿no? —El hombre más cercano se acercó un paso más y mi cuerpo se encogió de miedo. Era frustrante que las mismas emociones que sentía mi yo pasado las sintiera ahora, combinadas con la impotencia de un ninja experimentado que no podía moverse fuera de lo que veía, era desagradable, demasiado como para no sentirme enferma.
— ¿Quién trae niños a la guerra? Bueno eso no importa ahora… lo siento niña pero tendrás que ser eliminada — Las lágrimas picaron mis ojos mientras se derramaban y mi cuerpo se paralizó en su lugar sin poder moverse ¿Así iba a morir? No había querido ir allí en principio, pero en medio de la guerra fue inevitable aquello, necesitaban a mis padres y no hubo remedio que terminar allí.
Mientras veía el arma ser levantada para acabar con mi vida pensé en si Haya-kun estaría bien, ya que luego de marcharse de la tienda por agua no había vuelto, al menos esperaba que él lo estuviera. Cuando vi descender el arma cerré los ojos con fuerza y mis manos se pusieron sobre mi cabeza, en un intento fútil de protegerme del arma. Gracias a esto no pude ver realmente los hechos como se desarrollaron, pero repentinamente el sonido del metal chocando con el metal resonó, seguido del chirrido agudo del mismo cuando hacía fricción y luego gritos de dolor, finalmente la caída de dos cosas pesadas contra la tierra. — Sakura, ¿Estas bien? —Aunque personalmente no reconocería la voz mi pequeño yo lo hacía, así que de alguna forma también me era familiar.
Abriendo finalmente los ojos, con la mirada nublada por las lágrimas levanté el rostro hasta encontrarme con un adolecente de cabello castaño oscuro y ojos café, su contextura me recordaba a Hayato, pero sus facciones eran más suaves y el cabello lo tenía lo suficientemente largo como para atarlo en una coleta alta con el flequillo revuelto enmarcando sus facciones. — Yun-nii —declaré extendiendo mis brazos a él al tiempo que era recibida y aceptada por el hombre más fuerte — Todo está bien ahora Sakura, me alegro haber llegado a tiempo. Declaró el joven acunándome entre sus brazos y levantándome para llevarme con él.
— Haya-kun no está… yo no sé dónde… — sollozaba mientras el joven corría conmigo ahora sobre los árboles.
— Tranquila, él está bien, fue quien me avisó que había problemas en el campamento, ahora te llevaré al refugio — El aroma del chico era reconfortante y podía sentir el afecto tan grande que tenía por el chico que me sostenía, de alguna manera me hizo sentir triste porque realmente no sabía nada de él, pero parecía, que en el pasado sí, además acababa de salvarme la vida de alguna forma.
— Cuando te instalaste en tu cuerpo joven tomando tus recuerdos gracias a Shin se sobrescribió tu vida, algo como lo que le pasó a tu amigo Itachi —escuché que Nox comenzó a decir — La diferencia del porque no tomaste esto dentro de tus memorias fue por el simple hecho de que Shin estaba contigo, si no probablemente hubieras sido inestable de otra forma diferente a la que fue tu amigo.
Podía entender a qué se refería, si ya había sido difícil acoplarme a ese mundo solo con mis pensamientos no quería imaginar la confusión que habría surgido en mi de haber tenido revueltas también este tipo de recuerdos, y más considerando que en más de una ocasión es tuve en el borde de la locura, así que el no tener dos consciencias era apreciado, aunque para esos momentos tuviera que estar reviviendo experiencias que no recordaba de una forma desagradable.
Finalmente llegamos a un pequeño campamento aparte donde había algunos heridos siendo atendidos por el cuerpo médico, pero en la entrada estaba esperando la persona que estaba buscando. Hayato pequeño un poco mayor que yo, tenía el rostro sucio y parecía preocupado, pero al vernos llegar sonrió ampliamente con casi inocencia, o al menos la suficiente para un niño pequeño de seis años que estaba en medio de una guerra. — Hermano — Yun cayó frente al pelinegro que lo había esperado — Sabia que volverías con Sakura.
— Haya-kun… —me encontré pronunciando cuando el mayor me dejó en el suelo junto a él.
— Ustedes dos necesito que se queden aquí, Aún es pronto para relajarse. Que los hayamos traído no quiere decir que queríamos que estuvieran en medio del conflicto, pero no teníamos otra opción en el momento, así que sean buenos y esperen — declaró el mayor mirándonos con seriedad.
— Hermano ¿A dónde vas?
— Hayato, tengo que ir a defender el punto oeste, mis padres me esperan y también nuestros aliados. — El joven parecía urgido en irse de allí, y aunque mi pequeño cuerpo no lo comprendía mi mente si, él estaba preocupado porque habían llegado tan cerca de nosotros, eso quería decir que eliminar la amenaza era más importante para proteger el lugar.
— Podemos hacer algo —replicó Hayato dando un paso adelante, pero una mirada severa de Yun lo detuvo.
— No, ninguno de los dos puede tomar un arma aun, no tienen capacidad para matar, tampoco pueden sanar, si van allí serian un lastre, así que quédense en este lugar, Hayato cuida de Sakura, así como avisaste antes es lo mejor ahora que estén lejos del peligro —declaró con firmeza el mayor, haciendo que ambos agacháramos el rostro, no obstante mi pequeña mano se aferró a la camisa de Hayato buscando un poco de consuelo, estaba asustada y no sabía dónde estaban mis padres, las únicas personas que conocía allí era a los Shiratora.
— Bien, esperaré —declaró el niño tomando mi mano y apartándola de su camisa, aunque no me soltó inmediatamente
— Así me gusta, volveré pronto — Dicho de esta forma el hombre se marchó rápidamente dejándonos a los dos.
El lugar estaba repleto de heridos y se veía a las personas correr de un lado a otro, llevando suministros, curando a los enfermos y gritando ordenes de aquí allá. Definitiva no era un lugar para que dos niños tan pequeños estuvieran y, sin embargo, ahí nos encontrábamos. No fue menos decir que era una sorpresa el descubrimiento sobre mi relación con Hayato y aparentemente su hermano mayor, pero hubiera estado más impresionada si realmente pudiera sentirlo, ya que mi mente y emociones no estaban en sintonía gracias a estar viendo con mis propios ojos la escena. — Haya-kun —me escuché pronunciando al tomar una esquina de su camisa — ¿Yun-nii estará bien?
Como si casi se burlara de mí el joven chico me miró con suficiencia, enmascarando torpemente su preocupación por su hermano mayor y declaró —: Por supuesto, mis padres están en el mismo sitio que él, cuando me trajo dijo que estarían apoyando a los Uchiha… así que todo está en orden, igualmente tus padres estarán bien, el tío y la tía saben defenderse, aunque no estén siempre al frente. — Quería comprar las palabras del niño, pero antes de decir algo escuchamos una explosión cerca así que me encogí y traté de abrazar a mi compañero, que asustado también se tensó, no obstante, trató de mantener una fachada fuerte frente a mí.
Hayato tomó mi mano y me llevó un poco más al interior del campamento donde localizamos un pequeño lugar lejos de las puertas y nos sentamos a esperar juntos. El miedo junto a las explosiones que se producían, el frío, el olor férreo de la sangre y muerte alrededor eran suficientes como para traumatizar a cualquiera, y eso precisamente era algo que mi joven cuerpo estaba experimentando de forma bastante anormal, considerando que una parte de mí solo lo consideraba la realidad de la crueldad. — La disonancia de los pensamientos puede causar la locura, sin embargo, en tu caso será como recordar momentos vividos en estas instancias. — Comenzaba a creer que Tsukino me hablaba para mantenerme con los pies en la tierra, ya que de alguna forma en momentos me parecía sentirme perdida con tantos sentimientos y pensamientos juntos, pero cuando su voz resonaba era como una seductora caricia que buscaba devolverme a él.
Finalmente, por un momento todo quedó silencio haciendo que algunos pocos que se percataron de esto se quedaran quietos como augurando que estábamos en medio del ojo de la tormenta y pronto estallaría nuevamente. Mis nervios escalaron y la tensión a nuestro alrededor con él, Hayato estrechó su mirada y levantó los ojos al cielo, previo a los momentos en que se levantó y tomándome por la mano comenzó a correr fuera del campamento arrastrándome — Haya... —Intenté pronunciar, pero mi voz quedó apagada luego de que como el sonido de un piano que repentinamente han golpeado, explotara todo en medio del campamento haciendo que la fuerza del choque nos empujara hacia adelante elevándonos algunos centímetros del suelo antes de terminar rodando por tierra .
Los oídos me pitaron y mi cuerpo dolió, sin embargo, aunque estaba aturdida no tuve tiempo de recuperarme ya que al instante fui levantada con brusquedad al tiempo que me obligaban a entre tropiezos correr — No te quedes enana —escuché en la lejanía al pelinegro que me arrastró hacia los árboles, huyendo de lo que sea que había caído en la base improvisada y donde escuchamos gritos de batalla mientras nos alejábamos. —No es seguro en ningún lado, así que solo sigue corriendo.
— Me duele — Me quejé apretando débilmente su mano, pero sin detenerme como él me había pedido.
—Lo sé, a mi igual pero no seas una llorona ahora Sakura, si no vendrán por nosotros. — Aunque su voz temblaba y veía el temor en sus ojos Hayato permaneció firme mientras me guiaba sin abandonarme entre los árboles, alejándonos cada vez más del punto donde nos había dejado Yun.
— ¿A dónde vamos? —cuestioné sintiéndome casi caer luego de lo que para mí cansado y dolorido cuerpo había sido rayar en su límite y comenzaba a jadear.
— Tenemos que encontrar a mi hermano, no podemos quedarnos en el campo de batalla, pero tampoco estamos seguros en donde nos dejó, sé que donde están mis padres es por aquí —dijo el niño frotando su frente y retirando el sudor de ella, dejando un manchón negro debido a la suciedad.
Nos habían dado ejercicios para escapar y mantenernos seguros mientras estuviéramos juntos, por eso Hayato guiaba con tanta firmeza mientras avanzábamos y yo siendo la menor le seguía confiando en su criterio. El tiempo pasó muy despacio para mí y caminamos lo que parecieron horas, siempre manteniéndonos entre la maleza todo lo que podíamos, hasta que cuando el sol se empezó a poner, finalmente escuchamos el sonido del metal chocando y fue en ese momento cuando El niño me indicó que me ocultara en el hueco de un árbol y esperará hasta que volviera, y en principio es lo que hice, mientras lo escuché escabullirse, sin embargo con el paso de los minutos cuando no regresó, mi cuerpo se movió decidido a encontrar al niño, asustada de salir herida pero más asustada de llegar a perderlo.
Así que torpemente entre pasos temblorosos me fui en la misma dirección que Hayato sin saber lo que realmente encontraría y lo que fue el causal de que nos separáramos por tanto tiempo. Al retirar los arbustos de mi vista, pero procurando mantenerme oculta me quedé de piedra no solo al escuchar el grito desgarrador de Hayato llamando a su hermano, sino que la escena que se desarrolló frente a mí fue una que si antes había borrado con mis memorias casi adultas, en ese momento que las volvía a vivir estaba segura que no volvería a hacerlo.
Yun estaba herido y mantenía a su hermano debajo de él protegiéndolo del aluvión de golpes de un escuadron de ninjas de la roca, a su lado los cuerpos tenidos y ensangrentados de sus padres que hacía mucho tiempo parecían haberse enfriado. ¿Por qué estaban solos? Solo un puñado más estaba luchando, pero estaban siendo fácilmente reducidos por los ninja enemigos, pero los Uchiha no estaban a la vista ¿Dónde estaban? Mi respuesta llegó al mirar a la distancia donde el símbolo característico del clan se alejaba de la refriega y donde reconocí con facilidad al menos uno de los Uchiha en cuestión… Yashiro Uchiha. Para mi pensamiento grande fue evidente que en vez de cumplir con su papel Yashiro había abandonado su lugar junto con los suyos y había vendido a los que quedaron, entre ellos los padres y hermano de mi amigo, que no sabía si aguantaría. Para mi pensamiento pequeño fue incomprensible la situación hasta que uno de los torturadores de Yun que finalmente había pateado al adolecente en la quijada y había logrado arrojar a Hayato contra los cuerpos casi desmembrados de sus padres, que ahora que los detallaban les faltaban extremidades, entre ellos un brazo o las dos piernas e incluso su madre parecía que la habían destirpado como un pez. El mismo hombre que había pateado a Yun pronunció— Que grandes camaradas tienen, apenas sintieron el peligro los abandonaron — Hayato quería ir hacia su hermano, pero un Shinobi lo pateó en el estómago antes de presionarlo con su pie contra el suelo, cortándole el aire y seguramente casi rompiendo sus costillas.
— Hayato… —murmuró Yun al intentar levantarse y arremeter contra el que torturaba a su hermano menor, pero al instante una kodachi se clavó en su pierna haciendo que soltara un grito de dolor al tiempo que otro lo pateaba en la espada haciéndolo quedar boca abajo para luego pisar una de sus manos con crueldad.
Lo siguiente en ocurrir fueron sucesos que mi pequeño yo no podía ver así que tapo sus ojos y oídos rogando internamente que alguien ayudara, quien fuera y maldecía su propia debilidad, no obstante, incluso así, los gritos de tortura continuaron por unos minutos hasta que pensé que habían acabado con la vida de ambos hermanos, sin embargo, eso no fue lo ocurrido. En un momento que se hizo silencio el grito agónico de los ninjas de la roca fue más profundo y entonces levanté la mirada para encontrarme con que finalmente que los refuerzos habían llegado. El Cuarto Hokage (que en ese momento solo era un Jonin) encabezando la marcha junto a su equipo, seguido de mis padres y algunos ninjas médicos. Entonces redujeron a los atacantes en un rápido trabajo en equipo y los encargados de la medicina corrieron hacia los hermanos y se pusieron a trabajar
Cuando el peligro terminó mis padres con miradas aprensivas y preocupadas se acercaron a Hayato que estaba respirando con dificultad en un charco de sangre, que no era de él ya que solo recibió golpes, contrario a eso pertenecían al cuerpo de su madre que había estado todo ese tiempo debajo, incluso cuando los malditos lo sabían. Con cuidado lo recogieron y lo acercaron a los médicos que asistían a su hermano mayor que era el más grave de los dos — ¿Dónde está Sakura? —Mis padres se dijeron entre ellos sin ser capaces de presionar a los dos hermanos donde seguramente uno no conseguiría salvarse.
Como si fuera el momento mi tembloroso cuerpo salió de los arbustos y corrió hacia mis progenitores llamándolos por su nombre, en ese instante como si un interruptor lo hubiera activado todo se oscureció y me sentí ser expulsada del recuerdo al tiempo que una serie de imágenes borrosas pasaban frente a mí hasta que un agarre me volvió a detener en un punto — Saltando entre historias, creo que estamos cerca ¿Puedes seguir? — Aunque no podía verlo la voz dura de Tsukino me ayudó a concentrarme de vuelta, asi que respirando profundo y tratando de controlar mis temblores debido a la experiencia de inmersión, declaré — Y-yo puedo seguir.
— Límpiate la cara antes, te vez miserable — Aunque lo dijo no fui yo la que se movió, Tsukino con algo no propio de lo que se esperaría de alguien como él paso sus manos sobre mis mejillas húmedas que hasta ahora me percataba de su estado al no caer en cuenta antes de que había estado llorando.
El toque no fue dulce de hecho era más brusco y casi me quita la piel diría, pero lo permití ya que de alguna manera si me sentía agotada — Gracias —dije por su torpe gesto, pero él no respondió en cambio volvió ayudarme a sumergir en otra escena, esta vez, me encontré en un salón escuchando detrás de una puerta y mi mirando por una rendija, donde Hayato estaba llorando frente a un altar donde reposaban fotos, vestido con ropa negra. En parte no comprendí porque me quedé allí hasta que vi que el niño no estaba solo, detrás de él se encontraba Fugaku, su postura recta y casi estoico, pero para mí, pude ver una sombra en sus ojos… era culpa.
— Hayato —le escuché pronunciar mientras mi pequeño cuerpo se encogía, especialmente porque vio que el niño comenzaba a temblar de ira.
— ¿Qué es lo que hace aquí? ¿no fue suficiente para ustedes? —gruño en un murmullo el niño, aun sin dedicarle ninguna mirada al hombre.
— No hay excusas para lo ocurrido —empezó el hombre manteniendo la compostura, pero era evidente, al menos para mi mente adulta que la culpa y responsabilidad luchaban dentro de él — No esperaba que tus padres…
— ¡Son unos malditos traidores! — Finalmente el niño gritó girándose para ver al hombre directamente a los ojos, con la sombra de odio en sus ojos café que estaban tanto hinchados como rojos, su cara deformado en una mueca que mostraba el dolor e ira. — ¡¿Qué mierda de disculpa soltará?! ¡Solo para defender a esos bastardos!
Fugaku se quedó de pie en silencio y aunque para mí fue evidente que la ofensa del niño al insultar a su clan era grande, no argumentó nada, y no tendría por qué, era evidente que tenía que plantar el rostro y recibir lo que ese pequeño le estaba arrojando — ¡Ellos confiaron en ustedes, les confiaron sus espaldas… mis padres confiaron ciegamente en ustedes! ¡Pero sus malditos compañeros les entregaron al enemigo al verse superado y "salvar" su maldita línea sanguínea! ¡¿A quién mierda le importa sus ojos?!
Mi cuerpo temblaba y sentía que mis lágrimas nublaban mi vista, quería correr hacia el niño pero no podía, sabía que no podía ahora, por eso cobardemente me quedé detrás de la puerta viendo la interacción. — Como dije no hay excusa para lo ocurrido, pero estamos en una guerra… — Aunque su voz sonó autoritaria el pelinegro no escucho y en cambio tomo uno de los jarrones cerca al altar y se lo arrojo con todas sus fuerzas, pero al ser aun pequeño este solo cayó a los pies del hombre y se partió permitiendo que el agua manchara sus pies y las flores quedaran encima de sus botas y alrededor.
— ¡Como una mierda! ¡Abandonaron a mis padres y camaradas como perros! Es claro que esto no es un lugar pacífico ellos me lo dijeron, pero si iban a morir de forma miserable al menos lo hubieran hecho con sus camaradas no siendo traicionados. — Sabía que Hayato había tenido sus momentos de madurez de niño, pero incluso para él esos pensamientos eran tan venenosos como los de un adulto. — Quiero que se largue... ¡No quiero su lastima, ni sus disculpas! ¡Todo su clan son unos mentirosos y traicioneros! Pero he aprendido la lección… jamás confiaré en alguno de los suyos, ahora ¡LARGO! Mis padres no necesitan sus respetos.
Fugaku cerró los ojos antes de girar sobre sus talones y marcharse, dejando al niño solo que cuando finalmente estuvo fuera de la vista del hombre mayor cerro los ojos con fuerza y lanzó un grito de dolor al aire mientras caía de rodillas. Solo fue entonces que mi cuerpo se movió solo y abrió la puerta entrando en el lugar me lancé a abrazar al niño con fuerza, mis propias lágrimas saliendo ahora de mis ojos mientras me aferraba al joven.
— Déjame… —pronunció en un murmullo mientras intentaba apartarme al principio con delicadeza, pero me negué a soltarle así que continuo — He dicho que me dejes.
— No quiero —contesté intentando apretarlo más fuerte, pero el niño estaba harto así que al final me empujo haciéndome caer hacia atrás, donde sentí dolor en mi trasero al golpear contra el suelo.
— Te he dicho Sakura que no quiero tu lastima, esto se acabó, deja de molestarme —declaró, pero, aunque lo decía y fruncía el entrecejo pude ver más allá, a el mismo le aterraba decirlo, pero no dio marcha atrás solo se giró y salió corriendo del lugar dejándome sola mientras derramaba lagrimas por mí, por él y por lo que le habían arrebatado. Sentía que esas personas en su momento también fueron importantes para mí, y solo imaginar el hermano de Hayato que había salvado mi vida.
Repentinamente sentí algo a mi alrededor esta vez ajena a mi propio cuerpo, como si me hubiera separado de mi yo pequeño. Era como un susurro, pero no podía distinguirlo bien, sin embargo, creía que era a quien estaba buscando — Nox… creo que lo escucho, pero no lo puedo ver —dije mirando alrededor.
— Si, estas cerca de él… concéntrate en el dolor que probablemente provoca este momento para él, esta resolución —respondió, así que aunque aún no lo entendía del todo cerré mis ojos e intente imaginar, lo asocie con el mismo que sentí cuando Sasuke nos abandonó y el que acababa de experimentar.
— Todo fue por ellos, todos son unos traidores —finalmente le escuché, así que camine hacia allí, siguiendo su voz —No debo… ellos…
— No, no todos lo son —dije para al final abrir los ojos, y encontrar al niño arrodillado, pero junto a este estaba la persona que buscaba, su mirada estaba opaca así que intenté ir por él, pero al instante mi mundo giró y frente a mi pasó un recuerdo doloroso que fue como un golpe en el estómago.
—No será sencillo, así que tendrás que luchar contra eso Haruno, con tu propia fuerza concéntrate en tu objetivo y no dejes que te arrastre el pasado — Nuevamente Tsukino fue como la cuerda que me sostuvo para que volviera sobre mis sentidos.
Sentía que la tarea no iba a ser sencilla pero la distancia que nos separaba a el hombre y a mí no haría que mi voluntad flaqueara, le salvaría antes de que se perdiera. Así que volví a caminar, pero por cada paso que daba una nueva imagen se revelaba hacia mí, como arrastrándome de regreso y provocándome un fuerte dolor; cada vez que ocurría me imaginaba a mi compañero el día en que casi lo pierdo, y repitiéndome en mi cabeza que no quería que volviéramos a pasar por lo mismo, esto me traía de regreso, aunque nuevamente cuando daba otro paso otra imagen venía a mí. En todo ese tiempo vi lo que me había perdido de mi vida, pequeños detalles, de mis padres en la guerra, pequeños momentos con Yun y Hayato, los padres de los dos anteriores, mi debilidad y timidez, cada vez fue más difícil, y sentía ganas de vomitar del dolor, pero no me detuve, incluso cuando mis rodillas se doblaron y caí contra el suelo seguí avanzando mientras gateaba.
La última imagen fue extraña, ya que no pude distinguirla, pero me veía siendo separada y el joven Hayato a la distancia viéndome a lo lejos antes de darme la espalda. Fue doloroso, pero ¿No había soportado situaciones iguales? Una emoción de abandono no podría justificar perderme en ella y aunque estaba para ese punto confundida de mi propósito me aferre a la pulsera en mi mano y me concentré en que había alguien importante esperando, incluso si me sentía letárgica y perdida. Fue entonces que mis ojos se aclararon y me encontré justo al lado de Hayato a quien por instinto envolví en mis brazos al tiempo que colocaba mi cabeza en su hombro.
— No estás solo, ya no lo estas —dije suavemente y acariciando sus cabellos — No nos traicionarán, ellos no lo harán y yo también he venido por ti.
Él no se movía aun solo temblaba en mis brazos, así que respiré profundo e intenté hacer que me mirara, no obstante fue en ese momento que noté las pesadas cadenas que lo ataban en brazos y piernas. — Eso es lo que lo mantiene aquí, puedes romperlas si contrarrestas el poder de Zen —declaró el guardián nuevamente, así que aunque no me sentía capaz de hacer mucho coloque mis manos en sus muñecas y me concentré en el presente, recitando en mi cabeza — "El pasado es pasado, el presente es ahora, así que libera a mi amigo" —Sentí un tirón y también un rechazo en lo que hacía, de tal forma que mis manos ardían como si estuvieran en llamas, pero aun así perseveré, entonces hubo otro impacto y como si estas tuvieran conciencia me transmitieron algo más que el ardor en mis manos, fue una cantidad de emociones que me robaron el aliento.
Odio en su más pura forma contra los Uchiha y un dolor de la perdida tan horrible que casi me desmayo al compartirlo ¿Era eso lo que sentía Hayato? Fue una situación de completo desconcierto para mí ya que era como arder en el infierno y desear el mal a quienes amaba al mismo tiempo, era una sensación tan escalofriante que me hizo temblar y perder el aliento, pero aun con tantas emociones contradictorias no me detuve, especialmente cuando sentí que las esposas parecían comenzar a fragmentarse bajo mis manos. — Hayato, sé que tienes tus motivos para pensar así, pero… —ahogue un gemido y traté de mantener la consciencia — Te aseguro que no todos… los Uchiha… son así, ya veraz… solo porque alguien, no haya estado a la altura… y te haya lastimado, quiere d-decir que será así por siempre.
Levante mi mirada adolorida y coloque mi frente contra la suya tolerando aun la agonía, — Confía en mí… ya no te dejaré otra vez… eres también importante, no estarás solo —las cadenas cedieron un poco más, pero el golpe definitivo fue cuando dije —: Tú siempre has sido un cabeza dura, así que no me digas que esto será lo que te derrumbe… si allá atrás me pediste que no te tuviera lastima, demuéstrale a Zen… que no sucumbirás, demostrémosle Juntos… de que esta hecho el equipo cinco, no dejaremos que también te lleve como lo hizo con Tenryu, porque… si no lo hacemos apuesto que Tenryu se burlará de ti.
Al final de mis palabras repentinamente sentí una sensación como en un tira y afloja cuando el otro lado se rinde y suelta el otro extremo fue una sensación en picada, entonces las esposas se rompieron y la oscuridad nos tragó. Por unos instantes pensé que algo había salido mal, hasta que el frío me trajo de vuelta a mis sentidos, no obstante, no pude abrir los ojos tan rápido, todo me dolía, mi cabeza daba vueltas y sobre todo estaba demasiado cansada. — Bueno, hiciste un buen trabajo —pude reconocer la voz de Tsukino que me hablaba, y también sentí algo frio en mi frente —Para ser la primera vez no te perdiste y no tuve que buscarte así que supongo tienes talento para esto.
Solté un bufido descontento mientras susurraba, aun a ciegas —: Fue la cosa más horrible que he experimentado, nunca más quisiera pasar por eso. — Por algún motivo presentí que el hombre se estaba burlando, incluso sin ver de alguna forma lo sabía.
— Bueno no enloqueciste a la primera y tampoco te dejaste tentar por las memorias o el pasado así que está bien, lograste tu objetivo, por cierto, abre la boca, no quiero estar cuidándote, ya he hecho suficiente —declaró el hombre volviendo a su siempre actitud prepotente, pero yo no sería la que discutiera por ello, así que seguí sus instrucciones, una vez lo hice un líquido de sabor dulce se derramó entre mis labios — Esto es Fhe, un jugo especial de una fruta que no conseguirás en tu vida, sanará tus heridas por ahora y restablecerá un poco tu energía, aunque dormirás un rato para ello, pero descuida tus amigos vendrán en camino dentro de poco y yo me aseguré de que el hermanito de tu parasito no se aparezca por aquí.
— Tsukino… gracias —pronuncié, no sabía si le gustaría, pero igual estaba agradecida con él por todo lo que había hecho, — Si Yui te dice algo, por favor dime, aunque no sea de mi incumbencia, intercederé para que no sea tan fuerte el regaño después de todo nos ayudaste.
Hubo un momento de silencio antes de sentir como me jalaba una mejilla y bufaba — No es necesario, pero humano agradecido gana favores de nosotros, así que al menos estarás segura de que no te mataré, ahora… duerme. —Eso fue lo último que escuché antes de que la oscuridad me tragara nuevamente, pero esta vez quedándome inconsciente por completo.
-0-
Nox observó a la joven Kunoichi y a su compañero, ahora los dos reposaban tranquilos, además las heridas que la chica se había hecho tratando de rescatar a su compañero eran tan reales como el día, era la desventaja de viajar entre tiempos y aunque fuera inconsciente de ello lo que había hecho al usar su fuerza, le había demostrado que su relación era diferente de lo que esperaba, el poder de Sakura o mejor dicho el poder depositado en ella no era nada que hubieran previsto. ¿Yui lo sabía? Era realmente un misterio y comenzaba a preocuparse por ello, lo bueno es que la joven no se veía interesada en manejarlo y esperaba que siguiera así.
El guardián se levantó y salió de la cueva, el atardecer había comenzado a caer y luego llegaría la noche, sería un momento perfecto para que él actuara y volviera a sus propios asuntos, de hecho, había descuidado su otro trabajo por venir a ayudar a la protegida de Yui, pero había valido la pena; descubrió muchas cosas interesantes y también redirigía un poco la atención no deseada. Finalmente, y luego de dar una última mirada a la cueva que ahora estaba cubierta de maleza para ocultar la entrada del enemigo Nox sonrió y declaró —: Avisa a sus amigos de donde están, apuesto que estarán dando unos buenos paseos por ahí buscando desesperados, yo iré a trabajar. — Un par de ojos carmesí entre los árboles se asomaron un momento antes de desaparecer, solo entonces el guardián se cubrió de sombras y también se marchó de allí, reapareciendo en medio de un conocido salón ahora.
Estaba oscuro y no había nadie aún, pero podía esperar, mientras organizaba los datos que ahora tenía y lo que aprendió mirando en el pasado de Sakura y su amigo mientras ella intentaba sacarlo de su propia destrucción. Sentándose cual rey en uno de los sillones cerró los ojos descansando y pensando; ¿Tanto podía cambiar la vida de una persona solo por nacer antes? Los detalles eran asombrosamente diferentes y realmente se preguntaba si Sakura lo había notado, no dudaba que Yui lo había hecho, pero ¿Por qué no detenerlos? Bueno podía responder eso, cuando llegaron ya había cosas que habían sido establecidas así que modificarlas podría haber sido peligroso y confuso. Golpeó suavemente su índice contra el brazo del sillón y planteó las dos realidades, naturalmente si lo observaba de manera objetiva la mayoría conservaba sus mismas vidas, personalidades e incluso destinos, exceptuando a los Uchiha quienes al menos la muerte no golpeaba ahora a sus puertas, al menos no de la misma forma que antes, pero en esencia todo era igual, sin embargo, en el caso de Sakura y Hayato habían diferencias, uno influenciado por otro, pero el caso más serio realmente era el de la chica.
Primero realmente ¿no había notado que sus padres eran diferentes a lo que originalmente habían sido? Quizás porque mantenían sus personalidades no lo había notado, pero en su tiempo, si bien su madre había mantenido una vida shinobi activa en su juventud, no había tenido el rango que tenía, su padre no era un luchador acérrimo y tampoco tenían tantas conexiones, habían sido prácticamente civiles que no se involucraron ni en la guerra ni en el ataque del Kyubi, de hecho, dudaba que originalmente se hubieran llevado a su hija a la guerra. Su pasado y crecimiento eran diferentes, curtiéndolos lo suficiente para mirar la vida como verdaderos ninjas, un camino preparado para que fuera más fácil para Sakura crecer en ese ambiente y la transición de mentalidades no se viera tan afectada o drástica, igualmente el que conocieran a la familia de Hayato, los Shiratora… que habían muerto en la guerra bajo circunstancias similares, omitiendo pequeñas diferencias.
— Ese bastardo tiene control incluso en los detalles más pequeños —murmuró el guardián abriendo los ojos y frunciendo levemente el entrecejo.
En toda su vida había conocido locos con habilidades similares a las de Shin, sin embargo, no había existido uno que pudiera encajar las piezas también, como quien arma un rompecabezas con cuidado, por lo general siempre había una fuga que rompía el equilibrio, pero en este caso los hechos se consiguieron manipular hasta las raíces. Le recordaba a un domino de forma donde al terminar de ser armado solo tienes que golpear la primera pieza para que este caiga en un orden preciso y se conecte con las otras piezas. Claro había dejado el margen de acción para que no alterara toda la estructura y esqueleto del mundo, haciendo que sus acciones casi pudiesen ser alagadas como una obra de arte.
Por otro lado, la existencia de Sakura colocada como una pieza de ajedrez en el tablero había influenciado en muchas personas, podía moverse por todo el tablero como la reina ¿Pero quien manejaba los movimientos? Solo estaba involucrada en momentos precisos a su parecer. Dejando un momento de lado aquello, y enfocándose ahora en Hayato, él era otra rareza diferente ya que lo que miró en su interior había sido… sorprendente, para un humano. Conocía sus historias, incluso indagó lo suficiente como para saber de él y Yui, y aquello no era poco, no era posible no enloquecer con la información o incluso aspirar a tomar algo para sí, el chico era tan desinteresado como la chica de cabellos rosa. — Podrían ser tanto inteligentes como Estúpidos —declaro sonriendo.
Lo cual lo llevaba a lo que vio al comparar sus vidas, definitivamente este Hayato era más suave que el de su pasado, pero igual de fuerte, ¿Había algo para que estuviera pegado a Sakura? No lo creía, pero tenía que decir que tampoco entendía los sentimientos humanos, eran extraños a su parecer, un evento, hechos podían alterar su perspectiva y guiarlos en otra dirección, ¿Cuántas caras podían llegar a tener? Reflexionando en ello escuchó la puerta junto a una tos fuerte y pasos cansados, que entre traspiés se acercaron en su dirección luego de que la puerta se hubo cerrado, entonces un segundo más tarde las luces se prendieron y una desaliñada Uchiha Izumi apareció en la entrada del salón, su aspecto era completamente desastroso, algo que le hizo esbozar una sonrisa cruel, sin un ápice de compasión por ella. Tenía ojeras prominentes, su cabello antes brillante había perdido el color y casi podía comenzar en algunas partes a verse blanco, sus mejillas estaban hundidas al igual que sus ojos que estaban rojos y apagados, la piel antes rebosante de vida estaba pálida y en las muñecas y clavícula comenzaban a verse los huesos, la ropa ahora se veía holgada sobre su pequeño cuerpo desgastado. ¿Dónde había quedado su arrogancia? Oh, sí se la había llevado tan rápido su mismo temperamento en todos esos días que había estado luchando consigo misma, intentando salir del bucle en que había caído.
— He visto cosas horribles, que se producen en un parpadeo, pero tú has superado todas mis expectativas —se burló el hombre — Es increíble que solo en dos semanas casi hayas terminado así.
La mirada cansada de la joven se levantó y se posó en los ojos rojos de él, podría ver un pequeño destello de ira allí, pero este se desvaneció tan pronto como apareció, siendo sustituido por un suspiro agotado y un caminar lento hasta la cocina — ¿Le gusta torturar a los demás? —la voz de la Uchiha salió débil, pero era lo suficientemente fuerte como para que él la escuchara.
— Hm… no precisamente, pero con respecto a gente que no conoce su lugar no me molesta serlo —dijo el hombre viendo como ella comenzaba a cocinar algo ligero — Y desgraciadamente eres una cosa bastante problemática.
Izumi no respondió de inmediato solo se movió en silencio por el lugar, llevando y trayendo las cosas, intentando no pensar en nada para no empeorar su condición, no obstante, sabía que el guardián odiaría que le ignorara así que luego de asegurarse de poner la olla de arroz a cocinar se giró a mirarlo y dijo —: Igual no me queda mucho ¿Por qué no acabar con esto de una vez? Podrías matarme ahora mismo. — Era algo que había contemplado muchas veces ¿Por qué el guardián la mantenía con vida? No tenía salvación, su madre había dado su último suspiro esa tarde, y apostaba que él lo sabía la línea de su existencia se había agotado finalmente y ella ahora sería castigada con la maldición de él.
Nox la observó por unos momentos, había sido demasiado fácil quebrarla, pero aun con ello la esperanza había desaparecido porque se sentía incapaz de abandonar sus sueños y obsesiones, es por eso que era también una sorpresa que lo que pensó tardaría un mes más haya acabado tan rápidamente entre los cambios de humor de la joven frente a él ¿Tenía algo que ver con esa maldición de odio? Estaba seguro que dejarla con vida solo causaría que luego intentara vengarse inútilmente, o al menos si conservaba esa actitud, pero parecía que ella había visto que efectivamente él no se estaba esforzando en matarla, aunque el motivo no era realmente noble detrás de eso, simplemente aún no podía, al menos no hasta cubrir todas las variantes en el tiempo. Oh a eso se le llamaba un parche en la pared, y tenía que arreglarlo cuidadosamente para que esta quedara lisa y sin marcas, sería más sencillo que ella no le obligara a tanto, pero a este paso sería inevitable — ¿Por qué tendría? Los asuntos que manejo o como los manejo no deben interesarte, en cambio ¿No deberías intentar sobrevivir? Aunque no es que me importe. — Nox miró su línea de vida, quizás en modo zombi aguantaría uno o dos meses, pero luego de eso sería su final, y eso considerando que tolerara hasta entonces, ya que como había visto era un poco impredecible el tiempo, considerando su actitud.
— Aunque lo piense no puedo —dijo ella con cansancio volviendo a cocinar, su voz siendo un hilo mientras hablaba — Simplemente cuando quiero ver lo bueno algo surge en mí y me ahoga, llenándome de resentimiento ¿Por qué ella? ¿por qué ahora? ¿Qué cambió? Siento que todas las respuestas las tienes, pero evitas darlas.
— Creí que ya habíamos tenido esa discusión antes ¿Acaso no expliqué con Yoru y Sakura delante? — Nox rodó los ojos y la observó aburrido.
—No me refiero a eso… sino… ¿Por qué pasa? ¿Por qué soy diferente a otros? Yo no quería llenarme de resentimiento, no quería odiarla, pero toda mi vida… ¿Por qué? —las lágrimas se asomaron por sus ojos junto a una expresión de dolor — ¿Estoy realmente maldita desde que nací? Amé a Itachi siempre, quise que fuera feliz siempre pero ahora ¿Por qué?
¿Se hacia la victima? No, podía ver que realmente estaba perdida y confundida y bueno no era raro que eso pasara, las emociones eran un lio con las almas sensibles, pero... si lo pensaba por un momento ¿Por qué en serio esta mujer fue más sensible en reaccionar? Podría decir que fue porque amaba a Uchiha Itachi, pero siempre era algo extraño ¿Sera que había algo más que la afectaba? No era raro que hubiera personas que fueran más sensibles que otra a cambios, pero la suya era un caso particular, incluso luego de que pasó el tiempo límite de vida anterior, debería haberse mantenido sin problemas, pero con el paso del tiempo eso había empeorado. — No tendría respuesta para ello —admitió fácilmente el guardián —que seas una rareza emocional ya es por sí mismo extraño.
— Yo no creo que sea tan fácil, si igualmente voy a morir ¿Podrías mirar mi alma no? Si hay algo fuera de lugar en vez de simplemente eliminar la oscuridad —declaró Izumi dándole una mirada casi suplicante para ese punto.
No era raro que las personas pensaran que no era su culpa, y ella había sido un tremendo dolor de cabeza con sus impertinencias, incluso ahora parte de ella apestaba, sin embargo, un poco de curiosidad brillo en su interior ¿No perdía nada con intentarlo no? No es que esperara mucho. pero decidió ser complaciente así que asintió una vez de acuerdo esperando a que ella terminara lo que sea que haría. Aliviada y cansada por su situación la chica apagó la estufa y se acercó al hombre poniéndose de rodillas a sus pies sin que él le dijera nada y mirándolo con esos ojos casi vacíos y ojerosos. Cualquiera podría considerarlo un sádico y en cierto modo lo era, pero no era el caso en esta ocasión, solo tenía curiosidad, por lo tanto, acercó su mano a la frente de la chica sin tocarla y entonces una pequeña luz escarlata brillo en su palma, conectando con la piel de la joven y con ello con su interior.
Lo que encontró inicialmente fue lo normal, acciones regulares de una persona, aun alma corrupta sin mayor interés, hilos de emociones conectados a los sentimientos originales, nada destacable, sin embargo, cuando iba a determinar y decirle a la chica que todo estaba en su sitio se percató de algo más y se detuvo. Nox frunció el entrecejo y se acercó más al pequeño hilo que había encontrado, un hilo suelto y desconectado. Normalmente las personas o seres se regían por una personalidad que se ajustaba con las habilidades y dones, pero sobre todo bases éticas que aunque desde el principio existen estas se van alimentando con experiencias y el pasar de los años, estas eran semillas que crecían si se tenían y si se alimentaban pero algo que fue arrancado no podía crecer, en este caso era como si hubieran modificado su personalidad original al desconectar lo que identificó fue su sentido de altruismo, pero no solo eso también la bondad y madurez emocional ¿por qué estaba de esa forma? Esa chica, según recordaba originalmente atrajo a Itachi Uchiha fue por su sentido de justicia, amabilidad y sensibilidad, ella no había sido egoísta ni obsesiva como ahora mismo era, y en esos momentos le quedaba claro el porqué. Realmente la joven había acertado, había algo anormal y en un sentido donde las reglas habían sido machacadas. Una sonrisa que estaba entre la amargura y la ira se pintó en los labios del hombre quien chasqueó la lengua y en el momento puso en pausa su maldición, al tiempo que retiraba la mano de la frente de la joven.
Izumi abrió los ojos y frunció el entrecejo sorprendida por su situación casi cuestionando porque se sentía más ligera, pero antes de cuestionar al guardián este se adelantó diciendo —: Un pecado es un pecado, pero la trampa puesta es una prueba bastante contundente para salvarte, al menos por ahora — Nox se levantó de su lugar y miro a la joven, entonces declaró — Tendré que pedirle a Yoru que te eche una mirada, puede que encontrara el problema pero no soy quien para unir los pedazos rotos, y contra tu buen Juicio no hagas nada estúpido mientras no estoy.
— Lo tendré presente —dijo Izumi asintiendo con lágrimas en los ojos antes de continuar — Sin embargo… para ella fue tarde.
— Al menos eso te mantendrá cuerda. — Sin esperar respuesta El hombre se marchó de allí apareciendo en uno de los bosques que colindaban con la aldea.
No era un experto en el tema, pero realmente había encontrado algo muy interesante, pero al mismo tiempo peligroso quizás el no supiera bien que era, pero estaba seguro de que Yoru lo sabría — Un hueco… ¿será coincidencia? Alguien más intervino o es obra del cambio... como sea un fenómeno que no debería ser, veremos cómo responderá luego ese pequeño bastardo.
-0-
La sombra que se había formado, era ahora nuevamente una sombra caída bajo sus manos. La sangre manchaba sus guantes y parte de sus ropas, su ninjato pronto necesitaría mantenimiento de nuevo, su máscara estaba ligeramente partida en una esquina y sus botas y pantalones manchados de agua y barro salpicando ligeramente su chaleco. Su aspecto era el claro indicio de una misión cumplida nuevamente, otra bajo la solicitud del Hokage — Capitán, es hora de volver —declaró uno de sus hombres desde una posición elevada, al parecer habían terminado de limpiar el desastre.
— Bien —declaró guardando su arma en la parte de atrás y sin mediar palabra comenzó a moverse, desapareciendo del lugar y en completo silencio guiar a una rápida velocidad a su equipo de regreso a la aldea.
El agua de la tormenta golpeaba copiosas gotas contra su cuerpo y su cabello empapado ahora en una cola de caballo algo desarreglada volaba en dirección opuesta a la que iban. Siempre era así, su vida era rutinaria, pero no podía quejarse, había entrenado para esto, se había convertido en quien era gracias a su determinación para sacar a los cobardes del camino, por ello no le importaba ser una herramienta afilada si con ello podía proteger a los aldeanos. Fue tarde en la noche cuando llegaron a la aldea, y pasando de largo siguieron hasta la sala de informe, solo entonces, en medio de la sala fue que se detuvieron a esperar a que llegara el Hokage. Pasó un tiempo antes de que la mujer rubia se hiciera presente, solo entonces los cuatro anbu, con él se arrodillaron frente a la mujer que asintió al verlos.
— Me alegro que regresaran a salvo ¿Consiguieron concluir la misión con éxito? — Era una mujer amable, aunque se veía dura en el exterior el mismo sabía que realmente esa mujer era una líder que se pondría frente a la línea de fuego de ser necesario para luchar por su aldea, era por eso que no le molestaba seguirla.
— Todos los objetivos fueron eliminados y logramos traer de regreso lo que solicitó — Entonces sacó de la bolsa de cuero en su cadera el pergamino que había solicitado recuperar la mujer, quien asintió aliviada y recuperó pronto el rollo.
— Bien, Hicieron un buen trabajo, todos exceptuando tu pueden irse, necesito hablar algo en privado contigo.
Si estaba sorprendido por su repentino llamado no lo expresó, pero los otros miembros se miraron entre ellos antes de acatar la orden. Solo cuando estuvieron sin audiencia la mujer suspiro e hizo un gesto para que se levantara — Hayato, puedes por un momento retirarte la máscara, en este momento no trataré un tema de ambu. — Internamente hizo una mueca, pero acató la petición retirando la porcelana fragmentada de su rostro y dejándose ver.
Su flequillo desordenado y mojado se pegó a su frente cuando esta quedó descubierta, pero él no hizo un esfuerzo por retirarlo de allí al contrario se cruzó de brazos y le dedicó una mirada plana a su líder, esperando lo que deseaba hablar con él. Tsunade lo observó un momento antes de hablar, asegurándose de que tuviera toda su atención —: Me ha llegado un comunicado de tu clan, desean que pronto regreses y "cumplas con tus deberes" según indicaron, y me pidieron retirarte del servicio activo. — Pocas veces se verían emociones en su rostro, pero Hayato escuchando aquello solo pudo bufar y dar una sonrisa despectiva.
— ¿Y qué les dijo?
— No es mi intención retirarte del servicio si no lo deseas, no obstante, tampoco creo que debas simplemente dejar pasar esta situación. Has tenido inconvenientes con ellos desde hace mucho tiempo y no puedes ignorarles por siempre — La mujer cruzó los brazos debajo de su prominente pecho y suspiro, la verdad había estado atendiendo a esos sujetos desde hace tiempo, reteniéndolos como había hecho su antecesor al parecer, pero ese chico no podría seguir así, los problemas de su clan él tenía que solucionarlos.
— No creo que tenga que preocuparse por ello —declaró el pelinegro moviendo la mano como si no fuera importante lo que dijera —Ellos se encargaran de sus asuntos y yo de los míos, hace tiempo deje ese lugar y no pienso ser su marioneta.
La mujer suspiro exasperada pero no quería intervenir en la decisión del joven, quien ya era un adulto para pensar por sí mismo desde hace mucho, además ya intuía que respondería eso cuando se lo comentara, así que solo tenía una forma de manejar esto. — Entiendo tu postura, pero para mantener a los ancianos de tu clan tranquilos necesitas estar lejos del frente un tiempo, al menos mientras preparo el terreno, para ello necesito que me hagas un favor… no, no es un favor, te asignaré una misión un poco menos sanguinaria a tu línea de trabajo, pero necesito que la mantengas por unos meses. — Hayato frunció el entrecejo, pero no se atrevería a denegar la petición de la Mujer, confiaba en ella y para alguien como él no era sencillo que realmente depositara su confianza en alguien más.
— ¿De qué se trata?
— No es mucho, es pasar por un asistente, no creo que te relaciones mucho con ella pero necesito que ayudes por un tiempo con el archivo a mi estudiante —declaró Tsunade con un brillo de orgullo en sus ojos, algo que pudo haber pasado desapercibido para otra persona pero para él fue interesante notarlo, aunque no necesariamente era como si le fuera a dar importancia.
— Bien ¿Shizune…?
— No, hace poco más de un año acogí a otra estudiante su nombre es Haruno Sakura, está aprendiendo ninjutsu médico, pero para este punto ya es muy buena, igualmente me está ayudando con algunas cosas de mi trabajo. Como sé que no te gusta interactuar con los demás no te pediré que estés todo el tiempo con ella, de hecho si no te cruzas realmente con ella está bien, pero siendo trabajo de oficina tienes que organizar los archivos, quizás recaudar algunas plantas medicinales e investigar algunas otras cosas pero no es nada complicado, es parte del trabajo ahora asignado a ella. — Las condiciones no eran malas y todo era relativamente sencillo así que suponía no tendría problemas reales con ello.
— De acuerdo —confirmó bajando las manos y haciendo una corta reverencia — Si eso es lo que necesita cumpliré sus órdenes.
Realmente Tsunade siempre se había preocupado por este activo en particular, Shiratora Hayato, era un Shinobi de gran fuerza, sus habilidades no podían ser subestimadas de ninguna forma, su nivel de misiones completadas era alto, el éxito superaba el 98% e igualmente era un líder de escuadrón capaz, jamás había abandonado a un compañero y algunos podrían elogiarlo de ser casi un genio, sin embargo, esto solo era la superficie asomada por encima del agua, quien no le conociera pensaría muy bien de él, pero la realidad era que ese hombre era la descripción de Shinobi. Tras esa mirada y expresión neutral, había un asesino despiadado para sus objetivos, ejecutor, torturador y falto de empatía por decir menos, no compaginaba con sus compañeros realmente, solo era como si sus principios le impidieran dejar a alguien atrás pero no lo hacía porque les apreciara, tampoco despreciaba a sus enemigos, pero aun así sus castigos eran contundentes.
Era casi como una máquina, y realmente no había tenido ningún tipo de reacción de parte de él, solo sabía los rezagos de su pasado, pero parecía que este ni siquiera ya podía tocarlo, como si todo lo hubiera guardado bajo llave. Honestamente pedirle que acompañara a Sakura, aunque fuera en las sombras no le gustaba, y no era porque pensara que la fuera a dañar, de hecho estaba segura de que el hombre en cambio se prestaría para protegerla si fuera necesario, pero para mantenerlo lejos del frente necesitaba ocuparlo en algo y en este momento su estudiante estaba llevando muchas cosas encima, así que estaba preocupada por su estado, especialmente ahora que estaba almacenando chakra para su byakugou. — Mañana te daré los detalles de la misión, y horarios.
Con esto sobre la mesa finalmente terminaron la reunión entre los dos, no había palabras o conversaciones ociosas, solo al punto, algo que el hombre apreciaba, incluso si el trabajo no fuera de su agrado. Y fue de esa forma que inicialmente comenzó a ayudar en las sombras en un trabajo que consideraba sin importancia al menos en las primeras semanas, sin embargo, y aunque no tenía intenciones de en principio encontrarse con la nombrada aprendiz, aprendió muy pronto que fue en ocasiones inevitable no habérsela cruzado, incluso si él no entraba dentro de su rango de interacción.
Aunque él mismo se consideraba un hombre sin muchos deseos y esperanzas a sus 24 años casi 25, aún era humano, así que había cosas que podrían causarle curiosidad, aunque la mayoría siempre eran reprimidas en esta ocasión donde no tenía nada que hacer, dejó que se deslizara un poco la misma, así que cuando tenía la oportunidad al final se encontraba inevitablemente observando hacia la pequeña aprendiz de su Hokage. No tenía particularmente ningún pensamiento y estando ocioso era lo que mejor podía hacer, por lo cual simplemente analizó a la chica, intentando ver que había visto la Hokage en ella para tomarla bajo su ala y transmitirle sus conocimientos.
Lo primero en averiguar como su deporte personal fue que ella provenía de una familia sin logros ninja evidentes, su madre en particular había tenido un entrenamiento básico ninja, pero nunca llegó a ejercer, por otro lado su padre era un hombre que había sido genin antes de retirarse y dedicarse a comerciar, un matrimonio normal pero que habían concebido a la pequeña peli rosada, que en lugar de sus padres decidió ejercer como Kunoichi en toda regla. Lo segundo en su lista es que la chica no tenía talentos ninja destacables, al menos hablando en relación a líneas de sangre, pero eso no quería decir que era inútil, todo lo contrario sus talentos estaban en sí misma no en la sangre, era una chica lista con una memoria elogiable, además por lo que había constatado su control de chakra era impecable, incluso mejor de lo que él podría decir que podría llegar a tener, y eso en sí cubría su falencia de abundancia de chakra debido a que lograba administrarlo perfectamente.
Con el paso de los días comenzó a ver otras cosas, pero lo que terminó por desvelar los motivos tras la decisión de su Hokage fue su determinación, aquella mirada y carácter firmes y explosivos. Tal pista final la había tomado con agrado y algo de sorpresa cierto día en el hospital cuando fue a dejar algunas hierbas recolectadas como le habían pedido y se vio envuelto en una situación en la cual no debería haber estado.
— Shiratora-san muchas gracias por traerlas nuevamente hoy. — El hombre a cargo de recibir su pedido se inclinó y le mostró una sonrisa cordial como siempre.
— Hokage-sama indicó que si tienen un nuevo pedido lo soliciten, estaré pronto en marcha para buscar el resto —fue su respuesta manteniendo su semblante estoico mientras hablaba.
Su compañía era notablemente afectada por esto, si su expresión temblorosa decía algo, sin embargo, Hayato no le juzgo por esto, era una reacción normal considerando que en sí mismo su reputación y carácter le habían hecho ganarse la apatía de los demás, un reflejo de sus propias acciones, pero para él estaba bien, palabras sin sentido o las mismas relaciones solo serían un estorbo. — No hay nada por ahora, pero le haremos saber si surge la necesidad —respondió.
— Bien, en ese caso me marcho —contestó el pelinegro girando sobre sus talones y dirigiéndose a la entrada del edificio para marcharse, sin embargo, antes de que pudiera realmente llegar hasta la recepción escuchó la caída de algo y un grito que encendieron todas sus alarmas anbu, así que se giró hacia el sonido, pero solo encontró que un hombre había derrumbado mientras que la que parecía su mujer gritaba desesperada por ayuda. Cuando se aseguró que no era realmente una situación peligrosa pensó en seguir su camino, después de todo eso era un hospital podrían asistirlo, sin embargo, aunque vio a algunas enfermeras llamando aquí y allá no parecía que fueran pronto a ver la situación.
Personalmente no era médico, sabía cosas básicas para tratar algunos males, pero solo para casos extremos en el campo, pero, aunque poco le importaba la vida de la persona ver que aun nadie le ayudaba le irritó, así que a regañadientes se volvió hacia la mujer histérica y el cuerpo boca abajo del hombre. — Silencio —demandó cuando estuvo frente a la mujer que si no se calló cuando él se lo indicó lo hizo cuando vio la mirada intimidante de Hayato. Solo cuando se aseguró que la mujer no sonara como un pitido molesto en sus oídos se agachó junto a él que supuso era su marido y con cuidado lo giró para verlo. Como sabía no tenía idea de enfermedades, pero sí de heridas y le sorprendió ver que ese hombre siguiera respirando, aunque era evidente que tenía un corte profundo en el abdomen ¿Cómo no se había muerto aun? Suspirando exasperado buscó alguna de las venas cercanas que provocaban la hemorragia y presionó el punto para luego con su otra mano presionar la herida, al menos para intentar retrasar su muerte, ya que era casi seguro que a ese paso terminara desangrado, al menos si la sangre bajo él decía algo.
No fue mucho tiempo el que paso cuando escuchó que venían pasos apresurados, y estaba listo para dejar ir al hombre cuando un grito de orden resonó —: Vamos preparen la sala con urgencia, ustedes dos ayuden a este hombre a ponerlo en la camilla. — Hayato giró su rostro hacia atrás para ver quién era el que estaba dando las ordenes y encontró a Sakura con una mirada fiera en su expresión, quizás un poco asustada pero no había duda de que el fuego en sus ojos era de determinación.
— Oye tú, gracias por iniciar los procedimientos básicos, por favor no le sueltes aún y ayúdales a llegar a la sala de operaciones. — Probablemente debería molestarse por la forma en que le hablaba, pero de todas formas acató la petición de la niña acompañando a los médicos a la sala, y manteniendo la presión en la herida todo el tiempo que podía.
La herida había dejado escapar gran cantidad de sangre y seguramente el sujeto necesitaría una cirugía demandante para poder ser salvado, así que suponía que la niña llamaría a su mentora, o al menos así pensaba hasta que la vio entrar con una bata y los cortos cabellos recogidos ladrando órdenes a todos mientras tomaban sus posiciones para la operación, con un sello pintado en medio del lugar. — Bien vamos a comenzar —declaró Sakura tomando posición frente a su paciente, toda su concentración sobre él ignorando a Hayato que en ese momento tenía el entrecejo fruncido y se preguntaba si era correcto que ella se ocupara de esto.
— La herida tiene que ser lavada, Hoseki, Miya, encárguense de eso mientras mantengo la técnica, Suzumu, Mika me van a apoyar y Señor —ahora sus ojos se dirigían a él — Por favor no deje de presionar hasta que le diga, le agradezco que nos ayude, aunque no es su responsabilidad.
Realmente sí el no debería estar allí, pero de alguna forma recordaba a Tsunade cuando la veía actuar así, y tampoco es como si pudiera dejar las cosas que inició a medias, así que le daría el voto de la duda y aprovecharía para verla en acción. Fue entonces que fue testigo de un evento que superó sus expectativas, cuando vio a la chica darlo todo para incluso salvar una vida que no era suya, que, si bien pudo haberla dejado de lado al no ser su responsabilidad y esperar a que otro médico atendiera la gravedad, decidió hacer todo lo que podía con la poca experiencia que tenía pero que demostró que la hacía digna de ser la aprendiz del Hokage. Incluso cuando terminó su parte y se hubo limpiado la sangre de las manos, se quedó en una esquina observando hasta el final, y sonrió con levedad cuando la chica consiguió su cometido quedando tan agotada como para derrumbarse, fue entonces que se volvió a mover deteniendo su caída y abrazándola entre sus brazos.
— ¿Dónde la puedo dejar para descansar? — Le había consultado a uno de los ayudantes, pero antes de que ellos salieran de su misma sorpresa por sus acciones otra voz le habló desde atrás. — Hay una habitación disponible en el segundo piso.
Girándose se encontró con Tsunade que miraba a su estudiante con orgullo y luego lo miró a él haciéndole una seña para que la siguiera. Como siempre a lo que correspondía seguir ordenes el hombre levantó a la chica y siguió a la rubia luego de que ella misma dejara indicaciones para el paciente de Sakura. La mujer no le habló hasta que llegaron a su destino y el hubo dejado a la niña sobre la cama, asegurándose de taparla antes de girarse a mirar a la rubia que lo evaluaba con cuidado ¿Desconfiaba de él? No es que le sorprendiera, solía dar esa impresión y aunque debería importarle, hacía mucho había relegado esas emociones inútiles en favor de servir fielmente bajo sus principios.
— Gracias por ayudarla, imagino que de alguna manera terminaste envuelto con ella.
— De alguna forma sí, pero tengo que admitir que no fue algo inútil pude entender porque la escogió como aprendiz, es una chica interesante —declaró Hayato cruzándose de brazos.
— ¿Qué piensas de Sakura? No te asigne a ayudarla para que la observaras, pero supongo que de alguna manera y por como hablas terminaste haciéndolo —replicó Tsunade con una sonrisa burlona, aunque un poco cautelosa.
— Es una niña dedicada, amable, de temperamento fuerte y sin apariencia de talento, sin embargo, eso solo sería para un ojo inexperto, realmente ella ha desarrollado sus propias fortalezas lo cual la hace un poco impredecible si sabe emplear sus puntos fuertes a su favor. Además, es Leal un rasgo poco común en un ninja, aunque eso puede ser por su inocencia del mundo, aún es muy joven para saberlo. Encontró a una aprendiz digna supongo. — Tsunade frunció un poco el entrecejo ante lo último, detalle que no pasó desapercibido por el pelinegro que esperó a que la mujer diera su propio punto de vista.
— Te equivocas en dos cosas —inició la mujer ahora mirando a Sakura —ella no es ingenua, puede que en su momento lo fuera, pero ella sabe cómo funciona este mundo, y lamentablemente tuvo que ser ella la que lo viera, alguien que como dices fue criada en un hogar bastante protegido, y, por otro lado, yo no la encontré, ella fue la que se acercó a mí a preguntar.
—¿no es ingenua? Permítame dudarlo Lord Hokage, y preguntar que le hace decir eso.
— Que tu actúes como alguien que perdió la esperanza del mundo y en sus propios sueños no quiere decir que todos reaccionen igual. Si bien no ha perdido tanto como tú tiene sus propios demonios. — La mujer suspiró como si dudara si contarle lo siguiente o no, pero al final asintió y declaró — ¿Sabes bien lo que pasó con el clan Uchiha no?
Aunque no debería pasar ya, escuchar mencionarlos fue un duro golpe, lo suficiente como para tener que respirar profundo para mantener sus emociones bajo control, y aplacar el dolor de una vieja herida en su pecho que hormigueó. — Terminaron como el clan que era, siendo apuñalados por uno de los suyos —declaró sin miramientos.
La rubia no se sorprendió por la clara agresividad del hombre que, aunque tratara de ocultarlo fue evidente que aún mantenía resentimiento por el legendario clan, y era precisamente por ello que no deseaba a Hayato tan cerca de Sakura; era un hombre consumido por sus demonios y aunque era leal a la aldea, alguien como él era un caso difícil, fácilmente podría contaminar lo que le rodeaba. — Si Itachi Uchiha mato a todos, exceptuando a una persona, su hermano menor Sasuke.
— Sí el niño que según se hace poco más de un año desertó como su hermano, aunque no es como si me sorprendiera ¿A que va todo esto? — Todo el tema de los Uchiha lo exasperaba porque para él eran lo que eran, incapaces de salir de sí mismos y solo preocuparse por sus propias ambiciones, sin importarles a quien traicionaban en el camino.
— Ya voy a ello ¿Conoces también a Naruto?
— El niño que tiene al zorro dentro si, sé de él —respondió.
— Bueno, ellos dos son los compañeros de equipo originales de Sakura. — Ahora comenzaba a ver dónde iba lo que trataba de decirle la mujer. Él miró a la niña durmiente en la cama y empezó a unir los puntos y de alguna forma sintió un poco de amargura.
— Así que ella al lado de dos bestias no destacaba, además de ello uno les traicionó y el otro… ¿Va por el desertor? ¿Ahora la dejaron de lado? — Hayato bufó y volvió a mirar a Tsunade.
— Las mujeres no nos quedamos esperando a que nos volteen a mirar y en la historia de Sakura no hay algo como una "traición" simplemente, ella es una niña como dices amable, así que, aunque sus pasos hayan trastabillado al principio, a empatizado con la situación de sus compañeros y en vez de juzgarlos decidió por su cuenta levantarse e intentar alcanzarlos para luchar a su lado. Sakura tiene la voluntad para como dices no traicionar a sus camaradas, pero también tiene la fuerza para querer no depender de ellos y levantarse de los golpes, así que llamarla ingenua cuando ha estado tan cerca de los problemas de esos dos es un insulto para ella. — No podía entenderlo, ¿Por qué decidir simplemente ayudar a un traidor? Ella podía crecer por sí misma y hacer lo que quisiera rehaciendo su vida y apartándose de los problemas de esos dos… no, quizás eso era lo mejor, porque una persona leal no da la espalda fácilmente y siempre luchará por salvar a los que necesiten.
Entonces sintió una punzada que no había sentido en mucho tiempo, era una emoción tan negativa como el odio que sentía por los Uchiha, fueron los celos, no por la chica sino porque los más desagradecidos llegaban a tener personas que los seguían hasta el final ¿Si él hubiera tenido a alguien así que lo acompañara o alguien importante lo desecharía? No, probablemente si lo hubiera tenido, alguien que le importara lo suficiente y él mismo sentirse apreciado por esa persona no hubiera terminado así. Pero ahora era inútil pensar en ello, envidiar algo que no era suyo no era propio de él y no necesitaba recobrar esas emociones.
— Bien, retiro lo dicho sobre que era inocente, pero usted también debe saberlo Hokage-sama que ella si es ingenua, el mundo no solo se mueve con eso.
— Tal vez sea tarde para que lo comprendas y no romperé tu voluntad porque tienes tus motivos, pero si hay otra vida espero que encuentres algo que te haga abrir un poco tu mente cerrada —dijo Tsunade girándose para salir — Quizás alguien que se pare a tu lado para protegerte y ayudarte tanto como tú lo haces…
Poco sabía que aquellas palabras se realizarían de una manera imprevista, un sentido para vivir otra vez tu misma vida inconsciente de todo, pero rompiendo completamente su propia maldición y que de alguna manera le hizo enfrentarse a su propio odio solo para poder protegerla y ser protegido por ella.
Fue escéptico de aquella petición cuando la escuchó e incluso luego de ese evento no se reunió nuevamente con Sakura, aunque pudiera cruzarse él resolviendo sus inconvenientes volvió a su rutina diaria, por eso no se enteró realmente de los cambios, porque él era alguien aparte y solo se había cruzado una vez con la mujer que en un momento consideró ingenua. El día en que todo se rompió en fragmentos y se rehízo era un día que nunca podría recordar, pero si lo hubiera hecho en su tiempo habría agradecido más el tiempo con su familia y quizás como todos hubiera notado los cambios, sin embargo no es como si no hubiera valorado el tiempo o los cambios, especialmente cuando hubo realmente algo que cambió su vida, solo que no hubiera previsto que hubiera sido la misma niña que había observado en un pasado que no recordaba y con quien no había tenido relación alguna.
Cuando abrió los ojos, sintiendo que toda su energía se había drenado lo primero en notar era que su rostro tenía rastros de lágrimas secas, lo segundo fue que estaba en alguna especie de cueva recostado en el piso, lo tercero era que su pecho aún tenía un montón de emociones retorciéndose, unas que pensó había suprimido en su gran mayoría pero habían salido a flor debido a su experiencia pasada; lo cuarto era que tenía la sensación de que fuera de vivir su trauma de infancia nuevamente había soñado con algo que no recordaba ni identificaba, pero de alguna manera fue ajeno a él y al mismo tiempo tan familiar como la pesadilla viviente que había pasado. Finalmente, y lo último que tomo forma en su consciencia fue la chica a su lado, que, aunque parecía dormitar tranquila notó claramente que sus reservas de chakra estaban abajo y también su rostro estaban plagado de lágrimas. Ella no le había dejado, podía vagamente recordar sus gritos antes de que él cayera cuando trataba de mantener su consciencia, y también vagamente recordaba como ella lo sostuvo en la caída. Era la segunda vez que le salvaba… no podía de alguna manera decir que era más de la segunda vez, que lo hacía. — Alguien quien apreciar y cambie mi mente cerrada — murmuró sin saber de donde habían salido esas palabras, pero de alguna manera con una débil sonrisa concordó con ellas, porque de alguna forma sentía que conocerla había cambiado su destino.
Bueno ¿Duro no? Lo cierto es que aún faltan cosas por destapar en esta misión y también del pasado de este pelinegro, pero ¿Qué les parece? ¿Tenía sus motivos para guardar tanto odio? En lo personal creo que sí.
En la historia original era más… suave la descripción (más que todo por falta de espacio en las palabras y un poco de pereza) pero en este quería profundizar más. Por otro lado… creo que lo de Izumi no lo entenderán inmediatamente pero antes de que me Funen quiero aclarar, lo que ha hecho no se borrará, pero como saben me gusta tratar de mantener fiel las personalidades de los personajes y con ella nunca lo hice al 100% y tenía mis razones.
Aquí básicamente Nox se da cuenta que algo andaba mal luego de que ella le pide que le eche un ojo y efectivamente había algo que no cuadraba, su personalidad cambio por algunos detalles, pero la costumbre no es algo que se pierda fácilmente, cuando has construido algo por mucho tiempo borrarlo no es sencillo, asi que incluso con este detalle es por lo cual sus desaires no terminaran porque aunque haya algo desconectado no quería decir que los comportamientos no tuvieran su justificación, simplemente Izumi estaba en desventaja para luchar contra ello porque parte de sus buenos rasgos se alteraron desde el principio haciéndole imposible poder superar su odio o tener la voluntad si quiera para razonar correctamente.
Asi que sí, Nox solo igualara el terreno para que ella tenga todo para poder enfrentar las consecuencias.
Y con esto no quiero decir que estoy buscando un argumento para que la perdonen, pero este tema que involucra a los guardianes y que también girará entorno a Sakura y los chicos es importante.
Ejem bueno finalizada mi explicación tengo que reportarles algo sobre la próxima actualización y pedirles una cosa, esto es IMPORTANTE
Primero que todo puede que la próxima actualización tarde… si se que no es raro pero considerando que últimamente estaba publicando un cap por mes creo es… interesante ¿El motivo es porque no veo que estos últimos capítulos les llamaran y bueno un escritor se nutre también de la retroalimentación, agradezco a quienes comentaron el capitulo pasado asi que me desapareceré un tiempo…. Ok No, ya dejo de molestar, realmente no es por eso que se retrasa n.n aunque si agradezco a las personas que siguen comentando.
El MOTIVO REAL por el cual se retrasara es porque mi mano derecha se fregó, bueno no la mano, desde la muñeca hasta el codo osea el antebrazo esta fregado, me dio algo que se llama… epicondilitis, asi que por un mes me prohibieron realizar actividades… (increíblemente que reposara de las manuales, todo lo de artesanías y redijera los tiempos en el pc) porque obviamente igual no me incapacitan por eso en el trabajo pero si de mis hobbies T.T Por lo tanto no podre avanzar como lo venía haciendo (de hecho redactando esto ya estoy faltando a parte de mi condicional Xd Y Si esta doliendo como una miércoles ahora mismo mi brazo.
Por último y mi solicitud es… Comentenme cuál fue su parte favorita del capitulo ¿Qué piensan sobre este? Y si pueden díganme con detalles, quisiera escucharlos
Espero para la otra que mi brazo se recupere y poder responder comentarios, por ahora me detendré.
Ahora contestaré algunos comentarios aunque brevemente.
Fabiok39 4: Espero hayas disfrutado el capitulo y también que esto haya resuelto muchas dudas, me alegro de seguir contando con tus comentarios
Brendasaraiarmasmontesdeoca: Siempre que pueda un placer responder, espero que la siguiente vez pueda nuevamente hacerlo y que este capitulo cumpliera con tus expectativas n.n
Guest: Aquí traje la conti
Paulina2004: Ojala pudiera verla en Doujinshi aunque sea… pero no tengo el tiempo para sentarme a dibujarlo T.T
