El sol se encuentra en el auge de su calor y los insectos hacen ruido, a lo mejor estén cantando o quizás se están insultando los unos a los otros, quien sabe.
El tiranosaurio rojo caminaba con una mirada filosófica de un lado a otro, estaba en medio de muchos árboles y por un momento sentía como si todos ellos le estuvieran mirando con ojos saltones.
El tiranosaurio le dio una gran mordida a las hojas de uno de los árboles y masticaba muy rápido.
-Creo que así podría…-Entonces termino vomitando las hojas y cuando se calmó su estómago le dolió y rugió.
-Qué asco…a este ritmo me extinguiré más pronto de lo debido-Dijo el tiranosaurio mientras se limpiaba la lengua en unas rocas.
Miro al cielo y ahí estaba volando un pterodáctilo, el tiranosaurio se alarmo y se fue corriendo.
Llego hasta donde estaba la triceratops, en un lugar pacifico con mucho lodo en la que ella estaba descansando.
-Tria sale de ahí rápido hay que irnos, sale ya!-Dijo el tiranosaurio.
Tria solo se sorprendió que llegara asustado, el tiranosaurio se metió al lodo y estaba por morderle un cuerno a la triceratops para que saliera rápido pero se detuvo cuando volvió a ver al cielo, ese pterodáctilo era otro y no el que él pensaba.
El tiranosaurio suspiro muy aliviado y dijo-Casi se me sale el corazón.
La tricetops escucho como el estómago del tiranosaurio rugió de hambre y se preocupó.
El tiranosaurio sonrió e hizo un pulgar arriba con su pequeña brazo y dijo-Tranquila, ya te dije que no te lastimare, ya encontrare algo para mí.
El tiranosaurio acaricio su cabeza con la de ella pero con cuidado de los cuernos, la triceratops suspiro y miro a otro lado tratando de ignorarlo.
Justo a su lado había un arbusto con cerezas y la triceratops le dio un mordisco para comérselas.
Mientras comía y trataba de ignorar al tiranosaurio sintió que algo le lamia la cola.
La tres cuernos miro atrás y el tiranosaurio le estaba levantando la cola para lamerle su intimidad y empezar con el apareamiento.
La triceratops se acostó para quedar más sumergida en el lodo y que así el tiranosaurio desista de la idea, lo que funciono.
-Cierto, primero debes mejorarte-Dijo el tiranosaurio que ya se iba, pero entonces en la punta de su cola recogió algo de lodo y lo puso sobre la herida del cuello de las tres cuernos.
-Te faltaba esa parte.
El tiranosaurio salió del lodo y agito el cuerpo para quitarse la suciedad y mientras lo hacía dijo-Pero hoy en la noche te daré como cajón que no cierra, no lo olvides.
El tiranosaurio se acostó mientras veía a la triceratops estar en el lodo alimentándose de ese arbusto.
-Qué suerte tienes, el bosque es tu comida entera y yo tengo que buscar mi comida.
Los minutos pasaban y el tiranosaurio no podía descansar, se levantó y comenzó a golpear su cabeza contra un árbol mientras decía-Maldición, maldición, maldición.
Se detuvo y miro al cielo.
La triceratops vio al tiranosaurio, no entendía por que siempre se lo pasaba viendo al cielo como si buscara algo.
El tiranosaurio empujo un gran árbol y lo derribo, le dio una gran mordida al tronco rompiéndolo.
-O si, vengan con papá-Dijo babeando y saboreando ya que quería comerse los gusanos que hubieran en el tronco pero el mismo estaba vacío.
El tiranosaurio aplasto el tronco molesto y volvió a acostarse.
Quería ir en búsqueda de algo que comer pero no quería dejar a la triceratops sola pero llevarla le retrasaría por las heridas.
Se levantó y entro de nuevo al lodo, con la punta de su cola recogió más lodo y lo ponía sobre el cuerpo de la tres cuernos.
La triceratops rugió como si tratara de decir que es lo que hace y luego el tiranosaurio se puso frente a ella.
-Escúchame Tria, voy a buscar algo de comida alrededor, tranquila no me iré muy lejos, con suerte este lodo cubrirá tu aroma, tu sexy aroma 7w7.
El tiranosaurio comenzó a irse y decía-Si algo pasa ruge que yo te escuchare y vendré.
El tiranosaurio se puso a olfatear con tanta concentración que parecía un perro, había aromas pegados en los arboles pero ya estaban algo débiles.
Llego hasta un árbol y vio a unos animales como lémures ahí.
-Lo siento Plio y familia pero mi pancita los necesita-Dijo y lanzo una gran mordida que destrozo la rama sobre la que los lémures estaban.
Pero mientras masticaba no sentía carne, escupió las ramas y vio como los lémures saltaban de árbol en árbol escapando.
-Oigan así no era la cosa-Dijo el tiranosaurio y fue tras ellos pero termino perdiéndolos.
Continuo buscando en medio de arbusto y se pinchó con unos espinos, llego hasta un nido vacío y finalmente encontró un ro pequen y se quedó mirándolo a espera de peces.
-Vamos peces aparézcanse, le daré alguna recompensa si se dejan comer.
Mientras veía el agua termino concentrándose en su propio reflejo.
Su cara de color rojo con rayas negras, con esos ojos y algunos espinos pequeños apenas visibles porque están más en su espalda, por supuesto esos dientes.
Suspiro algo afligido, ha estado solo por más tiempo del que esperaba cuando salió en su búsqueda, pero entonces recordó a su triceratops y esto hizo que riera y esa aflicción desaparezca.
Volvió se concentró de nuevo en el rio pero entonces apareció un muy fuerte aroma.
-Busque oro y se me presentaron diamantes-Dijo con una sonrisa maliciosa y fue en búsqueda de ese aroma.
Corría rápido y de repente se golpeó contra otro tiranosaurio, ambos cayeron al suelo.
-Fíjate por donde andas, tonto-Dijo el tiranosaurio rojo.
-Yo? tu eres el único tonto de aquí, mejor aprende a caminar de una vez bebito-Respondió el otro tiranosaurio de color café.
Ambos se levantaron y el rojo se dio cuenta que el café media un metro y algo más que él, es decir que media unos cinco metros con algo más.
El rojo se puso serio y dijo-Bueno como sea.
Estaba por irse en otra dirección pero el café se volvió a poner en frente suyo-Oye, oye, no te iras sin antes pedirme disculpas jeje.
El rojo gruño pero trato de calmarse-Perdón, ya contento ahora hazte a un lado.
El café seguía al frente molestando a lo que el rojo comento-Mmm…escucha solo quiero estar en paz a sí que retírate.
-Oh quizás me tienes miedo y por eso me pediste una disculpa tan rápido, C-O-B-A-R-D-E-Replico el café burlón.
El rojo intentaba pasar ignorándolo peor el café seguia de molestoso y ya amensante, el rojo respondio-Ya basta de buen dinosaurio.
El rojo lo empujo y el café resistió para no caer mientras intentaba morderle.
A pesar de que el café era más grande el rojo lograba hacerlo retroceder hasta que lo condujo a una piedra que vio cerca y lo empujo haciendo caer al café.
El rojo le aplasto el hocico sin violencia y dijo-Ahora deja de molestarme.
El café se movió quitándoselo y se levantó rugiendo ferozmente y dijo-A mí nadie me habla con ese tono, ahora si dejare de jugar y me pondré enserio.
-Que miedo, enserio mira estoy temblando, solo con tu cara ya me asuste, tendré pesadillas el resto de mi vida por ver tal deformidad.-Respondió el rojo.
El café estaba listo y el rojo dijo-Mira, si quieres que estemos bien mejor vete y nadie saldrá perdiendo nada, entiendes.
El café seguía molesto y el rojo se preparó para pelear-Ok tonto tú te lo buscaste, no me molestara practicar el canibalismo-Dijo el rojo.
Ambos se prepararon para pelear pero entonces se escucharon unas fuertes pisadas acercándose.
Vinieron dos tiranosaurios más, uno de cinco metros de color verde y una de cinco metros y medio color purpura.
Esos dos rugieron tan fuerte que el rojo retrocedió un poco.
-Que carambolas sucede aquí hermano?-Dijo la hembra color morado.
-Calla, soy el mayor se lo que hago-Dijo el café aun queriendo pelear.
-El mayor tonto del lugar, ya deja de pelear-Comento el verde.
Ellos seguían discutiendo y haciendo ruido, el rojo se preocupó de que alguno pudiera olfatear a Tría y entonces dijo.
-Escuchen todos, no quiero problemas con ninguno, entienden, solo nos chocamos y discutimos, nada más.
La tiranosaurio morado se acercó a su hermano y le miro, luego fue donde el rojo y dijo lo siguiente.
-Oh pero que adorable te ves, seguro que ya estas lo suficientemente grande como para andar solo sin tus padres jajaja.
-Solo estoy chaparro, soy capaz de estar solo y ahora adiós-respondió el rojo y se fue pero entonces la tiranosaurio morada se puso al frente.
El rojo algo molesto dijo-Oh, no de nuevo.
-Jejeje que raro encontrar a alguien así de tranquilo, traes un aroma dulce-Dijo la morado acercándose al rojo casi de forma tierna.
-HERMANA-Grito el café.
-Oh está bien, igual perdón por la conducta de nuestro hermano mayor, es algo…retrasado-Dijo la morado riéndose un poco.
El rojo sonrió por lo dicho y comenzaba a irse pero entonces el verde le dijo que esperara.
El verde continuo diciendo-Oye perdona por lo molesto que son mis hermanos pero no te vayas, queremos…
El rojo solo respondió-Como sea, disculpados.
-Oye pero andar solo en estos momentos no es nada bueno, podrías encontrarte con muerte negra y oh lo que te pasara-Dijo la morada.
El rojo se detuvo y pregunto-Muerte negra, que es eso algún tipo de peste o algo?
El café se acercó y lanzo una mordida para asustarlo mientras decía-Nadie sabe de dónde vino pero dicen que por donde va todo lo acaba.
La morado continuo diciendo-Dicen que lo olfatea todo, lo ve todo, lo devora todo.
-Cuentan que no hay patas cortas tan grande como el, que va acompañado por una gran manada de seguidores.
-Que encuentra a mandas como nosotros y mata a todos los machos dejando a las hembras solo para él.
-Has notado cuanto escasea la comida para los dientes filoso como nosotros?-Le pregunto la morado.
El rojo dijo-Estamos en medio de un bosque, me parece normal que sea difícil encontrar comida.
-Pues no, todo herbívoro o manadas de ellos que encuentra son asesinados, nada queda, por eso escasean.
El rojo levanto una parte de la cabeza como si fuera una ceja y dijo-Oh ya, es un dinosaurio como nosotros, entiendo, será mejor escapar antes de que nos encuentre.
El rojo estaba nuevamente por irse pero el verde le dijo que espere y el rojo pensó-Maldición estos.
El verde dijo-Parece que estas yendo por la misma dirección que nosotros, para no encontrarnos con muerte negra.
El rojo comento-No, yo estoy buscando un lugar tranquilo para otra cosa, peor que ese dinosaurio sea quien sea así que…
El verde interrumpió diciendo-No importan de que sea, mira andar solos es peligroso, pero estamos tratando de reunir a dientes filosos solitarios como tú para hacer un gran equipo y acabar con muerte negra.
El rojo se puso pensativo y respondió-Sabes, por ahora estoy bien así como estoy, soy más pequeño que ustedes pero se defenderme mejor que nadie, si aparece no tendré problemas.
El verde seguía suplicando a que se uniera, el café dijo que lo dejen y la morado se puso al frente para decir.
-Además parece que tienes hambre, hace un momento parecía que olfateamos un débil aroma a tres cuernos y queríamos encontrarlos, si te nos unes dejaras de estar hambriento.
-Tres cuernos? Si, había uno pero ya me lo comí-Dijo el rojo y entonces su estómago rugió de hambre.
El rojo algo avergonzado dijo-Eh…era una cría de tres cuernos, por eso no me satisfago.
El verde dijo-Genial, si encontraste una cría su familia debe estar cerca, únetenos y podremos sobrevivir a todo.
El rojo se puso nervioso y comento-eh, pues…yo…me gusta estar solo es todo.
El rojo comenzó a irse pero se do cuenta que los demás venían atrás.
El verde dijo-La unión hace la fuerza.
El rojo se detuvo y suspiro-Escuchen quiero estar solo.
El verde respondió-Nos necesitamos, enserio no querrás encontrarte con ese dinosaurio y morir.
El verde dijo-Mira, nos mudábamos de lugar como tú haces pero no encontramos manadas vivas, únetenos ensero, cómo te llamas por cierto?
El rojo se quedó extrañado y sabía que no lo dejarían en paz así que dijo-Bien me uniré a ustedes, pero necesito un favor.
Ellos quedaron atentos a acepción del café que estaba molesto.
-Miren, tengo que ir a traer a…mi hermano, pero conozco un atajo, suban hasta esas lugares de allá y yo los encontrare rápido.
Ellos estuvieron de acuerdo y antes de que se valla la morada dijo-Por cierto pequeño, cómo te llamas?
El rojo miro de un lado a otro y dijo-Mi nombre…pues es…mmm…
-Ragnarok-Dijo el rojo.
Los tiranosaurios fueron por donde se les dijo y el rojo fue corriendo de vuelta al lugar con lodo.
La triceratops estaba calmada relajándose y entonces el tiranosaurio entro de un salto al lodo y se acercó.
-Tria rápido ahora si hay que irnos-Dijo el tiranosaurio.
La triceratops aun quería descansar así que el tiranosaurio la empujo de atrás haciendo que se mueva y para ayudarle a salir rápido le mordió un cuerno hasta que ya estaba afuera.
-Vámonos rápido o esos tontos nos encontraran.
La triceratops tuvo que correr mientras el tiranosaurio iba detrás vigilando que nada se acercara.
