Es un día muy hermoso y soleado.
Estamos en lo más alto del cielo donde el viento es más fuerte, además de ser la segunda mejor vista del mundo, no apto para dinosaurios con vértigo.
Vemos a un pterodáctilo joven y guapo ir volando con algunas ramas en el pico, de repente ve que abajo en la cima de unos ricos hay varios pterodáctilos cuidando de sus nidos.
-Ahuevo chismecito-Dice el volador.
Este volador baja y se posa junto a los demás nidos.
-Oye aweonao nunca te había visto aquí, por que te sientas con tanta confianza?-Le dicen.
El joven pone su ala cerca de la cabeza que parecía una sobre actuación-Oh mi amigo, he tenido que buscar ramas para mi nido, mi bella pareja está cansada y he tenido que recorrer mucho yo solito.
Los demás pterodáctilos sienten algo de compasión y le permiten quedarse a descansar.
Todos chismean hasta que el joven toma la palabra.
-Alguna vez escucharon de muerte negra?-Dice con un tono aterrador.
Todos murmuran y piden que cuente de qué habla.
-Se dice que salió de lo más profundo de la tierra, lo he visto, no existe un patas cortas como él.
-Creí que era hembra-Dice uno.
-Shhh.
-Sus ojos brillan como la bola brillante del cielo, acaba con cualquier otro depredador que encuentra oOoOoO pero lo peor se lo llevan las manadas de herbívoros, las extingue por completo aunque no quiera comérselos.
Los voladores murmuran entre ellos pero el joven agradece la estadía y continúa con su viaje.
Ahora pasamos a los bosques pero igualmente en el cielo, solo que ahora hay una pterodáctilo adulta que recorre a gran velocidad con ramas en el pico.
Algunos machos solteros comienzan a volar a su alrededor, hacen acrobacias tratando de impresionarla pero ella continua tranquilamente.
-Oye, eres de las difíciles, dime que se necesitaría para sorprenderte?-Pregunta uno de los machos.
Entonces los voladores ven que se acercan varios quetzalcoatlus y esto los hace huir a excepción de la hembra.
Los quetzalcoatlus pasan sin hacerle daño a la pterodáctilo y cuando se pierden los machos pterodáctilos vuelven.
Ellos se sorprenden y tratan de preguntarle pero ella habla primero-Ser valiente, me gustan los machos valientes.
-Saben, eso me recuerda algo que vi hace unos días atrás-Dice ella y comienza a descender hacia la copa de un gigantesco árbol, los demás la siguen para posarse a su alrededor.
-He visto algo tan raro como curioso, alguna vez han pensado en que pueda existir un amor entre un diente filoso y un come hojas?
Los voladores se miran entre ellos y comienzan a reírse.
Ella continua-Yo tampoco lo creería, pero lo vi con estos dos ojos que tengo en la cabeza.
-Se trata de una tres cuernos rosa y un patas cortas rojo, no sé cómo inicio pero los he visto ir por el bosque con un rumbo desconocido.
-Y en cada peligro el patas cortas defiende con su vida a su amada, no importa el numero o tamaño del rival, seguramente ahora mismo deben seguir avanzando y pasando peligros.
La pterodáctilo se va volando y los otros se quedan pensando en lo que acababan de escuchar para luego ir a hacer otras cosas.
Regresemos a la cueva donde estaban el tiranosaurio y la triceratops.
La tres cuernos estaba afuera comiéndose alegremente un arbusto repleto de sabrosas y frescas hojas, cuando termino fue por el siguiente.
Mientras tanto Ragnarok estaba acostado en la salida de la cueva mirando como la triceratops se alimentaba, pero también parecía estar preocupado.
Cerró los ojos y suspiro, le preocupaba lo del ataque cardiaco de anoche pero aún más que volviera a suceder.
Mientras pensaba en eso su estómago rugió por el hambre y le dolía, intento tomar una siesta a pesar de todo.
La triceratops vio unas hojas en un árbol un poco más alto que ella, se acercó y levanto sus patas delanteras apoyándolas en el árbol, estaba por comerse las hojas hasta que escucho el hambre del tiranosaurio.
Volvió a su postura normal y miro al tiranosaurio acostado dentro de la cueva.
Ragnarok intentaba dormirse a la fuerza, abrió los ojos cuando sintió que algo grande le tocaba la nariz.
La triceratops estaba frente suyo golpeándole con su pequeño cuerno central para que despierte y en su boca traía una gran fruta un poco más grande que una calabaza.
Ella dejo la fruta frente al tiranosaurio, este carnívoro sonrió y después le dio una lamida en la boca a la tres cuernos.
Ella agito la cabeza molesta de que hiciera eso y que entienda que quiere que se coma esa fruta.
-Qué lindo detalle de tu parte Tria, pero ya intente comer hojas antes y no olvides las cerezas, esto simplemente no es para mí-Dijo Ragnarok negando con la cabeza.
Ella se sentó e insistente empujo la fruta.
-Mmm…bueno, nunca he probado esto, a lo mejor tu sabes algo que yo no-Respondió Ragnarok y se comió la fruta de una sola mordida.
Mastico por un segundo y después salió cojeando de la cueva para vomitar detrás de un tronco viejo.
El tiranosaurio tosía y se limpiaba la lengua en un árbol-Qu-que asco…uyyy me dolió mi pancita.
Ragnarok volvió a acostarse dentro de la cueva mientras la tres cuernos regreso a comer.
El carnívoro quedo hipnotizado por la cola de la tres cuernos y en su mente pasaban las ideas que quería hacer con ella, pero mejor decidió seguir descansando para no sufrir algún ataque cardiaco.
Pero entonces un foquito se prendió y Ragnarok fue hacia la triceratops y la miro directo a los ojos.
Ella no entendía porque le miraba cuando de repente Ragnarok le mordió el cuello y ella comenzó a rugir de miedo.
Ragnarok le soltó y ella temblaba hasta darse cuenta que la mordida fue tan suave que ni siquiera le ha dejado marcas graves.
El tiranosaurio dijo-Tria esto no es nada bueno, he fingido tratar de comerte y no has hecho más que gritar, se supone que deberías intentar liberarte.
Al principio ella no entendía que es lo que decía hasta que Ragnarok comento.
-Se supone que eres una triceratops, un tanque viviente diseñado para enfrentar y hasta matar a los que son como yo….no a mi claro.
La triceratops se sentó y bajo la mirada un poco triste ya que aunque no le entendía muy bien ese tono le recordaba a las veces que su padre le criticaba por no saber defenderse sola.
-Escucha en algún momento no estaré aquí para protegerte así que voy a entrenarte…aún no se como pero lo hare.
Ella parecía dudosa así que Ragnarok le acaricio y dijo-No te preocupes mi esposita, pronto serás capaz de defenderte muy bien.
Unos minutos después estaban en otro lugar cercano a la cueva pero con un buen espacio abierto.
-Muy bien, los triceratops son muy fuertes pero quiero ver de que eres capaz, quiero que trates de derribar ese árbol-Dijo Ragnarok apuntando con uno de sus bracitos.
Ella miro al árbol un poco dudosa mientras Ragnarok decía-Es un árbol que hasta a mí me llevaría más de un intento, pero supongo que las envestidas de tu especie son más fuertes, ahora corre y derríbalo, corre Tria corre.
Tria estuvo mirando al árbol por un buuuuuen tiempo y Ragnarok ya se quedaba dormido, decidió darle un empujón para que entienda que debía derribarlo.
Ella respiro profundo, rasgo la tierra como un toro y entonces salió corriendo para golpear al árbol.
-Eso dale con todo-Le animaba Ragnarok.
Pero entonces la triceratops se desvió y termino golpeándose fuerte contra una gran roca a la que le dejo una pequeña fisura.
Estuvo mareada y el tiranosaurio dijo-Bueno, al menos sabemos que aún no eres capaz de destruir rocas.
Volvieron a intentarlo pero nuevamente Tria se desvió resbalando con barro del suelo.
Entonces Ragnarok recordó que lo mismo había pasado cuando Buby intento atacarle.
-Eso es, Tria tienes que dejar de cerrar los ojos de una jodida vez.
-Ahora vuelve allá y esta vez no cierres los ojos, es una orden.
Tria se preparaba para correr pero se puso nerviosa y cerró los ojos, Ragnarok se puso frente a ella y agachándose le abrió los ojos.
Ragnarok dijo-Solo confía, es fácil, solo ten abierto esos…lindos…y…azules…ojos…
Entonces Ragnarok derribo a Tria dejándola de espaldas contra el suelo, le lamio la cara, con sus bracitos le abrazo tanto como podía y le introdujo el miembro en su intimidad comenzando a aparearse de manera más fuerte y rápida.
El apareamiento duro una hora y después de eso ambos estaban acostados descansando un poco, en especial la triceratops.
-Ehm…perdona por eso, no volverá a pasar mientras entrenamos lo juro…je…jeje…-Dijo Ragnarok con algo de vergüenza.
Ahora regresaron a entrenar pero esta vez Tria mantuvo los ojos abiertos y golpeo fuerte al árbol, no lo derribo pero logro moverlo un poco.
-Muy bien, necesitaras mucha práctica-Le dijo Ragnarok.
Siguieron practicando de la misma manera hasta la tarde cuando el entrenamiento termino.
Al día siguiente después de comer y con eso me refiero a solo la herbívoro, regresaron a entrenar pero ahora Tria tenía que empujar una gran roca.
Ella intento mucho pero la gran roca no se movía así que intentaron con una más pequeña pero seguía sin poder moverla.
En el almuerzo Tria comió más de lo habitual por el cansancio pero igualmente volvieron a entrenar.
Otra vez debía golpear los árboles, tuvo que morder uno de los árboles que el tiranosaurio derribo y tirar para arrastrarlo a cierta distancia.
Al día siguiente esta rutina continuaba y parece que para derribar arboles ya estaba mejorando.
-Muy bien Tria, además de ser fuerte también tienes que aprender a intimidar a tu adversario-Dijo Ragnarok.
-Mira primero gruñes de esta forma, luego tienes que dar unos fuertes pisotones y en tu caso también rasgar un poco de tierra con tu cuerno central.
-Con todo eso lanza un poderoso rugido.
Ella pareció no entender esa última parte.
-Rugido, ya sabes el roar y esas cosas.
La triceratops siguió los pasos indicados pero su rugido no era tan poderoso como se esperaba.
Ragnarok dijo-Perdón por esto, recuerda que solo quiero que te defiendas.
Ragnarok aplasto la cola de Tria con tanta fuerza que esta por el dolor rugió muy fuerte.
-Eso, así me gusta algo poderoso sí! …oh, perdona, espera te busco un poco de lodo-Dijo el tiranosaurio.
Continuaban con el empujar rocas pero eran muy pesadas y Tria respiraba muy cansada pidiendo descansar.
Ragnarok respondió-Claro que no, para que aprendas otras cosas primero hay que mejorar tu fuerza.
Ella muy cansada se acercó a la roca y se paró en dos patas apoyando las delanteras en las rocas.
Ragnarok no entendía hasta que ella hizo la señal de subir.
-Oh ya te entiendo, quieres que te enseñe mi ataque de patada voladora-Dijo Ragnarok.
Tria volvió a su postura normal esperando la respuesta.
Ragnarok diría- Claro que no, soy el único dinosaurio que puede hacer eso, además para tu cuerpo eso es imposible.
Tria tuvo que volver a empujar cosas pesadas y jalar troncos.
Cuando debía repetir el golpear arboles Tria siempre se cubría la intimidad con la cola para evitar que el calenturiento del tiranosaurio haga de las suyas.
Ragnarok algo indignado dijo-Es la dieciseisava que te lo digo! Ya no volveré hacerlo cuando entrenas!...pero en la noche 7w7
Dos días después ya con la pata mejorada Ragnarok perseguía a Tria por una gran distancia, en cuanto a velocidad y resistencia parecía estar en buena forma.
-Ahora Tria, dale con todo-Dijo Ragnarok.
La triceratops fue hacia el árbol y lo golpeo con tal fuerza que lo derribo pero fue a por dos más y también los derribo.
Ragnarok movía la cola contento mientras gritaba-Eso a sí me gusta carajo! te dije que lo conseguirías!
Tria sonreía emocionada de haberlo logrado y fue hacia Ragnarok contenta y le acaricio.
Se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se alejó para luego agitar la cabeza.
Ragnarok dijo-Ahora vamos dame un rugido.
Ella rugió y Ragnarok dijo-Vamos dame el más fuerte que tengas.
Volvió a rugir y el tiranosaurio continuo comentando-Vamos que eso no asusta ni a un compsognathus.
Ella rugió con mucha fuerza y Ragnarok sonrió complacido y también rugió con tanta potencia que Tria se asustó y retrocedió.
-Oh perdona, me emocione-Dijo Ragnarok.
Después del almuerzo Tria quiso entrar a la cueva a descansar pero Ragnarok le dijo.
-No, ya estuvimos muchos días aquí, debemos avanzar.
Ambos retornaron su viaje hasta que Tria sintió algo y fue corriendo.
-Oye espérame-Dijo Ragnarok.
Ragnarok iba detrás cuando de repente sintió una brisa fuerte pero agradable lo que hizo que fuera más lento.
Estaban en medio de muchos árboles pero la brisa era buena, de repente Ragnarok vio más adelante donde los arboles ya no estaban y todo era césped.
Tria estaba ahí en el césped parada y parecía que miraba al cielo.
Ragnarok se acercó y dijo-Oye que es lo que…
De repente vio que era el fin del camino y que solo había una gigantesca caída.
Ragnarok grito de miedo y retrocedió.
-Tri-Tria quítate de ahí…te-te puedes caer.
La triceratops levantaba la cabeza para disfrutar la frescura del viento mientras veía todo desde lo más alto.
-Claro, le tienes miedo a mi rugido pero no a esa altura, que loca-Dijo Ragnarok.
Ella seguía disfrutando el momento y Ragnarok se acercó peor solo un poco y no podía dejar de temblar.
Entonces Tria contenta le rugió a la nada y el eco hizo que se escuchara más fuerte.
-Je…pre-presumida-Dijo Ragnarok.
Pero ese rugido se expandió a la redonda llamando la atención de un sauroposeidon.
Este dinosaurio pareció analizar el sonido y continuo caminando con una mirada muy seria.
