(ASH: Fate Apochrypha, opening 2)

(Cuando la música comenzó a sonar, los símbolos de los elementos Bakugan pasaron como guiados por el viento hasta aparecer el símbolo de los seis atributos juntos, y adelante apareció el titulo)

Tal como gotas de lluvia que caen sin rumbo, sin fijar dirección.

(De noche, Dan ve la luna con algunas hojas llevadas por el viento pasando. Las hojas pasan cerca de su rostro, que se alzo al frente con ojos llenos de determinación. En una toma diferente, se ve a Camilo de espaldas a Dan, quien bajo la mirada con algo de tristeza. Se ve por unos instantes el domo de acceso al Interespacio de día)

¡Nuestros sentimientos siguen el camino que eligen!

(Luna mira a la luna con tristeza, para ver a Marduk ponerse a su lado y sonrió. De manera consecutiva se ve al resto de peleadores: Shun sentado en la rama de un árbol, Snow chocando sus puños con una sonrisa, Marucho tecleando en su computadora, Felipe de pie en una arena de combate, Page, Rafe y Serah hablando hasta ver hacía adelante).

Un negro amanecer, verás que pronto llega. Pronto vendrá...

(Goodwin, usando una armadura de plata encima de su traje camina por los pasillos del castillo, su capa blanca ondeo. Paso al lado de Kazarina, quien sonrió cruelmente al verlo. Se ve desde abajo y subiendo rápidamente el oscuro castillo, hasta la punta, donde Goodwin estaba de pie, a su izquierda estaban Kazarina y Sellon, y a su derecha, Anubias y Caligula. Los cuatro con sus Bakugan).

(Se ve una imagen dividida de la Puerta y la Llave que tienen Dan y Drago).

Los pedazos de este sueño solo pueden causar dolor. Incluso llegar a tener miedo a creer.

Selen lanzo un rayo de luz que Fury aparto fácilmente retrocediendo en el aire. Vladitor se acerco a Fury y choco su espada con las cuchillas de su enemigo, soltando chispas. Caligula tenía una mirada de oscura excitación al ver la batalla).

¿Qué marca, yo dejaré en este mundo junto con mi decisión? Yo quiero saber...

(H y Abbott miran al cielo azul con una mirada preocupada. Abbott y H se miran, asintiendo y el segundo se retira. El escenario cambia al Interespacio, donde Lumagrow salta en el aire y el cielo es rojizo).

Superándome a mi mismo se que yo volveré a nacer. ¡La fe es lo único que me podrá fortalecer!

(Xerxes choca sus armas con las garras de Lumagrow en un combate intenso donde ambos caen en el aire. Al mismo tiempo, Horridian esquivo una flecha, e Artemis cargaba en su arco otra flecha que disparo al mismo tiempo que Horridian lanzaba rayos de energía de sus bocas, creando una explosión al chocar. Entre las llamas de la explosión, Lirian desvía los ataques de Isis mientras ambas pelean en el aire).

¿Qué marca, yo dejaré en este mundo junto con mi decisión?

(Drago hace a un lado las llamas mientras ve como un ejercito de Bakugan Caos se acerca a él. Onix, Wolfuro y Boulderon se alzaron con su armamento y Bakunanos respectivamente. Secuencialmente, se ve el ojo de Leonidas cambiar de su color normal a un tono rojizo, a Ginebra viendo el amanecer, a alguien usando una armadura oscura, un cuerpo en el suelo con un agujero en el pecho y sangrando y a Morgan con las manos juntas como si estuviera rezando).

¡La oportunidad llegara!

(En un destello, se ve a Camilo abriendo los ojos y la imagen lo rodea para ver que estaba de pie frente a Goodwin. En su espacio oscuro, el Dragón Carmesí extiendo sus alas para que en otra toma, se vea a un individuo de armadura negra de espaldas viendo al horizonte desde el castillo negro de Goodwin con su capa roja ondeando).


Capitulo 42: Boda con Rencores

Después de la declaración de combate, Sabine y Camilo fueron a una arena de combate del Interespacio para tener su batalla. Todos los demás estaban en las gradas para ver el combate.

-No lo entiendo, ¿qué propósito tiene este combate?- Pregunto Rafe.

-La verdad... ni yo entiendo lo que pasa- dijo Page. -Pero no me quejaré de ver un buen combate-.

-Sabine dijo que consideraría en este combate si Camilo es digno, ¿digno de que?- Cuestiono Boulderon.

-¿No es obvio?- Dijo Serah con una sonrisa divertida. -Para ver si es digno de estar con Claire-.

-¿Ha?- Exclamaron ambos adolescentes y sus Bakugan, confundidos.

Serah rio por sus reacciones.

Shun cambio de asiento y se sentó al lado de Claire, sus ojos no dejaron de ver la figura de Sabine.

-¿Qué has averiguado de ella?- Pregunto Shun.

-¿Aun no confías en ella?- Pregunto Claire.

-No confió en nadie que aparece de la nada, no después de lo de Ren- respondió el pelinegro. -Ella dice que quiere protegerte, y eso puede ser verdad, ¿pero porque? No parecía que te conociera de antes, y tal parece que tu tampoco la conociste antes, así que no le veo sentido a que "venga a protegerte"-.

-¿Dices que estaba mintiendo?-.

-O puede estar tramando algo- dijo Taylean.

-O tal vez...- otra posibilidad le vino a la mente a Shun cuando Sabine y Camilo lanzaron sus Bakugan. -Esta pagando una deuda...-.

Shun era desconfiado, lo había sido desde que su Padre lo dejo y murió su Madre, lo sabía bien y sabe que no es uno de los rasgos que le gusten a las personas, pero ser desconfiado tiene sus ventajas, como que es más imparcial a la hora de tomar decisiones o de observar a otros, como en el caso de Ren, donde a pesar de que se gano algo de su confianza, siempre le tuvo un ojo encima hasta que llegó Fabia y probo que tenía razón al no confiar completamente de él.

Shun se creía alguien bueno para analizar a las personas, tal vez no tanto como Dan, a quien muchos no le dan el crédito, pero Dan tiene un buen ojo para las personas, viendo más allá de sus acciones, algo que Shun no compartía siempre, pero respetaba de su líder y mejor amigo.

¿A que viene todo eso? Pues mientras observaba a Sabine activar poderes, en todo el tiempo que la a observado, a averiguado que la mujer, aunque cerrada, no es malvada ni tiene intenciones de dañar. Su preocupación para proteger a Claire era genuina, pero no puede confiar en alguien que no cuenta sobre sus motivos ni da razones para confiar. Vale, ella dio su parte en la evacuación de los civiles del Interespacio, pero no es suficiente para él.

Al menos le consuela saber que no es el único quien desconfía, si es que el hecho de que Ginebra no le haya quitado la mirada a Sabine en ningún momento cuenta.


(En la batalla)

-¡Poder activado: Ojo Letal!-.

Artemise disparo una flecha de hielo a Leonidas, que la atrapo sin problemas. La levanto a la altura del rostro, casi burlándose de ella, pero se quejo cuando la flecha exploto en escarcha en su cara, gruñendo por los cortes de la escarcha en su rostro.

Disparo más flechas, pero esta vez Leonidas las esquivo. Artemise elogió en silencio que su enemigo fuera tan rápido y con buenos reflejos para esquivar sus flechas, aun cuando disparaba hacía un punto donde su enemigo volaba, Leonidas se detenía para que la flecha pasara de largo y la desviaba con sus garras.

-Poder activado: Blazar Omega- activo Camilo.

El cuerpo de Leonidas brillo de un intenso color blanco y aparentemente desaparecer. Artemise sintió una ráfaga de viento que sacudió sus cabellos, antes de girarse y levantar su arco, justo para bloquear apenas la garra de Leonidas.

Leonidas levanto su otra garra, pero Artemise retrocedió de un salto para evitarla, pero Leonidas no la dejaría ir tan fácil, y con la velocidad del poder aun activado, corto en un paso la distancia y comenzó a lanzar golpes y puñetazos como si fuera un boxeador. Artemise esquivaba los golpes o usaba su arco para protegerse, sabiendo que físicamente era inferior a él.

-¡Ayúdame, Sabine!- Exclamo Artemise, retrocediendo cada vez más.

-¡Poder activado: Sukishime!-.

Artemise giro hacía atrás desvaneciendo su arco, en sus palmas se genero un espeso aire helado que se podía ver, y estiro los brazos hacía adelante, liberando una ráfaga de aire frío que hizo retroceder a Leonidas un poquito.

El dragón de luz no se vio herido por el ataque, ni tampoco parece que le afecto el frio, pero si dejo de brillar.

-Sukishime puede cancelar cualquier poder activo cuando golpea- explico Sabine, antes de activar otro poder. -Pero no crean que solo sabemos atacar a la distancia. ¡Poder activado: Gemelos de Hielo!-.

Un gran brillo celeste apareció en las manos de Artemise, quien doblo sus rodillas un poco y se lanzo hacía su contrincante.

En respuesta, Leonidas también se lanzo hacía la Bakugan, pero Artemise salto por encima del dragón y aterrizaron al otro lado de la arena al mismo tiempo que Leonidas levantaba sus alas para frenar, quedando a cierta distancia importante. Artemise se agacho, junto sus palmas y las puso contra el suelo, donde el suelo comenzaba a congelarse y el hielo se expandía a su alrededor.

-¿Qué esta haciendo?- Pregunto Leonidas con curiosidad, no haciendo movimiento para interrumpirla. Quería ver que haría ella.

Camilo tampoco hizo una orden de detenerla. A él le gustaba una batalla honorable donde tanto sus oponentes como él y Leonidas podían pelear con todo y al final, todos estarían satisfechos con la batalla sin importar el resultado. Esa a sido una actitud que ha tenido desde que comenzó a ser Peleador y que no ha perdido.

Y aunque puede considerársele honorable, también esta dispuesto a jugar sucio cuando se debe.

El hielo que congelaba el suelo y se expandía cubrió la mitad de la arena, y para sorpresa e impresión de todos, se comenzaron a crear todo un grupo de asalto de clones de Artemise hechos de hielo. La única diferencia con la de carne y hueso, es que las manos de cada una eran garras.

Cuando Artemise se puso de pie, había creado un gran grupo de clones de hielo de si misma que apenas cabían en la arena.

-1, 2, 3... ¿cuantos son?- Snow contaba los clones.

-20- respondió Marucho, quien conto las figuras de inmediato en cuanto la última salió. -Es impresionante-.

-Pero no serán suficientes para vencer a Camilo y Leonidas- dijo Snow.

-A tu orden, Sabine- dijo Artemise.

La mujer alta levanto el brazo. -¡Poder activado: Rompe Escudos!-.

Artemise volvió a invocar su arco y tensar una flecha de hielo más grande que el resto en la cuerda, al mismo tiempo que sus clones de hielo se lanzaron hacía Leonidas. Estando rodeado rápidamente por tantas copias de su rival, y sabiendo que si intentaba volar, la verdadera lo derribaría con esa flecha que tensaba, Leonidas no podía escapar tan fácil.

Las copias de hielo de Artemise atacaron con una sincronización casi perfecta por todos los ángulos posibles de su oponente; adelante, atrás, a los lados, e incluso desde arriba por saltos. Por cualquier dirección que miraran, habían clones de hielo preparándose para atacar con sus garras. Leonidas estaba cruzado de brazos defendiéndose como podía, usando la protección de la armadura de su cuerpo para que las garras no dañaran su piel, que aunque sus escamas era gruesa, no era tan tonto como para confiarse.

-¡Poder activado: Espada Luminosa!-.

En un rápido movimiento, Leonidas corta a la mitad a cinco copias de hielo con la espada de energía Haos que creo en su garra. Este era un poder que no usaban mucho porque él no sabía pelear con armas y tampoco estaba interesado en aprender. Sus mejores armas siempre han sido sus garras.

Pero al dar ese corte, abrió un espacio que, con el ojo agudo de Artemise, pudo ver y soltó la cuerda del arco, saliendo disparada la flecha. La flecha impacto en el pecho de Leonidas, derribándolo y arrastrándolo hasta el borde de la arena, donde su cabeza caía afuera.

Artemise no lo demostró, pero en el fondo estaba impresionada que Leonidas no hubiera vuelto a su forma espera con ese impacto. Ese Bakugan tenía una resistencia absurdamente alta, aunque con todos los enemigos que enfrento, no podía esperarse menos.

-¿Eso es todo? Puede que en poder y fuerza bruta nos superen, pero si atacan a lo bruto y sin planes, entonces es obvio que perderán- espeto Sabine. -Terminen con esto- le ordeno a los clones de su compañera, que se lanzaron a aplastar a su enemigo, aparentemente cansado.

Pero cuando iban cayendo, para sorpresa de Artemise y Sabine, Leonidas se había reincorporado y tomo a dos de las copias con sus garras sujetándolas de las cabezas, y con un apretón, destrozo sus cráneos. Las copias cayeron al suelo y se hicieron agua.

-Y la confianza excesiva también es malo- dijo Camilo con una sonrisa. -¡Doble poder activado: Tornado Lunar + Voltaje Veloz!-.

Usando su poder Ventus, Leonidas se elevo en el aire y batió fuertemente sus alas, creando en cuestión de segundos ráfagas de aire muy fuertes que los pies de Artemise se arrastraran hacía atrás mientras hacía el esfuerzo de estar recta. Incluso desde su posición, Sabine tuvo que cubrirse un poco el rostro con su brazo mientras su cabello y ropa era sacudida por la ráfaga de viento.

Las copias de hielo de Artemise no lo soportaron tan bien, rompiéndose como cristales, lo que le indico a Sabine que su poder de Gemelos de Hielo fue cancelado. Abrió los ojos al ver a Leonidas disparar de su boca una bola de luz.

-¡Poder activado: Escudo Invernal!- Artemise extiende sus brazos, creando un escudo de hielo de la altura de su cuerpo con el dibujo de un copo de nieve en el frente.

El escudo resiste la bola de electricidad, y las dos siguientes, pero comenzó a fragmentarse con cada que bloqueaba, hasta que las ráfagas de aire pararon de repente, y el escudo fue destruido por un puñetazo de Leonidas, que a una velocidad impresionante, se movió para romper el escudo, y seguido a eso, darle un puñetazo en el rostro a Artemise que la tiro al suelo.

Pero la Bakugan apenas tuvo tiempo de quejarse, antes de recibir de cerca una bola de electricidad. El recibirla tan de cerca hizo que el daño fuera aun mayor, lo suficiente para devolverla a su forma esfera.

Leonidas volvió a su forma esfera mientras algunos de sus amigos gritaban felicitaciones por el buen combate. Camilo y Sabine se acercaron para felicitarse.

-Tu movimiento de crear copias de hielo me sorprendió totalmente. Nunca había visto a alguien hacer algo así- elogió Camilo honestamente.

-Por supuesto, Artemise y yo nos hemos entrenado arduamente- dijo Sabine. -Pero tengo que reconocer que la fuerza de Leonidas y la tuya. No por nada has ganado tantas batallas contra oponentes tan poderosos como Apocolyps o Youma… si tienes lo necesario... y tal parece que aun me falta mucho por mejorar-.

No le era fácil admitir la derrota por su orgullo y lo terca que puede ser, pero es capaz de aceptarlo cuando debe. Nunca ha perdido contra casi nadie, pero al llegar a la Tierra, ha tenido más derrotas que victorias, y aunque la molesta, finalmente reconoce que aun existen seres más poderosos que Artemise y ella en la galaxia, y que aun debe mejorar mucho.

-Pero...- apretó fuerte la mano de Camilo y lo tiro para susurrarle al oído: -Si Claire vuelve a sufrir por tu culpa... te liquidaré-.

La piel de Camilo se puso pálida de terror y asintió rígidamente.


(Más tarde)

Camilo, Ginebra y Claire iban de vuelta al departamento en silencio. Sabine se quedará en la casa de Marucho, donde el espacio nunca falta. Se quedaría esta noche para probar la comodidad y mañana iría a buscar sus cosas al departamento, que tampoco son muchas en realidad: solo una bolsa de cambio y lo que parecía una tableta espacial.

Cuando llegaron al departamento y abrieron la puerta... estaba una persona que no esperaban ver.

-¿Mama?-.

La Madre de Camilo, de nombre Ayame, era una mujer a fines de sus 40 de cabello rubio corto hasta encima de los hombros y usaba lentes de vidrio sin marcos de forma rectangular. Vestía un pantalón sencillo con una blusa y como adorno tenía un collar y unos aretes colgando de los oídos. A pesar de su edad, la mujer apenas tenía arrugas y se mantenía en forma dentro de lo que cabe.

-Hasta que llegas- la mujer se puso de pie al verlos y se acerco. -Quiero saber en donde has estado. Tu Padre y yo hemos intentado llamarte por todo un mes y no nos respondías. Pensamos que algo te había pasado-.

Por su lenguaje corporal, estaba molesta, estaba muy molesta.

-Les dije que me iría de campo por un tiempo-.

Camilo no fue tan irresponsable al irse a entrenar a Nueva Vestroia. Si, no le dijo a nadie aparte de Marduk que se iría, pero si llamo a su Padre diciéndole que iría de campo por un tiempo indefinido, y que no podría comunicarse mucho con ellos. No dio más detalles antes de escribir la carta que les dejo a Claire y Ginebra e irse.

-Eso no justifica no responder las llamadas por todo un mes- acuso la mujer molesta. -¿Acaso costaba tanto una llamada o decir hola?-.

Cuando su madre se ponía así, Camilo sabe que lo único que puede hacer es dejarla hablar para que se desquite, porque si intenta decir algo antes simplemente lo callara. Ginebra y Claire solo se quedaron en silencio, ajenas a la discusión Madre-Hijo.

Cuando Ayame dejo de decirle tonto y desconsiderado a su hijo por inactividad, por lo preocupados que estaban por no saber nada de él y la falta de explicación en su mensaje, que duro unos buenos cinco minutos, tomo aire para calmarse.

-¿Terminaste?- Pregunto Camilo. A Ayame le molesto que su hijo no se viera afectado por todo lo que le dijo, pero no dijo nada.

-Si- dijo más calmada. -¿Algo que decir?-.

-Mama, te quiero mucho, pero no me disculparé por lo que hice, ya que fue necesario. Si no te di explicaciones a ti o a Papa era porque no era necesario que supieran, ya que este asunto me involucraba solo a mi y a Leonidas-.

-¿Qué tiene que ver Leonidas en esto?- Pregunto Ayame, arqueando una ceja.

-Se podría decir que también tengo la culpa en esto- dijo Leonidas, saltando y abriéndose en el hombro derecho de Camilo. -No se enoje con él, señora, Camilo intentaba ayudarme, además que no es algo que no pudiéramos manejar juntos-.

Sabiendo que estaba comenzando a hacer una escena, Ayame suspiro y se dio por rendida en esta discusión. Estaba claro que lo que sea que lo dejo incomunicado por un mes debió ser muy importante, y sabiendo lo cerrado que puede ser su hijo con un tema, no insistió más.

-De acuerdo... pero como no respondías a tus llamadas, tuve que venir yo misma a decírtelo en persona-.

-¿Decirme que?- Pregunto Camilo.

Ayame camino hacía la mesa, tomando algo que colgaba de una de las sillas alrededor y se lo paso. Cuando lo tomo, Camilo y las chicas vieron que era un traje negro de gala.

-¿Y esto?-.

-Es para la boda...-.

-¿Qué boda?-.

-Tu hermano se casa en unos días-.

Camilo parpadeo una vez, luego dos veces, luego tres veces... no era normal que él quedara en shock, ha visto demasiadas cosas y no es fácil de sorprender... pero esto lo tomo totalmente desprevenido.

-¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉ?!-.


(Al día siguiente)

-¿Camilo tiene un hermano?-.

-Si, pero creí que estaba en prisión-.

-Salió antes de prisión hace tres meses por buena conducta y por recortes en el estado que hicieron salir antes a ciertos prisioneros- explico Ayame.

Camilo, Ginebra y Claire iban juntos en la camioneta familiar de camino a la ciudad vecina, que sería donde se realizaría la ceremonia de bodas. Salieron temprano apenas terminaron de desayunar, y mientras salían, por esas casualidades de la vida se encontraron con Snow y Serah que iban a visitarlos.

Ayame conocía a Snow de antes, y aunque no le dio una buena primera impresión por su aspecto de pandillero, con el tiempo y conocerlo más le hicieron cambiar de opinión a una mucho más positiva. No conocía de nada a la joven de cabello rosa, pero parecía agradable y la rubia casi apostaba que había algo entre los dos que se estaba formando.

Por eso mismo, no se contuvo en contarles sus planes e invitarlos. Serah aceptado encantada, ya que había estudiado mucho de la cultura humana y quería saber como eran las bodas terrícolas y Snow acepto, más por lo emocionada que estaba Serah que por querer ir en verdad.

Así el grupo de ahora seis personas (sin contar Bakugan) iban a la que sería la ceremonia. Serah era la más emocionada de todos, haciéndole preguntas a Ayame sobre la decoración o como sería la boda. Snow miraba por la ventana, algo aburrido. Ginebra leía un libro que se trajo de su viaje, Claire miro al asiento del copiloto, donde estaba Camilo, quien...

-Ya reacciona- Leonidas golpeo la frente de Camilo, quien seguía en shock. -Ya es patético que sigas así. Es solo una boda, no le veo lo especial-.

Camilo finalmente reacciono, sacudiendo la cabeza para reaccionar. -Lo siento es solo...- no sabía bien que decir. -¿Cómo demonios paso eso?-.

Ayame sabía a lo que se refería. -No conozco los detalles, pero parece que se conocieron por Internet y ella comenzó a hacerle visitas hace un año, y cuando salió hace tres meses, tu hermano fue a conocer a la familia de la chica, y al parecer les agrado, porque son ellos los que pagan la boda-.

Camilo hizo una cara complicada, no creyéndose la historia. -¿Y la mujer es fiable? No, corrijo mi pregunta. ¿Mi hermano es fiable?-.

-Entiendo tus dudas, yo también las tenía cuando me dijo sus planes. No me fiaba de la mujer, pero resulta ser una buena chica, y su influencia a ayudado mucho a tu hermano- explico Ayame. -Además que nos ahorra problemas, ahora tu hermano tiene alguien más a quien molestar-.

A pesar de que lo dijo como broma, Camilo no se lo tomo bien y miro afuera por la ventana con desgana. Los demás escucharon curiosos el intercambio de palabras.

-¿Por que nunca me dijiste que tenías un hermano?- Pregunto Snow.

-La relación con mi hermano es... complicada- respondió Camilo. -Tayler y yo... no somos buenos hermanos, incluso antes que fuera a prisión-.

-¿Tayler? ¿Tu hermano se llama Tayler?- Pregunto Serah.

-Tayler Salazar, del apellido de su Padre, que era mexicano- dijo Ayame.

-Cuando lo conocí, no puedo decir que fue el mejor ejemplo de ser humano- dijo Leonidas.

-¿Tan malo es?- Pregunto Onix.

-No es una basura como Barodius u otros enemigos que hemos enfrentado, es más al punto de patético y hasta rastrero. Una vez intento venderme cuando me vio hablar por primera vez- explico Leonidas, recordando con desagrado ese momento.

-Escucha hijo, Tayler… ha pasado por mucho, ha cambiado, y quiero creer que su tiempo en prisión y la mujer que conoció fue lo que lo hizo cambiar para bien. Tenemos que apoyarlo. Solo... prométeme que le intentarás dar una oportunidad, ¿si?-.

Camilo sabe porque su Madre le pide esto; por que a pesar de todo sus errores, ama a su hermano y aun se preocupa por él, y quiere que él y su hermano se lleven bien, como lo hacían antes de que Tayler se desviara por mal camino... lo entiende, pero no lo puede aceptar tan fácil. No es del tipo rencoroso, (o eso quiere creer), pero él no puede ignorar todo lo que su hermano hizo.

No podía olvidar lo que le hizo, ni lo que sucedió después. No entiende como diablos lo sacaron tan rápido en solo tres años.

-Lo intentaré- eso era lo máximo que podía prometerle a su madre, intentar entablar una conexión con su medio hermano, y ver que pasaba.

-Es todo lo que pido- dijo Ayame, satisfecha por ahora con la respuesta.

Tardaron media hora en llegar a la ciudad vecina, que era más pequeña que Beytwey, pero se podía notar una mayor cantidad de gente y vehículos en las calles, y al ver varias esculturas de madera o piedra pintada, y muchas tiendas de accesorios o recuerdos supieron porque: esta ciudad era para turistas que para vivir aquí.

Entre avanzar en las calles y el taco, tardaron casi una hora hasta que la camioneta se estaciono al frente de un gran hotel que tenía toda la pinta de ser 5 estrellas.

-Este es el Hotel Selene. El año pasado fue catalogado en el top 3 de mejores hoteles en el país. Cuenta con un total de 60 pisos de lujo- explico Ayame.

-Si que sabe mucho, señora- dijo Claire.

-Una siempre debe estar informada de todo, sobre todo del lugar en el que se casara su hijo mayor- Ayame se bajo de la camioneta, seguido del resto. -Antes de entrar, si no fuera mucha molestia, podrían Leonidas y los demás Bakugan... ya saben...-.

Los chicos y los Bakugan entendieron de inmediato a lo que se refería... no todos saben o recuerdan que los Bakugan son seres vivos y de otro planeta, el gobierno cubrió todo lo que paso en la invasión de Naga y borro cualquier material, y en la actualidad, los Bakugan son más bien vistos como criaturas digitales, pero nada más. Si algún adulto viera a un Bakugan de verdad y hablando se podría ocasionar un pánico que les traería problemas, que es lo que menos necesitan.

Los Bakugan entendieron y se metieron en los bolsillos de sus compañeros. Aunque Leonidas lo hizo de mala gana, pero lo hizo para no meter en problemas a su compañero y amigos.

El grupo de jóvenes ingresaron al hotel siguieron a Ayame hasta el ascensor, donde subieron hasta el piso 30, aunque el ascensor se detuvo algunas veces para que entrara otra persona y se bajara.

-Oye...- mientras el ascensor subía, Claire decidió hablar con Camilo sobre el asunto. -¿Tan mal se llevan tu y tu hermano? Recuerdo lo que me dijiste, pero...-.

-Es... más complicado que solo eso...- suspiro Camilo. -Lo que hizo fue horrible, pero no es solo por eso, sino que también traiciono mi confianza-.

-¿De que modo?-.

Antes que pudiera responder, llegaron al piso 30, y las puertas se abrieron y todos bajaron, notando enseguida que la zona que sería la recepción del piso estaba decorada para la boda, aunque no terminada: el que sería el altar estaba a medio terminar, las sillas estaban puestas, pero no decoradas, aunque si estaban decorada los muros y ventanas.

Habían varios hombres trabajando que iban de un lado para otro, y en el centro y viendo todo estaba un hombre de 25 a 26 años, de cabello rubio corto con una chaqueta manga corta de color blanco con una camisa roja debajo, pantalones de mezclilla y zapatos a juego, que al escuchar el ascensor llegar, volteo a verlos y sonrió al ver a la mujer.

-¡Mama!- Todos vieron al rubio acercarse, identificándolo de inmediato como Tayler, quien era bastante parecido físicamente a su madre. -¡Camilo, viniste!- Los ojos de los hermanos se conectaron y comenzaron a acercarse. -Me alegra verte después de tantos...-.

Pero no pudo decir nada más cuando Camilo le dio un puñetazo en la nariz, sorprendiendo a todos de golpe, incluso a los empleados que se detuvieron al ver eso.

-Creo que ser compañero de Leonidas lo ha influencia de más de una manera...- le susurro Serah a Snow, quien asintió.

Tayler se llevo ambas manos a la nariz, tapando el gemido de dolor que le provoco, su hermanito a estado ejercitando los brazos... suspiro fuertemente en un intento de soportar el dolor y vio al techo.

-Tómense... un descanso muchachos...- le ordeno a los hombres que hacían las decoraciones, quienes se retiraron, deseándoles suerte al hombre.

Ya con poca personas en el lugar... era hora de que los hermanos volvieran a hablar después de años.

-Te guardaste ese golpe durante mucho tiempo, ¿verdad?-.

-Ni te imaginas cuanto-.

-Supongo que me lo merecía después de... eso-.

-Te mereces mucho más que eso. ¿Cómo diablos saliste tan pronto?-.

-Ayudo que fui yo quien llamo a la policía, sumado a una buena conducta, me dieron poco tiempo de condena. Además... ¿solo eso me vas a decir? ¿No hay felicitaciones?-.

-Eso es otra cosa que quería hablar... ¡¿cómo demonios te vas a casar?!-.

-¿Tan difícil es creer que sentaré cabeza?-.

-Tu no importas. Lo que me importa es la pobre mujer que engañaste para casarte y de la que te aprovecharas-.

Tayler frunció el ceño, ofendido por ese comentario, pero conto hasta diez en su cabeza. Sabe que su hermano tiene mala imagen de él, algo que intentara cambiar, empezando por explicarte.

-Créeme, ni yo se como, y no te culpo por no creer eso, hasta pensé que me rechazaría cuando se lo propuse, por lo temprano que fue... pero no. Además que ella no es ninguna desconocida, ella es esa chica de intercambio que vino cuando dejaste de jugar con los Bakugan-.

Camilo intento hacer memoria... recordando a cierta mujer que vino una vez a casa de su hermano a hacer un proyecto. Solo la vio una vez, que fue después de la invasión de Naga, ya que por esa época estaba más ocupado en su dolor y pena por haber perdido a Leonidas y que no pudo hacer nada para ayudar a sus amigos, sintiéndose un inútil.

En ese entonces no se fijo, pero ahora que lo recuerda... algo en esa mujer se le hizo familiar.

-¡No puede ser! ¡¿CHICOS?!-.

Todos voltean hacía la puerta que conducía a otra sala del piso... para encontrarse a otra persona que no esperaban ver.

-¿Julie?-.

Allí de pie, estaba su amiga y peleadora Subterra de la formación original de los Peleadores Bakugan, mirándolos con tanto asombro como ellos a ella.

-¿Qué haces aquí?- Pregunto Camilo, mientras la chica corría hacía ellos.

-¡Eso debería preguntarles yo! ¡Estoy acompañando a mi hermana para su boda!-.

-¿La boda... de tu hermana?- Repitió Claire, uniendo los puntos antes que todo.

-Yo estoy aquí por la boda de mi hermano...- Camilo señalo con el pulgar a Tyler.

Los engranajes comenzaron a girar en la mente de ambos chicos lentamente, mientras que los demás que no sabían, ya pudieron saberlo.

-¡Tu hermana/hermano se va a casar con mi hermano/hermana!- Gritaron Camilo y Julie al unísono, sin creerse este giro de coincidencia.

-Santa María...- Snow se llevo una mano a la cabeza, porque no podía creer la coincidencia. -¿Qué clase de trama es esta?-.

-La Tierra es más pequeña de lo que uno se imagina- dijo Serah igual de sorprendida que todos, para luego sonreír. -¡Felicidades a ambos!-.

-Sabía que te sorprenderías- dijo Tayler sonriente. También se sorprendió al enterarse que la hermana menor de su, por ahora prometida, era uno de los amigos de su hermano. -¿Sabes lo que significa?-.

-Significa...- Julie unía los puntos a lo que todo esto implicaba, y al unirlos, sonrió radiantemente. -¡Seremos legalmente hermanos!-.

-No... no lo digas...- Camilo no quería escuchar decir "esa" palabra frente a él, aun tenía mucho que procesar. -No lo digas...-.

-¡HERMANO!-.

-¡NOOOOOOOO!-.

¿En que se había convertido su vida?


N/A: Menudo plot-twist acaba de dar, ¿no? A que nadie se lo esperaba.

Este mini arco será solo este y el siguiente capitulo y volvemos a la trama principal. La verdad, no pensaba hacer estos capitulos, pero note que hubo un elemento que puse, pero no he desarrollado correctamente para lo que planeo hacer, y son los lazos familiares de Camilo.

En el penúltimo capitulo de Guerra Imperial presente en conversación al medio hermano de mi OC, que se basa un poco en mi propio medio hermano, aunque con nombre y actitud algo diferente, y en el OVA de Navidad presente a sus padres, pero creo que debía al menos presentarlos una vez más para que el espectador los conozca un poco más, y desarrollar un poquito mejor a Camilo como persona, y se muestre otro lado de él.

¿A que me refiero con esto último? Es que hasta ahora, he presentado a Camilo como una persona calmada, buena onda, con una capacidad de entendimiento, analítico para las batallas y otras cosas, y un hábil, apasionado y talentoso peleador, pero también tiene sus defectos: prefiere hacer las cosas por su cuenta, como se demostró cuando se fue solo con Leonidas a Nueva Vestroia, no es tan listo como Marucho u otros personajes, aunque no sea un defecto tan grave, y lo que pienso mostrar un poco ahora... es rencoroso.

No se a demostrado, pero mi OC es rencoroso, cosa que se explicara un poco más a fondo en el siguiente capitulo, que tiene relación con su mala relación con Tayler, aunque hay veces en que no es rencoroso cuando entiende la situación de otro, como en el caso de Marduk y Youma, que entendió por lo que vivieron, así que no los odia... pero tampoco olvida. A Marduk ha tenido años para perdonarlo desde el tiempo del juego hasta la actualidad, y aunque llego a respetar a Youma, no olvida ni perdona todo lo que hizo antes y después de conocerlo.

Ese lado de él es algo que explotaré de manera discreta en los capitulos posteriores, empezando por aquí.

Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor.