No sabemos si Gales está o no en casa, espero que sí y esperemos que despierto... y presentable. Leyendo o algo...

Lee, Gales lee.

Porque Escocia va a forzar su cerradura. Si no con una llave, (que no creo que tenga, aunque podría habérsela robado) con unas ganzúas.

Ojos en blanco, de verdad, ¿¡qué necesidad?! ¡Toca la puerta!

Nop. ¿Le va a abrir o abre él?

¡Pues si toca, le abre! Pero si fuerza la cerradura...

¿Aja?

Pues que va a hacer más que pegar un salto cuando le oiga.

Ahí está, como un torbellino sin ni mirarle, empezando a abrir sus armarios y a revolverlo todo. Sacando cosas como loco, buscando.

—Ahhh! Ugh! ¡Alba! ¿¡Qué haces aquí?!

—Sé que lo tienes tú. ¡Tienes que tenerlo tú! ¿Dónde lo metiste? —pregunta sin dejar de rebuscar.

—¿Tener qué? ¿¡De qué hablas?! ¿¡Cómo entraste?! Deja de... ¡Deja de revolverlo todo!

—¡El cofre! El cofre de mum. England era demasiado pequeño, Eire demasiado idiota y yo estaba por ahí peleando. Sé que tú te lo quedaste. ¿Dónde lo tienes?

—El... ohhh.

—Como lo hayas empeñado te juro qué... —toma un taburete y sigue sacando cosas de los estantes altos.

—¿Qué quieres de ahí?

—Sácalo. ¿Dónde lo tienes? —le mira

—¿Qué quieres de ahí?

—¡Sácalo!

—Dime qué quieres de ahí.

—Obviamente una de las cosas de mum —sigue rebuscando.

—¡No está ahí! ¿Qué cosa?

—Te lo diré cuando lo encuentre.

—No, no está ahí.

—¿Dónde está? —le mira.

—Te diré si me dices que quieres de ahí dentro.

—Una cosa oculta que, si no has vendido el cofre entero, seguirá ahí.

—¿Qué cosa?

—¡Lo verás cuando me lo des!

—Te lo daré si me dices que es.

—Entonces revolveré la maldita casa entera —se vuelve a los estantes empezando a vaciarlos.

Bloody hell! Ugh, no, no... para —se le acerca intentando detenerle—. Vale, vale... te lo daré.

Escocia sonríe y se detiene.

—¡Lo has desorganizado absolutamente todo!

—Pues habérmelo dado cuando te lo he pedido la primera vez —se baja del taburete de un salto.

—¡Necesitaba saber para qué lo querías!

—Ya te he dicho para qué lo quiero. ¿Qué guardas ahí, tan importante de todos modos? ¿Tu colección de gemelos?

—No, solo me da curiosidad qué demonios puede haber ahí que busques así de histérico. Ve a la calle, ahora te llevo el cofre.

—¿Por qué no quieres que sepa dónde lo escondes? —levanta una ceja.

—Pues porque... no —la verdad porque tiene otras cosas secretas ahí y no quiere que sepas cual es el escondite.

—Si salgo a la calle... no me preguntarás qué es ni para que quiero lo que he venido a buscar.

—No.

—Pues sácalo. ¿Qué guardas ahí? ¿Cosas de France?

—No, idiot!

—Mmmm... no sé si creerte —sonríe de ladito.

—Pues me da lo mismo si me crees o no, no son cosas de bloody France, no tengo nada de France, quien tiene cosas de France es mi esposa.

—¿Y las guarda ahí?

—No! Guardo cosas... mías. ¿Vale? Cosas que no te importan, pero que no quiero que sepas dónde las guardo.

—Bueno, pues hay algo en ese cofre que quiero, algo que es de algún modo es mío y que yo no quiero que tú sepas para qué. No quiero tus... calcetines sucios robados a France a hurtadillas patéticamente o lo que sea que escondas ahí. Solo el cofre.

—Pues no voy a dártelo sin que me digas para que lo quieres.

—Es... un anillo, ¿vale? Hay un anillo oculto. Yo mismo la ayudé a esconderlo.

—¿Y para qué quieres ese anillo?

—¡Tú trae el maldito cofre!

—¡Lo traeré si me dices para qué quieres el anillo!

—Tráelo y te contaré del maldito anillo o te aseguro que voy a revolver la casa entera.

Gales hace los ojos en blanco.

—Sirve un par de copas, anda.

Escocia pone los ojos en blanco, pero vale, se va a la cocina y Gales CORRE a... sulugarsecretoquenodiremoscuales y del que seguro Galia sabe y por tanto seguro Francia sabe y por lo tanto... probablemente sepa toda la humanidad completa.

Y sirve copas del whiskey de Gales. NO del suyo... mientras espía a Gales bastante poco disimuladamente. Finalmente Gales vuelve con... una caja.

—Vas hasta a agradecerme que me lo lleve y poder deshacerte de él —le mira de reojo, sirviendo hielos.

—¿Agradecerte? No creo...

—¿Lo tienes ahí dentro con los calcetines de France? Sí, sí me vas a agradecer cuando sepas qué es.

—¡Que no tengo ningún calcetín de France!

—Pues calzoncillos no vas a tener, si no usa —se acerca con las dos copas a mirar dentro de la caja.

—Ay... sí, vamos, que tengo toda la ropa interior de France aquí... porque lo amo —protesta poniendo la caja en la mesa. Solo está el cofre y una daga de su madre.

Escocia me pasa una copa y saca la daga, porque no se la esperaba. Gales toma el vasito y le da un buen trago, mirándole hacer.

—¿Para qué es?

Luego saca el cofre y lo abre viendo el interior. Hay piedras y cosas... raras.

—Debí habérselo devuelto cuando volvió... en realidad. De hecho, debería de decirle que quieres sacar lo que escondió ahí.

—Te he mentido —responde vaciando todo el contenido en la caja—. No es un anillo.

—No te creo.

—Créeme. Es una alianza. Concretamente la alianza de boda del capullo con Galia —arranca parte de la tela que cubre el fondo del cofre.

Gales levanta las cejas y parpadea... y parpadea otra vez.

What?

—Es la alianza de Galia. La que el capullo le dio cuando se casaron —explica moviendo unas piezas que parecen sueltas de la tapa, que tras un código concreto rebelan un doble fondo.

—Sí, sí que... entiendo. What the fuck hace eso ahí y para que lo quieres?

—Cuando... Galia tuvo a France... sabes que nació en casa. Ella ya estaba casada, le dio a mum su alianza para que la vendiera y nos diera de comer a nosotros —explica metiendo la daga y abriendo el doble fondo para mostrar el pequeño agujero en forma de circulo... con la alianza dentro. Sonríe—. Le dijo a mum que sus hijos iban a estar bien cuidados, que el atontado era fuerte y que el capullo era rico, que probablemente nunca les iba a faltar de nada, pero que nosotros...

—Galia... —suspira—. Siendo buena. Como siempre.

—Sabes que ella estaba enamorada del capullo. Y que siempre había querido casarse... y aun así prefería que nosotros viviéramos. Ayudar a mum antes que todo eso —lo toma de ahí dentro con cuidado, inspeccionándolo—. Mum nunca quiso venderlo. Galia decía que era una prueba de amor y Mum que ningún hombre iba a traerle nunca nada tan valioso y nadie iba a ser capaz de pagar el precio real. Así que le mintió y le dijo que lo había vendido y me hizo esconderlo aquí. Me hizo prometer que solo lo vendería si alguno de nosotros estaba muriendo.

—¿Y te estás muriendo?

—No, idiot —se sonroja.

—Vamos... es que me sorprende que hayas decidido venir aquí así... a por un anillo de la antigüedad a menos que...

—Es por la historia. Ni siquiera recordaba que existía hasta hace unas horas. Obviamente lo importante no es que fuera el anillo que le dio el capullo a Galia, es que es el anillo que Galia le dio a Mum.

—¿Y para qué quieres ese anillo que mi esposa le dio a Mum?

—Porque es el anillo que Nanny le dió a Mum.

—¿Y para qué quieres ese anillo si no te estás muriendo? —otro trago de whiskey.

—¡Pues porque es la mejor prueba de amor que se me ocurre!

—Prueba de amor... ¿para quién?

Escocia se tensa, paso atrás. Gales levanta las cejas.

—I-I...

—Wait...

—Tengo que irme —recoge el anillo guardándoselo.

—¿Vas a darle ese anillo a... Belgium?

Escocia no contesta, guardando las cosas que había en el cofre dentro otra vez de malas maneras y se sonroja.

—¡Vas a DARLE un anillo a Belgium!

Cierra el cofre y se lo mete bajo el brazo, yendo a la puerta sin mirarle.

—Ehh! No. ¡Ese cofre no es tuyo! —protesta estirando el brazo y deteniéndole de la ropa.

—Suéltame, ¡se lo devolveré a mum!

—¡Tú no tienes por qué devolvérselo!

—Ugh, whatever —le deja que se lo quede.

Gales parpadea porque no esperaba que... o sea le estaba protestando más para que se quedara él y no el cofre.

—No, ¡dale tú esto a mum!

—¿En qué quedamos?

—¡En que me cuentes lo de Belgium!

Bollocks.

—Vas a pedírselo, ¿verdad?

—Bollocks bollocks bollocks bollocks.

Oh, my... God —Gales sonríe de lado.

—Ugh —donde putas está la botella de whiskey? Ah, aquí. Se la lleva a la boca.

—Así que al fin llegó la horma de tu zapato, eh...

Shut up. No significa nada —protesta sonrojándose más.

—Significa que estás enamorado...

—No es tan... así —se lleva la mano sobre el anillo que acaba de guardar porque... el amor de Galia por Britania es el más puro e importante para él. Nunca reconoció a nadie como padre jamás, si algo, lo más parecido a un padre era justamente... Galia. Y eso es lo que quiere transmitirle a Bélgica dándole concretamente ESTE anillo.

Gales sonríe un poco, más sinceramente.

—Salud —extiende su vasito hacia él.

Escocia parpadea.

—Creo que... necesitamos más alcohol.

—Tengo... una botella entera justo aquí —se la muestra.

—Pues dadas las circunstancias... no me parece lo bastante —se ríe un poco —. Anda, siéntate.

Traga saliva... pero vale. Ahí va. Gales va a la cocina y trastea un poco antes de traer otra botella... una de las buenas.

—¿Y cuándo es que... decidiste esto?

—No he decidido nada, aun puedo echarme atrás —miente.

—¿Cómo vas a dárselo?

—Yo qué sé, de rodillas —replica y toma otro trago—. Se lo tiraré a la cabeza a ver si lo atrapa como un premio a un perro.

—De rodillas... cliché.

—Te estoy vacilando. Tú eres el que ha hecho esto miles de veces, así que dime tú.

—Yo no lo planee del todo así, cargue el anillo por días en el bolsillo.

Se sonroja porque no... iba a darle este anillo y lleva varios días con el otro arriba y abajo.

—Tenía... tenía un anillo sexual. Vibrador.

—Para ponértelo tú.

—Para dárselo, estúpido. Aunque puede usarlo como quiera.

—Digo porque ella no puede ponerse eso. Va a gustarle más este.

Ojos en blanco porque... bueno, ya lo sabe, Margot le dio la idea.

—Es... —le mira a los ojos y sonríe de lado—. Romántico.

Escocia se sonroja.

—Lo que creo es algo que a ella le gustaría.

—Ya... ya lo sé. Te lo habría dado cuando te casaste tú, pero no recordaba que estaba.

—No iba yo a darle a Galia el estúpido anillo que le dio ÉL.

—Tan romántico que hubiera sido que le dieras el mismo anillo que le dio tu daddy.

Gales frunce el ceño con toda esa frase.

—Casi tanto como tú vibrador.

Escocia se ríe un poco.

—Es... curioso.

—¿El qué?

—Que vayas a... ¿podemos decir la palabra sin que mueras del pánico?

Deja de sonreír de golpe y se sonroja.

—Aun no es seguro —replica, más como mantra para si mismo, con ansiedad—. Tal vez ella diga que no.

—Tal vez, yo diría que no si fuera ella —Gales se ríe.

—Por eso no te lo estoy pidiendo a ti.

—Pero sí a ella.

—Eeeh... aun podría no hacerlo.

—Ya, bueno... sí. Podrías hacerlo también.

—Vas a ponerte pesadito hasta entonces, ¿verdad?

—¿Yo? Tú vas a ponerte imposible hasta entonces.

—Yo no voy a ponerme nada si me dejas en paz.

—ESO es mentira y lo sabes... vas a estar histérico, HISTÉRICO.

—Mira, que sepas esto es... un inconveniente daño colateral, así que mantente calladito y al margen y todo irá bien.

—No sé si eso te lo estás diciendo a ti o a mí.

—Ugh... es que... ¿cuándo vuelve tu esposa?

—¿Quieres contarle?

—No. Pero sé que lo harás tú. O lo sabrá cuando te vea o lo que sea. Y le faltará tiempo para decírselo a mum y al resto. Y si crees que Belgium no va a enterarse en los siguientes veinte minutos es que no conoces a suficientes bloody latinos.

—Tienes que apresurarte.

—O... podría ganar tiempo diciéndole a Galia que estás enfermo de algo súper asqueroso y contagioso y que no puede verte en tres semanas.

Ojos en blanco.

—Podrías, podrías decirle eso y que no viniera en tres semanas, sí... igualmente yo podría contarle... a menos que tuviera algún motivo para no hacerlo.

—¿Cómo ibas a decírselo igual? Esto es oficialmente un secuestro. ¿No sabes que esa enfermedad es básicamente una infección de garganta que te impide hablar?

—¿Vas a aguantarme tres semanas? —Gales levanta las cejas.

—No, no creo, pero la verdad, espero que pueda intercambiar rehenes pronto.

—Así que además es sorpresa —Gales se ríe sirviéndose un poco más de whiskey, intrigado con todo esto.

—Pues es relativamente sorpresa... o sea, aun no decido que sea —saca el teléfono y va a escribirle a Margot a ver si hay alguna respuesta ya.

"¿¡Ya?! Ohh... ehh... bueno."

"¡Pues han pasado unos días!"

"No hemos podido hablar mucho y... pero hoy le pregunto bien."

"UGH. Vale, pero piensa que tengo secuestrado al peor grano en el culo hasta que me respondas, así que no tardes."

"Sí, sí, sí... ya le pongo a eso, ¡Ya me lo pongo!"

—Vale, estás oficialmente secuestrado hasta que me respondan.

—Vaya... que pesar —ni siquiera parece tan triste, lo que quiere es enterarse del chisme.

—¿Va a venir Galia o no?

—Pues claro que va a venir, vive aquí... solo que llega cuando llega.

—Vamos que no lo sabes y por lo que a nosotros respecta podría estar tirándose a alguien.

—No, no podría —Gales frunce el ceño.

—No, claro.

—Podría, pero no lo hace.

—Bueno... —vacila y luego aprieta los ojos—. Ugh. Mum va a gritarme por HORAS cuando sepa que le voy a dar...

—A la zorra de Belgium ese anillo... Oh, yes.

—Yes... Ugh... Si England hubiera dicho... lo que iba a hacer...

—¿Qué iba a hacer?

—Pues cuando se casó con France o lo que fuera que hicieran.

—Quizás debas guardárselo a Eire.

Escocia se humedece los labios y vuelve a sacarlo.

—Vamos, dado que igual y si él se casa con Sey... sí va a hacerlo en serio. No como tú.

Traga saliva mirándolo porque... sí, a lo mejor Irlanda sí lo hace de verdad y... es tan suyo como del irlandés. Aunque todo lo que representa... no... no va a encontrar otro mejor NUNCA.

—Mum estaría más contenta si se lo guardáramos a Eire... Sey le gusta más que Belgium.

Gales parpadea.

—Sey... ¿realmente crees que va a casarse algún día con Eire? Y que va a quererle dar ese anillo concreto que no tiene ni la más mínima idea de... qué anillo es.

—Será una idiota si no lo hace. Eire es un imbécil, pero no creo que encuentre otro que vaya a quererla más.

—Nadie sabe de ese anillo. Dáselo a Belgium.

—Mum sabe. Y Eire sabrá si le cuento. Igual que te he contado a ti.

—Eire va a entender que lo uses tú.

—Pero Mum no... —suspira. Gales frunce el ceño.

—El anillo es de Galia.

—No, Galia se lo dio a mum para nosotros. El anillo es de Mum. O si acaso... nuestro.

—Úsalo tú.

Escocia traga saliva, porque ahora parece muchísima responsabilidad y la ansiedaaaaad.

—¡A nadie más le importa ese anillo más que a ti! Úsalo, ¡ninguno vamos a decir que no!

—Debiste dárselo tú a France. Así hubiera vuelto a... Galia y el capullo de algún modo.

—No seas imbécil.

—¡No es como que a mí me importe tanto! —aprieta los ojos.

—Has tenido una buena idea.

—Probablemente no lo haga. La verdad, ni siquiera quiero. Solo es porque ella... y no es quien para decirme lo que tengo que hacer si no quiero.

—Serás una idiota si no lo haces. Belgium te presionará, pero no creo que encuentres otra que vaya a quererte más.

—¡No es porque vaya a encontrar a otra! —se sonroja porque eso es lo que él ha dicho de Irlanda. Sí, si lo ha dicho así justo por eso.

—Pues si no es Belgium... no vas a encontrar a otra como ella.

—Ya lo sé, sé que ella es... ELLA —aprieta los ojos.

—Entonces... ¿No hace eso está la decisión más simple del mundo? Ella es ELLA.

—¡No! Aunque así sea... No... No es... No me gusta.

—¿Ella?

—¡No! Claro que me gusta ella, no me gusta... esto. No me gusta atarme no me gusta perder mi independencia, ¡cada vez que lo hago algo sale mal!

—A ti te parece que Galia ha perdido su independencia —señala a su alrededor.

—Tú esperas cosas de ella, cosas que tiene que cumplir como por obligación.

Belgium ya las espera de ti.

—No tanto.

—No te engañes.

—No me engaño, pero es cierto, ahora puedo decirle que no si quiero, por eso esto funciona.

—Vas a poder decirle que no cuando estén casados también, quizás hasta con más confianza.

—¿Entonces para que sirve todo esto?

—Para hacerla feliz.

Ojos en blanco... pero se sonroja porque piensa que de hecho es por eso que lo hace.

—Finalmente esto a ti no te quita mucho...

—Me quita tener que aguantarte a ti —protesta mirando el teléfono otra vez.

—Y a nosotros a ti, que bastante trágico es.

—No te habrías metido en esto de haberme dado el estúpido cofre desde el principio.

—Pues quién iba a adivinar.

—Pues bien que adivinaste todo el puto resto —toma más whiskey y Gales se ríe.

—Pues no era muy difícil con lo enamorado que estás.

—Bueno, ¿vas a ayudar o no?

Yes.

—Pues no lo haces con esos comentarios.

—Ya... bueno. No SOLO voy a ayudarte, Alba. Tampoco soy idiota.

—Aun espero una pizca de esa maravillosa ayuda —ojos en blanco.

—Te traje el whiskey bueno.

—Ah, bueno, pues nada, gracias, beso el suelo que pisas... como si no pudiera yo conseguirme bloody whiskey —le fulmina de tan mala leche.

—Pues podrías, pero...

What? —le mira.

—Oh, venga, no seas chillón.

—¿Así pretendes ayudar?

Of course yes.

—Pues mejor no lo hagas.

—Yo creo que puedes aguantar.

—Yo creo que no tengo porque.

—Pues el que me ha secuestrado eres tú... mejor háblame de tus planes.

—Podría amordazarte y fin del problema.

—Podrías no amordazarme.

—Podrías no ser un grano en el culo.

—No estoy siendo un grano en el culo, créeme. ¿Dónde van a casarse?

—¿Y qué sé yo? Donde ella quiera... si es que quiere. Voy un paso a la vez, bastante es planear esta estúpida parte y que además no quieras ayudarme.

—¿A qué quieres que te ayude? —ojos en blanco.

—Pues a saber qué coño hacer para decírselo, ¡te lo he dicho veinte veces!

—Oooh, ¿ese es el quid del asunto, entonces? Vale.

Yes.

—Hmmm... Buscas algo que le haga ilusión a Belgium, entonces.

—Esto es solo para darle el gusto a ella así que...

—Bien, es entonces un delicado equilibrio entre lo que Belgium quiera y lo que tú estés dispuesto a hacer...

—¿Qué insinúas?

—Pues que no creo que esas sean muchas opciones.

—Bueno, ¿cuáles son?

—Hmmm ¿dárselo en un restaurante?

Arruga la nariz.

—En un yate.

—Mira, da igual, ahora me lo dirán y ya.

—Vale. ¿Te lo va a decir quién?

—Una amiga suya de la oficina. Va a preguntarle sutilmente.

—Define "sutilmente". ¿Va a darse cuenta en cuanto le pregunte?

—¿Por qué iba a darse cuenta?

—Pues... que tu amiga te pregunte cómo te gustaría casarte no te parece medio...

—¡No le va a preguntar eso!

—¿Entonces?

—No te he preguntado a ti eso.

—Me has preguntado cómo hacerlo y empecé a darte opciones.

—Opciones de mierda. Pero no eran opciones para... el evento en sí.

—Ohh... lo que quieres son opciones para la boda.

—No. Cymru. No —frunce el ceño porque no sabe si se está haciendo el imbécil a propósito.

Gales parpadea porque "opciones para el evento en sí" parece ser un claro indicativo de "opciones para la boda".

—Te acabo de decir que no te estoy pidiendo putas opciones sobre como casarse y tú deduces que lo que quiero son putas opciones para la boda. ¿Puedes, por favor, decirme cual es la bloody diferencia?

—¡Pensé primero que lo que querías eran opciones para darle el anillo! Ahora veo que no, que son de la boda en sí... estás... cómo estás, y eso te hace estar especialmente críptico.

—Lo que te estoy puto diciendo es que le he preguntado a ella lo mismo que a ti, no quiero... ugh, ¡estás haciendo esto a propósito!

—Me estás haciendo muy fácil el ponerte histérico... incluso sin intención.

Escocia le fulmina.

—¿De verdad no crees saber que le podría gustar a Belgium?

—Claro que no lo sé.

—¡Es que te ofuscas!

Aprieta los ojos.

—Mira, Alba... voy a decirte una cosa, una sola vez. En mi vida.

—Ya, claro.

Shut up.

—Uy, sí, ojalá fuera solo una vez en la vida que fuera yo a oírte eso —ojos en blanco.

—No es eso. Tú y Belgium...

Le mira de reojo con la botella en los labios desde ya.

—Son una de las mejores parejas que conozco. Si no es que la mejor.

Escocia traga saliva, sin presión.

—Lo hacen bien y casi sin maldito bloody esfuerzo.

—Eso lo dices tú.

—Eso lo veo.

—Pues debes necesitar gafas. ¿Te crees que no peleamos?

Gales hace los ojos en blanco.

—Obviamente si pelean y obviamente si hacen esfuerzos... los normales. Pero son la estúpida pareja más equilibrada qué hay. No hay excesivo drama, los dos se respetan mutuamente, no hay uno que sea el cabrón y el otro un poco más víctima, nadie tiene de los huevos al otro y para colmo se quieren y se nota.

Traga saliva con eso y... no está del todo de acuerdo, pero qué te va a decir él. Según él, ella sí le tiene de los huevos.

—Y me parece que este es el primer... reto serio que tienen, la primera cosa verdaderamente grande en la que no están de acuerdo. Y... shite, tú estás haciendo lo que alguien bloody decente haría que es tragarte lo que no te gusta y tratar de... hacerla feliz. Si ella no valora esto. Voy a ir yo a sacudirla un poco —Gales mira su vasito de whiskey y se pregunta cuánto es que ha bebido ya para estar un poco sentimental. Ejem.

—¡Ni se te ocurra! ¡Ojalá me diga que no!

—Te imaginas que... ¿te dijera que no solo para hacerte feliz?

—Sería perfecto.

—No tienes tanta suerte —Gales se ríe.

—¿Lo ves? Siempre puede haber alguien mejor...

—Como sea —Gales suspira y Escocia le mira de reojo.

—Sé que no te va a gustar esto y lo que me vas a decir, pero... alguna vez has pensado que tal vez... Galia no es...

Gales se humedece los labios porque sí que lo ha pensado, más veces de las que debería pensarlo alguien. Y mira que la quiere, muchísimo, pero... Cuando se embarazó y nadie sabía de quién, o cada vez que Roma aparece en la conversación (Roma que además es su estúpido padre), o cada vez que su madre aparece y Galia... la mira de esa forma que... ugh. Gales suspira.

—Sé que ella... sé que se ve muy bonita y que habría que ser idiota para decirle que no, pero a veces pienso que en realidad... ella es demasiado inmadura para esto.

Gales, que estaba pensando que la pregunta era si ella era la mujer para él, parpadea y le mira.

—Inmadura... —repite pensando en ello.

—Inmadura... para ti. Para lo que tú quieres.

—Galia vive en otra realidad —Gales mira su vasito.

—No solo ella. Todos ellos y sus dramas... incluida Mum. Son como... adolescentes. Yo sé que tuvieron que crecer muy rápido y enfrentarse a una serie de complicaciones en la vida, pero... es como si ahora... ahora que han vuelto y que... no tienen que hacer la guerra o cuidar a niños o preocuparse por no morir de hambre o frío... es como si ahora estuvieran recuperando el tiempo perdido. Todo eso de no poder evitar acostarse con todos, que Galia no sea capaz de elegir... los celos de Mum con Belgium, que el capullo no pare de intentar perseguir a todo el mundo, tú incluido... todos ellos me parecen como niños de instituto.

—Lo son. Siempre les... tuve en la cabeza como unos sabios que sabían cómo resolverlo todo. Y sí, sí es verdad que ahora que están, no... se quedaron pequeños.

—Y ella... no digo que no te quiera, pero no creo que sepa... cómo te quiere. La verdad, a veces creo que lo que le atrae de ti es precisamente que tú si eres maduro y estable y estás ahí para ella... pero ella, aunque intenta estar ahí para ti, no acaba de lograrlo.

El galés le da un traguito a su bebida. Escocia también, mirándole, porque en realidad nunca había hablado de esto con él.

—Es difícil encontrar a la persona correcta en el punto correcto de la historia de ambos. Y todos tienen sus problemas... —se relame un poco—. La quiero, muchísimo. Y eso no va a cambiar, pero... este dista mucho de ser un matrimonio ideal.

—Es que sé que tú querías casarte y... no te estoy diciendo que la dejes, para nada.

—No, no la voy a dejar, desde luego que no. Puedo vivir así y es cómodo y soy feliz. Y quizás algún día, Galia... —suspira—. Esta no es para nada la relación que tú tienes con Belgium, Alba. Ustedes dos se miran frente a frente, no hay dramas, es... increíblemente madura.

—No es verdad que no hay dramas, pero... es que si eso es lo que quieres...

—No es con Galia.

Escocia le mira con esa reflexión.

—Lo sé... y no, no va a ser sin Galia. Es decir, no es algo en lo que esté pensando todo el tiempo, pero... sí te veo y hay cosas de ti con Belgium que envidio.

—A lo mejor... —empieza Escocia y Gales inclina la cabeza—. A lo mejor ella madura en unos años.

—Es muy posible que lo haga... — Gales sonríe—, y Galia tiene otras ventajas, además de ser bonita. Tiene un sexto sentido impecable, es dulce, es suave, afectuosa... y muchas parejas tienen problemas terribles.

—Pero no te da bastante marcha. O no te la da del modo correcto.

Gales se acaba el vasito de un trago. La verdad, Escocia también.

—O a lo mejor podrías conocer a otra persona —sigue el pelirrojo y se encoge de hombros. Gales niega con la cabeza apretando los ojos.

—No, no... ¿de dónde?... no. Esto no es para... Estoy bien. Como Galia me oyera decir estas cosas se pondría muy triste además y... no va de eso. Solo estoy... pensando en voz alta, esto ni siquiera iba de mí.

—Ya, pero...

—No debería siquiera estar hablando de esto —le mira con cara de circunstancias.

—Anda ya, ni que tuviera micrófonos en la casa. Por lo menos siempre te quedará el alcohol.

Gales se ríe.

—Es que suena súper trágico todo esto como si todo estuviera mal. Y no. Podría ser mejor, pero no es para nada malo esto.

—Claro, claro, si hasta a las infidelidades puede acostumbrarse uno por una cara bonita.

—Eso fue gratuito —Gales le mira fijamente con ese comentario.

—Eso fue para que no te acostumbres.

Arsehole.

Escocia se ríe y va a ver otra vez si Margot ya ha respondido.