Escocia mira a Bélgica, encendiendo el motor

I love you —le sonríe, y le da un beso, él sonríe—. Gracias, esto... es complicado, yo lo se. No te vayas sin mí, ¿vale? O... bueno si quieres irte sin mí, al menos dime

Yes, yes... Tengo que... comentarte algo importante antes que lleguemos.

—¿Qué cosa? Quiero también que me cuentes... ¿Qué pasa con Cymru y Lux?

—Ah, eso... nada. No te preocupes. Una tontería.

—¿Se conocen?

—Nah.

—Me dio esa impresión. Bueno, no sé. ¿Qué cosa querías decirme?

—Bueno, porque Cymru está... atontado, pero... bueh —se encoge de hombros.

—¿Atontado?

—Ya sabes, siempre es así de intenso al principio.

—¿Al principio?

—De conocer a alguien.

—Ahh... bueno, quizás podrían ser buenos amigos

—Si no la caga...

—¿Porque la iba a cagar?

—Porque siempre se pone... súper intenso y acaba agobiando a la gente.

—Ohh... ¿y crees que vaya a agobiar a Lux? No te preocupes, seguro Lux no le hace ni caso, si tiene un asunto con el trabajo.

—La verdad, espero que no.

—Ni siquiera Mónaco consigue agobiarle. ¿Quieres que sean amigos?

—La verdad, creo que ahora le vendrían bien algunos amigos más.

—Es que ser amigo de Lux es muy complejo... Es muy agradable y divertido, pero no tiene tiempo.

—¿Tú crees? Él parece muy convencido de poder arrancarlo del trabajo, ya le has oído.

—No sé de dónde ha sacado eso... pero solo demuestra que no lo ha intentado hacer nunca —se ríe —. Mónaco lleva años intentándolo.

—No sé qué decirte, tendrá que ver si es lo que quiere o no.

—Me estás diciendo que... ¿quiere algo más con Lux?

—Nah, no creo... —carraspea.

—Bueno, igual le hablaré un poco de Cymru si quieres, quizás pueda... Uff... es que no sé, te diría que fueran al billar o algo, pero Lux...

—A lo mejor podrías contarle un poco y que le tenga paciencia... supongo que si lo entiende no será tan duro —tan cabrón.

—Eso haré —le acaricia un poco la nuca.

—¿Te gustaría que fueran amigos?

—Quizás sí... igual y así...

—Tal vez hago que luego vaya con él en el coche.

—Si es que logramos sacarlo —Bélgica se ríe —. Va a ir atrás trabajando mientras tu hermano conduce.

—Eso ya se apañarán ellos dos.

Bélgica asiente

—Igual querías decirme algo importante

—Ah... sí. Uhm. Es importante —deja de sonreír. Bélgica frunce el ceño

—¿Qué pasa?

—¿Recuerdas que me has dicho que tenía... una pastilla para decir que no?

—Sí —Bélgica traga saliva

—Hay una... cosa a la que quiero decir que no. Un requisito importante. El resto puedes hacer lo que quieras. Literalmente. Tienes poder absoluto. De hecho, si discutimos en algo en relación a... todo esto de la boda, quiero me digas que tú tienes el desempate. Tu opinión vale dos.

Bélgica le mira de reojo.

—Pero hay una petición indiscutible por la que no quiero reclamos, ni preguntas, ni lloros o pataleos. Ni siquiera tienes que asumir la culpa, puede decir a todos que he sido yo que te he obligado por cabrón.

—Dios mío, me estás asustando.

—No es nada difícil. Ahora iremos ahí y les... contaremos a todos sobre esto y... supongo que querrás invitarles a todos.

—¿No puedo preguntar la razón?

—No.

—¿Y no vas a contármela nunca? —se gira a él.

—Es... ni siquiera sabes el requisito.

—No... —le sonríe —. Lo que quieras, diré que sí.

—No quiero que invites a Rome. No quiero que crea siquiera que... puede venir por defecto. O como pareja de alguien. De hecho, quiero que quede claro que NO puede venir bajo NINGÚN concepto. No creo que haya ni que aclarárselo, pero quiero que quede claro. Si quieres se lo diré yo.

Bélgica traga saliva porque eso es... Es que España y Romano... es que... No dice nada, pensando. Él la mira de reojo, empezando a aparcar el coche frente a su casa

—Se lo diré yo.

Thank you.

Bélgica le mira, y sonríe un poco pensando que debe tener una razón muy gorda para no invitar a Roma a algo que es importante para su madre.

—Venga, vamos por ropa.

—Vamos.

Pues ahí se bajan, Escocia mira que los otros dos hayan aparcado por ahí y les saluda. Bélgica entra a la casa con cierta rapidez, porque ya no es tan temprano y faltan varias cosas.Él se va detrás, yendo nada más a cambiarse. Te vas a dejar la sudadera que te gusta aquí, maldita sea.

Nada es fortuito. Ya la recuperará

Nooo… Bélgica saca un vestido nuevo que compro ESPECÍFICAMENTE para esto. Ejem.

—Si quieres usar una camisa nueva, te compré una...

—¿Camisa? —¿En serio? Escocia solo se pone otros vaqueros y...

—Está ahí, en tu cajón de la derecha —Darling, es que ya tienes cajón de arriba, de abajo, de la derecha, el de ropa interior.

—Este es un evento mucho más formal de lo que pensaba.

—Es... bueno, nah, no te agobies.

—Vale, vale —va a buscarla.

—Si no te gusta usa otra cosa —le grita mirándose de frente, de espalda, de lado.

—Nah, no pasa nada.

Tarda un poco pero sale, perfumada y sonrientilla, anillo al dedo. Él la mira, acabando de abotonarse.

—¿Que tal me veo?

—El azul te sienta bien —sonríe

—Tú te ves guapo también —ella le sonríe a él, que creo que trae una camisa blanca con una impresión de unas letras negras. Así medio rara, pero... no tan informal como una camiseta.

—Menos mal. Aunque el mérito no es mío.

—El mérito que tienes es estar aquí —se le acerca y le abraza—. Confieso que... una pequeña parte de mi quiere que se acabe el día y venir aquí contigo.

—Casi un noventa y nueve por ciento de mi está luchando por convencerte de no ir —sonríe.

—Apelaré a ese uno por ciento. Anda, vamos...

—Ugh... —la sigue igual.

—Igualmente, si... necesitas que haga algo por ti durante esta reunión... dime. Estoy dispuesta a negociar.

—Como si negociando no me hicieras hacer también exactamente lo que tú quieres.

—Bueno, pero hay formas... —se ríe.

—Unas bastante caras.

—Sufres terriblemente.

—Yes!

—Venga. Ya. Bueno. pero a cambio tienes ventajas ¡Y no me digas que no sabes cuales!

—Pues... no las sé.

—Bueno, que tal que sigues sufriendo amargamente mientras caminamos al coche

—Déjame hablo con mi hermano un momento y vamos.

Escocia se acerca al coche de Gales una vez están fuera, abriendo el suyo para Bélgica que asiente, subiéndose del lado del pasajero al teléfono. Gales baja el vidrio mirando a Escocia.

—¿Cómo vamos de nervios? —sonríe de ladito. Gales hace los ojos en blanco.

—No tengo ningún motivo para estar nervioso —tienes al menos dos grandes como una catedral.

—¿No? Me parece una entrada por la puerta grande, en menos de un día metido en su casa. Me pregunto si no sera una estrategia para que no te saquemos de ahí a ti.

—No seas idiota —se sonroja —. Es... esto, lo que sea que sea, va a ir lento —Claaaaaaro, Gales, claro.

Belgium ya me ha preguntado antes que qué pasa contigo y su hermano.

—No pasa nada. Ya verás...

—Solo digo... no te extralimites. Que ya hemos oído todos que hasta una cita te ha hecho Seychelles.

—No estoy haciendo... n-nada. Es él el que me escribe. Y la cita es con ellos y la novia...

—¿El que te escribe?

—Olvídalo.

—Vale... Yo solo digo. Sígueme y no te olvides de guardar la dirección en tu memoria como si fuera más atesorado recuerdo.

—¿E-Estoy exagerando?

We will never know —se encoge de hombros. Gales se muerde el labio peinándose un poco.

—¿V-Vamos?

—Aunque lo de prometerles a todos que tú puedes arrancarle del trabajo como si tuvieras algún don especial ha sido un poco... —se burla.

Gales aprieta los ojos porque el mismo sabe que... o tiene ninguno, le "conoce", y ni siquiera a él, hace dos días. Solo sabe que se le puede distraer hablando. Escocia le mira, riéndose un poco.

Shut up, no todos tenemos una bloody vida perfecta.

Escocia se ríe más y ahí se va a su coche de vuelta. Si Gales no estaba TAN nervioso, ahora está histérico.

Perfect. Para eso ha ido.

Ugh. Es que... sabe que potencialmente puede caerle bien. Pero podría caerle mal... una vez se ven. O no gustarle o... Ugh

Tampoco habrás perdido más que un par de días si eso pasa

¡El estúpido problema es que quiere gustarle!

Pues arréglate un poco porque Escocia ya sale de la autopista. Se pone un poco de spray para el aliento y... Ugh. Se pasa las manos por el pelo otra vez. Quizás debía haberse puesto un poco más de loción… O algo. Esto es idiota.

Una pajarita debiste ponerte.

Sí, mira que tiene varias. Se abotona bien el último botón del polo que se ha puesto y luego se lo desabotona y luego se lo vuelve a abotonar. Esto había sido más fácil con Galia. Ella no le dijo nunca que no a NADA.

Y Escocia se mete por una calle rara que como no pares le vas a perder.

CASI pierde a Escocia, hasta tiene que rechinar las llantas en una vuelta. Fast and furious.

Por lo visto, bloody Escocia. Irlanda creo que si les va a perder por un momento.

Bueno, Irlanda no le preocupa porque Sey sabe ir. Total que el escocés se para frente a una verja a picar para que les dejen entrar, haciendo a Bélgica saludar. Gales se enfila tras Escocia sintiéndose sudar profusamente.

C La verja metálica que creo que es... dorada o cobriza está enmarcada por dos muros de unos buenos dos metros y medio de acabado de pizarra. Se abre lentamente y cruzan un jardín en camino de tierra blanca. Hasta llegar a la casa, que es GRANDE. Tiene una fuente frente a la entrada, en un pórtico con columnas y tres filas de ventanas enunciando los pisos, más lo que debe ser la buhardilla. La fachada es blanca.

Gales parpadea porque, vamos... ¿cuántas personas dice que viven aquí? Joder.

Ya empezamos con las palabrotas. Todo el servicio, mon cher. Y él.

Vamos... desde este momento, esto se llamará secretamente Downton Abbey en su mente solo porque la casa de Fitzwilliam Darcy no parece tener un nombre.

No es tan grande, me temo, pero sí. Oh, ¿really? Austen? Estás colgado

No es que el no pudiera tener una casa cómo está, pero... es que... SHUT UP

Escocia aparca a un lateral donde hay un espacio para dejar los coches y Gales lo hace junto a él. El mayor se baja sonriendo y buscando a Gales y el coche de Irlanda que no ha visto entrar.

¡Bélgica no es así de espectacular!

Irlanda llega Justo cuando cierran la puerta. Así que tiene que esperar a que le dejen pasar otra vez. Escocia se acerca a Gales.

—So? Hasta yo estoy impresionado.

—No es como que nosotros no tengamos cosas. Ni casas. N-No es tan impresionante —miente, pasándose una mano por el pelo y estirando la espalda.

—A lo mejor está intentando compensar algo. Definitivamente no me lo imaginaba así la primera vez que vine.

—No lo está —asegura Gales sonrojándose y yendo hacia Bélgica.

—Ya, claro —Escocia se va detrás. En la puerta les espera Vincent para hacerles pasar.

—Vincent —Gales hace un gesto con la cabeza y le sonríe. Él, que estaba saludando a Bélgica y haciéndose cargo de su bolso parpadea un poco porque... ¿conoce a este hombre?

De hecho Bélgica misma parpadea girándose a Gales, que se guarda las manos en los bolsillos.

—¿Qué hay, Viny? —Escocia se burla entrando detrás.

—Ehm... pueden pasar a la sala, messieurs. Avisaré al señor para que baje enseguida —igualmente Vincent hace un gesto para que entren y mira a Bélgica un poco suplicante con cara de... ¿porque me traes a gente rara?

—No tienes el más mínimo sentido del humor, Alba.

—Eso lo dices tú.

Bélgica le sonríe un poco, apenada.

Igualmente les guía por el pasillo, los techos son altos y casi todo está decorado en blanco y tonos grises y dorados. El mobiliario es moderno y grande. Hay flores naturales por aquí y por allá y en general es elegante y con buen gusto (pues como no, si tiene decoradores).

Y Gales mira alrededor, por un lado pensando que... el sitio es bonito y preguntándose si esta casa era su casa en el universo alterno. Si tenía sus libros en algún lado. Aprieta los ojos por un momento. No. Esta era la casa de... Mónaco quizás, ni siquiera ha preguntado si viven juntos. Seguramente no si no es tan serio el asunto, pero igualmente, quizás incluso estaba aquí, esperándoles.

Aunque por otro lado todo es bastante frío y neutro, de verdad parece una revista. Cualquiera con dinero suficiente podría vivir aquí. Hay cuadros en las paredes, no me extrañaría que originales. Y libros en las estanterías que probablemente nadie ha abierto nunca.

Vincent les pide que esperen ahí y se va.

—Cuando dijimos "pasar por tu hermano", debo admitir que imaginaba otra cosa —asegura Gales mirando alrededor a ver si hay algo que sea lo bastante pequeño pero llamativo como para robarlo y que Luxemburgo se entere porque quizás no tenga otra oportunidad.

Bueno, hay libros y objetos de decoración por ahí... tal vez puedas elegir algo. ¿Sabes? Candelabros y jarroncitos y estatuitas y boles de flores secas y caramelos.

Escocia se acerca al sofá tapizado en gris y se echa en la chase long.

—¿Sabes? Hasta da la impresión que nunca jamás nadie se ha sentado aquí... —sigue Gales.

—Nah, seguro alguna vez alguien se ha sentado... quizás. ¿Qué imaginabas? —responde Bélgica.

—Tu casa no es así...

—Bueno, ahora me he sentado yo —suelta Escocia—. Alguien tenía que hacerlo.

Lo que quiere es... algo que, si note, que parezca que es... algo que sí que distinga como parte de la casa porque le da la impresión que esto está puesto de manera tal que... no tiene ni idea de lo qué hay. El decorador lo puso, y podría casi ser un huevo de Fabergé que casi ni lo vería.

Eso... podría ser.

—No, yo si tengo a quien rendirle cuentas con el dinero —Bélgica dramatiza un poco.

—¿Alguien ha leído alguna vez alguno de estos libros? —pregunta Gales tomando cualquiera

—Además, Germany no le deja ostentar porque la comunidad europea y blablablá —sigue Escocia.

Lamento decirte que esos libros podrían incluso estar aun plastificados. O hasta ser de cartón. De hecho, como lo abras hará el sonidito inconfundible de queja del papel al abrirse por primera vez.

—Como si Allemagne no fuera ostentoso... —protesta un poco Bélgica.

Gales suspira con eso pensando que... ¿quién tiene espacio de libros en casa para ocuparlo en... libros que no lee?

A lo mejor hay alguna foto enmarcada por ahí. De él con sus hermanos y de Mónaco... Ya que querías robar algo un poco más personal

La foto de Mónaco. Ugh. No, la de él con sus hermanos es la que desaparece. Esa... no se si va a devolverla nunca, sinceramente y ya, ya sabemos que es un poco creepy, pero está estableciendo un punto al robar esto.

A lo mejor hay más, de él con gente ilustre o con sus amigos, con las micronaciones y con Francia o Romano y España... ¿Qué punto estás estableciendo? ¿El de ser un saqueador?

Igualmente, Vincent hace entrar a Seychelles e Irlanda anunciando lo mismo.

El punto... uno. Algún punto. Gales se gira hacia Seychelles e Irlanda y Bélgica le pide a Vincent que le diga dónde está Lux para que pueda ir por él mientras Gales... saca su teléfono.

—No, Vincent, no. Voy a subir yo a tirarle de la oreja, ¡si vas tú nos va a tener aquí hasta el fin del mundo! —protesta Seychelles tomando a Bélgica del brazo conforme con eso.

"Voy a empezar a robar cosas como no bajes... habemos tres británicos en la sala, puede que cuando bajes mis hermanos ya se hayan llevado el chaise longe"

Vincent ruega, por favor, menos alboroto y que esperen y que si quieren tomar algo pueden pedirlo...

"Las amenazas. De todos modos nunca me gustó ese sofá..."

"Y la taza del baño. Aunque sea de oro falso"

"Eso no se lo digas a ellos."

Seychelles sigue alegando que no van a tomar nada, ¡que siempre estamos igual! Y Vincent de verdad que la detesta como siempre que viene.

"Ya la están desmontando. Y Seychelles va a quemar algo..."

"Aunque no lo creas... la oigo gritar desde aquí"

"Pensé que en una casa tan grande sería imposible... "

"Yo también, pero ella tiene un talento especial para ser ruidosa."

Gales... se ríe. Igualmente Vincent se va a hacer lo que ha dicho y Bélgica vacila un poco pensando en seguirle

"Todos parecen excesivamente nervioso, en especial uno de los Vincents"

"Oui, ya lo veo, está aquí preguntándome que debe deciros. ¿Alguna sugerencia?"

"Que bajes... sería mi mejor sugerencia."

"Ya no me queda tanto, solo será un momento."

Entretanto Escocia está retando a Irlanda a robarse un cuadro. Irlanda ya está descolgando uno para ver si es factible y resulta que no.

"Aquí están empezando a desmontarte los cuadros para robárselos"

Ahí va Vincent de vuelta a anunciarles que el señor está acabando de hacer unas tareas y que no tarda nada. Y... que pide que si'l vous plait, no se roben nada. Otra mirada suplicante a Bélgica porque... de dónde saca a esta gente, ¿en serio?

Irlanda... ejem... cuelga el cuadro otra vez.

"Chismoso... ya han venido a reñirnos."

Bélgica le pide que si puede subir a ver a su hermano

"No creerás que iba a ser tan fácil."

"No veo que un regaño detenga a nadie..."

Seychelles también insiste con que les dejen subir a ellas que siempre pasa lo mismo

"A lo mejor podrías regañarles tú."

"¿Yo? Bajo ningún concepto. Al que regaño es a ti por no bajar"

Estáis agobiando a Vincent de la hostia, en serio.

"No me queda tanto, no me queda tanto."

"A Vincent le va a dar una él aneurisma... no sé cuántos Vincent de repuesto tengas, pero espero que tengas al menos uno."

"Pues dejad de marearle, siempre necesita días libres después de que venga Sey."

Entonces Seychelles tira del brazo de Bélgica para subir.

"Y ya me imagino la tragedia de la vida sin Vincent..."

"Pues notable, sin duda."

"Prepárate..."

C Luxemburgo está en su despacho, sentado en la silla de cuero de su despacho, echando atrás con un pie sobre la rodilla contraria, riéndose mientras escribe con el teléfono cuando llegan Sey y Bélgica.

"¡Deja de sindicalizar a todos mis trabajadores!"

"Pues es que... parecen requerirlo. Pero esta vez la advertencia no es por Vincent..."

"¿Entonces?"

Tocan la puerta de su despacho.

"¿De que tamaño es esta casa que aún no llegan?"

Eso sí, tiene el ordenador encendido con lo que esté trabajando...

Allez, allez —pide riéndose sin levantar la cabeza del teléfono.

"No es una cuestión de tamaño si no de saber qué hacer con él."

Gales se sonroja un montón con eso, riéndose también, abstraído

"Pues parece ser que en ese aspecto tienes resultados impecables... ¿es filosofía de vida?"

—Lux?

"Mais oui." Levanta la cabeza aun sonriendo un poco.

—Oh! Belbel, Sey! —se levanta sonriendo a saludarlas de beso. Bélgica le abraza además de sus besos reglamentarios. Él le abraza de vuelta, desde luego.

—¿Ya estás?

—Sí, anda, no nos hagas esperar una eternidad —protesta Seychelles.

—Non, non, es en serio. No he podido terminar, pero ya casi acabo.

"Eso me gustaría comprobarlo."

—Lux, ¿cuánto te falta?

—Esa es la misma cantaleta de siempre —protesta Seychelles.

—Non, non, esta vez es en serio, si aún estoy con los documentos que me mandaste ayer noche —sigue él.

—Hombre pues ya... déjalo cómo está y mañana temprano sigues.

—¿Ayer noche? ¿Pero qué tienes que hacer que no has podido hacer esta mañana? ¡Solo quieres volver a revisarlo todo por vez un millón!

—Que no, que no, ¡si ayer me fui a dormir a las dos de la mañana! Y hoy me he despertado súper pronto. Te he llamado para despertarte —le sonríe a Bélgica—. Pero es que no paran de distraerme.

—¿Me has llamado? ¿A mí?, no he visto tu llamada perdida... —se sonroja u poco —. ¡Siempre dices que no paran de distraerte!

—Non, non, esta vez es en serio.

—¿Quién te va a distraer en domingo en la mañana? —Bélgica pone los ojos en blanco.

—Cymru ¿Cymru se pronuncia? No ha parado de escribirme toda la noche.

¡Chismoso acusica!

—¿Pero... porqué iba Wales a...? —Seychelles parpadea.

—¿Hablas de... Wales? ¿El hermano de Alba? —pregunta Bélgica a la vez que Seychelles, igual de descolocada.

Oui. Creo que sí. Ayer me diste el número —explica a Seychelles. Bélgica mira a Seychelles de reojo sin entender.

—Bueno, me pediste el de todos.

—Ya, pero los demás no me siguieron escribiendo —se encoge de hombros.

—Ehhh... Cymru, que se pronuncia "Comri"... está en medio de una especie de ruptura con su esposa... —explica Bélgica —. Lo siento si está siendo molesto... de hecho pensé que quizás podrían ser amigos.

—¿Una ruptura? No me ha dicho nada de eso. Nah, no molesta, solo es que no he podido acabar por su culpa.

—¿Pero os conocéis? —Seychelles parpadea otra vez varias veces con eso

—Yo te lo iba a... presentar hoy. Vamos que ayer en la llamada parecía muy cómodo de hablar contigo

—Ah, no, no, pero... no sé, solo... —se encoge de hombros y sonríe—. Es divertido.

—¿Lo es? ¡Vaya! ¿Algún día podrías invitarle unas cervezas o algo para distraerle un poco?

—Uf... Bel, esas peticiones —aprieta los ojos y se ríe—. Veré qué se puede hacer.

—Vengaaaa, está súper triste.

—¿Eso te ha dicho? No me pareció que estuviera triste en lo más mínimo.

—Bueno, tú ve con cuidado que luego los británicos son adictivos. Te lo digo por experiencia —comenta Seychelles. Bélgica se sonroja con eso.

—Si que son un poco adictivos... —admite ella asintiendo un poco—. Pues... hemos tenido que irle a cuidar, aunque esperaba yo que estuviera hoy borracho como u

—¿Adictivos?

—Es... en realidad no sé cómo lo logran —asegura Seychelles.

—Yo tampoco... pero no sé cómo encuentran la forma de hacerse un poco... indispensables. Un día te parece que son divertidos... y raros pero piensas que definitivamente no son el tipo de gente con la que podrías pasar mucho tiempo —explica Bélgica —. Alba me puso un ojo morado la primera vez que salimos.

—Ya recuerdo esa historia. Romano quería matarlo —Luxemburgo mira a una y a la otra y sonríe porque las dos son muy monas en realidad—. Estáis muy enamoradas, me gustáis mucho ambas —asegura.

—Ohh, ¡no digas eso así! —Bélgica sonríe igual porque sí que está absolutamente bailando sobre las nubes hoy.

Quoi? Mua? Mais non! —chilla Seychelles un poco y Luxemburgo se ríe. Bélgica se ríe también porque además ya la conoce que siempre dice que no y está ahí... adictivamente.

—Lo dice la que declaró inicialmente que los a británicos son adictivos —replica Bélgica.

—¡Pues una cosa no quita la otra!

—Igualmente... de verdad tengo que terminar esto... —sigue Luxemburgo.

—Ugh, ¿cuánto te tardas?

—Ehm... ¿quince minutos?

—¿Que hacemos si en quince minutos no estás?

—Le vamos a mandar a Wales en diez que ha dicho que él lo sacaría —suelta Seychelles. Luxemburgo parpadea con eso.

—¿Eso ha dicho? —sonríe.

—Parecía muy seguro. Como te saque... —asiente Bélgica, él se ríe.

—Igualmente quiero mis diez minutos.

—Vale, vale... diez minutos. Sey, toma el tiempo —Seychelles saca el teléfono y pone en marcha el temporizador

—Oh, ¡venga ya!

—Tic, toc

—Ugh —ahí va a sentarse a ver dónde se ha quedado y Seychelles tira de Bélgica para dejarle tranquilo.