Hola! Lo subo antes de que mi trabajo se acumulé y las vacaciones me pasen factura. Espero lo disfruten!
Capítulo 3
La historia de LUCY HEARTFILIA
-¿Entonces de donde sacaste la actitud de niña mimada? – no podría haber elegido un mejor conjunto de palabras para hacerme enojar.
Mimada es lo último que soy. Mi madre falleció cuando yo era bebé, era la hijastra de mi tía ya que el asqueroso de mi padre se fue a acostar con la hermana de su esposa y así tener hijos y encima de todo me ha tratado peor que un perro cada que tuvo oportunidad. Si hay algo que no encaje conmigo, seria eso. Yo misma me sorprendí por la actitud que tomé contra Natsu Dragneel. Disfruté como una niña chiquita cada vez que caía en mis jugarretas. A pesar de mis trampas y desplantes, no conseguí quitar la sonrisa complaciente de su rostro, lo cual fue peor que una derrota para mí. Belo evidentemente le contó todo a papá, pero el hipócrita a quien quería molestar no dijo una sola palabra.
-¡Tómate la noche libre! – Me miró furioso mi padre – Me temo que el señor Dragneel olvide sus modales y te dé una buena zurra – me crucé de brazos.
-¿Así que solo debo molestar más al señor para ser libre? – Estaba furioso, las venas de su cuello iban a explotar. Más se contuvo y eso lejos de agradarme, me molestó.
-La próxima vez que veas a nuestro socio, lo trataras como a un príncipe. O puedes ir despidiéndote de todas tus libertades. No más escapadas nocturnas, no más salidas de fin de semana, no más amistades, ni paseos a exposiciones – Eso quiere decir que puedo adios a todo lo que me gusta si no mantengo contento a su adorado Dragneel – Una sola vez más vuelvo a escuchar algo negativo sobre ti Lucy y te enviare con tus abuelos
-¿Por qué no mejor me botas a la calle?
-Porque no puedo dejar que te pasees con mi apellido pintando margaritas como una vagabunda.
-Seguro que en compañía de mi abuelo alcohólico haré algo más productivo – El manotazo que me dio me tomo completamente desprevenida. Jamás me había pegado, en su vida fue así conmigo. Lo miré sorprendida, este escondió su mano en el bolsillo.
Inspiró varios segundos antes de volver a hablar – Lo siento. Le debo mucho a Igneel Dragneel, muchísimo. Necesito que entiendas esto, no lo hago para martirizarte, quiero un buen futuro para ti.
-¡Hacer algo que me apasiona no es un mal futuro!
-No tienes idea de lo que es morir de hambre en las calles, esa pasión no te dará comida, no te mantendrá caliente o curará tus enfermedades. Tienes que bajar los pies a la tierra Lucy – No quería seguir hablando con él. Esta vez podía irme y no se atrevería a decirme nada, porque sabía que se equivocó. Podrá ser el maldito más grande que haya creado el mundo, pero no le conviene que ande por ahí con hematomas visibles.
-Tal vez me hace falta otra cachetada para entenderlo – desvió la mirada – Está bien padre, trataré a ese señor con cortesía, pero no me pidas que sea su amiga; porque es igualito a ti.
Odio a las personas que utilizan una máscara de perfección y se hacen pasar por buenas para agradar. Años de ver al gran Señor Jude Heartfilia tratándome bien en las fiestas, y posteriormente desentenderse de mí, me hicieron algo desconfiada.
…
Me vestí con mis ropas más grandes, até y cubrí mi cabello con la pañoleta y salí al parque a pintar en mi noche libre. Necesitaba algo que me tranquilizara y el alcohol es mi peor enemigo para eso. La ciudad se veía hermosa desde el lugar que escogí. Coloque mi caballete y dejé que mi arte me transportara a otro lugar. Ya era súper tarde cuando volví en mí, no había terminado aún, sin embargo eso puedo hacerlo en casa, los colores se quedan grabados en mi mente.
…
A la mañana siguiente puse mi mejor cara, me prometí a mí misma no volver a molestar a ese señor. Tuve que contener la risa al ver que verificaba cada paso que daba, por miedo a que le jugara otra broma - ¿Estás quedándote sin ideas?
-No, tengo muchas.
-Así que te llamaron la atención – lo miré sorprendida. Había maquillado el moratón que se quedó en mi mejilla lo mejor que pude. Juraba que no se veía a simple vista.
-No sé de qué hablas – le abrí la puerta del auto para que subiera – Adelante su alteza.
-Puedo hacerlo solo – se giró para subir al otro lado.
-¿Quieres algo de tomar? – enarcó una ceja.
-¿De verdad crees que soy tan tonto como para caer en ese truco dos veces? – me encogí de hombros y bebí de la botella que le había ofrecido. El cubrió sus papeles con una bolsa de plástico, al igual que su agenda digital - ¿A dónde vamos hoy Belo?
-Tiene una reunión con el presidente de la empresa textil y luego un almuerzo con los inversionistas – El curvo los labios en una sonrisa burlona.
-¿Te portaras como una niña decente si está tu papá cerca? – aun me molestaba el golpe, pero él no tenía por qué saberlo.
-Si con eso logró deshacerme de ti más rápido, lo haré con gusto – Solo maquillo una risa con su cara más "amable"
-Entonces pensamos igual.
El método de calmarme que me dio ese barman era algo masoquista, pero si con eso lograba mantener mi mal genio a raya lo usaría. Jale un poco más fuerte la liga y dejé que esta golpeara mi muñeca por 10ma vez en el día. Se formaría un moretón, pero eso no es nada; me han pasado cosas peores.
…
Aproveché un descuido de papá para escapar al baño del restaurante, necesitaba con suma urgencia alejarme de esos señores. Sobre todo porque el maldito de José Porla estaba también ahí. Ese asqueroso seguía dentro del círculo de amigos de cercanos de la familia y se había propasado conmigo en el pasado. El cree que no lo recuerdo, ciertamente tenia algunas copas encima pero su fétido aliento quedó impregnado en mi memoria.
Al salir me di de lleno contra su extraña hija y los comentarios no se hicieron esperar – Juvia duda si la rubia sabe caminar.
-Por lo menos la rubia no necesita cubrir su cabello con sombreros – Me miró furiosa el principio, pero su rostro cambio rápidamente y batió sus inmensas pestañas postizas - ¿Qué demonios?
-¡Señor Dragneel! – Mi cabeza giro 180 grados para ver a uno de los hombres que menos ganas tenía de encontrar - ¿Necesita ayuda?
La miró por unos segundos y luego dirigió sus ojos hacía mí – Su padre ha comenzado a preguntar por usted – La desgraciada de Juvia Lockser le comentó uno de los secretos más a la vista de todos las personas adineradas de la ciudad. Ella era la menos indicada para hablar y aun así lo hacía.
-Juvia sabe que ella no es importante ahí, solo es la hijastra de Anna Heartfilia – Se notaba que él no tenía idea a quien se estaba refiriendo – Juvia conoce la verdad. La dueña del dinero de esa familia es la señora Anna Heartfilia, esposa del señor Jude. Ella es un pecado de carne y hueso.
-Su nombre figura entre los inversionistas también – Su sonrisa de catálogo me fastidia normalmente, pero fue bastante útil para silenciar a la odiosa – Por ende es alguien importante para los Dragneel. Usted también. Si me permiten las acompañaré a ambas al salón – La idiota tardo unos segundos en responder al gesto, tomando su brazo. Había logrado callar a la mujer más rara del mundo y lo mejor de todo es que ella no tenía idea de que acababa de ser ignorada.
-Puedo ir sola – Asintió con la cabeza mientras caminaba de regreso al salón escoltando a la arpía nacional. Ella tiene razón, no soy hija de Anna Heartfilia. Pero a diferencia de todas las demás madrastras y mujeres de la alta sociedad me ha tratado como si fuera suya. La amo mucho más que a papá y si no fuera porque sé cómo se pondría si llego a discutir con Él ya lo hubiera hecho.
La historia de NATSU DRAGNEEL.
Ella se estaba comportando como una persona normal por primera vez y eso lejos de tranquilizarme; lograba lo contrario. En estas semanas ha estado haciéndome la vida imposible, entonces no puede esperar que confíe en su buena voluntad ciegamente. Si lo pongo en perspectiva gracias a sus travesuras no pensé en Lisanna más de 3 veces y eso es un milagro.
-¿Has visto a mi hija? – Jude se acercó a mí cuando estaba esperando él agua junto a la barra del restaurante.
-No – Suspiró - ¿Quiere que la vaya a buscar?
Me di una patada mental al terminar mi oración. Malditos modales - ¿Podrías? Temo que haga alguna burrada – Mantuve la mejor de mis sonrisas como siempre y salí por la puerta dispuesto a encontrar a la niña.
A veces me paso de amigable; ¿Cómo voy a encontrarla si ni siquiera conozco este lugar? Caminé por los pasillos buscando una mata de pelo rubio, hasta que escuche mi nombre. Quien me llamó no era ella, sino la hija de uno de los inversores; pero mi martirio estaba a su lado. Podía cortar la tensión con tijeras y luego de que la extraña chica me comentará algo demasiado privado decidí intervenir.
Por supuesto que soy más sutil que la niña. No le diría a esa chica que su comentario me interesaba poco o nada, prefiero no inmiscuirme en los dramas Heartfilia – ¿Le gustaría que Juvia le contara un secreto?
Giré levemente la cabeza y observé a la chica de pelo azul que llevaba del brazo – No soy bueno guardando secretos. Mejor me habla sobre usted – Sonrió encantada, la niña hizo como si fuera a vomitar y apuro el paso.
-¿Qué quiere saber? – Sus pestañas eran demasiado largas.
-Su padre – esperé a que dijera su nombre porque no tenía idea de cómo se llama a quien llevo del brazo.
-José – Exclamó sonriente, yo busqué en mi excepcional memoria su nombre y ubiqué rápidamente a José Porla.
-¿Cree que le interese un juego de Golf? – Negó con la cabeza.
-No tiene la paciencia para eso – Se quedo en silencio unos segundos – Pero seguro que aceptará si van de caza – En mi vida tuve un arma en la mano. Solo asentí con la cabeza y apuré el paso al salón igual que la niña hace unos segundos.
Lucy se nos había adelantado y ya estaba discutiendo en voz baja con el señor Jude. Al pasar a su izquierda cubrió su rostro la mano, lo cual hizo que la mirará aún más y vi un leve deje de morado cerca de la oreja. Una vez que todo acabó, ya en el auto de ida a ver la construcción me pico la curiosidad. Observé mejor su cara y efectivamente tenia un moratón lo bastante grande cómo para que viera la necesidad de cubrirlo con maquillaje.
No creí que su padre fuera capaz de pegarle, ¿Tendrá alguna pareja abusiva? – Es descortés mirar a alguien tan fijamente.
Podría haber simulado que estaba observando el camino, pero en vez de eso mi primer impulso fue voltear la cabeza – Estaba intentando ver por la ventana.
-Mentiroso – Suspiré ¿Debo preguntar que le paso? ¿Acaso me incumbe siquiera?
-No tiene experiencia con el maquillaje – dije mirando para afuera del vehículo, le daba la espalda.
-Me maquillo desde que tengo 16.
-Los moretones no se cubren fácilmente – Giré la cabeza, ella también miraba la calle.
-Eso no le incumbe – apretaba fuertemente su falda.
-Lo sé – porque en conciencia sabía mí lugar, pero luego de todo lo que sufrió Lisanna, me creía incapaz de no intervenir si otra mujer estaba en problemas – Aunque si su pareja es abusiva y le hace eso.
-Nunca estaría con alguien que me hiciera esto – Volteo y en sus ojos había fuego – Si tanto quiere saber, esto es culpa suya.
-¿Qué?
-Esto me gané por las bromas que le hice.
-… Yo - No alcancé a preguntar nada.
-Llegamos señorita Lucy.
-¿A dónde llegamos? – Pregunté preocupado. Ya que este lugar no estaba en el itinerario.
-¿Le gusta el arte señor Natsu? – Me siento aún más viejo si me llama señor.
-Si – Sonrió, por primera vez en todo el tiempo que llevo conociéndola hizo un gesto afable.
-Al fin algo bueno – Le dejaré pasar por alto su comentario, ya que intentó muy a su manera hacer un cumplido.
Era una exposición de artistas nuevos. Ella estaba maravillada con lo que veía y la verdad es que si eran bonitos, pero no había algo que me llamara realmente la atención, hasta que vi un paisaje, parecía la vista desde un edificio alto. Tenía cierto aire hacia el artista callejero de ayer. Me acerqué más, a ver si podría ver el nombre de la persona en su lienzo, solo tenía el dibujo de un hada rosada en la esquina.
-¿Qué estás buscando? – Quién me había traído aquí estaba a mi espalda.
-Quería ver el nombre del artista – No había nada en la descripción.
-¿Te gustó esta? – Asentí con la cabeza - ¿Por?
-A pesar de que el pasaje es colorido, tiene un deje de tristeza y soledad – Busqué a la encargada de la exposición, más no la encontré – Quiero comprarla.
-¡¿Qué?! – Extrañado la observé – No es para tanto. Es una vista cualquiera.
-Para quien lo pinto era algo más – Al fin localicé a la curadora, caminé decidido hasta ella y cuando me dijo el precio del cuadro me ofendí un poco. El artista no llevaría casi nada. Le pregunté si lo conocía y afirmó que no.
Regresando al vehículo estaba de buen humor. Por fin tendría algo para decorar la pared de mi habitación. Lucy también mejoró el semblante, o al menos eso parecía. Su moretón seguía en el mismo lugar, al igual que mi preocupación. Pero su mal genio disminuyó poco a poco.
-¿Esto estaba incluido en los planes? – Pregunté a sabiendas de que no era así.
-No, pero me pareció justo. Tengo que seguirte a todos lados, ir a un lugar que yo quiero no te matará.
-Si hay algo que quieras hacer, puedes decírmelo. No es necesario ceñirse 100% a los planes de tu padre – Me miró sorprendida.
-¿De verdad?
-Siempre y cuando no faltamos a nada que sea importante. Podemos desviarnos un poco – Sus ojos se iluminaron, había algo distinto en ella.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Nos vemos en el siguiente capítulo! :3
