Capítulo VII:


.

.

MIENTRAS LLORAS

.

.

La bufanda roja.

.

.

Sakura había desaparecido hacia unos veinte minutos y Naruto ya se había terminado su tercer lata de cerveza, el alcohol comenzaba a hacerle efecto, él no era tan buen bebedor como Sasuke o Sakura, sobre todo esta última que podía beber una botella de vino sola sin siquiera marearse.

―Naruto― Lo llamo en voz baja.

El rubio apenas si pudo oírla por el ruido que había en la sala.

―Hinata ¿Viniste? ― Chillo emocionado.

―Si. Con mi primo y Tenten― Comentó nerviosa y Naruto los vio a unos metros de ellos.

Neji Hyuga clavo sus ojos en él. Hinata sintió su rostro cada vez más caliente, a los ojos de la Hyuga, Naruto era el hombre más atractivo de todos. Llevaba unos jeans oscuros y una holgada remera color naranja que resaltaba aún más ese hermoso color azul de sus ojos. Observo su móvil, 23:56 hs, aún no acababa el cumpleaños del rubio.

―Feliz cumpleaños― Susurró avergonzada y apretó aquella bolsita de papel contra su pecho.

―Gracias, Hinata― Comentó efusivo como era él y la abrazo con fuerza por los hombros.

Ella casi se desmaya entre sus brazos cuando sintió el perfume del rubio y Naruto solo se preguntaba como podía ser tan pequeña y menuda si tenían la misma edad.

―¿Eso es para mi?― Preguntó al separarse y ver aquella bolsita de papel, ella asintió entregándosela.

Naruto la tomó de prisa y sacó aquella hermosa y delicada bufanda color roja, se veía que había sido tejida a mano con mucha dedicación. Sonrió aumentando esas muequitas en sus mejillas y Hinata no pudo evitar pensar en lo afortunada que era Sakura de tenerlo.

―Me encanta. Gracias― Chillo y la volvió a abrazar con fuerza.

.

Neji los observó serio. Tenten se acercó más a él bailando al ritmo de la música.

―¿Todo bien? ― Le preguntó muy cerca de su rostro.

El Hyuga solo asintió pasando uno de sus brazos por la cintura de su novia, realmente odiaba que su pequeña prima - aunque tenían la misma edad- estuviera tan cerca del huérfano ese. Naruto y su familia solo causaban problemas, la única que se rescataba de esa familia era Naruko. Tenten frunció el ceño, odiaba que Neji fuera tan celoso con Hinata, era su prima pero a veces parecía más su novia que ella misma.

.

Serian cerca de las cuatro de la mañana cuando Pain anunció que la fiesta había acabado, Jiraiya llegaría cerca de las once de la mañana y debían dejar todo en orden y limpio o el viejo les prohibiría seguir haciendo reuniones en su casa.

Sakura apretó aquella bolsa negra entre sus manos ingresando a la cocina y tirando dentro de esta botellas vacías, latas y colillas de cigarrillos.

―Sakura―

Su cuerpo se tenso de solo oír su voz. Se quedo muy quieta aun dándole la espalda y escucho sus pasos acercarse a ella.

Él sonrió de lado observándola. Llevaba ese corto vestido verde que solo lo incitaba a tomarla con fuerza sobre la mesada de la cocina.

―Itachi― Susurro asustada.

Él no podía hacerle nada ¿Verdad? Naruto y Pain estaban aún en la sala limpiando y sobre todo andaba Sasuke dando vueltas por la casa. Itachi no se atrevería a hacerle nada con ellos ahí y más porque ella se encontraba sumamente sobria.

―¿No vas a saludarme?― Susurró Itachi con una sonrisa, la pelirrosa volteo despacio apretando aquella bolsa negra llena de residuos de la fiesta y clavo sus ojos verdes en él ―No me saludaste en toda la noche―Reclamó.

Y Sakura recordó que hacía mucho no se lo cruzaba. A la fiesta de bienvenida en casa de Ino, él no había ido y la última vez que lo vio fue en el cumpleaños de Sasuke pero esa noche Itachi había estado muy ocupado con una bonita castaña llamada Izumi. Sakura creyó que seria su nueva víctima y una parte de ella quiso advertirle la clase de persona que era el chico, la otra se sintió aliviada de que Itachi la haya dejado en paz finalmente pero no fue así, resultó que Izumi era la novia oficial de Itachi Uchiha.

―Sakura― La llamo Pain ingresando a la cocina

El Uchiha mayor no se alejo ni un paso de ella. Siguió de pie a un lado de la chica observándola.

―Gracias por la ayuda― Murmuro Pain quitándole la bolsa de basura de las manos ―Ve a dormir. Yo termino― Le ordenó y Sakura solo asintió a modo de respuesta.

Pain paso su mano por los cortos cabellos de la chica en una caricia fraternal y la empujó levemente para que se marchara de la cocina, aún recordaba lo que le había prometido a Konan la noche de la graduación, la noche en que murió.

No dejes que nada le pase a Sakura

Aun no sabe porque su novia le hizo hacer esa promesa pero él no pensaba fallarle a la mujer que más amo en su vida.

―¿Todo bien?― Pregunto una vez vio a su pequeña cuñada marcharse de la cocina.

Itachi bufo por lo bajo y sonrió de lado asintiendo. Se le había escapado de nuevo.

.

―¿Te acostaste sin mi? ― Reprocho divertida Sakura al ver al rubio ya arropado en su cama.

Naruto rió por lo bajo y le hizo un gesto con la mano para que se metiera en la cama con él. La pelirrosa se quito las botas, el vestido y se metió entre las frazadas sintiendo el calor corporal de su novio.

―A ti se te ocurrió limpiar― Murmuró divertido acomodándose sobre el cuerpo de la pelirrosa.

Ella gimió cuando sintió como la embestía despacito aún con la ropa interior puesta.

―No me regalaste nada― Le reprocho besando su cuello.

―Te voy a dar algo mucho mejor que un regalo―

El rostro de Naruto pasó a color granate en dos segundos. Ella rió divertida dándolo media vuelta y se posiciono sobre él.

―Ah― Gimió muy fuerte cuando se auto penetro.

Naruto apretó sus caderas con fuerza y ella se apoyo sobre su pecho para cabalgarlo mejor. Volvió a gemir más alto, muy fuerte más para acallar los gemidos de Naruko que se escuchaban desde el dormitorio vecino que por placer. Naruto no lo noto estaba demasiado concentrado observando los senos de Sakura rebotar en su rostro. Pero Sakura solo podía oír a Sasuke cogiéndose a Naruko en el dormitorio de enfrente y lo único en lo que podía pensar en ese momento era que esperaba que Sasuke cumpliera su trato y no besara a la rubia en los labios.

.

A las siete de la mañana Sakura se levanto de la cama dejando a su novio completamente dormido. Se coloco el pantalón deportivo de Naruto y la remera holgada naranja que había usado en la fiesta y salió del dormitorio descalza.

―Sasuke― Susurró.

El Uchiha estaba sentado en el suelo con la espalda recostada en la pared a un lado de la puerta del dormitorio de Naruko.

―¿Te vas? ― Le preguntó al verlo vestido y descalzo, él negó con la cabeza observándola vestida con la ropa de su mejor amigo ―¿Quieres bajar?―Le preguntó para poder hablar más tranquilos.

No quería que alguien despertará y los viera.

―Si―

Lo tomo de la mano ayudándolo a levantarse del suelo y bajaron al primer piso. Sakura encendió la televisión y se sentó a su lado, Sasuke se recostó en el sillón apoyando sus pies en la mesita ratona frente a ellos y Sakura subió sus piernas al sillón pasando una frazada sobre ambos para cubrirlos del frío.

―¿Estás enojada conmigo?― Pregunto rompiendo el silencio, solo se oían susurros desde la televisión, no querían despertar a nadie.

Sakura lo miro con el ceño fruncido. ¿Cómo podría estar ella enojada con él?

―Por no haber ido al funeral de Konan― Explicó.

Sakura suspiro y recordó lo mucho que Sasuke sufrió cuando sus padres murieron y jamás en la vida lo obligaría a presenciar un funeral nuevamente. Sonrió enternecida y acaricio la mejilla del pelinegro con cariño.

―Tu y yo sabemos, que yo jamás podría estar enojada contigo―

Y lo besó. Muy rápido como una caricia en los labios y esos eran los únicos labios que Sasuke quería besar en su vida.

.

A la mañana siguiente cuando Naruko despertó cerca de las diez de la mañana los vio dormidos en el sillón. Se le revolvió el estómago de ver la cabeza rosada de Sakura sobre el hombro de Sasuke pero aguanto las ganas de golpearla e ingreso a la cocina. Para su sorpresa Naruto ya estaba despierto haciendo el desayuno para todos.

―Dile a tu novia que deje de dormir con el mío― Reprocho de mala gana sentándose en la mesa a desayunar.

―Están recostados en el sillón― Dijo el rubio sin darle importancia dejando la cafetera en el centro de la mesa ―Y Sasuke no es tu novio―

.

Cerca de las nueve de la noche Naruto se fue a dormir, no pudo evitar tomar aquella delicada bufanda entre sus manos mientras se sentaba en su cama. Sakura no le había regalado nada para su cumpleaños aunque se lo había cogido como nunca la noche anterior, quizás Sakura era más de dar esos regalos que cosas materiales. Naruko lo observo desde la puerta del dormitorio.

―¿Y esa bufanda?― Pregunto curiosa.

―Es un regalo― Dijo el rubio pasándola por su cuello y sintió ese aroma a vainilla que Hinata siempre desprendía.

―¿De?― Naruto suspiro.

―De Hinata― Le confesó a su hermana.

Naruko rodó los ojos ¿Cómo su hermano podía ser tan idiota de no darse cuanta de los sentimientos de la Hyuga hacia él? Era eso o quizás solo se hacia el idiota para no romperle el corazón a la pobre chica.

―Que Sakura no se entere― Dijo divertida marchándose a su dormitorio.

Naruto se recostó en la cama con el aroma a vainilla en la nariz y cuando se dio media vuelta sobre la almohada el aroma a cerezas que desprendía la cama lo anestesio.

.

El lunes Sakura lo esperaba en la entrada del Colegio. Sonrió cuando la tomo de la mano y se encaminaron al salón de clases. Sakura clavo sus ojos en la bufanda que traía puesta su novio.

―¿Y esa bufanda?― Naruto trago grueso.

―Me la regalo Jiraiya― Mintió.

Sakura no era celosa, jamás en todos los meses que habían estado de novios la pelirrosa le hizo una escena de celos pero era mejor no tentar al diablo.

Sakura frunció el ceño pero no pregunto nada más. Esa bufanda se veía tejida a mano y de una delicada y costosa lana. Dudaba mucho que Jiraiya le haya regalo algo así de fino y delicado pero prefirió no decir nada. Naruto lo agradeció.

Hinata lo observó a unos metros desde su casillero y no pudo evitar sonreír cuando lo vio usando la bufanda que ella misma había tejido y bordado durante semanas. Naruto también la observo de reojo e inclinó la cabeza a modo de agradecimiento. El rostro de la Hyuga pasó a color granate cuando Naruto pasó a unos pasos de ella e ignoro por completo el echo de que el rubio iba de la mano de su novia.

El aroma a vainilla había tapado por completo el de las cerezas.

.

.

.