Capítulo VIII:
.
.
MIENTRAS LLORAS
.
.
Siempre seremos los tres.
.
.
―Y Sakura Haruno― Murmuro Iruka formando aquellos equipos para el trabajo escolar.
Naruto se volteo sonriendo ya que les había tocado juntos y Sakura miro de reojo al Uchiha a unos bancos más adelante. El timbre anunció el final de la clase.
―Podemos hacerlo en mi casa― Comentó Sasuke sin interés una vez salieron al corredor escolar.
Sakura trago grueso. Realmente no quería cruzarse con Itachi pero la realidad era que de los tres Sasuke tenia la casa más grande y cómoda y la pelirrosa estaba segura que Naruto apoyaría esa idea. La casa de Sakura estaba siempre llena de chicas y la de Naruto de los Akatsukis.
―No sé― Susurro ella abriendo la puerta de su casillero disconforme con todas las opciones para reunirse.
Sasuke clavo sus ojos en ella recostándose en el casillero contiguo y Naruto la abrazo por la espalda apoyando su mentón en el hombro de la chica.
―¿Por qué no? ― Chillo Naruto y el perfume de ambos se entre mezclo drogándola por completo.
No podía decirle que era porque no quería cruzarse ni loca con el hermano mayor de Sasuke.
―Podemos nadar luego de hacer la tarea― Comentó el rubio intentando convencer a su novia.
Sakura acabó aceptando. Siempre lo hacía.
.
El lunes Sakura volvió a clases y fue la primera vez que se cruzó con Itachi Uchiha luego de la fiesta en su casa. Aún quedaba una semana para finalizar las clases.
― ¿Tanto frio tienes?― Pregunto Konan ingresando al Colegio con sus hermanos menores.
Sakura se encogió aún más en la sudadera escolar color verde. Llevaba un pantalón deportivo muy holgado del mismo tono y zapatillas deportivas. Había amarrado su largo cabello en un rodete desprolijo y estaba segura que se veía como la mierda. Lo comprobó cuando Ino y Karin la miraron preocupadas desde el otro lado del corredor escolar y Sakura recordó que debía hablar con Ino para que apoyara su mentira del sábado, aunque dudaba mucho que Konan fuera a preguntarle algo ahora, ya le había dejado en claro que todo estaba bien.
― Sakura― La volvió a llamar la de cabellos azules y Matsuri le golpeo el brazo despacito para que reaccionará.
― Debe ser la resaca― Dijo sin darle importancia.
Konan sonrió cuando Pain llego a donde estaban ellas y Sakura se encaminó a su casillero dejando a sus hermanas de lado. Solo quería acabar esa semana escolar, empezar las vacaciones de verano y olvidarse de todo.
― Sakura― Ella tembló al oír su voz a su espalda y se apretó aún más contra el casillero ― ¿Cómo es que estas aquí?― Y no pudo evitar el tono de sorpresa en su voz.
La verdadera pregunta era. ¿Cómo estaba con vida después de lo que le habían echo? La última vez que Itachi había visto a Sakura fue cuando la dejó medio muerta a orillas del lago. Aunque pasó todo el fin de semana esperando una noticia de ella o quizás que llamaran a su pequeño hermano preguntando por la chica, nada había pasado y ahora aparecía allí en el Colegio echa un desastre pero respirando.
― Sobreviví― Sonrió cerrando su casillero de un portazo y clavo sus ojos en él ― Deberías empezar a preocuparte―
Sabía que no debía amenazarlo.
.
Sakura ingreso detrás de sus amigos a aquella hermosa y amplia casa.
―Madara no está― Anunció Sasuke dejando su mochila sobre el sillón, el rubio y la pelirrosa lo imitaron.
―¿Y tu hermano? ― Se animo a preguntar.
Sasuke frunció el ceño. ¿Para qué carajos quería saber Sakura donde estaba su hermano?
―En la universidad― Respondió de mala gana.
Sakura respiro más tranquila sentándose en uno de los sillones y sacó los libros de su bolso.
―Bien. Empecemos―
Naruto chillo a su lado. No quería hacer esa tarea, solo quería pasar la tarde con sus mejores amigos y meterse en la piscina climatizada del Uchiha. Capaz podría convencer a su mejor amigo que los dejara solos y podría hacerle el amor a Sakura allí.
.
― Vas a ir al baile de graduación conmigo―
Sakura bufo por lo bajo apretando aquella bolsita blanca que acaba de entregarle. Estaban en los baños escolares y Sakura había pedido permiso para salir de clases unos minutos.
― ¿Por qué? ―
Sasori sonrió de lado aproximándose a ella.
― Por qué la cocaína que te doy es muy cara― Dijo divertido y paso la yema de sus dedos por el cuello de la chica, la camisa escolar se había corrido dejando ver las marcas de moretones en su pecho y parte del cuello ― Y me la tienes que pagar de alguna forma― Susurro serio y acomodo la camisa de la chica para que no se vieran esas marcas.
Sakura asintió alejándose de él.
.
―Sakura ven― Chillo Naruto ya metido hasta el mentón en la piscina.
Hacia tanto frío ese día. Estaban en Noviembre y ya estaban entrando en invierno. Sakura aún estaba con el uniforme escolar, el rubio se había quedado solo en bóxer y se había metido de lleno en la piscina. El agua estaba tan caliente que desprendía humito por la superficie pero aún así era al aire libre en medio del jardín de la gran casa de los Uchihas y Sakura estaba segura que mañana el rubio estaría volando en fiebre de salir del agua hirviendo al aire helado y lo peor de todo sería ella quien tuviera que cuidarlo.
―Hace frío, Naruto― Chillo son una sonrisa y dio unos pasos hacia atrás cuando el rubio se aproximó.
―Aburrida― La insultó divertido salpicándola con agua.
Naruto sonrió de lado cuando Sasuke la tomo de la cintura levantándola del piso.
―No. Sasuke, no― Lo reto la pelirrosa y ambos chicos cayeron al agua caliente.
Sakura tembló de frío al contraste con el agua y Naruto largo una carcajada acercándose a ellos.
―No. Mojaron todo mi uniforme― Chillo enojada golpeando al pelinegro en el pecho, Sasuke estaba casi desnudo a no ser por el bóxer ―¿Y ahora como me voy a casa?― Dijo enojada quitándose el abrigo de lana empapado y lo lanzó al borde de la piscina furiosa de la broma de sus mejores amigos.
Sasuke y Naruto se miraron de reojo al verla quitarse los zapatos y las medias bajo el agua y lanzarlos junto con el abrigo.
―Yo te presto ropa, molesta― Murmuró Sasuke colocándose a su espalda y apoyo ambas manos en su cintura acercándola a él al punto de hacer rozar su trasero con su entre pierna.
Sakura miro a Naruto asustada. ¿Qué carajos estaba haciendo Sasuke? ¿A caso quería que Naruto los descubriera? Pero para su sorpresa el rubio sonrió de lado aproximándose a ella por el frente y le desabrocho los botones de la camisa despacito.
―¿Qué hacen? ― Susurro y sintió la risita de los chicos cuando Naruto acabo de desabotonar su camina y Sasuke se la quito por la espalda ―Basta― Se quejo cuando la apretaron más entre los dos.
―Quítate la ropa mojada― Ordeno el pelinegro bajando el cierre de la falda escolar y en menos de un segundo ya se la había quitado y la había lanzado al borde de la piscina junto con el resto de su ropa mojada.
―Te vas a enfermar, Sakura― Murmuró Naruto acariciándole los brazos despacito.
Sakura trago grueso. Ambos chicos eran unos diez centímetros más altos que ella, Sakura sentía el pecho mojado de Sasuke en su espalda y el de Naruto apretar sus senos aún cubiertos por el sostén color rosa. Naruto se inclinó levemente para rozar sus labios y Sakura pego un saltito cuando el Uchiha le beso la nuca corriendo su cabello mojado.
―Naruto― Susurro.
El rubio sonrió antes de besarla y Sakura suspiro entre sus labios apoyando ambas manos en el pecho del Uzumaki para besarlo mejor. Sasuke los observo de reojo, la tomo de la cintura con fuerza y la obligo a voltear separándose de Naruto y quedando frente a él.
―¿Qué haces? ― Alcanzó a decir cuando Sasuke le rozo la nariz con la suya.
¿Qué carajos les pasaba a esos dos ahora? ¿Y porque Naruto estaba dejando que Sasuke la tocara así?
―Cállate, molesta― La reto.
―No la calles, Sasuke― Chillo Naruto retando al pelinegro.
Sasuke sonrió de lado apoyando sus manos en las piernas de la chica y la obligo a enredadas en su cadera. Respiró entre cortado cuando la apretó contra Naruto embistiéndola con la ropa interior puesta y el rubio le apretó los senos sobre el sostén.
―¿Te gusta?― Se burlo el Uchiha y Sakura lo golpeó en el pecho alejándolo de ella.
―Ya basta los dos― Chillo enojada y sonrojada alejándose de ambos chicos ―¿Qué les pasa? ― Grito saliendo de la piscina y escucho las carcajadas de ambos a sus espaldas.
Volteó furiosa observándolos en el medio de la piscina y ambos clavaron la vista en sus senos, el sostén estaba empapado trasluciendo sus pezones y no quería saber como estaba en la parte inferior.
―Era una broma― Chillo Naruto divertido y Sasuke sonrió de lado haciéndola enojar aun más.
―Idiotas― Los insulto, apretó sus manos sobre sus pechos para cubrirse del frío y se encaminó al interior de la casa.
.
― ¿Cómo te fuiste el viernes?― Escucho la voz de Naruto detrás de ella.
Cerró la puerta de su casillero y volteó a verlo. El viernes a la noche el rubio y su hermano había pasado por ella y Konan para ir a la fiesta de fin de curso en casa de los Uchihas y aunque habían quedo en irse los cuatro juntos. Ella no había aparecido.
―¿Estabas peor que tu hermana? ― Bromeo.
―¿Cómo?― Susurro la pelirrosa y sintió el móvil vibrar en el bolsillo de su falda escolar.
― Si. Estaba muy ebria y Pain la tuvo que cargar hasta su coche―
Sakura dejo de prestarle atención cuando abrió ese video en su móvil. Los ojos se le humedecieron y agradeció tener el móvil en silencio y que Naruto no llegara a escuchar los gemidos y gritos provenientes de ese aparato. Sintió un nudo en el medio de la garganta imposible de tragar y las manos le temblaron apretando mas el móvil entre sus dedos.
― ¿Sakura estas bien?―
Sakura lo único que podía ver era la sonrisa de Itachi Uchiha a unos metros de ella del otro lado del corredor escolar. Ese video era una clara amenaza de que mantuviera la boca cerrada.
.
Se quitó la ropa interior húmeda secándose con una toalla, había ingresado al dormitorio del Uchiha y había sacado unas medias, pantalones deportivos y aquella sudadera color azul con el abanico bordado en su espalda.
Rojo y blanco. Su escudo familiar.
Sakura respiro muy profundo el aroma del Uchiha una vez vestida en su ropa.
― Molesta― La llamo ingresando al dormitorio y clavo sus ojos en él abanico bordado en la parte posterior de la sudadera.
Que bien le quedaba a Sakura su símbolo familiar.
―¿A caso estas loco?― Chillo enojada sacándolo de sus pensamientos.
Él largo una risita baja acercándose a ella. Si su novio no ponía un alto a sus bromas él no tendría porque hacerlo.
―¿Quieres que Naruto nos descubra?― Le pregunto enojada.
―Te perdonaría― Susurró pasando de ella y se sentó en la cama observándola, Sakura se sintió muy nerviosa cuando él clavo sus ojos negros en ella y ladeo el rostro ―A los dos nos perdonaría―
Sakura salió lo más rápido de ese dormitorio, la última vez que estuvo allí habían acabado bajo las sábanas. El Uchiha los llevó ambos a sus casas y Sakura agradeció vivir en la misma manzana que Naruto así no tendría que estar sola con Sasuke en su coche. Bajo de prisa del vehículo sintiendo el frío en sus pies solo cubiertos por aquellas medias blancas de Sasuke y apretó la bolsa plástica que contenía su uniforme y los zapatos empapados. Se metió de prisa a su casa sin siquiera voltear a ver a alguno de los dos chicos, ambos rieron ante su acción.
―¿Se habrá enojado? ― Murmuro Naruto preocupado.
Sasuke chasqueo la lengua divertido volviendo a su coche para irse a su casa.
―Solo quiere llamar nuestra atención―
.
A la mañana siguiente Naruto actuó como si la bromita de la tarde anterior nunca hubiera pasado. La estaba esperando en la entrada del Colegio cuando llego. Sonrió de lado tomando la mano de su novia y Sakura volvió a clavar sus ojos en esa bufanda roja que adornaba el cuello de su novio desde su cumpleaños hace más de un mes.
―Estás sonrojado― Le dijo encaminándose al salón de clases.
Naruto largo una risita, se sentía horrible desde que se levanto pero no podía faltar ese día a clases. Sakura lo mataría si después de la broma que le gastaron la tarde anterior con Sasuke, él no aparecía. Sakura le soltó la mano una vez ubicada en su asiento y evito verlo a los ojos. El rubio se veía tan lindo todo engripado y con las mejillas sonrojadas.
―Vamos, Sakura― Chillo sentándose frente a ella en su pupitre ―Solo era una broma― Se excuso divertido.
La idea ni siquiera fue de él. Había sido Sasuke quien empezó. Sakura desvió la vista de su novio a la entrada del salón y lo vio avanzar hacia ellos. Por lo visto no solo ella y el rubio se habían enfermado. Sasuke también tenía las mejillas sonrojadas aunque no tanto como el rubio.
―Sasuke discúlpate con Sakura― Le ordeno Naruto una vez el pelinegro se ubico a su lado.
Este sonrió ignorando al rubio y sacó aquel llavero del bolsillo.
―¿Esto es tuyo?― Le preguntó dejando el pequeño llavero con aquella foto de las cuatro hermanas Haruno sobre su mesa.
―¿Dónde lo encontraste?― Susurro tomando su mochila para buscar el juego de llaves.
Estaba casi segura que esa mañana al cerrar la puerta principal de su casa lo tenía.
―Estaba en mi dormitorio― Respondió sin interés y se paso la mano por la nuca, le dolía horrores la cabeza.
Sakura apretó el juego de llaves aún dentro de su mochila y observo el llavero sin que los chicos lo vieran. Ese llavero no era suyo. Era de Konan. ¿Ahora porque carajos estaba en el dormitorio de Sasuke? ¿Y porque apareció después de más de siete meses del suicidio de su hermana mayor?
―Si, gracias― Mintió tomándolo con fuerza y lo guardo en el bolsillo de su falda
Iruka entro a los pocos minutos incitando la clase. Sakura se sentía muy adormilada esa mañana, quizás era el chapuzón que se había dado la tarde anterior pero se sentía sumamente afiebrada. Corrió los libros a un lado apoyando ambos brazos sobre la mesa y se recostó sobre ellos, ladeo la cabeza y sus ojitos vidriosos chocaron con los de Sasuke. Él la estaba mirando fijamente.
Sonrió aún recostada sobre sus brazos sin cortar el contacto visual con el pelinegro y sintió el cabello de Naruto rozar su mano cuando el rubio se recostó en el asiento aburrido de la clase.
Naruto. Sasuke. Sus mejores amigos.
Naruko sonrió sentándose en el pupitre frente al Uchiha, la Haruno le ganó de mano en el trabajo en equipo el día anterior pero ella no iba a dejarse ganar por esa mocosa.
―Sasuke― Se volteó despacio con la clara intención de pedirle ayuda con un ejercicio que obviamente sabía a la perfección pero no pudo ni hacerle la pregunta cuando los vio.
Naruko frunció el ceño. Sasuke estaba recostado en su asiento con la cabeza ladeada observando fijamente a la Haruno, ella tenía las mejillas sonrojadas, los ojos entrecerrados y una sonrisa en los labios mientras lo observaba fijamente. Naruko bufo aún más furiosa cuando vio al idiota de su hermano mellizo recostado en el asiento delantero de la Haruno. Sakura tenía la mano izquierda extendida y acariciaba los cabellos rubios de su novio mientras mantenía la vista fija en Sasuke. Así pasaron toda la clase, formando ese extraño trío entre ellos.
Lo peor para Naruko fue cuando los vio salir del salón de clases.
―¿Estás bien?―
Sakura detuvo la marcha a mitad del corredor escolar y se volteo a verlo.
―Si ¿Por? ―
―Pasaste toda la clase recostada en tu asiento― Dijo intentando no sonar tan interesado en su salud.
Sakura sonrió acercándose a él.
―Creo que tengo fiebre― Explicó y Sasuke levantó su mano derecha apoyándola en la mejilla sonrojada de la chica.
―¿Qué hacen? ― Escuchó la voz de Naruto a su lado, Sasuke no dejo de acariciar la mejilla de la pelirrosa.
―Sakura tiene fiebre― Explicó el pelinegro y levantó su mano izquierda apoyándola en la mejilla del rubio, Naruto lo miro extrañado pero no se alejo ―Naruto también―
Sakura y Naruto se miraron de reojo y largaron una risita baja. Ellos no tenían fiebre, Sasuke si, ya hasta se estaba poniendo cariñoso.
―Mi amor― Lo llamo Sakura son una sonrisa enternecida al verle los ojitos negros vidriosos.
―No te pongas cariñoso, Sasuke― Chillo Naruto.
Sasuke sonrió entre la fiebre.
Sakura. Naruto. Sus mejores amigos.
Hinata los observo desde su casillero y sintió la mirada de lástima que le envió Tenten a su lado. Naruto usaba su bufanda pero seguía siendo de Sakura.
Naruko apretó los puños furiosa, Sasuke podría acostarse con ella o con Karin o incluso con Ino pero siempre sería de Sakura.
Algo tenían que hacer para alejar esa chica de ambos.
Sakura sonrió sin romper el contacto entre los tres.
Naruto. Sasuke. Los amores de su vida.
―Lo quiero, chicos―
.
.
.
