Capítulo XIX:


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MIENTRAS LLORAS

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Yo te creo, Sakura.

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Cuando Sakura despertó aquella tarde de Abril, exactamente a las 17;56 horas sintió como si todos sus huesos hubieran sido aplastados, reconstruidos y vueltos a meter a su cuerpo sin vida.

―¿Sakura?―

La pelirrosa parpadeo varias veces enfocando la vista en el techo color blanco, sintió el tubo en su garganta, la vía conectada al dorso de su mano y el aire tibio recorrer sus brazos desnudos. Quería levantarse pero apenas si pudo mover los ojos a un costado y enfocar a Rin a su lado.

―Ay, Sakura― Chillo aliviada la castaña y comenzó a llorar cada vez mas fuerte ―Gracias por despertar―

Había pasado más de veinte días en coma.

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―Hola, Naruko―

La rubia palideció al verla parada a sólo unos pasos de ella y se apoyo levemente en el casillero para evitar caer de rodillas en el medio del corredor escolar.

―Sakura― Suspiró Naruko ―Qué bueno que estés bien―

―No viniste a verme― Reprocho con una sonrisa y Naruko no sabe porque le dio tanto miedo que le sonriera así ―Creí que éramos amigas―

―Supuse que como terminaron las cosas con mi hermano, no querrías verme― Se justificó y vio de reojo a Karin e Ino acercarse a ellas.

Sakura sonrió, con esa sonrisa rota y cínica que había tenido desde que inició esa conversación con ella. Naruko creyó que Karin e Ino se acercarían a ella para enfrentar a la pelirrosa pero para su sorpresa ambas amigas se colocaron detrás de la Haruno y le sonrieron.

Esas perras traicioneras.

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―Sakura― Chillo tirándose sobre la pelirrosa, Sakura se quejó por lo bajo pero no se apartó de ella ―Lo siento. Lo siento― Dijo llorando y sintió ese aroma a alcohol y hospital que desprendía a su amiga.

―Ya, Ino. No llores― La reto en voz baja, estaba afónica y le dolía horrores la garganta.

Hacia tan solo cinco horas que la habían des intubado. Ino se alejo de la pelirrosa pero quedó pegada a la cama y apretó sus manos con fuerza entre las suyas. Sakura agradeció verla.

―Karin― La llamo de mala gana.

La pelirroja dejó su vano intento de ocultarse en la entrada de aquel dormitorio y se acercó a ambas chicas. Clavo sus ojos en ella. Sakura se veía tan pálida, tan rota, tenía el cabello por los hombros revuelto y reseco, sin vida, los ojos apagados, unas ojeras moradas que llegaban casi hasta sus mejillas, los labios resecos y lastimados, la bata le quedaba demasiado grande y la vía conectada al dorso de su mano derecha y aún así Sakura le sonreía, como si la pelirroja hubiera sido una gran amiga. Karin se lamento muchísimo haberla perdido por un hombre. Por Sasuke en realidad.

―Karin― Susurro Sakura.

Hasta la voz tenía rota. La pelirroja avanzo unos pasos más, agacho la cabeza evitando ver esos ojos verdes y clavo sus ojos en el piso blanco de aquel cuarto de hospital, rozo la cama con su vientre y apretó la mano derecha de la pelirrosa entre las suyas observando la vía conectada. Sakura no dijo nada, Ino tampoco, la dejaron llorar los siguientes diez minutos.

―Estoy bien, Karin― Le susurro con dulzura.

La pelirroja pareció calmarse y se tiro a abrazarla con fuerza.

―Lamento mucho no haberte creído, Sakura―

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―Te extrañamos en el hospital, Naruko― Hablo Ino.

―Nos hubieras avisado― Comentó Karin ―He íbamos todas juntas a ver a Sakura―

La Uzumaki trago grueso. Las tres lo sabían pero lo confirmó cuando Sakura se acercó aun más a ella quedando a escasos centímetros y a Naruko se le revolvió el estómago al sentir ese aroma a cerezas. Sakura sonrió aun más.

―Mándales mis saludos a Itachi―

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―No puedo― Murmuro y se dejó caer en aquella silla de ruedas.

Rin la miro sentada desde una de las sillas de aquel consultorio de fisioterapia y quiso acercarse a su hermanita pero aquella doctora rubia la miró severa impidiéndoselo y se volvió hacia Sakura.

―Si puedes― Hablo con firmeza y Sakura gimoteo aun media sentada en la silla.

Apenas si tenia fuerza en sus piernas y brazos, le dolía hasta respirar y esos ejercicios de fisioterapia solo la frustraban más de lo estaba.

―Tsunade― Se quejó ―¿Podemos descansar? ―

La rubia relajo el ceño y la miro con ternura mientras acariciaba su cabeza como si fuera un perrito.

―No. Levántate―

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Sakura aún se preguntaba como su madre podía pagar una clínica privada como esa. Lo comprobó aquella tarde cuando Rin armo un escándalo en el pasillo del sanatorio al ver aquel hombre hablando y riendo con su madre.

―Rin, basta― La reto Hikari.

La castaña derramó unas lágrimas con bronca recordando el funeral de Obito hace tan solo dos meses y sin poder creer como a Madara Uchiha le importaba tan poco la muerte de uno de sus sobrinos.

―Madara quiere hablar contigo, Sakura― Habló su madre y clavo sus ojos en ella.

Sakura volvió la vista a Madara y tembló al ver esos ojos que le hacían recordar tanto a Itachi y se aproximo a los tres. Llevaba aún la bata de hospital, las pantuflas blancas y aquel holgado abrigo de lana color rosa.

―No te vayas, Rin― Pidió y su hermana se colocó a su lado en aquel pasillo de la clínica, paso sus dedos por los dedos de la pelirrosa y apretó su mano con fuerza ―¿Qué desea?―

Madara suspiro cansado y clavo sus ojos en ambas niñas. ¿Por qué carajos habiendo tantas mujeres en Konoha los tres idiotas de sus sobrinos se habían encaprichado con las Harunos?

―Sasuke esta preso― Hablo serio ―Tiene prisión domiciliaria― Aclaró con voz grave y Sakura frunció el ceño sin entender ―Naruto lo acuso de haberte lanzado del segundo piso― Le explico sin mostrar ningún tipo de expresión en su rostro.

―Naruto― Susurro Sakura y recuerdos muy vagos de esa noche invadieron su mente provocándole una severa jaqueca.

―¿Sasuke te empujó?― Pregunto serio y en todos esos minutos Sakura noto qué suprimió hablar del tema del video.

―¿Vio el video?― Hablo la pelirrosa, Rin y Hikari se tensaron a su lado, Madara negó con la cabeza ―Itachi debería estar preso―

―Los dos eran menores de edad― La interrumpió ―Varios de los que estaban ahí lo eran― Aclaró serio sin dejar de verla y Sakura se sintió sumamente intimidada.

―Sakura tenía quince años― Chillo la castaña enojada ―Y sigue siendo menor de edad ahora. Su sobrino tiene diecinueve al día de hoy―

―Sakura― Volvió a hablar el Uchiha mayor ignorando por completo a Rin ―Lo que paso esa noche fue a causa de las drogas y el alcohol. No los justifico pero eran adolescentes, todos estaban ebrios y drogados. Yo hablaré con Itachi― Y Sakura supo que intentar razonar con ese hombre era en vano ―Lo importante ahora es Sasuke. ¿Él te empujo?― Volvió a preguntarle ―Puede pasar muchos años en prisión por un crimen que no cometio―

Sakura pareció pensarlo y mordió su labio inferior con duda. Sintió la mano de Rin apretar la suya con fuerza y clavo sus ojos en Madara.

―Yo solo hablaré con Kakashi―

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Naruto no creyó que le dolería tanto verla sobre todo cuando Sakura paso el resto de la semana ignorándolo por completo.

―Naruto ¿Estás bien? ―

El rubio asintió aún con la vista fija en Sakura, la pelirrosa se encontraba del otro lado del patio escolar charlando con Ino y Karin y se veía aún más hermosa en ese uniforme de lo que él la recordaba.

―Si― Susurro y volvió la vista a Hinata.

La pelinegra le sonrió aproximándose más a él y a Sakura se le rompió el corazón cuando vio a Naruto abrazar a Hinata Hyuga de la cintura y besarla.

―Ay, Sakura― Suspiro Ino a su lado ―Están de novios hace unos meses― Le comento y cruzó miradas con Karin que estaba del otro lado de la pelirrosa.

―Esta bien― Suspiro y dejo de ver a la parejita a unos metros de ella ―No importa― Aclaró.

―¡Ah! ― Karin pego un grito cuando aquella pelota de fútbol impacto a unos centímetros de las tres chicas.

Sakura se volteo furiosa observando a sus compañeritos de clase que estaban jugando al futbol a unos metros de ellas en el medio del patio escolar, claramente la habían lanzado con intención de golpear a alguna de las tres pero confirmó que ese pelotazo era para ella cuando vio al remitente sonriéndole de lado en medio del patio escolar.

―Perdón, molestia

―Sasuke―

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―¿Por qué aceptaste su dinero?―

Sakura fingió seguir dormida y escucho a Hikari gimotear a sus espaldas. Rin suspiro agotada de toda esa situación y la pelirrosa apretó más los ojos evitando que su madre y su hermana descubrieran que estaba despierta.

―¿Crees que yo puedo pagar esta clínica?― Preguntó Hikari en un susurró clavando sus ojos en su hija mayor ―Sakura casi se muere― Hablo en voz muy bajita pero Sakura logro oírlas, Hikari clavo su ojos en la espalda de su hija del medio que seguía dormida sobre aquella cama de hospital ―No podía perderla como a Konan― Susurro llorosa.

A Sakura se le rompió el corazón. Su madre no era mala, solo quería lo mejor para ellas. Se seco las lágrimas despacito con la almohada y observó el cielo oscuro a través de la ventana de aquel cuarto en el cuarto piso.

Rin no dijo nada más, camino a la salida de aquel cuarto y Sakura escucho como su madre se acomodaba en aquel incómodo sillón de las visitas junto a su cama.

Dos días después le confesó a Kakashi que ella sola se había tirado del balcón en el dormitorio de Itachi Uchiha.

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―¿Qué estás haciendo aquí? ―

Naruto pego un saltito al oír su voz y clavo sus ojos en él. Sasuke estaba de brazos cruzados recostado sobre su coche y con la vista fija en aquella casa que ambos conocían a la perfección desde niños.

―¿Tú que haces aquí?― Lo encaro aproximándose al Uchiha ―Yo vivo a unas calles. Este es mi camino― Aclaró.

Sasuke sonrió de lado observándolo e hizo un ademán con la cabeza para que volteara y observara detrás suyo. Naruto se volteo y observó a su mejor amiga y amor de su vida acercarse a ellos.

―Matsuri, entra― Ordeno Sakura sería al detenerse a unos metros de ambos chicos, la castaña dudo ―Estaré bien― Matsuri asintió pasando de prisa por enfrente de ambos chicos e ingreso a su casa ―¿Qué quieren?― Hablo de mala gana la pelirrosa.

Sasuke chasqueo la lengua aproximándose a ella y Naruto instintivamente se colocó entre ambos.

―Dile a la prostituta de tu madre que se aleje de mi tío― La amenazo serio.

Sakura sonrió de lado. Sino fuera porque Naruto estaba en el medio ya le hubiera dado vuelta la cara de una cachetada a ese infeliz.

―Dile al violador de tu tío que se aleje de mi madre― Contrarresto y Sasuke largo una carcajada burlona.

―Vamos a calmarnos― Hablo Naruto estirando sus manos para evitar que esos dos se mataran.

―No, Naruto― Lo reto el Uchiha.

―Deberías estar agradecido― Volvió a hablar Sakura apretando los dientes con bronca ―Sino fuera por mi te estarías pudriendo en la cárcel― Sasuke frunció el ceño ―Ah, no. Tienes razón. Que estúpida soy― Comento divertida ―Me olvidaba que el corrupto de tu tío jamás dejará que sus sobrinos se hagan cargo de sus delitos― Chillo enojada.

―Cállate la boca― La amenazo y Naruto apoyo su mano en el pecho del pelinegro evitando que se acercara a Sakura ―Maldita mentirosa― La insultó.

―Púdrete, Sasuke―

Los rodeó pasando de ellos y se encaminó a su casa. Al Uchiha le hervía la sangre de solo verla pero no fue hasta que escuchó el portazo cuando ella ingreso a su casa que se dio cuenta de lo fuerte que apretaba los puños. Relajo la mandíbula y se encaminó a su coche.

―¿Qué te pasa?― Al fin habló el Uzumaki ―¿Cómo sé te ocurre tratarla así?―

―¿A ti que te pasa?― Lo interrumpió enojado ―No podías dejar de verla con esa cara de idiota. ¿Quieres volver con ella Uzumaki? ― Naruto negó con la cabeza sin pronunciar palabra ―Ya no puedes estar en el medio, Naruto― Hablo más calmado ―Elige un lado―

―¿Qué?― Pregunto confundido aun de pie en la vereda en el medio de la casa de Sakura y el coche de Sasuke.

―¿Estás de su lado o del mío?― Le preguntó serio.

―Aquí no hay lados, Sasuke― El Uchiha largo una risita irónica y abrió la puerta de su coche ―No seas idiota, Sasuke― Lo reto ―Hay que descubrir la verdad―

―¿La verdad?― Repitió divertido ―La verdad es que esa perra jugo con todos nosotros― Dijo señalando la casa de la Haruno ―Y lo sigue haciendo contigo― Acabó subiéndose a su coche.

Naruto clavo sus ojos azules en los negros de su amigo observándolo a través de la ventanilla del copiloto.

―Sasuke― Lo llamo, el pelinegro encendió el coche.

―Conmigo no va a jugar más―

Las llantas chillaron cuando el coche del Uchiha se alejo. Naruto suspiro rendido y volvió la vista a esa casa, Sakura los observaba desde la ventana de su dormitorio.

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El resto de la semana los tres se ignoraron completamente pero no fue hasta finales del mes de Agosto que Sakura recibió aquella visita en la puerta de su casa.

―¿Tu que haces aquí? ―

―Yo te creo, Sakura―

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¿Quien sera?

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