Vampire Knight Fleeting Dreams en español. Tercera novela de Vampire Knight, escrita por Ayuna Fujisaki basada en la obra de Matsuri Hino, publicada en diciembre de 2014 y traducida al momento solo al inglés. He esperado bastante la traducción a español pero parece que jamás sucederá así que me daré a la tarea de traducir la novela para todos los fans de habla hispana de Vampire Knight. Vampire Knight no me pertenece, es obra de Matsuri Hino y no pretendo ganar nada al traducirla, solo el placer de compartir con los fans la novela en español. Disfruten :)
Sueños fugaces Capitulo 1
1. Amor transtornado
Resumen del capítulo: un moribundo Rido reflexiona sobre su amor obsesivo por Juri.
"¿Por qué no me amas, Juri?"
Esta chica tiene el mismo olor que Juri.
Mientras estoy cerca de ella, sintiendo su calor, gradualmente noto que mi pulso se desacelera. La punta de la guadaña de Yuki sobresale de mi pecho.
Así es, esta es el arma que empuña la hija de Juri...
¿Por qué siempre debe ser así? ¿Por qué el deseo de mi corazón siempre se me escapa entre los dedos? A medida que mi mente comienza a desvanecerse, en lo profundo de mi corazón, grito el nombre de mi amor.
¡Juri...!
••••••
Sangre de color rojo oscuro manchó mis manos.
Al mirar hacia abajo, vi dos grandes montones de ceniza que se extendían lentamente por el suelo. Esto fue todo lo que quedó de mis padres.
"Eso es lo que obtienen por interponerse en mi camino, cosas traviesas..."
Mis padres se habían llevado a mi preciosa Juri lejos de mí, lo habían hecho para que nunca pudiéramos conocernos. Peor aún, me habían prometido a otra sin siquiera pensar en mi consentimiento. La que habían elegido era Shizuka Hio, una princesa de sangre pura que todavía era una niña pequeña.
"Entiendo que para proteger nuestro linaje inmaculado, debo casarme con un vampiro de sangre pura... ¿Pero debe ser esta niña?"
"¿Hay alguna otra chica que tengas en mente?"
Miré a los ojos sospechosos de Madre y sonreí ampliamente.
"Por supuesto que lo hay. Sabes que estoy enamorado de ella, ¿no?"
"Esa es la única pareja que no podemos aprobar". Intervino la voz profunda de mi padre, sus ojos fijos en mí.
"¿Por qué no? Simplemente no puedo entender qué objeciones podrías tener si somos pareja. Sabes lo preciosa que es para mí. Sí... Tan preciosa que quiero devorarla..."
El recuerdo de su mirada clara y su piel sedosa surgió espontáneamente en mi mente. Sentí mis ojos agrandarse con placer, una vez más atrapados en su encanto.
Captando mi expresión, mi padre me lanzó una mirada de disgusto. "Ese amor tuyo es perverso".
"¿Perverso?"
Yo, ¿perverso?
Ante mi mirada atónita, Padre murmuró fuertemente. "En cualquier caso, lo mejor para ambos es mantenerte separado de Juri".
En ese momento, un fuego oscuro estalló en mi pecho. De repente comprendí a qué se refería mi padre. Estaba completamente influenciado por los más bajos instintos vampíricos hasta su extremo antiestético. Por eso deseaba a la única unida a mi por sangre.
Mi propia hermana.
Pero en ese caso, ¿qué podría estar mal con nuestra unión? Amaba a Juri y a nadie más. Ella, que nunca podría ensuciar a otra persona. Ella era mi santuario, mi tierra sagrada.
"Te unirás a la princesa Hio. No escucharé otra palabra de protesta".
Esas palabras terminaron siendo las últimas que pronunció Padre.
••••••
Incluso ahora puedo recordar vívidamente el día del nacimiento de Juri.
"¡Rido-sama! ¡Haruka-sama! ¡Ha nacido el bebé!" Corrimos directamente a la habitación en la que habían dado a luz al bebé. Cuando entramos, Madre yacía en la cama, con el rostro cansado pero radiante.
"Nuestra casa ha sido bendecida con su primera princesita", dijo. Madre se veía tan feliz, sus labios se curvaron en una sonrisa mientras miraba al pequeño bebé dormido a su lado. "Rido, Haruka, vengan a ver la querida cara de su hermanita".
Ante eso, mi hermano menor, Haruka, se adelantó y miró atentamente a esta nueva y diminuta existencia recién llegada al mundo. En cuanto a mí, debo confesar que los recién nacidos me parecían muy poco interesantes en ese momento. Sin embargo...
"Vamos, Rido-sama. Vea lo adorable que es su hermanita".
Ante la insistencia de nuestra niñera, terminé sosteniendo a mi hermana recién nacida en mis brazos. Incapaz de levantar la cabeza como la bebé que era, se tumbó torpemente en mis brazos. Temiendo que la dejaría caer, instintivamente la atraje con fuerza contra mí. Sostenidola allí contra mi pecho, el bebé se calmó y, por un momento, pensé que me sonreía.
Fue en ese momento que, en algún lugar de lo más profundo de mi ser, algo repentinamente se encendió. ¿Qué era? ¿Qué fue esta repentina oleada de euforia? Me invadieron las ganas de devorarla. Me aferré desesperadamente al pensamiento racional para evitar perder el control.
Ella aún no es madura. No todavía...
Presioné mis labios suavemente contra la mejilla del bebé. Esa fue la mayor expresión de amor que fui capaz de reunir. Entonces, sin que yo lo supiera, la tierna suavidad de esa mejilla me había puesto bajo su encanto.
"Rido, pareces haberle tomado cariño a tu hermana pequeña".
"Por supuesto. Porque esta chica es mi amor más preciado".
-Rido, eres...
Por alguna razón, el rostro de Madre parecía bastante conmocionado. La miré a los ojos ansiosos y sonreí ampliamente.
"Está bien. Ella será mía algún día, así que me aseguraré de mantenerla a salvo".
Y así, la nueva incorporación a la familia recibió el nombre de Juri.
Amaba a Juri desde lo más profundo de mi corazón, y pasé cada momento de mi vigilia con ella. Aunque mamá me decía repetidamente que dejara que la niñera se ocupara de sus necesidades, la idea de dejar a Juri a su cuidado simplemente no me sentaba bien. La idea misma de un que un forastero le pusiera las manos encima a Juri me disgustaba. Con toda honestidad, ni siquiera me gustaba que otros miembros de mi familia la tocaran.
A medida que crecía, a menudo sacaba a Juri a pasear por nuestro jardín. En una noche en particular, la luna estaba especialmente brillante y el aire estaba exuberante con el aroma embriagador de las rosas rojas en plena floración.
"Rido, ¿no huelen maravillosamente las rosas?"
"Ciertamente".
Arranqué un hermoso capullo de rosa de su tallo y me giré para enseñárselo a Juri. Al hacerlo, me pinché la punta del dedo con una espina afilada. La sangre carmesí comenzó a acumularse sobre él. Incapaz de suprimir por completo mis instintos, unté mi sangre en los labios de Juri.
"Juri, esta es mi sangre. ¿Entiendes cuánto te amo? Deberías conocer el sabor de mi sangre. Conocerla tan bien que nunca aprenderás a desear la de otro".
Juri me miró con ojos muy abiertos y confundidos.
"¡¿Rido, qué estás haciendo?!" Madre corrió hacia nosotros, golpeando mi mejilla y alejando a Juri de mí para robarmela. Era la primera vez que mi madre me golpeaba. Pero lo que más me sorprendió fue la sensación de tener a Juri arrancada de mi costado.
"¿Madre?"
"Lo siento. Pero de ahora en adelante, no quiero que estés a solas con Juri".
A partir de entonces, dejé de poder pasar todo el tiempo que realmente deseaba con Juri. Mi hermano menor, Haruka, no sufrió tal restricción, entonces, ¿por qué yo debería?
Sin embargo, nunca permití que mis verdaderas emociones se mostraran en mi rostro. Sabía que si expresaba lo que realmente sentía, solo haría que mis padres desconfiaran aún más de mí. Esto requirió una cantidad monumental de autocontrol de mi parte, pero me las arreglé para comportarme. Y de todos modos, tuve mucho tiempo para esperarlos. Podría esperar siglos y siglos, hasta la eternidad misma.
Pero entonces, llegó el día en que todo se derrumbó. Sí, el día en que mis padres decidieron con quién me iba a casar.
Realmente todo fue culpa de mamá y papá. Yo había sido muy bueno. ¡Me había controlado durante tanto tiempo y, a pesar de eso, siguieron adelante y llegaron a un acuerdo! ¿Cómo podría perdonarlos por eso?
••••••
Me pregunto por qué de repente recuerdo todo eso ahora. Nunca he sido tan tonto como para permitirme revolcarme en el sentimentalismo.
Pero solo recordar la calidez de Juri, su olor y su piel aterciopelada... Una vez más, la pasión febril que no he sentido en tanto tiempo está burbujeando directamente desde lo más profundo de mí.
Juri...
¿Cuántas veces he llamado ese nombre ahora? ¿Ha habido alguna vez otra mujer en este mundo tan persistentemente perseguida?
Juri, ¿por qué no serías mía?
Desde el momento en que sostuve a la recién nacida Juri en mis brazos, tuve la intención de no dejarla ir nunca. Entonces, ¿por qué desde entonces me quedé en el lugar más alejado de ella? ¿Yo, que la amaba y añoraba más que ningún otro?
Cuando escuché la noticia de que Juri estaba embarazada, me llenó tanto la desesperación de creer que no era cierto como un odio oscuro hacia Haruka. Me hizo darme cuenta de algo. El hijo de Juri y Haruka sería un sangre pura, y su sangre albergaría un gran poder.
Sentí mi verdadera naturaleza crecer dentro de mí mientras una sonrisa iluminaba mis labios.
Eso es muy interesante...
Sería la forma perfecta de obtener un poder mucho más allá del de Haruka. La oscuridad se extendió en mi corazón.
Pero en mi ansia de poder, terminé perdiendo lo que era más precioso para mi.
••••••
¿Cómo podría alguien entender lo solitario y aburrido que ha sido para mí un mundo sin Juri? El mismo acto de respirar se ha vuelto una carga, y cada momento en este nuevo mundo no me trae más que dolor. Dime, ¿qué significado podría tener para mí existir en un lugar así?
¿Qué había en mí que ella encontraba tan carente?
La respuesta se me escapa hasta el día de hoy, y probablemente pasaré el resto de la eternidad sin saberlo.
Obligo una última oleada de fuerza en mis brazos mientras rodean a Yuki.
"¿Qué me falta? ¿Cómo puedo hacer que me ames?"
"..."
Siento a Yuki jadear suavemente.
Esta chica tiene el mismo olor que Juri...
Pensar que Juri, a quien nunca más podré tocar o sentir, está aquí en mis brazos una vez más. Si el precio que debo pagar por este milagro es la muerte, no me parece tan malo el intercambio.
"Yo... te amo tanto que quiero devorarte..."
Pongo una mano sobre la muñeca de Yuki y rozo la otra a lo largo de su nuca. En ese momento, la hoja incrustada en mi pecho apuñala más profundamente en mí.
"Juri..."
Mientras mi mente se desvanece, permito que mis pensamientos se desvíen a voluntad, buscando a Juri.
Mi visión es borrosa, y toda sensación de dolor me ha abandonado por completo.
"Tu arma no es lo que quiero..."
Al momento siguiente, una monstruosa maraña de espinas y zarzas envuelve mi cuerpo. Por los huecos donde se entrecruzan las enormes e innumerables espinas, caen unos largos y sedosos mechones de cabello. Son de un marrón cálido intenso, como los de Juri.
Levanto mi mano y toco su cabello, para tocar su mejilla. Con esto por fin puedo reunirme con mi amor. Me despido por fin de este mundo sombrío y amargo.
