"Hay Amor (En Tu Cuerpo)."
Por B.B. Asmodeus.
[+][+][+]
Fandoms: Guardians of the Galaxy Vol. 1, 2, 3.
Pareja principal: Rocket Raccoon/Peter Quill (Star-Lord).
Rating: Adulto, por violencia y sexo explícito.
Categorías: Realidad Alterna de Vol. 3, Acción/Aventura, Primera Vez, Problemas de Comunicación porque Peter y Rocket son Idiotas, Readaptación del Canon/Canon Rewrite, Escenas Perdidas/Missing Scenes, Romance, Humor, Drama, Relación Establecida, SMUT/Contenido Sexual Explícito, Mpreg, Saltos en el Tiempo, Rocket POV, Peter Quill/Star-Lord POV, Exploración de Fisiología Alienígena, Uso de OC's, Exploración psicológica de personajes.
Notas Extras:
(a) Uso de la simbología de los sueños según el psicoanálisis (Carl Jung, en especial) y uso de la mitología Maya. :)
(b) Si necesitan material visual, el Almirante Berenjena (ejem, Almirante Lessath de los R'Kuk) es traído a ustedes por Daemon Targaryen/Matt Smith, porque solo pude imaginármelo a él este rol. Imagínenlo con la piel morada y voilá.
(i) Advertencias (!):
(a) Este capítulo presenta contenido explícito de castigo corporal como forma de tortura. Para más detalles de esta advertencia, lean el final de este capítulo, ya que contiene fuertes spoilers.
(b) PSTD, ataques de pánico, violencia física, muy ligera dosis de gore.
Traducciones del idioma Maya:
Balam: Jaguar brujo.
Lik: Espíritu del viento.
Ahau Kin: Dios del sol.
Ookin: Noche.
Kante: Árbol.
Términos creados por mi:
Malan: Señoría.
Buluc: Desierto.
Shaté: Maldición.
Elska: Amor/Alma/Espíritu.
Uksi: Cuerpo/Armadura/Escudo.
Sobre las líneas de tiempo:
(a) Esta historia correrá en dos líneas de tiempo al unísono.
Spoilers: Avengers: IW/Endgame, Thor: Love & Thunder, Guardians of the Galaxy: Holiday Special, Guardians of the Galaxy Vol 1-3.
Sinopsis: Aun poseyendo corazones endurecidos por el impacto del pasado, Peter y Rocket descubren que todavía hay amor en sus cuerpos. La verdadera sorpresa, sin embargo, será desvelar el resultado de su extraordinaria afinidad juntos. Todo en medio de patearle el trasero al Alto Imbécil, por supuesto.
Notas:
Seguiremos en el pasado y en el POV de Peter.
[+][+][+]
05.
"Las noches más oscuras
Producen las estrellas más brillantes."
-John Green.
[+][+][+]
Antes.
[+][+][+]
Al poco tiempo de tener las presentaciones entres los representantes del planeta Lagunis-X y los Guardianes, la líder del asentamiento de los YaXkin—Balam Lik—insistió en que Rocket usara uno de sus transportes hacia el punto de las reparaciones.
"Está equipado para sostener la radiación del perímetro. No querríamos poner su nave bajo daños innecesarios."
"Oh." Quill, frente al círculo del Consejo de la tribu, intercambió una mirada rápida con Rocket, de pie a su lado derecho. Quill aclaró su garganta. "Um. No será necesario, el Bowie es capaz de aguantar altos niveles de radiación. Hicimos pruebas previas, nuestro escudo nos mantendrá a salvo."
"Debemos insistir, Capitán." Balam Lik era una mujer humanoide, con atributos felinos de mayor edad al de su círculo, casi maternal en la forma de tratar a Quill y a los demás.
"Sin ofender, pero prefiero estar cerca de mi equipo." Quill le sonrió al círculo, buscando ablandarlos. "Es una delicada tarea. Es imperativo que permanezca cerca de ellos en caso de que llegaran a necesitar apoyo." Quill apuntó hacia Rocket y Cosmo. "Este par no es conocido por su buena suerte."
Cosmo gruñó con ofensa.
Los YaXkin lucieron incómodos con el prospecto de ser rechazados. Quill esperó que eso no afectara la paga.
Rocket jaloneó de su pantalón. Un susurro le siguió. "Si quieren que tome su caja de aluminio, está bien. Lo que sea que nos saque de aquí más rápido, Quill."
Quill frunció su ceñó. Prosiguió a mascullar a lo bajo. "¿Estás seguro? ¿Y si pasa algo?"
"Manténganse cerca." Rocket, entonces, subió su tono de voz. "¡De acuerdo, tomaré su hojalata! ¡No necesitan alterar las plumas de sus sombreros!
Quill cerró sus ojos brevemente, rogando porque los YaXkin no se sintieran insultados.
"Díganme dónde está para comenzar de una vez." Rocket gesticuló hacia el circulo de autoridades.
"¡Excelente!" Balam Lik les sonrió. Posteriormente, gesticuló hacia dos de los miembros del Consejo. "Ookin y Kante los guiarán hacia el hangar en donde arribaron. Cualquier tipo de asistencia que ustedes necesiten podrán solicitarla por medio de nuestros comms. Son resistentes a radiación por igual."
"Estaremos cercan de todas maneras." Quill añadió, encaminando a Rocket y a los emisarios.
"Debo advertirle que por las condiciones del Ahau-Kin, no podemos permitir que más de un transporte sea utilizado para esta tarea, Capitán." Balam tomó el brazo de Quill para detenerlo.
"¿Ahau…?"
"Es como identifican el desierto." Mantis apareció del otro lado de Quill. "O mejor dicho, a la entidad religiosa que domina el territorio de los desierto de este planeta, de acuerdo a las creencias de los YaXkin." Mantis se dirigió a la Líder.
Quill frunció su lenguaje. "De acuerdo, ¿qué tiene que ver con el tránsito de naves por su territorio?"
"La debida ofrenda ha sido dada durante esta fase lunar para obtener permiso de transitar por el vasto buluc de Ahau-Kin, sin despertar la ira de nuestro amo." Balam deliberó con paciencia. "No pedimos comprender nuestras tradiciones, Capitán Quill, sin embargo, pedimos que las respeten. Profanar el dominio de Ahau-Kin con una segunda nave sería herejía. Deberán aguardar por el regreso de su Ingeniero y su Bestia cuadrúpeda en el Asentamiento, junto al resto con nosotros."
Muchas preguntas brotaron por la cabeza de Quill de golpe. Desde el significado de "ofrenda", el exacto funcionamiento de dicha ofrenda al ser recibida por un presuntuoso dios desértico, hasta por qué rayos dicha información había sido omitida de los récords. "Ya veo." Remarcó de forma neutral, no viendo nada. "¿Mantis, te importaría ponerte al día con estos nuevos detalles? ¡Gracias!"
Se dio media vuelta y trotó, atravesándose entre los emisarios hasta alcanzar a Rocket y a Cosmo.
"Cambio de planes." Peter masculló.
Rocket rodó los ojos. "¿Ahora qué?"
"No te gustará, pero sé discreto." Rápidamente Peter los puso al tanto de las novedades.
Rocket no fue discreto con sus carcajadas. Peter le jaló la oreja más cercana en represalia.
"¡Ow!" Una pausa. "¿Qué tiene que ver una cosa con otra? ¡Es lo más estúpido que he escuchado!" Rocket murmuró, tras sobar dicha oreja. "¿Estamos trabajando con un culto? Se siente como culto."
"Baja la voz." Peter siseó. "No hay que ofenderlos antes que nos paguen. ¿Recuerdas esa parte?"
"¡Bah, de acuerdo!" Rocket limpió su trompa con una garra. "Como sea, Cosmo y yo estaremos de vuelta antes de que más canas te salgan en la cabeza. Relájate."
Quill se mantuvo en silencio mientras desembocaron de vuelta en los hangares donde recién habían estacionado el Bowie. Esta ocasión, otra nave de transporte (un viejo NX-F342) se encontraba en preparación para el viaje de los Guardianes designados hacia el punto donde se encontraba el Purificador averiado. Tras bajar la rampa del Bowie, Rocket fue asistido por Nebula a desempacar el traje anti-radiación que usaría para el viaje. Entre Peter y ella, armaron una muralla para darle privacidad a Rocket de colocarse el traje sobre sus ropas casuales por las que había optado, a favor de tener mayor movilidad y transpirar menos, con las altas temperaturas.
"Agh. Debí haber pensado en la maldita cola." Rocket rascó su trasero, momentos después, vistiendo la parte del torso del traje.
"No te quejes. Era guardarla ahí dentro, o perderla." Nebula remarcó. Quill rio a lo bajo, recordando las mismas quejas de parte de Cosmo.
"El azul es tu color."
Las orejas de Rocket se alzaron como única señal de haber escuchado el cumplido, sosteniendo el casco que debía sellar sobre su cabeza, antes de subir al transporte. Nebula se retiró para darles un poco de privacidad. Enseguida, Peter se hincó a lado de Rocket, bajando su voz.
"Estaremos compartiendo transmisión en vivo toda la trayectoria, Rock. Cualquier dificultad que se presente, acudiremos a ayudarlos—luego nos arreglamos con los locales si se molestan—Ustedes son la prioridad para mí, ¿de acuerdo?"
Rocket acomodó el casco contra su cadera. "Está bien, sólo no pierdas la cabeza."
Quill frunció su ceño. "¿A qué te refieres?"
Rocket se miró incómodo. "No queremos un Zgar 2.0, si las cosas se salen un poco del plan original, ¿o sí?" Su novio rascó su nuca. "Cuando vuelva, no quiero encontrarte en las celdas por insubordinación. Es todo lo que digo."
Calor brotó por el rostro de Peter, la insinuación tomándolo desprevenida. ¿Cómo demonios Rocket se había enterado, de lo ocurrido con los F'llis Noh?
Claro, la respuesta vino tan rápido, como había surgido la pregunta.
Quill rodó sus ojos. "Nebula te lo contó."
Rocket encogió un hombro. Antes que Peter pensara en una defensa decente, sintió una garra sostener su perfil. De repente, Rocket estuvo extremadamente cerca.
"No dejes que tu cabeza te empuje en una caída en espiral, Quill." Ojos oscuros emanaron tintes caobas al unir sus miradas. Rocket acarició la mejilla de Peter deliberadamente, sus uñas rascando su vello facial. "Sin importar de lo que esas voces hijas de puta en tu cabeza quieran convencerte—" Rocket jaloneó del lóbulo de Quill ligeramente. "—Regresaré. Enfócate en eso."
Peter tragó saliva. "De acuerdo." Bajó su rostro para esconder la sonrisa que creyó demasiado intima para exponerla a espectadores. Era una sonrisa que sólo Rocket sabía provocar. "Lo intentaré. Cero espirales."
Rocket prosiguió a instalar el casco sobre su cabeza. Nebula regresó para ayudarle a revisar que estuviera sellado de manera correcta y los niveles de oxígeno estuvieran en buena reserva.
Quill caminó hacia una Cosmo muy entusiasta. Enseguida, rascó su cabeza antes que Nebula le colocara el casco. "No tomen riesgos innecesarios allá afuera. Cuídense los lomos, ¿de acuerdo?"
"¡Woof! ¡Aye, aye, Capitán!"
Sin mucha otra opción, Quill los escoltó al transporte industrial de los YaXkin. El par de emisarios que Balam Lik había asignado para dar asesoría del funcionamiento del interior del transporte y de los comms, no tardaron en salir despavoridos de la cabina, víctimas de los alaridos de Rocket.
Entonces, el momento de dejarlos ir, llegó.
Mantis lo tomó del brazo, ambos observando el transporte elevarse en propulsión y arrancar fuera de la enorme compuerta del hangar. Las coordenadas estaban predeterminadas por el sistema de navegación, así que no habría razón para que Rocket y Cosmo se perdieran en el vasto desierto.
"Nebula." Peter ni siquiera parpadeó, al ver a sus amigos desaparecer en el horizonte. "Dales seguimiento en el Bowie. Mantén un canal abierto a mi comm hasta que vuelvan. Cualquier anomalía, quiero saber al respecto."
"Roger." Nebula, se dirigió de vuelta a su nave, dejando a Peter y a Mantis con la tarea de socializar con los locales.
"¿Qué lograste averiguar?" Pete murmuró a Mantis, una vez a solas.
"Son extraños." Mantis hizo una mueca. "No los comprendo. ¿Cómo pueden aceptar la existencia de la radiación y sus efectos, y al mismo tiempo creer que deidades imaginarias controlan el tráfico?"
"Bueno, esa mezcla conflictiva me suena familiar." Peter se encogió de hombros, recordando la Tierra y sus creencias religiosas vs. la ciencia. "¿Algo más relevante?"
"No quisieron entrar en detalles sobre los sacrificios, solo que los realizan cada fase lunar para satisfacer a Ahau-Kin. Dicen que la producción de los minerales también depende de mantenerlo contento." Mantis levantó su mano derecha, una pícara sonrisa apareciendo en su pálido rostro. "Pero, puedo hacerlos cantar como canarios, ¿si quieres?"
"Tranquila, Al Capone." Peter bajó la mano de Mantis. "No nos precipitemos todavía. No los queremos asustar, en especial, si son así de supersticiosos."
Mantis lució fascinada durante el recorrido por el Asentamiento que los representantes quisieron mostrarles para matar el tiempo. Bajo circunstancias menos estresantes, Peter sería el primero en admitir que construir una ciudad en forma vertical era una idea fascinante. Sin embargo, sus pensamientos siguieron regresando a Rocket y a Cosmo, ignorando la mayoría de la decoración ecológica reinando por la estructura.
Mantis produjo toda clase de sonidos en cada nivel que visitaron, jalando del brazo de Quill como niña en Disneyland. Repetitivos "¡Mira, Peter! ¡Es tan cool!" hicieron eco por sus orejas hasta hacerlas vibrar.
En un punto del recorrido, Peter se prometió a sí mismo, de hecho, llevarla a Disneyland. D'ast, tomaría a todo el equipo. Merecían unas vacaciones.
"¿Impresionante, no cree? Todos los niveles son mantenidos por energía geotérmica." Balam le explicó, al tomar un descanso en uno de los jardines artificiales del noveno nivel. Mantis estaba tomando holo-fotos del esqueleto del edificio masivo, siendo la estructura que mantenía todo de pie. Estaba cubierto en hermosa vegetación. "Somos bendecidos cada día con los elementos naturales que nos proveen nuestros Superiores."
"Apuesto a que sí." Peter forzó una sonrisa ganadora. Bien había comentado Mantis sobre la conflictiva visión de lo espiritual y lo científico, pero pocas ganas tenía Quill de meterse en el medio de ese debate. "Es muy… bonito." Peter agregó, señalando hacia la arquitectura geo-sostenible.
"Quill."
Al instante, Peter tocó su comm. "¿Sí, Nebs?"
"Rocket acaba de reportar que las reparaciones del Purificador están completadas a un 67%."
Peter suspiró. Había esperado escuchar un 99%, si era honesto consigo mismo. "¿Alguna complicación?"
"El clima no es muy compatible. Hace viento y la arena ha presentado ser un reto para la visibilidad, pero nada grave. Estoy monitoreando las condiciones climáticas de la zona, por cualquier indicio de tormentas de arena severas. Pero, Cosmo está haciendo un buen trabajo de mantener a Rocket enfocado en la tarea y no tanto en sus sensibilidades."
"Está bien, mantenme al tanto." -Diles que se apuren, estuvo en la punta de su lengua.
"¿Todo bien, Capitán?"
Oh. Peter había olvidado que tenía compañía. Se tornó hacia la Líder.
"Todo va de acuerdo con el plan. Rocket tendrá su Purificador funcionando dentro de poco, su Señoría."
La mujer asintió. Sin embargo, sus ojos se fijaron en Quill por un momento. "No esperaba menos, con las altas recomendaciones que recibimos. Si usted sostiene a su Segundo En Comando en alta estima, también nosotros."
Peter ablandó su expresión. "Rocket y yo hemos compartido mucho durante los años. Nos conocemos mutuamente bastante bien." Aclaró su garganta. "Rocket puede ser difícil de comprender en primeras impresiones. Aunque, créame, pueden confiar en él. Ya he perdido la cuenta de todas las veces que nos ha salvado el pellejo. Es un genio."
"Si no es descortés de mi parte inferir… Ustedes dos son cercanos en más de una manera, por lo que divisé."
Y pensar que Rocket y él habían creído ser sutiles. Peter engrandeció sus ojos. "Ah, bueno…"
"No se asuste, Capitán. No juzgamos ese tipo asuntos interpersonales en Lagunis-X. Solo me pareció curioso." Balam Lik le sonrió, luego gesticuló hacia Mantis. "Hubiera pensado que ella sería más de su compatibilidad."
"¿Mantis? ¡Oh, no!" Su risa incrédula captó la atención de la susodicha. Rápidamente, Peter le hizo señas para que siguiera tomando holo-fotos.
Nunca había sentido algo remoto a atracción por la chica. Desde el primer día, Mantis había exudado una personalidad demasiada ingenua. Peter se sentía protector de ella en ocasiones, y solían aliarse contra Drax y Rocket cuando solían ser unas cabezas duras, pero nada más.
"Somos amigos." Aclaró su garganta. "¡No esto diciendo que hay algo malo con ella, por supuesto! Quiero decir, Mantis es bonita, agradable, amistosa. Siendo objetivos, sería un buen partido para cualquier otra persona—¡Dios, ahora la estoy tratando como un objeto!" Quill rascó la parte posterior de su cabeza. Reformuló sus pensamientos, tras respirar hondo. "Mantis tiene un enorme corazón… Simplemente conocí a otro, ejem, corazón… que, okay, no fue tan agradable ni amistoso, al inicio." Haciendo un mohín de aprehensión, Peter dejó sus manos descansar sobre sus muslos. Recordó la manera nada-amistosa en la que había conocido a Rocket y a Groot. Definitivamente, no era una historia romántica para compartir. "Pero, este corazón tiene capas, ¿sabe? Han transcurrido años, y no terminan. Hasta el día hoy, lo que encuentro… sigue sorprendiéndome."
"Mm." Balam le contempló, seria. "Que singular."
"Sí, ese soy yo." Quill murmuró. "Todo indica que las personas emocionalmente no disponibles siguen siendo mi tipo." Rodó sus ojos para sí. "Nada como alguien que tiene dificultad para poner sus sentimientos en palabras para engancharme." Le sonrió a la Líder en broma. "Algunos dirían que soy un masoquista."
No pudo explicar su compulsión a querer platicar sobre Rocket con una completa extraña. Tal vez, eso era lo que necesitaba. Ver el punto de pista de alguien desde afuera.
Quill aclaró su garganta antes de continuar. "Sé que tuvo un pasado difícil, pero no habla nada al respecto. No puedo presionarlo. Rocket pierde los estribos si se siente atrapado… Desearía saber cómo poder ayudarlo."
Para Peter, su instinto siempre había sido el de ayudar a sus seres queridos. Era como estaba construido. Con Rocket, había probado ser un desafío.
A pesar de haber demostrado ser capaz de consolar a Peter después de despertar de sus pesadillas, cuando era su turno, Rocket huía. Se retiraba dentro de sí mismo mentalmente, tanto físicamente. Se ponía de los peores humores. No le permitía a Peter verlo hasta que la oscuridad se desvanecía de su mirada, horas, o días, después, optando por ocuparse en su taller. La única manera que Peter podía incitarlo de vuelta a su apartamento era con sexo.
"Tenemos un decir aquí en Lagunis-X." Balam continuó, tras una pausa donde ambos siguieron observando a Mantis acariciar las flores del jardín. "Hay Elska en nuestros cuerpos, pero Uksi es una prisión de nuestra propia creación."
"¿Cómo es eso?"
"Desde el momento en el que cobramos vida, Elska corre por nuestras venas." Con su mano opuesta, Balam acarició la parte interna de su brazo al remover parte de su bata formal. Mostró las venas naranjas visibles por su piel atigrada. "Empuja nuestros pechos con aliento. Vive dentro de nosotros…" Balam señaló al centro de su pecho donde dos de sus tres corazones deberían latir, según el reporte que Quill había leído. "Pero la naturaleza, Capitán, es caprichosa. Nuestra nomenclatura externa—Uksi—es dura. Cuando Elska quiere ser compartido, nuestros propios cuerpos se rehúsan a dejarlo actuar en libertad."
Quill frunció su ceño. Dejó las palabras correr por su cerebro, queriéndoles hallar sentido.
"Uksi es un término que se puede aplicar a nuestro cuerpo, pero también significa escudo. Creo que a veces, la diferencia entre ambos no existe en nuestra cultura, y caemos en la falacia de que nuestros cuerpos deben soportar como armas de guerra todo lo que se avecina. Soportar dolencia. Soportar pérdidas. Soportar injustica…"
Quill tragó saliva.
"Así que cuando, llega el día en que Elska late…" Balam estiró una mano hacia el pecho uniformado de su acompañante y lo picoteó. "y quiere—No, demanda una salida—hemos construido no un escudo, pero una muralla alrededor de nosotros mismos." Calidez brotó de facciones arrugadas. "Pero, no desespere, Capitán. Que el tiempo erosiona toda muralla. En mi experiencia, he descubierto… que siempre existe un punto de quiebre. Elska siempre encuentra una manera para ser libre."
"Elska." El susurro de Quill fue curioso. "¿Se refiere…? ¿Así llaman, ustedes, al amor?"
Balam Lik sonrió. "Significa… lo que usted desee que signifique. Elska es vida. Parte de nuestra alma. La cuna de nuestras más preciadas emociones."
Quill suspiró. "Suena exactamente a mi primera opción."
"Ah." Balam bufó por sus narices. "No es mi lugar el atribuir significado a sus experiencias, Capitán. Cual haya sido su impresión al escucharme, le pertenece solo a usted."
Genial. ¿Así que, este bizarro tipo de consejo, podría traducirse a que Peter debía ser más paciente con Rocket? Porque esa fue su impresión.
"Uksi." Balam murmuró. "Punto de quiebre, Capitán. Sucederá. Quizás la pregunta debería ser, cuando llegué, ¿se consideraría listo para recibir lo que tanto busca?"
Mantis estaba jugando con un grupo de niños nativos, haciéndoles caras para correr tras ellos alrededor del geo-esqueleto. Los niños reían mientras corrían. Peter sonrió al ver a Mantis no tener problemas para involucrarse con los nativos, solo siendo ella misma. Por el transcurso de los años, los Guardianes habían descubierto que Mantis se llevaba muy bien con los más pequeños, al igual que Drax.
"Creo que lo estoy." Peter sobó sus mancuernas una con la otra. Pensó en que tan rápido Rocket y él habían brincado de mejores amigos a amantes. En un par de meses, habían roto su relación para luego restaurarla. Una vil montaña rusa. Quizás Peter estaba siendo demasiado demandante, para algo que todavía no terminaba de cocinarse bien. Por otro lado, tenía años de conocer a Rocket. No había nada que Rocket pudiera tener en su pasado, que causaría que Peter lo rechazara. "Quiero estarlo."
Tras presionar el antebrazo de Quill en compañerismo, Balam se disculpó, citando la necesidad de tener una conversación con sus emisarios. A solas, Peter respiró hondo y sacudió su cabeza para cambiar su estado de ánimo.
Observando a los infantes que seguían jugando con Mantis y ahora también con una pelota, Peter recordó parte de la conversación que había tenido con Rocket en la cenaduría.
-"¿Alguna vez deseaste… tener una familia? ¿Con Gamora? ¿Todo el paquete?"
¿Qué clase de respuesta hubiera recibido, si se hubiera animado a abrir el tema con Gams?
Gamora había sido una mujer complicada. Con momentos buenos, más con momentos malos, por las experiencias traumáticas de su pasado. ¿Se hubiera sentido ofendida por querer ser encasillaba como una madre? Tal vez no, considerando como había cuidado de Groot junto a todo el grupo. Gamora había tenido su lado suave, mostrado a pocos. ¿Hubiera la chica, considerado esa experiencia suficiente? ¿O hubiera estado interesada en explorar otras opciones con Peter, en un futuro?
Al final, Peter lo había considerado muy riesgoso. Hasta egoísta de su parte. No había querido hacer sentir a Gamora infravalorada por su infertilidad cuando el único culpable había sido el maldito de Thanos. Además, con el estilo de vida que habían llevado en aquel entonces, no había sido una idea muy factible. Más bien, una completa fantasía…
"¡Peter, atrápala!" Mantis le gritó. Instintivamente, una pelota fue frenada por sus manos, apenas dos segundos después. Por un momento, Peter permaneció inmóvil.
Luego, divisó a una marea de niños comenzar a correr en su dirección. De inmediato "¡Whoa! ¡Atrás, todos ustedes!"
"¡Corre, Peter! ¡Debes correr, no los dejes atraparte!" Mantis estaba carcajeándose al mismo tiempo que saltaba enérgicamente en el lado opuesto de la plaza. Quill obedeció, levantando la pelota sobre su cabeza como si estuviera en un partido de futbol americano. Los niños fueron tenaces en querer detenerlo, sus pequeñas garritas rasgando el material de su uniforme. Más de uno de ellos, metió sus largas colas gatunas entre las botas de Quill para hacerlo tropezar.
"¡Oigan, cálmense, malhechores! ¡Eso es trampa!"
"¡Estoy aquí! ¡Lánzamela, Peter!"
"¡Es lo que intento!" Peter carcajeó por igual, mientras arrastraba a cuatros niños por la plaza del noveno piso. Temió lastimarlos, así que, arrojó la pelota a Mantis justo a minutos de caer al piso por sus adorables atacantes.
El grupo se dividió en dos partes, uno enfocado en correr hacia Mantis para seguir con la cacería, mientras el otro permaneció jugando con Peter en el suelo. En algún punto, descubrieron sus puntos débiles a las cosquillas y no mostraron piedad.
"¡Tramposos!" Peter exageró los efectos de las cosquillas para hacer a los pequeños reír. Un par de los niños mostraron sus dientes, mordiendo su uniforme. "¡Me rindo, me rindo! ¡No me coman!"
"Peter, tenemos una situación." Nebula se escuchó tensa, al cortar con la diversión.
Quill encendió su comm. "¿Qué? ¿Qué pasa?"
Tan pronto como la pregunta salió de su boca, el mundo a su alrededor explotó.
Quill actuó en instinto. Abrazó contra su cuerpo a tres de los pequeños para alejarlos del peligro. Los presionó hacia el suelo, sus tímpanos vibrando con la magnitud del estruendo.
Gritos.
Escombro volando, disparos.
Caos.
"¡PETER!"
Su nombre vino tanto de Nebula como de Mantis. Cuando Peter quiso responder, otra explosión absorbió todo sonido.
-Mierda, ¿qué demonios? Arrastró a los pequeños por el suelo, cubriendo sus cabezas con su brazo. Los sintió sisear contra su torso, invadidos por el miedo y la incertidumbre. Se sujetaron a Quill con las mismas fuerzas. "¡Está bien, todo estará bien, no me suelten!" No estuvo seguro si sus palabras tuvieron sentido en medio del revuelo. Con la poca visibilidad a su alrededor por las nubes de arena flotando por la plaza, Quill divisó a gente inocente siendo jaloneadas por sujetos encapuchados. Mantis estaba luchando contra ellos para proteger a su propio grupo de pequeños.
"¡Peter, contéstame!"
"¡Estamos siendo atacados!" Quill gruñó al comm. "¿Qué diablos está sucediendo allá afuera? ¿Cómo puede ser que nos hayan emboscado así?"
"Todo indica que se trata de una infiltración al Asentamiento de YaXkin, pero no comprendo cómo. Los radares nunca detectaron una invasión externa."
"Así que puede ser interna, ¿no crees?" Quill tosió, encontrando refugio bajo los restos de una mesa de jardín que había sido tirada. Los niños se aferraron a su pecho, ahora sollozando. "Shhhh, todo estará bien, lo prometo. No se muevan de aquí, ¿de acuerdo? Sin importar que pase." Tres cabecitas asintieron. Luego, se escondieron detrás de Peter, para permitirle mejor movilidad.
Husmeó por el borde de la mesa. "¿Algún reporte sobre el avance de Rocket y Cosmo?"
"Es lo que iba a decirte. Rocket ha terminado el mantenimiento al Purificador, pero Cosmo reportó estar recibiendo señales de una nave acercándose a su ubicación, querían saber si se trataba de nosotros, o de más emisarios del Asentamiento. Les he confirmado que no es el caso y que se preparen para combate."
"Maldición." Última vez que omitía los malos presentimientos de Rocket y de Mantis en conjunto. No importaba si la paga era de 200 billones de units. "¡Diles que salgan de ahí lo más rápido posible!" Siseó en voz baja.
"¡NO, MALAN BALAM!" Los alaridos apretaron su corazón. Reconoció las voces.
Ayudaron a fijarse en el punto de origen de la conmoción.
El polvo se estaba asentando.
Quill pudo distinguir figuras encapuchadas arrastrado a Balam Lik de sus asistentes, hasta ser colocada en sus rodillas en el piso. Los sujetos encapuchados lucieron como mercenarios de baja calidad, todos cubiertos en tonalidades grises y negras. Quill siguió sin comprender cómo demonios se habían infiltrado al asentimiento. En un lenguaje foráneo, que el traductor no reconoció, uno de los mercenarios ladró órdenes a Balam, quien pareció retarlos a todos, cabeza alzada.
"Están haciendo atacados. Rocket dice que su nave es casi obsoleta para combate decente. Peter—el modelo de la nave que los ataca… reconozco su manufactura."
Sonidos de múltiples botas de combate hicieron eco por el noveno piso. De las puertas del elevador por el que ellos mismos habían usado, aproximadamente un grupo de veinte mercenarios estaban saliendo como cucarachas. "¿Qué pasa con el modelo?"
"Excelentes resultados hasta ahora." Una figura más esbelta, vestido todo de cuero negro, destapó su cabeza, revelando cabellos plateados y—
"Pertenecen a la mercancía de los R'Kuk."
Piel púrpura.
"Es una trampa." Peter susurró. "Nebs, ve por ellos. Ahora."
"Peter, no puedo dejarlos, estoy por dirigir al Bowie a su ubicación—"
"Rocket y Cosmo no sobrevivirán mucho tiempo en esa porquería de nave. Muchos menos, varados en el desierto, sin comida, ni agua, Nebula. Los mantendremos ocupados, mientras ustedes arman un plan de extracción. Ve ahora." Cerró el canal de comunicación. Al volverse a asomar por el borde, el Almirante Lessath siguió estando ahí. Frente a sus ojos.
A lado de Balam, los cinco asistentes que Peter recién había conocido, se encontraban ahora arrodillados. Estaban petrificados. Por la angustia en el rostro de la líder, Peter sospechó que la estaban sometiendo a algún tipo de ultimátum.
Balam se mantuvo en silencio.
Detrás de los asistentes, uno de los mercenarios apuntó hacia las nucas.
Peter evadió su mirada, sabiendo lo que seguiría.
Los cinco disparos fueron consecutivos y sin fallas.
Un chillido de angustia brotó de Balam Lik.
Mierda.
"Peter." La voz de Mantis fue un susurro preocupado en su oreja.
"Mantis, ¿estás bien?" Peter se asomó por el borde contrario, tratando de encontrarla. "¿Dónde estás?"
"Estoy escondida con dos de los gatitos adorables." Finalmente, en la dirección de los arbustos de lo que restaba del jardín, una mano pálida se asomó, batiendo ligeramente para indicarles a Peter su ubicación. "Creo que encontré una salida subterránea de este piso—o eso es lo que los gatitos adorables dicen."
No iba a haber forma que Peter se trasladara con los niños hacia los jardines sin ser detectado. "Yo también tengo a tres niños conmigo. Los cubriré mientras se dirigen hacia ustedes. ¿Tienes alguna clase de arma todavía contigo?"
"Perdí mi bláster. Pero, siempre tomo prestada una granada de la colección de Rocket sin que se dé cuenta."
"Buena chica." Peter sonrió. "Úsala. Espera por mi señal."
Quill se redirigió a los niños. Batió sus blásters con énfasis. "Cuando yo dispare—bang bang—ustedes corren." Apuntó hacia la dirección de Mantis. "¿Okay?"
Mientras uno de los niños se mostró lo suficientemente calmado para asentir, los otros dos siguieron sollozando. Quill se sintió tan mal por ellos. Esperaba que sus padres no estuvieran muertos. Que pudieran regresar a su familia a salvo.
"Son muy valientes." Quill les sonrió tenuemente a los tres. Se atrevió a sobar los cabellos de cada uno. Para los estándares de la tierra, no podían ser mayores a 9-10 años. "Manténgase juntos. Mantis los protegerá."
Peter volvió a espiar la situación.
"–Apenas comenzamos, claro. Los Ghu'lin desean más que la sangre de cinco trabajadores de clase baja." El Almirante rodeó a Balam con las manos detrás de su cintura. "No están contentos, querida Malan Balam Lik. Quieren sus tierras de vuelta. Le recomiendo negociar."
Balam irguió su cabeza hacia sus enemigos. "Pelearemos contra ellos como lo hicimos hace 4,358 ciclos lunares. Los venceremos de nuevo."
El Almirante emitió un sonido neutro. "Mn." Comenzó a alejarse de la Líder de los YaXkin para analizar los cuerpos de todos los inocentes asesinados por la plaza. "Tu gente está siendo masacrada por toda la torre conforme estamos conversando. Soldados, sacerdotisas, niños, mujeres, ancianos. Al final, ¿con quién contarás?" El Almirante se encogió de hombros. "Quiero decir, es una pregunta honesta. Soy nada más que un negociante viendo por los intereses de mis clientes. De momento, ellos representan más ganancia para mí, que ustedes. Pero, quizás—"
"¡Almirante!" Uno de los mercenarios interrumpió, sosteniendo su comm. "Una nave de clase N-F está dejando el hangar. ¡Ha sido identificado como el perteneciente a los Guardianes de la Galaxia!"
"¡Detenla!" El Almirante perdió mucho de su frente frío con el anuncio. "¡Dispárales en los motores, si tienen que hacerlo! ¡No la dejes marcharse! ¡No me encargué de mover todas estas piezas, para que todo se arruine en un descuido!" Jaloneó al mercenario hacia el elevador. "¡Haz algo! ¡Necesito al Capitán!"
"Es gracioso que digas eso," Quill se levantó de su escondite, blásters apuntados hacia sus costados. "Puesto que, aquí me tienes."
"¡No me digas que esa es la señal!" Mantis chilló en su oreja.
"Peter." El Almirante lució gozosamente sorprendido de verlo.
"Es Star-Lord para basuras como tú."
El Almirante Lessath alzó sus cejas. "Recuerdo instancias en el pasado donde era el caso contrario."
Calor brotó por su rostro a pesar de sus mejores intenciones. Se sintió asqueado por haber coqueteado con este tipo, en primer lugar. "Déjala ir. Es a mi quien estás buscando, ¿qué no?"
"No confundas mis intereses con los de mis clientes, Star-Lord." El Almirante rodó sus ojos hacia los mercenarios. "¿Qué hacen ahí parados? ¡Arréstenlo!"
En cuanto un grupo de cuatro mercenarios se movilizaron hacia su dirección, Quill comenzó a disparar a diestra y siniestra, alejándose de la mesa. Cuando divisó las siluetas de los tres niños correr hacia la dirección acordada, Peter presionó el comm en su oreja. "¡Mantis, ahora!"
La granada voló por los aires. Aterrizó sobre la cabeza de uno los mercenarios, rebotando al piso.
El Almirante fue el primer en reconocer a lo que se enfrentaban. "¡Cúbranse!"
Posteriormente, Quill fue empujado hacia el geo-esqueleto con la explosión resultante. Por un momento, estuvo desorientado. De nuevo, estuvo cubierto en polvo y dolor.
"¡Peter! ¡Vamos, apresúrate! ¡Tengo a los niños!"
Quill se apoyó en el geo-esqueleto para levantarse. Disparó a ciegas hacia sus espaldas, mientras se apresuró hacia los jardines.
"¡No me esperen, Mantis! ¡Váyanse de aquí, yo los alcanzo! ¡Manda tus coordenadas a Nebula en cuanto estén a salvo!—¡Mierda!"
Le costó a Peter saber qué pasó. Sólo supo que un momento estaba corriendo, y en el siguiente besó el concreto con su cara, de la manera más dolorosa posible. Sus botas habían perdido dominio por una fuerza foránea.
"¿Qué diablos…?"
"Bien dicen." La voz del Almirante surgió de las nubes de polvo. "Que si quieres algo bien hecho, tienes que hacerlo tú mismo."
De golpe, el cuerpo de Peter fue arrastrado en contra de su voluntad por el piso. Fue entonces, que registró los primeros rastros de dolor alrededor de sus tobillos. Peter quiso frenar con las ruinas de las mesas y sillas, pero los jalones se intensificaron.
Así como el dolor.
"¡MALDICIÓN!" Peter comenzó a patear sus piernas, encontrándolo imposible. Lo que lo estuviera sujetando, siseó como una víbora alrededor de sus botas. "¡Déjame ir, maldito hijo de puta berenjena!"
Genial. Había perdido sus blásters en la caída.
"¿Cuál es la prisa? Apenas llegaste." Finalmente, una bota de cuero frenó su cuerpo, plantándose en su rodilla derecha. De inmediato, dos mercenarios sujetaron a Quill contra el piso. "Revisen por más armas. Estos Guardianes son creativos."
Quill escupió en la máscara de uno de mercenarios. "Bésame el trasero."
"Siempre rebozando de clase." Al dar otro jalón de los tobillos de Quill, atrajo la atención al látigo en su poder. Quill sintió terror al percatarse que aquellos zumbidos se debieron a los pulsos eléctricos de dicho látigo. "Anda, haz otro movimiento imprevisto y veamos qué tanto podría soportar tu cuerpo la descarga de 1000 valties."
Su cerebro quedaría frito. "De acuerdo." Quill cesó de retorcerse. "¿Qué diablos quieres?"
En cuanto el látigo fue apagado, el cordón de material azul neón se enrolló automáticamente alrededor del brazo izquierdo del Almirante.
"Conversemos." A sus orangutanes restantes, Lessath les apuntó hacia el área de los jardines. "Revisen todo el piso, me parece que tenemos algunos fugitivos en nuestras manos. No se vayan de aquí hasta que peinen toda el área. El Capitán estaba comunicándose con alguien."
Quill fue levantado por los brutos que le habían echado encima. Esperaba que Mantis obedeciera su orden. Fue empujado hacia el elevador junto a Malam Balam Lik, la única sobreviviente. El Almirante se introdujo al último, acomodándose de espaldas frente a la puerta del elevador.
"Quizás mi método de persuasión fue el equivocado en nuestra última conversación, Peter. Aunque no lo crees así, no deseo complicar tu existencia, solo deseo completar una transacción de manera satisfactoria."
Momentos de silencio y confusión se prolongaron por un momento.
Quill parpadeó.
Frunció su ceño.
Un mohín de incredulidad torció sus facciones.
"Espera un maldito momento." Quill sacudió su cabeza. "¿Todavía buscas que te ceda Knowhere?"
"Esa ciudad es codiciada por un poderoso cliente, Peter Quill. Para mí no es más que un cementerio, pero para otros, todo indica que es una mina de rastros de material genético digna de aprovechar todavía."
"¿Planeaste todo esto, para seguir insistiendo? ¿Por una cabeza hueca flotando en el espacio? ¡No lo puedo creer!"
"Coordiné mis objetivos para que todos los frutos fueron míos en un solo día. Tengo una agenda apretada."
"Bueno, lo siento, amigo. Pero, mi respuesta es la misma que te día la última vez: Knowhere no está en venta. Ni para ti, ni para algún magnate fetichista."
Lessath respiró hondo, sus hombros se hincharon en el proceso. Luego, exhaló. "¿Escuchó eso, Su Señoría? ¿Crees que piense lo mismo, si la vida de tu gente estuviera en la balanza?"
Peter sintió un frío invadirlo. "¿Qué demonios—?"
"¿Qué no se dedican a esto, los Guardianes? ¿Salvar a los inocentes? ¿Ofrecer ayuda? Bueno…" Un hombre se levantó. "¿Qué pasaría si ofreciera la posibilidad de dejar libres a las mujeres, a los niños, bla-bla-bla, que ahora son nuestros prisioneros, a cambio de tu linda holo-firma en mi contrato?"
-Pedazo de mierda. La cabeza de Quill giró con las implicaciones. "Mientes. Nos quieres engañar."
"Al contrario." El perfil púrpura del Almirante se volteó hacia Peter. "Tomo mi trabajo muy seriamente. Bajo los incentivos correctos, podría negociar su liberación con el General a cargo de esta Rebelión. Me deben. Bastante. Todo su armamento, para comenzar."
Las puertas del elevador se deslizaron. Fueron entonces expulsados a otro tipo de infierno.
"Llévenlos a las celdas de la Cumbre. El Capitán debe pensar detenidamente en su decisión." El Almirante permaneció en el elevador, mientras Quill y Balam Lik fueron obligados a caminar hacia el hangar. Una nave esclavista estaba siendo cargada por prisioneros—gente inofensiva—que Quill había visto felices y radiantes al recibirlos esta mañana en Lagunis-X. Algunos estaban lastimados, sangrando. Niños estaban llorando, asustados. Cuando divisaron a su Líder bajo las mismas esposas de plasma alrededor de sus manos que ellos, sus últimas esperanzas parecieron doblegarse a la nueva realidad.
Tanto Quill como Balam fueron apresurados hacia la nave, siendo los objetivos de todas miradas de las largas filas de los demás prisioneros. Quill prestó suma atención del recorrido, memorizando el ID del nivel que uno de los mercenarios seleccionó en el elevador interno, así como todo lo que se le atravesó en su línea de visión.
Había pasado algún tiempo desde que Quill había estado en una celda durante sus aventuras con su equipo. Resultaron ser de un tamaño limitado, apenas con espacio para sentarse, mientras barras de láser amenazaban con cortarlos en pedacitos si pensaban en escapar.
Quill fue arrojado al suelo, sin mucha delicadeza. Aguantó su gemido de dolor al no poder sostenerse correctamente por el malestar de sus tobillos. Al examinar sus botas, parte del material se había derretido por las descargas eléctricas del látigo.
Balam fue puesta en la celda opuesta, frente a él.
Peter se empujó contra la única pared disponible, esperando a ser dejados solos.
"¿Nebs?" Susurró, encendiendo su comm.
Estática.
"¿Mantis?" Tragó saliva. "¿Hay alguien ahí?"
Estática.
-Deben estar bloqueando la señal. Quill tomó su rostro en sus manos por un momento. Trató de disimular la existencia de su comm, en caso de que hubiera cámaras alrededor.
"¿Su Señoría, está lastimada?"
Una respuesta no vino rápidamente.
"Cualquier malestar que pudiera estar sufriendo no se compara a lo que está ultrajando a mi gente."
"La ayuda viene en camino. Mi equipo está allá afuera. Por favor, no pierda la esperanza. Tenemos que darles tiempo de crear un buen plan de contraataque." Quill analizó el diseño de las celdas. Sutilmente, buscó por algún panel de control en su cercanía. "¿Por qué no me cuenta sobre estos imbéciles encapuchados? ¿Los conoce?"
Por un largo lapso, Quill creyó que el trauma había dejado a la mujer catatónica, al no recibir respuesta.
"¿Su Señoría?" Quill se arrastró en sus rodillas hacia la dirección de la líder. "Sé que es difícil asimilar lo que está sucediendo, pero todavía no perdemos. Entre más información me otorgue, más material tengo a mi favor para lidiar con el Almirante. Mi equipo necesitará todas las armas posibles contra ellos. Información es la más valiosa."
Hubo movimiento en la otra celda. Siseos gatunos, que traicionaron los llantos que la mujer había intentado suprimir.
"Estaban… estaban asesinando este mundo."
Quill puso su comm en modo de grabar. Aunque la señal estuviera bloqueada, en cuanto sistema de comunicaciones volvieran a funcionar, sus mensajes rebotarían al Bowie. "¿Quiénes?"
"Los Ghu'lin." Vino de la otra celda. "Son los responsables de este ataque. Quieren retomar el control de Lagunis-X."
Quill frunció su ceño. "Ellos eran los habitantes natales de este planeta, ¿no es así?"
"¡Estaban asesinando este mundo!" Emoción brotó de la mujer de forma atípica. "¿Cómo cree que llegamos a este punto? Lagunis-X solía ser un planeta selvático. ¡Un hermoso ecosistema, lleno de vida! Los Ghu'lin no supieron valorarlo. Usaron tecnología nuclear en nombre de su avaricia, y mire ahora las consecuencias de la contaminación masiva de radiación que nos rodea. Destruyeron todo… Debíamos actuar, antes de que fuera tarde. Éramos los últimos de nuestra raza en este mundo dispuestos a darles cara."
"Ya veo." Quill comprendió entonces las verdaderas razones de la invasión. Los reportes no habían entrado en ese tipo de detalles. "De acuerdo. Así que quieren gobernar de nuevo. Pero, ¿tiene alguna idea de cómo pudieron sobrevivir todo estos años? ¿De dónde rayos provinieron?"
"Estuvimos conscientes de que había sobrevivientes después de la guerra. Escaparon bajo tierra. Pero hasta yo admito… que nos confiamos demasiado en que perecerían con la radiación. Debieron tener algún tipo de estructura subterránea en la que alojarse todo este tiempo. Lo siento, Capitán, no tengo todas las respuestas que requiere."
"No se preocupe." De esa forma habían infiltrado el asentamiento. Desde abajo. "El Almirante los considera sus clientes, así que por lo menos podemos inferir que encontraron la forma de estarse comunicando con él para negociar armamento. Es lo que los R'Kuk hacen. Manufacturan naves, pero tienen otros sectores especializados donde se ofrecen de benefactores a civilizaciones con conflictos políticos para ayudarlas a llegar al poder. Es así como endeudan a los pescados más grandes por casi vidas enteras. Debieron haber tenido relaciones previas con los Ghu'lin. Los purificadores de este planeta fueron manufacturados por ellos. ¿Lo sabían?"
"No." Balam Lik se escuchó traicionada. "Por Azul. Fuimos engañados. Recibimos alta recomendaciones del Almirante para contratar sus servicios, pero no teníamos idea de que los R'Kuk estuvieran involucrados… Shaté." Con lo que pareció ser una maldición, la mujer pareció regresar a la vida. "El Purificador. Ellos fueron. Debieron desactivarlo a propósito."
"Sí, es la misma conclusión a la que estoy llegando." Peter suspiró. "Rocket fue quien reconoció su diseño. Aun cuando no habíamos terminado en buenos términos con el Almirante, decidimos arriesgarnos."
En retrospectiva, fue obvio. El Almirante no había mentido, en un solo día obtendría Knowhere, y la victoria de una guerra civil, para llenarse los bolsillos si todo le salía bien.
"Capitán." Balam fue solemne al asomarse por las barras de plasma. "Me disculpo por arrastrarlos a este conflicto. Debe creerme, no teníamos idea de esta coalición."
"Oiga, estamos juntos en esto, ¿de acuerdo? Ese Almirante esté rogando porque le pateen el trasero. Quiere robarnos nuestros hogares." Y, a decir verdad, el mismo Peter admitía que había subestimado el alcance de Lessath. Este cliente suyo obsesionado con Knowhere, en verdad debía ser un pescado gigantesco para no querer dejarlo ir. "Enfoquémonos en sobrevivir."
Las puertas del nivel se abrieron. Quill de inmediato cortó la grabación de su comm.
Dos de los orangutanes se dirigieron hacia ellos. Por un momento, examinaron a Balam Lik.
Luego, se dirigieron a la celda de Peter.
"¿A qué debo el placer?" Peter les guiñó el ojo.
Los Ghu'lin no eran conocidos por ser conversadores. Uno mantuvo guardia con su bláster apuntándole, mientras el otro levantó a Quill a fuerzas del piso. Fuera de la celda, las muñecas de Peter fueron restringidas detrás de su espalda con esposas de plasma. Sus tobillos no se habían recobrado aún. Se quejaron al tener que apoyar su peso en sus pies. Si este era el daño con sus botas puestas, Peter temió averiguar cómo se sentiría tener ese maldito látigo en la piel desnuda.
En lugar de regresarlo al Asentamiento, los orangutanes lo dirigieron otro subnivel de la nave. Cuando se abrieron las puertas, Peter visualizó la cabina de comando. Fue empujado hacia el centro, donde el Almirante conversaba con otro sujeto encapuchado y vistiendo misteriosos googles.
"Oh, aquí estás." Lessath le sonrió, al voltear en la dirección de Quill. "¿Has pensado en mi propuesta, Peter?" Apuntó hacia el sujeto. "Como muestra de fe, el General está aquí para validar el proceso. El momento en que firmes el contrato, el General dará la orden de liberar a los esclavos."
Quill miró de Lessath al General. "Deben pensar que nací ayer."
"Al contrario, Peter." El Almirante caminó hacia él. "Sé, por cuenta propia, justo lo inteligente que eres. Eres un líder, además. Y sé que te importa lo que suceda a tu gente. Es noble. Si no comprometiera mi línea de trabajo en estos momentos, lo admiraría."
"Mi respuesta es no." Quill estiró su rostro desde su posición. "Knowhere no está a la venta."
"Peter." Cuando Lessath quiso tocarle, Quill huyó de su mano. Lessath permaneció con la mano extendida en el espacio por un momento, contemplativo. Casi, conflictuado.
"Heto nassa." Provino del General en un gruñido.
El Almirante no respondió. Tronó sus dedos y uno de sus soldados le trajo una tableta holográfica. "Este es el contrato. Te recomiendo que lo aceptes con tus firmas biométricas."
Peter rodó sus ojos. "¿Para qué molestarme?" Luego, achicó su mirada. "¿Por qué tú te estás molestando con tanta burocracia? ¿Por qué no tomas Knowhere tú mismo? No que vayas a tener mucho éxito—pero, a estas alturas, me imaginaría que te sería más fácil."
"Los R'Kuk no somos salvajes. Somos negociantes. Y cada negocio requiere un contrato legal para cualquier transacción. Además, mi cliente no desea la atención. Valora la discreción, ante todo."
"Bueno, dile de mi parte que puede chupármela, porque yo…" Peter gesticuló hacia la tableta con su cabeza. "No firmaré."
El Almirante suspiró. Sin despegar su mirada de Quill, comandó algo en lengua foránea los guardias.
Eventualmente, otra compuerta se abrió. Cuando Quill giró su rostro hacia aquella dirección, su estómago conoció un vacío.
"No."
"Su nobleza, su capacidad empatía, pueden también convertirse en la peor arma para usar en su contra, Capitán."
A lado de Quill, una pareja de ancianos de YaXkin fueron postrados de rodillas.
Quill comenzó a luchar contra sus captores de inmediato. "¡No! ¡No los lastimen! ¡Esto es entre tú y yo, maldito cobarde!"
"Esta decisión fue suya."
Fue el General quien se posó detrás de los ancianos, temblando de terror. Sacó su bláster de su estuche para apuntarles. El corazón de Quill casi se salió de su pecho del coraje. Gritando objeciones; cabeceó a su captor para intentar liberarse.
No tuvo oportunidad de más.
Cuando el látigo del Almirante se enrolló alrededor de su cuello, apretando y apretando, Quill perdió más que su aliento.
"Fírmalo." La tableta fue plantada en su rostro. Aunque Quill luchó por respirar, sacudió su cabeza en negativa.
El Almirante apretó sus labios juntos. "Aressa."
"¡N-N-O!"
El sonido duplicado de disparos fue un sonido que Quill nunca olvidaría.
Posteriormente a los sonidos de los cuerpos anónimos cayendo al piso, un silencio se alargó por la cabina. El látigo alrededor de su cuello se aflojó, pero todo valió lo mismo para Peter, quien solo podía distinguir el sonido de sangre bombeando por sus tímpanos.
("¡Házlo!" Thanos volvió a empujar a Gamora hacia su bláster.)
"Tsk, tsk. Eres débil." Lessath levantó su mentón.
Un gruñido nació de la garganta de Quill. Desnudó sus dientes. "Hijo de puta, cuando te ponga las manos encima—"
"Espero que ésta haya sido una lección para ustedes también." El hombre dobló su rostro hacia la pantalla principal de la cabina. "¿Están listos para empezar con las renegociaciones?"
La pantalla, anteriormente mostrando proyecciones de coordenadas, fue opacada entonces por una transmisión de video.
Un gemido conmocionado escapó de Quill, sentimientos contrarios luchando por dominio en su interior.
Rocket fue una tormenta en alta definición para los espectadores. Sus colmillos frontales estaban desnudos en un respingo permanente. Peter estuvo seguro de que estaba imaginando las cien maneras de encajarlos en el Almirante hasta desmembrarlo. Estaba vestido en el uniforme azul y rojo de los Guardianes, de vuelta en el Bowie, sentado en el asiento del Capitán.
D'ast. Verlo a salvo, verlo—
—"En verdad no debiste hacer eso."
"Acepten mis términos y eras serán las últimas consecuencias unilaterales."
"Rocket, no lo ha—" Un codazo contra su rostro fue lo siguiente que percibió. Por un momento, su mirada se blanqueó por el impacto. Dolor creció por su nariz, ardiente. "¡Demonios!"
"Oh, bueno." La voz del Almirante flotó por sus sentidos. "Eso no se pudo evitar tampoco."
"Escúchame muy bien, Almirante Imbécil. He leído tu estúpido contrato. Sé exactamente quién es tu cliente y aquí está mi respuesta: puede metérselo en el culo. Dudo que sea una tarea difícil comunicárselo, considerando que tan en el fondo ya te encuentras tú allí. Debes sentirte justo en casa. Apuesto que cuando estornudas, sale de su maldita boca."
Aun atolondrado con el dolor, Peter se ancló al sarcasmo rebosando de Rocket. El sabor de sangre se mezcló con su saliva.
"No seas tonto, rata." Lessath se posó de vuelta a lado de Peter. "Mi especialidad es explotar debilidades. No te agradará cuando llegué a la tuya." Una mano enguantada volvió a coger a Peter del mentón. "¿En verdad quieres ver esta preciosa cara más dañada de lo que ya está?"
Un potente gruñido vibró por el sistema de audio. "Quita tus asquerosas manos de él."
-No, Rocket. No muestres cómo te afecta. Quill tragó saliva, manteniendo su expresión neutra. Sangre estaba cayendo libremente por sus fosas nasales.
"Hice mi investigación a fondo, verán. Conozco por un hecho que en el caso que el Capitán esté incapacitado para hacer decisiones sobre Knowhere, ese poder se deslinda a su Segundo-En-Comando. Así que…" Lessath se tornó a la pantalla. "…aquí estamos. Es una encrucijada que podría darle fin a esta locura."
Rocket resopló exageradamente. "Debes masturbarte con el sonido de tu propia voz, con lo que mucho que te gusta escucharte a ti mismo."
"Firma ese contrato. No lo volveré a pedir."
Tras escupir saliva carmín al suelo, Peter conectó su mirada con la de Rocket. Supo leer la preocupación muy debajo de la careta de insultos. Minúsculamente, el ceño de su novio se frunció, creando una pregunta.
-"¿No puedo volarlos a todos y ya?"
Peter la respondió con una mínima inclinación de su cabeza. -"No esta vez." Levantó su ceja derecha en énfasis. -"Improvisa."
Endureciendo su porte, Rocket se acercó aún más a la pantalla. "Prefería desmantelar Knowhere yo mismo que vendérselo a escorias como ustedes."
El Almirante frotó su rostro con su mano enguantada en decepción. Por un momento, no emitió otro tipo de movimiento.
Quill movió sus muñecas de forma experimental. El plasma no cedió.
"Ni hablar."
Quill se congeló.
Lessath gesticuló hacía otro par de guardias. "Valera ne."
"Esperen, esperen," Peter no supo qué exactamente trató de frenar. ¿Más víctimas inocentes estaba a punto de aparecer por otra maldita puerta corrediza? No comprendió lo que estaba sucediendo aun cuando sintió manos ajenas jalonear del cuero de su uniforme. "¡Oye, oye! ¡No diré que no esté halagado, pero ya estoy saliendo con alguien! ¡Somos algo exclusivos!" La pechera fue abierta forzosamente. Su cinturón por igual, después siendo arrojado al suelo. A sus espaldas, una navaja estaba cortando el cuero azul a la altura de sus hombros. "¡Deténganse! ¡Ya no es gracioso, grandotes! ¡No me toquen a menos que quieran perder esas manos!" Forcejear fue su única arma. Levantó sus rodillas para encajarlas en ingles ajenas. Dejó caer su cabeza hacia atrás para noquear al mercenario sujetándolo. No funcionó como lo esperado. Eran demasiados, y eran fuertes.
Su pecho y su espalda quedaron al descubierto.
Con la unión de seis mercenarios, Peter cayó como naipe al piso, de nuevo arrodillado. Excepto, que esta ocasión, su cabeza fue halada a una posición más vulnerable—para expandir su espalda. Peter comenzó a ser atacado por un horrendo presentimiento.
"Si recuerdas la parte donde mencioné las debilidades, ¿cierto?" En un algún punto sobre el cuerpo de Quill, la voz del Almirante fue una provocación sospechosa. "Uno."
"Si lo tocas, D'asting hijo de—"
El primer crujir sobre su espalda lo dejó mudo.
"¡QUILL!"
"Dos."
El crujir se repitió. El jalón ante su piel fue helado, como una daga de hielo cortando hasta el fondo.
Siseos de víboras. Deslizándose por su espalda, dejando veneno ardiente a su paso.
"Tres."
Clamoreos acompañaron el tercer impacto. Le aterrorizaron, puesto que la agonía de tales alaridos podría hacer montañas temblar—entonces, Peter cayó en cuenta que los sonidos provenían de su propia garganta.
"Tres cortes por las tres horas que me han hecho perder mi tiempo con sus juegos, rata. Más seguirán. Cuatro en la siguiente hora, cinco en la próximo, y así sucesivamente. Por cada hora en que sigas rehusándote en darme lo que deseo, tu querido Capitán pagará el precio. Dependerá de ustedes, si llegamos al hueso."
"¡Pedazo de flarking mierda!"
"Rock…" –Estoy bien, quiso completarse, sin éxito. Saliva corrió libre por su boca entumecida. Saliva, sangre. D'ast. El dolor fue paralizante. Su mirada no podía enfocarse.
"Platícalo con tus pequeños amigos, ¿mm? Nos comunicamos en una hora, y no te apures, nosotros te contactaremos."
"—Juro que por cada cabello que hayas tocado en su cabeza, por cada herida, enorme o diminuta, no se comparará con lo que haré contigo."
"Promesas, promesas."
Peter asumió que eso marcó el final de la transmisión.
"¿Encontraron la nave?"
"No, Almirante. El N-F estaba usando una ubicación falsa para la transmisión, nuestros hombres no encontraron rastros de la nave al llegar."
"Revisen bien, deben estar utilizando el escudo de invisibilidad, pero no son inmunes a otros tipos de rastreo."
"Sí, señor. Nuestros hombres están escaneando por señales térmicas por igual."
Botas hicieron eco por el metal cerca del oído izquierdo de Quill. "Regrésenlo a su celda. Inyéctenle antibióticos para evitar infección. Quiero que dure lo que tenga que durar. Algo me dice que su Segundo-En-Comando necesitará mucho convencimiento. No lo alimenten, ni lo hidraten, eso sí. Ah… Y en su camino de regreso, traigan a Balam Lik con ustedes, el General quiere tener una conversación con ella."
Sentir movimiento fue lo peor.
Quill no quiso darle la satisfacción al Almirante de mostrar su malestar. Sin embargo, hubo reacciones involuntarias que estuvieron fuera de su control, al ser levantado del piso. Su cuerpo instintivamente buscó alejarse de cualquier tipo de contacto, y cuando hubo roce entre las ropas de los mercenarios y las heridas abiertas, Peter batió su cuerpo en movimientos bruscos. Detrás de sus labios sellados, sonidos todavía se produjeron.
Lo último que divisó al ser guiado a los elevadores, fue a Lassath limpiando su látigo con un pañuelo.
"¿Capitán?"
Balam lució preocupada desde el momento que se percató de su regreso. Peter fue liberado de sus esposas y arrojado a la celda sin un segundo vistazo, enfocados en sacar a la Ex-Líder de su propia celda.
"E-Estoy bien." Quill masculló, sosteniéndose con sus manos y rodillas. Culpa se aunó junto al dolor físico, al recordar a la pareja de ancianos que inadvertidamente Quill había sacrificado sobre su propia gente. Fue otra razón más para ocultar su rostro de la mujer.
Percibiendo la sangre reacumulándose alrededor de sus heridas, Peter no se mantuvo suficientemente consciente para averiguar más.
[+][+][+]
Debió haber transcurrido una hora, porque Peter volvió en sí con los arrastres fuera de su celda.
Esta vez, fue Nebula quien se enfrentó al Almirante en la transmisión.
"Peter." Hubo sin números de significados en una sola mención. Nebula tenía esa habilidad. Peter, ¿estás bien? Peter, aguanta. Peter, Rocket está a punto de hacer algo increíblemente estúpido. Peter, estoy aquí.
Quill acumuló todas sus energías para sonreírle con su usual carisma. "La silla del Capitán te sienta, Nebs."
Nebula levantó su mentón, suavidad casi imperceptible para alguien que no la conociera como Peter, se asentó en su rostro. "Estarás de regreso en ella pronto. Sólo la estamos calentando."
"Asumo que eso significa que mi contrato está siendo transferido a mi nave conforme estamos teniendo esta adorable reunión, entonces."
Los ojos negros de Nebula se fijaron en el Almirante. "Creo que la respuesta asignada por mi equipo para casos de extorsión como estos es: puedes chupármela."
A pesar de tener un tabique muy probablemente desviado, Quill resopló por su nariz. Dios. Se sintió tan orgulloso. Nebula había cambiado tanto desde que se habían conocido. Ahora, Quill solo quería abrazarla por ser tan épicamente fabulosa.
"Debo admitir que no eres mi tipo, querida." Lessath se dirigió a Peter. Desde el instante que el nano-látigo empezó a desenrollarse de su brazo, Peter supo lo que se aproximaba.
"Peter." La voz de Nebula fue templada. A pesar de ya no poder verla, de vuelta agazapado en el piso, Peter se enfocó en su tenor.
"Uno."
El primer latigazo lo derrumbó al piso. Nadie lo sujetó.
"Peter, sé que no es fácil, pero no te enfoques en el dolor."
"Dos."
El segundo latigazo vino rápido, sin darle descanso.
"¿Recuerdas cuando nos llevaste a Farbully? Fue después que descubriste que no celebraba mi cumpleaños, porque ni siquiera recuerdo la fecha de mi nacimiento. Fui reconstruida tantas ocasiones por mi padre, que esa cifra perdió sentido para mí."
Quill lo recordaba a la perfección. Ninguno de los nuevos integrantes de los Guardianes había conocido la playa. Quill había deseado que se divirtieran en un planeta lo más parecido a las playas de Terra y Thor había respaldado la idea. Al llegar, el Dios nórdico había insistido en enseñarles a Korg, Groot, Mantis y Drax a surfear. Por su parte, Rocket no se había acercado al agua ni de broma, así que Nebula y Peter le habían hecho compañía en las sillas de playa, jugando póker y escuchando música del Zune.
"Sé que fue un gesto que también compartiste con Gamora, pero aun así… Nunca se los he dicho, pero esa fue la primera vez que me sentí… como parte de una familia."
"Tres."
"Ugggh, m-mierda." Sentir latigazos sobre las viejas heridas fue como verter ácido en su espalda. Peter sollozó contra el metal del piso.
Trató de obedecer a Nebula. Nadie mejor que ella debía conocer la posición en la que se encontraba. Si Nebula le estaba dando un escape mental, Peter debía tomarlo. Intentó encaminarse de regreso a las olas rosa-fucsia de Farbully, viendo a Drax y a Mantis caerse de sus tablas de surfeo de las maneras más ridículas.
"Cuatro."
Un gemido de sobresalto salió de Peter, meros segundos del último arremate, al sentir sus cabellos siendo jalado en dirección opuesta.
"No piense ni por un minuto que puede huir de este momento, Capitán." Escuchó al borde su oreja. "Regrésenlo a su celda."
La transmisión había terminado.
[+][+][+]
Balam Lik estaba siendo sometida a otro tipo de torturas. La próxima vez que ambos estuvieron de vuelta en sus celdas al mismo tiempo, Quill distinguió un ojo morado y una pierna doblada en un ángulo incorrecto.
"¿Qué quieren de usted?" Porque la verdad, Quill estaba sorprendido de que siguiera con vida, en primer lugar.
"No han podido atravesar el escudo protector de los últimos dos niveles de la torre. Mi gente ha activado los protocolos de seguridad de manera oportuna." Balam estaba acicalando su rostro de forma no tan disimilar a Rocket. "Quieren la clave de desactivación. Saben que sólo yo la tengo memorizada."
"¿Por qué no usan explosivos para tumbar el escudo?"
"Los controles de la red de los Purificadores se encuentran en esos niveles. Si los dañan…"
Todos perecerían. El planeta completo sería envenenado por la radiación.
"Debemos ser fuertes, Capitán." Un ojo violeta se conectó a su mirada, a pesar de la distancia. "Debemos ser Uksi."
"Me preocupa mi amiga." Acurrucado con su costado contra la única pared metálica en la que podía sostenerse, Quill apretó sus manos alrededor de sus rodillas. "¿Cree que se encuentre con su gente?" La única esperanza era que el Almirante no la había encontrada todavía, sino ya estaría usándola en contra de Quill.
"Muy probablemente."
Quill suspiró. "He pasado por cosas tan jodidas en mi vida, que algo como esto no debería afectarme."
"No estás muerto, Capitán. Únicamente los cadáveres son inmunes a la tortura."
Quill dejó sus párpados caer. Culpó al cansancio. "Lo siento. El General asesinó dos personas de su pueblo para enseñarme una lección. Lo siento mucho…" Perder a Yondu. Dispararle a Gamora. No matar a Thanos cuando tuvieron la oportunidad de quitarle el guante. Romper con Rocket. Esta estúpida misión. "Parece que sigo haciendo las decisiones equivocadas… cuando lo que busco es evitarles sufrimiento a otros…"
Balam Lik guardó silencio, después de suspirar. Quill agachó su rostro en apocamiento, esperando por discriminaciones.
"Mi gente… sería usada contra nosotros, de una manera u otra, Capitán."
Era un pobre consuelo. Quill no sintió que mereciera la pronta expiación. "¿Haría lo mismo que yo, si nuestros roles estuvieran invertidos?"
"¿No estamos acaso, ya en el mismo rol al mismo tiempo?"
"De regreso a los acertijos, ¿eh? No lo tomaría personal si escogiera vendernos al mejor postor." Sus tripas gruñeron. D'ast. Tenía hambre. Mataría por una hamburguesa.
"En momentos oscuros como estos, debemos recordar a las estrellas que nos guían hacia adelante, no hacia atrás, a lo que ya está hecho."
"Me gustan las estrellas." Quill sonrió, recordando su primera lección de piloteo con el malhumorado de Yondu. Las estrellas nunca habían estado tan cerca de su alcance, como en ese momento. "Pero, conociéndola, no está refiriéndose a ellas de forma literal."
"Mm-mm. En nuestra cultura, las estrellas pueden simbolizar lo que deseamos experimentar en el futuro, por ejemplo. Sueños que cumplir… ¿Cree en algo, Capitán? ¿Su gente tiene deidades como nosotros?"
Oh. Quill aclaró su garganta. "Las tienen." Su madre no había sido religiosa, aunque sí había creído en un loco ego-maniaco nacido de las estrellas. No un buen ejemplo a seguir. "Yo no soy partidario de ninguna; dejé mi planeta demasiado joven para encariñarme con alguna de sus creencias." Relamió sus labios secos. "Pero, yo… creo en mi equipo."
"Hum." Balam Lik se oyó satisfecha. "Ahí lo tiene."
[+][+][+]
Su próxima visita a la sala de comando, introdujo a Peter en el medio de una confrontación entre el Almirante y el General. Discutían en la lengua de los Ghu'lin, pero, por los planos holográficos en la mesa de estrategias, Peter sospechó que el tema a tratar era el bloqueo de los últimos niveles de la torre.
En un punto, el General se alejó del Almirante con un respingo. Al notar la presencia de Quill, Lessath dejó la riña y se les acercó.
"Me temo que no tendremos espectadores esta ocasión. Parecer ser que los Guardianes de la Galaxia han abandonado esta roca desértica y a su Capitán, puesto que fue imposible abrir una transmisión local con ellos." El Almirante actuó como si lo dicho fuera solo un pequeño imprevisto. "Oh, bueno. No es razón para no sostener mi parte del trato. De rodillas. Grabaremos esta pequeña sesión para ellos."
-No. No me dejarían. Quill odió el pánico que se abrió por su pecho, mientras fue empujado contra el suelo. Fue un terror que le alteró de forma irreal, pero al cual su cuerpo pareció engancharse y acarrearlo hacia un episodio de ahogo. -No me dejarían aquí.
"Uno."
SISS.
Quill gritó maldiciones. La desesperación en su pecho rompió su compostura. Esta vez, Peter no pudo contenerse.
SISS.
"Dos."
SISS.
"Tres."
Quill se retorció en el suelo, queriendo huir del fuego vivo ardiendo en su cuerpo. Sangre estaba cayendo por su piel libremente, dolía sentirla correr.
Su espalda debía ser un desastre a estas alturas. A Rocket no le gustaría. Solía acurrucársele, lamer y besar toda aquella explanada de piel con apecho cuando hacían el amor. Ya no podría dormir encima suyo. Lo encontraría repugnante a partir de ahora.
"Cuatro."
-"Debemos ser fuertes, Capitán." La voz de Balam Lik atravesó el pánico, de alguna forma. -"Debemos ser Uksi."
-Estoy cansado de ser fuerte. Lo intentó, sin embargo. Quill pataleó contra sus captores cuando quisieron sujetarlo. Gruñó, sintiéndose asfixiar. Aun así, peleó. Sumó el resto de sus fuerzas para oponerse a la tortura.
"¡Sosténgalo! ¿Qué esperan?"
Esta ocasión, el Almirante no anunció el quinto latigazo. Cayó sobre Peter sin elegancia; un último recurso para doblegarlo.
SISS.
El arremate aterrizó en su costado y la descarga eléctrica fue nueva. El dolor se esparció por su cuerpo entero. Empeoró el nudo apretándose alrededor de su garganta. Quill perdió contacto con la realidad. La oscuridad lo tomó, y lo consideró una piedad.
[+][+][+]
Balam Lik no había vuelto.
Cuando Quill regresó en sí en la celda, estuvo solo.
Enseguida, se preocupó.
Moverse de su usual punto fue impensable, sin embargo. Peter estaba en demasiado dolor.
No soportó el silencio. Extrañó su Zune, más que nunca.
"And there's a girl in this harbor town… And she works layin' whiskey down." Cantó para sí. "They say, 'Brandy, fetch another round.' She serves them whiskey and wine…"
No había vuelto a reproducir la canción desde la destrucción de Ego. Había sido la favorita de su madre. Quill quiso recordarla a ella en estos momentos, no a su padre. No permitiría que aquel monstruo contaminara los pocos recuerdos que le quedaban de Meredith Quill.
"The sailors say, 'Brandy, you're a fine girl'… 'What a good wife you would be'… 'Yeah, your eyes could steal a sailor from the sea'." Rocket ciertamente tenía ojos cautivantes. Peter debería decírselo más seguido. Rocket le hurtaba la atención, en cuanto sus miraban se cruzaban, sin importar donde se encontraran, o qué demonios estuvieran haciendo. Eran hipnóticos. Eran las únicas ventanas que Quill tenía para tener vistazos de lo que se ocultaba en el interior de su novio. "'But my life, my lover, my lady… is the sea'… It is, yes it is."
Abrazándose a sí mismo con mesura, Quill trató de pasar saliva. Su garganta estuvo seca, así que dolió. Los guardias habían cumplido con la amenaza de no darle nada de tomar. Su cabeza dolía como si estuviera oprimiéndola un yunque.
Quill cerró sus ojos, estrofas todavía siendo murmuradas de sus labios agrietados.
[+][+][+]
Gamora aceptó la pirueta entre sus brazos, terminando frente a Peter. Ambos se contemplaron por un instante. Lució tan hermosa como la última vez que habían bailado en el balcón. Delicadamente, Gamora extendió una mano, acariciando la mejilla de Peter mientras cantó:
"He came on a summer's day. Bringin' gifts from far away."
Trayendo regalos desde muy lejos. Peter frunció su ceño. Recordó la interpretación de Ego de aquella prosa—"Como el niño que puse en tu madre."
Gamora le sonrió con melancolía. Siempre había sonreído de esta forma cuando habían estado a solas. Como si hubiera sabido que lo suyo no duraría por siempre. "But he made it clear he couldn't stay. No harbor was his home."
"Lo sé." Eso lo rompió. Quill se abalanzó sobre Gamora, estrechándola con todas sus fuerzas. "Sé que no puedes quedarte… Está bien. Lo sé, Gams."
"Bah. Siempre fuiste demasiado corazón, muchacho." Yondu despeinó los cabellos de su cabeza al romper el abrazo. El hombre lo examinó de cabeza a pies, riendo al verlo en su uniforme de Capitán. "Por lo menos ahora, tienes compañía." Yondu picoteó el área de su estómago bajo. Luego, liberó un silbido. "Como palo, tal astilla."
"Ow." Peter sobó su estómago con una mueca. "¡Oye! ¿Es esa la forma de decir hola, anciano?"
Al levantar su mirada de nuevo, se encontró a solas.
En un campo abierto, Quill comenzó a caminar. Reconoció el sonido de olas a la distancia. Dios. Estaba tan sediento, que no pensó dos veces en seguir el llamado. Poco importaría que se tratara de agua salada.
Encontró una cabaña. Peter siguió el sendero hacia el porche. Subió las escaleras, por lo que sintió, una eternidad.
De repente, fue de noche. Una noche llena de estrellas. Peter las admiró por un momento, extrañando volar. Cuando se reincorporó, estaba parado sobre pasto verde. Lentamente, giró hacia sus espaldas.
Reconoció el patio. Era el de su casa, de vuelta en Terra. El patio donde su madre y Peter habían escuchado música juntos, al mismo tiempo que admiraban las constelaciones. Lo diferente fue que este patio poseyó una larga piscina, algo que el abuelo de Peter hubiera considerado un lujo.
Peter parpadeó.
Había una niña sentada en el borde. La niña estaba a punto de meter su mano al agua.
"¡No hagas eso! ¡Te caerás!"
Fue difícil definir las facciones de la niña. Peter lo intentó, al atraer su atención, pero todo fue difuso. Todo lo que distinguió fueron penetrantes ojos caoba-rojizos.
"¿Qué hay que temer? Es sólo agua." La niña le comentó, mirando el contenido de la piscina.
Peter siguió su línea visión mientras caminó hacia el borde por igual. No era agua, pronto se percató. Sino luz pura, meneándose en olas suaves.
"Este es el pozo de los deseos, ¿no ves? Si quieres que tu deseo se haga realidad, debes zambullirte."
"¡No, no la toques!" Peter intentó alejar a la niña del borde. "¡Te lastimará! ¡Sé lo que es! ¡No es nada bueno!" La misma luz que había invadido a Peter a comando de su Ego. La misma luz que había colocado un tumor en el cerebro de su madre.
"No te apures. Dicen que duele menos que un piquete de medusa." Al volver a mirar a la niña, Peter se encontró cara a cara con Meredith Quill. "¿Estás asustado, mi pequeño Star-Lord?"
"¡Mamá, él te mintió! ¡Sólo te manipuló! No puedes confiar en él." Peter tomó a la mujer de los hombros.
"Oh, cariño. Por supuesto que me amó. De otra manera, no estarías aquí." Meredith rio libremente, con su cabello rubio intacto y su piel llena de color. "Es lo que te hace tan especial."
"No, escúchame, sé que es horrible creerlo, pero… él no te amó, Ego sólo quería…" Peter pausó, notando la seguridad en el rostro de su madre.
¿Podría ser…?
¿Hasta qué punto, Ego había sido capaz de sentir amor por alguien?
Su River-Lily, Ego había enunciado con cariño.
"Te dije que eras especial, Peter." Meredith tomó su rostro en sus manos. "Lo eres. Eres Star-Lord. No debes temer a lo que eres."
"Pero, yo… tengo miedo todo el tiempo." Quill cerró sus ojos, presionando su frente con la de Meredith. "Todo lo que toco, mamá… se convierte en mierda. Justo como lo hizo Ego."
"Entonces, detente. Eres capaz de crear cosas maravillosas, cariño. Pero, tienes que creer en ti primero." Meredith separó sus rostros para unir sus miradas. Le guiñó el ojo. "Temer es ser listo. Es saber que tenemos algo que perder." Meredith lo sacudió ligeramente. "Pero, para eso peleamos, Peter. Para no perder lo que tenemos."
"Tú perdiste." Peter expresó en un sollozo ahogado. "Te perdí."
"¿Lo hiciste, en verdad?" Después de limpiar las lágrimas del rostro de su hijo con sus pulgares, la mujer manipuló la cabeza de Peter para que le diera la cara a La Luz. "¿O siempre he estado aquí, viviendo como parte de ti?"
El inmenso pulso de energía viviente ya no estuvo cautivo en una piscina. Había una puerta blanca en el suelo, completamente abierta. Un resplandor plateado destelló de los bordes.
Al levantarse los dos del suelo, Meredith se tornó hacia su hijo. Ofreció su palma abierta. "Toma mi mano. Saltemos juntos, Peter."
-"¡Peter, toma mi mano!" Gamora flasheó en sus recuerdos. Peter la había tomado, en ese entonces. Había confiado en sus instintos.
"Te prometo que esta vez, no estará solo. No te perderás en el infinito."
Peter respiró hondo en preparación. Enlazó su mano a la de su madre, por fin. Después de treinta jodidos años.
Asintiendo, Peter apretó sus dedos alrededor de los de Meredith. Como deseó que fuera real. Que su madre en verdad fuera ella.
Ambos comenzar a correr.
Como lo había prometido, cuando cayeron al vacío, sus manos nunca se separaron.
[+][+][+]
Agua helada fue arrojada en su cara. Con una bocanada de aire, Peter brincó de su lugar, sobresaltado.
"Por fin." El Almirante estaba arrodillado frente a la celda. Tenía una botella vacía en su mano. "Estabas murmurando dormido."
Quill flexionó su mano, todavía con telarañas de su sueño alrededor de su mente. Había sentido a su mamá, la había visto. Había hablado con ella. Estaba seguro.
"¡Sáquenlo! ¡No tenemos tiempo que perder! El Capitán parece tener una fiebre, a pesar de nuestros mejores esfuerzos de lo contrario."
"No…" Ciertamente, Peter se sintió más débil que antes de su bizarra siesta. No tuvo fuerzas para oponerse a las guardias, incluso cuando todo movimiento produjo un calvario. "No, Balam… ¿Dónde está?" Masculló, al pasarle de lado a Lassath. "Hijo de puta. ¿Qué le hiciste?"
El Almirante lo ignoró.
Esta vez, no regresaron a la sala de comando. Al contario, lo extrajeron de la nave esclavista. Todavía era de día—¿o era otro día? Como fuera, Peter cerró sus ojos en primera instancia, al ser encandilado. Posteriormente, fue prácticamente arrastrado por los hangares. No era ningún experto en las ubicaciones del Asentamiento, así que no tuvo idea de a dónde lo llevaban.
El Almirante los siguió. A pesar de la fiebre, Peter notó que el imbécil no lució tan presumido como antes. Algo estaba sucediendo.
"Cielos… ¿Un día difícil en la oficina? Luces estresado, amigo."
"Nunca sabes cuando cerrar la boca, ¿cierto?"
Quill resopló. "Es un talento."
"Estás de muy bueno humor, para alguien tiene jirones de piel colgándole, Capitán."
"Oh, bueno." Peter le guiñó el ojo. "Tuve una grandiosa siesta."
Desembocaron en una plaza. Fue entonces que Quill pudo admirar en parte lo que estaba sucediendo. Dos naves de combate estaba atacando los más altos niveles de la torre. Pero, el escudo seguía activo. No estaban usando explosivos, lo cual dejó en claro que los G'ullin siguieron temiendo el perder control de los Purificadores.
-Medidas desesperadas. Quill pensó para sí. -Sus planes no están saliendo como querían.
"Encadénenlo al podio, junto a su querida amiga."
Peter fue llevado a un nivel superior en la plaza. En efecto, había múltiples podios. En uno de ellos, Balam Lik estaba aprisionada, boca abajo. Había recibido latigazos. Apenas estaba consciente, respirando agitada. Gemidos suaves salían de su boca.
"¿Su Señoría?" Peter fue arrojado en la misma posición, en el podio vecino. La mitad de su cuerpo quedó colgando, mientras sus muñecas fueron encadenadas a los costados. "Escúcheme… ¡Aguante, por favor!"
Frente a los podios, el Almirante se plantó con un comm en su mano.
"¡Esta es tu última advertencia, niñita! ¡Baja el escudo, o los prisioneros pronto se familiarizarán con el proceso de sacrificio a los Dioses, de la manera más tradicional posible!"
Hubo una pausa. Quill trató de husmear sus alrededores, a pesar de las cadenas de plasma extendiendo sus brazos. Temblaban por el esfuerzo de la posición.
"Quiero hablar con Peter."
La voz electrónica del comm fue firme. Mantis no se oyó intimidada. Quill se tragó el llanto de aliento que quiso explotar de su pecho.
El Almirante imbécil miró a Quill a la distancia. "Está algo ocupado de momento."
"¡Entonces, no tengo nada que decirte, Cara-De-Berenjena!"
El Almirante rodó sus ojos verdes. De mala gana caminó hacia Quill, extendiendo el comm.
"¿Peter?"
Quill necesitó reincorporarse por un minuto antes de responder. "Aquí estoy, 'Tis."
"Te dije que tenía un mal presentimiento."
Peter rio débilmente con el tono petulante. "Sip. Te haré caso la próxima vez."
"¿Peter, estás bien? ¿Qué te ha hecho?" De golpe, Mantis fue altamente emocional. "¡Debí esperarte!"
"No, no… Hiciste lo correcto—"
Lessath apartó el comm. "Ya lo oíste. Estará bien. Lo cual no podré asegurar dentro de poco si No. Apagan. Ese. Escudo."
"¡No lo escuches, Mantis!" Quill peleó contra sus ataduras, coraje renovado. Escuchar a Mantis encendió aquella chispa que había estado a punto de apagarse en su interior. "¡Están cagándose del miedo porque no tienen control de los Purificadores! ¡Ustedes tienes la completa ventaja!"
Sus cabellos fueron empuñados por el Almirante. "El tiempo se ha acabado." Lo soltó. Hizo una señal a los guardias en el lado opuestos. "¡Espero no estés muy encariñada con la cabeza de tu Capitán, por qué está a punto de perderla!"
"¡PETER!"
Quill no dejó de forcejear. De reojo, reconoció la enorme hacha doradas en las manos del G'ullin. "¡Mierda! ¡no! ¡Así no, por favor! ¡Hijo de puta, si haces esto mi equipo te hará pedazos! ¡Lo juro! ¡Te cazarán hasta el último maldito rincón de esta Galaxia y harás lámparas y toda clase de porquería extraña con tus órganos al estilo Norman Bates, maldito imbécil!"
"No deseaba llegar a esto." Lessath lució conflictuado por un breve momento. "Será rápido, al menos. No sentirás nada." Ojos verdes viajaron hacia el verdugo. Inclinó su mentón, dando permiso.
Una risa incrédula se escapó de Peter. Este era el momento. Increíble. Así, se iría. Como una res en la carnicería. Hubo un silbido delatador cuando el hacha se curvó a las alturas para tomar impulso. Peter cerró sus ojos en instinto.
"¡Almirante! ¡Tenemos múltiples naves de combate acercándose al Asentamiento!"
Peter abrió un ojo de nuevo. Estiró su cabeza al firmamento de Lagunis-X, a como le fue posible.
El Almirante comenzó a alejarse de los podios. "¿Y qué están esperando? ¡Desplieguen todas las naves de los hangares! ¡Derríbenlas!"
"Sir, solo tenemos—"
"¡Ahora!"
Fue demasiado tarde. Cañones descargaron disparos de plasma desde las alturas. La plaza recibió el impacto directamente. Peter se agazapó sobre el podio para protegerse del escombró que voló por el lugar.
"¡SOME-NAH!" Un alarido rompió junto con los ataques aéreos. "¡SOME-NAH!"
Antes de que Peter comprendiera, una guerra se armó por la plaza. Una horda de YaXkin armados hasta los colmillos se abrieron camino, lanzas y espadas plasma extendidas sobre sus cabezas, dándole la cara al ejército a las filas recién aparecidas de los G'ullin.
"¡Su Señoría! ¡Vea! ¡Su gente está peleado!" Peter gritó en dirección de la mujer. No hubo respuesta. La mujer siguió inconsciente. "¡Maldita sea! ¡Alguien sáquenme de aquí! ¿Hay alguien haya atrás? Vamos, hombre. No tienes que seguir órdenes de ese imbécil." Ante el silencio del verdugo, todo indicó que había huido con la trifulca. "Genial." Peter volvió a enfocarse en las esposas de plasma alrededor de sus muñecas. Si tuviera que dislocarse sus pulgares para liberarse, lo haría.
Otra oleada de disparos aéreos les llovió encima. Mayormente enfocada en los G'ullin. Lo peligroso fue la cercanía a los podios. Algunos de los disparos hicieron efecto ricochet cerca de Quill y Balam Lik.
"Flark, demasiado cerca para mi gusto." Siguió sin reconocer el origen de las naves. Sin embargo, mientras estuvieran de su lado, Quill estaría conforme. "Maldición, vamos…"
"¿Yendo a algún lado?" Manos enguantadas aparecieron en una de sus manos capturadas.
Tenía que ser una broma. Peter gruñó. "Dios, ¿en serio? ¿Podrías superarlo ya? ¡No estoy interesado, idiota! ¡Ya perdiste, yo que tú me enfocaría en huir con la cola entre las patas—¡Ow!" El Almirante fue un completo bastardo en aplicar presión en sus heridas para incapacitarlo.
"Es el último elemento de negociación que me queda. Viene conmigo, Capitán."
"Hijo… de…" Lágrimas corrieron por las comisuras de sus ojos por el dolor. Una mano fue liberada y luego rodeada por la sensación del nano-látigo. Una clara amenaza. "¡No! ¡No me toques con esa cosa!"
"Será peor si se rehúsa a cooperar. ¿No lo dejé claro ya?"
Peter esperó por otra oleada de dolor sobre sus heridas como represalia. El Almirante no era otra cosa sino predecible.
Lo que se escuchó, en cambio, fue un disparo y un consiguiente siseo de dolor a sus espaldas.
De reojo, Peter detectó una figura veloz saltar de las columnas de la plaza, aterrizando justo frente a ellos.
"Pensé que ya había sido claro…"
Peter pudo jurar que su corazón dejó de latir por un único instante.
"…Sobre quitarle tus asquerosas manos de encima." La figura volvió a apuntar un bláster de doble cañón en su dirección.
"Rocket." Peter gimió. ¿Era real? ¿O una alucinación? Mierda, no importó. Lo que Peter tuvo a su alcance, fue igual de glorioso. "Vaya que te tomaste tu maldito tiempo."
Rocket no apartó su atención del punto donde el Almirante todavía debía estar de pie, a espaldas de Peter.
Se escuchó una risa sardónica. "Así que la rata le es fiel a su mano. En verdad, que conmovedor."
Demonios, este tipo en verdad tenía un deseo suicida, ¿o qué?
Rocket desnudó sus colmillos. "Acabas de perder una mano, Almirante. ¿Seguro que quieres perder la otra?"
Cual fuera el movimiento por el que el Almirante haya optado, fue el incorrecto, porque Rocket no titubeó en disparar por segunda ocasión. Por el gemido de dolor que emitió el imbécil, Rocket había cumplido con su amenaza.
Solo entonces, Rocket fijó sus ojos en Peter. Su expresión cambió totalmente al registrar su estado.
"Flark…"
Oh, no. Peter no quería la lástima. "Rock, e-estoy bien. Sólo—Sólo ayúdame a salir de aquí."
"Pete." Acomodando su bláster en su espalda, su novio trotó en cuatro patas hacia él. Al llegar al borde del podio, Rocket levantó una garra enguantada para acariciarle el rostro. Algo lo detuvo en el último segundo. "¿Qué le hicieron a mi Baby-Boo?"
"¡Estoy bien!" Peter repitió. No. Después de llegar tan lejos, esta no sería la forma en la que se rompería. No todavía en público. Ni mucho menos dejaría que Rocket se rompiera junto a él. "Por favor, no mires. ¿De acuerdo? Sólo… No mires. Ayúdame con la otra esposa."
Rocket saltó al podio para liberar su mano derecha. Por su silencio, Peter tuvo la certeza que había hecho todo lo contrario a lo que le había pedido. Rocket estaba absorbiendo cada detalle de sus heridas.
"¿Rocket…?"
Peter sintió la garra acomodarse sobre su puño preso, para tranquilizarlo. De inmediato, el pulgar de Quill a aferró al contacto.
"Nebula, necesito que vengas. Estamos en la plaza. La trifulca está calmándose. No puedo—No podré ser capaz de sacar a Quill de aquí por mi cuenta. Necesita dirigirse a la Med-sala de inmediato. ¿Dónde está Mantis? ¿La encontraste? La vamos a necesitar."
"Sigue en la torre, Rocket. No estoy lejos. Llego en dos minutos."
"Oye." Peter apoyó su rostro en el podio, volteando su perfil hacia Rocket. "No es tan malo como luce, lo prometo."
"Ese d'asting…" El insulto apenas fue eso. La fragilidad y la furia reprimida en la voz de Rocket fue algo que Peter no había escuchado en un largo tiempo. "No te muevas por un segundo. Voy a tener que drenar la batería de esta cosa."
"D-De acuerdo."
Nebula fue fiel a su palabra. No tardó en unírseles. A diferencia de Rocket, se mostró neutral al examinar el estado de su Capitán. "Necesitaremos moverte, va a doler."
"Me importa un bledo. Quiero salir de aquí, Nebs. ¡Ahora mismo!" Con sus manos ahora libres, Quill intentó levantarse del podio, pero todo en su cuerpo tembló como una hoja. Afortunadamente, Nebula no tuvo problemas en sostenerlo con una mano en su pecho.
Peter y Nebula se miraron por unos momentos, considerando la encrucijada.
"A la cuenta de tres." Nebula determinó, finalmente.
Peter asintió.
"Uno, dos…"
Rodear el cuerpo de Nebula con su brazo fue una hazaña de gruñidos y muchas maldiciones. No hubo parte de Peter que no se rebeló a ser manipulado por la cyborg. Sus piernas flaquearon por un instante. Pero, Peter juntó todas sus energías en no caer de nuevo al suelo.
"Tenemos que ayudarla, también, Rocket." Peter masculló con voz ronca, con su cabeza sobre el hombro de Nebula.
Rocket enseguida saltó hacia el podio de Balam Lik, revisando por signos vitales. "Sigue respirando, aunque con mucha dificultad." Rocket pidió asistencia médica por el comm.
Estaba viva. Gracias a las estrellas.
"Oh, los héroes. Que poéticos."
Si no hubiera sido por Nebula, Quill hubiera tropezado camino abajo.
Peter le aventó un último vistazo al Almirante. Estaba sentado, piernas abiertas, apoyado a una de las columnas de la plaza. Una piscina de sangre púrpura estaba estancándose bajo su cuerpo. Como Peter lo había supuesto, había perdido ambas manos. Rocket nunca se equivocaba en su puntería.
Por la respiración laboriosa de Lessath, pareció que la perdida de sangre estaba haciendo su trabajo. "No podrán escapársele, Capitán. Mi cliente… es ingenioso. Si usted pensó que yo… fui persistente." Una risa ahogada retumbó por el podio. "No ha visto nada todavía."
"He tenido suficiente de tu estúpida voz." Rocket reapareció en la escena, tras cerciorarse que Balam Lik estaba siendo auxiliada. "¡Nebula, saca a Quill de aquí, ahora! ¡Dejen de desperdiciar tiempo!"
Sangre brotó de los labios de Lessath. "¿Va a dejar… a su sabueso libre? ¿Para qué… me despedace? ¿Es eso algo que los santificados Guardianas… de la Galaxia… pueden permitir?"
"¿Qué te pasa? ¿Temeroso de una simple rata?" Rocket volvió a gruñir.
Nebula empezó a empujar a Quill, obligándolo a seguir caminando.
"¡Capitán! ¡Demando ejercer… mi derecho de ser… arrestado!"
Quill cerró sus ojos. Los Guardianes, de hecho, no se consideraban santos. Solían balancearse entre una línea muy delicada, a veces por las áreas grises, y no tan blancas. Mostrar una piedad que a él se le había sido negada, una y otra vez, fue algo difícil de discernir en su actual compás moral.
Tipos como Lessath—Peter había conocido cientos.
Sin embargo, ninguna de las torturas que había sufrido con anterioridad, se había sentido tan personal como ésta. Porque Quill, le había dado a este tipejo un recorrido por Knowhere con las mejores intenciones. Habían reído, habían flirteado. Y todo había sido una mentira.
Lessath había amenazado lo más importante para él: su hogar.
"No debió haber enfurecido a mi novio, entonces." Peter ladró en voz alta. "A diferencia de usted, Almirante, Rocket sí cumple su palabra."
Aun cuando los sonidos delatadores de lo que transpiró a continuación—los acobardados gritos ahogados, los gruñidos lóbregos conforme las garras de Rocket infligió daño irreversible—llegaron a sus oídos y a los dos de Nebula, no se detuvieron. Era anómalo que Rocket se permitiera dejar sus instintos superar su intelecto a este nivel; de esta forma así de cruda. Pero, sucedía. Por más que a Rocket no le agradara ser comparado a un animal feral, existían gatillos en su ser que no podía evadir.
Y aparentemente, el Admirable había encendido cada uno de ellos.
"Tienes una fiebre." Nebula declaró, mientras lo guio a los hangares. Quill casi sollozó al divisar el Bowie.
"Me inyectaron con porquería que se suponía debía ayudar con eso."
"Lo que sea que Lessath te haya inyectado, obviamente no fue compatible con tu fisiología terrana… Tenemos que limpiar tus heridas cuanto antes y desinfectarlas. Tendré que sedarte—"
"N-No." Quill gimió contra el hombro de la mujer. Contra el raciocinio lógico de Nebula, las emociones tomaron control de Peter. Perder el conocimiento, le aterró.
"Peter, estarás bajo demasiado dolor. No lo soportarás, te desmayarás de todas maneras." Al llegar a la plataforma del hangar, otro nativo YaXkin quiso ayudar a Nebula a cargarlo, pero su amiga se negó. Peter lo agradeció. Lo último que quería en este momento era ser tocado por desconocidos. Juntos, subieron a Peter por la rampa.
"Mantis—Ve por Mantis. Ella puede ayudarme." Peter solamente confiaría en Mantis. No más malditas agujas.
Todo se volvió borroso a partir de ese momento. Cuando Peter volvió a estar consciente de sus alrededores, estaba siendo acostado cuidadosamente en la camilla de la Med-sala, boca abajo. Pudo escuchar a Mantis por los comms, confirmándole a Nebula que estaba en camino.
Sintió sus botas siendo removidas. Instintivamente, Peter lanzó una patada "¡No, aléjate!"
"Peter, soy yo." Nebula fue gentil. "Tengo que revisarte. No te lastimaré."
Peter contuvo el impulso de volver a patalear. Momentos después, percibió los dedos fríos de Nebula sobre sus tobillos. Debía estar usando guantes.
Tragó saliva. Se arrepintió de la acción. "Nebs, agua."
"Conectaré un IV a tu brazo. La vomitarás, si te doy agua en estos momentos." Las botas desaparecieron, luego sus calcetas. La camilla se sintió fría. "Tienes marcas en tus tobillos. Aplicaré desinfectante."
Peter volvió a cerrar sus ojos.
[+][+][+]
"¡Mantis, enfócate!"
"Oh dios mío, Peter." Mantis estaba llorando.
"Mantenlo tranquilo, toma su mano. Necesito limpiar sus heridas."
"'Tis…" Peter abrió sus ojos, atolondrado. "N-no mires."
"Peter." En un sollozo, la chica apareció a su lado. Enseguida tomó su mano. "Te sientes grandioso, no sientes nada de dolor. Ahora, puedes descansar."
La influencia fue inmediata. Aspirando de golpe, el alivio dejó a Peter sin aliento. Gimió contra la almohada de camilla en vil placer.
"Duerme."
Volvió a caer en la oscuridad con más facilidad.
[+][+][+]
El dolor volvió. Triplicado.
"¡MANTIS, TRANQUILÍZALO!"
"¡Es lo que estoy haciendo, no está funcionando!"
"¡Porque no te estás concentrando!"
"¡DÉTENTE, DÉTENTE!" Quill convulsionó en la camilla, queriendo alejarse de lo que estuviera causando miles de picos de hielo siendo encajadas en su espalda. "¡DUELE, DÉTENTE! ¡POR FAVOR!"
"Peter, lo siento. Tengo que desinfectar las heridas con la med-máscara. No hay otra manera…" Fue lo último que escuchó de Nebula.
Luego, la presión sobre su espalda fue omnipresente. Peter gimoteó, sin salida.
"Maldición…" Peter escondió su rostro su antebrazo. Descubrió que tenía una IV en su muñeca. "Mierda, mierda…" ¿Dónde estaba Rocket? ¡Quería ver a Rocket!
"Duerme." Mantis tenía su mano entre las suyas. Al oírla, Peter ladeó su rostro hacia su voz. Sus antenas resplandecieron. Peter los consideró dos faros iluminándolo fuera del túnel en el que estaba atascado. "Duerme, Peter."
Esta ocasión, no despertó en mucho tiempo.
[+][+][+]
"¿Necesitará cirugía?"
"Después de desinfectar las heridas, he colocado una med-máscara de gel de regeneración cutánea para la epidermis de su espalda. Kraglin ha confirmado la llegada de los med-packs a Knowhere. Cuando lleguemos, deberán ocuparse de sanar el resto del daño. Aun así, deberemos involucrar a un especialista. No soy un médico, Rocket."
"¿Qué ha pasado con la fiebre?"
"Los antibióticos están trabajando—"
"Dile a Rocket que si quiere saber cómo me siento, necesita mover su trasero peludo aquí conmigo, en este momento."
Una pausa.
"Oíste al Capitán." Cuando Nebula volvió a hablar por el comm, se escuchó ansiosa. "¿Cómo te sientes?"
"Sediento." Mucho más vivo que en las recientes horas. Peter reprimió las ganas de moverse súbitamente, aunque el dolor había disminuido. Su espalda se sintió fría. Debía estar cubierta por otra med-máscara.
"No estaba segura antes, pero he investigado y puedes succionar cubos de hielo. ¿Quieres unos?"
"Dios, sí. Por favor." Quill gruñó al levantarse sobre sus codos. "¿Puedo tener otra almohada? Está llena de… muchas cosas asquerosas."
Nebula caminó hacia él con un recipiente. Enseguida removió la vieja almohada. Lució insegura de cómo exactamente ayudarle con los cubos de hielo.
La puerta de la med-sala se deslizó, anunciando la llegada de alguien más. Enseguida, Peter quiso husmear y alcanzó a divisar pequeñas botas combate. Estaban sucias—No, salpicadas.
"Yo me encargo, Nebs." Rocket se oyó aún más incómodo. "He dejado la nave en autopiloto, deberías descansar. Cosmo está de guardia."
"¿Dónde está Mantis?" Peter recordó lo que, probablemente, había sido la experiencia más traumática para su amiga, hasta ahora. "¿Está bien? Debí asustarla."
"La mandé a descansar también." Rocket caminó lentamente hacia él. Nebula esperó hasta tenerlo a la suficiente distancia para entregarle el recipiente con hielos. Sin más, Nebula los dejó a solas.
"Acuéstate."
Peter parpadeó hacia el espacio vacío bajo su torso. "Nebula se llevó mi almohada."
"No la necesitarás." Se escuchó un clank de metal con metal. Y otra repetición le siguió, instantes después. Cuando Peter abrió su boca para hacer más preguntas—Dios, en realidad quería esos malditos cubos de hielo—Rocket saltó a la silla situada a la cabecera de la camilla.
Por primera vez, Peter obtuvo una vista completa de Rocket. Aunque seguía vistiendo el uniforme, estaba maltratado en lugares—Rastros de batalla. Puntos oscuros estaban espolvoreados por los brazos, como si hubiera sido rociado por pintura. La insignia de su pechera estaba quebrada, una mitad perdida. El material de su torso parecía que había sido limpiado a la fuerza de los restos de sangre y entrañas.
Porque Quill no se engañó de los hechos.
No preguntó que le había sucedido al Almirante.
Rocket estiró sus piernas ahora sin las botas, para insertarse alrededor de la cabeza del terrano. Con su garra libre, manoteó su regazo.
Fue como si los hilos se cortaran. Quill acomodó su cabeza sin reparos sobre el cuerpo de su novio. Dios, y solo en ese momento, en verdad sintió que todo—que todo había acabado.
"Vamos, aquí va uno… D'ast, espera, este ya casi es jugo. Este se siente más firme. Sí, este está mejor."
Un cubo colocado al borde de su boca. Peter succionó sin pensarlo. Flark, Peter pudo llorar de la felicidad. Tal vez, sí lo hizo.
"No tan rápido, Pete. Te sentirás enfermo del estómago."
"Mmm."
Las uñas de Rocket rozaron junto con el hielo por sus labios partidos. No estaba vistiendo sus guantes. Estaban arruinados, seguramente.
Después de repetir el mismo proceso con tres hielos, Rocket descartó el recipiente.
"Rocket, ¿qué sucedió?"
"Podemos hablar de eso, después." Sus cabellos comenzaron a ser acariciados.
"No. ¿Qué sucedió en Lagunis-X, después de…?" Aun aceptando la apertura de Rocket al cuidar de él de esta forma, Peter quiso respuestas antes que fuera noqueado por el cansancio, otra vez. "Balam Lik. Dime… ¿sobrevivió? ¿Los niños? ¿Qué sucedió con los G'ullin? ¿Perdieron?"
Rocket suspiró. "No sé a cuáles niños te refieres, pero Su Señoría estaba en coma cuando nos fuimos."
"¿En coma?"
"No te alteres." Rocket volvió a empujar su cabeza hasta re-acostarla. "Es una manera de su raza para ayudarla a reponerse de fuertes traumas físicos."
"Despertará, ¿cierto?"
"¡No lo sé! No sé nada más, Pete. ¡Me urgía salir del maldito planeta primero!"
"De acuerdo." Esta vez, al tragar saliva, Peter sintió fresco alivio a la aspereza. "¿Rocket?"
"¿Qué?"
"Gracias por no hacer volar a nadie."
Rocket frenó sus caricias. "No tienes idea lo que deseaba hacer."
"Te conozco. Sí tengo una idea… Pero, no lo hiciste. Estoy orgulloso de ti."
Un siseo vino de las alturas. "¿Orgulloso?" Una risa cáustica. "No sé qué imagen idealizada tienes en tu cabeza de mí, Quill, pero no soy ningún maldito héroe. La única razón por la que no desactivé la red de purificadores de ese d'asting planeta para que la radiación los evaporizara a todos—"
"Porque sabías que no era lo correcto."
"¡No hay nada correcto sobre absolutamente nada de lo que te sucedió!" Las piernas bajo su rostro quisieron levantarse. Peter se le aferró. Sin embargo, Rocket era conocido por su agilidad. El mapache saltó al piso, dándole las espaldas. "¡Todos merecían sufrir!" Gritó.
Peter suspiró. "Los YaXkin no fueron quienes me lastimaron."
"¡Su idiotez no ayudó!" Furia apenas regida fue palpable en la voz de Rocket. "No me malentiendas, Quill. ¿Afuera de ustedes? Me importa un bledo lo que le pase a cualquier otra forma de vida allá afuera. ¡Aprendí hace mucho tiempo que todos son unos egoístas hijos de puta, cuidándose sus propios pellejos! ¡Lo sé, porque yo fui uno de ellos!
Quill sacudió su cabeza. "No. Has cambiado. No eres el mismo a cuando nos conocimos."
"No, Quill, mírame bien." Rocket se tornó hacia él. Gesticuló hacia las evidencias de violencia desmedida en su persona. "Esto es lo que admiras. Un fenómeno, creado en un laboratorio. Un fenómeno que realmente disfrutó arrancarle los globos oculares y dejar expuestas las cuerdas vocales de ese maldito bastardo…" Rocket cubrió su rostro con sus garras. Peter las notó temblar. "Un monstruo que todavía no puede remover las flarking entrañas de su pelusa… Que disfrutó reconocer el terror en su estúpida cara… Maldición, Peter." Las garras descendieron de su rostro. Inmediatamente después, sus garras se encorvaron en dos puños. "Estoy viéndote ahora mismo y yo… ¡Desearía que pudiera matarlo otra vez!"
Quill pasó su mano por su rostro. "Si piensas que yo no haría lo mismo con los papeles invertidos, estás tan equivocado, Rocket. Ni siquiera…" Quill tosió involuntariamente, el pánico queriendo apretar su garganta. "¡Es lo que pasa cuando amas a alguien, imbécil!"
"¡Bueno, apesta!" Rocket respingó. Una plétora de sentimientos se escurrió por el lenguaje corporal de su novio, así como por la caoba tornasolada de sus ojos.
El corazón de Quill se apretó.
Porque Rocket no podía verse a sí mismo. No podía ver los inicios de culpa conflictuando con los resultados de su naturaleza. Rocket había cambiado—ya no era aquel cazarrecompensas egocéntrico al que le había resultado más fácil mantener a todos lejos con su personalidad arisca—pero, ni siquiera él mismo estaba listo para enfrentarlo.
Todavía no, al menos.
"¡Nunca quise sentirlo!… Ni siquiera…" Las palabras fueron escupidas con resentimiento, disparos de plasma dirigidos a los fantasmas que seguían cazándolo. "Pete… ni siquiera estoy seguro de que haya sido construido para sentir… amor." Ácido corrosionó la mera palabra. "Mucho menos, puedo comprender que eso es… lo que tú sientes por mí."
Dios.
-"Punto de quiebre, Capitán. Sucederá."
Se sintió como una bofetada.
Aquí estaba el momento que Peter había ansiado. Este era el Rocket que había estado impaciente por conocer. Aquel desborde de emociones que Rocket, la mayoría del tiempo, mantenía contenidas. El desprecio que guardaba hacia sí mismo fue crudo y grotesco, cegado a todo lo que increíble que Peter podía ver con nitidez, cada maldito día.
-"Quizás la pregunta debería ser, cuando llegué, ¿se consideraría listo para recibir lo que tanto busca?"
"Sé exactamente a quien amo, Rocket." Quill enunció con firmeza. "Incluyendo las partes buenas, las malas y las peores. No les tengo miedo. Sabía lo que harías con el Almirante cuando te dejé a solas con él. Así que, si quieres sentirte responsable por perder el control, inclúyeme en el paquete, porque estamos juntos en esto. Como amigos, socios, amantes, como sé te dé la gana—somos iguales, Rocket. Siempre estaré aquí para compartir las repercusiones junto a ti." Peter volvió a revisar el estado físico de su Segundo-En-Comando. La evidencia de lo que se rehusó a aceptar por su cuenta.
"Tú…" Hablar en Kree hubiera sido más fácil de comprender para Rocket, en ese momento, al parecer. Rocket volvió a gruñir, sus blancos colmillos asomándose. Dio la media vuelta, en dirección de la salida.
Clásica respuesta de Rocket a dilemas emocionales. Huir.
"Oh, no te atrevas." Peter entró en pánico. Comenzó a levantarse. Su cuerpo protestó, a pesar del analgésico y la med-máscara y todo lo demás. "Ah—Demonios."
"¿Qué haces? ¡No te muevas, idiota!" Percatándose de sus intenciones, Rocket se apresuró a querer detenerlo, algo de histeria todavía presente.
"¡Regresa aquí, entonces!... Ow, ow, mierda."
Otro gruñido reinó por el lugar. "¡Basta, detente!" Rocket saltó a la cabecera. Sostuvo los hombros del terrano. "Si te quitas la med-máscara por accidente, Nebs me matará."
"Ven aquí." Jaló del mapache hasta que volviera a acomodarse como antes. "Eres una cabeza dura, Rocket. Te amo. Y más te vale que dejes que penetre tu obstinando cráneo de una buena vez. Todos merecen ser amados. No tengo idea de lo que haya sucedido en ese laboratorio, puede que nunca la tenga…" Hurtó la misma garra que le había alimentado cubos de hielo. "…pero sé exactamente de lo que estás hecho ahora mismo."
Con un suspiro, el coraje indicó dejar a Rocket. Su peso cayó a la camilla, agotado, o dándose por vencido a la terquedad de Quill. Cualquier opción, Peter la aceptaría.
Rocket permitió que Peter volviera a apoyarse en su regazo. Esta ocasión, rodeó su cabeza con su cuerpo pequeño, curvándose como un escudo. Quill se sintió cautivo con la habilidad de Rocket de crear esta sensación de protección, al acogerlo de esta forma.
"Yo…"
"No tienes que decirlo de vuelta." Peter murmuró. "Sé que estás loco por mí."
Rocket apretó su abrazo. "Quizás, demasiado."
[+][+][+]
Una hora después Peter pidió ser trasladado a su alcoba personal del Bowie. En verdad odiaba los hospitales, así que la med-sala fue el último lugar donde quiso seguir recuperándose en el camino a casa. Rocket aprobó el traslado a regañadientes.
Con Nebula apoyándolo a caminar, Peter supo que no encontraría mejor fuente de información. Así que, le sacó todo el jugo en el camino. Para cuando arribaron a la cabina del Capitán, Peter tenía armada la historia de lo que había transpirado en Lagunis-X.
Peter hizo la prueba de sentarse en el borde su cama. Fue capaz de soportarlo. "¿Los R'Kuk en verdad no tenían idea?"
"El Almirante tenía muy buen ocultas sus negociaciones alternas. Tenía múltiples deudas con organizaciones magnates. Entre ellas, este cliente específicamente interesado en Knowhere. Sólo podemos especular que de ahí venía su desesperación."
"¿Qué pensaban hacer para detenerlo?"
"Absolutamente nada. Y convencerlos de arrestarlo llevó a caminos sin salida muy pronto. Rocket no quería gastar tiempo. Así que pedimos un favor de… viejos conocidos."
Peter hizo una mueca. "Suena a que acabamos de pagarles unas excelentes vacaciones a Stakar Ogord y a sus secuaces."
Nebula acomodó el soporte del IV cerca de la cabecera de la cama. "No tuvimos otra opción. Nadie más podía conseguirnos armamento, rentarnos los servicios de diez pilotos y veinte mercenarios, con la limitante de tiempo que teníamos. Tuvimos suerte que Mantis pudo contactarse con nosotros para indicarnos por donde podíamos infiltrarnos. Cuando lo hicimos, liberamos a los YaXkin que los Ghu'lin pensaban vender como esclavos, pusimos algo filoso en sus manos y el resto fue historia."
Peter sobó su rostro. Luego, hizo una mueca con la sensación desagradable. "¿Podría tomar una ducha con el band-aid gigante en mi espalda?"
"Una ducha sónica de preferencia. Las med-máscaras no pueden mojarse."
Ach. Peter no era un fan. Ni modo.
Al ver a Nebula caminar a la salida de la alcoba, Peter aclaró su garganta.
Nebs se detuvo.
"Nebula, solo quería decir… Gracias." Peter nunca querría volver a revivir aquellos nefastos momentos de dolor y humillación, pero eso no quería decir que podía recordar quien le ayudado a sobrevivirlos. "Eres familia, ¿de acuerdo?"
Aquel perfil azulado se ladeó por un momento hacia Peter. Asintió con algo parecido a una sonrisa. Tal vez. Bajo cierta luz. Segundos después, Peter estuvo a solas.
Miró a su soporte de IV. "Sólo tú y yo, amigo."
Cuando salió de la ducha sónica, Rocket ya estaba esperando en la cama. Tenía una Tablet holográfica en sus manos. Cuando vio a Peter salir, la apagó.
"Traje algo de comer." Rocket se reincorporó. "Nebs dijo que puedes comer más sólidos para que puedas patear rápido el IV."
"Barras de proteínas, que manjar." Peter se burló, al ver las barras al pie de la cama. Completamente desnudo (porque ni de chiste, Peter podría colocarse ropa interior), Peter caminó con pasos mesurados. Cuando Rocket quiso ayudarlo de alguna manera, Peter negó sus buenas intenciones. Eventualmente, llegó a la cama. Se sentó en el borde con un gemido.
"Dios, en serio necesitaba esa ducha."
"Mmm." Rocket se movió a sus espaldas. Luego, Peter sintió sus garras en sus hombros. "Espero no te hayas roto algo más ahí dentro."
"Literalmente, solo me mantuve de pie en la regadera, abrazando la pared."
"Mmm. Cómo han caído los grandes."
Sintiendo la inspección alargarse, Peter trató de burlarse. "Dios. Voy a verme como Frankenstein cuando cicatrice."
"¿Cómo quién?"
Quill sacudió su cabeza. "Sólo digo… necesitaré un buen especialista plástico después de esto."
"¿Por qué?"
"¿Cómo que, por qué?" Peter gimoteó en petulancia. "Rocket, soy una maldita piñata."
"¿Y?" De sus hombros, Rocket se apoyó para estirarse. Peter sintió una lengua cálida lamer su nuca. "Siempre dices que las piñatas son divertidas."
Peter resopló por sus narices. "Estoy siendo un hipócrita, ¿cierto? Después de mis sermones sobre amarte a ti mismo tal y como eres."
"No esperaba menos del vanidoso de Peter Quill. Más preocupado por la estética, que por perder la sensibilidad de sus nervios." El hocico de Rocket se contoneó hacia el perfil del terrano. "Mn'o me molesta."
Sus entrañas se apretaron. "¿Lo dices en serio?"
Rocket descansó su perfil sobre el de Peter. Suspiró con el peso del cuadrante escurriéndose de sus hombros. O por lo menos, así lo hizo parecer. "Míralo de esta forma. Ahora, seremos un set completo, ¿hm?"
Peter resonó su nariz, tratando de contener el impacto de lo dicho. Había temido que… Bueno, había temido muchas cosas. Mayormente, temores nacidos de la distorsión de la realidad que había sufrido. "¿Podrías, um…?"
"¿Qué pasa?" Espantado, Rocket se separó. "D'ast, ¿te lastimé?"
Quill se irguió, aunque sintió piquetes de incomodidad. "No, idiota. Sólo bésame."
Eso fue lo último que Rocket había esperado. Sus bigotes se sacudieron en desconcierto y sus orejas se doblaron hacia atrás. Fue titubeante, en hacer caso a la demanda.
Quill ya había sido bastante paciente, con un demonio. Aprovechó la fuerza que estaba recuperando para jalonear a Rocket del cuello.
La primera presión de sus rostros fue torpe. Las garras de Rocket volaron a su rostro, sujetándolo. Cuando una suave lamida corrió por los labios secos del terrano, Peter cedió a profundizar el encuentro. Ambos soltaron un sonido conmocionado al sentirse—al reencontrarse.
Bzzz.
"Whoa." Peter rio en sorpresa, y rompió el beso. La sensación de intensa estática definitivamente fue novedosa. Relamió su boca, queriendo comprender la razón.
"¿Qué demonios?" Rocket talló su hocico por igual. "Eso dio cosquillas."
Peter le sonrió. "Somos son tan candentes, que producimos chispas, baby."
"Quill, eso no tiene senti—"
Jaló a Rocket para besarlo otra vez.
No hicieron más. Hasta la mera idea de intentar tener sexo en este estado, le causó a Peter una jaqueca. Se recostó en la cama después de almorzarse una barra de proteínas. Boca abajo, observó a Rocket acomodarse a lado suyo, quien había encendido la tableta de nueva cuenta.
"¿Qué leías antes?"
Rocket hizo un sonido minimizante.
"Rocket."
"Nada, Sr. Piñata." Rocket murmuró. "Deberías intentar dormir. Llegaremos pronto a casa y sabes que Drax y Groot estarán sobre ti en cuanto lleguemos. Descansa todo lo que puedas ahora."
Peter rodeó el torso desnudo de Rocket con su brazo. "Arrúllame, entonces. Pon algo divertido."
Rocket lo hizo. Reprodujo uno de sus clásicos favoritos: Footloose.
Peter no llegó ni a la mitad de la holo-película para cuando estuvo roncando.
[+][+][+]
"¿Ves? Te dije que no había nada que temer."
Peter estaba en la playa. Miraba a la niña jugar en la arena con cierta fascinación. Era una constructora analítica, esta chiquilla. Su castillo actualmente llevaba tres torres completadas. Su sentido del detalle le recordó a Peter a alguien que conocía muy bien, aunque en ese momento le fueron evasivos los detalles.
"Supongo que a la próxima, tendré que confiar en ti, mamá."
A su lado, Meredith sacó una pistola de agua. Peter emitió un alarido de sorpresa. Corrió de la mujer para protegerse. Terminaron en la orilla, sus piernas siendo arrasados por las olas.
"¡Vamos, date por vencido, Star-Lord!"
Peter le sacó la lengua a su madre, causando un chillido ofendido. Meredith dejó la pistola de agua y comenzó a perseguirlo directo a la marea.
Peter, todavía riendo, se dio la vuelta. Se sumergió en la espuma blanca. La marea fue cálida. Sin sabor. Sin olor. Sólo energía pura, acogiéndolo de manera natural.
[+][+][+]
Peter despertó con la luz fluorescente de la tableta en su rostro.
Rocket estaba roncando, acurrucando alrededor del brazo del terrano. Footlose había acabado, o tal vez, Rocket la había quitado cuando Peter había caído dormido.
Encandilado, Peter recogió la tableta del pecho de Rocket para apagarla.
Pausó.
Parpadeó, esperando que lo que estuviera visualizando tuviera sentido.
Sus neuronas arrancaron cinco minutos o menos. Lo suficiente para reconocer el documento digital que Rocket había estado releyendo.
Era el malnacido contrato que Lessath había manufacturado.
-¿Por qué Rocket estaría…? Peter analizó la sección que Rocket había estado revisando. Pareció ser la sección donde se dictaban los nombres de las contrapartes de la transacción de Knowhere, si ésta se hubiera llevado a cabo. Claro, el espacio del sello biométrico correspondiente al Vendedor estaba vacío.
No pudo decir lo mismo del espacio del Comprador.
Peter achicó su mirada. Le sorprendió no encontrar el nombre del mismo Almirante, sino tres iniciales, que en realidad, no revelan absolutamente nada.
H. E. W.
"Como sea. Puedes irte mucho al infierno, amigo." Sin dudarlo, Peter seleccionó el comando de borrar. A veces, tenía que hacer este tipo de cosas para cortar las obsesiones de Rocket. Peter no quería volver a ver este maldito contrato por lo que le quedara de vida.
¿Deseas eliminar de manera permanente este documento?
SÍ/NO
Peter seleccionó SÍ.
Apagó la tableta.
[+][+][+]
Fin de Parte v.
[+][+][+]
NdA: DIOS.
POR FIN SE ACABÓ.
Referencias/Trasfondo:
Primero que nada, quiero agradecer a Eva Zian y a Francis de mi Discord personal, y a Harebell por las porras durante este proceso. :') Este capítulo fue extremadamente difícil. Es la primera vez que exploro algún tipo de tortura con un personaje en mis historias. No tengo problemas en leer fics que toman parte de tramas así, simplemente yo no me sentía del todo lista o con la experiencia para abordarlo de manera correcta. Sin embargo, en verdad quería intentarlo. Porque es vital para la trama. La relación cuerpo-emociones ESTÁ EN EL TÍTULO.
Como mencioné desde el capítulo anterior, quería explorar el mind-set de Peter antes de volver al presente. Amo crear paralelos, así que la idea de que Peter compartiera cicatrices en su cuerpo con Rocket me robó el corazón. Además, y más importante aún, quería explorar como la Luz en el interior de Peter podía renacer, pero enseñándole a Peter a como tener control, en esta ocasión. Como podrán ya tener una idea, la Luz está tratando de poner todas estas pistas enfrente de Peter de que está encinto, pero este tontito todavía no lo capta.
Luz!Meredith: Creeeeeooooo que estamos embarazados.
Peter: Nah, es sólo gas.
Debo aclarar que los poderes de la Luz en esta historia estarán más involucrados con la fertilidad de Peter y su habilidad de crear vida, y no tanto con tener súperpoderes de Celestial, haciendo Pac-Mans por todas partes. Prefiero que sus habilidades sean más sutiles en esta ronda. Por lo menos, por ahora. *RISA MALÉVOLA*
Ahora, respecto a Rocket. Gracias al audio commentary de James Gunn me enamoré de su interpretación de que el objetivo de Rocket del Vol. 3 era aprender a amarse a sí mismo y a otros. Así que quise ir construyendo un set up emocional/psicológico para él antes de todos los hechos del Vol. 3 en esta historia, y averiguar que será padre. Su empatía, su capacidad de remordimiento, no podían nacerle de un minuto a otro así que fue muy intenso crearle escenarios donde fuera sufriendo este duelo interno. Por un lado, disfrutó asesinar al Almirante en el momento que sucedió, por otro, con una mente enfriada Rocket ya no se sentía tan orgulloso. ESTO ES SÚPER IMPORTANTE. Porque para que Rocket decida no asesinar al Alto Evolucionador de la misma forma que a Lessath, un set up debía ser creado. Estoy muy satisfecha con el resultado final.
Habían muchos momentos Roquill que quería incluir en este capítulo, pero conforme fui escribiendo, me di cuenta que no era buena idea adelantarlos (Ex, cuando Rocket se sienta listo para decir Te amo). Así que muchos temas serán desplazados a cuando reescriba el Especial de Navidad/de vuelta en el presente. Por ahora, creo que Peter ya hizo un buen impacto al no dejarlo huir de sus crisis.
Otra cosa, me gusta mucho incluir sueños con significados ocultos, culpen a que estudié Psicología. Así que me divertí mucho al escribir esas escenas. Pueden encontrar los diferentes significados de los elementos en Google (puerta blanca, agua, escaleras, campos abiertos, etc.) Es muy fascinante. Me encanta el material de Carl Jung.
Última referencia: H. E. W. Para los conocedores de los cómics, a lo mejor captaron que son las iniciales de Herbert Edgar Wyndham/Alto Evolucionador. Esta referencia fue inesperada, pero me pareció super atinado que desde entonces el AE estuviera obsesionado con todo lo Celestial y así crear una mejor conexión con la trama. Exploraré todo esto en los siguientes capítulos.
¡Si leíste toda esta biblia, gracias! xD
Próximo capitulo: LA. ESCENA. DE. LA. RESUCITACIÓN. AHORA SÍ. LO JURO. NO MIENTO. ME MUERO POR ESCRIBIRLA.
XOXO
He creado un nuevo Discord para Roquill internacional, ahora en inglés! Si les interesa, les paso el link por los comments. 3
Continuación de Advertencia:
El personaje que recibirá el castigo corporal está encinto. (Sí, el muffin, oficialmente, está en el horno).
