Amortendia Vencida

¿Qué sucede cuando ingieres una poción vencida y el único que puede ayudarte es el profesor Snape? …Severus se encontraba tranquilamente en su despacho calificando los pergaminos de los alumnos de primer año y lo que menos se esperaba era que alguien tocara la puerta.

La historia se me ocurrió después de leer un fic, no es igual, pero he tenido la inspiración después de leerla (en este momento no recuerdo cual era) . La historia será narrada desde diferentes puntos de vista, espero que les guste, que me dejen reviews y que por fa alguien me diga si las pociones se vencen porque de verdad tengo la duda.

Ahí les va:
***

-¿Qué has hecho qué, Ginny?- Hermione dijo controlando su voz para no llamar la atención de las demás chicas en la habitación

-Yo no lo hice apropósito- se excusaba la menor de los Weasley- solo iba a mirarla y se me regó

-Está bien, pero debo ir a ver al profesor Snape- dijo poniéndose la capa por sobre la pijama. Eran las 9:30 de la noche, el toque de queda para los alumnos estaba a media hora de empezar, por suerte los prefectos pueden hacer caso omiso de esa regla, pensó Hermione mirando el reloj muggle en su muñeca izquierda.

-Pero, podría hacer que tengas el efecto con él- dijo Ginny con cara de asco. Hermione ignoro la cara de la pelirroja

-Ese es el menor de los problemas ahora- Hermione se puso sus zapatos y salió rápidamente de la habitación dejando a una confundida pelirroja sobre su cama ¿Qué puede ser peor que enamorarte del murciélago grasiento?

ºººº
Pov Hermione

Tengo que tener mucho cuidado de no encontrarme con nadie y mirar el piso. Qué le voy a decir cuando llegue, cómo voy a explicarle que yo tuviera esa poción.

-Señorita Granger, ¿Qué está haciendo?- pude ver como su sombra cruzaba los brazos

- Directora Mcgonagall- dije sin levantar la vista- yo mmm he perdido un pendiente de perlas que me dio mi madre, es muy importante para mí recuperarlo.

-ya veo, espero que lo encuentre pronto y que aun más pronto se encuentre en su habitación.

-Así será, directora

ºººº
Pov Snape

Parece que todos los de primer año son tan estúpidos como el señor Longbotton. Dejé la pluma a un lado y me llevé una mano a la frente, por un lado me sentía agotado por todo lo que implica ser profesor, en especial el enseñar a los estudiantes ignorantes y sin talento; pero por otro lado, la tranquilidad de saber que el niño que vivió había derrotado al señor tenebroso y ya no tendría que llevar una doble vida me sirve para pasar el trago amargo.

El sonido de dos suaves golpes me sacó de mis pensamientos. Cuando abrí la puerta la leona sabelotodo estaba frente a mí, con los ojos clavados en el piso. Levanté una ceja en mi confusión a pesar de saber que ella no estaba observándome.

-No recuerdo haberla castigado, señorita Granger- le dije casi en tono de burla

-Necesito su ayuda, Profesor ¿me deja pasar?

Me hice a un lado más por intriga que por cortesía y ella entró. ¿Qué estará tramando ahora? Después de la caída del señor tenebroso, la leona fue la única del trío de oro que decidió volver a terminar su último año. Ella se sentó en la silla frente a mi escritorio.

-Bien, de qué se trata- pregunté en cuanto cerré la puerta mientras caminaba hacia el escritorio y me quedé de pie a un lado.

-¿Las pociones se vencen, profesor?- nuevamente levanté una ceja

-En su último año debería saber que las pociones se pueden estropear con el más mínimo cambio en algún ingrediente, señorita Granger- dije en un tono de superioridad.

ºººº
Pov Hermione

-Tal vez no pregunté correctamente- dije tragándome las ganas que tenía de discutirle- Digamos que tengo una poción y estuvo perfecta, pero no la he usado por 3 años y hace unos meses noto que ha cambiado, pues sus características no se mantienen- sentí rubor en mi mejillas, no puedo decirle que hablo de la amortendia. -ya ve que por ejemplo, la leche

-¿La leche?- preguntó

- pues sí, profesor, verá, la leche se vence ¿a las pociones les puede pasar lo mismo?- en ese momento no supe que era peor. Si se vencían y la amortendia estaba vencida quién sabe qué efectos podría tener en mí y si no lo estaba igual tendría que conseguir un antídoto o al menos un tipo de catalizador para que el efecto se terminara lo más pronto posible.

-Realmente, no he sabido de un caso así, ¿Por qué guardaría alguien una poción que está lista para usar por tanto tiempo? Incluso las que hacemos en clase son desechadas o usadas en menos de un mes.- lo escuché bufar- Señorita Granger, que le parece si deja de mirarse los zapatos y me cuenta bien qué ha pasado.

-No puedo mirarle, profesor, me temo que la poción de la que hablo es la amortentia- le escuche bufar en un intento de suprimir una carcajada

- Amenos que yo sea su más reciente pensamiento de deseo, no veo por qué se preocupa- su voz sonaba como si lo que acaba de decir le pareciera imposible sim embargo guardé silencio.-¿Granger?

-No me malinterprete, profesor es solo que ya había estado pensando en que necesitaba venir a verle lo más pronto posible antes de tomar la poción por error.

ºººº
Pov Snape

¿Tomar la poción por error? Sin duda parece una mala broma, no es posible que la alumna más inteligente de su generación caiga en tal situación. Nuevamente me llevé una de las manos a la frente y me acaricié las sienes. ¿Qué hacia Granger con esa poción y por qué la había guardado tanto tiempo?

-Quien diría que la perfecta prefecta sabelotodo de Gryffindor tuviera problemas para encontrar el amor- dije burlándome de su situación

-Sabe qué, profesor, yo vine a que me ayudara no a que se burlara de mí, total no me siento tan mal, así que- en ese momento se puso de pie haciendo sonar sus palmas sobre la madera y me miró a los ojos, pude ver como claramente el brillo de ira de su mirada se iba opacando rápidamente y toda su expresión facial era de puro dolor, la vi llevarse la manos al centro de su pecho, pude escuchar un quejido ahogado.

ºººº
Pov Hermione

-Sabe qué, profesor- ¿Qué había pensado al venir aquí? Era obvio que no iba a ayudarme. Después de haber sobrevivido a la guerra una diría que dejaría de ser tan… Dejé salir un leve suspiro- Yo vine a que me ayudara no a que se burlara de mí- me puse de pie apoyando sonoramente las manos en su escritorio y sin pensarlo le dediqué un mirada cargada de ira. Casi de inmediato sentí un frío en mi pecho y como si algo estrujara mi corazón, me llevé las manos al pecho en un inútil intento por calmar el dolor. Miré los ojos negros del profesor pero cuando intenté pedir ayuda solo un quejido salió de mi boca. Sentí como si mi cuerpo se estuviera desvaneciendo y luego todo fue negro.

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Gracias por leer, si ven algún error ortográfico no duden en decirme para corregirlo.