Capítulo XXVI: 9 de noviembre, 2003

Era viernes por la tarde, otra grabación del episodio estaba teniendo lugar, Frankie, Justin, Erik y Craig están jugando al basketball en la entrada de casa mientras Bryan salía por la puerta de la habitación del bebé con Julie (que debutaba en la serie por primera vez como Polly, la niñera hippie de Jamie).

-En serio, si quieres que me quede unas horas más haciendo de niñera, no me importará. Lois se ve tan agotada-le insistió Polly a Hal antes de irse.

-No, no, no, no. Estamos bien. Nos vemos el lunes-se despidió Hal de ella.

-Espera, ¿hoy no es lunes?-preguntó Polly quien al parecer se equivocó de día.

-Es viernes-respondió Hal.

-Dios mío, hoy tengo que estar en el juzgado. Voy a presentar una orden de restricción contra mi hermana. Ella cree que por haber sido la primera y tercer esposa de mi novio, tiene algún tipo de derecho sobre él.

Después de explicarle aquello, Polly tomó su bicicleta y se alejó mientras Malcolm, Reese y Stevie la miraban.

-¿No es esa... la señora de los gatos?-pregunto Stevie observando a la mujer que se alejaba en su bicicleta.

-Eso creo. Por un tiempo fue la corredora desnuda. Pero normalmente gana cuatro dólares la hora-contestó Malcolm.

-Ok chicos, a la cocina. Van a preparar la cena esta noche-les dijo Hal señalando la puerta abierta del jardín trasero.

-¿Por qué tenemos que hacerlo?-se quejó Reese.

-Porque su madre no ha dormido nada en los últimos cuatro días. Ahora ¡entren ahí!-le ordenó Hal a sus hijos mientras ellos y Stevie entraban de nuevo en la casa-y no hagan ruido, está amamantando al bebé...-

Hal dejó de hablar cuando vio que ya dentro de la casa, Lois se había quedado dormida amamantando a Jamie quien está sobre la mesa mientras ella está profundamente dormida con una hogaza de pan en su camisa.

-No quiero ir a dormir-protestó Lois mientras Hal la lleva a la habitación.

-Vamos, vamos.

-Te digo que no estoy cansada. Hal, por favor, deja de tratarme como a una niña-se quejó Lois con voz soñolienta.

-Cariño, necesitas descansar. Los chicos y yo vamos a cuidar del bebé el resto de la noche para que puedas dormir. Así que deja de discutir conmigo-le indicó Hal, Lois cansada intenta contradecirlo pero inmediatamente se queda dormida sobre la cama. Al salir Hal de la habitación, Lois, aún dormida, rueda fuera de la cama y cae al suelo, donde al inhalar y exhalar se forma una bola de polvo. De regreso a la sala esa misma noche, Malcolm está cambiando a un lloroso Jamie, mientras Hal se prepara para ir al Lucky Aide por pañales-trata de que Jamie coma mientras yo hago una carrera por más pañales. Si ese pezón se obstruye, tenemos algunos paños limpios en el cajón. Sólo estaré fuera diez minutos, y no quiero que nada salga mal durante ese lapso tiempo. Confío en que ustedes son lo suficientemente maduros para manejar esto-

Malcolm, Dewey, Stevie y Reese lo miran en silencio por unos segundos, hasta que Reese comienza a reírse.

-Dijo "pezón"-dijo Reese mientras soltaba una risita.

Hal entra en el Lucky Aide y pone un paquete de pañales en el mostrador delante de Craig, quien está más interesado en la revista que está leyendo que en atender a Hal.

-Hey, Craig-dijo Hal llamando la atención del corpulento hombre.

-¿Cuándo aprenderás J-Lo? tómalo de un chico malo, no somos más que problemas-Craig vio el paquete de pañales-oh, estás comprando los Tidy Winks-

-Si, y tengo algo de prisa-le dijo Hal, sin embargo Craig procede a molestarlo con una conversación poco amena.

-No quiero criticar, pero creo que sé por qué estás comprando los Tidy Winks. Es por la absorbencia, ¿verdad? la gente siempre se cree eso, pero lo que olvidan es que se sospecha que la elasticidad en las piernas es lo mejor.

-Craig, yo sólo...-dijo Hal, sin embargo Craig procede a incomodarlo con otra conversación.

-¿Sabes? ya que soy una especie de padrino no oficial, segundo, alternativo del pequeño Jamie, he estado investigando un poco, y te recomiendo que eches un vistazo a los pañales para bebés-sugirió Craig mientras Hal empezaba a impacientarse-tienen este tejido que no sólo tiene una notable capacidad de elasticidad, sino que...-

-¡Craig! por el amor de Dios, ¡tengo prisa!-gritó Hal enfadado-ahora, sólo quiero comprar estos pañales ¿de acuerdo? no tengo tiempo para una gran discusión. Ahora por favor, ¿podrías cobrarme?-

-Por supuesto-contestó Craig mientras pasaba lista a los pañales-son siete dólares con noventa y ocho centavos-

Hal rebuscó en los bolsillos de la chaqueta, se da cuenta de que olvidó la billetera y mira a Craig.

-Craig, no hagas un escándalo.

-¿Por qué, a qué te refieres, Hal?

-Siento haberte gritado antes, pero realmente necesito estos pañales ¿puedes prestarme el dinero?

Craig se ríe.

-Podría prestarte dinero, Hal. Pero eso sería ayudarte, y como tienes cierta tendencia a gritarle a la gente que trata de ayudarte, no creo que sea lo más sensato-afirmó.

-Mira, Lois pagará por ellos mañana cuando venga a trabajar-dijo Hal, luego tomó el paquete de pañales y comenzó a alejarse.

-¡No puedes llevártelos, eso es un robo!-gritó Craig.

-De acuerdo. Estoy robando ¿qué vas a hacer al respecto?

-¡Vernon!

El jefe de guardia de seguridad se acerca por detrás de Hal y lo asusta.

De vuelta en la cocina, los chicos cambian a Jamie poniéndole un pañal de papel periódico y un guante de cocina. Dewey lleva el pañal sucio afuera para tirarlo al bote de basura.

-¿Dónde está papá con los pañales?-se preguntó Malcolm, luego le habló a su hermano menor-Dewey, haz triple nudo a la bolsa donde está ese pañal y aguanta la respiración, porque si te desmayas, no vamos a ir a buscarte-

-Qué divertida... noche de sábado-comentó Stevie en tono sarcástico.

-Nadie está disfrutando esto, Stevie. No tienes que ser sarcástico-le dijo Malcolm a su amigo, malinterpretando que no estaba siendo sarcástico. Llaman a la puerta principal, Malcolm va a abrir y justo en ese momento aparecen tres chicas de su escuela con largos vestidos de gala.

-Malcolm ¿cierto?-preguntó la primera chica llamada Joanne.

-Sí.

-¿Ves? te dije que sabía su nombre-le dijo Joanne a la segunda chica llamada Kathy que estaba a su lado, luego procede a entrar a la casa seguida de sus dos amigas-así que, tenemos una propuesta para ti y el idiota de tu hermano-

-Oh, dios mío ¿otro más?-dijo la tercera chica llamada Val mirando a Stevie-y está en una silla de ruedas ¡lotería! ¿Kathy?-

-¿Quieren salir con nosotras?-preguntó Kathy mientras se secaba las lágrimas con un pañuelo de papel. Malcolm y Reese las miraron sin palabras, hasta que Stevie habló para romper el tenso ambiente.

-Rezas... y rezas... y finalmente... sucede-aspira un poco de aire de su inhalador.

-Espera, ¿qué quieres decir con "salir"? ¿cuándo? ¿dónde?-preguntó Malcolm un poco confundido.

-Ahora mismo. Con nosotras. En eso-respondió Joanne mientras levanta la cabeza hacia una de las ventanas de la sala. Malcolm y Reese se dirigen rápidamente hacia la ventana, donde ven una limusina estacionada afuera.

-Dios mío, apuesto a que tiene baño. Doble o nada-apostó Reese.

-No, espera, Reese. Se supone que estamos cuidando de nuestro hermanito-dijo Malcolm intentando sonar aprensivo-no podemos ir por ahí en el auto más genial que hayamos visto, con tres chicas increíblemente sexys-Malcolm entonces se da cuenta de lo que acaba de decir.

Dewey entra corriendo.

-¡Chicos, chicos! puse bien la tapa, pero creo que se está carcomiendo el...-pudo oír que la limusina se alejaba y se da cuenta de que los demás lo han dejado solo para cuidar a Jamie-bote-

En el Lucky Aide, Hal está de pie delante de un tablón con montones de fotos de personas que han robado en tiendas como él, mientras Craig le toma una foto.

-Ok, ahora luce avergonzado-dijo Craig después de tomar una foto de Hal.

-Muy bien ¿puedo al menos tener una llamada telefónica para que mi familia sepa dónde estoy?-preguntó Hal al corpulento gerente de Lucky Aide.

-Bueno, técnicamente no estás bajo arresto, así que no-respondió Craig mientras colgaba la foto de Hal en una pizarra-pero, ya que somos amigos, te voy a permitir que pagues tus siete dólares con noventa y ocho centavos. Dos horas de trabajo con salario mínimo deberían bastar-

Le pasa un trapeador a Hal, quien parece no estar impresionado, luego toma una foto de su expresión facial y la guardó en el bolsillo de su chaleco azul claro.

La escena cambia a Malcolm, Reese, Stevie y las chicas en la limusina.

-Ok, este es el trato, monstruos. Nuestros novios nos han dejado en mitad del baile formal de otoño para ir a una estúpida fiesta-les explicó Joanne a los chicos.

-Nos-señaló Val refiriéndose a sí misma y a sus amigas.

-¿Cómo pudo Kevin hacerme esto? lo llamo doce veces al día, voy a todos sus entrenamientos. Incluso cambié todo mi horario para que pudiéramos tener las mismas clases-exclamó Kathy entre sollozos, Joanne rodó los ojos y volvió a centrar su atención en los chicos.

-Bueno, ahora vamos a devolverles el favor a lo grande.

-Un momento ¿había un baile de otoño? ¿cómo es que no nos enteramos?-le preguntó Malcolm a Joanne, luego miró a Reese y Stevie, de vuelta a Joanne y sus amigas y descubrió la razón-oh-

-Así que ahora, vamos a ir a esta fiesta, y besarnos con ustedes en frente de esos idiotas desconsiderados-les explico Joanne a los chicos.

-¿Quieren darles celos?-preguntó Malcolm.

-No, queremos hacerlos vomitar. Verán, una vez que nos vean besando a unos perdedores como ustedes, nunca lo van a olvidar-dijo Joanne.

-¿Vinieron a nuestra casa y nos invitaron a salir porque somos los chicos más repugnantes que pudieron encontrar?-dijo Malcolm sin poder creer lo que había dicho aquella chica.

-La verdad, un chico con joroba y verrugas las rechazó. Dijo que tenía demasiado orgullo-le dijo el conductor de la limusina a Malcolm.

Stevie está estupefacto por la situación y Malcolm no tiene muchas ganas de que lo hagan pasear como monos con una cadena.

-¿Sabes? ya nos han decepcionado una vez esta noche ¡¿puedes dejar de pensar en ti mismo por un segundo?!-gritó Kathy enfadada y sin poder evitar derramar lágrimas.

-No me lo puedo creer-murmuró Malcolm.

-Creo que... a la del medio... le gustas-comentó Stevie a su amigo mientras dirigía su mirada hacia Val quien aparentemente no dejaba de sonreírle a Malcolm desde que subieron a la limusina.

De vuelta en la casa Wilkerson, Lois sigue profundamente dormida en el suelo de la habitación y la bola de polvo ha crecido el cuádruple de su tamaño original. Dewey está cuidando a Jamie solo.

-Deja de llorar, sé que no tienes hambre-le dijo Dewey al bebé mientras colocaba el biberón de leche en la mesa de la cocina-oh, ya sé. Quieres tu chupón. Oh, ¿dónde está? ¿qué hago? oh, ¿qué tal si te cuento un cuento? los cuentos son buenos, muy bien-

Sin más preámbulos, Dewey decide contarle una historia sobre él y Jamie siendo los favoritos de la casa y cómo Jamie idolatraba a Dewey, entonces entran Malcolm y Reese y empiezan a lanzarse a Jamie como si fuera un balón, Dewey les suplica que paren antes de que Lois los descubra con las manos en la masa, ellos admiten que son estúpidos y Lois los mete a ambos al triturador de basura. A continuación, Lois le advierte a Dewey que no entre en su armario.

En el Lucky Aide, Craig pule su insignia de asistente de gerente nocturno, Hal es condenado a fregar todos los pasillos, ahora está fregando el suelo en la zona del personal.

-¡Psst! ¿por qué estás aquí?-un hombre llamado Sanjay le pregunta a Hal.

-Pañales-se limitó a responder Hal.

-Otra víctima atrapada en la malvada red de Craig Feldspar. Es un monstruo.

-Nos trata a todos los del turno nocturno como basura-le dijo una mujer llamada Theresa a Hal.

-El poder absoluto de ayudante del gerente nocturno lo ha corrompido. No somos más que simples esclavos-continuó Sanjay.

-Pero ustedes son los empleados, son los que llevan adelante esta tienda-les dijo Hal.

-A él no le importa. ¿Sabes lo que insiste en usar en la máquina de café? café de la tienda. Es tan amargo. Es como beber la muerte-se quejó Theresa.

-No quiere cambiar la inclinación de la rampa para sillas de ruedas. Me quedo atascada todos los malditos días hasta que alguien me dé un empujón-le dijo a Hal otra empleada llamada Dolores.

-Tiene un control absoluto sobre la radio de la tienda. Nos obliga a escuchar sólo canciones de moda, a pesar de que votamos unánimemente por música contemporánea para adultos-exclamó Sanjay enfadado-¡¿qué tiene en contra de Phil Collins?!-

-¡Ese bastardo! no pueden dejar que les haga esto. Sin ustedes, él no es nada. Hay que detenerlo-los alentó Hal.

-Vernon-alertó Theresa asomándose desde fuera de la tienda, Hal retomó rápidamente su fregado mientras Vernon caminaba lentamente a su lado.

-No sé. Quizá Craig no sea tan malo. Me dio el premio de Empleada del Mes luego de que limpiara su acuario-dijo Dolores tratando de encontrar una perspectiva positiva a la situación.

-Los premios al Empleado del Mes son la droga de las masas. Ustedes no pueden dejar que el miedo controle sus vidas. ¿Van a actuar, o van a sufrir siempre bajo las órdenes de Craig?

-Atención a todos los empleados de Lucky Aide. Necesito que alguien caliente en el microondas un hot pocket de triple queso lo antes posible-anunció Craig por el altavoz.

-Esta locura se acaba ahora-murmuró Dolores entre dientes, Hal miró a Sanjay y ambos asintieron coincidiendo con sus palabras.

De vuelta en la limusina, las chicas vuelven a entrar tras descubrir que sus novios no están en la fiesta. Entonces debaten una plétora de fiestas en las que sus novios podrían haber estado.

-Te lo dije, no se quedarían en la fiesta de Lori toda la noche-le dijo Kathy a Joanne mientras se secaba las lágrimas con su pañuelo.

-Bueno entonces, iremos a la fiesta de Charlotte. Y si no están ahí, iremos a la fiesta de Lisa. Y luego probaremos en la fiesta del muelle-dijo Joanne siguiendo su plan.

-¿Qué fiestas? ¿quiénes son estas personas? ¿acaso vamos a la misma escuela?-las cuestionó Malcolm ya confundido.

-Deja de sacudir... mi bote-le dijo Stevie.

-Caminemos a casa, recibamos nuestro horrible castigo de papá y terminemos con esto-sugirió Malcolm.

-¿De qué estás hablando? estas chicas quieren divertirse con nosotros-dijo Reese emocionado.

-Sólo porque somos unos perdedores.

-Oye, estamos viajando en una limusina que no pagamos. A punto de besarnos con chicas atractivas a las que ni siquiera les gustamos. No sé lo que somos, pero no somos perdedores.

-¿Has pensado siquiera a dónde va todo esto? su novio es Aaron Stepanovich-le recordó Malcolm a su hermano mayor-¿has visto a ese tipo alguna vez? sí te ve besándote con su novia, te va a matar-

-Lo sé.

-¿Entonces por qué estás...?

-Porque cualquier cosa es mejor que como están las cosas ahora-dijo Reese, esas palabras por alguna razón se metieron en la mente de Frankie y se clavaron allí como un mantra-mira, tengo una compañera de laboratorio muy bonita en ciencias desde hace ocho semanas. Se llama Cheryl. Finalmente le dejé a Cheryl una nota en su escritorio invitándola a una cita. Y cuando la leyó, se giró hacia mí y me dijo: "¿sabes quién es Reese?" entonces, ella dijo, "¿alguien sabe quién es Reese?" Y todo el mundo se encogió de hombros. Entonces dije, "probablemente nadie" ¿y saben qué? tenía razón-

-Vaya, eso es horrible, niño. ¿Quieres ponerte mi gorro?-le preguntó amablemente el conductor de la limusina a Reese. Él simplemente negó con la cabeza al conductor y siguió con su historia.

-Así que esta noche voy a solucionarlo. A partir de ahora, cuando camine por ahí, la gente va a decir: "¿qué le ha pasado a la cara de ese chico?" alguien va a decir "ese es Reese. Se besuqueó con la novia de Aaron Stepanovich" y con eso, puedo vivir.

Por otro lado, las chicas empezaron a discutir sobre a quién iban a elegir para besar.

-Ok, entonces, ¿a cuál quieres besar?-le preguntó Joanne a Val.

-¿Por qué no me preguntas qué tipo de cucaracha prefiero comer?-respondió Val.

-Eres una cobarde. Tú observa y aprende, yo lo haré-dijo Joanne con un tono de voz decidido eligiendo a Reese, a continuación ella y Reese se inclinan el uno hacia el otro para besarse, pero Joanne se echa hacia atrás-no puedo hacer esto sin un trago-

-¿Ustedes pueden comprar licor?-preguntó Reese asombrado.

-Conocemos una tienda donde trabaja cierto idiota-dijo Val.

En la casa Wilkerson, Dewey continúa contándole su historia a Jamie. En la historia de Dewey, Dewey y Jamie necesitan la llave para abrir el armario.

-Tell me, when will you be mine? Tell me, Quando, Quando, Quando. When will you say yes to me? Tell me, Quando, Quando, Quando-Dewey distrajo a Lois cantando y haciendo un baile de listones mientras Jamie saca la llave de debajo de su almohada-Quando, Quando, Quando-

Una vez que no hay moros en la costa, los menores entran en el armario para descubrir que debajo de la casa original se encontraba una casa secreta más lujosa que sus padres les habían estado ocultando.

-Esta pantalla de noventa pulgadas es mucho mejor que la de setenta y cinco pulgadas que tenemos en el baño-le dijo Hal a Lois, ambos sentados en unas sillas bastante cómodas.

-Oh, absolutamente. Por cierto, hoy Dewey volvió a pedir helado. Le dije que no podíamos pagarlo-ella y Hal ríen maniáticamente.

-Oh, me pregunto qué haría si viera nuestro helicóptero de helado-otra vez ríen maníacamente.

-A esto le vendría bien un rellenado ¿cargaste al hermano robot?-preguntó Lois mientras levantaba su copa de bebida.

-Creo que está listo para funcionar-dijo Hal, toma un control remoto y presiona un botón-¡bebidas, Francis!-

-Son-los-peores-padres-del-mundo. Ustedes-debilitan-mi-confianza-en-todo-momento. Son-los peores-padres-del-mundo-dijo Francis-bot con su voz robótica mientras caminaba hacia la habitación para rellenar los vasos de Hal y Lois.

Dewey y Jamie finalmente encontraron una habitación secreta donde guardaban un par de pantalones perfectos, que no eran de segunda mano, que nunca se habían usado, sin manchas, ni roturas, ni cosas muertas en los bolsillos, pero cuando intentó llevárselos, hizo saltar una alarma.

De vuelta al mundo real Dewey chilla alterando a su hermano pequeño quien empieza a llorar.

-Lo siento, lo siento-se disculpó Dewey y lo tranquiliza.

El idiota que les vende alcohol a las chicas resulta ser Craig, ahora las chicas estaban en el Lucky Aide y son atendidas por el corpulento hombre.

-Bienvenida a América, señora Namhong. Espero que esté disfrutando de su estancia aquí-le dijo Craig a Joanne quien cree que las chicas son camboyanas tras verificar su identificación falsa-¿sabe? estoy pensando en retirarme a Camboya. He oído que se puede conseguir una cabaña en la playa, con esposa y sirvientes por cien dólares al mes. El único problema es que necesito unos aparatos ortopédicos especiales que son muy difíciles de encontrar en los trópicos-se ríe entre dientes-como unas ediciones llamadas Pro-nation, que no están tan mal por sí solas, pero combinadas con los Hammer Toes...-una vez más, como hizo con Hal cuando fue a comprar pañales para Jamie, Craig comienza a molestar a las chicas con otra conversación poco amena. Pasa una hora larga y Craig sigue dándoles lecciones a las chicas sobre la cultura-no es tanto una masa como una corteza. Tuve que hacer que la rasparan...-

-¿Podemos simplemente tomar nuestras...?-preguntó Joanne con impaciencia, justo en ese momento un ruido de retroalimentación resuena por el altavoz, y entonces la canción "Sussudio" de Phil Collins empieza a sonar a todo volumen y Hal junto con los empleados del turno nocturno marchan hacia Craig, agitando escobas, destapadores de baño y otros objetos.

-¡Vernon!-gritó Craig mientras huía por un pasillo hacia la oficina-¡Vernon!-se agacha y toma el micrófono-Vernon, ¡los hamsters han dejado la rueda! esto no es un simulacro ¡los hamsters han dejado la rueda!-

Vernon camina a lo largo de un pasillo, sin embargo es incapacitado por talco para bebés en su cara y por tener su brazo atascado en una máquina de presión sanguínea antes de ser desconectada por algunos empleados.

Mientras tanto, el resto del personal irrumpe en la oficina, mientras Craig se acobarda en un rincón.

-Felicitaciones, chicos. Ahora, cuando firme esa confesión, devuélvanle la ropa-le dijo Hal a los empleados del turno nocturno mientras salía corriendo de la tienda con los pañales.

Mientras Hal corre por el estacionamiento de Lucky Aide, pasa junto a la limusina sin darse cuenta de que los chicos aún están adentro.

-¿Qué vamos a hacer? ya no sé dónde conseguir cerveza-se preguntó Joanne al ver que se le acababan las ideas.

-¿Podemos irnos ya a casa?-preguntó Malcolm a las chicas.

-Cállate-le ordenó Val ya frustrada, en eso, los novios de las chicas se estacionaron en una 4x4-¡oh dios mío! Joanne ¡Aaron está aquí!-

Justo cuando la 4x4 estaciono en el estacionamiento del Lucky Aide, Joanne continuo con su plan, llamo la atención de Aaron y tomó a Reese.

-Justin, no tienes que hacer esto. Sólo piénsalo-suplicó Frankie tratando de hacer que su novio cambiara de opinión una última vez mientras le sujetaba el brazo que tenía libre-no tienes que besarla sólo porque ella cree que eres un perdedor, no vale la pena-

-¿Y eso qué? no es como si tuviera una mejor opción-le dijo Justin a Frankie.

"Cualquier cosa es mejor que como están las cosas ahora."

-Sí que la tienes. Tienes una mejor opción.

-¿En serio? ¿quién?

Antes de que Frankie pudiera responder, Justin sintió cómo Caitlin [la chica rubia que interpreta a Joanne] lo bajaba de la limusina y presionaba su cuerpo cerca del suyo en un intento de llamar la atención de su novio.

-¡Hey, Aaron! ¿te crees tan especial? pues mira esto-dijo Joanne mientras colocaba sus brazos alrededor del cuello de Reese-¡puedo besar a quien sea!-

-No tienes que hacer esto, Reese-le dijo Malcolm a su hermano mayor.

-Hey, ella es la que está disgustada con esto, yo no-dijo Reese mirando a su hermano menor, luego desvió la mirada hacia Joanne y cuando se estaba preparando para recibir un beso, se percata de que el chupón de Jamie está en el bolsillo de sus pantalones-¡el noo-noo de Jamie!-

-¿Qué?-dijo Malcolm confundido.

-El noo-noo de Jamie. No puede dormir sin su noo-noo. Tenemos que llevarlo a casa-sin dudarlo, Malcolm, Reese y Stevie regresan a la limusina, cierran la puerta y dejan a las chicas en el estacionamiento, para su frustración-te daré lo que quieras, pero llévanos a casa, ahora-

-¿Sabes, niño? para ser tonto, tienes corazón-dijo el conductor de la limusina orgulloso por la decisión de Reese.

-¿Van... a encontrarse con nosotros... más tarde?-le preguntó Stevie a Malcolm y Reese con miedo pero a la vez emoción.

En la casa Wilkerson, Dewey continúa contándole su historia a Jamie y este último está de nuevo en su sillita de bebé sobre la mesa de la cocina.

-Así que sonó la alarma y Dewey y Jamie están atrapados...-le contó Dewey a su hermanito.

De regreso a la historia de Dewey, éste se da cuenta de que sólo hay una solución.

-Dios mío. Alguien está intentando robar los Pantalones Perfectos-dijo Hal sentado en su cómodo sillón junto a su esposa.

-¡Habrá duras consecuencias por esto! ¡Francis, encuentra a quien esté robando los Pantalones Perfectos y detenlo!-le ordenó Lois a su robot sirviente.

-Haz-esto-haz-aquello. Son-unos-padres-terribles. Me-han-hecho-imposible-confiar-en-otro-ser-humano. Son-unos-padres-terribles-dijo Francis-bot mientras dejaba las bebidas de Hal y Lois en la mesa en el centro de la habitación y salió seguido de ambos.

Una vez que Hal, Lois y Francis-bot llegan a la habitación encuentran a Jamie con los pantalones puestos y proceden a castigarlo duramente.

-¡Jamie! debí haber sabido que eras tú. Estás metido en muchos problemas-Jamie intenta alejarse gateando, pero Lois lo sujeta-estás castigado. ¿me oíste? eso significa nada de televisión, nada de hablar por teléfono, nada de salir con tus amigos. Nada-

Salen de la habitación, y Francis-bot cierra la puerta, donde Dewey está de pie, quien sonríe aliviado.

Justo en ese momento Justin y Frankie llegan a la casa en el preciso momento en que Erik acababa de conseguir que James se durmiera, mientras el conductor de la limusina ayuda a Craig a bajarse y a bajar la silla de ruedas, ambos actores se escabullen y se dirigen a la ventana de su habitación, abren una y la atraviesan, por suerte las luces ya estaban encendidas para cuando entraron.

-Maldición, si no fuera porque tuvimos que regresar a casa para darle su chupón a James, tal vez podríamos habernos quedado y besarnos con esas chicas como lo habían estado planeando desde que subimos a la limusina-le dijo Justin a Frankie con un tono de voz un poco frustrado.

"Cualquier cosa es mejor que como están las cosas ahora"

Aquellas palabras continuaban resonando en la mente de Frankie, pero de todos modos, aún pensaba que aceptar esto no había sido nada más que un gran error.

-¡¿Hablas en serio?!-preguntó en un tono bajo de voz casi inaudible-¿ibas a dejar que esa chica te besara aunque ella pensara que eras desagradable y un perdedor?-

Justin no respondió, solo se encogió de hombros ante su novio.

Cualquier cosa es mejor, fue lo único que ambos pudieron pensar antes de que Frankie tomara la camisa de su ahora novio y lo acercara hasta que sus pechos se rozaran uno contra el otro. Al darse cuenta de que nadie más les estaba prestando atención o notando lo que estaban a punto de hacer, finalmente cerró la distancia y besó a Justin ardientemente, profundizando rápidamente el beso, introduciendo su lengua dentro de su boca entrelazándola con la suya.

En ese momento, Justin jadeó tomando el control de ese inesperado beso y empujó a su novio hacia la cama más cercana, tomando su cabeza con ambas manos, saboreando cada rincón de su boca. Inconscientemente comenzó a mover sus caderas contra las de Frankie, haciendo que se apartara del beso para dejar escapar un gemido pero Justin rápidamente cubrió su boca con su mano, ante lo cual su novio lo miró confundido.

-No seas tan confiado, trata de no hacer ruido, no estamos solos aquí-le dijo Justin, Frankie solo lo miró en silencio y asintió, por lo que Justin quitó su mano de su boca lentamente-buen chico- agregó para luego comenzar a besarlo nuevamente mientras movía sus caderas contra las de su novio, Frankie no pudo evitar dar algunos gemidos dentro del beso, sus ojos se cerraron con fuerza mientras se dejaba llevar por esta nueva y desconocida sensación.

-Justin...-Frankie jadeó casi en un susurro cuando pudo apartarse del beso para tomar un poco de aire-ahh... J-Justin...-

-¿Qué te dije acerca de hacer ruido?-le preguntó Justin a su novio cuando lo escuchó jadear su nombre. Frankie lo miro un poco atónito-¿ya lo olvidaste? te dije que no hicieras ruido, no estamos solos aquí-

-Lo siento-se disculpó Frankie-pero si sigues moviendo tus caderas contra mí de esa manera, es inevitable que gima así-

-Entonces tendré que mantenerte callado lo más que pueda...

Apenas terminó de decir aquello, Justin retomó su tarea de besar a Frankie pero esta vez dirigió sus besos a su cuello a la vez que presionaba sus caderas contra las suyas en un intento por crear fricción entre sus miembros por debajo de la ropa y una de sus manos cubría la boca de su novio previniendo así que cualquier sonido saliera de ésta.

-Nngh...-emitió Frankie contra la mano de Justin, una oleada de calor y de placer invadió su cuerpo al sentir las caderas de su novio crear fricción contra las suyas nuevamente, haciendo que sus miembros de por sí ya semi erectos se frotaran por debajo de la tela de sus jeans-ggh... aah... ahhh~-

Así estuvieron unos minutos más, hasta que se separaron jadeando y respirando entrecortadamente en un intento por normalizar su respiración.

-Nadie tiene porque enterarse de esto-le dijo Justin seriamente a Frankie-lo que pasó aquí, se queda aquí ¿entendido?-

-S-sí… entendido-respondió Frankie un poco sobresaltado por la repentina pregunta de su novio, pues aún estaba tan sumido en su propia nube de placer luego de aquel beso que compartieron que le era difícil pensar con claridad.

Como pudieron, se acomodaron la ropa y salieron de la habitación, olvidando por completo que tenían el cabello despeinado, pero no les importó, después de todo, así es como lucían siempre cuando interpretaban a sus personajes, ¿no? por lo que era poco probable que alguien sospechara de eso. Una vez que se escabulleron por la ventana de la habitación, Frankie y Justin fueron a retomar la grabación con este último irrumpiendo en la casa mientras Frankie y Craig lo seguían.

-El mensaje de la historia es que te fastidiaré en un santiamén, de la misma forma que mis hermanos me fastidian a mí. Así funcionan las cosas aquí-le explicó Erik a James quien para ese entonces se había quedado dormido-oh, te quedaste dormido-en ese momento, Justin irrumpió en la casa con Frankie y Craig siguiéndolo-hasta que por fin decidieron aparecer-les gritó casi en voz baja a Frankie y Justin-¿dónde estaban ustedes dos? y ¿por qué están tan desaliñados?-

-No te preocupes, Dewey. Tenemos el noo-noo de Jamie-contestó Justin volviendo a su personaje y evadiendo a la vez las preguntas de su pequeño compañero de trabajo.

-¿Que estás haciendo?-le preguntó Dewey al tiempo que Jamie se despierta y llora. Reese pone el chupón en la boca de Jamie y este deja de llorar.

-¿Ves? Es todo lo que necesitaba.

De pronto Hal irrumpe en la casa justo cuando Jamie escupe el chupón y empieza a llorar de nuevo.

-Muy bien, tranquilos todos, tengo los pañales-anunció Hal con un paquete de pañales en la mano.

-¡Papá!-exclamaron los chicos.

-¿Qué?

-Bien hecho, Jamie estaba durmiendo-dijo Malcolm.

-Bueno ¡¿cómo se supone que iba a saber eso?!-dijo Hal enfadado.

Jamie sigue llorando y los chicos y Hal discuten despertando a Lois.

-¿Qué está pasando aquí?-preguntó Lois al entrar en la cocina-oh dios mío, ¿eso es un pañal de periódico? ¿qué han estado haciendo? tienen a este bebé tan agitado ¡va a estar despierto toda la noche!-añadió mientras levantaba a Jamie para calmarlo.

-Podríamos llevar a Jamie a dar una vuelta-sugirió Malcolm-eso siempre lo hace dormir-

-¿A estas horas?-le preguntó Lois escéptica.

En la escena final, toda la familia y Stevie están dando un paseo en la limusina, Lois se asombra de lo grande que es.

-Podría acostumbrarme a esto-comentó Hal tocando el cuero negro que forraba los asientos de la limusina.

-Nunca había estado en una limusina tan grande-dijo Lois mirando a su alrededor.

-Sí, claro-le dijo Dewey a Jamie quien está jugando con su gorrito mientras Hal y Lois intercambian miradas sin entender a qué se está refiriendo Dewey, pero ambos inmediatamente le restaron importancia. Discreta pero lentamente, creyendo que nadie les prestaba atención, Justin acercó su mano a la de su novio para tomarla pero por desgracia, al terminar la grabación de la escena final, Erik volvió su mirada hacia los ambos chicos haciendo que Justin apartara rápidamente su mano de la de Frankie-ahora que me acuerdo, ustedes dos no me dijeron por qué estaban tan despeinados. Miren, antes de que digan algo, sé que es normal que sus personajes se vean así, pero esta vez se veían más desaliñados que de costumbre, aunque hicieran lo posible por disimularlo. Ahora, ¿me van a decir por qué tenían ese aspecto?-

-B-bueno, uh...-Justin intentó formular una respuesta creíble pero no se le ocurría nada, no sabía cómo explicárselo al niño sin revelarle su nuevo noviazgo con Frankie.

-Quizás nos vemos así por el apresurado viaje que tuvimos que hacer para volver a la casa-le explicó Frankie al menor. Erik no dijo nada más, simplemente aceptó la explicación de su compañero y se dio la vuelta para revisar como se encontraba James quien al parecer ya se había vuelto a dormir durante el paseo. En eso Frankie sintió una mano apoyarse en su hombro, giró su mirada encontrándose con los ojos verdes de su novio que lo observaban fijamente.

-Gracias por cubrirme-le dijo Justin en voz baja-en serio, no tenía idea de que decirle si seguía haciendo preguntas-

-No hay problema, pero me debes una grande por cubrirte-le dijo Frankie a su novio confiando en que cumpliría con su palabra.

-Te lo devolveré, no te preocupes.

Después de eso ninguno de los dos volvió a hablar en lo que restaba del viaje.