Esa misma noche en una mansión cercana a Hyde Park, Darcy no podía dormir pensando en el pasado, y en la mujer que tanto había amado. Hasta esa mañana, pensó que ya la había olvidado y la había dejado por completo en el pasado donde pertenecía. Hacía casi dos años que no pensaba conscientemente en ella; aunque cada tanto lo visitaba aún en sus sueños, pero esos sueños eran cada vez más infrecuentes.

¿Por qué ahora que estaba dispuesto a empezar una nueva vida tenía que volver a verla? ¡El destino había sido muy cruel con él! A pesar de ser uno de los hombres más ricos de Inglaterra, educado, y según las damas decían era muy guapo, nunca había sido realmente feliz. Siete años atrás, cuando pensó que la felicidad estaba al alcance de su mano, todo se esfumó en un instante y no pudo hacer nada para revertir la situación...

Durante años, muchas veces se preguntó si había hecho lo correcto, o si tenía que haber sido egoísta y haber pensado solo en su felicidad. Como suele pasar cuando uno ante una bifurcación elige uno de los caminos, queda siempre la duda que hubiese pasado si elegía el otro…

Eso nunca lo iba a saber, pero lo cierto es que esa noche revivió como si fuera ayer, los últimos siete años de su vida. Los años que hacía que no veía a Elizabeth Bennet. La mujer que tanto había amado, tantas noches le había quitado el sueño y a pesar de todos sus esfuerzos nunca pudo olvidar por completo.

1805 - 1806

Aquella mañana ya tan lejana del verano de 1805, Darcy se había despertado muy ilusionado, después de soñar toda la noche con Elizabeth. Después de la horrible propuesta de matrimonio que le había hecho unos meses atrás, sentía por primera vez que la mujer que amaba podría algún día reciprocar sus sentimientos. Iba a darle todo el tiempo que ella necesitara y deseara para conocerlo mejor y haría todo a su alcance para ganar su corazón y que ella aceptara ser su esposa.

Se vistió con esmero y salió temprano a visitarla a la posada donde estaba hospedada en Lambton. Cuando llego, Elizabeth estaba leyendo una carta y llorando desconsoladamente. Lamentablemente, ahí se enteró de la terrible noticia de la fuga de su hermana con Wickham. Enseguida, salió para Londres a intentar localizar el paradero de Wickham. Lo primero que hizo fue contactar a la Sra. Young, que aún tenía relación con Wickham. Lo único que ella sabía era que Wickham se estaba hospedado en una taberna de mala muerte con una jovencita joven, bonita y tonta. La taberna estaba ubicada en uno de los peores barrios de Londres, rodeado de mafiosos y prostitutas. El tabernero, por unas monedas, le dijo que hacía varios días que había echado a esos dos huéspedes porque no le habían pagado en tiempo y forma. Por la descripción de la joven, era muy probable que efectivamente fuera Lydia Bennet.

Contrató varios investigadores que siguieron varias pistas, hasta que finalmente el cuerpo de Wickham apareció con una herida de bala flotando en el Tamesis. La búsqueda siguió por un mes, hasta que al final los investigadores le dijeron a Darcy que ya no tenía sentido seguir buscándola. La joven o estaba muerta o no deseaba ser encontrada.

En muy pocos días – cortesía del Sr. Collins - Lady Catherine y los Matlock sabían sobre la ruina de la familia Bennet. Si bien aún estaba enamorado de Elizabeth, sabía que un futuro con ella, ahora era imposible. Su deber primero era el bienestar y felicidad de Georgiana, y no podía someterla al escándalo asociado a la familia Bennet.

Unos meses más tarde, recibió la triste noticia que su tía Lady Catherine tenía cáncer y le quedaba muy poco tiempo de vida. Enseguida partió hacia Rosing para verla por última vez. Lady Catherine estaba muy enferma e irreconocible, y a su prima Anne muy delgada y desmejorada.

El doctor le dijo que no pensaba que Anne fuera a vivir mucho más de un par de años, ya que, por los síntomas que tenía, todo indicaba que también tenía cáncer. No había ningún tratamiento efectivo para curar a Anne. En el lecho de muerte, Darcy le prometió a Lady Catherine que efectivamente se iba a casar enseguida con Anne e iba a cuidarla por el resto de su vida.

En enero de 1806, Lady Catherine falleció, y pocos días más tarde, Darcy contrajo matrimonio, con Anne en una ceremonia muy triste y con pocos testigos. Se había casado por deber, y era consciente que era muy probable que en muy pocos años fuera viudo. Debía hacerse cargo de una nueva hacienda, y quizás sería aún más infeliz que en ese momento. La noche de su boda - que la pasó borracho en su habitación - en contra de su voluntad, soñó con Elizabeth Bennet, y todo lo que nunca podría ser. Todavía la amaba, pero con el tiempo estaba seguro que la iba a poder olvidar.

Dado que Derbyshire era mucho más frío que Kent para la frágil salud de Anne, Darcy e incluso Georgiana, pasaron los meses de invierno en Rosings, y recién en abril se mudaron a Pemberley.

1807 - 1809

En 1807, Georgiana Darcy hizo su debut en sociedad en Londres. Por su belleza, dote y conexiones despertó mucho interés en varios caballeros. Lamentablemente, Anne ya casi no tenía fuerzas para salir de su habitación, y por ello era común ver solo a Darcy con su hermana en los eventos sociales.

De todos los caballeros, que quisieron cortejar a Gerogiana, solo uno de ellos le pareció sincero y despertó el interés su interés. El Sr. Willow, era el único hijo varón de un terrateniente de una hacienda de unas £5000 al año que estaba a solo 30 millas de Pemberley. Todo indicaba que no necesitaba el dinero de Georgiana y además estaba dispuesto a darle tiempo a Georgiana para que lo conociera mejor.

En la primavera de 1807, los Darcy volvieron a Pemberley, y el Sr. Willows también volvió a su hacienda, y desde allá comenzó a cortejar a Georgiana. A principios de 1808, Georgiana se casó con el caballero, y se fueron a vivir a la estancia de sus padres.

Unos pocos meses después, Anne murió mientras dormía. Si bien su muerte era esperada, Darcy, quería a su esposa como si fuera su propia hermana, y se sintió muy triste por su pérdida. Se sentía muy solo en Pemberley y sentía que su vida era cada vez más triste e infeliz.

En la primavera de 1809, casi un año después de la muerte de Anne, recibió otro durísimo golpe. Su hermana murió dando a luz, lamentablemente el niño tampoco sobrevivió. La noticia fue devastadora y por varios días después del entierro, no quiso salir de su habitación, ni atender sus deberes como patrón. Había perdido todo lo que realmente importaba, había dejado de lado a la mujer de la que estuvo enamorado, y aun a pesar de todo el tiempo que había pasado, a veces, aún pensaba en ella, y ahora había perdido a su querida hermana.

Toda su vida había girado en torno al deber a su familia y a su legado. Había actuado de acuerdo a las normas sociales, había hecho un matrimonio muy ventajoso, era extremadamente rico y cada año su riqueza aumentaba aún más, pero por seguir las expectativas de la sociedad había sido y era muy infeliz.

1810 - Diciembre 1811

A pesar de la insistencia de sus tíos - Lady and Lord Matlock - para que re-entrara en sociedad y se casara nuevamente, Darcy decidió estar un año completo de luto. Tenía ya 33 años, y según los Matlock y la sociedad en general, tenía el deber de casarse y tener un heredero. ¡Como odiaba la palabra deber! ¡Toda su vida había girado en torno al deber! ¡Era inmensamente infeliz por cumplir con su deber!

Unos meses antes, había ido a Meryton con la esperanza que Elizabeth aún estuviera soltera, ya que deseaba casarse con ella. Ya no le importaba si la familia Bennet estaba socialmente arruinada, tampoco le importaba que sus conocidos se burlaran de él por casarse por debajo de su nivel social. Lo cierto era que siendo uno de los hombres más ricos de Inglaterra, podía darse el lujo, por una vez en su vida, de hacer lo que quisiera. ¡Merecía ser feliz!

En Meryton, visitó Lucas Lodge con la excusa que estaba buscando comprar una pequeña propiedad por los alrededores. Como esperaba, Sir William fue una importante fuente de información y le contó todo lo que necesitaba saber sobre la familia Bennet. Elizabeth vivía en América y estaba casada. Lamentablemente, había perdido la oportunidad de casarse con ella para siempre.

Hacía fines de 1810, Darcy reentró en sociedad, y nuevamente varias jóvenes trataron de llamar su atención. En su primera temporada, conoció a varias señoritas, pero ninguna de ellas le interesó lo suficiente para cortejarla. A principios de primavera se fue un par de meses a Rosings y de ahí hacia Pemberley. Hacía fines de 1811, volvió a Londres decido a elegir una dama y casarse. Sabía cual era su deber y estaba muy triste y deprimido de estar tan solo en Pemberley.