Bueno, la verdad, considero que este proyecto lo voy a continuar hasta donde mi creatividad lo permita, sin embargo, decidí comprometerme a ser lo más puntual con esto, lamento si no comenté el episodio anterior, aun así, para dar a conocer que mi compromiso es serio, los sábados (en ) y domingos (en Wattpad) cada 14 días subiré las actualizaciones de los nuevos episodios, con el fin de no solo darle regularidad a esta obra, sino también para tener tiempo de pensar en lo que sería el desarrollo, ya hay un camino fijado, solo debo de hacer las cosas bien.
No me importa si sean muchos o pocos los que lean, voy a continuar con esto hasta el final o hasta donde mi mente me de, y si estás leyendo esto, realmente te lo agradezco mucho de todo corazón, sin más que decir, continuemos.
Capitulo 2.
¿Un heroe?
Milagrosamente, Dipper sobrevivió, recuperó la conciencia una vez cayó al piso, dándose cuenta que estaba en un bosque lleno de Pinos, pero con un invierno más marcado, se cuestionaba donde estaba, pero más aún, se cuestiona como es que había sobrevivido y si es que aun sigue con vida o todo lo que ve es solo un producto de su imaginación.
—Eh... ¿Donde estoy? –Cuestiona el chico, aun con su morral en la mano, sintiendo un poco de frío, mucho dolor corporal y una sensación de haber salido de una tortura perpetrada por los peores grupos terroristas de Colombia.
—Vaya vaya vaya, finalmente has despertado –Habla una figura de un hombre calvo y de contextura gruesa, con un traje gris y una simbología en su pecho derecho con una silueta de un reloj del tiempo de color verde.
—Blendin... ¿Eres tu? –Cuestiona Dipper –¿Que haces acá?
—¿Que que hago acá? Simple, te salvé la vida de una muerte segura y dolorosa, bueno, dolorosa no tanto porque de todas formas habías perdido la conciencia.
—Claro... ¿Pero como lo hiciste?
—Simple, utilicé uno de los sistemas de tele-transportación para aparecer justo en el momento que perdiste la conciencia, sin embargo, al tener un tiempo de uso muy limitado, tuve que activar un escudo térmico que viene equipado con nosotros, si no lo hubiera usado, te aseguro que hubieras quedado recontra quemadísimo.
—Claro...
—Al lograr frenar toda esa velocidad con el escudo térmico haciendo el trabajo, no era suficiente, tuve que utilizar un sistema de propulsión como paracaídas para evitar tener una sangrienta y excitan... digo, dolorosa muerte contra el suelo –Termina de explicar Blendin, que aun sigue utilizando sus anteojos que le ayudan a cubrir mucho sus ojos.
—¿Y ahora donde estamos?
—Oh, estamos en un lugar que conocen como Siberia.
—¿Rusia?
—Así es, ¿donde crees que aun nieva cuando es verano?
—Bueno, puede ser Argentina, Chile, La Antartida, Noruega, Finladia, ¿Nueva Zelanda?
—No empieces ahora con tu actitud de nerd, irrita un poco.
—Lo siento, Blendin...
—En fin, si te preguntas por que te salvé, hay 2 razones principales.
—¿Cuales?
—En primera: no podía permitir que murieras así, hiciste mucho por mi y era justo que no sufrieras una muerte así; y segundo, y más importante: Por esto.
Blendin procede a utilizar su reloj para reflejar un holograma, en dicho holograma se puede visualizar un tipo de "bola de nieve" conteniendo adentro, no nieve, sinó un hueco que adentro se puede visualizar varias alteraciones.
—Oh si, la fisura... –Recuerda Dipper.
—Esa fue la razón principal por la que no me podía permitir que sufrieras una muerte así, el contenedor se hubiera roto con el impacto en la tierra y hubiera significado el fin del universo como lo conocemos. –Gira Blendin para ocultar una pequeña sonrisa que no pasó desapercibida por Dipper.
—¿De que te ríes, Blendin?
—Oh, no nada, solo sonrío porque finalmente siento que soy alguien util, jeje.
—Bueno, creo que debo regresar a casa... –Cuando Dipper estaba dispuesto a volver a la Cabaña del Misterio, no sabe bien donde está, no sabe orientarse en el bosque siberiano, y a pesar de que sabe que está en Rusia, no sabe exactamente donde, apenas a duras penas sabe el norte gracias a la posición del sol y las sombras de los árboles. –Oh cierto, ni siquiera se donde estoy...
—Mira chico, veo que andas perdido y quieres regresar a casa, ¿no?
—Si...
—Esa fisura, por cierto, es muy riesgoso que esté en manos de un niño de 12 años, un mínimo accidente y todo se acaba.
—¡Oye! No me subestimes, puedo manejar esta situación por mi cuenta.
—¿Quieres que te recuerde que de no ser por mi, hubieras causado un apocalípsis?
—Bueno...
—¿Y que te recuerde que causaste un apocalipsis zombie? ¿O que destruiste el invento de tu tío que salvaría tu mente de ser capturada por m... Digo, por Bill?
—Momento, ¿Como sabes todo eso?
—No importa, el punto principal es que esa fisura debe estar en manos más responsables que la tuya, lo que te digo es que me des esa fisura y yo inmediatamente me encargaré de ella, claramente estará en mejores manos con el Escuadrón de Anomalías del tiempo.
Dipper tiene la duda, sabe que lo que carga en sus manos no es cualquier bola de nieve que se compra en cualquier centro comercial cuando es navidad, carga una ruptura interdimensional que con cualquier caída puede destruir toda la realidad que conoce, a pesar de que claramente no tiene un buen presentimiento de la situación, sabe que dicha responsabilidad no puede seguir en sus manos, sabe que estará mejor administrado por personas encargadas de combatir anomalías como esta.
—Creo... Que tienes razón. –Suspira Dipper muy desanimado, sintiendo que fracasó ante tal responsabilidad, pero consciente de que es lo mejor.
—Vale, solo dame esa esfera, y yo me encargaré en que termines más que pronto en tu casa. –Responde Blendin.
—Pero... ¿y que pasará con mi tío Ford? No quiero perderlo.
—A estas alturas, es mejor que me des esa ruptura, de tu tío podremos hablar después, ¿Que dices?
—Vale... está bien.
Posteriormente Dipper procede a sacar el contenedor de la ruptura, aun con dudas, siente que es lo mejor, abre su mochila y lo saca, lo sujeta en sus manos.
—Vamos, falta poco... –Muestra ansiedad Blendin cada vez que el contenedor se acerca más y más a sus manos.
Luego de unos cuantos segundos, Dipper finalmente entrega el contenedor a Blendin, provocando que este comience a soltar una risa distorsionada, risa que cada vez se vuelve más macabra, el frío viento del bosque siberiano se vuelve cada vez más fuerte mientras que las hojas se desprenden violentamente de sus árboles, el ambiente se vuelve más pesado y tenebroso, y el chico de cabello castaño no sabe que va a pasar, pero siente que algo muy malo está a punto de pasar.
Mabel terminó una jornada agotadora, sigue intentando contactar con su hermano, sin éxito alguno, lo intenta nuevamente, pero del otro lado solo se retorna estática, comienza a preocuparse y a ponerse ansiosa, mientras que solo sabe dar vueltas por la casa, como si fuera un tigre recién enjaulado luego de haber realizado un espectáculo en el circo.
—Calabaza, ¿algo te está preocupando ahora? –Pregunta su siempre confiable tío Stan a su sobrina.
—Ah, no es nada tío... –Responde Mabel, tratando de hacer que su tío ignore la situación que vive ahora.
—Solecito, no se que te ocurre exactamente, pero siento que es mi responsabilidad ayudar, no lo se...
—¿Desde cuando te has vuelto tan comprensivo con uno?
—Te recuerdo que debajo de este feo y demacrado ogro aun existe un poco de humanidad, te veo muy preocupada, y claramente no es normal en ti que lleves una actitud así, con confianza, ¿Puedes decir que ocurre ahora?
—Mira... Lo que pasa es que no quiero crecer... Durante mi travesía por el pueblo, acabé de darme cuenta que el futuro no es tan agradable como suele aparentar, no tengo tantas ganas de arruinar mi vida...
—Ah... A nadie le gusta madurar, y te comprendo, vamos, mirame, tengo ya 70 años y mi alma sigue siendo igual a la de un niño que siempre quiere hacer travesuras.
—Pero no me quiero ir...
—Mira, pase lo que pase, siempre contarás con tu hermano, siempre lo tendrás ahí, en las buenas y en las no tan buenas. –Stanley pronto cambia su aparente entusiasmo por un suspiro deprimente. –No todos podemos contar con la misma suerte... Y hablando de Dipper, ¿No lo has visto? Ya se va a oscurecer y nada que aparece.
—Me tiene muy preocupada, y no es que no quiera responder, es que del otro lado solo se escucha estática, ¿Crees que le haya pasado algo a el y al tío Ford? –Mabel comienza a preocuparse por la situación.
—Puede que justo ahora no respondan, aun así, confío en que están bien, ambos han sabido como arreglarse la situación por su cuenta, conozco a mi hermano más que a nadie, y se que el estará bien de seguro. Y Dipper... Bueno, mientras esté a lado de Ford, nada malo le podrá pasar. –Stanley procede a abrazar a su sobrina, a lo cual ella corresponde al abrazo.
—Si... Tienes razón, ojalá pronto puedan regresar, aunque si hoy no regresan, de seguro estarán acampando en el bosque.
—Contando historias de miedo y asando malvaviscos.
—¿Pero que historias de miedo contarán ellos? ¿Hablarán de como perdieron sus exámenes?
—Si, y de seguro hablarán de la aterradora historia de la formula matemática sin resolver. Jajajaja
—¿Y de como no lograron entregar su trabajo a tiempo porque se lo comió un perro? Jajajajaja.
Ambos comienzan a reír y a liberar sus preocupaciones, luego de ese ameno momento entre ambos, a Stan se le ocurre una idea.
—Solecito, ya que ellos probablemente se estén divirtiendo en un campamento, ¿Que tal si hacemos una pijamada entre ambos?, y si quiere, llama a tus amigas, para que tengan un agradable momento por última vez antes de despedirnos... –Sugiere Stan
—Si, suena divertido, espera me pongo en contacto con ellas –Responde Mabel con una pequeña sonrisa en su cara.
—Y ten en cuenta, ambos estarán muy bien, yo confío en ellos y en que sea donde sea que estén, estarán muy bien.
Posteriormente Mabel se pone en contacto con sus siempre confiables amigas, Candy y Grenda, para poder hacer una pijamada ese mismo día, si no podrían estar presente para el cumpleaños de ella y Dipper, al menos si poder tener una diversión por última vez. Para fortuna de Mabel, ambas están disponibles, por lo que aceptan reunirse, y cuando cae la noche en Gravity Falls y el hemisferio oeste estadounidense, disfrutan de lo que sería su último momento como amigas, jugando todos los juegos que disfrutaron en algún momento y leyendo fanfics de edad cuestionable, aun así pasaron una gran pijamada, para luego caer rendidos ante los pies de Morfeo, sin saber que algo muy importante para sus vidas estaba ocurriendo del otro lado del océano ártico.
