Capítulo XXVIII: 23 de noviembre, 2003
No era que estuviera tratando de compensar el hecho de que se embriago o que no tuvo las agallas suficientes para follar a una chica en estado de ebriedad, tampoco se debía a que se estaba disculpando por decir que probablemente era gay delante de todos sus compañeros de trabajo, exponiendo por poco su noviazgo con quien se suponía que era su mejor amigo.
Y aun así Justin estaba molesto con él, no por escuchar a su novio casi exponer su noviazgo frente a sus compañeros de trabajo en la mesa esa noche de acción de gracias, estaba molesto porque Frankie confesó a medias sus preferencias sexuales y lo que era peor, estaba molesto por la cena, donde había terminado vomitando debido a todo el alcohol en su sistema, provocando que todos los presentes abandonaran la mesa tras aquel incidente, a pesar de que insistió que no todo estaba perdido, nadie quiso regresar o siquiera comer lo poco que se había podido rescatar aquella noche.
Así que, luego de recuperarse un poco de una terrible resaca, el actor estaba en el baño de la casa Wilkerson hablando con Christopher sobre lo que había pasado la noche anterior y cuánto lamentaba lo que sea que había hecho, porque solo tenía algunos recuerdos borrosos de lo que había hecho y dicho ayer.
-No puedo creerlo, quiero decir, estábamos solos, ella quería hacerlo, yo estaba allí. ¿Cómo pude acobardarme?
-Viejo, al menos no te aprovechaste de una chica ebria o hiciste algo de lo que pudieras arrepentirte tarde o temprano-le dijo Christopher a su joven amigo y compañero de trabajo mientras lo ayudaba a aliviar su resaca-por cierto, ¿recuerdas algo más que haya sucedido ayer?-
-No mucho...-respondió Frankie-tengo algunas imágenes borrosas pero tal vez con eso pueda contarte que más pasó-
-Adelante. Soy todo oídos.
-Bien, no estoy seguro del todo, pero creo que todo empezó antes de Acción de Gracias...
El día antes de Acción de Gracias...
Malcolm finalmente hizo nuevos amigos, entre ellos una chica llamada Kristen que no está seguro si le gusta o no, ahora todos estaban reunidos en un círculo en el jardín delantero de una casa, platicando de cosas al azar y pasando un buen rato juntos.
-Mañana es Acción de Gracias, te diré por qué estoy agradecido, por fin me he hecho amigo de unos chicos normales en la escuela. Chicos normales. Llevamos aquí toda la tarde y nadie ha mencionado alergias al césped o la cantidad de polen-comentó Malcolm mientras hablaba a la cámara.
-Malcolm, nunca me había fijado en los lindos ojos que tienes-comentó Kristen atrayendo su atención hacia ella.
-¿En serio?-preguntó él y una vez más se giró para ver a la cámara-Kristen Stuart. Creo que le gusto, pero nunca puedo estar seguro-
-Sí, supongo que me distrajo tu cabeza descomunalmente grande-dijo Kristen, Malcolm volvió a hablar a la cámara.
-Sobre todo por cosas como esa.
-Oigan, chicos. Me tengo que ir-dijo uno de los chicos del grupo llamado Dylan mientras se levantaba del césped y tomaba su mochila-fiesta en mi casa, es Acción de Gracias. Tres cajas de cerveza, no se van hasta que se acaben-
-¿Tus padres están fuera de la ciudad?-le preguntó Malcolm.
-No.
-Oh, qué bien. Sí, claro.
Todos se levantaron, tomaron sus cosas y se fueron, mientras Malcolm comenzaba a caminar de regreso a casa, Kristen se quedó parada en su lugar mirándolo.
-Oye, que bonito trasero-comentó, Malcolm se voltea dándose cuenta de esto-ugh ¿por qué tu cara tiene que estropearlo?-
-Sé lo que está tratando de hacer. Intenta confundirme, desequilibrarme-dijo Malcolm mientras hablaba a la cámara-¿pero saben qué? eso no va a...-no pudo terminar la frase porque chocó contra un árbol, golpeándose accidentalmente la cara.
En la casa Wilkerson, temprano por la mañana, Hal caminó por el pasillo hacia la cocina, descubriendo que la entrada estaba cubierta con sábanas, las apartó y asomándose a través de ellas, pudo ver a Reese trabajando en la cocina, había una gran variedad de vegetales colocados sobre la mesa de la cocina donde Dewey estaba sentado.
-¡Reese!-dijo Hal apenas entró a la cocina y vio lo que estaba pasando.
-Toma un delantal-le dijo Reese a su padre sin dejar de hacer su tarea.
-Son las seis y media de la mañana-dijo Hal.
-Significa que me quedan exactamente doce horas para crear el banquete de Acción de Gracias más fantástico de la historia de los banquetes de Acción de Gracias-respondió Reese apartándose de la hornalla sólo por un momento para ver a su padre.
-¿Qué onda con las sábanas?-preguntó Hal señalando las sábanas que cubrían las entradas de la cocina.
-No puedo cocinar con distracciones.
-No creo que eso sea...-Hal intentó decir pero fue interrumpido por Reese.
-Papá, ¿recuerdas el soufflé de chocolate que hice para Acción de Gracias hace dos años?
-Ah, sí. Eso fue...
-¡Vomito de rata comparado con lo que tengo planeado! ¿los crepes que hice el último Acción de Gracias?
-Ooh, eran...
-¡Una basura comparado con lo que tendremos esta noche! no pienses en esto como una cena. Esto va a ser como comerse la Mona Lisa.
-Reese, no creo que puedas comp...-dijo Hal pero de nuevo fue interrumpido cuando Reese le metió una cuchara en la boca-oh, Dios mío ¿qué necesitas?-preguntó mientras se ponía rápidamente un delantal.
-Tu obediencia descerebrada y casi robótica a cada demanda que hago, por pequeña que sea.
-Además, podemos comer todo lo que caiga al piso-dijo Dewey, después de eso, los tres se pusieron a trabajar. Por otro lado, Lois estaba ordenando la casa, quitando revistas y periódicos del sofá mientras cargaba a Jamie en uno de sus brazos, cuando Malcolm pasó a su lado en dirección a la puerta principal.
-Me voy a casa de Dylan. Volveré para la cena-le dijo Malcolm a su madre.
-¿Dylan, al que nunca he conocido porque tienes miedo de que piense que es una mala influencia?-preguntó Lois mientras seguía enfocada en su tarea.
-Él está bien. Habrá otros chicos de la escuela allí, es una especie de fiesta, realmente quiero ir-respondió Malcolm.
-Bueno, tu familia también tiene una especie de fiesta, se llama Acción de Gracias. Es cierto que no somos un grupo de amigos que acabas de conocer la semana pasada, sólo somos las personas que hemos sacrificado nuestras vidas durante años para que puedas tener un hogar.
-Sólo estaré afuera un par de horas, ¿de acuerdo?
-¿Quieres decir como el par de horas que estuviste metido medio dentro y medio fuera de mí cuando naciste?-preguntó Lois.
-¿Media hora?
-Es que no entiendo qué tiene de horrible nuestra familia-dijo Lois quien ahora sostenía a Jamie con los dos brazos.
-Si que lo entiende-dijo Malcolm mientras miraba a la cámara.
-Quiero decir, ¿por qué demonios preferirías estar en otro lugar para Acción de Gracias?-preguntó Lois sin encontrarle sentido.
*Flashback*
Una cena de Acción de Gracias se estaba llevando a cabo en la cocina de la casa Wilkerson donde toda la familia estaba reunida, con excepción de una invitada aparentemente indeseada, al menos por parte de Lois y Hal, ya que se trataba del último interés amoroso de Francis.
-¡La amo! y si ustedes dos están demasiado muertos por dentro para entender lo que eso significa, entonces simplemente me dan pena-les gritó un Francis de cabello largo a sus padres estando de pie junto a la silla donde estaba sentada una mujer punk que masticaba un chicle mientras movía la cabeza de un lado a otro como si estuviera de acuerdo con las palabras de su amante.
*Fin flashback*
*Segundo Flashback*
Otra cena de Acción de Gracias tuvo lugar, esta vez luego de que Francis fuera enviado a la escuela militar. Malcolm, Reese, Dewey y Lois se habían quedado dormidos sobre la mesa mientras Hal hablaba por el teléfono de la cocina.
-No, no, papá. Lo entiendo-le dijo Hal a Walter [su padre] a través del teléfono de la cocina-cuando tienes un cepillo de dientes nuevo, y quieres estrenarlo...-
*Fin Flashback*
*Flashback final*
Esta vez la cena de Acción de Gracias tuvo lugar hace mucho tiempo, cuando Francis, Reese y Malcolm aún eran niños y Dewey había nacido. La cocina era un completo desastre con salsa, puré de papas y trozos de pavo desparramados por todos lados incluso sobre los miembros de la familia reunidos en la mesa, Lois respiraba agitadamente mientras miraba a sus hijos, Francis y Reese permanecían en silencio, también Malcolm, hasta que Hal habló para romper la tensa atmósfera.
-Adelante, dilo, Lois-le dijo Hal a su esposa en su lado de la mesa.
-Bueno, feliz Acción de Gracias-dijo Lois de la forma más calmada posible.
*Fin flashback*
-Entonces iré a decirles que no voy-le dijo Malcolm a su madre.
-Haz lo que quieras. Aunque tu hermano haya viajado cientos de kilómetros con esa cosa-dijo Lois enfatizando la última palabra.
-Piama.
-Sé cómo se llama-dijo Lois-tu familia va a estar aquí, y vamos a pasar un hermoso Día de Acción de Gracias-
-¡No voy a bajar la voz!-gritó Francis mientras abría la puerta principal-¡¿qué?! ¡¿crees que no sabrán en unos cinco minutos que nos estamos divorciando?!-
-Lo siento, estamos teniendo algunos problemas-se disculpó Piama.
-¿Problemas? ¿a eso le llamas descubrir que todo el amor que compartimos era mentira?-exclamó Francis, Piama puso los ojos en blanco y se alejó, Francis la siguió mientras sollozaba y miraba a Lois-hola, mamá-
Lois miraba la escena con la boca abierta, Malcolm aprovecho para salir corriendo de su casa e ir a la fiesta de su amigo.
-Malcolm, será mejor que vayas a buscar a tu padre-le dijo Lois pero cuando le pidió que lo hiciera, él ya se había ido-¡Malcolm!-
En la fiesta, Malcolm se lo pasa muy bien estando con sus amigos, sobre todo con Kristen con la que ahora estaba jugando en la mesa de billar.
-Esta fiesta es bastante cool. Y ¿saben? creo que he entendido a Kirsten. Es más del tipo amiga-hermana. No es nada sexual realmente-explicó Malcolm mirando a la cámara mientras caminaba alrededor de la mesa de billar, la cámara enfoca a Kristen soplando el polvo de tiza de su taco de billar-por otra parte...-
-Cerveza, viejo-dijo Dylan mientras cerraba la puerta de la nevera del sótano y se acercaba al grupo con un pack de cervezas en el brazo y otro en la mano-mi padrastro bebe mucho, nunca lleva la cuenta-pasó uno de los packs al grupo, sacó una lata y se la ofreció a Malcolm-¿Malcolm?-
-Sí, claro-dijo Malcolm despreocupadamente mientras tomaba la lata, Dylan le dio una lata a Kristen.
-Si, claro-dijo ella imitando a Malcolm, Malcolm la miro, luego ambos abrieron las latas al mismo tiempo y comenzaron a beber, en eso, la puerta del sótano se abrió, y el padrastro de Dylan entro en la habitación, Kristen escondió la lata detrás de su espalda mientras que Malcolm la arrojó lejos.
-Hey, chicos. ¿Cómo va todo?-preguntó el hombre mientras caminaba-necesito algo para calentar el viento ártico que está soplando ahí arriba-tomó una botella de vino de un gabinete y miró a Dylan-sin ofender a tu madre, la amo demasiado-
-Está bien, Art-dijo Dylan.
-Muy bien, diviértanse chicos-dijo Arthur, salió del sótano y la puerta se cierra.
-¿A alguien se le cayó una cerveza?-preguntó Dylan mirando a Malcolm mientras el resto de los adolescentes en la fiesta se reían.
-Lo siento. Mis padres son un poco menos flexibles con el tema de la cerveza-explicó Malcolm mientras se acercaba a uno de los sofás donde cayó su lata de cerveza, la tomó y volvió con Kristen, por un breve segundo se quedaron mirando en silencio, hasta que ella vuelve a hablar.
-Apuesto a que besas como un niño de nueve años-dijo ella.
-¿Qué?-dijo Malcolm asombrado, mira de nuevo a la cámara-¿qué? de acuerdo, eso sí lo entendí, fue una insinuación total. Le demostraré como besa un niño de nueve años-se da la vuelta para besar a Kristen y en su lugar se encuentra cara a cara con Dylan-hey-
En la casa Wilkerson, las cosas no están mucho mejor, Francis y Piama seguían discutiendo y peleando mientras Lois estaba ocupada ordenando su habitación y la de Hal, ambos podían oírlos a través de las puertas.
-¡No me digas que no llore! ¡quizás mis lágrimas hagan un océano y puedas zarpar en un barco hacia una nueva vida sin mí!-gritó Francis entre sollozos.
-¿Cómo pasó esto?-preguntó Hal a su esposa señalando la puerta de donde venían los gritos.
-Es terrible-dijo Lois, Hal asintió en silencio pero dándole una mirada desconfiada a su esposa, algo que Lois nota-¿qué es esa mirada, Hal?-
-Vamos, Lois. Has estado intentando terminar esta relación desde el principio. Y ahora, de repente, ¿se divorcian y tú no tienes nada que ver?
-Por favor ¿en serio crees que tengo tanto poder para orquestar la vida de la gente... además de la tuya?
-Todo lo que sé es que nuestro hijo está hablando de ponerle fin a su matrimonio... un matrimonio que tú nunca aprobaste-la señaló Hal.
-Hal, eso es ridículo-dijo Lois-bien, bien ¿Quieres que vaya a hablar con Francis?-
-Si-dijo Hal pero rápidamente la detiene-¡no! no, no, no, no, no. Esta es una forma de que trates de trabajar tu agenda-
-Bien. No diré ni una palabra a ninguno de los dos.
-Bien-dijo Hal mientras salía de la habitación-espera-volvió sobre sus pasos y se puso de nuevo en frente de Lois-no dirás nada, lo que significa que vas a dejar que todo esto se desmorone. Oh, ya conozco tu juego, Lois-
-Hal, ¿qué es lo que quieres que haga?
-No, no, no me vas a arrastrar a tus pequeños esquemas maquiavélicos, muchas gracias. No, tú misma tejiste estas enmarañadas redes, Lois. Arréglalo tú sola-contestó Hal, después de eso, salió de la habitación dejando a su esposa con la boca entreabierta.
Lois decide entonces hablar con Francis sobre la pelea que está teniendo con Piama. Por otro lado, en la cocina, Reese seguía trabajando en la cena de Acción de Gracias.
-¿Ves? el verdadero balsámico tiene una sensación más suave en la boca-le dijo Reese a Jamie, en eso, Hal entra a la cocina-bien, ya regresaste. Voy a empezar a preparar las hierbas de Provenza y a saltear los hongos. Necesito que vuelvas a fregar estas ollas y sartenes-
-¿Qué? No, acabo de terminar con ellas-se quejó Hal.
-Papá, mira esto. La resistente pátina de la cazuela de atún, o el pastel de enchiladas, o lo que sea en nombre de Dios que este grasiento lugar cocina noche tras noche que mata el alma. Pero no esta noche. Esta noche, vamos por la grandeza. ¿Estás conmigo, papá?
-¡No! esta olla está lo suficientemente limpia, Reese. Nadie probará esto-dijo Hal tratando de demostrar su punto.
-Muy bien, entonces. ¡Supongo que nadie probará esto!-dijo Reese mientras le metía una cuchara en la boca a Hal.
-Oh, Dios mío-dijo Hal, rápidamente vuelve al trabajo para cuando Dewey entra por la cocina usando la puerta del cuarto de lavado.
-Dewey, necesito que hagas algo por mí-le dijo Reese a su hermanito apenas entró a la cocina.
-No, no más. Estoy harto de esto. Si tengo que esculpir otro rábano o desvenar otro camarón...-dijo Dewey con un tono de voz molesto.
-Dewey, ¿confías en mí?
-No.
-¿Me temes?
-No. No a largo plazo.
-Vamos, Dewey. Son sólo un par de cosas que necesito y que no pude lograr que papá pagara-dijo Reese mientras sacaba algo de dinero del bolsillo de su delantal y un papel doblado-así que aquí tienes ochenta dólares de la billetera de papá. Los artículos de esta lista cuestan doscientos cuarenta dólares, así que tendrás que sacar todo tu potencial de ternura ¿puedes con eso?-
-¿Me quedo con lo que sobre?-preguntó Dewey.
-Trato hecho.
Dewey tomó el dinero y salió de la casa al tiempo que Reese volvía a la cocina. Por otro lado, Lois estaba en la habitación del bebé preparando a Jamie para su siesta cuando Francis entró en la habitación.
-Mamá, ¿puedo hablar contigo?-le preguntó Francis.
-No, cariño, por favor. No me hables de esto-contestó Lois levantando una mano, termina de arropar a Jamie y luego se volteó para ver a su hijo mayor cara a cara-no importa lo que diga, me van a culpar. Esto lo tienes que solucionar tú con esa tipa-
-Piama.
-Sé cómo se llama.
-¿Podrías escucharme un segundo?-Lois no habló y miró a Francis dejándolo continuar-si Piama y yo nos divorciamos alguna vez...-
-Francis, ni se te ocurra hablar así. Lo digo en serio, de verdad, no deberías-dijo Lois mientras tomaba el biberón de leche de Jamie-bueno, ¿qué ibas a decir?-
-Si alguna vez nos separamos, ¿podría quedarme aquí un tiempo?
-Dios, Francis, odio siquiera pensar en algo así-dijo Lois, le entregó la toallita de Jamie a su hijo para que pudiera secarse las lágrimas-pero, sí, si algo tan terrible llegara a suceder, por supuesto, estaremos aquí para ti-
-Gracias, mamá-dijo Francis una vez que terminó de secarse las lágrimas-quiero decir, fue una pelea estúpida, supongo, pero era emblemática a todo lo que estaba mal con la relación, quiero decir, hay principios-
-Los principios son importantes-dijo Lois mientras guardaba el biberón de Jamie.
-Lo sé. Quiero decir, ¿y qué si me bebí un par de cervezas? ¿cómo me vería frente a los chicos si una mujer está conduciendo?
-¿Qué?-Lois dejó de hacer lo que estaba haciendo para volver a ver a su hijo.
-A ella no le importan mis sentimientos en lo más mínimo-dijo Francis.
-¡¿Qué?!
-¿Qué?
-De todas las cosas idiotas y asininas que has dicho, Francis, esta tiene que ser la peor-exclamó Lois con un tono de voz incrédulo.
-Pensé que estabas de mi lado-le dijo Francis a su madre.
-No tienes un lado. Ahora, vas a ir a disculparte con esa tipa-le pidió Lois-dile que te equivocas, y que ella no tiene la culpa de nada-
-En serio...-se opuso Francis.
-¡VETE!-le ordenó Lois.
-Está bien, está bien-después de decir esas palabras, Francis salió de la habitación y fue a disculparse con su esposa como Lois le había dicho que hiciera. Una vez que estuvo fuera del alcance de sus vista y oído, Lois se acercó a la cuna de Jamie y habló con él, diciéndole lo idiota que era su hermano mayor.
De vuelta a la cocina, Hal y Reese seguían preparando la cena de Acción de Gracias, Hal estaba en el fregadero secando las sartenes y ollas que tenía que lavar por segunda vez mientras Reese está concentrado trabajando en los ingredientes que necesitaba para preparar lo que vendría a continuación.
-Bien, papá. Trae el ave-dijo Reese.
-Ten-dijo Hal mientras sacaba el pavo de la nevera, lo miró mientras lo colocaba en la mesa de la cocina-¿este es el pavo que conseguiste?-
-Es perfecto.
-Es muy pequeño.
-Bueno, si fuera más grande, ¡no cabría dentro de esto!-dijo Reese quien acto seguido sacó un pescado de tamaño descomunal (bastante feo, si debo ser sincera) y lo colocó sobre la mesa de la cocina.
-¿Qué? ¿vas a meter nuestra cena dentro de ese monstruo?
-Es un rape. Los jugos del rape bañarán el pavo. El sabor del pavo impregnará al pescado y ambos se fundirán en un plato fantástico-explicó Reese.
-Reese, esto no parece una buena idea-comentó Hal un poco dudoso.
-No sé, papá. A lo mejor tienes razón, no tengo ni idea de lo que estoy hablando-una vez más, Reese metió una cuchara en la boca de Hal.
-¡Oh! ¡mmm!-Hal gruñó enfadado consigo mismo por ser tan débil-¿sabes? eso realmente no debería funcionar-
Reese empezó a hablar con el rape que estaba sobre la mesa de la cocina.
-Escucha, mi fea belleza. Ayer estabas succionando basura del fondo del mar, esta noche, vas a bailar con los dioses-dijo, luego movió la boca del pez simulando que hablaba-sí, amo, estaré delicioso para usted-
En la casa de Dylan, Malcolm todavía está inseguro de si Kristen está coqueteando con él o sólo está tratando de ser amistosa, pero las cosas toman otro rumbo cuando siguen jugando billar y ella le da un pequeño empujón con su cintura.
-Ok, definitivamente las cosas han estado mejorando. Estoy absolutamente más o menos seguro de que podría gustarle... creo-dijo Malcolm hablando a la cámara, luego se vuelve hacia Kristen-parece que estás detrás de la proverbial bola ocho-a la cámara-oh, vaya, ¿"proverbial"?" tal vez ella no se dio cuenta-
-Malcolm, ¿puedes pasarme la tiza?-le preguntó Kristen-está justo ahí, al lado de la salsa de queso proverbial-añadió una vez más imitando su vocabulario.
-Bien, de acuerdo. Admito que fue un poco rebuscado.
-No, pensé que estaba justo al lado del dinero proverbial.
-Está bien.
-Lo siento. ¿Di en el clavo proverbial?-se disculpó Kristen.
-Sabes, puedes pensar que eso es coquetear, pero no lo es. Solo es hostilidad-le dijo Malcolm ahora comenzando a molestarse.
-No, estoy bastante segura de que es coqueteo-dijo Kristen dejando claro su punto de vista.
-¿En serio?
-Supongo que no soy tan buena en esto como pensaba-le explicó Kristen mientras Malcolm se acercaba lentamente-¿antes de que seamos viejos?-dejó de hablar apenas los dos empezaron a besarse apasionadamente.
Por otro lado, Dewey estaba en el mercado de agricultores tratando de obtener las especias correctas que Reese le pidió para la cena de Acción de Gracias, obviamente utilizando dinero en efectivo robado de la billetera de Hal.
-Hijo, estas trufas son muy costosas. Y si pierdes tu dinero, realmente no es mi problema-le dijo el vendedor al niño.
-Pero...-pronunció Dewey entre toses-me dijeron que comprara trufas. No sé por qué, pero...-continúa tosiendo-mis padres me dijeron que este iba a ser un Día de Acción de Gracias muy especial-
El vendedor le entrega las trufas sintiendo un poco de lástima por él.
-De todas formas, mi jefe es un imbécil.
-Gracias...-dijo Dewey aun tosiendo y salió de la tienda, ya fuera, metió el envase de trufas dentro de una bolsa de compras con todas las cosas que había adquirido y lo marcó en la lista que le dio Reese.
-Te vi hablando con Francis, Lois. No podías mantenerte al margen, ¿verdad? tenías que meter cizaña-le dijo Hal a su mujer mientras ambos movían los muebles de la sala para hacer espacio a la mesa de la cocina, la mesa extra y las sillas que iban a poner para la cena.
-Hal, le dije que Piama tenía razón y que tiene que disculparse con ella-le dijo Lois, Hal se calmó un momento.
-Está bien, no soy lo suficientemente inteligente como para darme cuenta de lo que estás tramando, pero cuando algo malo suceda, te voy a culpar a ti-caminó de regreso a la cocina dejando a Lois sola. Dentro, la mayoría de las cosas para la cena de Acción de Gracias ya están preparadas y Dewey está de nuevo trabajando en la cocina después de ir a buscar todo lo que su hermano mayor necesitaba.
-Papá, ¿qué es esto?-preguntó Reese mostrándole un tazón a Hal.
-Cebollas picadas.
-¿Picadas? ¡pedí específicamente en cubos!-arrojó el tazón a la basura-¡vamos, papá!-
-No me hables en ese tono, Reese.
-Esto ya no es divertido-protestó Dewey.
-¿Divertido? No, Dewey, esto no es divertido. Ninguno de los dos parece entenderlo, no estamos jugando. Hay vidas en juego-
-No, no las hay-dijo Dewey.
-De acuerdo, pero es muy importante. Estamos creando algo especial, algo grande... algo hermoso.
-¿Por qué está mi billetera en mi otro bolsillo?-preguntó Hal al notar que su billetera estaba colocada en el bolsillo izquierdo de su pantalón.
-¿Podemos concentrarnos, papá?-preguntó Reese.
-Aquí había ochenta dólares-dijo Hal alarmado al ver que ahora el dinero no estaba allí.
-¡Tenía que hacerlo! el plato de queso era un chiste-dijo Reese.
-Reese, estás en un gran problema ¿y sabes qué? estoy harto de esto. Hasta aquí llegué con la parte de ayudar-dijo Hal con un tono de voz enfadado mientras se quitaba rápidamente el delantal y salía de la cocina-sigo en pie en la parte de comer-
-Bien, vete. No te necesito. Aún tengo a Dewey, él es el doble de ayudante de entremeses de lo que tú nunca serás.
La pelea llega a su clímax cuando Lois intenta solucionar el problema por su cuenta tratando de que Piama hable con Francis. Una vez que se aseguró de dejarlos a solas para que pudieran hacer las paces entre ellos, Lois regresó a la sala de estar donde Hal estaba cambiando de canal en la televisión con el control remoto.
-¿Sabes qué? no quería entrometerme, pero me alegro de haberlo hecho-le dijo Lois a su esposo.
-¿Qué hiciste, Lois?-le preguntó Hal.
-Hablé con Piama. Al menos parecía interesada en escuchar lo que Francis tenía que decir. Le va a decir exactamente lo que le dije que le dijera.
Desgraciadamente, su intento logra enfurecerlos e incitarlos a continuar con su pelea. Piama entra en la sala más enfadada que antes.
-¿Qué te importa si no quiero llevar bragas tipo hilo dental?-le preguntó Piama a Lois enfadada.
-¿Qué?
-Piama, no llegué a terminar-dijo Francis mientras iba tras ella.
-¿Ves lo que pasa, Lois?-señaló Hal. Poco después, Reese y Dewey se meten en una pelea por su comportamiento cleptómano.
-No me importa la forma en que cortemos los hongos ¡renuncio!-dijo Dewey mientras se quitaba el delantal, lo tiraba y cruzaba los brazos alrededor del pecho mientras hacía un puchero enfadado.
-Por eso siempre serás un hombrecito que vive en un mundo pequeño-le señaló Reese a Dewey una vez que salió de la cocina-no te necesito, no necesito a nadie-
Mientras esto sucede, Hal vuelve a señalar que Lois siempre empeora las cosas sólo para su propio beneficio, pronto se ve a todos culpándose unos a otros por arruinar su Día de Acción de Gracias. Lois está harta de todo el comportamiento de su familia y decide que Hal tiene razón acerca de que ella causa demasiados problemas. Por lo que decide mantenerse al margen a partir de ahora.
Malcolm se está divirtiendo en la fiesta de Dylan embriagándose y besándose con Kristen. Todo el mundo ya se habían retirado de la fiesta, estaban ya durmiendo o desmayados por culpa de las cervezas, los únicos que están de pie y tonteando son Malcolm y Kristen.
-Este es el mejor Día de Acción de Gracias, voy a memorizar este momento para nunca olvidarlo-dijo Malcolm mirando a la cámara mientras bebía otra lata de cerveza-este es el mejor Día de Acción de Gracias, voy a memorizar este momento para nunca olvidarlo-repite. Se da la vuelta solo para darse cuenta de que no hay nadie más en la habitación, a excepción de uno de los chicos del grupo que dormía profundamente en el sofá individual-¿dónde están todos?-
-¿Viendo los fuegos artificiales?-dijo Kristen, que a estas alturas estaba totalmente ebria-bastardos-murmuró mientras le daba otro sorbo a su lata de cerveza.
-¿Nadie vino a buscarnos? bueno, al diablo con ellos-dijo Malcolm, en eso Kristen lo toma por su camiseta llevándolo hacia la mesa de billar, ella se recostó debajo mientras Malcolm se colocaba encima de ella y los dos comienzan a besarse desenfrenadamente, justo en ese momento, Arthur, el padrastro de Dylan entró a la habitación tan pronto se separaron.
-Déjame hablar a mí-le dijo Malcolm a Kristen mientras ella se colocaba detrás de él-buenas noches, señor-
-Oh, hola-dijo el hombre mientras se dirigía a la nevera-¿dónde están todos?-
-Estudiando-respondió Malcolm-probablemente, esa sería mi suposición-
-¿Acaso... está dormido?-preguntó Arthur fijándose en el chico que dormía en el sofá individual.
-Creo que comió demasiado pavo-mintió Malcolm-y toda esa kriptonita-
-Hay pie arriba-dijo Arthur mientras subía las escaleras de vuelta a la puerta llevando una cubeta.
-Gracias. Es una oferta muy generosa-dijo Malcolm mientras Arthur salía de la habitación cerrando la puerta detrás de él-conozco a los peregrinos, ya sabe, enfrentándose a ese primer invierno frío y amargo-
-Malcolm, ya se fue-le dijo Kristen pero él no la escuchaba.
-Realmente hubiera apreciado un poco de pie. Eso podría...-Malcolm dejó de hablar al sentir un pequeño objeto golpear su cara, lo tomó del suelo notando que Kristen le había lanzado un condón, lo miró brevemente antes de levantar su mirada hacia la chica que ahora está recostada contra la pared, luego volvió su mirada a la cámara-creo que estoy mejorando en leer sus señales-
Con un gesto de su dedo, Kristen llamó su atención, luego se recuesta en el suelo invitando a Malcolm a tener relaciones sexuales con ella. Aunque le tienta la idea, se da cuenta de que no puede seguir adelante y se marcha frustrado.
-Mi hermano te pateará el trasero si lo cuentas-le dijo Kristen mientras estaba acostada en el suelo.
En la casa, Reese está terminando de preparar la cena por su cuenta cuando Piama entró en la cocina mirando a su alrededor.
-¿Qué es todo esto?-preguntó la joven al ver todos los ingredientes esparcidos sobre una mesa y un cajón, ya que la mesa de la cocina había sido movida para colocarla en la sala de estar.
-Piama, que bien, te necesito. Toma, mezcla esta olla-le pidió Reese a su cuñada mientras la ponía delante de la hornalla-muy bien, muy bien. Sólo tengo que rellenar los anillos de calabaza con pimiento asado y polenta, dorar las escalopas con...-suena el temporizador del horno-¡el rape! ¡¿dónde están los guantes de cocina?!-
-¿Quieres que eche un vistazo?-preguntó Piama todavía delante de la hornalla.
-No, sigue revolviendo. No hay manteles individuales, ni paños de cocina... necesito algo.
-Traeré una toalla del baño-sugirió Piama.
-¡No, no hay tiempo! tiene que salir exactamente a las 5:38. No a las 5:37, ni a las 5:39-le dijo Reese.
-¿Qué vas a hacer?
-Sólo puedo hacer una cosa.
-¡Reese, no!
-¡Sí!-Reese saca la bandeja envuelta en papel aluminio del horno con sus propias manos-¡despéjame un hueco!-
-¡¿Dónde?!-preguntó Piama mirando a su alrededor intentando encontrar un sitio despejado.
-¡Mueve los guantes de cocina!-le dijo Reese, la joven hace lo que le dicen y Reese coloca la bandeja.
Más tarde, en la sala de estar, todos se siguen aplicando la ley del hielo mientras están reunidos en la mesa del comedor. Nadie se habla.
-¿Dónde está Malcolm?-exigió Lois-él sabe que debería estar aquí. Es Acción de Gracias-
-Sí, seguro que no se lo perdería-comentó Hal con un tono de voz sarcástico, diciéndole indirectamente que lo dejara en paz y que volvería a casa cuando estuviera listo.
-Bueno, lo logré. El festín está a punto de empezar-anunció Reese después de salir de la cocina con las manos vendadas.
-Ya era hora-dijo Francis.
-Ni siquiera tengo hambre-dijo Piama.
-¿Puedo retirarme?-preguntó Dewey.
Sin embargo, todo el mundo empieza a sentirse mucho mejor cuando Reese llega y coloca en la mesa una deliciosa ensalada, zanahorias al vapor, calabaza rellena, camarones, habichuelas, una torre de pastel de carne con espárragos, nidos de fideos, puré de papas, carne a la Wellington y el plato principal: el pavo relleno de rape. Todo el mundo está a punto de hincar el diente cuando la puerta del jardín trasero se abre de par en par y Malcolm aparece ebrio en la casa.
-Hola, fiesteros-saludó Malcolm caminando de forma tambaleante en la sala.
-¡Dios mío, estás ebrio! ¿qué demonios te pasa?-preguntó Lois al darse cuenta del estado de su hijo.
-Te diré lo que me pasa... en la tierra. La razón por la que bebí fue porque...-dijo Malcolm sin pensárselo dos veces, sin quererlo, desvió la mirada hacia Justin y una sonrisa que denotaba su estado de embriaguez junto con algo de torpeza se dibujó en su rostro-¡Justin! mi amigo ¿cómo estás?-Frankie se salió un momento de su personaje para acercarse a su novio y darle un torpe abrazo que Justin correspondió con cierta desconfianza, después de eso, Frankie se separó un poco para volver a ver a sus compañeros de trabajo que seguían sentados en la mesa-hey chicos ¿quieren oír algo gracioso? este chico...-coloca una mano en el pecho de Justin mientras hace un esfuerzo por contener una carcajada-e-este chico y yo somos no...-Justin rápidamente le dio una mirada como diciendo "por favor, no lo digas" pero Frankie no le dio importancia y continuó hablando-lo siento, creo que me perdí un poco...-se aclara la garganta-la razón por la que bebí fue porque... soy un cobarde, y probablemente gay-todos en la mesa fingieron no escuchar eso, mientras Christopher hacía lo posible por aguantar la risa-dejé que una oportunidad perfecta se me escapara de las manos, y, ¿saben? creí que si lo remataba embriagándome, iba a ser mucho más fácil ¿qué piensas ahora de tu chico dorado ahora, mamá?-
-¡¿Qué "chico dorado"?! ¡vete a tu habitación! ya me ocuparé de ti más tarde-le gritó Jane, más enfurecida que antes.
-Iré a mi habitación cuando termine con lo que tengo que decir...-Frankie también la ignora y procede a insultarla aún más... sólo para terminar vomitando en el pavo. Todos están asqueados y abandonan la mesa dejando la cena de Reese sin consumir. Reese intenta que todos vuelvan ya que el resto de los platos aún están en buen estado sin éxito.
-Yo... simplemente la dejé tirada ahí y me fui a casa-le dijo Frankie a su compañero y amigo una vez que terminó de contar su versión de la historia.
-Para colmarnos de cariño-concluyó Christopher con voz sarcástica.
-Sí-dijo Frankie arrepentido de lo que había hecho.
-Bueno, no es nada de lo que avergonzarse. Quiero decir, seguro, la distancia no fue un gran factor, pero el volumen fue impresionante-comentó Christopher a su amigo-entonces, ¿vas a ver a esa chica de nuevo?-preguntó refiriéndose a Alessandra [la chica que interpretó a Kristen para ese episodio].
-No me lo puedo creer, quiero decir, estábamos solos, ella quería hacerlo, yo estaba allí ¿cómo pude acobardarme?
-Viejo, al menos no te aprovechaste de una chica ebria ni hiciste algo de lo que pudieras arrepentirte tarde o temprano-le dijo Christopher a su joven amigo y compañero de trabajo mientras lo ayudaba a aliviar su resaca.
-No recuerdo lo que pasó antes de vomitar... ¿dije... dije algo más antes de eso?-preguntó Frankie a su amigo con cara de preocupación. Por unos minutos, Christopher permaneció en silencio observándolo, inseguro de decirle la verdad sobre lo que había dicho pero... por otro lado, a pesar de la vergüenza que pasó, Frankie merecía saber la verdad.
-Sí, dijiste algo más antes de terminar vomitando sobre la comida.
-¡¿En serio?! oh, no ¿qué fue lo que dije?-preguntó Frankie sintiendo como toda la vergüenza volvía a brotar en él mientras se cubría la cara con las manos.
-Bueno, no estoy muy seguro, pero creo que soltaste algo sobre ser gay-dijo Christopher-eso... ¿eso es cierto, viejo? ¿eres gay?-
-¡¿Q-qué?! ¡n-no! ¡no lo soy!-negó Frankie-tal vez fue solo un pensamiento pasajero que tuve mientras estaba ebrio-
-Sí, tal vez. A veces las personas hacen o dicen tonterías cuando están ebrias, y créeme, tengo algo de experiencia en eso-dijo Christopher haciendo que ambos se rieran un poco, pero eso no duró mucho porque el joven volvió a poner una cara seria-por cierto, en cuanto estés sobrio deberías ir a hablar con Justin, explicarle lo que pasó como lo hiciste conmigo y disculparte. Quiero decir, se veía bastante molesto después de lo que hiciste anoche, y tal vez esperaba que te disculparas-
-Si, tienes razón. Le debo una explicación y una disculpa-dijo Frankie bajando la mirada-quiero decir, me siento muy mal por él, no se merece nada de lo que hice-miró de nuevo a Christopher-¿podrías ayudarme a levantarme y salir de aquí?-
-Por supuesto.
Dicho esto, Christopher tomó el brazo de su amigo y lo ayudó a levantarse de la bañera, al principio Frankie sintió que le punzaba la cabeza y se mareó un poco pero después de unos segundos logró estabilizarse y con un movimiento de cabeza le indicó al mayor que lo acompañara hasta la puerta del baño.
Hal finalmente se cansó de que Lois se mantuviera al margen en la pelea de Francis y Piama y le ruega que intervenga una vez más.
-Tienes que hacer algo, Lois. Piama me acaba de pedir que la lleve a la estación de autobuses.
-Pensé que no querías que interfiriera-le dijo Lois a Hal mientras tomaba una taza de café.
-Está bien, me retracto de todo lo que dije ¡puedes interferir tanto como quieras, solo arréglalo!-le rogó Hal.
-Bueno... ya estoy lista-dijo Piama entrando a la cocina cargando su bolso.
-Piama, solo quiero decir una cosa-dijo Lois mientras se levantaba de su silla y se acercaba a su nuera-sé que la ruptura es dolorosa, pero creo que a la larga, verás que es lo mejor-
-¿Lo mejor?-preguntó Francis confundido.
-Bueno, Francis, vamos al grano, este matrimonio nunca tuvo chance. Solo creo que estarán mejor como amigos una vez que se divorcien.
-¿Quién dijo que nos vamos a divorciar? ¡yo amo a Francis!-dijo Piama mientras miraba a su esposo.
-No puedes soportar que alguien más esté feliz ¿verdad, mamá?-le preguntó Francis a Lois, luego miró a Piama-vamos, cariño, vamos a buscar mis cosas-
-Están en la basura. Lo siento, cariño.
-Está bien, cariño-le dijo Francis y miró a Lois-una vez más, nos has subestimado. No somos los pequeños monos bailarines que creías que éramos-ambos salieron al patio trasero a través de la puerta del cuarto de lavado para ir a buscar las cosas de Francis, dejando a Hal y Lois solos.
-Gracias, cielo-Hal le agradece a Lois por entrometerse, aunque inicialmente sospecha que él, Francis y Piama planearon esto juntos.
