Te agradezco muchísimo la rapidez, Yani y por ayudarme a betear el capítulo.
Disclaimer: la mayoría de los personajes mencionados son propiedad de Stephenie Meyer.
Capítulo 9
Tres años antes…
―¿Cómo está mamá?
Carlisle de inmediato se puso de pie al verme. Evaluó mi semblante y puso una mano en mi hombro.
Llegué a sentirme hipócrita. Dejé de verlos durante meses porque me había vuelto un hijo amargado que odiaba las opiniones de sus progenitores y familia. Dejé de asistir a cumpleaños, reuniones, inclusive no era capaz de hacerles una llamada. Sin embargo, no significaba que no los amara, eran mis padres y su cariño me hacía falta.
―Tu madre está bien. La cirugía fue exitosa, solo tendrá que recibir fisioterapia para la movilización de su pierna.
―¿Cómo fue qué se cayó? ―pregunté exhausto. Haber corrido por los pasillos me tenía sin aliento.
―Fue un paso en falso. A causa de la edad nuestros movimientos se descoordinan.
―Papá, hablas como si tuvieran noventa años ―repliqué.
―No somos tan jóvenes, Edward. ―Guardó silencio y pude apreciar la tristeza en su mirada―. Nuestros años pesan, tu madre y yo hemos tenido caídas, pero ninguna había sido significativa como esta.
Exhalé. Me sentía de la mierda. El peor hijo que podía existir.
Mis padres. Dos seres hermosos, incomprendidos y pensionados. Olvidados por mí. Porque los olvidé mientras ellos dieron su máximo esfuerzo para ayudarme en la búsqueda de Bella.
Fui un imbécil que no agradeció que me ayudaran con sus ahorros y sin meditar en su vejez, fueron capaces de poner todo su dinero en mis manos para que Bella regresara a casa.
Fui injusto. Demasiado idiota.
Todo por no querer escuchar consejos. Pero es que no se trataba solo de escuchar, sino de ponerlos en práctica, y era donde no pretendía dar un paso.
No renunciaría a mi esposa.
―¿Y mamá? ―preguntó Irina exaltada cuando llegó a nuestro lado. Se dedicó a ignorarme, ella y James solo hablaban con papá sin siquiera mirarme.
―Esme está bien ―repitió papá―. Se resbaló en el baño lo que provocó una pierna rota, pero está bien, necesitará reposo y sesiones de terapia física. También tiene algunos hematomas en brazos y pecho. Pasemos a verla.
Papá nos guio, poniendo sus manos en nuestros hombros nos indicó el camino. Avanzamos algunos pasos y mi hermana se detuvo girándose hacia mí.
―¡Ahora sí te acuerdas que tienes mamá! ―exclamó enfadada―. Porque refrescaré tu memoria para decirte que mi madre lleva meses enferma y no fuiste para visitarla, ¡ni una sola vez!
Avergonzado desvié la mirada. Mi intención no era empezar una discusión en un pasillo de hospital.
―Nena, nada de eso importa. ―James la rodeó con sus brazos y la obligó a caminar con él mientras Irina seguía protestando.
―Él no sabe, amor ―la escuché decir―. No tiene idea de cómo los ha dañado por alejarse y no permitir que los niños los vieran.
―No le hagas caso ―comentó papá a la vez que llevaba las manos a sus bolsillos del pantalón, había perdido altura y su postura encorvada me hizo sentir peor.
¿Qué tan miserable fui con ellos? Un verdadero hijo de puta.
Pellizqué el puente de mi nariz.
―Perdón… ―musité conteniendo mis ganas de llorar―. Lamento mucho no haber estado con ustedes. No he querido que vean en lo que me convertí.
Me dio un fuerte abrazo, dejando suaves golpes en mi espalda.
―Edward, todo está bien, hijo. Lo importante es que estés de regreso en casa.
Encogí mis hombros. Quería que viera en lo que me había convertido, un hombre hosco y carente de ilusiones.
―Ahora soy este ―reconocí. No para que viera mi delgadez ni lo descuidado de mi físico, llevaba tiempo sin rasurarme y tampoco me cortaba el pelo, era un desastre. Sin embargo, quería que notara más allá de mi deteriorada apariencia, quería que viera que mis sentimientos se habían adormecido―. No tengo alma.
Papá volvió a abrazarme. Sentí que en ese abrazó podía juntar lo poco que quedaba de mí.
―No estás solo, Edward. No más…
.
Con mamá la situación fue similar.
Su abrazo y perdón lo fueron todo, como si pequeñas piezas estuvieran siendo colocadas en su lugar y completando un poco lo agrietado de mi corazón.
―Estás aquí ―dijo ella con lágrimas en sus ojos―. No te has movido ni un solo día.
Le sonreí débilmente al ponerme a su lado, aproveché para quitarle unos cabellos de su rostro ya marcado por las líneas de expresión.
Mi madre seguía siendo preciosa, quizá solo estaba más delgada.
―Hoy te dan el alta.
―Qué bueno, estoy cansada de estar en esta incómoda cama.
―Esme, tienes que tomarte todo con calma. Te fracturaste una pierna completa y con tus años, el hueso tardará en sanar.
De pronto el silencio nos envolvió. Identificaba que ella estaba preocupada porque surgiera un nuevo distanciamiento, pero estaba muy lejos de ocurrir, no me iría de nuevo y trataría de estar con ellos cada día.
―Hijo, prométeme qué… ―Su mirada bajó a su regazo.
―Mañana llevaré a las ardillas a tu casa, ¿te parece bien que pasemos las tardes en tu casa?
Su extensa sonrisa lo dijo todo. Limpió las lágrimas cuidadosamente de sus ojos mientras no dejaba de asentir con la cabeza.
Me acerqué, rozando mis labios en su frente.
Un beso que sellaba una promesa de ser mejor hijo.
.
La tarde siguiente fue emotiva para mis niños.
Su euforia fue desmedida al ver que aparcaba fuera de la casa de mis padres, no me permitieron ninguna explicación, ellos salieron corriendo y se adentraron en la gran casa.
Suspiré hondo.
Bajé del auto y seguí los pasos de mis hijos, desde afuera se escuchaban sus gritos y risas.
Ellos eran felices.
Abrí la puerta de la entrada, recorrí la estancia y al subir las escaleras me detuve al ver que una enfermera bajaba.
Incliné mi cabeza y quise dejarla pasar.
—Buenas tardes, señor Cullen. —Levanté la mirada y vi el rostro de una joven mujer que me sonreía alegremente, me extendió su mano para saludarme y dijo—: Soy Angela Weber, soy la asistente enfermera de la señora Esme.
Antes que nada, les aclaro que NO he abandonado la historia, estaba enferma y ese fue el motivo de que todos los capítulos se atrasaran.
"Vanessa": no me ofende tu opinión para nada porque soy consiente de mis limitaciones, y tan cual has adivinado el español no es mi idioma nativo, tampoco lo estudié nunca, simplemente me aventuré un día y, aquí estoy. Estoy de acuerdo que ustedes merecen mucho más que mis historias mal escritas y carentes de profundidad, también concuerdo que mi léxico no es lo suficientemente grande para embellecer cada capítulo y por ello termina siendo redundante, posiblemente aburrido. Sé que necesito leer mucho español para aprender más, quizás también necesito un curso como lo has mencionado. Créeme que todo eso lo sé, y me encantaría estar a la altura de sus expectativas, pero eso también implica quitarle tiempo valioso a mi familia. Tengo dos bebés que me necesitan más que ustedes y créeme que su crianza para mí es primordial. Aun así, no dudo en un día o una noche poner más empeño del que siento he dado para poder crecer más como aficionada de historias. De igual manera no dejo de sentirme orgullosa por lo poco que he avanzado desde que llegué a Fanfiction. Así que te agradezco muchísimo que me hayas escrito, saludos cordiales.
infinitas gracias por sus comentarios: Flor McCarty-Cullen, Noriitha, Lore562, Estefania Rivera, Karo29, Lili Cullen-Swan, saraipineda44, Cassandra Cantu, Ary Cullen 85, Smedina, Car Cullen Stewart Pattinson, Kasslpz, rociolujan, Rosemarie28, mrs puff, Valeria Sinai Cullen, shuanime, Andrea, Vanessa, Adriana Molina, sandy56, Verónica, ALBANIDIA, Cary, Antonella Masen, Dulce Carolina, nataliastewart, patito feo, nataliastewart, miop, Verónica, Wendy Andino, Pepita GY, Adyel, Torrespera172, Adriu, Diannita Robles, jupy, Elizabeth Marie Cullen, Gabby352, Isis Janet, Mabelli Masen Grey, Adriana Molina, Adriu y comentarios Guest
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