MUGEN

Dulce

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—InuYasha, más adentro —dices, con un jadeo que rompe la frase al final. Te sostengo y me muevo tal y como pides, sólo para escuchar un gemido suave que me alerta, justo antes de que vuelvas a hablar—. No tan fuerte.

Se me eriza la piel.

—¡Kuso, Kagome! No sé qué quieres ¿Más adentro o más afuera? —pregunto, manteniendo la posición.

Te escucho reír.

—Un poco más dentro y un poco más suave —murmuras y tu aliento llega a mi oreja, en tanto la mano que mantienes sobre mi hombro se sostiene mejor.

Suspiro y lo vuelvo a intentar.

—Sí, así; suave —pareces contener el aliento.

Y yo me pregunto en qué momento mi mente cambió de escenario.

—¿Tardarás demasiado? —te miro. Estás sentada sobre mi hombro mientras te extiendes para alcanzar las manzanas más altas que hay en el árbol.

—Sólo dos más —respondes.

—Tus palabras ya no tienen valor, mujer. Me has dicho lo mismo las dos veces que te he preguntado —rio a continuación, lo que hace que mis hombros se agiten y tú te muevas.

—¡Tsk! ¡Quieto! —te quejas. Miro con atención el modo en que te extiendes para alcanzar un fruto más. Sonríes cuando lo logras y frotas la manzana hacia la pierna de tu hakama para luego acercarla a mi boca— Estas son de las que más te gustan —dices.

Te observo y a continuación hago lo mismo con la fruta. Asiento muy despacio, no estoy seguro de qué debo decir. Te escucho suspirar y veo que te llevas la manzana a la boca, consiguiendo que la mordida resuene como un chasquido. Me vuelves a mirar y pones ante mí el fruto.

Puedo notar el aroma, que antes era suave y apetitoso, convertirse en algo absolutamente atrayente una vez que has abierto su piel.

—Vamos, no seas tímido —me instas, sonriendo.

Busco tu mirada en el momento de examinar con los colmillos el lugar en que morderé. Te veo asentir de forma lenta y me animo a hincar los dientes en un sonoro crujido, para arrancar del fruto un trozo que me resulta jugoso y dulce. Cierro los ojos un instante, degustando la sensación agradable del sabor y la textura firme de la manzana. A continuación te vuelvo a mirar y asiento para darte la razón; sí, estos son los frutos que más me gustan.

Vuelves a acercar la manzana a tu boca y al morder ésta libera su jugo. Lo veo brotar por la comisura de tu labio y desde ahí comenzar un cauce hacia tu mentón. Alzo mi mano en un movimiento reflejo y tomo la manga de tu hitoe, atrayéndote desde ese punto para lamer con deleite tu piel.

—InuY…

Intentas advertirme de algo que debí calcular. Sin embargo, el dulzor embriagante de la manzana en tu boca me lleva a perder la noción del espacio, así como el equilibrio. Ambos terminamos en la hierba, yo contra el suelo y tú encima de mí. Te observo, con el manzano como cielo. Tu pelo se ha desordenado y cae fuera de la coleta baja que llevabas. Estás hermosa.

—Quiero más de eso dulce —digo, con una sonrisa suave.

Te veo reír.

—De esto —me muestras la manzana que aún está en tu mano— o de esto —indicas tu boca con el índice.

Respiro hondo, mi mente se ha trasladado a otro escenario.

—Ambas.

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N/A

Las ideas para MUGEN surgen de cualquier cosa y eso me hace muy feliz.

Espero que disfrutasen de este pedacito del universo que voy creando para InuYasha y Kagome.

Besos

Anyara