Disclaimer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama.


Despedidas

Mediados de Agosto, 879

Ciudad Industrial 1

El alba se mostraba por el lado Este, haciendo que el gallo entonará su particular canto y también marcaba la hora de salida de un numeroso contingente desde el Bosque de los arboles gigantes. El contingente estaba conformado por al menos una treintena de carros que transportaban unas cajas grandes perfectamente selladas, unas diez galeras cargadas de gente y herramientas, también habían al menos unos veinte caballos con su respectivo jinete, cuyo uniforme tenía el emblema del unicornio coronado, y sobre ellos, un dirigible con el emblema de las Tropas Fronterizas.

―¿Estamos listos? ―cuestionó la mujer de oscuros cabellos al líder de los artesanos, Friedich Harkimo, quien daba los últimos detalles

―Cuando usted desee Comisario ―respondió Harkimo, subiéndose a una de las galeras

―De acuerdo ―comentó Valerie Dok, y acercándose a uno de sus subordinados le ordenó ―ve con Dafner y dile que dispare la bengala, para iniciar el viaje

―¡Si señor! ―el soldado se encaminó hasta el final del contingente donde estaba su compañero para darle la orden

Barry Dafner, el segundo al mando dentro de la Ciudad Industrial 1, disparó la bengala verde con lo que dio el aviso de comenzar a moverse, esa bengala también aviso a las Tropas Estacionarias para que estas vigilaran desde el cielo de algún incidente.

―¡Muevanse! ―gritó Valerie y comenzó a galopar seguido de los demás carros y galeras

La movilización de armas era una misión de suma importancia, si bien, la Gendarmería Real siempre cuidaba los traslados desde las ciudades industriales, éste en particular, era especial por ser el envío de armas y equipos de nueva generación así como de las nuevas armaduras titán hacia Shiganshina, donde sería el lugar de reunión del Ejercito de las Murallas, antes de partir a Dirk y por tanto a la batalla. Por esa misma razón, el traslado se hacía a horas de la mañana y no de la noche, para rastrear movimientos sospechosos, incluso las Tropas Fronterizas cooperaban con el apoyo aéreo y reportaban directamente a la base mas cercana. De esa manera mantenían comunicación con los soldados que habían dispuesto en el camino, pues éstos indicaban si no había peligros para el contingente.

―¡Wow! ¡Nunca había visto algo así! ―comento uno de los más jóvenes artesanos que iba junto a Harkimo

―Eso es porque nunca habíamos corrido tanto peligro ―contestó el líder de los artesanos

―¿Ni siquiera en la guerra de Paradis?

―No ―Friedrich sonrió levemente ―ni siquiera participamos aquella ocasión

―Al menos teníamos a ese Demonio como amenaza ―contestó el joven ―ahora ¿estas armas que creamos, servirán de algo?

―Esperemos que sirvan para defendernos ―dijo sabiamente Harkimo

El líder de artesanos de Ciudad Industrial reflexionó sobre todo lo que tuvieron que pasar, desde no ser tomados en cuenta hasta arriesgarse a apoyar al Cuerpo de Investigación, de ahí, la Ciudad Industrial tomó un nuevo aire que impulsó la creación de armas y herramientas en poco tiempo, la transformación de metales y demás materiales raros en aleaciones increíbles, así como la innovación de los equipos de maniobras. Ellos eran una pieza clave en el ejercito aunque no lo parecieran, cualquier fallo en el armamento, sería una condena para un soldado y hasta para toda la isla.

Pasaron bosques, aldeas y campos sin contratiempos, el viaje no fue tan largo pero si algo tenso. Los mismos soldados a menudo divisaban a su alrededor ante cualquier sonido extraño o sombra cercana, pero solo se trataba de animales o del viento meciendo las ramas de los arboles y la hierba.

Por suerte, llegaron a Shiganshina ilesos, allí rápidamente descargaron el armamento y dejaron las instrucciones en papel. Friedich Harkimo supervisó que todo estuviese en orden antes de retirarse, pues ellos no podían arriesgarse a quedarse allí.

―Comisario ―le llamó el hombre ―aquí nos despedimos. Le confiamos estas armas y herramientas, que son resultado de nuestro mejor trabajo, úsenlas adecuadamente para su deber ―comentó con orgullo

Valerie miró al hombre y a todos los demás artesanos que habían trabajado arduamente en ese nuevo armamento. Estaba segura que ellos habían puesto todo su empeño para defender a su país y obviamente a sus familias. La morena surcó una leve sonrisa y luego les respondió con entereza.

―Nosotros cuidaremos celosamente este armamento y lo entregaremos a nuestros compañeros, quienes llevaran una parte de ustedes a la batalla, y eso les infundirá valor ―mencionó Dok realizando el saludo militar como muestra de respeto

―Tienen nuestro respeto ―Harkimo devolvió el saludo, y sus acompañantes se unieron a su demostración ―les deseamos la victoria pronta y benevolente, o en el mejor de los casos, que Marley huya antes del combate

Valerie sonrió divertida, era más probable que cayera un meteorito a que Marley regresará a casa sin dar pelea.

―Que el cielo lo escuche ―dijo la morena, alzando la mirada hacia arriba, esperando un milagro, pero el mundo seguía su andar como siempre lo había hecho.


...

Ehrmich

El cuartel general del Cuerpo de Investigación presenciaba un hecho insólito y del que nunca antes se había visto, el llamado regimiento más letal del Ejercito de la Murallas lucía abarrotado, la razón se debía a que el gobierno había llamado a un reclutamiento de todo aquel que pudiese contribuir en la defensa de la isla. Así mismo, siendo el distrito del que saldrían hacia Shiganshina y después se dirigirían a Dirk, también se hallaban ahí soldados de las Tropas Estacionarias y de la Gendarmería Real.

Dentro del comedor se habían reunido los cadetes y los recién ingresados, disfrutando una cena bastante elaborada. Lo que había fascinado especialmente a los nuevos.

―¡Joder, miren eso! ―señaló una chica de las Tropas Estacionarias, a los platillos que servían los cocineros ―¡se ve delicioso!

―Pues que esperamos, vamos por nuestra porción ―apoyo otro joven, deleitándose por el apetecible olor ―¡¿Qué esperan? Lauren, Lucien!

―No hay necesidad de apresurarse ―dijo Lucien algo fastidiado, aunque justo cuando estaba por alcanzar a sus compañeros, alguien le palmeó el hombro, volteó para encontrarse con unas caras conocidas

―¡Hola chicos! ―saludó una chica de cabello castaño y uniforme con emblema del unicornio coronado ―Hace tiempo que no los veíamos

―Charlotte... ―Lucien nombró a su excompañera de generación y notó que también estaban otros dos chicos ―Waldo, Andrea

Waldo le sonrió abiertamente y Andrea solo hizo un asentimiento con la cabeza. Nuevamente Charlotte habló: ―¿Les parece si cenamos juntos? Como en los viejos tiempos

―Suena bien ―respondió Lucien

―Pero para realmente recordar los viejos tiempos, tendríamos que unirnos a ellos ―intervino la chica de baja estatura, Lauren, y señaló una mesa donde estaban los cadetes del Cuerpo de Investigación

Así que entusiasmados se dirigieron hacia la mesa objetivo, donde por supuesto, fueron recibidos con gusto. Así, los que quedaban de la generación 123 pasaron un buen rato comiendo y platicando.

―No puedo creerlo ―respondió Omar, después de haber escuchado toda la travesía que habían pasado los cadetes del Cuerpo de Investigación, había escuchado las noticias, pero nunca pensó que eso hubiese marcado a sus excompañeros, incluso a algunos les había costado la vida

―Lamentó lo de Gil y los demás ―dijo Andrea, mirando especialmente a Bastian, quien suspiró tenuemente

―Aunque es reprobable que Otto y Paul nos traicionaran ―maldijo Zuria saboreando la pasta gratinada ―y peor aún, que sean esos titanes malditos

En ese momento todos se quedaron callados, ese tema aún era difícil de asimilar, especialmente porque Paul no titubeó en asesinar a sus compañeros de regimiento, así como Otto que mintió y huyó cobardemente.

―Hablando de traiciones ―habló Andrea con prudencia mientras cortaba elegantemente su filete ―sobre Derek... escuché que tiene libertad condicionada y debe reparar el daño. Creo que es lo adecuado

Derek Merian como de costumbre se había ausentado de la cena.

―Solo se salvó por ser parte de una familia antigua ―rezongó Natan, aún resentido con su compañero

Achim Frey notó como Irina bajaba la cabeza ante la vergüenza de las acciones de su mellizo, así que intervino para evitar más tensión. ―Él aceptó su castigo y lo esta cumpliendo responsablemente

Lauren Ernst lanzó una risilla ―¿Quien diría que el apático de Derek era el chachorrito amaestrado de unos matones?

―No le veo el problema, estaba amenazado ―mencionó Mei, encontró desatinado el comentario de la chica rubia

―Es solo que esperaba a que se enfrentará a ustedes ―Ernst habló directo, no le importó suavizar su opinión ―pero a comparación de Paul, es muuuuuy blando

―¡¿Acaso esperabas que matara a alguno de nosotros?! ―Natan rugió, levantándose de su asiento y golpeando la mesa. Los demás comensales le miraron con extrañeza

Anya comenzó a toser debido a que se estaba ahogando con su bocado, Murakumo le dio unos golpecitos en la espalda hasta que por fin pudo pasar la comida, eso sirvió para que desviaran la atención al conato de pelea.

―¡La comida del chef Donati es tan buena, que a veces provoca eso! ―exclamó Gretel sonriente, con el fin de relajar nuevamente el ambiente

Lauren rodó los ojos, pero ya no hizo más comentarios. Natan igualmente se mantuvo en silencio.

―¿Y hablando de titanes? ―Waldo enfocó su mirada en Hugh y Tabatha ―¿son muy poderosos?

Tabatha giro la palma de mano con una mueca de resignación, diciendo que no era para tanto pero tampoco era débil. Hugh se mantuvo pensativo y negó con la cabeza, su poder se hallaba en su resistencia. Luego, todas las miradas se posaron en el príncipe.

―¿Ah? ―Eren estaba por llevarse un trozo de col a la boca, cuando notó que lo observaban persistentemente ―Pues...

―Es increíble que fueses el poseedor del Fundador ―opinó Charlotte con formalidad ―ahora entiendo porque tanto revuelo a su alrededor ―recordó el juicio y comprendió que se debía a esa razón

―Deberías quedarte en el palacio ―recomendó Lucien al pelirrojo

―No lo haré, soy parte del Cuerpo de Investigación ―Eren respondió tajante

―Al menos esta vez, nadie lo dice pero es obvio que estallará una guerra ―volvió a decir Lucien

Ninguno de los cadetes confirmó ni negó nada, pero muy en el fondo sabían que algo grande se avecinaba.

―En ese caso, aprovecharemos los días de descanso que nos darán ―comentó Bastian Steinbach ―y también de esta cena, ¡antes de que los veteranos se acaben todo! ―gritó fuerte llamando la atención de los mencionados

―¡Cierra la boca Cabeza de resortes! ―retó un soldado mayor, Bastian no se quedó callado ante el insulto

―¡¿Acaso quieres pelear?!

―No te tengo miedo

Bastian y el otro sujeto se comenzaron a provocar, ante los gritos de apoyo de unos, y las peticiones de compostura de otros.

―¿No deberíamos separarlos? ―se cuestionó Anya ante la posible reprimenda de los altos mandos

―¿Tú que dices? ―Murakumo le pidió su opinión al pelirrojo, puesto que él tenía cierta autoridad para pedir calma

Eren Reiss observó como sus compañeros de generación convivían en cierta armonía y eso le agrado, aunque un pinchazo de tristeza se clavó en su corazón. Hizo uso de todo su optimismo, siguió comiendo y sonrió ante las locuras de Bastian y sus compañeros.

―Nah, déjenlos divertirse


...

Stohess

La habitación que fungía como oficina personal estaba a oscuras, solo los rayos de luna lograban iluminar un poco el escritorio y su rostro. Cada que se sentía mal, se encerraba ahí a tomar un poco de vino y contemplar el cielo, eso le servía para despejar un poco su mente, aunque esta vez era diferente, la noche le proveía un tinte nostálgico a su agitado corazón.

Era bastante absurdo que su hija de 16 años tuviese mayor madurez que ella, pues había salido disparada hacia esa habitación al no escuchar lo que quería. Chasqueó la lengua y se bebió todo el contenido de la copa.

Hitch Dreyse se preguntó si aquello era una broma pesada del destino o simplemente era su castigo. Aceptaba que no fue una cadete ejemplar y que todo lo conseguía de maneras algo cuestionables, pero desde que conoció al recto Marlowe Freudenberg y la misteriosa Annie Leonhart, su vida cambio un poco. Le costo bastante asimilar que la identidad del titán Hembra era Annie, y le costo separarse de Marlo, que se unía a la Legión de Reconocimiento para ir a la misión de recuperar la muralla María, y de la cual no regresó. En la Guerra de Paradis, volvió a ver a Annie, y por un momento pensó en que ella se reformaría y compartirían nuevamente tiempo juntas, sin esperarlo, comenzó a ver en Annie a una amiga, y fue por eso que a pesar de los errores de la rubia, le dolió en el alma ver como Jaeger devoraba despiadadamente a la guerrera.

Tal vez, fue por sentirse inconscientemente culpable de las acciones de su amigo, que Armin se acercó a ella para consolarla por la pérdida de Annie, aunque ella recordaba a la perfección que el rubio también se mostraba afectado, pero nunca le cuestionó a que se debía.

Fue por ese desinterés en conocer cual era el sentimiento que Leonhart provocaba en Arlert, que no se detuvo en conquistar a Armin. Hubiese sido más fácil acercarse a Jean, pues incluso ella veía más probabilidades con el castaño, sin embargo, vio algo en el rubio que la atrajo como imán. Y fue por eso que le dio una hija, una pequeña con ojos, nariz, mentón, personalidad y hasta inteligencia de Arlert, siendo su único parecido con ella, el cabello rizo y castaño que prefería alisarlo.

Anya compartía nombre con la exportadora del titán Hembra, porque a ambos se les hizo un gesto noble, aunque a veces se preguntaba si era idóneo recordar a alguien que asesino gente y que por su causa los titanes entraran por Shiganshina. Después comprobaría que no fue la única que tuvo tal atrevimiento, el príncipe heredero se llamaba igual que el Demonio que causó el Retumbar parcial, y que curiosamente, era amigo de su hija.

Cuando recuperó sus memorias borradas, fue cuando comenzó a sentirse temerosa. Sabía que algún día descubrirían la verdad, el pasado de Armin podía condenarlos, sin embargo, Anya echaba más leña al fuego al juntarse con el príncipe poseedor de los titanes cambiantes e integrarse al regimiento más peligroso que investigaba a los titanes modificados. Su corazón rogaba diariamente por que la joven estuviera a salvo.

Pero ahora, la misma niña que llevo en su vientre por nueve meses y que cuido con mucha dedicación, le decía abiertamente que quería ir a la guerra y exponerse a una muerte casi segura. ¡No podía permitirlo!.

―¡Mamá, te traje la cena! ―sonó la voz de la mencionada chiquilla, detrás de la puerta

Hitch respingó, pero de inmediato se arregló y encendió la lámpara, dio una inhalación profunda y abrió la puerta. La joven castaña sostenía una bandeja con comida ligera, mientras veía el suelo nerviosa, cuando dirigió sus ojos azules a su madre, ésta le espetó rápidamente:

―¡No irás y punto! ―sentenció con dureza la inspectora, cruzándose de brazos

Anya se desubicó por un instante, pero luego se recompuso, sosteniéndole la mirada a su progenitora ―Pero mamá, es mi deber como soldado

―Puedes desertar, nadie te reclamará

―Excepto mi conciencia

Las palabras de Arlert le pesaron a Dreyse, quien por fin suavizó su postura, incluso alguien como ella, no podía ser tan cínica con su deber, y Anya le había aprendido eso. Pero también era egoísta y no quería que su valiente niña ―su ancla a la vida― fuese a la batalla. Tomó agilmente la bandeja que sostenía la joven y la colocó en su escritorio.

―Entonces, prométeme algo ―rogó la mujer, tomando las manos de su hija entre las suyas ―si en pleno combate te ves en peligro mortal, ¡huirás sin importar como!

Anya entornó los ojos sorprendida, lo que le pedía su madre era un acto cobarde, no obstante, también era racional si había pocas probabilidades de victoria. Además no sabía que peligros y escenarios habrían en esa ocasión, ella aún era novata, tal vez la idea de su madre se ajustaba a alguien como ella: débil, insegura y lenta.

―Lo haré ―contestó la chica castaña resignada

Hitch abrazó efusivamente a su hija, unas lagrimas comenzaron a recorrerle las mejillas. Anya era su motivación de cada día, pero admitía que esa bendición fue gracias a los sacrificios de otros, si Annie y Marlo no hubiesen muerto, Anya probablemente ni siquiera estaría allí.

―Sobrevive Anya, por favor ―fue la súplica de la inspectora

Esta vez la joven castaña sintió latir abruptamente su corazón, las palabras de su madre eran genuinas, se abrazó a ella con fuerza, como cuando era una niña que requería su protección, y entonces comprendió que al menos por su madre, debía hacer lo posible por regresar con vida.

"Mamá, realmente soy débil... pero haré todo lo posible por regresar contigo".


...

Distrito Rose

En los bosques cercanos al distrito Ehrmich, se escuchaba el resonar del metal chocando contra la corteza de los arboles, así como el chirrido de los cables al tensarse y contraerse. Una pequeña ardilla que vagaba en busca de comida, salió despavorida a esconderse cuando le llegó de cerca un trozo de madera, una astilla que había formado parte de una especie de maniquí de entrenamiento.

―Rayos, lo siento ―pronunció el responsable de destrozar el maniquí ―debo medir un poco mi fuerza

Murakumo Kirstein había regresado a casa para tomar unos días libres para seguir entrenando y para arreglar las cosas con su madre. El mestizo estaba expectante a acceder a la experiencia de combate propia de los Ackerman, aunque hasta ahora no había obtenido éxito. Incluso aún no podía dominar aquel movimiento con el que atacó al titán Copiador.

―La fuerza no es el problema ―se dijo en medio del sereno bosque ―es la técnica

―Exactamente

Kirstein se sobresaltó ante esas palabras, rápidamente se puso en modo de ataque, aunque para su sorpresa la persona que estaba allí, era nada más ni nada menos que su madre, Mikasa Ackerman, a quien no había escuchado acercarse.

―¿Mamá? ―cuestionó el mestizo al ver a su madre acercándose a él, ella nunca se había atrevido a internarse al bosque en esas condiciones ―¿Qué haces aquí?

―Vine a ver tu entrenamiento ―contestó con simpleza Mikasa ―nunca te he visto en acción, tenía curiosidad de ver tu talento, aquel que tanto halagan

―No es la gran cosa ―comentó Murakumo

―No lo creo, aunque puede mejorar ―recomendó la mujer ―si enderezas un poco tu postura, el ángulo de ataque será más efectivo

―Tal vez tienes raz... ¿cómo lo sabes? ―Kirstein se asombró del consejo

―Fui la primera de mi generación ―respondió Mikasa ―sé lo que te digo

A Murakumo le tomó de sorpresa semejante declaración, ya había escuchado de Verner Thiele que Mikasa Ackerman había sido un soldado al servicio de la Legión de Reconocimiento por ahí de los años 850, pero nunca imagino que ella estuviese en los primeros lugares de su promoción. Sacudiéndose la molestia porque le había escondido su identidad, el joven Kirstein se atrevió a conocer a su madre, a la verdadera Mikasa y no a la falsa Ryoko.

―¿C-cómo... cómo te uniste a la Legión de Exploración? ―cuestionó el mestizo con algo de nerviosismo, no sabía como lo tomaría su madre

―Por Eren

Murakumo frunció el ceño, muy irritado.

―Quiero contarte porque es tan importante para mí ―Mikasa se dio cuenta de la irritación de su hijo ante la mención de Jaeger, pero decidió contarle la verdad de una vez por todas

―¿Es? ―el mestizo le cuestionó con hartazgo

―Si, aún es importante ―Mikasa esta vez no se dejo intimidar ―y de no ser por él, tu no estarías aquí. Ahora escúchame por favor

El chico arqueó la ceja incrédulo, pero quería escuchar la historia de su madre, por lo que asintió con la cabeza.

―Como sabes, los Ackerman y los Azumabito fueron perseguidos y aniquilados por ordenes del rey. Los pocos sobrevivientes huyeron a las montañas y allí continuaron su legado, ocultos entre bosques y lejos de la capital. De esa manera se conocieron mis padres, y así mismo fueron los primeros años de mi vida, en una cabaña en medio del bosque, alejados del contacto con la civilización.

Gracias a la información que obtuvo del científico marleyano, Murakumo se dio una idea de lo desesperados que estaban sus antepasados por sobrevivir. Por fin, escuchaba un poco de sus abuelos maternos, algo que siempre quiso saber.

―Conocimos a un doctor oriundo de Shiganshina, y mis padres le tenían la suficiente confianza para invitarlo a casa ―Mikasa bajó la cabeza, esos recuerdos aún le pesaban en el alma ―un día, el doctor Jaeger iba a visitarnos, por eso cuando escuchamos el llamado de la puerta, mi padre abrió sin cuidado y entonces... ―la morena tomó una bocanada de aire ―aparecieron dos traficantes, le apuñalaron ―Murakumo abrió la boca de la sorpresa ―al parecer querían llevarnos para vendernos al mercado negro, pero mi madre en un acto de resistencia, intento distraerlos para que yo huyera, por desgracia ella también murió... y yo... no pude escapar...

―M-mamá ¿q-que sucedió, después? ―se atrevió a preguntar el joven, temía escuchar el peor de los escenarios

―Me secuestraron. Estaba mareada, no tenía ni ganas para poner resistencia o pensar en escapar, hasta que... ―los ojos grises de la mujer brillaron por un momento ―él llego y me rescató

―¿Eren te rescató? ¿cómo?

Mikasa asintió y luego arrugo las cejas, como si estuviese viendo la misma escena en ese instante ―No fue algo heroico, más bien fue cruel. Él tenía 10 años y asesinó a sangre fría a uno de los traficantes, al otro lo maté yo. Esa vez desperté mi instinto Ackerman porque él me lo pidió, me dijo que peleará y yo obedecí

―¿Por eso siempre lo protegiste? ―cuestionó Kirstein con cierta melancolía

―Él se convirtió en mi única familia después de la caída de Shiganshina, él fue mi primer amor, y siempre será junto con Armin, de mis mejores amigos

El mestizo por fin comprendió un poco a su madre, ella había forjado un lazo de amistad con Jaeger y el subcomandante Arlert, al igual que él lo hizo con Eren y Anya. Podría asegurar que si Reiss hacía algo parecido a lo que realizo Jaeger, no podría odiarlo, ni aunque lo intentará.

―Ya veo, es algo más allá de los genes Ackerman

―No sé mucho sobre los Ackerman, así que no puedo enseñarte nada sobre su poder ―admitió Mikasa con pena ―lo único que puedo asegurarte, es que parecen haber sido muy fuertes, por ejemplo, el capitán Levi me superaba por mucho

―¿El capitán Levi? ¿Quien es él? ―preguntó Murakumo sorprendido de que hubiesen más personas de ese clan

―Era un enano amargado ―soltó la Ackerman recordando la primera vez que conoció a Levi en el juicio de Eren ―pero que hacia honor a su titulo del "Hombre más fuerte de la humanidad"

El joven Kirstein se preguntó que clase de hombre sería Levi como para tener dicho sobrenombre.

―También me enteré que el famoso Kenny el Destripador era parte del clan, más específicamente, era el tío del capitán Levi

―¡¿Kenny el Destripador era un Ackerman?! ―exclamó el moreno asombrado, ahora comprendía mejor las habilidades letales del asesino

Mikasa asintió y continuó ―Fue gracias a su experiencia, que conocimos algo de nuestro clan

―Escuché que el Destripador murió en una explosión ―dijo Murakumo ―¿pero que sucedió con el capitán Levi?

―Murió... ―contestó Mikasa, su mirada se ensombreció al recordar la forma en que encontraron el cuerpo del capitán ―a manos de Eren Jaeger

"Así que realmente ese Jaeger era bastante poderoso" se dijo Murakumo mentalmente. Luego recordó algo dicho por Thiele y quiso comprobarlo.

―¿Solo quedaban ustedes dos de los Ackerman?, ¿acaso el capitán no tuvo descendencia?

La mujer rió un poco y luego volvió a su actitud normal, ante la incredulidad de su hijo. ―Su único amor fue por la limpieza

Murakumo hizo una mueca de extrañeza, mejor cambiaría de tema.

―¿Qué hay de los caminos y el acceso a la experiencia en batalla?

―Jamás lo comprendí, solo sé que tus movimientos son guiados por un tipo de instinto combativo y una sensación de fuerza abrumadora, ¿lo has sentido? ―Kirstein asintió ―Entonces dejate guiar por ese instinto y mantén la cabeza fría

―Eso haré ―sentenció el moreno apretando las espadas, jurándose hacer un buen uso del poder de su clan

―Murakumo ―Mikasa llamó a su hijo con ternura, de inmediato el joven volvió la mirada a su madre ―sé que estas por ir a una batalla feroz, y aunque yo ya sé lo que es estar ahí ―la morena recordó desde su primera batalla en Trost hasta la guerra de Paradis, y todos los sacrificios que presenció ―lo único que ahora no toleraría, es que seas más débil que tus enemigos... así que por favor, regresa a salvo

―Mamá ―pronunció el mestizo con un nudo en la garganta. Procedió a arrodillarse y colocar su mano derecha sobre su corazón, apretando su inseparable bandana morada, en una pose caballerosa y con voz firme declaró: ―tu siempre has sido mi motivo para seguir adelante, no pienso detenerme

Mikasa no pudo evitar contener las lágrimas, aunque esta vez no eran por la tristeza que la había embargado desde hace años; ahora eran lágrimas de orgullo, de una madre satisfecha de ver a su hijo crecer y fortalecerse. Con emoción estiró sus brazos y atrapó al joven en un fuerte abrazo, que, al principio incomodó a Murakumo, pero después de unos segundos también correspondió con el mismo cariño que su progenitora.

"No fallaré mamá, te lo prometo"


...

Mitras

En la residencia real, las cosas también estaban algo tensas entre los dos únicos miembros de la familia real, y es que desde que Eren llegó, Ymir desplegó a su guardia para que no lo dejaran salir, causando la molestia del pelirrojo. El príncipe Eren estaba dispuesto a ir a la batalla y eso es algo que la monarca no comprendía, por lo que la citó a hablar a solas. Así, en medio de una antigua sala de noche e iluminados por un candelabro de cristal, ambos hermanos se mantenían a la expectativa de lo que el otro diría, porque ambos estaban nerviosos de dar el primer paso.

―¿Piensas ir? ―Ymir comenzó la conversación con una pregunta directa

―Por supuesto ―contestó Eren con seguridad

Los ojos ámbar de la monarca se mantuvieron fijos en el rostro de su hermano, como pidiéndole silenciosamente cambiar de decisión. Sin embargo, Eren no pareció inmutarse ante el ruego de su hermana.

―Podrían atraparte ―continuo Ymir ―y con eso estaríamos al borde del colapso

―No dejare que me atrapen

―Serás el objetivo principal, mejor dicho somos el objetivo principal, si tu te acercas al campo de batalla, te estarás poniendo en bandeja de plata ―habló la rubia

―Pero también soy un soldado, cuyo deber es proteger a su país ―rebatió Eren con determinación

Ymir se quedó callada por un momento, luego bajo la mirada y habló con voz trémula ―Los altos mandos dicen que el escenario es muy oscuro, yo misma alenté a que nos defendiéramos... aunque el costo será grande

―Precisamente por eso, quiero ir ―contestó el pelirrojo ―se que no cambiaré la balanza, pero al menos quiero servir para levantar la moral

―No creo que eso funcione ―comentó la monarca ―el pueblo no sabe que posees al Fundador, solo te ven como un príncipe con suerte ―soltó Ymir con algo de malicia, creyendo que así podía bajar los ánimos de Eren

―Tampoco tienen la mejor opinión de ti ―le respondió el joven, dejando anonadada y algo furiosa a su hermana

―Llevas el nombre de ese demonio ―masculló la reina ―estas maldito por su causa

―E Ymir fue la creadora de los titanes, ¿qué has creado tú? ―comentó Eren raramente mordaz

La rubia saltó de su asiento y sacando todo su coraje reprimido, gritó con desespero: ―¡Solo adelantaras tu muerte!

Eren balbuceó algo y luego comprendió todo ―Ymir, lo siento, tú...

La reina de Paradis se soltó a llorar amargamente mientras se sostenía la frente con una mano. ―Primero perdí a mamá, y ahora tú quieres ir a la guerra... ¿qué haré si también te pierdo? ―se lamentaba

Eren se acongojó en su asiento, nunca se había puesto a pensar en el dolor que le causaba a su hermana, sabía que ella se preocupaba, pero desde aquella vez del funeral de su madre, la ahora reina jamás había demostrado debilidad. Tal vez desde la Tragedia de Utopía, Ymir se había sensibilizado con respecto a la carga de los poderes titanes.

―No ―dijo en voz muy baja ―no... ―elevó más su tono ―no perderé. Yo saldré vivo de esta guerra

Ymir le miró una vez más, eran palabras difíciles de cumplir.

―Ese idiota ―dijo, refiriéndose a Jaeger ―me eligió a mí ―apretó su puño derecho con fuerza. "Incluso si tengo que dejar que me domine la ira... yo... "

―Pero ese demonio te eligió a ti porque te interpusiste, yo era su primera elección ―contestó Ymir, ella también había recordado como habían conocido a Jaeger, aquella noche del funeral

―Y me alegra que así fuera, ya tienes un deber suficientemente pesado sobre tus hombros ― "... seré un monstruo, con tal de protegerte"

―Eren ―susurró la rubia, el pelirrojo era la persona más leal que había conocido, incluso aunque no compartieran lazos de sangre ―creo que no puedo convencerte a que te quedes, por lo que, solo te pido que no te conviertas en lo mismo que él

―¿Cómo él? ―preguntó Reiss confundido

―No te conviertas en un Demonio

Con esa palabra, Eren pudo imaginarse que la reina se refería a que no usara sus poderes para liberar a los colosales de Rose y Sina, ni intentará un genocidio mundial. Aunque ahora que lo pensaba, aún no había accedido a las memorias de la Guerra de Paradis, y por supuesto, al Retumbar parcial.

―No lo haré... a menos que... ―el pelirrojo lo pensó seriamente, aunque luego sintió las manos de su hermana sobre las suyas

―Solo no lo hagas ―le recordó Ymir ―tú no eres así. Incluso si no vuleves... ―los ojos de la reina nuevamente comenzaron a cristalizarse ―por favor, vive siempre con la cabeza en alto, mantén tu nobleza hasta la muerte

―Ymir

―Yo seré fuerte ―pronunció la rubia ―no te preocupes por mi

―¡Si sufres alguna vejación, no podré contenerme! ―recordó la furia que lo inundó, aquella vez que la encontró sometida por Stan el Verdugo

―Incluso si sucede eso ―Ymir tragó saliva con dificultad ―no te manches las manos, no vale la pena

―¡Pero Ymir!

―Este es nuestro acuerdo: yo te dejaré ir a la batalla siempre y cuando no te conviertas en un demonio, en cambio, yo me defenderé como sea y guiaré al pueblo. Ninguno caerá en manos de Marley ¡¿lo juras?! ―le tendió el dedo meñique

Eren miro a su hermana y notó su mirada angustiada, sabía que ella se estaba haciendo la fuerte, era bastante orgullosa para admitir su pena dos veces seguidas. Sin embargo, eso también era una prueba de confianza, si él podía pelear sin dejarse llevar por su ira, ella podía cuidarse sola. Haciendo uso de toda su voluntad, estrechó su dedo con el de ella.

―Lo juro

Ymir emitió una ligera sonrisa, ahora sentía una mayor motivación.

―Gracias, eso me alivia

―Protegeré a Paradis y regresaré ―dijo Eren y le dio una reverencia a su hermana, después salió de la habitación para dirigirse a su dormitorio

La luna llena adornaba la noche, el príncipe la contempló por unos minutos, podría jurar que era una luna igual a la que presenció en el bosque gigante cuando pensó que iba a morir y acabó transformándose por primera vez en titán.

―Lucha, lucha ―repitió las palabras de Jaeger que resonaron cuando vio sus memorias ―Esta vez lucharé a mi modo ―se dijo, deseando no volver a combatir inconscientemente como esa vez contra el titán Nocturno

"Se lo prometí a la reina, se lo prometí a Ymir, protegeré a Paradis". Pensó y retomó sus pasos hacia su habitación.


...

Mitras, última semana de agosto

El sol comenzaba a iluminar el amplio salón donde se reunían los parlamentarios en la capital de Paradis, que esta vez había sido tomado como oficina y posada, pues los distinguidos políticos se hallaban dormidos en los asientos, mientras algunos comenzaban a levantarse para continuar con sus arduas labores.

De repente un soldado de la Gendarmería entró de prisa e informó con voz fuerte, despertando a todos los parlamentarios ―¡Hay un reporte urgente!

―¡¿Acaso llegaron antes?! ―pregunto alarmado Falco, unas bolsas se asomaban debajo sus ojos castaños

―No señor, sin embargo, algunas personas se han dirigido a Ciudad Frieda y a Ciudad Uri, para salir de la isla y están provocando alboroto ―dijo el soldado

―¡Mierda! ¡si siguen así, generaran más caos! ―maldijo Dix, quien ahora lucía bastante desaliñado

―¡Debemos mantener la calma! ―urgió Wynne mientras se sobaba el puente de la nariz ―¿alguna idea? ―cuestionó a sus compañeros de oficio

Todos los demás parlamentarios se mostraban agotados y ojerosos, desde hace quince días habían preparado todo para el momento de la invasión, por lo que casi no habían descansado bien. Algunos, incluso pestañeaban demasiado, anhelando más tiempo de siesta.

―Creo que ya deberíamos informarlo de manera oficial ―habló Leon Rilke, quien ya mostraba vello facial, a falta de afeitado

―Pero podríamos adelantar la catástrofe ―intervino otro hombre

―Necesitamos de alguien que pueda apaciguar a toda esa gente ―comentó Baumeister

En ese momento una idea se le ocurrió al ayudante de Dix, quien se levantó de un salto, asustando a los demás ―¡Tengo una idea!

―¿Cual es tu idea Kramer? ―cuestionó el líder del Parlamento

―La reina puede dar un discurso a traves de la radio

Por un momento todo quedó en silencio, mientras procesaban la idea del joven.

―Puede funcionar, después de todo la radio ya llega a toda la isla ―pensó Rilke ―así la gente se sentirá más cercana a la reina

―Pero no todos se convencerán tan fácilmente ―dijo Falco ―la reina Ymir tiene una tarea muy importante...

Todos los presentes desviaron sus miradas hacia el asiento vacío que tenía un lugar especial en la cámara, y que estaba reservado para la única persona que lideraba Paradis.

―Ganarse el corazón de los habitantes de esta isla e infundirles valor.


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***Notas***

*Lamentablemente en el manga original ni se tomaron en cuenta las ciudades industriales, más que en la sección de información relevante. Al menos en el spin-off de Before the Fall nos mostraron más de ellas.

*La escena del comedor es una referencia al capitulo 70 del manga y a la cena antes de recuperar Shiganshina.

*Si, la cena la invitó el buen Niccolo.

*Por fin puse algo del POV de Hitch.

*Admito que nunca me ha gustado el Eremika, aunque eso no significa que ignore el canon que hubo entre ellos, no quiero provocar el enojo de Miguel O´Hara.

*Después de muchos capítulos, por fin hay algo tierno entre Michozita y su establo, awwww.

*Por si se lo preguntaban, aquí Levi fue desvivido por el Erencio.

*El gobierno de Paradis aún no había avisado de la invasión para mantener la calma, aunque con tanto movimiento en el ejercito, obviamente algunos sospecharon.

*Pues si, habrán F para algunos personajes, por eso, en este y el próximo capitulo se darán las despedidas adelantadas :´(