The Land After Jurassic World
Capítulo 2 Campamento Cretácico
—¡No vuelvan a hacer eso!—exigió Roxxie a los campistas en medio de la noche.
Detrás de ella se escuchaba a los velociraptors lanzándose contra la cerca a toda velocidad y siendo lanzados de vuelta al hábitat gracias a la electricidad.
—Solo estábamos divirtiéndonos.—dijo rápidamente Kenji con una sonrisa que nadie creía como genuina.
—¡Casi los comen vivos!—continuó el reclamo la consejera.
—Lo siento…—intentó soltar Darius, pero Kenji lo detuvo tomándolo del hombro.
—Está bien Di, déjamelo a muah.—dijo Kenji sacando unos lentes de sol (a pesar de ser pasada la medianoche) y continuando con la misma sonrisa se acercó a Roxxie—Verás, mi padre…
—¡No me importa tu padre Kenji! ¡Tú y Darius están en graves problemas!
—Pero él… —intentó explicar Darius.
—Ahórratelo, ya decidiremos qué hacer con ustedes, si no los expulsan después de esta tontería.
Y así había terminado el primer día en el Campamento Cretácico que Darius tanto había deseado estar, sus ansías por conocer dinosaurios, y la irresponsabilidad de Kenji, lo habían orillado a esta incomoda situación donde casi es comido vivo por los raptores.
Apenas llegó la mañana lo obligaron a sentarse junto a Kenji en lo que tanto Roxxie como Dave le preguntaban a Brooklyn su versión de la historia.
—¡¿Cómo pudiste pensar en algo tan arriesgado?!—se quejó Darius.
—Tendrás que ser más específico, hago muchas cosas arriesgadas, a las damas les interesan.
Seguía con esa misma sonrisa confiada.
El chico, completamente ofendido, cerró su chaqueta y se dejó caer en el sofa con una expresión de molestia y pavor al mismo tiempo, no podía dejar que lo expulsasen, él era el chico dinosaurio, y este campamento, era la oportunidad de su vida para verlos de cerca, estudiarlos de cerca, tocarlos en carne propia…
No para ser comido por estos mismos.
—Bueno… Tal vez no fue mi mejor idea.—dijo Kenji finalmente para romper el silencio—¿Sabes? Siempre trato de hacer estos grandes gestos, porque si no lo hago, mi papá no me nota y… No lo sé, me gusta que hable, aunque sea por regañarme…
Darius volteó a verlo, claro que Kenji tenía más que demostrar por debajo de las apariencias, después de todo, no era tan mal chico.
No tardaron mucho en llegar los consejeros del campamento mostrándose firmes y determinados, o al menos Roxxie, Dave parecía bastante nervioso y sudaba a mares.
—Estás en graves problemas Kenji, ¿Cómo se te ocurrió escapar en medio de la noche para…?
—No fue su culpa.—interrumpió Darius—Fue mía.
—¿Qué?—dijo confundida Roxxie.
—Estamos en Jurassic World, yo quería… Quería ver dinosaurios y Kenji me contó dónde estaban los velocirraptores antes de irnos a dormir, esperé a que todos se durmieran y me escapé… Él solo me siguió y gracias a eso me salvó la vida.
Todos voltearon a verlo impactado, claramente no esperando aquello, ni siquiera Kenji, pero el silencio fue roto cuando sonó la alarma de los buenos días y el resto de los campistas se levantaron.
—Está bien, dejaremos pasar por esta ÚNICA ocasión que ustedes dos hicieron esto, pero si vuelvo a saber de una sola cosa más en donde se comporten más, los mando derechito a sus casas, ¿Entendido?—dijo la consejera con un tono poco misericordioso.
—Sí, señorita.—dijeron ambos al mismo tiempo casi como soldados.
—¿Ven? Todo está solucionado, ¿No es así Roxxie?—dijo Dave casi celebrando que todo el drama había terminado—¡Buenos días campistas!
Su grito fue tan repentino y fuerte que hizo que Ben temblara de miedo y diera un par de pasos hacia atrás, chocando contra el pie de Yaz.
—Auch…—se quejó la deportista.
—Lo siento, lo siento.—dijo Ben tras recuperar el aliento.
—Buenos días.—dijo Sammy con su acento texano ya que parecía que todos habían olvidado a Dave por un momento.
—Hola.—dijo Roxxie tratando de hacer su tono lo más dulce posible—Muy bien, parece que están todos despiertos, Sammy, Ben, Brooklyn, Yaz, Darius y Kenji…—dijo pasando su dedo en el portapapeles con la lista de sus nombres—¿Alguna pregunta antes de empezar nuestra actividad del día de hoy?
Kenji levantó la mano.
—¿Porqué tenemos que salir a las siete de la mañana? Todo el mundo sabe que el día no empieza hasta las once o doce…
—¿Nadie?—a pesar de su tono dulce, no se podía evitar notar que tenía cierto resentimiento a Kenji—Entonces, andando.
—¿A dónde iremos?—preguntó Brooklyn confundida.
—Esto les va a gustar.—dijo Dave emocionado mientras abría las puertas de la casa del árbol.
—Conseguimos un permiso especial, van a ser las primeras personas en el mundo que podrán conocer el laboratorio de experimentos del Doctor Wu.—dijo Roxxie.
—¿Doctor quién?—preguntó sin entender Kenji subiendo al elevador.
—¿Cómo puedes no saberlo? El doctor Wu es un genio, logró recrear el ADN de los dinosaurios que viven en Jurassic World y…
Roxxie se lamentó de tener que llevar a ambos chicos con ella al paseo, después de todo, le hubiera gustado más darles un castigo para que lo pensaran dos veces antes de volver a meterse en problemas, pero sin saberlo, su inacción tomó parte de un efecto mariposa que alteró todo el destino de Isla Nublar.
En el laboratorio:
El Doctor Wu veía con una sonrisa de medio lado y las cejas juntas a sus hermosas creaciones, encontrados aun con su ADN casi intacto debido a como fueron preservados en esa fosa común, algo que se podría considerar un milagro repetido seis veces para diferentes especies.
Un apatosaurio, un triceratops, un saurolophus, un estegosaurio, un pterodáctilo e incluso un tiranosaurio joven… Aunque este último contrajo un defecto de nacimiento y su espina dorsal terminó dejando al feto en una posición erguida, como esos viejos libros de paleontología de principios del siglo XX.
De no ser porque él mismo había clonado varios tiranosaurios, lo habría considerado una farsa, una imitación más digna de Lewis Dogson que de su propia mano. Pero estaba bien, el ADN se alteraba con el tiempo, lo cual hacía incluso más extraño este hallazgo.
Probablemente provenían todos los especímenes de un nido de tiranosaurio que quedo enterrado bajo una montaña de tierra y lodo, con los cuerpos casi intactos de las víctimas.
Pero… No había huesos mordidos, algunos aun tenían partes de la piel fosilizada. Un encuentro paleontológico como uno en un millón, los primeros dinosaurios clonados con ADN genuino de dinosaurio, la secuencia más pura y perfecta, no como ese monstruo que Masrani le pidió construir.
—Jefe…—intentó entrar un interno.
—Estoy ocupado Abdul, ¿Qué necesitas?—dijo vehementemente Wu.
—Lo logré.—dijo casi en un ataque de alegría.
—¿Qué cosa?
—Tiene que verlo, debe escucharlos, pueden pensar.—dijo el hombre tan emocionado antes de apuntar al laboratorio principal.
Wu no tenía mucho tiempo para ese descubrimiento, en cualquier momento iban a llegar los niños del Campamento Cretácico, pero aun así, no pudo evitar sentir algo de curiosidad mientras Abdul lo guiaba de vuelta a la cámara criogénica donde guardaba a sus seis ejemplares estrella.
Lo que vio…
Lo dejo sin palabras.
Continuara…
