CAPITULO XXII:

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Kerry habia inclinado su cabeza hacia él, totalmente absorto:

—Era de esperarse.

—¿Que piense que soy puto?

—Eso también, pero me refería a lo de no querer tocar ese tema contigo.

—No lo soy—Refunfuño, luego torció el gesto, confundido—Y ¿Por qué no?

—Apostaría a que se siente vulnerable…por lo que hay en juego.

—¿Que hay en juego?

—Sus sentimientos, Potter

Harry negó.

Luego que el rubio se encargara de "aterrizarlo" esa misma mañana, ya no estaba convencido de nada.

—Dijo que no "babea" por mí, ni nada parecido—Frunció el ceño—¿Y si te equivocas?

—Admito que podría estar equivocado, pero esa posibilidad es ínfima—se acomodó en su asiento para quedar más cerca—digamos que está a la defensiva.

Harry se mordió el labio inferior, perdido.

Era pésimo para esas cosas, pero podía esforzarse un poquito...

—Entonces...—Carraspeó—Si dice que no ¿debería pensar que es un "sí"?

—Y viceversa.

—¿Me estas cogiendo las bolas?

—Y ahí no termina—Kerry agrando los ojos con sagacidad—debes estar un paso por delante de él, apostando a ciegas y atinando.

—¿Que? —Harry lo miró fijo, estupefacto, no seguro de si iba en serio o no.

—Porque todo es muy obvio, Potter.

—¿"obvio"?

—Y no adivinarlo—lo ignoró y alzó las manos, apaciguador—No te ofendas, pero te convertiría en un cortito.

Eso era un gran disparate...que sonaba bastante a Malfoy.

Si intentar comprenderlo iba a ser así, todo ese rollo sería muy difícil y lo más probable era que su cerebro termine calcinado del esfuerzo: Apestaba en adivinación.

Harry asintió, preocupado.

—¡Pfff...!

Kerry estallo en risas, haciéndolo saltar.

—Kerry...—frunció el ceño mientras el otro enrojecía por falta de aire.

—¡Mi-Mierda...! —Hipó—No puedo evitarlo, tienes chispa, Potter.

—Dije que voy en serio.

—Igual yo—aspiró hondo—no te estoy paseando, es mi honesta opinión.

—¿Todo eso lo fue? ¿Hasta lo de adivinar?

—Sí, aunque me reviente de risa.

Harry analizó a su colega, se veía muy pagado de sí mismo ¿Cómo es que Kerry sacaba todo eso al tiro?

—¿Cómo estas tan seguro? —Entrecerró los ojos.

—No lo estoy completamente, pero si en gran parte—se encogió de hombros—ya que vivo marcado por la...llamémosle "experiencia".

—¿En qué casa estuviste?

Una sonrisa.

—Adivina, Potter.

—¿Ravenclaw?

Kerry expandió el gesto y entrecerró los ojos mientras sus pómulos se elevaban, pronunciando aún más su mentón partido, dándole a su rostro un aire taimado.

Se escucharon pasos por el pasillo.

Harry carraspeó.

—Entonces ¿qué sugieres?

No tenían mucho tiempo.

—Eso depende de ti ¿Estas en plan de solo sexo?

—Nunca antes había sentido esto—se mordió la boca—el sexo con él es-

—Así que sexo—lo cortó, negando, y se tomó unos segundos antes de continuar—Te sugiero que, si no quieres algo serio, dejes las cosas como están.

—No voy a alejarme de él—respondió en el acto.

Intuía que había más en el rubio aparte de sus arranques irascibles, y francamente, se moría por descubrirlo. No le bastaba cogérselo y dejarlo ir, quería profundizar en él (en todos los sentidos) y romper sus barreras.

¿Era eso "querer algo serio"?

Por otro lado, que lo esquivara a como dé lugar, lo llenaba una ansiedad que casi no le cabía en el cuerpo.

—No digo que te alejes—se encogió de hombros—me refería a que detengan esos encuentros.

Harry abrió la boca, horrorizado.

¿Era una maldita broma? Luego de esos alucinantes encuentros ¿Cómo iba a soportar tenerlo cerca sin querer impregnar su aroma en todas sus sabanas? o peor aún ¿Tenerlo lejos?

—¿P-Por qué?

—Tu no involucras sentimientos a la hora de follar, y sigo en la idea que quiere "algo más", no solo intercambiar sudor contigo.

Harry taladró la superficie del escritorio, Kerry insistía con lo mismo, pero...

—Un día sale con que " solo es una follada", y al otro con que "conmigo te equivocas"...

—Me olvidaba decir que los tipos listos y furtivos como él, no están cortados con la misma tijera—sonrió—y por lo que cuentas, él es el rey del gremio.

—Coincido—refunfuño por lo bajo.

—Ah y algo más.

—¿Más?

—Recuerda que mi opinión es lo que es: una suposición, tómala en cuenta, pero no te bases en ella para actuar.

Harry apretó los labios, frustrado.

No había avanzado nada, seguía en el hoyo del enigma, ni más ni menos.

—No te frustres, solo...—Kerry suspiró recostándose en su asiento—deja de coger con él y conócelo un poco más.

—Como si no lo hubiera intentado...—replicó sarcástico.

La conversación más larga había ocurrido en esa cafetería. Luego Malfoy se había empeñado en huir de sus intentos de conversación al final de cada polvo.

—Lo sé, pero—Kerry se despegó del respaldo para inclinarse de nuevo y susurrar, socarrón—Métele más ganas.

Harry se rasco la nuca, alborotando más y más su melena.

—¿Qué pasaría si...solo sigo follando con él? —Realmente lo deseaba, y mucho.

—No creo que sea buena idea, también podrías salir lastimado.

—¿Lastimado? ¿Por qué?

—Porque no estás seguro de sus intenciones, y ya sea para algo serio o no, él te está gustando.

Cavilo en silencio y su cabeza amenazó con palpitar.

Nope, ya no escarbaría más. No quería colapsar, aún tenía un día por delante.

Decidió volver al punto inicial.

—No entiendo de dónde saca todo eso...

—¿Lo de parecer puto?

—Err...sí.

—Es tu semblante, y no puedes hacer nada con eso, solo acéptalo.

—¿Mi "semblante"?

—Exacto, está escrito en tu cara ¿Te leo que dice?

—¿Qué dice?

—"Me levanto a todo ser vivo con ayuda de mi colosal verga cuando quiero y porque quiero"—Harry largo una carcajada y sonrió—y no te asustes, pero...llevo leyendo lo mismo desde hace tres años.

—¿Pensaste esa estupidez el día que nos asignaron?

Había tenido sus encuentros porque estaba soltero, pero levantarse a todo ser vivo...esas eran payasadas.

¿Malfoy leía lo mismo?

—Lo hice al inicio—Kerry lo trajo de vuelta—antes de conocerte un poco y descubrir que eres el vivido ejemplo de la frase "las apariencias engañan"—lo miró divertido—Ya que no es del todo cierto.

—¿"del todo"?

—No te levantas a todo ser vivo, aunque podrías.

El moreno resopló sin dejar de sonreír.

—¿Ves? Le se atinar—sus ojos brillaron con picardía— y no te angusties, todos tienen uno.

—¿Ah sí?

—Sí, vayamos con Nott, pero antes de Neville—despeino sus mechones rojos entrecerrando los ojos— Todos los días, su cara gritaba "La existencia en sí me aburre hasta la muerte, pero la soportare un día más", felizmente eso ya cambio, ahora dice "El mundo entero me la chupa menos Neville Longbottom a quien nadie, aparte de mí, debe siquiera mirar ".

—Eres todo un entendido.

—Lo soy, estoy forjado

—Soy un suertudo, sin tus reflexiones estaría perdido—Harry negó con la cabeza.

—Si tanto te preocupa, siempre puedes repetirle a Malfoy "Te juro que no soy golfo" hasta que te crea.

—Mierda...

Se desinfló por la nariz sin perder la sonrisa.

No estaba llegando a ningún lado, pero Kerry le quitaba todo el hierro al asunto. Lo hacía sentir más liviano.

Suspiró, y la puerta se abrió de repente, haciéndolos saltar al mismo tiempo.

Collin asomó la cabeza, entrecerrando los ojos.

Harry, a centímetros del pelirrojo, lo miró confundido.

¿Por qué hacía eso con la vista? ¿Qué significaba? Seguro Kerry lo sabría, pero ahora, preguntarle...

—¡Hey! Eso fue rápido—Kerry se levantó, sonriendo de oreja a oreja.

—Aquí está la carpeta—Collin le frunció el ceño a Kerry cuando paso por su lado, abandonando su silla.

Harry hizo un huequito entre sus papeles.

—Gracias, déjala aquí.

—Voy—Collin cambió el gesto en automático y le sonrió.

Se sentó al lado del moreno y cogió un pergamino, maquineando.

¿Se habían estado besando? ¿Estaban liados? No podía ser, Neville le había dicho que "imposible" ¿No.…?

—Harry—se inclinó hacia él—¿qué haces más tarde?

El moreno se rascó la nuca.

—Tengo que uhm...estoy esperando-

—¡POTTER!

Suspiró aliviado por la interrupción y se enfoco en Robards parado en el marco de la puerta con un sobre en la mano.

—Diga, señor.

—Toma—Se lo extendió.

Bordeó su escritorio y se acercó escudriñando el objeto a distancia. Era ocre, y tenía el ostentoso sello del Wizengamot.

Sus tripas se reacomodaron mientras lo tomaba

—Suerte, chico, y espero que sepas lo que haces.

Sintió a Robards palmear su hombro y retirarse con la misma, sin despedirse.

Harry sintió a la nada y lo rasguño.

—Caray...unas cuantas horas es tiempo record—Kerry estaba asomado por sobre su hombro, leyendo—Solo tu podrías haber logrado esto...

Estaba impactado, el moreno había sido complacido en un abrir y cerrar de ojos.

—No exageres...

Harry suspiró con el corazón a todo dar y las manos temblando.

Repaso las líneas frente a sus ojos una y otra vez, conmocionado: Era un sí, y tenía hasta las cinco para traerse a Malfoy y plantarlo delante de Hoffman.

Iban a comenzar, ya mismo.

—Entonces ¿Malfoy vendrá? —Collin arrugó la frente con desagrado mientras juntaba su cabeza a la de Kerry.

Se paró de puntas, dificultado por su altura.

—Hay que recogerlo—Harry guardo el sobre en su bolsillo y los miro por turnos—No es necesario que vengan si no desean, puedo ir solo yo.

—Voy contigo.

—¡Igual yo!

Saco el aparatito de su bolsillo, sus manos hormigueando.

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—¡Ahí viene! —Codeó a su compañero—Haz como que lo levantas ¡rápido!

—Pero me duele el brazo.

Aun así, levanto la mancuerda con desidia.

—¡Ya viene!

Su brazo tembló y cayó.

No, ya no podía hacer una más.

—Ya no puedo.

—¡Al menos haz una!

—...esta mierda pesa...

—Esa es la idea—Arrastro las silabas una lacónica voz.

Draco ya estaba ahí, plantado frente a los dos nuevos.

—...es que ya no pue-¡doh!

El rubio bonito acababa de golpear su abdomen con un puño cerrado.

—Más firmeza.

Boqueó por aire mientras se obligaba a levantar el brazo de nuevo.

—S-si...

—Bien, vas en algo, pero tú—Draco se giró hacia el otro los miraba, congelado—Te vi haciendo cualquier cosa menos lo que indiqué.

Se plantó al frente.

—Espalda recta y ponla a la altura de los hombros...no—Se inclinó sobre él despidiendo su suave perfume. El otro lo aspiró aletargado—el ángulo debe ser- ¿Me estas escuchando?

—Si...—lo miró con una sonrisa floja.

—Así—Draco doblo su brazo como ejemplo y el otro soltó una risilla.

—¿A qué has venido? —Le frunció el ceño.

—A verte, eres muy lindo.

—Entonces jódete—Giró hacia el otro que luchaba por elevar el peso y sudaba a mares—Prefiero perder mi tiempo con él.

El chico de la risita tonta suspiró.

Desde que habían llegado, el rubio bonito los había torturado con serie tras serie tras serie tras serie...y estaban casi gateando. Le había visto hacer lo mismo con cada persona a la que se había acercado.

Era un endiablado.

—Vale, le pondré ganas, cualquier cosa con tal de tenerte cerca de nuevo.

—No estoy para caprichos idiotas.

Draco tiró su puño contra el abdomen del otro, de nuevo, haciéndolo apretar la mandíbula.

—Bien, así me gusta.

Giró y se apoyó contra la columna más cercana, mascando su chicle. Ya le había agarrado gusto a esa masa dulce que le había dado Scott.

Saco su aparatito mientras inflaba un globito, y comenzó a eliminar uno a uno, todos los mensajes de Claude y de paso, su historial de llamadas.

Una notificación saltó casi en el acto.

"Malfoy, dieron carta libre"

Su globito explotó y se le pegó a la nariz, bloqueando sus fosas nasales. Se quitó la masa con los dedos y apretó los labios, mientras sus mejillas comenzaban a hervir.

Decidió no responder y guardar el aparato: Aún estaba irritado por lo que Blaise le había contado.

La máquina volvió a vibrar en su bolsillo y su mano se disparó sin permiso.

"¿Cómo va tu día?"

Frunció el ceño y tecleó "Tan bien como tu cita con Creevey..."

Borró su respuesta en el acto antes que su dedo se dispare por sí solo, y lo guardo de nuevo.

Otra vibración.

—Mierda...

Desbloqueó con las manos temblando.

"Espero que bien..."

Tragó y respondió.

"Recibido"

Lo guardo de nuevo.

—¡Draco! —Clint apareció por su espalda, haciéndolo saltar—Hay un-... ¿Estás bien?

Repasó las sonrosadas mejillas del rubio con curiosidad.

—Perfecto—Se encogió de hombros.

—Qué bueno, hay otro tipo que está ¡wow! ...está buenísimo y para variar, te busca—Se mordió la boca y sonrió lujuriosamente—¿De dónde los sacas? Primero, esos morenos preguntando por ti ayer y ahora-

—Espera ¿"Esos"? ¿Quiénes son los otros?

—Oh sí, me había olvidado de contarte sobre el otro moreno, ese que viene seguido.

—Muchos "vienen seguido"—blanqueó los ojos.

—Pero ninguno es como él—Se inclinó hacia el con los ojos brillando—me refiero al adonis de cabello negro y ojos verdes—suspiró y Draco alzó una ceja—Ayer vino a la hora de siempre ¿sabes? y como él nunca habla con nadie, pasé por su lado y decidí saludarlo...

—¿Ah sí? —expulso entre dientes, la saliva espesándose en su boca.

—¡Si! Y cuando lo hice, volteó hacia mí ¿Puedes creerlo? ¡Me saludo! —soltó una risita nerviosa, ignorante del volcán que había explosionado dentro de Draco con la última frase—me saludo mientras me miraba con...dios...—volvió a suspirar y continuó—con sus hermosos ojos verdes...

—No me digas…—Draco tragó saliva, calcinante lava burbujeando en su estómago y el corazón desaforado.

Si lo analizaba detenidamente, Clint no era necesario en esa sede, él podía fácilmente cubrir sus funciones.

—Quedé automáticamente prendido de su sonrisa, no podía dejar de mirarlo ¡Te lo juro! jamás lo había visto tan de cerca, y no es solo su cara—se relamió la boca—Su cuerpo es...—Draco apretó los dientes hasta casi castañear—... ¡Mierda! quise tocarlo, pero me contuve, porque no quería asustarlo y además ¡es un cliente! uno no puede lanzarse así-

—No te creí tan profesional—no solo sus mejillas, ahora también sentía la cabeza caliente.

—¡Ni yo! fue muy difícil, porque vestía un short y una sudadera delgada que dejaba nada a la imaginación—Clint se mordió el labio, soñador—y entonces, me preguntó por ti—se encogió de hombros—y le respondí que no estabas.

—Ya veo—Respondió seco,

—No tenía nada que hacer, así que luego de eso me quedé ahí con él—ladeó la cabeza y la sulfuración del otro se disparó de golpe—para ayudarlo con- ¡ngh! -

Dos manos se dispararon hacia él, estrellándolo contra la columna.

El dique se había roto.

Aléjate de él—siseó Draco peligrosamente cerca de su cara—No te quiero ver cerca de Potter.

Estaba rozando su nariz mientras apretaba su cuello, privándolo de aire.

—¡Q-Que...! —boqueó Clint, palideciendo, y siendo acometido por escalofríos.

Nunca había visto a Draco despedir tal odio con los ojos.

Densa energía serpenteó sobre su piel antes de filtrarse en su cuerpo a través de sus poros, haciéndolo temblar incontroladamente.

Sujetó las pálidas manos que apresaban su cuello como dos grilletes, e intentó liberarse, aterrado.

—¡Va-vale! lo-lo entiendo—su frente se llenó de sudor frío cuando el agarre no cedió.

—¿De verdad lo entendiste? —Susurró el rubio gravemente sobre su boca, aguijoneándolo con sus fríos ojos grises.

Clint asintió.

—...S-Si, en- se-serio—expulso lo último de sus pulmones—¡Tiem-tiempo fuera!

Draco resopló y lo soltó de golpe, su corazón en estampida y la cabeza palpitando.

El otro tosió y se sujetó el cuello, ahora marcado de rojo.

Los novatos que miraron la escena traumatizados y con la piel de gallina, retrocedieron unos pasos, alejándose del par.

—Maldición, pensé que moriría—Clint levantó la cabeza y lo miró con ojos desorbitados—¡Ni siquiera sabía que era tu novio! ¿Estás demente?

¿Demente? Si supiera todo lo que había vivido en su propia casa, esos crudos y lejanos años, bajo la sombra de Voldemort.

—No tienes puta idea—Draco torció el gesto en una mueca despectiva y alzó el mentón—¿Quien está afuera?

—Un tipo muy alto—tragó y frunció el ceño— te espera en la entrada.

—Genial—Contrajo el gesto y se giró—Nos vemos, Clint.

Draco no demoró en asomar por la mampara que daba a la calle, donde Blaise lo esperaba de brazos cruzados.

El italiano le frunció el ceño, constreñido, y Draco bufó burlón.

—Si tanto te molesta venir ¿porque no mandas un mensaje con tu aparato?

—¿Así me saludas luego de venir hasta aquí para informarte de esa puñetera notificación?

—No esperaba que aparezcas por aquí ¿Era necesario?

—Ohh…Si, lo era ¿Sabes por qué?

—¿Por qué te gusta perder el tiempo?

—No—Su ceño despareció y sonrió con todos sus dientes —Por qué te acompañare donde Potter.

—¿Que planeas? —Draco tragó, un poco inquieto.

—Quiero agradecerle por salvar nuestros pellejos del pelón —Sonrió malvado—Debí hacerlo hace años, pero en fin ¡Nunca es tarde!

Draco frunció el ceño.

—Blaise...

—¿Que? ¿No puedo saludar al héroe del mundo mágico?

—Quiero ir solo.

—No.

Suspiró.

—... ¿A qué hora nos vamos?

—Ahora mismo.

—Me van a despedir...—Negó con la cabeza.

—Por supuesto que no—Blaise se apoyó en su hombro y acarició sus cabellos—ya me conoces.

—Eres increíble.

—Lo sé.

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Se aparecieron en Whitehall, tal como Zabini lo solicitó en su nota.

Los tres recorrieron el desierto lugar con la mirada. El primero disgustado, el segundo curioso y el tercero, intentando controlar los temblores de sus manos.

—¡Si son los sabuesos del Ministerio! —por la izquierda les llegó la voz del italiano, quien se acercaba con los brazos extendidos—!Pero qué...—se plantó delante de los tres aurores y frunció los labios—...asco tenerlos tan cerca!

Así que ese era Blaise Zabini... Alto, macizo, con aire aristócrata y boca sucia.

Kerry lo escaneó fugazmente y alzó las cejas, sin inmutarse. Estaba visto que esa aguijoneada no era en serio y solo los estaba provocando. Si esperaba una respuesta, podía esperar sentado: El no gozaba siendo bufón de nadie.

—¡Cierra la boca! —Collin frunció el ceño, picado.

Harry blanqueó los ojos, repentinamente tenso, y no se molestó en responder.

Prefirió clavar la vista en Malfoy.

Estaba al lado del italiano y vestía una túnica muy ceñida color azul marino que resaltaba con precisión su torso y escapulas. Su corazón se desbocó cuando choco con los ojos grises, que ya estaban en él.

—Buenas tardes, señores—soltó el pelirrojo monocorde antes de imitar al moreno y mirar a Malfoy que, por lo que pudo notar, no podía apartar la vista de su colega.

Lo miraba fijamente, sin pestañear.

—Malfoy—Harry se relamió la boca sin dejar de carcomer la ceñida túnica.

—Potter—Draco alzó el mentón y rompió la conexión para ganarse con la compañía.

Era el idiota de Creevey que los miraba con evidente desagrado y.…un pelirrojo de mentón partido que se le hacía vagamente conocido.

Podía apostar a que lo había visto antes, pero no se acordaba de donde o cuando. Este no compartía la expresión que Creevey. Sus ojos castaños devolvían una mirada neutra, y si tuviera que opinar algo, diría que tenía un aire taimado.

Entrecerró los ojos y se detuvo unos segundos más en él.

Sus cabellos rojos tenían un tono menos chillón que el de Weasley y sus hebras, ensortijadas en las puntas, caían libres sobre su frente y alrededor de toda su cabeza. Era tres centímetros más bajo que Potter y menos compacto, pero no llegaba a ser bajo.

El único enano era Creevey. Volvió al de ojos grandes y frunció los labios con asco.

—¿Eso que cae de tu boca es baba? ¿Potter?

—Blaise...—Draco se sonrojó violentamente y fulminó a su amigo, que lo ignoro y amplió su sonrisa.

—No tienes nada que hacer aquí—gruñó Harry, que había dejado de desnudar al rubio para acribillar al italiano con el ceño fruncido—Así que te puedes ir perdiendo.

—No, gracias y.…—saltó de auror en auror—¿No les da un poquito de vergüenza arrastrarse sobre sus rodillas ante la misma persona que desterraron?

—Estamos cumpliendo con-

—No y no te metas donde no te llaman—Harry cortó a Kerry y dio un paso al frente.

El pelirrojo suspiró.

—No te pongas engreído, Potter—Blaise se acercó también, y lo miro desde arriba—que no voy a lamer tu culo como el imbécil de Creevey—Alzó la nariz ignorando la exclamación indignada del más bajo, y continuó—Deberías arrodillarte ante Draco-

—¡No le hables así a Harry! —Chillo Collin parándose al lado del moreno.

Blaise finalmente se posó en él.

—¿Lo defiendes luego de dejarte tirado en medio de una cita para...—torció la sonrisa—irse a follar con otro?

Kerry ensanchó los ojos y Harry se disparó de inmediato hacia Malfoy, que lo fulminaba con vehemencia mientras apretaba la boca.

Harry pasó saliva ante la expresión e hizo ademán de responder.

—Te equivocas, Zabini—Fue adelantado por la voz de Kerry que flotó en el aire, robando la atención del italiano—Harry y Collin jamás han tenido una cita.

Harry sonrió hacia él, agradecido por la aclaración. Lo que menos quería tener al rubio empecinado con que era un "puto".

No se dio cuenta que su sonrisa hacia el otro solo acentuó los ácidos celos del mas pálido.

—¡Así es! ¡No fue una cita! Y aunque llegáramos a tener una ¡Harry no me dejaría para irse a follar!

Draco apretó los puños.

—Collin, cierra la boca—susurró Kerry entre dientes antes de aclarar su garganta—No podemos perder más tiempo, agradecería que-

—Aún no he terminado con Potter—Blaise cortó al pelirrojo bonito, que le frunció el ceño y estrechó los ojos.

—¿Ah sí? —Harry despidió todo el aire por la nariz, su paciencia llegando a cero con cada segundo—Suéltalo, quiero oírlo—enfrentó los pozos oscuros—pero antes...—entornó los ojos—recomiendo que dores bien tus palabras.

A Kerry se le erizó la nuca.

Potter estaba reteniendo un impulso, podía apostarlo. No solo parecía compartir la misma sed de sangre que el más oscuro, sino que temblaba ligeramente por el esfuerzo de contenerse de...no estaba seguro de que.

El aire se espesó.

—No acojonas a nadie, Potter—Blaise escupió su apellido una octava más grave.

—Blaise—Draco se inclinó hacia el levemente para susurrar—ya córtala.

Su amigo lo ignoro y acercó su nariz al pelinegro sin dejar de estrangularlo con los ojos.

La tensión era increíble.

—Si me entero que a Draco le paso algo —susurró gravemente—dentro o fuera de esa madriguera de ratas, por más pequeño que sea—Tomó aire—Si le tocan un solo cabello, te prometo, Potter, que no habrá un solo hueco donde puedas esconderte de mí.

Harry contrajo la mandíbula, ya totalmente sulfurado, y no rebatió.

Por una vez en su vida estaba de acuerdo con el más alto. No iba a permitir que a Malfoy le pasara algo, no mientras le respirara en el cuello.

—¿Eso es todo?

—También quiero partirte los huesos ¿Puedo?

—¡Bien! —exclamo Kerry—Listo ¡Nos vamos!

—Entonces—Blaise giró hacia Draco y le dedico una encantadora sonrisa—me despido.

—Nos ve-mmmngh!

En un parpadeo, Blaise apresó su mentón y ultrajó su boca, tomándolo por sorpresa.

Draco abrió los ojos desorbitados cuando la lengua de Blaise acarició su paladar juguetonamente y sorbió de su húmeda lengua, mandando cosquilleos por todo su sistema.

Levantó ambos brazos para liberarse, pero el otro ya lo había soltado.

—¡Blaise! —Jadeó con el corazón desaforado.

Harry ensancho los ojos ante la escena, petrificado, y apretó los puños del esfuerzo que le supuso retener su magia a como dé lugar. El italiano no dejó de mirarlo de refilón, lamiéndose los labios.

—¡Ja! ¡Eres un mentiroso! —Collin saltó y señalo al italiano—¿No que "no salían"?

—Te voy a extrañar taaaanto estas horas restantes—sonrió Blaise torcidamente frente a su sonrojado amigo, ignorando al más bajo—no tardes y de paso, humilla por mí a todos estos—no dejó de taladrar al ojiverde—inútiles.

Draco blanqueó los ojos y al segundo siguiente, una moderada ráfaga de aire lo acarició. Se plantó con fuerza, confundido, y repasó con los ojos a su alrededor, buscando la fuente de esa última.

Jadeó al dar con que Blaise ya no estaba a su lado, sino tirado unos metros más allá sobre la berma: Había sido barrido de mala manera antes de chocar violentamente contra el asfalto.

—¡Blaise! —Corrió hacia él.

Collin chilló, acojonado.

—Cálmate, Potter.

Kerry ojeó de refilón al moreno que contraía la mandíbula y respiraba con dificultad.

—Estoy calmado—Ladró el otro con una vena latiendo en su cuello.

—Zabini es un civil, no pises el palo.

Harry tragó mientras ese sentimiento descarnado desintegraba sus intestinos. No era furia, y no sabía cómo llamarlo, pero la sensación solo empeoró cuando Malfoy, unos metros más allá, levantó al italiano del brazo y acarició su rostro.

Sonrió con satisfacción al ver un hilo de sangre resbalando por la frente de Zabini.

—…eso es lo que quiere, no le des gusto—continuó el pelirrojo, pero fue interrumpido por un bramido.

—¡POTTER!

Blaise, furioso y echando chispas, se soltó de Draco de un tirón y se acercó hecho un torbellino.

—Carajo...—Kerry se plantó frente al moreno y levantó los brazos, apaciguador.

—Kerry, sal.

—No seas imbécil—Refunfuño sin moverse y se aclaró la garganta con el más alto de todos ya frente a él—Las disculpas del caso, no queremos problemas.

—Pero yo sí—Siseó Blaise casi en su boca, vehemente.

—Yo también—llegó un grave gruñido proveniente de su espalda.

Kerry tragó al sentir como si alguien rompiera los tendones de su cuerpo uno por uno y los volviera a enmendar, repetidas veces: Eso se sentía tener a un furioso Blaise Zabini a centímetros de su cara.

Apretó los dientes y conectó con los iracundos y penetrantes ojos.

—Nos retiramos—Felizmente tenía correa de sobra para esos casos: El moreno desquiciado detrás suyo era mil veces más aterrador y aplastante cuando perdía los estribos.

El otro siguió mirandolo unos segundos más, calculador, hasta que decidió dejar de aguijonearlo y se clavó en el moreno.

—Te voy a matar, Potter.

—Ven—Gruño el otro en respuesta.

—Dejemos esto ¿Vale? —Kerry sabía que mientras no se mueva de su sitio, el moreno no se atrevería a romperle la cara al otro, y también podía intuir que el italiano no tenía intenciones de hacerle algo, por lo que continuó serenamente—Esto no tiene sentido.

Alzó las cejas buscando mudo acuerdo con el hombre frente a él, que lo volvió a mirar en silencio.

—¿Estás demente? —Cuchicheo Draco en la oreja de su amigo sin dejar de sostener su brazo, bajo más la voz—Es Potter, idiota...

No quería verlo morir frente a sus ojos, sabía lo que el moreno era capaz de hacer. Su mejor amigo estaba lanzándose a un pozo vacío y sin fondo con su afán de enfrentar al moreno.

—¡Detengan todo esto! —Collin se retorció las manos, asustado.

Todos giraron hacia él, incluyendo al rubio, que alzó las cejas con aversión.

—¿Po-podemos volver de una vez? —Finalizó en un hilo.

—Te secundo—Kerry giró hacia el moreno, que no dejaba de aniquilar al italiano miles de veces dentro de su cabeza, y lo tomo del brazo—Potter—sujeto su mentón, obligándolo a mirarlo.

Draco no perdió detalle de sus movimientos ni la cercanía entre ambos y sus intestinos se retorcieron incómodamente cuando el moreno destensó la mandíbula y parpadeó frente al de ojos castaños, regulando su respiración.

—Vámonos—Kerry taladró al moreno intentando aterrizarlo, transmitiendo calma.

El ojiverde asintió lentamente y suspiró. Retrocedió un paso y su colega lo soltó, internamente aliviado.

—Esto no quedará así, Potter.

Kerry se dirigió al italiano, neutro.

—Sentimos profundamente lo ocurrido—Un bufido provino de su espalda, pero lo ignoró—Y agradecemos de antemano su colaboración con el Ministerio.

Blaise Zabini alzó el mentón y los miro por turnos.

—Váyanse a la mierda.

—¡Después de ti! —Chilló Collin.

—¿Qué quieres volar sin escoba de nuevo?

—Blaise...—Draco lo obligo a girar antes que replique al moreno—Cálmate—Susurró y acaricio su mejilla. El otro suspiro—Los humillaré por ti, lo prometo...

—Nos vemos, Draco.

Blaise volteó hacia el trío una vez más, aun con el ceño fruncido, y se detuvo unos segundos en el pelirrojo que lo taladraba desde su sitio, completamente mudo.

Se desapareció sin más.

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Bueno, bueno, no sé ustedes, pero ahí hay mucha tensión. ¡Caramba con los giros de la vida!