Jamás en mi vida me sentí tan vacia, veia mi mundo "real" desmoronarse y yo parada en el medio sin poder impedirlo, un hueco enorme en mi pecho pareciera estrujarme el corazon, las piernas me temblaban y la respiración agitada comenzaba a ser insuficiente, pues ahora el aire era agobiante y no podia ni respiraralo.
En un instante era una mujer auto realizada, tenia un nuevo proyecto laboral, recién me habia mudado a mi nuevo apartamento y mi mayor felicidad... estaba recién casada con él hombre de mis sueños. Pero de un momento para otro estaba aqui en plena galería artista ubicada en el centro de New York y presenciaba a una hermosa pareja de enamorados.
Una mujer caucasica, pelinegra, esbelta, con un vestido negro ceñido a su tan bien formado cuerpo y con unos envidiables ojos verdes electrizantes, tan atrevidos y sugerentes que me senti hipnotizada al mirarlos, y entonces lo vi a él, ese hombre alto y delgado, castaño de rizos, vestido de traje gris, con unos ojos café tan profundos y con esa hermosa sonrisa que tantas veces adore, él que tan galantemente se abrazo a la cintura de la mujer y se acerco a susurrarle algo al oido, ambos rieron con jubilo y terminaron uniéndose en un profundo beso, era claro que eran dos enamorados felices.
El jovén se colocó junto a la pelinegra y cruzo su brazo sobre los hombros descubiertos de la fémina, ambos observaban con admiración un cuadro de pintura, un jodido cuadro de pintura -un cuadro- susurré con ironia y sentí cada vez mayor dificultad para respirar y mi vision comenzaba a ser borrosa
Camila- me llamó una chica rubia alta, y fue su mano en mi hombro la que me saco del trance- Camila
Ehh- volteé a mirarla y al ver su sonrisa genuina transformarse una una mirada expentate y preocupada extrañamente senti como la poca cordura que tenia se me acababá y mis lágrimas brotaron en mi cara- Dinah...-
Camila?- ella extendió ambas manos sobre mis hombros - vamos afuera, a tomar aire fresco- nos quedamos en la salida trasera de la galería, recargadas en la baranda, mire el cielo oscuro y sin notarlo mis lágrimas inundaron mi rostro, intente no sollozar pero me fue imposible
Podemos irnos?- no fue pregunta, fue una suplica y ella solo atino a asentir, y nuevamente perdí la noción del tiempo porque cuando reaccione estaba en un hermoso apartamento, al entrar a la sala me encontré con unos muros repletos de dibujos a mano- aqui es ...?
Aqui vivo - sonrió- quieres un café?- asentí y ella me señalo el sofa y después camino a la otra habitación, la cual supongo se trataba de la cocina
Me dolia la cabeza, por más que te le daba vueltas al asunto no entendía nada, estaba confundida, inicialmente fui a esa galería de arte porque Dinah, la chica que recién conocí en el taller artístico me habia sugerido el lugar, nunca espere encontrarme a él allí... primero porque obviamente él no soporta las galerias, o los museos o lo que tenga que ver con fotos y "cuadros", y lo segundo porque hace una semana, estando en mi anterior apartamento me comentó de su viaje de quince dias en Canadá por parte de la agencia. así que por ninguna razon posible el tenia que estar aquí.
Habia observado ya varias pinturas por la galería pero, una en especial me habia encantado. Era un cuadro de acuarela de colores cálidos, rosa y morado, en sus trazos se veia una mujer morena de labios carnosos y cejas gruesas, su cabello rubio se perdia entre los colores, pero sin duda alguna supe de quien se trataba- Dinah- susurre aún admirando la pintura -
La conoces?- me preguntó una mujer negra con trenzas africanas, tan delgada que juraría que con mis manos podría rodear su cintura completa, traía puesto un vestido de seda color dorado, con ese color lucia hermosa, sus labios eran finos y sus ojos café resaltaban con la sombra azul, debo admitir que su aroma a citricos era delicioso, creo que me perdí mucho admirandola porque ella me miro con intriga arqueando una ceja
No conozco al autor- costeste porfin su pregunta, mirando el cuadro -NK... pero conozco a la modelo- sonreí - este cuadro es hermoso -
Señorita Kordei- llamaron unas personas a la joven, quien con una ligera sonrisa se disculpó y se retiró, mientras yo segui divagando en la galeria hasta que me encontre con una silueta familiar, de manera autonoma sonreí y camine presurosa en dirección a él
Shawn!- llamo una mujer tras él, lo que me pareció extraño porque él solo deja que lo llamen Peter- mira este cuadro, es hermoso- él se volteo a ella y coloco ambas manos en su cintura, se acerco a susurrarle algo al oido, después ambos rieron y terminaron besándose... mi marido estaba besando a otra mujer, en plena galería cuál si fueran novios...-
Cundo la morena termino de servir el café su téfono comenzo a sonar y esta contesto al ver de quién se trataba
Dinah, no te encuentro en la galería -llamó la voz del otro lado
Ahh... yo, lo siento mucho, surgio un imprevisto y tuve que retirarme, en serio lo siento mucho-
Mmm, esta bien. no hay problema, otra ocasión será-
Yo en verdad quería verte presentar tu obra
Lo siento, platicamos en otro momento?, debo colgar-
Ahh, si, nos vemos mañ- no la dejo terminar
Ciao- le colgó, la morena sintió pesadez en los hombros, solto un suspiro y volvio a la sala con las tazas en mano, las depósito sobre la mesa de centro y entonces enfoco su atención en su acompañante que parecía mirar a la nada
Camila - escuche su voz como un eco en mi cabeza - Camila- tomo mis manos frias entre las suyas- Estás bien - asenti - Segura... ?-
Si... Disculpa Dinah, yo solo no me siento bien -
Puedes pasar la noche aquí- me sorprendió su ofrecimiento - ya es tarde y un uber seguro saldrá caro
Gracias - susurré- y entonces volvi a sumergirme en mis recuerdos, no podia pensar en nada más que no fuera en Shawn besando a esa oji verde, sentia tristeza, frustración y enojo y un montón de escenas pasaron por mi cabeza, porque Peter me mintió con lo de su viaje, porque estaba en una galería de arte, porque estaba con esa pelinegra, y entonces senti una indescriptible sensación de inseguridad o decepción tal vez, porque no hice ni dije nada, pude encarar a esa mujer, gritarle que se alejará de mi marido, pude enfrentarla, pero cobardemente no lo hice, no le dije nada a ella... ni a él.
