El CaP DMitr hizo a su nave orbitar el pequeño planeta azul apenas la nave -una chatarra a esta altura o casi- de la CaP JanI salió de su atmósfera, rumbo a su luna en una muy pero muy lejana galaxia.

Una vez completó el recorrido (no se veía nada especial), escogió un punto de aterrizaje, esperando que hubiera donde hacerlo.

Ese azul del pequeño planeta parecía agua. Mucha agua.

Acuatizar no sonaba tan divertido como podía parecer.

Pero se encontró en una estepa, vacía y verde.


El CaP DMitr revisó sus coordenadas.

No. No estaba cerca.

Y no sabía exactamente dónde estaba.

Era un planeta no cartografiado.

¿Habría vida o lenguaje acaso?, ¿o todo eran ilusiones ópticas?.


Observó desde la nave -en forma invisible- hasta que vio acercarse a un grupo de mujeres.

Y... Se sorprendió un poco.

El escáner corporal mostraba un adn similar al de RouSs, pero ¡sólo con una de ellas!. Las otras eran tan lejanas como el generador de RouSs con... bueno, la gente de DMitr.

Además, ¡estaban todas intactas! y unas tres... llevaban retoños dentro de ellas.

Las edades variaban.

¡Y sus rostros! variaban de pantone.

También los ojos y cabellos. Algunos eran similares, pero muchos no lo eran.


Hablaban un dialecto vocal. Fácil de lograr por medio de la vibración neuronal

Sonaría algo... duro. Pero pasaría por alien... ejem... extranjero. Eso.

Solo le faltaba ver a un hombre para poder copiar su ropa.

¿Y entonces? ¡ocurrió algo asombroso!.

Captó una señal aérea. ¡Una señal de datos terrestres!

Los Hados astrales le sonreían, al parecer (¡Y eso que él no creía en ellos!)

Así que logró capturar esa señal... Y se conectó al WiFi de la Tierra (¡plop!)

Bajó toda la información de ese planeta, desde sus orígenes hasta ese minuto, y luego que los datos se ordenaron, los cargó con el cable neuronal... directo a su red neuronal, ¿a dónde más?

Eso demoraría un poco. Así que cerró los ojos e indujo el sueño REM, la mejor manera de cargar todo un planeta... en el mínimo espacio que ocupaba el cerebro en el cuerpo...


Abrió los ojos horas después.

El sol se había guardado -puesto, claro- y luego salido, cuando desconectó el cable.

Y entonces empezó a teclear.

Ropas, bienes, lenguajes, monedas, transporte, documentos ¡todo!

Su impresora duplicadora zumbaba copiando todo tipo de cosas para él, desde rublos, euros y dólares; hasta set de ropas para llevar.

No estaría en su nave en... mucho tiempo.

Pero volvería a ella... con su Consorte SecundariA. Eh. Esposa. Cónyuge.

Con RouSs... como quiera que se llamara ahora.


El lugar se llamaba Baia.

Un pequeño poblado al borde mismo de algo mucho más grande llamado Siberia, en otro más grande... llamado Rusia... que estaba en uno más grande aún, Europa.

Las personas (eso eran en la Tierra) se llamaban a sí mismos Baianos, Siberianos, rusos e incluso europeos (¿en serio?).

El idioma era el ruso.

Y ellos mismos... ¡ah, qué mezcla más extraña!

El... adn genérico, el humano (o eso creía) estaba por doquier.

Pero también había destellos -por aquí y por allá- del adn del generador de RouSs. Puro y mezclado.

Pero lo más raro... era un adn, parte humano... ¿parte criptozoólogo? ¿Qué. Mie###. Era. Eso?

Pasando por un turista algo perdido, se dio a entender que necesitaba un lugar para dormir por algunos días.

Y le señalaron una casa que rentaba habitaciones... ¿baratas? (¿habitaciones de insectos' ¿con insectos?) y hacia allá fue.

¡Qué extraño planeta era ese! Sus costumbres eran raras, nada extraño en un planeta perdido en el espacio.


"Prrivet" murmuró en un durísimo acento "buzco... dónde dormirr... yo pago... ¿rrubloz?" y sacó unos de su bolsillo.

La perspicaz mujer apenas levantó la mirada de su tejido.

"Dos mil por noche. Antes de nada"

Y él sacó un fajo y contó 6 mil. Los puso sobre la mesa y el papel de las coordenadas cayó, también.


Ahí sí que la mujer puso toda su atención.

Tomó el papel y sacó su teléfono. Luego volvió a mirarlo y se lo devolvió.

"Eso es Turquía, muchacho, esto es Baia, en Siberia, Rusia." La mujer que le alquiló la habitación lo hizo sentarse a su lado y cogió sus manos, mirando sus palmas ante su sorpresa "es por una mujer, ¿verdad?, y una muy linda y joven... pero ya tienes una. Mayor. Y estás ya cansado de ella. Te acosa y dejó de ser una buena... Compañera. Pero deseas a la joven que persigues. ¡Ella te obsesionó del primer segundo!... debes recordar que las flores no son para los jarrones, muchacho".

"¿Florrez?" le costó entender esa palabra.

Porque hablaba de RouSs, ¿cierto?

"Aquí se llama como una. En diferentes idiomas, la misma flor tiene diferentes nombres. Pero es la misma flor".

"¿Y... cómo ze llama esa florr?".

"¡Ah, ella es una Roza!, salvaje, hermosa y valiente... Y... ¿cómo la llamas tú?".

"R... Rrouz. Su nombrre es Rroz... Sí. Rroza zuena bien parra ella", y adecuó el nombre.

"Yo sé quién eres. Lo supe apenas llegaste aquí", suspiró, muy triste "yo tuve un nieto, una vez. Se llamaba Dmitri" el CaP DMitr abrió mucho los ojos.

¿Era en serio?.

"Era un muy buen muchacho. Uno de los mejores en lo que hacía. Pero lo mató uno de los malos... Y sabía cosas. Me dijo que tú vendrías... ¿sabes lo que es un strigoi, muchacho?".

"¿Un qué?".

"Strigoi. Un monstruo que alguna vez fue humano... estuvo vivo, pero ya no lo está...te drenan toda tu sangre. Son crueles, malvados y mueren de verdad sólo cuando los matan usando armas especiales. Que no todos tienen y menos manejan. Mi Dmitri aprendió de niño a usarlas. Aún así, no pudo contra ellos. ¡Años entrenando pero no pudo sobrevivir!", se echó a llorar. "Él me dijo que existían los dobles en alguna parte del Espacio... o del Tiempo. Tú eres su doble. Sé que no eres de aquí. Lo que no sabes es que ella sí pertenece a nosotros... en parte. Y estaban destinados a conocerse, mi Dmitri y tu Roza. Pronto. Muy pronto. Y cuando él murió... supe que tú vendrías por ella. Y ahora eres tú quién deberá buscarla".

"¿Ella... nazió aquí?, ya lo zospechaba".

"¡Nació aquí, pero no aquí!" se echó a reír. ¡Pero no es del todo humana. Los humanos... los otros, no los míos... son ciegos o mejor, son personas que no quieren ver. Tu Roza es como yo lo soy y como fue mi Dmitri. Dhampirs. Su padre es un vampiro viviente -un moroi- que requiere sangre para vivir".

"¡Zabía que había algo rrarro en zu ADN!, ¿azí que ezo ez zu...?".

"Padre. Su padre es moroi. Un vampiro diurno, que nació y morirá algún día. Ella es su hija y la madre es quien la llevó en su vientre", le pasó una caja, que él abrió, con curiosidad.


Adentro, había una fotografía de un hombre, muy parecido a él.

Sonreía más, eso sí.

Tenía la piel tostada por la radiación solar, el pelo de un color terroso y los ojos hermosos.

Algo en él le recordaba a Roza.

"Es lo que llamas ADN moroi", le dijo la mujer.

Él siguió revisando y llegó a los documentos del difunto Dmitri.

"¿DMitr Belkov?", leyó, con algo de dificultad.

"Dmitri Belikov. Debes aprenderlo y escribirlo mejor. Sí. Lleva nuestro nombre y no nos avergüenza. Mi hija es una buena muchacha, pero conoció a un mal hombre. Un moroi, obviamente. Así que decidimos que el niño llevaría nuestro nombre. Dmitri me pidió nunca informar de su muerte a... nuestra gente. Porque tú necesitarías de su vida para apoyarte en tu búsqueda... Sólo así él tendrá paz. Sigue atado a esta tierra, en espera de tu llegada y no descansará hasta que veas a tu Roza, frente a frente".

Puso una mano arrugada sobre su brazo y le sonrió.

"Y otra cosa, DMitri. Cuídate de las serpientes. Todas muerden. Pero su padre es una y muy peligrosa. Más que todas. Y ella está aprendiendo a serlo".

"¿Zerrpiente? ¿de laz que... se arrastrran?" dudó él.

¿Su padre moroi era un... reptil?

"¡Oh, Zmey no es rastrero! camina bajo el sol... y hace a todos huir a las sombras"


Tres días después, El CaP DMitr -ya convertido en DMitri Belikov- dejaba la casa de Yeva Belikova, rumbo a coger el transiberiano.

Debería recorrer un largo camino para llegar a Turquía antes de que su Roza se escapara otra vez, en el viento.

Pero Rose - su Roza- ya no estaba en Turquía .


¡Hola! la loca de patio al habla.

Esta historia queda en stand by mientras continúo escribiendo su segunda parte.

Pronto se actualizarán otras historias en stand by y encontré muchas mas pululando por mi casa.


Y por último. Felices fiestas patrias a mis compatriotas de Chile! Viva Chile Mier##!