28. Desde el corazón
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Disclaimer: Los personajes que se desmiembran o cambian de personalidad a lo largo de la historia pertenecen a la obra del célebre Mangaka Hiro Mashima. Este Fanfiction está basado en una serie derivada y secuela de su Manga principal Fairy Tail, llamada Fairy Tail: 100 Years Quest. Contiene varios hechos canónicos dentro de la obra. No obstante, varios personajes, personalidades, habilidades y escenarios puede que estén fuera de este.
NOTA: A partir de este cap se usan marcas de tiempo más específicas para situar los hechos en tiempo y espacio, se recomienda prestar atención a las fechas para mantener la coherencia a la hora de leer.
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
…
Isla Foglie, 21 de diciembre, año X792…
En las faldas de un acantilado y a la orilla de una pozas de agua cristalina, los soldados de Fiore y la guarnición militar de la isla buscan intensamente un cuerpo. Zash Caine, ministro de relaciones exteriores del reino y conspirador en las sombras, ha ordenado a sus leales revisar hasta debajo de las piedras con tal de confirmar que su más encarnizado rival político, Arcadios, había muerto.
«… ¡Maldita sea, Arcadios! ¡Hasta de muerto estorbas a mis planes!… » Renegó Zash mientras observaba con nerviosismo al equipo de buzos que acababa de sumergirse en la laguna natural y de ahí a seguir la corriente del río que la alimentaba.
Lo peor que ahora le pudiera ocurrir es que Arcadios hubiese sobrevivido y logrado evadir el bloqueo marítimo de Zash para huir a Fiore y advertir a la reina…
—Zash-sama, hemos encontrado esto…
Finalmente, sus buzos volvieron con noticias. No se trataba del cuerpo completo de Arcadios, sólo parte de su armadura y su capa, visiblemente marcada con sangre.
—¡Maldita sea, esto no es suficiente!—protestó Zash, mostrándose inconforme.
—Disculpe, Zash-sama. Hemos buscado por toda la isla y alrededores—el oficial se apresuró a pedir paciencia—Sin embargo, si le sirve de algo, junto con esas cosas, encontramos este objeto particular…
El oficial le alcanzó una daga de la más fina fabricación, hueso de dragón en la empuñadura, piedras preciosas y acero con molduras… El arma corta tenía un hueco en la parte inferior de la hoja, que de un lado del filo la asemejan a una hoz pero manteniendo la hoja recta del lado contrario.
Zash, que tenía pleno conocimiento del significado de aquella reliquia, se sorprendió enormemente al ver que Arcadios la tenía. Su confusión pronto se vió superada al inferir de inmediato porqué el hombre la llevaba consigo, una reliquia real supuestamente exclusiva para la reina y su familia…
«… Vaya, parece que no soy el único que aspira a grandes cosas. ¡Así que a nuestra pequeña monarca le gustan los mayores!… » pensó el hombre con morbo y malicia.
—Zash-sama, ¿qué es eso y por qué es tan importante?—cuestionó el oficial.
—Será la prueba para convencer a la reina…—atajó a decir Zash con una sonrisa malvada—¡Preparen mi barco! Regresaré a la capital…
Ahora Zash tenía un elemento más para desprestigiar a Hisui cuando llegara el momento. Con la daga en su poder podía inventar cualquier historia a su favor. Dejó de preocuparle tanto el no encontrar el cuerpo de Arcadios.
—Señor, ¡Eso significa qué…
—Así es. Los preparativos en la isla están completos. ¡A partir de ahora, esperarán listos para actuar cuando nuestro golpe se ponga en marcha!
«… Ya falta muy poco… »
Con la última pieza de su plan en su lugar, el hombre decidió regresar a Crocus.
…
—•○•—•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
…
Magnolia, Reino de Fiore, 15 de diciembre, año X792…
Sintomático de los convulsos tiempos que el país vivía, el caos finalmente ha llegado a la tranquila ciudad de Magnolia. El día quinceavo, un numeroso grupo de manifestantes ingresó por la fuerza a la plaza central, muy cerca a la Catedral de Kardia y ahora mismo sostienen una encarnizada lucha con las fuerzas del órden y un reducido grupo de contra-manifestantes monárquicos…
—¡VIVA LA REPÚBLICA!... ¡Delenda est Monarchia!
Al grito frenético de uno de los manifestantes, una explosión de pirotecnia, convertida en arma para la ocasión, hizo resonar un fuerte estruendo en toda la plaza…
¡Boom!...
«… ¡Esto está completamente fuera de control!… »
Lucy Heartfilia se escondía en un callejón mientras aguardaba a que el caos pasara. Llevando puesto su uniforme de periodista, corría un gran riesgo al estar presente en tales disturbios.
Si bien la chica traía sus llaves de Espíritus Celestiales con ella, el estar ejerciendo como periodista y no como mago dificultaba bastante cualquier intervención suya en un conflicto netamente político. Si se atrevía a tomar partido por cualquiera de los bandos sin estar bajo la tutela del consejo mágico se metería en un gran problema, ya que corría el riesgo de ser calificada de "maga renegada". Por todo lo anterior, Lucy se limitaba a usar cualquier magia en defensa propia.
«… De momento, parece que estaré bien si me quedo aquí… » pensó la chica, mientras tocaba sus llaves periódicamente, lista para la acción si fuese necesario.
En los momentos donde sentía la fuerza de los disturbios disminuir, se asomaba con su libreta para intentar registrar todo lo que veía para el periódico. Ante todo, ahora era una periodista comprometida con su labor…
En sus escritos, la chica plasmaba su particular análisis de la situación y con gran precisión, identificaba actores clave, que en el estado bruto de tales páginas, se permitía escribir como si se tratase de su propio diario personal:
"...
Entre los principales protagonistas de los más recientes disturbios, se identifican dos grupos muy marcados: En primer lugar, tenemos a los llamados "Zachistas", gentes mayormente provenientes del quinto distrito, el más precarizado y lumpenizado de la ciudad. Su ira es ciertamente entendible dado que son los más golpeados por la crisis que atraviesa al país, pero observo con temor que han caído bajo la influencia de Zash Caine, el ministro de relaciones exteriores de Fiore, quien aparentemente los dirige como una especie de secta religiosa, o al menos eso entiendo yo… Constituyen un grupo con una aterradora superioridad numérica.
En segundo lugar, están los llamados "Intelectuales Republicanos". Personas cultas de pensamiento político muy avanzado. Escritores, Profesores y los escasos catedráticos con experiencia universitaria que hay en la ciudad. Son un grupo minoritario, que hace de organizador de los Zachistas, con quienes tienen una alianza tácita, siempre negado por ellos en diversas entrevistas. No ocultan su simpatía por Zash Caine y en sus escritos, en los últimos tiempos, hablan abiertamente de promover una república en el reino de Fiore. Por ello, muchos han sido arrestados y encarcelados…
Los partidarios de la reina han visto sus números y poder de convocatoria muy reducidos, viéndose muy ineficaces para apoyar a las fuerzas de seguridad. Cualquiera que muestra alguna simpatía por la reina o se atreva a contradecir a los republicanos es apaleado por los revoltosos.
… "
Los escritos de Lucy tenían, sin proponérselo, una sorprendentemente neutralidad. Jason y todos los que habían trabajado con ella la elogiaban por esa capacidad de no perder la objetividad a la hora de escribir artículos periodísticos. Ella sólo se limitaba a responder con humildad que las palabras de su pluma no tenían nada de especial.
Este involuntario talento tenía un singular origen: La variada educación que había recibido. Por un lado, su posición privilegiada durante su estancia en la mansión Heartiflia le dieron acceso a los escritos de importantes intelectuales liberales de la época, donde se promovían ideales tales como la libertad, la igualdad ante la ley y el constitucionalismo (Muchas veces a escondidas de su padre, quien era contrario a estas ideas). Estas ideas eran a la vez moderadas en su propia cabeza por la fuerte vena conservadora que había heredado de sus padres, especialmente de Jude, donde se privilegiaban valores como virtud, integridad y pureza.
Este extraño popurrí de ideas contradictorias le beneficiaban para escribir de forma imparcial y objetiva cuando se lo proponía y le daban algo parecido al pensamiento crítico. Sin embargo, su talento le acarreaba más problemas que beneficios en otros aspectos de su vida personal fuera del trabajo, donde se traducía en tibieza, ingenuidad e indecisión.
Además, su punto de vista tenía una falla fatal: Su experiencia en el mundo real había estado muy condicionada por su suerte y su pequeño privilegio de estar bajo la tutela del consejo mágico al trabajar en Fairy Tail. Por esto y otras circunstancias, todavía abrazaba un fuerte fanatismo y simpatía por la reina Hisui, además de una fuerte adhesión al romanticismo que se había puesto de moda entre la gente jóven de aquellos tiempos.
Así pues, Lucy escribía y entendía sobre los problemas sociales y políticos del reino como si se tratase de algo ajeno y lejano a su propia realidad, y por eso se desconcertaba bastante cuando literalmente ahora le estallaba en la cara…
¡BOOOM!
Esta vez la explosión fué tan fuerte que hizo temblar hasta el lugar donde Lucy estaba oculta, haciéndola tropezar:
—¡Kyaaaa!... ¡¿Qué fue eso?!—chilló la confundida rubia.
—¡Corran, los Zachistas se apoderaron de los arsenales de la ciudad!—muchos ciudadanos y los escasos contra-manifestantes huyeron despavoridos mientras alertaban a todos que los revoltosos ahora tenían armas peligrosas.
«… Uh-oh… Mejor me protejo… » Lucy se asustó un poco.
—✨ ️¡Ábrete, puerta de la doncella: Virgo!
Lucy llamó a Virgo, quien apareció envuelta en luz de estrellas…
—Princesa, a sus órdenes…—expresó Virgo de forma usual.
—... Sólo autodefensa, Virgo. No puedo meterme en esto como maga…—ordenó Lucy con suma rapidez.
—Entendido, Princesa—Virgo atinó a asentir—Sin embargo, le sugiero, que si no va a intervenir, retírese de inmediato.
—Debo ver esto, ¡soy periodista!…—insistió Lucy.
Durante los siguientes veinte minutos, Lucy se quedó para presenciar lo más feo de los disturbios: Más explosiones, gritos de personas antes de caer muertas, y cuando asomó por fin la cabeza, vió horrorizada que algunos cuerpos ya adornaban la calle…
—¡Glubs!—Lucy tragó seco.
La chica empezó a temblar al ver la sangre derramada y al escuchar los gritos, lastimeros y furibundos, algunos bramando por venganza y otros rogando por perdón. Una última explosión, la más fuerte hasta el momento, hizo saltar por los aires la estatua de la reina Hisui, primero profanada y ahora volada en pedazos…
¡BOOOOOM!... ¡CRAAASH!
¡La cabeza de la estatua aterrizó a pocos metros de Lucy, dejándola en estado catatónico!
—...
—¡¿Princesa?! ¿Se encuentra bien?
Mientras Virgo intentaba sacarla de su aturdimiento y verificaba que se encontrara ilesa, un grupo de manifestantes pro-Zash se acercó lo suficiente para verlas escondidas en el callejón. Un grupo de harapientos Zachistas comandados por un intelectual republicano radical.
Estaban a unos veinte metros de distancia cuando reconocieron el uniforme de periodista de la chica y de inmediato mostraron su hostilidad. Por más que fuera de un periódico afín a ellos, lo cierto es que la chica había quedado como testigo presencial de los disturbios y llevaba registrando en su libreta todos los crímenes y excesos cometidos por ambos bandos. No queriéndose arriesgar a perder la buena propaganda y verse desprestigiados ante la opinión pública, atacaron a Lucy instruidos por el intelectual que lideraba a los revoltosos…
—¡Agarren a esa perra!—gritaron mientras corrían hacia ellas a toda prisa y blandiendo sus armas.
—... Jum…—sin perder la calma, Virgo se colocó entre ellos y Lucy. Extendió las cadenas de sus muñecas a su máxima amplitud y empezó a blandirlas como látigos, lista para acabar con los atrevidos. No sería difícil…
¡Wiplash-wiplash!...
Lucy recobró la compostura y asomó la cabeza desde atrás de Virgo para ver el momento en el que ambos chocarían, pero la fortuna hizo que pasara algo diferente. Momentos antes que los atacantes se acercaran a sólo 10 metros de ellas, una sorpresiva carga de caballería sorprendió a los manifestantes por la derecha, delatada por los relinchos de los caballos al acercarse…
—¡Morid, malditos! ¡Gloria a su majestad la reina!...
Una vez más el horror se reflejó en los ojos de Lucy cuando los soldados hicieron rodar las cabezas a golpe de sable. Luego, este grupo de soldados se apresuró a reunirse con otro grupo aún más numeroso, que de forma estratégica entró a la plaza por todas las direcciones, acorralando y desorganizando a los Zachistas…
—¡Por el reino! ¡Matádlos en nombre de la corona!...
Como conclusión a ese día de desastres, los soldados desataron un auténtico baño de sangre en la plaza, reprimiendo con gran violencia a los manifestantes republicanos. Rodaron cabezas, muchos fueron abatidos con disparos, otros sencillamente pisoteados por los caballos mientras intentaban huir.
Los intelectuales fueron los primeros en escapar y abandonar a las masas Zachistas más empobrecidas e irónicamente más comprometidas con la causa. Estas gentes, furiosas y frustradas por el hambre, ejercieron gran violencia a la hora de protestar, e irónicamente, ahora estos soldados los dispersaban con una violencia aún mayor…
«… ¡Esto es horrible! ¡La violencia sólo genera más violencia!… » pensó Lucy con una lágrima recorriendo su rostro.
Llamaron la atención de la chica los uniformes de los soldados recién llegados, muy diferentes al ejército regular de Fiore o a la guardia de la ciudad. Pronto se dió cuenta de quiénes eran al mirar sus distintivas gorras negras, papajas de piel ovina.
«… ¿Kardos? ¡¿Kardos Karlistas aquí?!… »
Se trataban de las milicias de un grupo étnico minoritario de Fiore, de las fronteras con el frío país de Seven. Históricamente automarginados por su estilo de vida semi-nómada pero fanáticamente leales a la corona. Recientemente su existencia volvió a recordarse dado que la reina nombró a su líder como ministro de seguridad y guerra mientras Arcadios estaba fuera del país.
Eran conocidos como fieros guerreros y temidos por su falta de piedad con sus enemigos, incluídos mujeres y niños. Lucy entendió que obviamente las fuerzas policiales regulares del reino no procederían de esta forma tan brutal, por lo que también concluyó que ella misma no estaba segura quedándose allí…
«… ¡Uh-oh!.. ¡Creo que me vieron!... » Lucy se aterró cuando un grupo de Soldados Kardos se le quedaron mirando desde la distancia.
Efectivamente, tres jinetes se dirigían a toda velocidad en su dirección.
—¡Vámonos ahora, Virgo!—Lucy exclamó asustada.
—Diver…—Virgo usó su magia de tierra para cavar un túnel en pocos segundos, en el cuál desaparecieron Lucy y el espíritu, poniéndose a salvo.
«… ¡¿Cómo se le ocurre a la Reina volver a usar a estos dementes?! ¡Hay una buena razón por la que su bisabuelo los despidió de su guardia hace décadas!… »
…
—•○•—•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
…
Ciudad de Magnolia, calle fresa…
Tras huir de la plaza, Lucy se dirigió a toda prisa a casa. Apenas era mediodía pero quiso asegurarse de que los disturbios no hubiesen alcanzado su barrio, más aún cuando Levy todavía se encontraba hospedada en su habitación.
«… sé que Levy-chan puede cuidarse sola, pero aún así me preocupa. ¡Espero que no haya salido de la casa!... »
Al acercarse a su calle, vió que había algunos destrozos. Carretas de comerciantes volcadas, restos de pirotecnia en el piso y en las paredes de su propia casa, grafitis con la leyenda: "Delenda est Monarchia"
«… "La monarquía debe ser destruida"… ¡Glubs!... »
A Lucy le había costado traducir correctamente la lengua del viejo imperio, y probablemente los revolucionarios que la gritaban en la calle tampoco supieran su verdadero significado, más no tenía importancia. El gesto era claro: querían acabar con la monarquía.
En la puerta de la casa, la chica se encontró con dos vecinos, el otro inquilino de la casa donde vivía y la casera. Los cuatro discutían la situación y se veían consternados.
—¡Lucy!—La casera la saludó—¡¿Vienes del centro de la ciudad?! ¿No te pasó nada?
—Estoy bien, afortunadamente…—La chica agradeció la preocupación.
—¡Escuché que esos salvajes Kardos están en la ciudad!—dijo el otro inquilino de la casera de Lucy—¡Nadie los había visto tan al sur en décadas! Oí que causaron una masacre en la plaza.
«… oh sí, ¡Yo estuve allí… » pensó Lucy.
—Se enfrentaron con los manifestantes revolucionarios...—comentó Lucy en forma ecuánime.
—¿Se "enfrentaron", querida?—Respondió el primer vecino—¡Fué un maldito baño de sangre!
—A mí no me pareció mal—replicó la casera—¡Alguien tiene que poner en su lugar a esos muertos de hambre terroristas y subversivos del distrito 5!. Llamarlos "revolucionarios" es ser amable con los criminales...
—¡Solo son gente que pasa necesidad y está muy enojada! ¡Ellos son las víctimas!—el otro vecino se molestó.
—¡¿Víctimas?!—el inquilino de la casa respondió—¿Tienes mierda en el cerebro o qué?
Ambos grupos tenían sus lealtades claramente alineadas en bandos contrarios. A Lucy no le gustó que los vecinos antes unidos ahora se pusieran a pelear.
—¡Por favor, no discutamos entre vecinos!—atinó a decir Lucy—eso no le hará bien a nadie…
Los vecinos y la casera aceptaron a regañadientes y pronunciaron una escueta disculpa:
—Si, tienes razón, querida, no vale la pena…—dijeron los vecinos
—ELLOS no valen la pena…—respondió la casera en forma afilada, con el inquilino apoyándola.
Ambas partes se dieron la espalda mutuamente y con notorio resentimiento. Lucy se sintió incomodísima pero no pudo hacer más que entrar a su casa junto a la casera y el otro inquilino.
Lo que acababa de vivir la chica era sólo una pequeña muestra de cuán dividido estaba el país.
«… Eso estuvo feo… »
Lucy se separó de sus acompañantes y se dirigió a su habitación en el segundo piso:
—¡Ya estoy en casa!
Desde hace mucho, la rubia saludaba a la nada como una especie de ritual siempre que llegaba a su habitación, pero esta vez tenía una invitada. Tras pelearse con su marido, Levy le pidió a Lucy pasar unos días en su cuarto. La discusión con Gajeel debía ser grave para que ella no quisiese esperar en la casa matrimonial mientras Gajeel regresaba de su apresurado viaje de desquite.
Así pues, Lucy encontró a Levy justo saliendo de la ducha, con una toalla doblemente envuelta en su pequeño cuerpo y una segunda envolviéndole el cabello.
—Bienvenida, Lu-chan…
—¡Me alegro que estés bien, Levy-chan!
—Oh, es cierto, oí que pasó algo feo en la ciudad…
Ambas intercambiaron unas escuetas palabras sobre la situación, pero Levy seguía evasiva y con un gesto deprimente. Lucy intentaba hacerla conversar para que ella recobrara la candidez.
—Jum—extrañamente, Levy empezó a manosear su pecho y tras mirar el de Lucy con un puchero de envidia, le dijo:—Ya veo porqué necesitas una toalla tan grande…
—Je-je—Lucy se rió con algo de vanidad—¿Disfrutaste tu ducha, Levy-chan?
—Oh, si, lo hice. Y también veo que te gusta tratarte bien… —comentó Levy con una ceja levantada y una sonrisa pícara—Champú con aceites naturales y jabón de cera de abeja… ¿Cuánto pagas por estas cosas?
—Mo, sólo me preocupo de lo básico…—replicó Lucy en tono de ofensa y con un puchero en su cara.
«… Ya veo por qué el dinero no te alcanza, chica… » pensó Levy al cuestionar la definición que tenía Lucy de "necesidades básicas".
Luego Lucy soltó una risita, siguiéndole el juego. Le alegraba que su amiga fuera recuperando de a poco el buen humor. Quizá así se animaría a hablar un poco de su problema con Gajeel. Lucy todavía no entendía que tal vez no era buena idea meterse en asuntos de pareja.
—… pues por lo que yo veo—Lucy continuó con ironía—parece que es Gajeel el que no te deja tratarte bien...
Levy torció su cara un momento y con cierta duda, le siguió el juego a su amiga…
—… últimamente es un poco… DIFÍCIL—replicó Levy en forma escueta.
—¿Qué ocurrió? ¿Él hizo algo que te molestó?—dijo Lucy, presumiendo de antemano que Gajeel era el culpable.
—Tuvimos una discusión muy fuerte durante nuestro último trabajo… bueno, en realidad ya llevábamos arrastrando eso un tiempo…
—¿Sobre qué?—Lucy prosiguió su interrogatorio.
—Sobre la casa… Él piensa que menosprecio su hogar sólo porque dije que podríamos ver otras opciones—dijo Levy con desánimo.
—Creí que ya habían superado ese asunto hace tiempo—respondió Lucy extrañada. Por lo que ella sabía, esa discusión ya tenía mucho tiempo de ser resuelta.
—Lo hicimos—Levy respondió—¡Pero él siempre se pone a la defensiva cuando hablo de cualquier tema que le recuerde a eso!
Levy finalmente mostró su disconformidad en voz alta, y tras soltar un bufido de mal humor, se sentó en el piso con las rodillas flexionadas, para abrazárselas y esconder un poco su cara en ellas.
—Él se pone orgulloso con eso ¿Verdad?
—Orgulloso es decir poco—Levy se quejó de vuelta—¡Tiene la cabeza completamente cerrada con respecto al asunto!
—Siempre me pareció una idea obvia el que venderían esa casa para comprar una nueva en una zona mejor, quiero decir, ¡Con el dinero que ustedes dos ganaban antes de que empezara la crisis podrían haberlo hecho con facilidad!... Pero ahora ya es tarde—se atrevió a decir Lucy. La chica se proyectó así misma en Levy sin darse cuenta.
—¡Eso mismo le dije!—Levy se unió a la protesta—Le sugerí que podríamos tomar una hipoteca y pagarla cómodamente a plazos mientras disponíamos del dinero de la venta de la casa vieja. Pero él se molestó mucho con la idea… me dijo "Enana, ya tenemos una casa"—Levy incluso imitó la voz de su esposo de forma burlona.
La casa de Gajeel no tenía nada de malo en sí, salvo que estaba completamente hecha de madera y con mantenimiento deficiente. El intento de patio estaba repleto de chatarra de hierro y a Levy le desconcertaba que a Gajeel no se le ocurriera nada bueno que hacer para mejorar el lugar, y siendo así, más que no estuviera dispuesto a venderla por un sitio mejor.
Gajeel ciertamente estaba muy apegado a la construcción, dado que era "La mejor cosa que he conseguido en forma decente", y estaba más que feliz de compartirla con su compañera de vida y formar su familia allí. Al menos así funcionaba la idea en su cabeza, encontrándose en el mundo real con que Levy tenía una idea muy distinta de cómo debía verse un lugar al que llamar "hogar".
Todo podía resumirse a un problema de expectativas de ambos esposos.
—La primera noche que dormimos allí, me levanté por la noche a beber agua, y me astillé la planta del pié con una tabla vieja…—Levy recordó con resentimiento—No le tomé importancia en ese instante, ¡pero desde entonces todo ha sido una suma de pequeños accidentes que siempre me ponen de mal humor!—Levy volvió a quejarse.
—Ellos son tan desordenados—Lucy correspondió—por ejemplo, la última vez que fuí a casa de Natsu, ¡Había una rata muerta!
—¡Ugh!—Levy le siguió la corriente—Y mejor yo no te digo lo que encontré en la despensa la primera mañana que desayunamos allí…
Lucy tenía la mejor de las intenciones al estar siempre dispuesta a ponerse del lado de Levy aún sin escuchar a ambas partes, pero eso hizo que inevitablemente la conversación se tornara en una lista de quejas unilaterales sobre Gajeel.
—¡Jachiss!—Levy estornudó. Con la conversación, Levy olvidó que seguía en toalla.
—Mejor vístete, Levy-chan, ¡Vas a resfriarte!
Lucy le alcanzó su ropa, y encima de ella, encontró un extraño collar de hierro, de fabricación rústica y no demasiado pulida.
—¿Qué es esto?—Lucy cuestionó.
—Oh, eso…
Levy lo cogió con ambas manos y lo acercó a su rostro. De repente, todo el color que su mirada había recuperado se perdió y volvió a ponerse triste…
—¿Levy-chan?
—… fue el primer regalo que Gajeel me hizo…
Lucy estuvo por contagiarse del mal ambiente pero se asustó al ver que algo se movía en la entrepierna de su amiga y debajo de su toalla de baño…
—¡Levy-chan, que es esa cosa!—se alarmó Lucy.
Levy se asustó y al darse cuenta de lo que pasaba, se puso nerviosa.
—... E-es mi… ¡Tatuaje!—Levy se excusó tartamudeando—Ya lo viste antes de mi boda ¿Te acuerdas?—Levy quiso evadirse.
—¡Se mueve!—Lucy insistió—Ya sé que dijiste que era "Mágico" igual que los de Joy, pero me he dado cuenta que esa cosa se mueve en tu piel aunque tú no hagas nada… ¿No puedes controlarlo, verdad?—Lucy le preguntó con una mirada de gran sospecha, delatada por su gesto de ojos entrecerrados.
—¡S-si!—Levy se apresuró a contestar—Claro que puedo… ¡No lo mires más, por favor!
Levy se estiró la toalla hacia abajo para cubrir la marca negra mientras ésta subía a su vientre cual serpiente, ya cubierto por la toalla.
Tras el incómodo momento, Lucy dejó a Levy vestirse en paz a pesar de que la explicación no la convenció mucho.
El resto de la tarde transcurrió entre el trabajo que Lucy había llevado a casa, pues debía escribir su artículo sobre la violenta manifestación del mediodía y su posterior represión. Necesitaba atender con sus 5 sentidos para escribir de la forma más objetiva posible. Esto permitió a Levy pasar una tarde tranquila, sumida en sus pensamientos.
Recién a la hora de dormir, volvieron a tener un nuevo momento de cercanía. Se inició en la forma de una pequeña discusión de cuál de las dos usaría la cama de Lucy, dado que ésta era de una sola plaza. Lucy insistió en que Levy debía dormir allí como su invitada, pero la jóven recién casada lo rechazó argumentando que no quería molestar a su amiga.
Al final, la discusión se resolvió en que ambas dormirían en el suelo, para estar en igualdad de condiciones y con posibilidad de charlar un poco durante la noche…
—Oh, allí está… Creo que ahora se quedó en una posición diferente a la última vez…—comentó Lucy al ver la marca negra, ahora situada en el lado derecho de su abdomen, por debajo del ombligo.
—Si, es cierto—comentó Levy con tranquilidad.
Al momento de vestirse para dormir, Lucy pudo ver ya claramente el tatuaje y para su fortuna, ésta vez Levy se mostró más cooperativa.
—Nunca pensé que serías capaz de hacerte uno a parte de la marca del gremio… quiero decir, no creo que yo me atreva nunca…—comentó Lucy con algo de pena y curiosidad.
—Yo tampoco lo creía—Levy respondió con algo de ironía—Supongo que es cierto eso que dicen: "el amor te cambia".
—¿Entonces fué Gajeel quien te lo sugirió?—preguntó Lucy con algo de preocupación.
Lucy asumió eso al notar que la marca era una representación muy simplificada y caricaturesca de la cabeza del dragón Metalicana. No quería ofender a Levy diciéndole que le parecía de mal gusto y que a su criterio, se veía vulgar…
—No exactamente—replicó Levy con duda, añadiendo más misterio al asunto.
«… ¡Ay Levy-chan, ¿Por qué no me quieres contar la historia completa?!… ¿Qué no confías en mí?… » protestó mentalmente Lucy.
Ya en ropa de cama, ambas se recostaron en el suelo, envolviéndose entre cobijas y almohadas. El invierno estaba a pocos días de empezar oficialmente pero el frío ya se sentía en toda la ciudad.
—Me pregunto qué hará Gajeel ahora…—Lucy preguntó en voz alta.
«… Y Natsu también… » pensó Lucy secretamente. No pasaba día en que no extrañara al dragon-slayer de fuego y su compañero Exceed.
—Considerando la hora que es, seguro ya tragó su cena, lo dejó todo tirado, y se fué a dormir…—dijo Levy en tono sarcástico y en clara queja—Oh, claro, eso si yo no estoy dispuesta a "jugar" esa noche, incluso si hemos discutido por la tarde… ¡Ese tonto quiere resolverlo todo con sexo!—Levy protestó con mal humor.
Lucy se sonrojó al oír la última declaración, producto de la gran soltura y desvergüenza con la que Levy se refirió al acto carnal. Años antes, ambas compartían el mismo recato y pena al hablar del tema siempre que Cana las molestaba con ello. La diferencia entre el estado civil de ambas se hizo manifiesto…
—Jum… ya veo…—respondió Lucy con algo de vergüenza.
Eso fue lo último que hablaron. Las horas transcurrieron y Lucy se quedó dormida.
La noche hubiera concluído sin mayores altercados cuando a eso de las tres de la madrugada, Lucy fué despertada por un ruido muy particular…
«… ¡Yaaawn!... ¿Eh?… » Lucy seguía medio dormida.
—... ¡Sniff-sniff!... sob-sob… Gajeel…
A pesar de que se había escondido completamente bajo las cobijas, se escuchaban claramente los gemidos de tristeza de Levy. Sus sollozos apenaron mucho a Lucy además de confundirla: Toda la tarde se la había pasado siguiéndole la corriente en sus ácidas críticas hacia su esposo, muchas veces injustas. Sin embargo ahora, la chica de pelo azul lloraba por esas mismas palabras, sintiéndose profundamente culpable y deprimida por la pelea. Sus lágrimas con restos de maquillaje mal removido manchaban las cobijas de Lucy, pero Levy estaba demasiado triste como para tomarle importancia a eso…
«… Vaya, en verdad que el matrimonio puede ser muy complicado y cambiarte mucho sin que te des cuenta… » pensó Lucy, sin todavía entender muy bien el nuevo carácter cambiante de su amiga para con Gajeel.
…
—•○•—•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
…
Ciudad de Magnolia, residencia de Lucy, 16 de diciembre, año X791…
A la mañana siguiente, Lucy salió temprano a trabajar, como se había vuelto su costumbre por su nuevo empleo en el periódico. Levy se mantuvo envuelta en las cobijas sin moverse. La anfitriona no dudó en dejarla dormir tranquila dada la mala noche que Levy había tenido…
El día dieciséis transcurrió de forma un poco más tranquila para Lucy. Tras entregar su artículo sobre las protestas del día anterior al editor del periódico, la chica prefirió tomar una encomienda menos problemática y alejada del tema político. Esta vez se aseguró de llegar lo más temprano posible para lograr coger un trabajo de esta clase. Así pues, Lucy tomó la labor de escribir un pequeño reportaje sobre los preparativos de la ciudad para las fiestas de fin de año.
Para esta ocasión especial y por la delicada situación social, la reina Hisui decretó un significativo cambio en el calendario festivo: Añadió la "Fiesta de la diosa Agnes", para el 20 de diciembre.
Se trataba de una decisión muy polémica, ya que desde hace mucho tiempo que los festejos de fin de año en el país estaban desprovistos de cualquier connotación religiosa. La reina buscaba unir al pueblo alrededor de su régimen con ayuda de la religión. Era un acto rastrero en toda regla, que además le estaba jugando en contra: La mayoría de los creyentes se alineaban con Zash Caine por el previo descuido que Hisui le había dado al campo…
«… Este año los preparativos están un poco apagados … » pensó Lucy, al notar que incluso en muchos lugares del centro de la ciudad las decoraciones todavía no se empezaban a colocar cuando faltaban menos de 10 días para la nochebuena.
Era natural que esto fuera así, ya que buena parte del centro de la ciudad había sufrido daños durante las violentas revueltas del día anterior. En la calle había enormes baches producto de los explosivos detonados, muchas paredes grafiteadas y en la plaza central, al pié de la catedral, los escombros de la destruída estatua de la reina.
Lucy recién vió un cierto ambiente festivo al entrar a la catedral de Kardia, donde varios artesanos hacían mantenimiento a los retablos. Se supone que como cada año, el gremio de Fairy Tail apoyaría con los trabajos poco antes del día.
«… Aún cuando ahora trabajo en otra cosa, ¡definitivamente ayudaré al gremio con los preparativos!… »
Tras concluir sus observaciones en el interior del edificio, la chica salió nuevamente a la calle, lista para visitar el siguiente lugar sobre el que iba a escribir su próximo artículo. Para su sorpresa mayor, se encontró con el tráfico interrumpido y las calles cortadas. Una gran procesión de personas con pancartas y banderas desconocidas ocupaba toda la calle…
«… ¿Otra manifestación?… »
Muchos de los comercios de los alrededores empezaron a cerrar sus puertas y muchas personas ajenas a la protesta huyeron del lugar, conocedoras de los incidentes del día anterior.
Lucy también se puso alerta, pero al cabo de unos minutos, la muchedumbre no procedió con la misma violencia del día previo. En esta ocasión, era una manifestación genuinamente pacífica…
—... ¡Protestamos por la opresión y la injusticia del día de ayer!—el líder arengaba a la multitud que lo seguía, como ovejas a un pastor—¡Exigimos justicia por nuestros compañeros asesinados por las fuerzas represoras del estado! ¡No más represión!
—¡NO MÁS REPRESIÓN!—coreó de vuelta la multitud.
Entre los manifestantes, Lucy reconoció a muchos de los revoltosos del día anterior. Hipócritamente, los que primero habían hecho estallar bombas en medio de la plaza ahora se presentaban como víctimas, cuando ellos mismos habían saqueado y destruido comercios y atacado a personas que nada tenían que ver con el asunto. Muchos de ellos portaban carteles con el retrato de Zash Caine y otros llevaban carteles que rezaban la leyenda: "Hisui la sangrienta"...
«… Bueno, al menos hoy no están rompiendo nada ni lastimando a nadie… » pensó Lucy al verlos pasar junto a ella.
—¡Rechazamos la instrumentalización de nuestra fe y la usurpación pagana de la fiesta de la diosa!—el lider de la protesta coreó una nueva proclama.
—¡RECHAZAMOS!—respondió la multitud a coro. Probablemente las humildes gentes que marchaban en ese penoso desfile ni sabían que significaba tan verborrágica arenga, pero se limitaron a seguir la corriente y obedecer las consignas de su movimiento.
Incluso Lucy no lo entendió muy bien:
—¿A qué se refieren con "Instrumentalización" y "usurpación pagana"?—Lucy dijo en voz alta.
—... Se refieren al desfile que la reina realizará el 20 de diciembre…
—¿Eh? ¿Quién dijo eso?—Lucy se asustó un poco al ser interrumpida.
Al girarse, la rubia se encontró con uno de los artesanos, que también había salido de la catedral atraído por el ruido de la procesión…
—... Para conmemorar la festividad de la diosa, la reina en persona vendrá a Magnolia con un gran desfile militar—le informó el artesano a la chica.
Lucy recién comprendió de qué iba el asunto:
«… ¡Claro! Es obvio que tras el desafortunado desenlace de ayer, la reina quiera intentar calmar las aguas en la ciudad… Sin embargo, ¿Fué tan grave lo que pasó ayer para que la reina en persona vaya a venir? O mejor dicho, ¿fué peor de lo que está pasando en otras ciudades?… » Lucy reflexionó con gran preocupación.
Desde hacía un tiempo llegaban rumores alarmantes de ciudades aledañas donde la violencia y las protestas no paraban de multiplicarse. Asesinatos de funcionarios y de partidarios de la reina, aumento del crimen y cosas peores.
Una vez la protesta se disolvió, Lucy pudo movilizarse a recorrer otros sitios de la ciudad para su artículo.
El resto del día transcurrió en relativa tranquilidad. Visitó los principales atractivos de la ciudad y entrevistó a algunas personas. Para muchos podría sonar algo banal y aburrido, pero para ella era una experiencia muy relajante, que le daba una necesaria paz tras varios meses de incertidumbre económica. Al menos ahora gozaría de un salario fijo para mantenerse y haciendo algo que le interesaba lo suficiente para mantenerla contenta.
—¡Uff, creo que es hora de irme!—comentó Lucy tras registrar su salida en la oficina del periódico, tocadas las 4 de la tarde.
«… Y antes de volver a casa, podría visitar a los chicos en el gremio… » pensó Lucy, un poco contenta.
Decidido esto, la chica se dirigió directamente al distrito donde estaba el edificio de Fairy Tail, cruzando el canal y varios puentes. El esfuerzo valía la pena con tal de no perder contacto con sus amigos…
—¡Hola, muchachos!—Lucy saludó en forma efusiva.
—¡Buenas tardes, Lucy!—le respondieron con calidez.
—Oigan, ¡Llegaron todos temprano de trabajar!—Lucy se sorprendió gratamente.
A diferencia de otros días, esta vez el gremio estaba a plena capacidad. Allí estaban Cana, Max, Vijeeter y otros muchos. Tal como ocurría en la ciudad, todos ayudaban a preparar la decoración para las fiestas de fin de año.
Lucy se acercó a la barra a hablar con Mirajane.
—¡Hola, chica!—Mirajane la saludó—debo decir que me alegra que ahora te des tiempo de venir a vernos todos los días.
—Son mis amigos y mi familia, no me lo perdería—respondió Lucy con una gran sonrisa—Veo que ustedes también ya se pusieron en modo festivo.
—Así es—Mirajane le devolvió la sonrisa—Puede que la economía no esté a las mil maravillas pero no por ello vamos a dejar de tener unas fiestas de fin de año alegres…
Detrás de Mirajane y saliendo de la cocina, Lisanna se quedó fría al encontrarse cara a cara con Lucy. Ambas intercambiaron miradas en blanco por varios segundos. Mirajane se mantuvo alerta en todo momento.
—Ho-hola… Lucy…—Lisanna rompió el hielo.
—Hola. Tú y yo no nos vemos muy seguido, ¿verdad?—le respondió Lucy en tono amable. Para su sorpresa, Lisanna le sonrió de vuelta y con la misma amabilidad le respondió:
—Si, es verdad. ¡Espero que de ahora en adelante conversemos más!—dijo Lisanna con efusividad.
Mirajane se sintió tranquila al ver que las palabras de su hermana eran sinceras y sin malicia alguna.
«… Me alegra que hayas hecho a un lado tu rencor, Liss. Estás demostrando madurez… » pensó Mirajane, orgullosa de Lisanna.
Lisanna las dejó para llevar vasos a los que trabajaban en la decoración. Max colgaba algunos adornos con ayuda de Vijeeter y el alto Nab. Aquellos que debían colocarse en la parte más alta del techo eran atendidos por Wendy y Charle, que volaban con las alas de la Exceed. Al ver a Lucy, Wendy no dudó en bajar a tierra para saludarla.
—¡Lucy-san!
—¡Wendy!
El rostro de Wendy se iluminó de alegría al verla en el gremio, de una forma un tanto exagerada que incluso extrañó a Lucy.
—¿Cómo te sientes, Lucy-san? ¿Estás feliz? ¿Has tenido un buen día?—preguntó Wendy con gran interés.
—Em… ¿Si?—respondió Lucy con un gesto de duda—He estado bien…
Sorpresivamente, Wendy se lanzó a abrazarla, confundiendo a Lucy aún más.
—Me alegra oír eso, Lucy-san. ¡Yo también ya me siento bien!—replicó Wendy con una tierna risa.
Charle le lanzó una mirada de reprobación a Wendy por su acto, pero ella no le tomó importancia, y tras soltar su agarre, terminó congiendo las manos de Lucy con las suyas y le lanzó una profunda mirada de confianza, como si se intercambiaran un secreto entre ellas, de esas miradas que decían "Puedes contarme lo que quieras".
Tras ello, Wendy se despidió de Lucy y volvió a su tarea de colocar decoraciones, dejando a Lucy extrañada y confundida.
—¿Y eso que fué?—cuestionó Lucy dudosa.
—No lo sé. Supongo que extraña trabajar con el equipo completo…—replicó Mirajane.
Mientras veía a Wendy alejarse, Lucy volvió a cruzar miradas con Lisanna, quien volvió a sonreírle con amabilidad…
«… ¿Es mi imaginación o ellas dos tienen algo raro conmigo?…. » pensó Lucy con sospecha.
Lucy no pudo profundizar su reflexión del comportamiento de Lisanna y Wendy, pues como si todo el gremio quisiera saludarla en persona, ahora el maestro se colocó frente a ella para sacarle un poco de conversación.
—Cuánto tiempo, Lucy—Makarov apareció con su bastón.
—¡Maestro!—lo saludó Lucy con alegría.
Lucy intercambió unas pocas palabras con él, quien como un padre atento le preguntó cómo estaba, si en su nuevo trabajo la estaban tratando bien y otras cosas básicas. En ese corto tiempo, Lucy lo descubrió muy demacrado y con un evidente cansancio. Inmediatamente después el anciano se retiró a su oficina tras conversar, la rubia fué comentárselo a Mirajane.
—¿El maestro está bien? Creí que su recuperación estaba completa—dijo Lucy con preocupación.
—Tuvo otra recaída ayer…—comentó Mirajane con preocupación disimulada—Es extraño porque nos aseguramos que siga todas las instrucciones de Porlyusica y tome sus medicinas en hora…
«… Él ya es muy mayor… » Mirajane se permitió ese pensamiento.
—Espero que se mejore pronto…
Lucy se quedó a entretenerse en el gremio hasta que este cerrara, decidida a ayudar con la decoración para las fiestas y aprovechar de convivir más tiempo con sus compañeros magos.
—¿Cómo está Levy?—preguntó Mirajane mientras le alcanzaba un adorno a colocar—Escuché que está alojada en tu casa mientras Gajeel está fuera de la ciudad…
—Sigue un poco molesta con Gajeel. Es extraño, a veces parece enojada y otras triste por la pelea… yo no recordaba que ella fuese tan complicada—admitió Lucy.
—Bueno, este es un asunto de pareja, así que lo mejor será que lo resuelvan ellos—advirtió Mirajane—¿No le estás dando malos consejos sobre su relación, verdad Lucy?
—No creo que hayan sido malos…—se defendió Lucy—solo traté de mostrarle que estoy de su lado...
Mirajane parecía haber adivinado que ambas amigas no estaban siendo justas al verter una injusta lluvia de críticas contra Gajeel sin conocer Lucy todo el contexto, y más aún, escuchar la versión del esposo antes de asumir un bando.
«… Levy-chan no mentiría, ¿verdad?… »
Como era esperable en un día que prácticamente estaba a puertas del invierno, el sol amenazaba con esconderse cuando apenas eran las 5:30 de la tarde, evidencia de que el Solsticio de invierno se acercaba, previsto para el día veintiuno de diciembre.
Nadie esperaría una visita oficial a tan altas horas, pero inesperadamente, el gremio de Fairy Tail recibió una, no precisamente para traer buenas noticias. Tres hombres vestidos de traje y con credenciales de funcionarios del reino aparecieron por la puerta. Uno de ellos, el más corpulento, llevaba una gran caja en las manos…
—Mira-san, estas personas quieren hablar con el maestro—Lisanna condujo a los recién llegados a la barra..
—¿Qué se les ofrece?—dijo Mirajane de forma respetuosa.
—Representamos a la Comisión Internacional de Salud del Consejo Mágico (CISCM)—respondió el líder de los hombres—¿Dónde está el ciudadano Warren Rocko?
«… Ay Warren, ¿En qué te metiste ahora? ¡No podemos esconderte de tus prestamistas para siempre!… » pensó Mirajane con gran preocupación.
«… Uh-oh, esto no tiene buena pinta… » pensó Lucy.
—No está en este momento—Mirajane respondió—¿Qué es lo que quieren con él?
El hombre aprovechó que el gremio estaba relativamente lleno para hacer el anuncio público:
—... Una reciente investigación médica a descubierto que las llamadas "Lacrymas compactas de comunicación", fabricadas y distribuidas por la empresa "Rocko & Co.", propiedad del ciudadano y mago registrado Warren Rocko, son perjudiciales para la salud a largo plazo—el hombre hizo una pausa—Afortunadamente, la corona de esta nación, a través de su autoridad real encarnada en su majestad la reina Hisui E. Fiore, ha autorizado al Consejo Mágico la prohibición de su uso, comercialización y distribución en todo el reino…
—¡¿Qué?! ¡No puede ser!—Max se alteró.
—¡Tiene que ser una broma!—Nab se unió—La reina no puede hacer eso, porque es tuición del consejo mágico ¿Verdad?...
—... Déjenme terminar, por favor—dijo el funcionario—... En adición a esto y apelando a la segregación entre los asuntos mágicos y la política interna de las naciones, el consejo mágico, con su suprema autoridad sobre los asuntos de los gremios y la magia, ha ordenado confiscar todos los aparatos… Esperamos que a futuro otros países hagan suyas nuestras advertencias y procedan de la misma forma.
La noticia dejó a todos fríos, en especial a Lucy…
—¡¿EEEHHHH?!
Los murmullos comenzaron y unos pocos alzaron la voz para defender a su compañero:
—¿Cómo pueden ser peligrosas?—Vijeeter respondió a los funcionarios y sacó una de su bolsillo—Son para comunicarse a largas distancias y no son un arma de ninguna clase…
—¡Si, es verdad!—Droy alzó la voz también—Son muy útiles y Warren dice que son el futuro…
—... ¡Por favor, escúchenme!—el funcionario alzó la voz también—Experimentos en ratas y otros animales han descubierto que el uso prolongado de esas cosas causa efectos tales como cataratas en los ojos, ciertos tipos de cáncer y… ¡ESTERILIDAD!
Irónicamente, todos se asustaron más por lo último. En una escena digna de una comedia teatral, todos entraron en pánico…
—¡Waaaaaah!... ¡Desháganse de ellas ahora!—alguien gritó de susto.
El gremio se llenó de sacudidas y un gran revuelo se armó mientras todos lanzaban por los aires los endiablados aparatos.
—¡Orden, por favor!—exclamó el funcionario—¡Póngalos en la caja en forma tranquila!
Decir eso después de alarmar a todos fué sencillamente una estupidez, pues los funcionarios casi fueron atropellados por los desesperados magos que querían entregar las Lacrymas lo antes posible. Fué una situación desconcertante para los funcionarios ver el gremio que supuestamente tenía a los magos más valientes asustarse tanto por la amenaza de quedar sin descendencia…
—¡Alzack, saca esa cosa de tu pantalón ahora!—chilló Bisca con un gran sonrojo en su cara.
—Si, ¡ahora voy!—el papá de Asuka se apresuró a sacársela de encima.
—¡Max, date prisa y entrégala, ¿Qué esperas?!—se alarmó Vijeeter.
—¡Se atoró en el bolsillo de mi pantalón! ¡Maldición-maldición!—Max chilló aterrado mientras se sacudía. Tenía el rostro colorado de susto y vergüenza, pues al igual que Alzack, siempre llevaba la Lácryma en el bolsillo del pantalón, muy cercano a su entrepierna…
Los funcionarios contemplaban el espectáculo con el rostro en blanco desde la barra junto a Mirajane. Junto a ellos también estaba Lucy.
—Pero… Yo dije claramente que los problemas de salud eran A LARGO PLAZO. ¡No entiendo por qué reaccionan así!—dijo el hombre de traje—No es que vayan a enfermarse justo ahora. ¡Se trata de prevención sólamente! Estamos a tiempo todavía…
—¡Pues debiste hacer énfasis en eso en lugar de las consecuencias para su salud!—le reclamó Mirajane—Los asustaste de forma innecesaria.
Mientras el gremio se volvía loco, Mirajane vió a Lucy con la mirada desolada y carente de toda emoción. A pesar del shock inicial, la camarera de Fairy Tail entendió a la perfección el duelo particular de Lucy producto de esta situación: pronto su mirada se llenó de decepción y un poco de melancolía al entender que ahora no recuperaría un solo centavo de su inversión en el negocio de Warren…
—¡¿Qué es este escándalo?!... ¡Coff-coff!—agobiado por la tos, Makarov apareció en medio del salón usando su voz de monstruo para imponer respeto.
—¡Pero maestro, ¿No escuchó?! ¡Vamos a quedarnos sin hijos… !
—¡SILENCIO!—Makarov volvió a gritar.
El caos cesó de golpe al sentir todos la poderosa y aplastante aura mágica de su máximo líder imponerse en toda la habitación. A pesar de su inestable salud, el viejo ciertamente sabía como imponer respeto, algo muy necesario considerando el ato de locos que debía gobernar…
—... ¡Claro que escuché, mensos!—Makarov continuó—Dijo, A LARGO PLAZO. No pasará nada todavía.
—Aaah… ¡Fiuu!—todos suspiraron de alivio.
—Ahora entreguen sus Lácrymas en órden y dejen de cacarear...
Como por arte de magia, ahora todos se portaron en forma muy civilizada e hicieron una fila ante el funcionario de la caja para entregar su Lácryma.
Mirajane trajo a la barra la Lácryma convencional de comunicación del gremio e hizo un par de observaciones:
—No entiendo cómo algo tan simple puede llegar a ser dañino, quiero decir ¿Las normales no son perjudiciales también?—cuestionó una dudosa Mirajane al tocar el orbe de cristal
—Las convencionales de forma esférica no tienen nada de malo en sí—replicó el funcionario—Pero descubrimos que las de Warren Rocko se fabrican a partir de la combinación de Lacrymas de comunicación convencionales y Lacrymas de automóviles mágicos...
—¡Oh, maldita sea, Warren! Eres un tonto...—Makarov protestó al enterarse del orígen del invento.
—Al miniaturizar las Lacrymas a ese tamaño y cambiar su forma, estás se hacen inestables y se potencian los efectos nocivos antes descritos…
Makarov y Mirajane tenían los rostros sorprendidos de que Warren hubiese trabajado con materiales conocidos por ser peligrosos. Apenas saliendo del Shock inicial, Lucy se interesó por el asunto, ya que ella desconocía este hecho.
«… ¿Los autos mágicos son tóxicos o algo así?… » pensó Lucy confundida.
—No puedo creer que Warren fuera capaz de hacer algo tan irresponsable como eso—dudó Mirajane—Quiero decir, se supone que él es muy listo…
«… ¿será posible que no lo supiera?… » pensó Makarov.
—… Debo decir que tenemos en parte la culpa de eso—el funcionario habló—Cuando publicamos el primer estudio respecto a los vehículos mágicos pequeños, el Consejo Mágico ordenó que estos se retiraran de forma discreta para no desatar el pánico (como ocurrió ahora). Probablemente Warren Rocko lo desconocía.
La explicación tranquilizó a Mira y al maestro, que pudieron librar de reclamos a Warren y ahora concentrarse en ayudarlo a salir de este problema…
—¿Qué pasará con Warren? ¿Tendrá algún problema por esto?—cuestionó Makarov.
—No—le aseguró el hombre—queremos pensar que no lo hizo de mala fe y dado que aún no han aparecido víctimas mortales, podemos decir que está libre de culpa...
—¡Uff! Me alivia oír eso—dijo Makarov.
—Sin embargo—advirtió el funcionario—si esta información se llega hacer pública no podemos garantizar que Warren Rocko esté a salvó de cualquier procedimiento legal que algún afectado pueda hacerle en un futuro. Si quiere protegerlo, le sugiero que sea muy discreto con este asunto…
Tras el anuncio, Makarov se retiró a su oficina junto a los funcionarios para coordinar los últimos detalles, dejando a Mirajane a cargo.
—¡buaah!… ¡Perdí mi dinerooo!—de forma cómica e infantil, Lucy sollozaba su mala suerte.
—Lo siento mucho, chica—Mirajane intentó consolarla dándole palmaditas en el hombro—¡Anímate!. Tú siempre tienes buena suerte. Quizá esto sea una señal que esté preparándote el camino para algo bueno…
—¡Ay no sé, Mira-san!—Lucy chilló—¡Desde que hice ese maldito viaje a Joya sólo he tenido mala suerte!... Sob-sob...
—¿Quieres que te invite chocolatito con malvaviscos?—le dijo Mirajane de forma maternal.
—sniff-sniff, gracias...
Una vez un poco más tranquila, Lucy secó sus lágrimas y se dispuso a absolver sus dudas sobre el mal negocio de Warren.
—¿Cómo es eso de que los vehículos mágicos son peligrosos para la salud?—preguntó Lucy todavía llorosa.
—¿Recuerdas que Erza tenía un automóvil que funcionaba con magia?
—Si, lo conectaba a su brazo y se movía…
—Exacto. La Lacryma que hace posible eso dentro el vehículo, es tóxica—Mirajane explicó—Erza participó en ese primer estudio que el funcionario mencionó. Ella se enfermó de repente poco después de que tú te uniste al gremio, justo después de que derrotaron a Lullaby…
—No lo sabía—Lucy replicó—¿Quieres decir que las Lacrymas que transmutan el poder de los magos en movimiento mecánico son peligrosas? ¿Las de los botes también? ¿Las de las máquinas voladoras también?—Lucy preguntó un tanto alarmada ya que ella misma había usado algunos de esos aparatos en el pasado.
—No—dijo Mira—según lo que leí en los papeles que le dieron al maestro, son seguras siempre y cuando no se intente comprimir su tamaño, justo lo que pasaba con el auto de Erza y ahora con las de Warren…
—Oh, ya veo…
El reloj tocó las seis de la tarde y prácticamente ya era de noche debido a la cercanía del invierno. El maestro decretó el trabajo de decoración festiva pausado y despachó a todos de vuelta a sus casas.
Algunos miembros todavía mantenían una actitud paranoica por el anuncio respecto a las Lácrymas de Warren, en especial Max, que no paraba de tocarse la entrepierna creyendo que de esa forma descubriría cualquier problema que el aparato le causara…
—Max, ¡ya deja eso!—le dijo Mirajane—El sujeto dijo que no había peligro por ahora. ¿Qué parte de A LARGO PLAZO, fue la que no entendiste?
—¡Recuerdame partirle la cara a Warren la próxima vez que lo vea!...—comentó Max, colorado de rabia.
—¡Si no tengo hijos nunca será por su culpa!—Vijeeter protestó también.
—O por feo, je-je…—bromeó Laki.
—¡Cierra la boca!—Vijeeter se ofendió.
El maestro volvió a gruñir para echarlos del gremio.
Lucy fué de las últimas en salir e incluso se ofreció a apoyar a Mirajane para cerrar todas las puertas. La mayor de los Strauss tenía una última preocupación antes de dejarla marchar:
—¿Estás mejor, Lucy?—Mirajane le preguntó—Ya es bastante malo que Levy esté deprimida, pero que tú también lo estés puede no ser lo mejor si va seguir alojada en tu casa…—Mirajane advirtió—Si quieres un momento a solas, puedo llevarla conmigo. De todos modos, Elfman prácticamente ya no para en nuestra casa y tenemos una habitación libre…
Lucy dudó por un momento, pero pronto entendió que Levy se sentiría mal si llegara a pensar que ella la sacaba de su habitación sólo porque le estorbaba en sus asuntos personales. La rubia tomó la decisión de rechazar la oferta de Mirajane, al menos por esa noche.
De todas maneras, Mirajane la despidió de forma afectuosa para mostrarle su apoyo.
"… Si necesitas cualquier cosa, Lucy, no dudes en buscarme… "
…
—•○•—•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
…
Magnolia, Calle fresa, tiempo después…
Tras salir del gremio, Lucy llegó a casa casi a las 7 de la noche. Tras una breve escaramuza con la casera sobre la renta atrasada, Lucy se metió en su cuarto y cerró la puerta detrás de ella con algo de vergüenza por cómo abusaba de la benevolencia de la dueña por permitirle vivir con tantos pagos atrasados…
«… ¡Tranquila, solo dos semanas más y me pagarán, y podré darle aunque sea el dinero de un mes!… »
Lucy hizo un esfuerzo para dejar a un lado las preocupaciones nuevas y viejas y mostrar su mejor cara para no deprimir más a Levy…
—¡Estoy en casa!—anunció en tono alegre, como de costumbre.
Levy no contestó al saludo y Lucy la buscó por la casa. La encontró en el baño, con la mano ensangrentada en el fregadero…
—¡Levy-chan!—pensando lo peor, Lucy chilló y le cogió la mano. Sin embargo, pronto se dió cuenta que sólo tenía una herida simple en los dedos…
—El collar se rompió… sob-sob… quise arreglarlo—masculló Levy con tristeza y conteniendo el llanto.
Al mirar al piso, Lucy vió los eslabones de hierro rotos, concluyendo que Levy se habría cortado al intentar recomponerlo…
«… ¡Uy, que alivio que sólo sea eso!… » Lucy pensó.
—¿Qué ocurrió, Levy-chan?
—Yo… me puse furiosa y lo lancé contra el suelo, y se rompió, ¡Y alguien tiene que arreglarlo!—Levy chilló en forma atropellada.
Lucy vió la angustia de su amiga con bastante desconcierto.
—Em… tal vez podríamos arreglarlo si te calmas un poco y…
—¡Olvídate de eso!—chilló Levy con furia—... sob-sob… ¡Me duele mucho estar peleada con Gajeel! Sniff-sniff...—admitió Levy entre sollozos.
«… ¿No que muy enojada con Gajeel?… » pensó Lucy, confundida por la cambiante actitud.
—Emm, yo a… ¡mjh!…
Lucy dejó de intentar balbucear algo ingenioso y sólo la abrazó con fuerza…
—Gracias, por esto, Lu-chan… sob-sob… Me gustaría ser tan firme como tú…—sollozó Levy.
«… ¡¿Y me dices eso a mí?!. ¡Yo también quiero a alguien que me consuele por perder mi dinero!… ¡buaaah!… » Lucy tenía una cara graciosa mientras intentaba apoyar a su amiga y tragarse su propia angustia financiera…
—Primero que nada, curemos tus dedos—pidió Lucy, haciendo una mueca rara mientras se atragantaba con sus propios problemas. Quizá no hubiera sido tan mala idea aceptar la propuesta de Mirajane.
La rubia sacó las vendas y el desinfectante. Tras una breve curación, ambas compartieron un té mientras aguardaban la hora de dormir. Por lo general habrían conversado sobre los muchos intereses personales que ambas compartían, más aún después de que tras la boda la nueva vida de casada de Levy había hecho que se distancianciaran notoriamente. Sin embargo, esto no sucedió, pues ahora que se encontraban, Lucy encontró el carácter de su amiga muy diferente e inestable de cómo la recordaba, ¡Ambas llevaban sin hablar de nada relevante desde que Gajeel se largó!
El primer día asumió que era debido a la discusión con Gajeel, pero algunas incongruencias hicieron dudar a Lucy, como cuando Levy afirmó "Me gustaría ser tan firme como tú". Desde el día uno, había quedado implícito que por su tipo de crianza, la "más dura" entre las dos era Levy. El cómo su amiga se desdecía en varias otras ocasiones, confundían mucho a Lucy…
«… ¡¿Qué le hiciste a su cabeza, Gajeel?!… » Lucy protestó en su mente.
—¿Quieres hablar de algo?—Lucy preguntó de forma escueta.
«… ¿"algo"? ¡Eso se oyó muy tonto!… » Lucy se apenó en su mente.
Levy se quedó callada unos minutos de silencio espectral e incómodo. Lucy ya estaba recordando sus propios problemas como para deprimirse sola, pero Levy finalmente abrió la boca…
—¿Sabes qué? Lo he pensado mucho y creo que tengo buena parte de la responsabilidad por esto…
—¡¿Eh?!
Lucy ahora torció su cara al oír cómo una vez más, Levy se contradecía a sí misma y como tras un primer día de atacar a Gajeel, ahora lucía arrepentida y dispuesta a darle la razón.
—... Se supone que ya lo habíamos hablado y quedó "resuelto"... pero mentí—confesó Levy con dolor en su voz—no dejé de pensar en eso ni un momento y sin darme cuenta, no dejaba de criticar la casa por cualquier cosa: Que estaba sucia, que hacía frío por la noche, que el techo tenía goteras… no me contuve con nada e hice que mi esposo perdiera la paciencia…
—¿Por qué?
—Yo… ¡Yo quería seguir viviendo en la casa que alquilaba por 120 000 Jewels!—Levy chilló con gran frustración.
—¿No eran sólo 100 000?
—Subió el alquiler—Levy se deprimió más.
—Oh, si…
—Estaba tan obsesionada con esa casa que me permití ser injusta con Gajeel… ¡De verdad quería vivir allí!
—No te entiendo, Levy-chan. Si eso es cierto, ¿Entonces lo de la hipoteca era mentira?—dudó Lucy.
—No… no del todo…—Levy habló con vergüenza, justo antes de confesar:—la quería para intentar comprar la casa…
Lucy recién comprendió una parte de la historia, pero ahora le quedaba resolver el porqué de la obsesión de Levy con esa casa…
—Dime, Levy-chan, ¿Qué tiene de especial ese lugar que quieres tanto? No me malinterpretes, sé que es una casa hermosa y bien ubicada, pero no veo el motivo para deprimirse así.
—... sniff-sniff—Levy sopló su nariz—Es que era la casa donde crecí. Es la vieja casa de mis padres…
«… ooooh, ¡así que es eso!… » Lucy puso el gesto de "eureka" en su cara cuando todas las piezas encajaron en su lugar.
—Ya comprendo. ¡Debes tener mucha nostalgia con ese lugar!—Lucy se apresuró a disculparse si sus anteriores impertinencias la hubiesen ofendido.
—Si... Cuando empecé a ganar más dinero al trabajar con Gajeel y Lily, pensé que podía permitírmela. La alquilé unos meses y fue maravilloso… pero era vivir más allá de mis posibilidades…—confesó Levy con un sonrojo de pena—Todo mi dinero se iba en el alquiler y por eso Gajeel me pagaba la comida incluso antes de casarnos…
Levy cambió su tristeza por una sonrisa irónica, destinada a reírse de ella misma por su irracional proceder.
—Me sorprende que tus padres pudieran pagar un lugar como ese sin ser magos de clase S… ¡Ese lugar es increíble!
—Mis padres la compraron con una gran deuda poco antes de que yo naciera. Se esforzaban mucho para no fallar con los pagos. Todavía no habían terminado de pagarla cuando murieron…—la voz de Levy se apagó en la última parte.
—Uh… que triste…—Lucy trató de medir sus palabras lo más que pudo cuando Levy mencionó un tema tan delicado.
—Cuando el maestro me adoptó, organizó una colecta entre todos los miembros del gremio para intentar pujar por ella cuando el prestamista la subastó… no pudieron llegar al monto y la casa se vendió a un nuevo dueño…
Levy sonrió un poco a pesar de la tristeza, al sentir el profundo sentimiento de unidad que el gremio tenía desde tiempos inmemoriales. Lucy también sintió admiración por ello…
—Entonces—Levy continuó—Cuando tú me dijiste que algún día comprarías la antigua mansión de tu familia, entonces pensé "debería ser más fácil comprar algo más pequeño, como la vieja casa donde crecí"...
«… ¡Ups!… » Lucy se sintió un poco culpable por haberle metido esa idea en la cabeza a su amiga. Si Levy estaba lejos de comprar esa casa, Lucy aun peor de comprar algo tan grande y caro de mantener como la mansión Heartfilia.
—Y-y…—Lucy tartamudeó un poco de la vergüenza—¿Preguntaste al dueño de la casa cuánto pide por ella?
—¡Ya le pregunté, y no quiere venderla!—Levy apretó el puño de rabia—El muy usurero sabe que puede ganar mucho más si sigue alquilándola, más aún con esta crisis…
—Lo siento mucho, Levy-chan. Debe ser muy frustrante para tí…
—¿Y sabes qué es lo peor?—Levy volvió a hablar—Que en realidad, la casa de madera de Gajeel es más parecida a como era la casa de mis padres antes de que la demolieran. Por supuesto era más limpia y mejor conservada que la de Gajeel, pero aún así muy parecida…
—No te entiendo ¿Es la casa de tus padres, o no?—Lucy la cuestionó.
—Después de comprarla, el nuevo dueño demolió la original y construyó una nueva con ladrillo y cemento…—confesó Levy.
Lucy le dedicó una mirada graciosa, entre pena y burla por lo patético de sus quejas hacia Gajeel y su modo de vida.
—... Es cierto que Gajeel es desordenado y que todavía tenemos hábitos muy distintos, ¿pero sabes qué?—reflexionó Levy—Viéndolo en perspectiva, creo que la casa de madera en la que ahora vivimos no es un mal lugar para formar nuestra familia…
Lucy se sonrojó notoriamente al oír al Levy hablar tan abiertamente de un tema tan serio como los hijos. Una vez más se hizo presente la diferencia de madurez que unos pocos meses de casada habían provocado…
—No te culpes del todo Levy-chan—Lucy retomó la conversación—Bueno, tampoco ayuda mucho que Gajeel sea tan terco en mantener ciertas cosas como están en lugar de buscar una mejora…
Levy negó con la cabeza.
—Si el resto de nuestros conocidos escuchara esto, pensaría que estoy loca—Levy dijo con notoria ironía—Gajeel intenta darme un hogar nuevo y yo insisto en aferrarme a un lugar que ya ni siquiera está en pie… ¿Tonto, verdad?
—¡Para nada! No es para nada tonto—le dijo Lucy—Todos tenemos cosas a las que nos aferramos de forma no muy racional. ¿Quieres que te muestre algo que no le he mostrado a nadie?—Lucy le guiñó un ojo.
—¿Bueno?—Levy se confundió por el repentino cambio de tema.
Lucy fué a su armario y tras un fondo falso, sacó una caja de cartón.
—Yo también me aferro a algunas cosas que realmente no uso por motivos nostálgicos—dijo Lucy mientras colocaba la caja entre ambas—Estas son mis cosas "muy personales". Ni siquiera se las he mostrado a Natsu… temo que alguien se ría—confesó la chica.
Lucy ignoraba que Natsu y Happy ya habían husmeado y revisado dicha caja. La rubia le enseñó a Levy las cosas una por una...
—… Estos de aquí son recuerdos de mi madre—Lucy habló—este de aquí, es un libro de cuentos infantiles. No lo he leído en años, porque me lo sé al derecho y al revés, pero lo conservo… —Lucy hizo una pausa y sacó otro objeto—… Estas son partituras con las que mamá me enseñó a tocar el piano. No he tocado un piano en años, no puedo permitirme uno y el gremio tampoco tiene. Son inútiles ahora pero no las cambiaría por nada…
Lucy mintió un poco, pues si había tocado el piano durante su secuestro en Joya. Levy la escuchaba con atención pero no muy convencida de su argumento.
—Son cosas muy preciadas, Lu-chan, que puedes guardar sin problemas ni molestar a nadie...—observó Levy.
«… no es lo mismo que mi caso… »
—Pero las siguientes no—Lucy insistió y sacó un libro voluminoso—Este es un viejo manual de magia celestial, que viene acompañado de estás llaves de madera para practicar. Mi madre me enseñó con ellas. Es el método antigüo y ya nadie lo usaba. Cuando Zentopia inventó el método de la poción, se volvió obsoleto, así que lo lleve a un anticuario. ¿Sabes cuánto me ofreció por él?
—¿Cuánto?
—10 000 000 de Jewels, primera edición...
—¡10 millones por un libro!—Levy se exaltó—¡Con ese dinero podrías…
—¿Resolver todos mis problemas de dinero?—Lucy la interrumpió—También lo pensé, pero sencillamente no puedo hacerlo… no es correcto.
Ahora la loca entre las dos parecía Lucy, que por un sentimentalismo absurdo no salía de sus problemas de dinero porque no quería… ¡Literalmente tenía el valor de media casa en esa caja!
—Sé que esto no se equipara a tu dilema con la casa, pero lo que quiero decir es que te entiendo…
Levy apreció mucho el gesto y un pequeño alivio le permitió dejar de preocuparse un momento.
—Gracias por esto, Lu-chan ¡De verdad aprecio mucho que te esfuerces tanto en animarme!
—Eres mi amiga y ten por seguro que puedes contar conmigo siempre…
Ambas se abrazaron.
Tras calmarse y salir de su estado depresivo, Levy vió un último objeto que Lucy guardaba en la caja y no le había enseñado, una rosa azul encerrada en un cristal:
—Esa es muy bonita—comentó Levy—obviamente no es de verdad, pero podría pasar por una rosa auténtica de ese color…
Lucy sonrió con algo de vanidad antes de responder.
—De hecho, es auténtica…—afirmó Lucy mientras la sacó de su cúpula protectora—Por favor ten mucho cuidado con ella…—suplicó la rubia mientras permitía que su amiga la cogiera con sus manos…
Levy la examinó con toda la delicadeza que pudo, manteniendo su mirada incrédula al comprobar que era totalmente natural, pétalos reales y un aroma muy enigmático.
—No lo creo… Nunca había visto una de este color, leí muchos cuentos e historias románticas donde aparecían estas, pero siempre asumí que era pura fantasía—dijo Levy, maravillada y devolviendo luego la flor a su protección de vidrio—está un poco marchita, pero me sorprende que esté así de bien después de cuanto? ¿20 años?...
—Creo que de alguna forma, es mágica—Lucy explicó—nunca supe como funcionaba ni cómo ayudar a que no se marchite por completo…
«… Acuario dijo que mamá quería que yo la usara sólo cuando me tocara casarme… » pensó Lucy en secreto y un poco sonrojada.
—Creí que dijiste que tu padre había fundado su compañía después de que tú nacieras ¿Cómo la consiguió?—Levy preguntó.
—Creo que no te lo conté, pero antes de fundar su propia compañia, él venía de una familia muy rica de Joya—explicó Lucy—Quien sabe cuánto gastó o a quien le pagó para obtenerla, pero el punto es que se la dió a mi madre cuando pidió su mano en matrimonio. Quería que ella la usara el día de su boda…
—Aww, que tierno…—Levy elogió.
—... Cuando el abuelo se enteró, tuvo una discusión muy fea con mi padre, él no aprobaba su casamiento con mi mamá. Así que papá abandonó todo por ella y empezaron desde cero juntos…
—Eso es aún más tierno…—dijo Levy—me sorprende que sea la misma persona de la que siempre me has contado cosas negativas anteriormente…
—Él cambió mucho cuando mamá murió…—masculló Lucy con algo de pena.
—¿Tienes alguna idea de cuánto puede valer la flor ahora?—Levy le preguntó—Ya está algo marchita, pero estoy casi segura que es la única que existe… ¡Debe valer una fortuna!
—No tengo ni idea, ni quiero saberlo—dijo Lucy con firmeza y negando con la cabeza—No quiero que me tiente a venderla…
«… Aparte, ¡Acuario me mataría!… » pensó Lucy con algo de temor.
—... Ahora tú debes pensar que la loca soy yo por no vender estás cosas…—admitió Lucy con pena.
Levy le sonrió de vuelta y le cogió las manos, señalando con ello que por fin Lucy cumplió su cometido: Lograr sacarla de su depresión, al menos por el momento.
—Definitivamente ambas estamos un poco locas—bromeó Levy.
—Ji-ji…
Justo cuando parecía que las cosas estaban marchando bien, el reflejo de los eslabones rotos del collar de Levy volvió a llamar su atención. La chica lo cogió con las manos y su mirada amenazaba con volver a apagarse.
—Gajeel se va a poner triste cuando lo vea…—dijo Levy con la cabeza gacha.
Más que por el objeto, Levy estaba más preocupada por lo que representaba y cómo su relación parecía resquebrajarse…
—Te ayudaré a repararlo mañana—le dijo Lucy—Sin embargo… Eso no quita que para mí, Gajeel no está validando tus sentimientos con el asunto de la casa. Podría ser más comprensivo—Lucy ventiló su crítica de forma sútil.
—Él y yo somos demasiado diferentes en algunas cosas…—concluyó Levy negando con la cabeza.
—Vayámonos a dormir, Levy chan.
Ambas realizaron sus típicos rituales antes de la cama y una vez más optaron por acomodarse ambas en el suelo lado a lado, para estar más cerca una de la otra. Amasaron en torno así todas las cobijas que pudieron, en preparación para una eventual nevada que nunca terminaba de llegar…
La noche que les esperaba sería muy fría, a pesar de que las nieves de fin de año estaban bastante retrasadas, amenazando con privar a Magnolia de una "blanca navidad".
Aún así, el frío fue suficiente para causarle molestias a Levy pocas horas después de acostarse…
—¡Ouu!...—Levy emitió un quejido en voz baja.
—¿Estás bien, Levy-chan?—dijo, Lucy, levantándose de golpe
—Si, no es nada grave—replicó Levy—Una vieja herida que aún me molesta…
Levy se levantó de las cobijas y empezó a realizar estiramientos de pierna y cadera, con posiciones que harían sonrojar al mismísimo Gajeel. Lucy se quedó mirando la cicatriz en la cadera de Levy.
—¿Es esa, verdad?—Lucy preguntó con discreción.
—Así es. ¿Te conté cómo me la hice, cierto?
—Si. Una misión con Jet y Droy, hace muchos años…
—Tenía catorce en ese entonces y ya han pasado varios años… ¡El que tener estos achaques ahora me hace sentir como una vieja!—se quejó Levy en tono de broma.
Lucy soltó una pequeña risita.
—Espero que Gajeel te esté cuidando mejor que esos dos…—comentó Lucy con algo de malicia.
—No me molesté con ellos entonces y no lo hago ahora por esto, si es lo que estás pensando…—dijo Levy mientras levantó una ceja, en señal de advertencia a Lucy de que no hablara mal de sus viejos amigos.
Lucy respondió con precaución pero no por ello se permitió menos críticas a los miembros masculinos de Shadow Gear. Después de todo, la herida que se hizo Levy fue gravísima.
—Yo tampoco me molestaría si alguna vez Natsu y Happy fallaran al atraparme, no fué lo que quise decir, lo lamento…—Lucy se disculpó.
—De que me dolió, es verdad. Fué muy doloroso, y la recuperación aún peor. Mi pelvis se partió en 3 pedazos…—Levy admitió—Jet y Droy se sintieron muy responsables y estuvieron conmigo en todo momento durante la recuperación…
—No me lo imagino—dijo Lucy—Debe ser frustrante sufrir por eso cuando ha pasado tanto tiempo…
—Pero no es un gran problema del que me queje mucho—Levy minimizó—¡Sólo me molesta cuando hace frío!
«… Lo único que me preocupa es lo que dijo Porlyusica sobre cómo esto me daría problemas si me llego a embarazar… » pensó Levy en secreto.
Con Levy algo aliviada de sus molestias, ambas volvieron a acostarse, con Lucy teniendo algunos problemas para conciliar el sueño de nuevo, pues los ruidos propios de la noche en una ciudad rodeada de bosque resonaban en un permanente eco natural.
«… Oh, maldición ¡Si no me duermo ahora, mañana voy a estar como zombie en el trabajo!… » protestó la rubia.
Como si el universo hubiera escuchado a sus quejas, un silencio sepulcral se impuso de golpe, cuando de pronto Lucy dejó de escuchar a los grillos, aves y hojas sacudidas por ventiscas. Fue como si todos los sonidos naturales hubiesen sido acallados y sustituidos por un vacío asfixiante…
Lucy sintió resonar sus llaves celestiales.
«… ¿Qué está pasando? Esto es familiar, como cuando… uh-oh… »
Lucy se levantó de golpe y se dirigió a la ventana de su habitación. Confirmó lo que sospechaba:
—¡La luna! Está morada de nuevo…
Después de meses de ausencia, que le había hecho casi olvidar el extraño fenómeno, la luna llena tenía un brillo violáceo espectral y de muy mal augurio.
—... Disculpa, ¿Te desperté, Levy-chan?—Lucy verificó no haber despertado a su amiga con su sobresalto—... ¿Levy-chan?
Si bien no encontró respuesta en un inicio, Lucy se asustó al ver a su amiga con los ojos muy abiertos, brillando del mismo color de la luna en la oscuridad…
—¡Levy-chan!—Lucy se alarmó y se apresuró a examinarla con las manos. Su respiración era entrecortada y jadeante. Levy tenía la mirada perdida…
—¡ahj-ahj… ungh!—Levy empezó a mostrar síntomas de tener náuseas y al ver a Lucy acercarse, cerró abruptamente los ojos para que Lucy no los viera y se echó de costado mientras seguía retorciéndose…—Gajeel…
—¡¿Qué te ocurre, Levy-chan?!
—... La luna… Gajeel está… ¡sufriendo!…—Levy balbuceó de forma incoherente.
«… ¿De qué hablas? ¡La qué está sufriendo eres tú!… » Lucy pensó, mientras no sabía muy bien cómo proceder.
—¡Iré por Wendy!—Lucy quiso salir, pero Levy le detuvo del tobillo con su mano.
—¡No!... no. ¡Estaré bien! Pasará pronto…
—¡Pero tú…
—¡Confía en mí!... ¡Por favor!...—suplicó Levy sin dejar de cerrar los ojos.
«… ¡Además, Wendy no podrá ayudarnos!… » pensó Levy mientras intentaba mantener la calma y rezaba para que Lucy le creyera…
…
… CONTINUARÁ...
—•○•—
¡Gracias por leer hasta aquí y no olvides dejar tu review!
NOTAS DEL CAP
¡Saludos a todos!
Regresamos tras una larga ausencia. Lentos pero seguros, les traigo una maratón de tres capítulos. Esta vez tuve un gran problema al organizar el contenido y tuve que ir postergando y postergando mientras escribía las ideas. Al final, todo alcanzó para no dos, sino TRES capítulos. Como le expliqué a varios que me escribieron por privado, eran demasiadas ideas para comprimir en un solo cap, y en esta ocasión, ¡Terminé con casi 34 000 palabras!, por lo que organicé todo en tres caps. Espero que esto compense la larga espera.
Los que pensaban que algo raro tenían los caps que desarrollaban la relación de Gajeel y Levy, los felicito por ser tan suspicaces y atentos al detalle, pues en los siguientes dos se hará una revelación.
Este cap también marca el final de las "Lacrymas Smartphone" en esta versión del canon. Desde un inicio me pareció que no convenía para el tipo de historia que es Fairy Tail, pues a mi juicio, le quita mucho potencial dramático a muchas situaciones, donde la falta de comunicación puede desembocar en combates y escenas épicas. Entiendo que algunas series de fantasía medieval incorporan este tipo de elementos modernos (Futoku no Guild), pero francamente no le veo mucho potencial en esta historia. Creo que hasta el mismo Mashima las dejó de lado, pues buen rato que ya no aparecen en la historia principal del manga.
¡Los espero en el siguiente cap!
